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La Artística en Radio:
¿Un “packaging” sonoro... o mucho más?

Cuando nos remitimos a la historia de la radio, existe un elemento que trasciende las
fronteras: la identificación de la emisora. Las siglas, vinculadas a leyes internacionales de tráfico de
frecuencias que, conforme fueron avanzando las tecnologías de comunicaciones, tuvieron varios
“cambios de letras”, recordaban al oyente cuál era la emisora que se estaba sintonizando. Un
locutor anunciaba, en los inicios de nuestra radiofonía, y adoptando la jerga norteamericana, el
nombre de la “Broadcasting” que el oyente podía disfrutar. Originalmente, al nombre de la emisora
le precedía una sigla: LOR, LOZ, LOX, TCR, TFF, LOY, B2, CI, LOO, LOT. Más tarde,
cuando emergieron convenios y acuerdos para el ordenamiento de las frecuencias y la
reglamentación de las emisoras, estas siglas cambiarían a LS, y más tarde, tras la aparición de la
televisión que involucraría estas mismas siglas, las radios se anunciarían con las letras LR. En
1927 se sanciona el llamado “Convenio Radiofónico Internacional”1 que recién en 1932 se define
en nuestro país como Ley de la Nación para la reglamentación de las frecuencias de las emisoras de
radiodifusión. Al año siguiente, se dicta el Reglamento de Radiocomunicaciones.

Así, podíamos escuchar a un locutor anunciando en vivo: “Transmite LRA 1, Radio


Nacional, desde Buenos Aires, Capital de la República Argentina”. Hasta aquí, la sigla era un
anuncio, una identificación con peso, pero no necesariamente con criterio artístico. En la historia de
nuestra radiofonía como centro de interés previa a la aparición de la televisión, los locutores hacían
gala de las presentaciones de los programas, anunciando los números, los artistas, y ornamentando
el aire con el arte de la palabra. Por momentos, con exceso de verborragia. Por supuesto, estos
códigos culturales fueron cambiando con el correr del tiempo. Pero aquí, la orquesta en vivo y la
palabra se sincronizaban “piel a piel”, creando una simbiosis entre ambos elementos. Así, las
“aperturas” de programa se volvían cada vez más espectaculares, y “visuales”.

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Según se describe en el libro de Oscar Bossetti “Radiofonías: palabras y sonidos de largo
alcance” (Colihue, Buenos Aires, 1998)
Con el correr del tiempo y el avance de las técnicas de grabación, se sumaron ventajas y
desventajas. Entre las características principales, aparece una realidad directamente vinculada a la
especificidad del medio radio en cuanto a su inmediatez e instantaneidad: los avisos publicitarios en
vivo –“tanda” en vivo, en la jerga, antes “reclames”- se convirtieron en clásicos a partir de la
repetición. Tenían una ventaja particular: al texto fijo podía cambiársele algo a último momento,
como por ejemplo un cambio de fecha, un cambio de dirección o teléfono, o agregar algún dato de
importancia. No había ningún trastorno para ello. Luego, con la intervención de departamentos y
agencias de publicidad, comenzaron a aparecer los avisos publicitarios grabados. Gracias a las
técnicas de registro (durante mucho tiempo en cinta abierta, luego en discos de pasta y vinilo, y
finalmente en cassettes, mucho antes de la aparición de las técnicas de registro digital), estos avisos
publicitarios comenzaron a ganar en riqueza, edición, complejidad y, por supuesto, en lograr la
recordación tan buscada. Sin embargo, estos avisos, por el costo que implicaba su producción, eran
“fijos”, o en otras palabras, el texto era inamovible, excepto en los casos en que los locutores en
vivo agregaban alguna frase al final de la emisión del spot grabado.

Si tenemos que hacer justicia, sin embargo, muchos productos pasaron a la “posteridad” –o
bajando más a tierra, han logrado un alto nivel de recordación- habiendo sido “lanzados” en las
tandas “en vivo”:
“Aceite bueno y barato, únicamente en Forest 444”.
“Aceite Marolio, hummm... ¡Qué olio!”
“Bardall presenta...”.
“Señor automovilista: ¡cargue Naftas YPF!”

Y dependían de una pequeña carpeta anillada, de tapa de fibra y formato apaisado, en la


cual se insertaban las tarjetas con los avisos publicitarios tipiados a máquina. Ciertas normas se
mantenían: las marcas de los productos estaban escritas en mayúsculas para resaltar el nivel de
énfasis que había que darle. También tenían una numeración en el encabezado, que se
correspondía con aquellas que se citaban en la planilla de transmisión que se mantenía en el control
de estudio.
No obstante, la coexistencia de ambos formatos siguió predominando en las emisiones.
Con respecto a las siglas que nombrábamos antes, existió una transformación.
Independientemente de las normativas que podían exigir que cada quince o treinta minutos se
emitiera la identificación de la emisora, las radios comenzaron a crear slogans que, en algunos
casos, llegaban a condensar la filosofía de la emisora, o el clima que pretendía desplegar.

Así, podíamos escuchar a un locutor pronunciar “Continental... el color de una ciudad” o


más tarde “Continental... gente de Radio”, como así también “Belgrano... La Radio”. Así, las
identificaciones de las emisoras se convirtieron en piezas con un valor artístico que fortalecía el color
de las emisiones. La radio se remitía y publicitaba a sí misma mediante producciones artísticas
elaboradas.

Lo mismo sucedió con las presentaciones de los programas, o los momentos intermedios
que hoy conocemos como “separadores”.

A modo de síntesis, enumeremos los elementos de artística que comúnmente escuchamos en


las emisoras radiofónicas:

• Artística Referente a la emisora

Identificaciones:
Pueden ser:
• Largas, quizás con un jingle, o con un desarrollo verbal más explícito acerca de la filosofía
de la emisora.
• Cortas, con un sentido de impacto que apunta a la recordación.

En algunos casos, la política de la emisora es claramente identificada. La frase


identificatoria del informativo de Radio Mitre, “Mitre Informa Primero ” extiende al resto de la
emisora la política informativa. Por otra parte, muchas radios se identifican a sí mismas mediante
separadores con un valor agregado en cuanto a contenidos. Un separador e idrentificación al mismo
tiempo de Rock & Pop rezaba: “Octavo Mandamiento: Disfrutarás mucho rock con el sudor de tu
cuerpo. Rock & Pop. Donde el Rock Vive”. Donde el Rock vive es el slogan de esta emisora. Si
bien tradicionalmente ha tenido programas de Primera Hora como Monoblock, Reporter,
Rompecabezas o Jaque Mate, nadie le reclamará a Rock & Pop el día que no predsente programas
informativos, ya que no es ésa la política que defiende.

Otro aspecto a destacar es el estilo sonoro que estas artísticas presentan. Para
diferenciarse de otras emisoras con sonido más altisonante y agudo, Radio Continental fue
adoptando un estilo de conducción diferente en sus programas, un tanto más pausado y con tono
más bajo. Esto se representaba en la artística grabada, durante mucho tiempo, por Ernesto Frtih en
la locución. La citada Rock & Pop tiene un estilo en las frases grabadas que encuentran el nivel de
música muy alto y la voz del locutor tratando de superar ese nivel. Las costinas no bajan para darle
lugar. El locutor tiene que sonar más fuerte. Esa es la filosofía estética y de contenido. El Rock es
más importante y poderoso. Y la programación en vivo maneja la misma estética en líneas
generales, logrando unidad sonora entre los elementos preproducidos y los generados en vivo.

Este autor, ha tenido la experiencia de consensuar junto con un amigo locutor y por
entonces director artístico de una emisora de frecuencia modulada dedicada a difundir música y
cultura nacionales, la artística identificatoria de la emisora que estaba a nuestro cargo, en mi caso
como director de programación. Las discusiones acerca de lo que estábamos diciendo con nuestra
artística se extendían hasta altas horas de la madrugada. Diferíamos en opiniones, y ése fue
justamente el aspecto más enriquecedor de la tarea. El centro de la discusión nos encontraba en
elecciones estéticas y éticas. Por supuesto, no son excluyentes. Sabiendo que teníamos un caudal de
audiencia mayoritariamente adolescente, y que durante la trasnoche existía un diagnóstico de
públicos con problemáticas muy diversas -y en nuestro radio de influencia, casos de intentos de
suicidio-, si asumíamos la responsabilidad de los mensajes que emitíamos al aire no podíamos caer
en el simple juego estético con el fin de ser creativos. “¿Qué podemos provocar con nuestras frases?”
era la pregunta. “Cuando sentís que tu vida pende de un hilo, podés darte cuenta de que lo fuerte no
es el hilo, sino quien lo sostiene” era una de las aproximaciones a una de las frases de trasnoche que
quedó descartada. También había un minucioso examen acerca de qué frases se emitirían a la
medianoche, a la mañana, a la tarde y la trasnoche. Ritmos, mensajes que se ajustaran a las
diferentes espectativas que los oyentes de aquellos momentos tan distantes entre sí durante un día
completo podían manifestar con respecto a nuestra emisión, era parte de la tarea de confección de
artística de la radio.
Y ese es el tema: ¿cuántas artísticas? ¿Para qué? ¿Con qué función? ¿Durante cuánto
tiempo serán vigentes?
Definir la política de la emisora, es definitorio para poder dar vida, en cuanto a contenidos,
y en cuanto a estética y retórica, a la artística identificatoria.

“Coming Up”:
No siempre se escucha en todas las emisoras, pero se trata de un anuncio, grabado o en
vivo, que inserto entre programa y programa anticipa la audición que está por comenzar.
La FM Rock & Pop ha utilizado una voz distorsionada (grabada) con una música
característica de fondo, y el texto: “No toque sus controles. Ya llega (se repite la frase“ya llega”)...
‘Cuál Es’. Mario Pergolini...”.

Frase identificatoria cantada:


No llega a tener la extensión de un jingle, pero a veces se trata de convertir un slogan en
una frase cantada, o el mismísimo nombre de la radio. En Radio Belgrano, “La Radio” era un
remate cantado. En Radio Del Plata, pudo escucharse “Del Plata” cantado por voces femeninas a
coro.

Jingle:
Además de los programas en sus aperturas, la propia emisora suele utilizar jingles, más
extensos, y con una letra que manifiesta en forma musical lo que la radio pretende ofrecer. Desde
sus comienzos, la FM Rock & Pop supo convocar a reconocidos músicos como Fito Páez o Patricia
Sosa para que participaran en la interpretación de los jingles.

“Promo” o avance de programa:


Especialmente cuando se trata de una emisora con programación de producción propia, la
radio establece una línea artística, un criterio musical, de redacción y de estilo de locución coherente
con el resto de las piezas artísticas que se emiten al aire. La radio publicita sus propios programas
como parte de su mismísimo cuerpo. Según la emisora, la duración de las mismas no debería
exceder los 25 segundos, salvo el caso de promociones institucionales más extensas.

Promociones institucionales:
Se trata de avances relacionados con programas especiales de fin de año, coberturas
especiales, o la decisión que a veces toman las emisoras de promocionar sus programas como un
cúmulo de producciones en conjunto, con el fin de presentar una nueva programación. Ya que se
trata de casos excepcionales, no existe una duración standard o estipulada para estos casos.

Aperturas de hora:
Cada hora, además de la emisión del “top” de la hora oficial (característica de las
emisiones de AM más que las de FM) algunas emisoras se caracterizan por brindar algo más que
la identificación, una promo o un jingle. Durante años, la FM de Radio El Mundo, conocida
entonces como “FM Horizonte”, abría la hora con una suerte de efemérides o anécdota que se
correspondía con la fecha, pero muchos años en el pasado. Al final de la curiosidad, el locutor
remataba: “Mientras tanto, aquí, en Buenos Aires, una nueva hora comienza”. Esta característica
era muy reconocida, a tal punto que en otras emisoras satirizaron este formato contando con la
complicidad del oyente que lo conocía.

Apertura de boletín informativo:


Según la política de cada emisora, los boletines informativos tienen una frecuencia fija, y
cuentan con ediciones o boletines especiales, así como falsees, que se emiten ante una noticia-
ruptura que merezca una interrupción del programa que se esté emitiendo en cierto momento. La
apertura y el cierre de los informativos, involucran la POLÍTICA INFORMATIVA DE LA
EMISORA, condensando en el slogan esa intención. Así mismo, dentro de la estructura de este
boletín informativo, -también pueden aparecer aperturas de panoramas especiales, así como los
citados flashes- se suelen escuchar mini aperturas para los titulares de deportes, económicas, informe
del tránsito, o la transmisión del móvil.
Otras piezas artísticas pertenecientes a la emisora:
Se trate de un concurso, convocatoria, cobertura especial o cualquier otro evento merecedor
de publicidad desde la misma radio, toda producción que tenga el objeto de atraer a la audiencia
sobre esto se ubica dentro de la artística de la emisora.

• Artística que involucra específicamente a la estructura de los programas de


radio

Apertura de programa:
Antes en vivo, hoy grabadas, sintéticas, simples o complejas, con el correr de la historia de
la radiofonía encontraremos un crisol amplio de estilos y pretensiones estéticas o narrativas para dar
apertura a los programas. Si bien un poco más adelante hablaremos de la estructura específica,
estas aperturas que pueden ir al inicio ó bien después de una introducción en vivo del conductor
principal. Idealmente, la apertura presenta a sus conductores (aunque a veces el staff completo se
nombra en forma separada durante el programa, muchas veces en vivo), lo que el espacio que
comienza promete en cuanto a temática, contenidos, estética o postura frente a la actualidad,
información, carácter de los conductores, y principalmente, un slogan que condense la filosofía del
programa. Por supuesto, no siempre aparecen todos los elementos anteriormente citados. Veamos
un ejemplo de un programa de Rock & Pop que se convirtió en un clásico para la audiencia joven:
Heavy Rock & Pop.

CONTROL: ENTRA CORTINA CARACTERÍSTICA

Locutor: Desde ahora... y hasta las 2 de la mañana...


Sin caretas... sin artificios...
Solamente...

CONTROL: CAMBIO DE RITMO DE CORTINA – SOLO DE GUITARRA

Locutor: Heavy Rock & Pop.

CONTROL: SUBE Y BAJA CORTINA

Locutor: Lo que no se puede escuchar en ninguna otra radio...


CONTROL: REMATE DE CORTINA

Locutor: Ahora comienza la marcha...

CONTROL: RISA REVERBERANTE MEZCLADA CON EL REMATE DE


CORTINA

Locutor: (En seco) ... Pero de la otra...

Esto que se ejemplifica no es la cita del guión original, sino simplemente una trascripción
de la apertura escuchada, a fin de poder evaluar sus componentes. En principio, consideremos que
lo que se nombra como CORTINA CARACTERÍSTICA es la cortina que se reconoce como
perteneciente al programa. La característica es la cortina que identifica. Por otro lado, la
sentencia final del locutor, se corresponde con una línea artística, ó bien, si cabe el término, una
ideología artística: en la época en la que se emitía esta apertura existían algunas tendencias bien
diferenciadas en el gusto musical de la audiencia joven. Una estaba ligada al Rock, al Pop y
Heavy. Otra, por entonces utilizada en espacios bailables, era la “marcha” (prolongación de lo que
en los ’80 se conoció como música disco, o música “remixeada”). También, eran tiempos en que
un target por entonces diferenciado escuchaba la música “bailantera” (vinculada a la música
tropical y productos híbridos entre la cumbia y la música melódica latina). “Marcha”, vinculada a
un dogma, o corriente firme con seguidores igualmente leales, era una palabra que se convertía en
su antítesis: la “otra” marcha. Allí, en esa última frase de la apertura, residía la política de
comunicación del programa, la toma de posición, el contenido pretendido.

Las aperturas pueden presentar formatos muy diversos. El programa “Marca de Radio” de
Eduardo Aliverti, utiliza un tema musical de......, y entre los espacios netamente instrumentales
el locutor nombra el staff, título y horario del programa. En este caso, el tema musical, su letra, su
intérprete, se hallan vinculados a cierto perfil filosófico, ideológico, a una toma de posición clara,
que tanto Aliverti como su equipo mantienen a lo largo del programa. Existe congruencia y la
elección musical no se restringe a una elección estética, sino también ética.
La apertura del programa “Esto que Pasa”, de José “Pepe” Eliaschev, combina el
título cantado (una suerte de jingle de brevísima duración) con la locución que cita también el título
y a su conductor principal. Además, existe una versión instrumental del mismo estribillo cantado,
que se convierte en cortina característica, y se utiliza frecuentemente como separador.

Lalo Mir, presentaba su audición “Animal de Radio” con un jingle previamente grabado,
y él insertaba su locución en vivo en los momentos instrumentales, con una precisión rítmica
elogiable. Se daba el gusto, además, de cantar en vivo el jingle sobre la emisión de la versión
grabada, generando un “dúo”.

A veces, es la locución la que centra la atención en la apertura de un programa, desde el


punto de vista estrictamente retórico. Alejandro Dolina, a mediados de los 80, le daba vida al
ciclo Demasiado Tarde para Lágrimas en las noches de Radio El Mundo, junto a Adolfo
Castelo. En la presentación, el locutor –que tiempo después se convertiría durante una temporada
en su partenaire- Guillermo Stronati comenzaba:

“Aquí comienza el primer programa del día de mañana, o mejor dicho, el último programa
del día de ayer”

Este juego de palabras se vinculaba a que el programa comenzaba cerca de la medianoche


prolongándose hasta horas de la madrugada.

Otras formas de abrir los programas son:

Jingle de apertura:
Respetando las premisas antes descriptas, a veces logra crear un clima más cercano a lo que
el programa pretende ofrecer, evitando la forma explícita. La letra puede estar emparentada
directamente con el contenido del programa, ó bien trabajar con un sentido de contraste o mensaje
indirecto.
El programa de Antonio Carrizo La Vida y el Canto, que se emitía por Radio
Rivadavia, comenzaba con un jingle melódico, armonioso, que repetía la frase “con La Vida y el
Canto”.
Esta es la primera parte del jingle del programa Animal de Radio con Lalo Mir en 1996:

Ratas y culebras
Perros, Jabalíes
Me persiguen sin parar
Saltan, corren, vuelan
Es mucho para mí
Pronto me enloquecerán
Gira el mundo
Loco mundo
Y yo me quiero bajar
Chanchos, peces, perros
Hay dentro de mí
Ya no los puedo ocultar...

Aquí sucede algo particular: las imágenes creadas a partir del jingle son contundentes.
Puede verse la acción casi con crecimiento dramático. Se trata de una historia que involucra al
conductor del programa. Y se vincula al título. La letra explica luego que muchos nos
parecemos a un animal, y en la ciudad hay de todas clases, especialmente algunos con antenas.
Es el Animal de Radio.
Cuando un programa de radio tiene su propio jingle y abre con él la expectativa que genera
es muy importante. Reproducimos algunas desgrabaciones de jingles. El primero es del
programa Cuál Es? con Mario Pergolini en Rock & Pop:
Otra vez en el aire
Otra vez en esta ciudad
Otra vez Buenos Aires
Se prepara porque hay algo
Que en la radio
Está a punto de explotar...
Porque ya llega Cuál Es
Cuál Es... Cuál Es...
Otra vez en el aire
Otra vez en esta ciudad
Otra vez Buenos Aires se prepara
Rock and Pop se vuelve
A punto de explotar
Porque ya llega Cuál Es
Cuál Es
En el 106 punto 3
Cuál Es, Cuál Es
En Rock and Pop ya llega Cuál Es
Llega Cuál Es
Cuál Es?

Título cantado:
A veces como estribillo de la cortina instrumental que abre el programa (y que puede
reutilizarse para abrir bloques durante la emisión) sobre la cual la locución anuncia al mismo y a su
conductor o conductora, el título cantado es más breve que un jingle completo, y no requiere la
elaboración de una canción vinculada al contenido del programa.

Además de la apertura del programa, el mismo suele utilizar las siguientes piezas artísticas:

Separadores:
Los mismos pueden ser breves, con la función recordatoria del programa que se está
escuchando, -muchas veces se reutiliza el título cantado que citamos antes- pero en muchos casos,
los separadores, que pueden tanto dividir momentos con diferentes climas como unificar aquellos
bloques de programa que necesitan algún elemento de conexión cuando no es el conductor quien
cubre esa función, pueden incorporar algo más que el “recordatorio del título”. Imaginemos el caso
de un programa cuyo conductor es un periodista con un nivel de análisis profundo en cuanto a la
actualidad, y buen desempeño en cuanto a la oratoria, pero no en cuanto a “animar” el programa
para generar cambios de climas y ritmos. Es aquí donde la artística del programa se vuelve
fundamental. Existen casos en los que los conductores tienen suficiente capacidad artística en vivo
para prescindir de artísticas elaboradas y manejarse solamente con cortinas de fondo, ya que la
artística la crean ellos mismos en vivo. Pero en otros casos, la artística se vuelve sostén sonoro para
mantener el interés del oyente a lo largo de la emisión del programa. Así, un separador en el
programa periodístico que imaginamos como ejemplo, puede incorporar frases de autores literarios
latinoamericanos, cuyas metáforas sean congruentes con la realidad nacional que el conductor
periodístico está analizando. Es ahí donde la artística transmite ideología desde el punto de vista
literario, y fortalece el contenido del conductor, apuntalándolo desde otra perspectiva.
Los separadores pueden fortalecer la idea del programa, generar un clima particular,
recordar el carácter del programa o el estilo. Si en la conducción existe sátira, irreverencia o delirio,
la artística será congruente con esto.

En el programa El Cerebro que conduje durante entre fines del ‘94 hasta principios del ‘96,
las frases de los separadores variaban de casos breves hasta otros más extensos. Entre los primeros,
se escuchaban:

“El Cerebro no es el único lugar por donde las cosas pasan. Pero Todo pasa por El Cerebro”
“No nos creemos dueños de la verdad. Tampoco creemos en una sola realidad. Pero el arte y la
ciencia crean muchas. El Cerebro. Tratando de condensar las dimensiones humanas”

“El Cerebro. Periodismo que abre puertas”

“El Cerebro. Uniendo los Hemisferios”

“La realidad existe en la medida que la percibimos. Igual que el espacio. Igual que el tiempo.
La realidad es un estado de ánimo de EL CEREBRO”

Entre los separadores más extensos, que pretendían recordar de alguna manera la filosofía
del programa, las frases, con la voz trabajada mediante efectos para lograr una fusión musical
diferente con la cortina, se hallaban las siguientes:

“Un tiempo en que crees en todo. Un tiempo en que no podes creer en nada. Un
tiempo en que las fuerzas renacen, y las expectativas también. Es parte de lo que
somos, el ir y venir, el subir y bajar. La esencia permanece. Somos fieles a nosotros
mismos a pesar de nuestros cambios.
A la vez, nos descubrimos con los cambios. Todo es movimiento.
Y todo el movimiento, y todos los estados de ánimo, y todos los aprendizajes, y
todas nuestras ideas, son retenidas por
EL CEREBRO, condensando lo imposible”.
“Una realidad llega por medio de este sonido. Otra llega por tus ojos.
Pero cada uno de tus sentidos define mundos distintos. EL CEREBRO Uniendo
los hemisferios...Para una nueva percepción”.

“Enterarnos es también proponer. Escuchar es también hacernos ver.


Las respuestas parte de preguntas.
Todo es necesario. Nada está aislado.
EL CEREBRO intenta relacionar, proponer, entender y accionar”.

Además de los separadores, podemos encontrar también:

Aperturas de sección:
Si bien en algunos programas sencillamente el conductor le da pie al columnista de
deportes o espectáculos, es una decisión del productor del programa disponer como secciones o
micros ciertos momentos del programa, que merecen una presentación artística más elaborada. Así,
una sección de “Agenda”, o de “Historia del Rock” se abren como un programa dentro del
programa, pero con una duración más breve.

Reapertura de programa:
Cuando la audición radiofónica tiene una extensión de más de una hora (usualmente los
programas diarios tienen una extensión de entre dos y cuatro horas promedio) a veces se requiere
que al comenzar una nueva hora vuelva a presentarse el programa, dejando en claro que se trata de
la continuación del mismo. Los criterios dependen del estilo de producción de cada programa.
Algunos abren la hora simplemente con un separador largo, otros en vivo, y otras producciones con
el staff.

Staff:
En la mayoría de los programas de AM en la actualidad, los conductores suelen nombrar
al staff en vivo, pero en ciertas producciones, es una oportunidad para volver a presentar el
programa, publicitarlo dentro del mismo. Así, El Cerebro reabría la hora diciendo:
“Seguimos compartiendo El Cerebro. Con las siguientes neuronas (se nombra el staff
completo), y como todos los días, de 9 a 12, estamos Uniendo los Hemisferios. Los
Hemisferios del Mundo. Los Hemisferios de El Cerebro”.

Aquí se aprovechaba para fortalecer el slogan del programa, y vincularlo a la política del mismo.

Cierre:
Debido a los tiempos “urgentes” de la radio, en contados casos puede utilizarse siempre el
cierre grabado, ya que generalmente se termina sobre la hora, y hay que “entregar” a tiempo al
siguiente programa. No obstante, muchos conductores se las ingenian para concluir sus bloques a
tiempo y utilizar el cierre producido artísticamente.

Por otra parte, en el aspecto musical, pueden utilizarse:

Cortina Característica:
Como ya señalamos antes, la cortina representativa del programa puede aparecer más de
una vez, ser utilizada como fondo, e incluso como separador cuando la producción no toma la
decisión de producir una pieza artística específica con locución. En muchos casos, sin embargo, se
articula con el resto de la artística.

Ráfaga:
Se trata de una cortina muy breve, de escasos segundos de duración, que en ocasiones
funciona como golpe musical representativo del programa. A veces se articula con el título cantado,
y otras veces se mantiene con un carácter netamente instrumental. También se utiliza como
separador o reapertura de bloque después de un tema musical o tanda publicitaria.

Otros:
También el anuncio de la línea telefónica, correo electrónico o sitio en Internet del
programa en cuestión pueden ser anunciados por medio de una pieza artística, así como el anuncio
de concursos, consignas o juegos al aire, convocatorias fuera del ámbito de la emisora, etc.-
• Algunas consideraciones vinculadas a la selección musical para la confección
de la artística.
No hablamos aquí de los temas musicales que pueden emitirse al aire, sino de aquellas
obras musicales, sean instrumentales o canciones, que suelen utilizarse para alimentar la
artística de un programa. Por ejemplo, el programa informativo Jaque Mate, conducido por
Román Lejtman, ha utilizado durante un considerable tiempo el tema “I feel good” de James
Brown como leit motiv. Esta es una decisión posible, que no obstante obliga a pagar los
derechos de autor correspondientes.

Por otra parte, el programa “Puntos de vista” del periodista Nelson Castro, utiliza
cortinas diferenciadas para diversas secciones, y se trata de cortinas producidas originalmente
para el programa. Por ejemplo, mientras la apertura tiene una cortina característica, variaciones
de la melodía con otros arreglos coronan la síntesis de entrevistas mantenidas al aire que se
repiten al final de la hora o programa.

Otros programas combinan su jingle o título cantado grabado especialmente para la


audición con otros temas musicales o segmentos instrumentales tomados de obras ya existentes y
conocidas, no compuestas para la emisión. En algunos casos existe unidad musical, pero en
otros la línea es incierta y la estética muestra contrastes que no armonizan la unidad del
programa.

Es importante señalar que existen varias formas de contar con música original para el
programa:

Por un lado, se trata de contar con un músico que componga especialmente la cortina,
jingle o ráfagas para nuestra audición, pagando por su trabajo artístico.

Sin embargo, los músicos que por escasez de trabajo no consiguen que alguien les encargue
especialmente una obra artística para la emisión radiofónica, recurren a un sistema novedoso: así
como sistemas semejantes a Image Bank ofrecen derechos de reproducción de material visual
durante un tiempo determinado, existen productoras con Bancos de Cortinas alimentados por estos
músicos, a la espera de que alguna producción se interese por “alquilar” en exclusividad durante un
tiempo dicha música, ante lo cual el artista que ha dispuesto su trabajo en ese banco puede
comenzar a cobrar por el mismo.

En tercer lugar, existen también productoras que ofrecen un conjunto de estilos de locución,
producción artística y musicalización pre-producida, en un sistema semejante al anterior, pero
estandarizado en CD’s de música para radio que al ser adquiridos pueden ser utilizado por la
producción. Los demos que ofrecen estas compañías compilan estilos breves o “sintetizados” de
Rock, New Age, Pop, Tecno, Orquestal, Saxo, etc.- Si escuchamos con atención estos demos,
observaremos que un “Rock” se identifica rápidamente en los primeros acordes, y en segundos el
oyente ya tiene incorporado el ritmo, lo que permite también una rápida intervención de la locución,
ahorrando el tan “valorado” tiempo radiofónico. En un tema de rock verdadero, podemos tener
introducciones más largas hasta que la melodía “arranque”, a diferencia del estandarizado para el
uso artístico.

Quienes utilizan temas musicales pre-existentes y desean adaptarlos a la producción


radiofónica, generalmente re-editan ciertos fragmentos, para aprovechar el aspecto instrumental.

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