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CUANDO DEJAMOS QUE EL EGO HABLE

Por Mónica León monicaleon106@gmail.com

Cuando dejamos que el ego hable y actúe por nosotros, nos alejamos de la verdad.

Siempre sostuve que la infidelidad era algo que yo nunca estaría dispuesta a perdonar.

Yo no perdoné la primera vez.

Es que nunca sentí que me pidiera perdón.

Y, en vez de trabajarlo, me refugié en el trabajo, en el karate y hasta en nuestras hijas.

Dejé de pensar en nosotros como una dualidad y le puse una máscara a mis sentimientos.

Dios sabe que lo intenté.

La verdad es que, desde el 2009, cuando mi cuerpo manifestó su inconformidad con la realidad
circundante, a través de una anomalía pasajera, hundí un sinfín de sentimientos y los dejé a la deriva
dentro del profundo mar de mi corazón.

Los alojé en la parte oscura de mi ser y fueron creciendo, sin que yo misma pudiese darme cuenta.

Era el principio del fin, sólo que entonces, me negaba a aceptarlo.

Bávaro, 18 de agosto de 2018.

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