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CONSTRUYENDO UN NUEVO MUNDO

Lo que nos gustaría ser o alcanzar pero que está fuera de nosotros no lo podemos hacer nuestro
excepto que nos esforcemos y luchemos por conseguirlo, pero lo que alcancemos como desarrollo
del Alma gracias a la práctica de nuevos ideales y patrones de conducta sí es nuestro y es parte de
ese nuevo mundo que queremos construir. Cuando dominamos nuestra mente, nuestros deseos y
nuestras emociones podemos controlar y dirigir la palabra y la acción, sólo así, como observadores
conscientes de nuestras manifestaciones, actuamos en verdad y sobre la realidad. Todo lo demás
se queda en hechos pasajeros que tarde o temprano se olvidan y que solo sirven como
entretenimiento para el hombre común que, egoístamente, solo piensa en el disfrute de los
placeres y en lo material. Si no nos auto-descubrimos gracias al conocimiento puesto en práctica
no percibiremos ni siquiera la diferencia que hay entre la vida común (como la de cualquier
persona) y la vida del Espíritu, es decir, el comienzo de una iluminación o iniciación; y es que esa
luz y esa iniciación la debemos construir en nuestro interior para poder experimentarla.

Nada de lo que perciben nuestros sentidos nos puede ser útil si no tiene un efecto real y
verdadero sobre nuestra Alma o Ego, sólo lo que se relaciona con el Ego nos ayuda a construir el
nuevo mundo en el que deseamos vivir. Es cierto que el conocimiento ayuda, pero lo hace más
que nada para que descubramos la verdad del Alma y que puesto en práctica nos hará ver la
realidad que está por encima de la mente. Tenemos dos campos sobre los que actuar: uno sobre
lo que comúnmente somos, (como autómata que actúa por instinto y según patrones mentales y
de conducta) y que debemos comenzar a aislar desde la posición de observadores de nosotros
mismo situados por encima de la propia mente automática y personal; y dos, sobre el que se vive
en la realidad (auto-observado y auto-controlado consciente y voluntariamente) que debe trabajar
sobre lo que no es hasta minimizarlo en sus quehaceres diarios.

La Realidad, la Verdad, debe ser conquistada para hacer que nazca en nosotros y mientras nos
dejemos llevar por las emociones, por los deseos y por la mente concreta y personal no lo
conseguiremos porque la realidad está por encima de todo eso y sólo puede ser reconocida desde
el plano del Alma. Con la mente ordinaria con la que trabajamos a diario no podemos descubrir ni
vivir en ese mundo del Alma, sólo cuando estamos atentos a lo que decimos, sentimos y pensamos
como aspirantes espirituales podemos situarnos por momentos en el plano del Ego. Esto es como
cuando, aunque tarde, nos damos cuenta de que hemos actuado mal, es decir, es estar tan
atentos a nosotros mismos (auto-recordándonos constantemente) que no quepa la mínima
oportunidad de actuar mal porque todos los vehículos de manifestación del Alma están
controlados.

La filosofía oculta, la metafísica, la cábala, las religiones, la nueva consciencia actual, etc. son
conocimientos que tarde o temprano nos hacen comprender que todo está en Dios o que todo es
Dios, y es esta comprensión la que nos llevará a buscar a Dios en cualquier sitio como
personalidad. Pero hasta que el conocimiento no haga elevar la conciencia un poco más allá del
común de la humanidad, no estaremos preparados para comprender que Dios está dentro de
nosotros y que sólo tenemos que saber llevar a la práctica dicho conocimiento para poder tener
un pequeño vislumbre de la Realidad o Verdad. Cuando comenzamos a vivir en ese nuevo mundo
real comenzamos a comprender que Dios también está dentro de los demás por muy diferentes
(evolutivamente hablando) que sean de nosotros. Cuanto más vivimos en la realidad que está por
encima de la personalidad más cerca estamos de Dios y de Su Verdad, lo que nos falta para vivir en
el plano de la realidad es “conocimiento” que después deberá ser llevado a la práctica en nuestra
auto-programación diaria.
Estamos en el mundo en el lugar que nos corresponde y con las personas que debemos estar
porque tenemos o debemos tener alguna relación con ellas, por tanto, ocurra lo que nos ocurra
sólo tenemos dos formas de actuar y de responder: primera como personalidad o segunda como
Egos. Como personalidad nos enfadaremos cuando no nos salgan las cosas como deseamos,
cuando alguien nos haga cualquier cosa que nos moleste o no esté de acuerdo con nosotros, y en
otros muchos hechos que nos hacen sufrir física y psicológicamente. Como Almas entenderemos
que ciertas cosas deben ser así, que debemos tener siempre una sonrisa ante los problemas y
personas que nos perjudiquen, que las personas que nos rodean están ahí porque algo tenemos
que aprender, que todo lo que hagamos afecta a este mundo creado por Dios y a nuestra propia
Alma, etc.

Lo que es el mundo y la sociedad es también gracias a nuestras acciones y forma de pensar, como
podemos ver, nuestro mundo no es precisamente un mundo ideal sino el fruto de la ignorancia
aun con buenas intenciones por parte de algunos, si queremos transformar este mundo primero
debemos transformar el nuestro para así poder servir de ejemplo. No es nada fácil que un
aspirante espiritual pueda cambiar el mundo pero todos unidos sí lo conseguiremos si hacemos oír
nuestras voces, aun así, el aspirante a la vida superior que observa y controla la personalidad vive
en este mundo pero cada día está un poco más tiempo en el del Alma

Dentro de nosotros tenemos el poder de estar por encima de la mente y, por consiguiente, pensar
y hacer el bien o el mal. Actuando como el verdadero Ego no sólo nos liberamos de este mundo
personal sino que, a la vez, creamos un futuro lleno de dicha y felicidad. Es desde ese nivel de
desarrollo espiritual desde donde podemos pensar que aunque nuestro cuerpo físico muera
nosotros no morimos porque estamos por encima de lo que muere. Es tiempo de despertar a un
nuevo mundo, a una nueva conciencia que esté por encima de los odios, rencores, egoísmos,
materialismos, críticas, envidias, venganzas, etc., y eso solo se puede hacer transformando la
personalidad gracias a ponernos como observadores de nosotros mismos y pensadores
voluntarios y conscientes. Entonces y si hacemos una correcta y cada día superior auto-
programación matinal experimentaremos esa ampliación de conciencia que algunos no se pueden
ni imaginar.

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