ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN

La tecnología está cambiando el escenario educativo, las tecnologías de la

información y la comunicación son herramientas para agilizar, optimizar y
extender procesos de enseñanza y aprendizaje. La influencia de la nueva
tecnología en los modos de aprender genera nuevos desafíos para la evaluación.
En este sentido las plataformas de e-learning ofrecen diversidad de herramientas y
propician la adopción de distintos tipos de estrategias, tanto para el desarrollo de
los contenidos como para las propuestas de actividades que favorecen la
construcción del aprendizaje y su evaluación.

Las incorporaciones de las TIC a los procesos de enseñanza y de aprendizaje en la era

digital están modificando los ambientes tradicionales de enseñanza tanto
presenciales como a distancia. La principal diferencia entre estas dos modalidades se
centra en la separación física o no entre profesores y alumnos. Salinas como se citó en
(Lezcano, Román, Vilanova y Varas; 2016) afirma que la integración de las
posibilidades de la comunicación mediada por ordenador (correo electrónico,
foros de discusión, chat, videoconferencia, mensajería instantánea tipo MSN,
twitter, redes sociales, etc.) diluye estas diferencias y permite un abanico de
experiencias de aprendizaje que van desde aulas convencionales unidas a través de la
red a grupos de trabajo colaborativo en contextos totalmente a distancia.

Las nuevas modalidades educativas vienen definidas no tanto por la separación

física entre profesores y alumnos entre sí, sino por cantidad y calidad de diálogo
entre ellos y por la flexibilidad del diseño de los cursos en cuanto a objetivos,
estrategias de aprendizaje y métodos de evaluación. Esto supone la construcción de
nuevos espacios de comunicación que posibilitan una gran variedad de situaciones
comunicativas, situaciones que tanto profesores como estudiantes deben acomodar,
apropiarse, dominar, para que se produzca el aprendizaje, la construcción personal del
conocimiento, la realidad del conocimiento compartido.

El rol que la evaluación tiene en la formación en ambientes mediados por tecnología

obliga a una planeación y ejecución minuciosa y el análisis atento de cada uno de sus
elementos: cada evaluación conlleva una retroalimentación casi inmediata.
Un ambiente de aprendizaje virtual se reconoce por:-estudiantes considerados como
protagonistas y agentes de sus propios procesos, -el conocimiento y la competencia a
desarrollar, -la evaluación para colaborar con los estudiantes a tener una valoración de
su propia comprensión y-la comunidad que propicia la colaboración con otros
estudiantes y miembros de la misma. (Figura 1)

Este entorno de aprendizaje bajo la intervención del docente ubica al estudiante a cargo
del proyecto, hace posible la realización de actividades según su ritmo, eligiendo
opciones de trabajo entre las posibilidades otorgadas por el docente.

Las plataformas de e-learning ofrecen diversidad de herramientas y propician la

adopción de distintos tipos de estrategias docentes, tanto para el desarrollo de los
contenidos como para las propuestas de actividades que favorecen la construcción del
aprendizaje y su evaluación. Para identificar el avance de los procesos cognitivos e
interactivos, es necesario contar con una estrategia flexible de evaluación, así como una
serie de herramientas que permitan detectar cambios en la complejidad de las
construcciones de conocimientos por parte de los estudiantes.

El rol que la evaluación tiene en la formación online obliga a una planificación y

ejecución minuciosa y el análisis atento de cada uno de sus elementos. En ambientes
mediados por tecnología es fundamental que la evaluación sea continua en base a
diferentes instrumentos que permitan apreciar el avance da cada estudiante en los
distintos niveles y ejes temáticos por los que transita al construir su conocimiento.
(Quesada Castillo, 2006).
Al diseñar la evaluación on-line deben considerarse las características del aprendizaje
derivadas de sus fundamentos: constructivista, basado en recursos, colaborativo, basado
en problemas, situado, entre otras. Se requiere una evaluación congruente con la
concepción del proceso de aprendizaje de partida. De ahí la importancia de interesarse
por los fundamentos pedagógicos y de incluir la evaluación en los cambios
metodológicos asociados al uso de estrategias centradas en el alumno mediante TIC. De
nada sirven éstas, si no se producen cambios también en la evaluación. (Salinas, Pérez y
De Benito, 2008).

Algunos autores, Rodríguez Gómez e Ibarra Saiz (2010) por ejemplo, establecen una
distinción entre evaluación tradicional y evaluación alternativa. En el primer caso
prevalece la evaluación separada de la enseñanza y el aprendizaje, no se establecen
criterios para evaluar, escasa variedad de instrumentos de evaluación, el poder y control
de la evaluación residen en el docente y se reconoce la fiabilidad y validez de los
instrumentos usados para evaluar.

En cuanto a la evaluación alternativa, los procesos de enseñanza y evaluación están

integrados como un todo, criterios de evaluación acordados y explicitados, variedad de
métodos de fuentes de información, poder compartido entre docentes y estudiantes,
fiabilidad y validez es un elemento más en el proceso. Esta postura intenta superar la
postura que considera la evaluación como un simple proceso que propone la realización
de pruebas y exámenes.

En esta investigación se adopta la segunda propuesta: la evaluación alternativa y desde

este enfoque se considera que la evaluación en entornos virtuales puede desarrollarse en
este y desde este marco.

Con el desarrollo de la tecnología de la información y comunicación se han puesto en

práctica nuevas formas de evaluar y varios son los instrumentos que contribuyen a
mejorar este proceso. Existen una gran variedad de recursos de evaluación de
aprendizajes en entornos virtuales: pruebas objetivas, proyectos, rúbricas, creación de
mapas conceptuales, foros, portfolios, wikis, etc. Autores como Lara (2003), Arango
(2004), Quesada (2006) Sanz (2008); Villar y Alegre (2013), entre otros; proponen
instrumentos de evaluación que pueden ser considerados como posibles ejemplos de lo
desarrollado en este marco de referencia.

Las evaluaciones educativas en los ambientes de aprendizaje ya sean estos, bimodales,

presenciales o virtuales requieren discernir los propósitos generales que se desean
alcanzar para la adquisición de conocimientos, habilidades, capacidades y
competencias. En el contexto actual la evaluación no se visualiza como un proceso
aislado que conlleve a otorgar una calificación, ya que se concibe como un proceso que
se debe realizar de manera continua y sistemática cuyo objetivo es el aprendizaje del
participante. Para el diseño de las evaluaciones es importante tomar en cuenta el tipo de
actividades a implementar, donde la interactividad y participación de los aprendientes
conlleven a procesos de evaluación formativa a través de la implementación de
instrumentos valorativos que posibiliten la apropiación de los aprendizajes. Sin
embargo, antes de detallar sobre los instrumentos de evaluación se hace referencia en la
siguiente figura los tipos de evaluación antes de diseñar el instrumento a utilizar.

A continuación en la siguiente figura muestra algunas propuestas de evaluación que se

integran en la modalidad virtual, según la intencionalidad de aprendizaje que desea
alcanzar.
A partir de los tipos de evaluación detallados es importante describir algunos
instrumentos que pueden ser utilizados para llevar a cabo estos procesos. En este sentido
se hace referencia a las rúbricas y listas de cotejo, mismas que se han convertido en
instrumentos primordiales para evaluar los aprendizajes y las habilidades de los
participantes en los procesos educativos.

De acuerdo con Torres y Perera (2014), se puede definir la rúbrica como “un
instrumento de evaluación basado en una escala cuantitativa y/o cualitativa
asociada a unos criterios preestablecidos que miden las acciones de los aprendientes
sobre los aspectos de la tarea o actividad que serán evaluados”. La rúbricas determinan
el nivel de dominio del estudiante sobre determinado aprendizaje, se asigna un
valor de acuerdo a las limitaciones, fortalezas y desarrollo alcanzado tomando en
cuenta los aspectos más relevantes a evaluar.

Al utilizar una rúbrica para evaluar las actividades de aprendizaje los estudiantes
las deben conocer con antelación de manera que puedan autoevaluar su
aprendizaje y los logros alcanzados. Es un documento generalmente con tablas
donde se especifican los aspectos que se desea evaluar y los posibles grados de logro.

Ventajas

• Aclara al estudiante los objetivos a lograr, así como los niveles de aprendizaje que se
deben conseguir con cada actividad.
• Mediante estas los estudiantes pueden conocer los aspectos que serán tomados en
cuenta para la valoración de las actividades, de manera que saben lo que deben realizar
para lograr una actividad de calidad.
• Indicar la capacidad de logro conseguida por el estudiante de acuerdo a la actividad
planteada.
• Realimentar al estudiante para el mejoramiento y mayor adquisición del conocimiento.
• Permiten la autoevaluación y la coevaluación.
Partes o diseño de la rubrica

Aspectos a considerar en el diseño de la rúbrica:

• Encabezado: nombre de la universidad, nombre de la carrera, nombre del curso,
nombre de la actividad a evaluar, nombre del estudiante, valor de la actividad.
• Tabla: primero, se deben establecer los aspectos a evaluar, tomando en cuenta los
aprendizajes más relevantes dentro de los objetivos planteados. Luego se establece la
escala de valoración la cual depende de los aspectos por ejemplo: excelente a malo,
eficiente a deficiente, completo a incompleto, indicando escalas intermedias. Después se
deben describir los aspectos para cada grado de la escala y asignar el puntaje.
• Calificación: al final se coloca un resumen del puntaje obtenido, la calificación y el
porcentaje logrado. Es importante agregar una realimentación de manera que el
participante tenga claros los aspectos a mejorar en caso de que existan.

Dadas las características de la evaluación de aprendizajes en entornos virtuales, donde

pueden desarrollarse algunas limitaciones en la comunicación impuestas por la
naturaleza del medio, la evaluación continua del aprendizaje es esencial, su función de
retroalimentación al estudiante sobre sus progresos avances u obstáculos. En la
modalidad presencial se tiene un contacto frecuente, cara a cara, que posibilita la
aclaración de dudas y la retroalimentación inmediata a sus avances y obstáculos. En la
educación en entornos virtuales, la relación, la interacción entre estudiantes y profesores
se realiza por medio de recursos tecnológicos, se disminuye sensiblemente la
posibilidad de contar con el lenguaje gestual, corporal y la comunicación en tiempo real.

La evaluación continua del aprendizaje es esencial y resulta fundamental la

consideración de distintos instrumentos que faciliten realizar un seguimiento de los
estudiantes. Así, la formación en entornos virtuales no implica solo un cambio en el
medio formativo del docente y del estudiante, va mucho más allá del ámbito y es por
ello que la evaluación asume un rol fundamental. Esta no implica la mera réplica de
propuestas elaboradas para contextos presenciales sino una búsqueda de formas nuevas
de evaluar, acordes al entorno virtual como con las competencias y capacidades a
evaluar. La tecnología permite y facilita una variedad de mecanismos de evaluación
para diseñar y desarrollar una propuesta acorde al diseño de formación y estrategias
didácticas seleccionadas por los docentes.
La estructura debiera atender de manera primordial, las interacciones entre docente-
estudiantes, estudiantes entre sí, empleando los diferentes recursos que facilita la
tecnología: un diálogo didáctico mediado por la tecnología que se desarrolla a través de
materiales, experiencias, retroalimentación. Las herramientas o instrumentos viabilizan
los aprendizajes de los estudiantes y el conocimiento de los docentes para resignificar y
valorar esos procesos.

Y aun cuando se reconoce la potencialidad que representa, afirmamos que la evaluación

del aprendizaje en entornos virtuales es un tema a mejorar, un aspecto sobre lo que hay
que seguir profundizando, que es necesario desarrollar de un modo más creativo y
volver sobre ello invirtiendo más recursos pedagógicos y tecnológicos. No existen
muchos desarrollos que profundicen en los estilos o aplicaciones tecnológicas o
instrumentos que faciliten y propicien la interactividad entre sus participantes. Esta es
una nueva arista para seguir investigando. Sin dudas este es nuestro gran desafío como
docentes partícipes de propuestas de formación de educación superior en entornos
virtuales.

La producción académica es amplia pero la práctica cotidiana nos convoca a ser

promotores activos de propuestas de evaluación que propicien y favorezcan el
intercambio de estudiantes y profesores. Los estudiantes son capaces de seleccionar una
amplia gama de estrategias siempre y cuando los docentes les ofrezcamos propuestas
interesantes, contextualizadas y significativas. Estos reconocen las posibilidades que
brindan las plataformas, la tecnología. A partir de las encuestas realizadas se puede
inferir que esto es así, valoran ampliamente el entorno, parecería entonces que somos
los docentes quienes no estamos en condiciones de potenciar los recursos que tenemos
disponibles para favorecer la interactividad y con ella favorecer el aprendizaje de
nuestros estudiantes.

Sin dudas esta referencia convoca a seguir avanzando en el análisis y reflexión sobre las
prácticas cotidianas de evaluación de aprendizajes. El entorno favorece las posibilidades
de interactividad ofreciendo una serie de recursos y herramientas en las plataformas,
entonces ¿cuáles son los criterios de los docentes en sus elecciones? ¿Existen aspectos
que obturen la intencionalidad pedagógica y didáctica del profesor para generar
propuestas de evaluación que propicien la interactividad y que favorezcan el aprendizaje
de los estudiantes? ¿Cuáles son esas variables? ¿Escasa formación? ¿Prácticas de la
presencialidad arraigadas en las intervenciones en el entorno virtual? Nuevas preguntas,
nuevos desafíos que nos mantienen en camino para encontrar respuestas e interpelar
nuestras intervenciones cotidianas en los ámbitos de formación en entornos virtuales.

La influencia de la tecnología en los modos de aprender genera nuevos desafíos para la

evaluación de aprendizajes. Se han puesto en práctica nuevas formas de evaluar y varios
son los instrumentos que contribuyen a mejorar este proceso. Existen una gran variedad
de recursos e instrumentos de evaluación de aprendizajes en entornos virtuales: pruebas
objetivas, proyectos, rúbricas, creación de mapas conceptuales, foros, portfolios, wikis,
etc. De allí la importancia de interesarse por los fundamentos pedagógicos, por las
estrategias e instrumentos de evaluación de aprendizajes centradas en el alumno
mediante Tic.

Tal como lo indican Del Moral, Pérez y Villalustre Martínez (2013), la evaluación de
aprendizajes en los ambientes virtuales implica un proceso sistémico que implica que el
docente revise el modelo pedagógico que brinda marco a su actividad formativa, que
seleccione estrategias y herramientas que permitan constatar la evolución y el progreso
real alcanzado por los estudiantes. El diseño de la evaluación guarda estrecha relación
con la metodología de enseñanza que se utiliza. En función de cómo la evaluación sea
considerada al diseñar el proceso, puede ser percibida como un juicio o como una
ocasión para aprender.

Como señala Camilloni (1998), el proceso de evaluar atraviesa los procesos de

enseñanza y de aprendizaje de manera tal, que si se analizara y modificara en
profundidad la idea de evaluar se modificarían sustancialmente los procesos de
intervención de los docentes, y en el caso de los entornos virtuales de enseñanza
aprendizaje, la implementación de las estrategias aplicadas.
REFERENCIAS

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