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ANTOLOGIA DE CUENTOS INFANTILES

AUTOR
MILTON IVAN DE LA CRUZ NANGO

3ER. GRADO; GRUPO “C”


INDICE

Cuentos Pág.

El gran cacholote y la Cueva de los tres deseos - - - - - - - - - - - - - - - - 4

El rey y el dragón - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 6

Incordius, el mago impertinente - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 8

Madre hada - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 10

El gnomo que quería ser gigante - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 12


PROLOGO
En este trabajo recopilaremos diferentes cuentos
del género fantasioso donde nosotros
intentaremos buscar las enseñanzas, moralejas,
datos etc. Hare mi opinión y critica sobre 5
cuentos de fantasía de la autora Eva María
Rodríguez donde hablare sobre estos cuentos que
nos dan a entender y el mensaje que nos intenta
dar hacia nosotros los lectores, todas las obras
que estaré hablando son dirigidos para un público
de 4 a 12 años entonces tal vez la mayoría les
pueda gustar ya que no son muy difíciles de
entender y todas estas obras valen la pena ser
leídas por que tienen enseñanzas y moralejas muy
buenas y será divertidas de leer para más de una
persona.
EL GRAN CACHOLOTE Y LA CUEVA DE LOS TRES
DESEOS
Autor: Eva María Rodríguez
Edades: A partir de 4 años
Valores: egoísmo, avaricia, justicia

El gran Cacholote era el rey del océano. Todo el mundo rendía homenaje
a Cacholope, un cachalope tan grande que con un solo golpe de su cola
podía provocar una ola de cien metros.

Cacholote era feliz. Como todo el mundo le temía nadie se metía con él y
siempre le daban lo que pedía. Así, Cacholope se fue construyendo una
magnífica mansión marina. De nada le servía, pues Cacholope no podía
permanecer más de 45 minutos sin salir a coger aire a la superficie. Y
como era tan largo y dormía con la cabeza para arriba y la cola para
abajo, su mansión no le servía para descansar.

Aún así, Cacholote disfrutaba del poder. Poco le importaba que los demás
pasaran necesidades o que tuvieran problemas. Mientras él, el gran
Cacholope, estuviera contento, todo iba bien.

Un día llegó al océano un delfín que venía de muy lejos.

- Quiere ver a la ballena a la que llamáis rey -dijo el delfín.

- ¿Ballena, dices? -dijo Cacholote. Y dio un coletazo que hizo temblar a


medio mundo.

- Nuestro rey es un cachalote -dijo un cangrejo que había conseguido


esconderse a tiempo-. No es lo mismo, así que no insistas, que se pone
de muy mal humor.

-Ya veo -dijo el delfín-. Señor rey cachalote…

-Soy el gran Cacholope -dijo el rey.

-Señor gran Cacholope, he encontrado algo que os interesará -dijo el


delfín-. Hay una cueva, la que llaman la de los tres deseos, solo digna de
un gran rey. Os llevaré hasta ella si prometéis que en el tercer deseo
pediréis lo que yo quiera.

-Me llevarás a la cueva sin recibir nada a cambio si no quieres pasar el


resto de tu vida nadando en mi estómago -dijo el gran Cacholope.

-Está bien, señor, como queráis -dijo el delfín.


Y se pusieron en camino el delfín delante, el gran Cacholope detrás y toda
la comitiva del rey siguiéndolos.

Cuando por fin llegaron, la cueva dijo:

-Oh, gran Cacholope, te estaba esperando. Puedes pedir tres deseos.


Dime, ¿cuál es tu primer deseo?

-Quiero ser el ser más grande del océano -dijo Cacholope.

-Deseo concedido -dijo la cueva. Y, al instante, Cacholope se redujo a la


mitad.

-¿Qué ha pasado? -dijo, enfadado, Cacholote.

-Sigues siendo el ser más grande del océano -dijo la cueva-. Pide tu
segundo deseo.

-Quiero volver a ser tan grande como antes -dijo Cacholope.

-Deseo concedido -dijo la cueva. Y Cacholote volvió a su tamaño original.

-Me has engañado, cueva -dijo Cacholope-. Mi tercer deseo es poder


entrar en ti para destruirte.

-Deseo concedido -dijo la cueva. Y abrió su boca para que el gran


Cacholote pudiera entrar.

Una vez Cacholope dio un coletazo y la cueva se derrumbó, pero él se


quedó atrapado.

-Ayudadme, ayudadme -gritó Cacholope.

Pero con el coletazo que había dado todos había desaparecido, así que
nadie pudo oírle. O tal vez nadie quiso, porque Cacholote había sido tan
mal gobernante que nadie se preocupó por saber qué le había pasado. Y
disfrutaron de su ausencia para siempre.
 
EL REY Y EL DRAGON
Autor: Eva María Rodríguez
Edades: A partir de 6 años
Valores: egoísmo, arrepentimiento, aprendizaje

Había una vez un rey que lo quería todo para él. Y por ese motivo cogía
siempre todo lo que quería, sin importarle nadie más.

Una de las cosas que más molestaba a la corte era que primero comía él
hasta quedar harto. Luego podían comer los demás, pero solo las sobras
que él había dejado.

Además, el castillo estaba lleno de hermosos cuadros, muebles, cortinas y


alfombras. Pero todo está guardado en las dependencias que solo usaba
el rey.

Cuando salía de caza, el rey no dejaba que nadie abatiera las piezas. Solo
él podía disparar -por suerte para las presas, porque nunca acertaba en el
blanco-.

Los súbditos y campesinos temblaban cada vez que se anunciaba la visita


del rey. Porque, a su paso, este cogía todo lo que se le antojaba. Por eso
muchos decidían abandonar la aldea antes, dejando bien cerradas sus
casas.

Un día hubo un terremoto. El castillo empezó a temblar y quebrarse. Todo


el mundo salió corriendo. El rey se quedó esperando en su cuarto a que le
fueran a buscar, pero nadie apareció.

Cuando el terremoto cesó el rey salió. Para su sorpresa todo el castillo


estaba destruido, todo excepto la torre donde él dormía.

El rey buscó a alguien que le ayudara, pero no había nadie. Pensando que
habrían muerto, el rey fue en busca de alguien que le sirviera. Pero los
campesinos tampoco estaban. Y el pueblo completamente destruido.

El rey siguió caminando en busca de ayuda, pero no encontró a nadie. Así


que se dio la vuelta. Pero cuando llegó a lo que quedaba del castillo este
estaba ocupado por un gran dragón.

-¡Fuera de mi casa! -dijo el rey.

-Ahora es mía -dijo el dragón-. Y como soy más fuerte y más poderoso
que tú no podrás hacer nada.

-Buscaré a mis soldados, a mis sirvientes y a mis súbditos y te echaré de


aquí -gritó el rey.

-¡Ja ja ja! -rió el dragón-. Todos esos están bien acomodados en mi reino.
No vendrán a ayudarte. Allí tienen todo lo que quieren y todo lo que
necesitan. Y no hay nadie que les robe ni que abuse de ellos.

-¿Me estás llamando dragón? -preguntó el rey.

-Te estoy llamando abusón -le dijo el ladrón-. Adelante, búscalos, a ver
qué hacen.

El rey no sabía qué hacer. Todo estaba perdido y no tenía nada. Ni a


nadie.

Entonces, el rey tuvo una idea y le dijo al dragón:

-¿Qué puedo hacer para recuperar mi reino?

-Promete ser justo y generoso, y ya veremos qué se puede hacer -dijo el


dragón.

-¡Lo prometo, lo prometo! -dijo el rey.

-Si mientes todo bajo tus pies se convertirá en lava, recuérdalo -dijo el
dragón-. Ahora, vete a dormir, a ver qué puedo hacer.

Cuando el rey despertó todo había vuelto a la normalidad.

-¿Habrá sido un sueño? -pensó. Pero no quería arriesgarse.

Para sorpresa de todos, el rey compartió con todos el desayuno, mandó


redecorar el castillo con todo lo que guardaba bajo llave y repartió parte
de su fortuna entre sus súbditos.

-¿Qué le habrá pasado? -se preguntaban todos.

-¿Se habrá vuelto loco?

-¿Por qué mira tantas veces el suelo con tanto miedo?

Y desde aquel día, aquel reino empezó a florecer y se convirtió en uno de


los más prósperos del planeta.
INCORDIUS, EL MAGO IMPERTINENTE
Autor: Eva María Rodríguez
Edades: A partir de 6 años
Valores:
respeto, perdonar, arrepentimiento, comprensión, aprendizaje

No se sabe si le venía por el nombre, pero no había duda de que el mago


Incordious era un verdadero incordio. Incordius era el mago más
poderoso de todo el reino. Pero también era el vecino más impertinente y
pesado que cualquiera podría imaginar.

El problema era que Incordius se aburría mucho. Aquel reino era un lugar
tranquilo, sin brujas perversas, sin trolls ambiciosos ni dragones
malvados. ¿Para que le servía entonces a Incordius tanto poder, si no
podía hacer nada? Algo tendría que hacer para darle uso ¿no? O, al
menos, eso es lo que pensaba Incordius.

Y como se aburría tanto, Incordius se dedicaba a molestar a los demás.


Sus bromas favoritas eran las que despertaban a alguien por la noche
dándole un susto, con tormentas dentro de sus casas o inundaciones de
zumos de frutas. Los berridos de animales inverosímiles junto a la
cabecera de la cama era otro de sus entretenimientos. Y hacer que la
tierra temblara era otra de sus bromas más pesadas. También se divertía
mucho dejando calvos a los vecinos o haciendo crecer colas y cuernos por
doquier.

Otra forma de molestar que le encantaba a Incordius era poner charcos


en medio de los caminos en los días de sol o sacudir los árboles con
vientos fétidos cuando había alguien cobijado bajo ellos.

Y ¡qué decir de las bromas acuáticas! A Incordius le encantaba asustar a


los bañistas creando en el río hologramas de tiburones, ballenas, medusas
o pirañas. Y, de vez en cuando, creaba remolinos que absorbían todo lo
que estaba cerca.

Los habitantes del reino empezaban a cansarse. Pero no sabían qué hacer
para acabar con aquella pesadilla. Un día un unicornio tuvo una idea. A
todos les encantó la idea de escucharle.

-Escondámonos todos en las montañas -dijo-. Pondremos carteles de “Se


Vende” en nuestras casas, para que el mago Incordius crea que nos
hemos ido.

-¿Y dejarlo el reino todo para él? -dijo un hada.


-¡No! -dijo el unicornio-. Seguro que va a buscarnos. Nos molesta por
aburrimiento. Seguro que no aguantará solo ni medio día. Se irá y
podremos volver. Seguro que en cuanto encuentre otro reino donde
molestar a otros deja de buscarnos.

Y eso hicieron. Esa misma noche todos los habitantes del reino se
mudaron a las montañas, dejando sus casas vacías y con unos carteles de
“Se Vende” muy grandes.

El mago Incordius se puso muy nervioso. Hizo la maleta y se fue en busca


de sus vecinos. Cuando estos vieron que Incordius había caído en la
trampa volvieron a sus casas.

Pero días después llegó un grupo de trolls y empezaron a pisotearlo todo,


a perseguir a todo el que se encontraban y comerse las reservas de
comida.

-Incordius nunca nos encontrará aquí -gritaban los trolls.

Menos mal que poco después apareció el mago Incordius y ahuyentó a los
trolls.

-Creí que os habíais ido de aquí -dijo el mago.

-Eso es lo que te hicimos creer para librarnos de ti, porque tus bromas
nos resultan muy molestas -dijo el unicornio.

Incordius se disculpó, y lo mismo hicieron los demás.

-Tendríamos que haber hablado contigo -dijo un gnomo.

Con todo aclarado y los trolls expulsados, la tranquilidad volvió al reino. A


Incordius le costó un poco encontrar algo con lo que entretenerse, pero
entre todos le ayudaron. Y ahora viven en paz y armonía.
 
MADRE HADA
Autor: Eva María Rodríguez
Edades: A partir de 6 años
Valores: obediencia, astucia, confianza

Madre Hada tenía que irse de casa unas horas, pero no tenía con quién
dejar a sus hijas. Las niñas animaron a su madre a que se marchara,
porque ellas se ocuparían de todo.

-No te preocupes, mamá, que nosotras podemos quedarnos solas -dijo la


hija mayor.

-Seremos responsables, no tienes de qué preocuparte -dijo la hija


pequeña.

Madre Hada no estaba muy convencida, pero tenía que irse y no se podía
llevar a las niñas con ellas. Así que decidió confiar en ellas.

-Pero no le abráis la puerta a nadie -dijo Madre Hada.

Madre Hada se fue y las niñas se quedaron solas en casa, tan contentas.

Las niñas se pusieron a jugar y, un rato después alguien llamó a la


puerta, diciendo:

-Abridme, soy mamá.

Una de las niñas no se dio cuenta y fue a abrir la puerta. Menos mal que
Madre Hada llegó en ese momento y sacudió al intruso con lo primero que
encontró para espantarlo. Este salió huyendo como alma que lleva el
diablo. ¡Menudo susto se llevó!

-¿Veis lo que pasa por abrir la puerta sin asegurarse? -dijo Madre Hada-.
Que alguien os diga que soy yo no quiere decir que sea verdad. ¡Quién
sabe lo que hubiera pasado si se hubiera colado dentro de casa!

Al día siguiente, Madre Hada tuvo que irse otra vez. Y, una vez más, no
podía llevarse a las niñas.

-Recordad, yo tengo llaves -dijo Madre Hada-. No le abráis a nadie.


Recordad lo que pasó ayer.
Las niñas estaban tan contentas jugando cuando, después de un buen
rato, llamaron a la puerta.

-Abridme, soy mamá, se me han olvidado las llaves.

Y una de las niñas abrió la puerta, sin acordarse de lo que le había dicho
su madre y de lo que había pasado el día anterior. Esta vez un ladrón se
coló, pero no le dio tiempo a nada, porque una de las mayores había ido
corriendo al ver que su hermana iba a abrir la puerta. Y le dio un buen
sartenazo al ladrón, que salió corriendo.

Cuando Madre Hada llegó y vio salir al ladrón preguntó qué había pasado.
Cuando se lo contaron, Madre Hada dijo:

-Tengo una idea: tendremos una contraseña -dijo Madre Hada-. Será…
será… ¡ya lo tengo! Venid, que os la digo bajito al oído.

Y, susurrando, les dijo:

-Hocico de lobo, hocico de bobo. Y ahora, diré en alto una falsa, que
parece que alguien nos escucha.
Y dijo, bien fuerte:
-Ole ole ole, qué rico está el guacamole.
Al día siguiente, Madre Hada se marchó otra vez.
-¡No olvidéis la contraseña! -dijo desde la puerta.
Poco después llamaron a la puerta.
- Abridme, soy mamá, se me han olvidado las llaves.

-Dinos la contraseña -dijeron las niñas.

-Ole ole ole, qué rico está el guacamole -respondió alguien al otro lado de
la puerta.

-Mejor será que te vayas si no quieres llevarte otro sartenazo -dijeron las
niñas.

El ladrón iba a salir corriendo, pero justo en ese momento llegó Madre
Hada y le atizó un buen paraguazo.

-¡Es usted una bruja! -gritó el ladrón.

-No, truhan, soy un hada, y a mí no me la cuela nadie -le dijo.

A los ladrones les quedó bien claro que allí no tenían nada que hacer, y a
las niñas lo importante que es asegurarse de quién está al otro lado de la
puerta cuando llaman. Y que siempre hay que escuchar y hacer caso a lo
que dice mamá.

EL GNOMO QUE QUERIA SER GIGANTE


Autor: Eva María Rodríguez
Edades: A partir de 6 años
Valores: perdonar, responsabilidad, arrepentimiento, aprendizaje

Había una vez un gnomo pequeñito que quería ser un gigante. Todos los
demás gnomos se reían de él, porque eso no era posible. Pero el gnomo
estaba seguro de que, si persistía en sus deseos, lograría su deseo.

Y funcionó. El Hada Maravillas tuvo noticia del deseo del pequeño gnomo
y decidió concedérselo. Pero le advirtió lo siguiente:

-Siempre serás un gnomo de corazón, porque hay cosas que ni siquiera


puedo cambiar.

El gnomo no entendió muy bien a qué se refería el Hada Maravillas, pero


aún así le pidió que siguiera adelante.

Tras un raro encantamiento, el gnomo se transformó en un enorme


gigante. Estaba loco de contento. Se puso a correr como loco. Y a saltar y
a gritar.

Cuando paró y miró a su alrededor se dio cuenta de que no sabía dónde


estaba. Y cuando miró al suelo lo vio tan lejos que incluso se mareó.

El gnomo gigante fue a buscar a otros gigantes, pero lo rechazaron.

-Solo eres un gnomo grande, márchate -le dijeron.

Tras varios días buscando otros gigantes y no encontrar ninguno que le


aceptase, el gnomo gigante volvió a su aldea. Pero allí no quedaba nadie,
no quedaba nada. Todo estaba destruido. Entonces el gigante se dio
cuenta de que había sido él. Buscó a sus amigos y a su familia, pero no
los encontró.

-¿Los habré aplastado? -se preguntó.

Estaba a punto de empezar a llorar cuando por allí apareció el Hada


Maravillas.
-Huyeron, todos huyeron -dijo el Hada Maravillas-. Justo a tiempo de no
ser aplastados.

-Lo siento -sollozó el gnomo gigante-. Si pudiera deshacer todo esto y


volver a ser un gnomo pequeñito....

-¿Es lo que deseas? -preguntó el Hada Maravillas.

-Con todo mi corazón -contestó el gnomo gigante.

El Hada Maravillas devolvió al gnomo a su estado original y arregló todo lo


que había destrozado. Luego llamó a los demás, que volvieron enseguida,
muy contentos de que su amigo hubiera recapacitado.

-Lo siento mucho -dijo el gnomo a todos los demás-. No pensé en cómo
os afectaría a vosotros que yo me convirtiera en gigante, ni pensé que os
perdería, ni que me quedaría solo para siempre.

Todos le dieron un abrazo y celebraron una gran fiesta.


COMENTATIOS PERSONALES SOBRE LO QUE PIENSAS
DE ESAS OBRAS Y POR QUE VALE LA PENA LEERLAS
EL GRAN CACHOLOPE Y LA CUEVA DE LOS TRES DESEOS
Autor: Eva María Rodríguez
Edades: A partir de 4 años
Valores: egoísmo, avaricia, justicia

MI COMENTATIO:
Esta es una obra dirigida a un público más joven, pero es muy
interesante la representan como cuento muy fantasioso, pero
eso le da un toque más para niños esto tal vez lo haga más
entretenido para las personas, este cuento si lo miro de forma
crítica me queda con dudas como que ¿de dónde viene el
delfín? ¿Por qué vino? ¿él quería matar al cachalope? No se me
dejo la intriga de cuál era su propósito exactamente, pero no le
puedo pedir mucho a un cuento de niños, este cuento es
maravilloso para su hijo, sobrinos, amigos, hermanos etc.
Es un cuento divertido y con buenas enseñanzas ya que nos
enseña a no ser egoístas solo por ciertas razones, no ser
avariciosos solo por ser aterrador o solo por tener poder, y que
si sigues así algún día te caerá la justicia o puede ser el karma
EL REY Y EL DRAGON
Autor: Eva María Rodríguez
Edades: A partir de 6 años
Valores: egoísmo, arrepentimiento, aprendizaje

MI COMENTARIO: el cuento es muy interesante y eso que me


quedo atrás, es cuento es perfecto para niños ya que el cuento
nos enseña que no hay que ser egoístas ya que por ello nadie
nos va a tener ayudar cuando más lo necesitemos,
un cuento corto pero perfecto para una lectura divertida y fácil
de comprender y eso ayuda mucho al lector, en manera critica
el cuento es muy corto y hubiera estado mucho mejor si
hubieran entrado a fondo sobre que el rey tenía que hacer
retos o algo parecido para que el dragón le dé una segunda
oportunidad pero es un cuento corto para niños no soy
exigente pero me gustaría que los cuentos para niños tuvieran
más texto para que ellos profundicen en el cuento y ello
tengan interés en saber más sobre el cuento, este cuento es
perfecto para niños pequeños ya que es fácil de comprender y
muy corto este cuento tiene moralejas muy buenas y eso lo
hace un cuento casi perfecto
INCORDIUS, EL MAGO IMPERTINENTE
Autor: Eva María Rodríguez
Edades: A partir de 6 años
Valores:
respeto, perdonar, arrepentimiento, comprensión, aprendizaje

MI COMENTARIO: un cuento que es mediamente fácil


encontrar sus moralejas ya que no se entiende bien cuál fue el
aprendizaje pero un cuento perfecto para leer a un niño o
amigo, de manera crítica no me convenció ya que todos se
dieron cuenta de sus errores demasiado fácil todos se
disculparon y todo olvidado, no hubo una plática sobre que
ellos deberían darle las gracias y las disculpas al mago, el
mago es otro problema en el cuento se habla que el mago es
muy arrogante pero lo único que se mira que es molestoso
nunca se mira haciendo nada malo solo unas cuantas bromas
pero eso no queda del todo al personaje cuando el cuento
dijo(Pero también era el vecino más impertinente y pesado que
cualquiera podría imaginar) me imagine alguien grosero y
amargado pero solo era alguien molestoso, pero hablando
sobre el público dirigido, es un cuento que no le contaría a mi
hermano de 6 años se lo contaría a alguien de 8 o 9 ya que es
un poco complicado de entender y se podía interpretar de
muchas formas ya que no explica bien la actitud del personaje
del mago incordius y se podría pensar que impertinente y
arrogante es lo mismo que molestoso
MADRE HADA
Autor: Eva María Rodríguez
Edades: A partir de 6 años
Valores: obediencia, astucia, confianza

MI COMENTARIO: Si hablamos la enseñanza es una de las


mejores podría dar un cuento ya que esto es algo que pasa a
menudo con niños pequeños el cuento es perfecto para niños
para que ellos tengan cuidado y no sean tan crédulos de
manera, critica el cuento es perfecto para leer con niños de 4 a
10 años esta es una de las enseñanzas que si nos servirá en la
vida ya que nosotros nunca sabemos quién esta atrás de esa
puerta, nunca hay que confiarse de alguien que diga soy tu
mama o me envió tu mama es algo clásico que dice gente
maliciosa es un cuento corto pero con una historia interesante
y perfecta para niños, que deja grandes enseñanzas, un cuento
que recomiendo 100% leerlo y platicárselo a tus amigos.
EL GNOMO QUE QUERIA SER GIGANTE
Autor: Eva María Rodríguez
Edades: A partir de 6 años
Valores: perdonar, responsabilidad, arrepentimiento, aprendizaje

MI COMENTARIO: El cuento te habla sobre que debes pensar lo


que quieres ver si le afecta a alguien más y sobre la
responsabilidad sobre ello un cuento demasiado corto pero fijo
hacia sus valores que intenta representar, de manera crítica es
una historia demasiada corta y por eso la historia es
demasiada floja solo le conceden el deseo se arrepiente y todo
vuelve a la normalidad y todavía con una gran fiesta esto te
hace pensar que ¿acaso no hay consecuencias? El lector seguro
le queda eso haces algo te arrepientes y no hay consecuencias
¿eso te intentan decir indirectamente? No lo se tal vez es que
solo es un cuento de niños pero eso no debe ser un problema
ya que esto pensamientos te puede influir en el pensamiento
de los niños, yo no le contaría a nadie sobre este cuento es
demasiado flojo, rápido, sin consecuencias etc. Solo no creo
sea bueno para leer por diversas formas ya que te da
enseñanzas básicas y flojas con una historia aburrida y básica.
CONCLUSION
Hoy hable sobre 5 cuentos de la autora Eva María Rodríguez
Una escritora de cuentos para niños de los 5 cuentos que
escogí con base de la escritora, genero de fantasía y
enseñanzas 3 me llegaron a convencer tres de los cinco
cuentos que leí tal vez por sus enseñanzas o por sus historias
o por lo original que fueron ya que no por ser un cuento para
niños debe ser flojo noooo debe ser algo que le de las
moralejas y las consecuencias ya que esto ayuda que el lector
mire que todo influye en algo esa es la enseñanza que falta en
muchos cuentos.
Si hablamos de lo que no me gustaron fueron por estas
principales razones la historia floja enseñanza básicas mal
estructuradas y la falta de consecuencias aún que sus actos
hayan sido desastrosos.
Recomiendo que lean los cuentos ¿Por qué? Ya que la mayoría
traen buenas enseñanzas y son divertidos de leer, son
perfectos para pasar el rato e introducir a los niños en la
lectura ya que estos cuentos te encantaran mas si te gusta el
género fantasioso
Uno de los más populares entre niños de 4 a 10 años

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