Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1
Aquí estaría la distinción que luego retoma Arturo Casas para distinguir entre autopoéticas
implícitas y explícitas. Sin embargo, podemos preguntarnos si habría tal distinción, pues la
poética implícita sería toda la práctica poética que responde a una determinada forma de
concebir la poesía, el lenguaje, etc. y de la cual es posible deducir los presupuestos
artísticos de un autor, sin necesidad de que este se refiera directa y explícitamente a ellos.
Si es toda la práctica poética, entonces, no tendría sentido caracterizarla como un tipo de
autopoética. Distinto es si nos referimos a los fragmentos u poemas, por ejemplo,
claramente autorreferenciales o metaficcionales, en los que el sujeto de la enunciación se
refiere al autor del texto, a la misma obra y su proceso de escritura, al lenguaje o a la
literatura. En este caso, sería un fragmento o un texto autopoético incluido dentro de la obra
ficcional, para el cual habría que pensar si el adjetivo “implícito” es el más adecuado.
Esta fuerte presencia de la subjetividad del escritor en las autopoéticas supone para
Demers un vacío al margen de la institución literaria, pues según esta autora el poeta que
expresa su concepción de la poesía busca menos situarla en relación a la tradición que
situarse él mismo con sus ritmos interiores (intelectuales, emotivos, corporales) en relación
a ella (Cf. 10). Sin embargo, creemos que no parece ser tan ingenua la posición del escritor
respecto de la tradición. Si partimos de la hipótesis de que una autopoética es evidencia de
una “toma de decisión” (consciente o no) del poeta respecto de su posición en el campo
literario, la tradición sería un componente fundamental a tener en cuenta, tanto si está muy
presente en el texto como si no es mencionada en absoluto (y los diversos grados
intermedios).
2
También podemos aludir a Darío Villanueva, Arturo Casas, el ya mencionado Walter
Mignolo, Beatriz Sarlo y Carlos Altamirano, Laura Scarano, entre otros.