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RUDOLF SPIELMANN EL ARTE DEL SACRIFICIO EN AJEDREZ _ COLECCION ESCAQUES R. SPIELMANN EL ARTE DEL SACRIFICIO —Es ésta una obra sumamente ori como original fue el juego de Rudolf Spielmann, el] ultimo mantenedor de la escuela romantica. El presente libro es un estudio completo del «sacrificio», de la cesin de material para ganar la par- tida, a través de la experiencia ajedre- cistica de un jugador genial. No existe en toda la literatura del ajedrez algo igual o parecido, porque nadie lo ha intentado hasta la fecha ni es pro- bable que se intente ahora debido a la enorme evolucién que ha experimentado en estos ultimos afios.la moderna técni- ca defensiva. Pero el sacrificio esta ahi, en estas paginas vibrantes, y resiste to- davia las mas duras pruebas del tiempo y de la prdctica. Y es que, como el mis- mo Spielmann dice, el hombre posee en su condicién psicolégica un algo roman- tico que es una de las tantas caracteris- ticas que lo distinguen de las otras es- pecies de la naturaleza, y el sacrificio, con sus riesgos, es y seré siempre un poderoso imdn que atrae al Jugador puro que no teme al peligro. La abundancia de ejemplos, sugerenclag précticas y reglas formales que contiene este libro, habrén de ser una considera- ble ayuda en manos del aficionado que se interese por la tactica combinativa y la teorfa general del ajedrez. No hay duda que el camino més efectivo para aumen- tar la fuerza en el] juego es dominando su aspecto tactico. Spielmann, que fue un consumado maestro del arte combinato- rio, ofrece en esta obra unas magistrales lecciones de aiedrez. Portada de G. Marf RUDOLF SPIELMANN EL ARTE DEL SACRIFICIO EN AJEDREZ RUDOLF SPIELMANN EL ARTE DEL SACRIFICIO EN AJEDREZ ESCAQUES EDICIONES MARTINEZ ROCA BARCELONA EL ARTE DEL SACRIFICIO EN AJEDREZ R. Spielmann Traduccién directa del inglés por CARLOS CALDERON G. Ex-campeon de E] Salvador Revisién técnica por José M.* Juste BoRRELL © 1968 por EDICIONES MARTINEZ ROCA, S. A. Gran Via, 774, 7°, 08013 Barcelona RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS Este libro no puede ser reproducido en todo, ni en parte, sin permiso IMPRESO EN ESPARA - PRINTED IN SPAIN ISBN: 84-270-0103-7 Depésito Legal: B. 33847 - 1986 Diagrafic, S. A., Constitucié, 19 - 08014 Barcelona INDICE PROLOGO DEL EDITOR ... ... 0. 12. ee cee ee cee eee eee Pegs. INTRODUCCION 0.0 0... cee cee cee cee ee tee cee eee eee eee tee PRIMERA PARTE LOS VARIOS TIPOS DE SACRIFICIOS ... ... ... ... LOS SACRIFICIOS SIMULADOS ... 00. 00. ee eee ee ee eee ee Sacrificios posicionales ... ... .. ae 1" ejemplo: Spielmann-Pirc, 1931 ee 2. ejemplo: Spielmann-Schlechter, 1906 . 3** ejemplo: Pirc-Spielmann, 1931 Sacrificios para ganar ... ... . 4° ejemplo: Bogoljubow- Spietmann, 1 52° ejemplo: Spielmann-Milller, 1933 Sacrificios de mate ... 6. ejemplo: Spietmann-Hénlinger, 1929 72 ejemplo: Spielmann-Tartakower, 1925 . 82 ejemplo: Spielmann-Griinfeld, 1929 . 92 ejemplo: Spielmann-L’Hermet, 1927 LOS SACRIFICIOS VERDADEROS ... ... . Sacrificios de desarrollo .. 10 ejemplo: Schories-Spieimann, 1905 11 ejemplo: Dr. Bernstein-Spielmann, Sacrificios obstructivos ... ... [2 ejemplo: Spielmann-Landau, 1933. 13 ejemplo: Spielmann-Hénlinger, 1933 14 ejemplo: Spielmann-Bogoljubow, 1932 . 15 ejemplo: Spielmann-Walter, 1928 Sacrificios preventivos (0 anti-enroque) . 16 ejemplo: Spielmann-Duras, 1905 . 17 ejemplo: Spielmann-Mieses, 1910 18 ejemplo: Mieses-Spielmann, 1910 ... 19 ejemplo: Gereben-Spielmann, 1934 Sacrificios para abrir columnas ... ... 20 ejemplo: Spielmann-Flamberg, 1914 21 ejemplo: Spielmann-Eljaschoff, 1903 22 ejemplo: Spielmann-Griinfeld, 1922 . Sacrificios de infiltracién ... ... .. 23 ejemplo: Spielmann-Janowski, 1907 ... 24 ejemplo: Spielmann-Reti, 1912 .. Sacrificios de desviacién o celada ... ... . 25 ejemplo: Spielmann-Forgacs, 1910 . Sacrificios en el campo del rey (enrocado) 26 ejempio: Spielmann-Dekker, 1934 . 27 ejemplo: Leonhardt-Spielmann, 1906 28 ejemplo: Spielmann-Duras, 1907 ... 29 ejemplo: Spielmann-Bogoljubow, 1932 ... 30 ejemplo: Becker-Spielmann, 1926 Sacrificios para cazar al rey . 31 ejemplo: Rubinstein-Spielmann, 1912 .. 32 ejemplo: Spielmann-Rubinstein, 1933 .. SEGUNDA PARTE VALUACIONES DEL SACRIFICIO ... Los sacrificios del cambio . 33 ejemplo: Dr. Treybal-Spielmann, ‘192 : 34 ejemplo: Spielmann-Tarrasch, 1923 . 35 ejemplo: Spielmann-Tartakower, 1909 . Los sacrificios de dama ... ... .. ee eee et 36 ejemplo: Spielmann-Maroczy, 1907 37 ejemplo: Spielmann-Miiller, 1920 . EPILOGO ... ... ... INDICE DE APERTURAS .. 105 108 109 112 114 7 118 120 123 125 PROLOGO DEL EDITOR Con la publicacién de esta obra, rendimos homenaje al ultimo de los roménticos del ajedrez: Rudolf Spielmann, Nacié este gran maestro el 5 de mayo de 1883, en Viena, y a muy temprana edad ya derrotaba a los mejores jugadores locales, Fue exhibido como nifio-prodigio y viaj6 por todos los paises. Su estilo, inspirado en los viejos maestros de la tradicién romantica, Anderssen y Tschigorin, era violento hasta el extremo, y fue temido por los més fuertes jugadores de la época, Murié en Estocolmo en septiem- bre de 1942, Derroté a Alekhine, Reti, Tarrasch, Nimzowitsch, Tartakower, Rubins- tein, Griinfeld, etc, Su gran imaginacién y talento para las combinaciones, asi como su infinidad de recursos en las situaciones complicadas, en las que Spielmann se sentfa en su elemento, explica sus resonantes triunfos, El Arte del Sacrificio es el testimonio de su vida y de su obra. Publicado por primera vez en Viena, ha sido traducido a numerosos idiomas, pero nunca antes al castellano. La presente versién espafiola ha sido cuidado- samente revisada y se han incluido algunas anotaciones que contribuyen a una mejor comprensién del texto. Dichos comentarios van entre parén- tesis y en cursiva, a fin de diferenciarlos de los del propio autor. Confiamos en que todos los ajedrecistas de la gran familia de habla hispana habrdn de dispensar a este libro la favorable acogida que merece INTRODUCCION La belleza de una partida de ajedrez se aprecia cominmente, y con suficiente razon, de acuerdo con los sacrificios que tiene. El sacrificio: un consagrado jheroico concepto! En elevado sentido caballeresco, el indi- viduo se sacrifica en aras de una idea noble. Tal o cual sacrificio evoca nuestro homenaje y admiracién, aunque la idea original no satisfaga enteramente nuestra aprobacidn. En el ajedrez, un sacrificio nos produce similares sentimientos. En principio, apreciamos mds una partida de sacrificio que una posicional. Instintivamente situamos el valor moral sobre el cientifico. Honramos a Capablanca, pero nuestros corazones palpitan mds rdpidamente cuando se menciona a Morphy. El magnetismo del sacrificio nos atrae y no nos cuidamos de las circunstan- cias peligrosas que lo acompafian. Si suponemos que los oponentes de Mor- phy fueron mds débiles que los de Capablanca, ¢qué le sucederia a Morphy hoy? ¢Cémo habria jugado Capablanca en aquellos lejanos dias? El vehemente poder del sacrificio es irresistible: el entusiasmo por el sacri es innato en el hombre. Los expertos parecen menospreciar la costumbre de calificar una partida de acuerdo a la cantidad de material sacrificado. Esto es comprensible en cierto sentido, pero no menos deplorable, El experto esté demasiado pre- ocupado con la técnica a propésito de divertir a la multitud. El observa el juego, no desde el auditorium, sino desde donde se encuentra, Tal vez sea ademds, un poco insensible. Pero los jugadores de primera fila han con- servado frescos y naturales sentimientos hacia el estilo combinativo. Se deleitan hoy con él y lo hardn siempre. A pesar de este hecho —y agregdndole que la mauor parte de los libros de ajedrez son escritos por el jugador ordinario— no hay tratados en la literatura comercial de ajedrez que sistematicen la naturaleza del sacrificio en todas sus variedades. Esta es la razon que me asiste para intentar, ahora, este discutido asunto. Sin pretensiones, mi libro no es completo. Lo cual significa que es una guia, no un libro de texto, lo que seria impropio para este objeto. Por esta razén, he pensado que lo mejor para conservar el subjetivo punto de vista, es emplear unicamente mis propias partidas como guta de ilustracién. He dado toda mi atencién a las caracteristicas del sacrificio, ya que he jugado muchas partidas de sacrificio en los treinta atios de mi carrera ajedrecistica y he podido coleccionar una cantidad pertinente de informacion; los frutos de la cual serdn encontrados en este volumen, Son mis deseos que este materiai sea witil en ambos sentidos y estimule a aque- Uos que son relativamente inexpertos. Finalmente, deseo anticiparme al reproche que se me haga, porque he escrito este libro con el propdsito de hacerme autobombo, ya que soy re- putado jugador combinativo de ataque. Esta reputacion sin duda ha tenido su origen en el hecho de que en arios anteriores, frecuentemente, adopté gambitos en las aperturas. Se debe decir, sin embargo, que justamente cualquier jugador tiene éxito emplean- do combinaciones y sacrificios; la percepcién de tales posibilidades forma parte importante del juego, tanto como el conocimiento de las aperturas y finales de partida, Si son mis propias partidas las que ilustran este tema, la razén no es que crea que sean los mejores ejemplos, sino que como materia de curso, estoy mds familiarizado con ellas. De este modo, estoy naturalmente mds capacitado para dar las razones fundamentales de mis propias combina- ciones. No puede pretenderse aprender correctamente el arte del sacrificio con la misma destreza que las aperturas. El juego de sacrificio depende, ademds, de cualidades personales. Este es el porqué de que muchos GRANDES MAES- ‘Ros elijan su camino particular propio en este campo, y que cuando se ios hayan muchos artistas y muchos estilos, iodos ellos unicos en su género. RUDOLF SPIELMANN PRIMERA PARTE LOS VARIOS TIPOS DE SACRIFICIOS A LOS VARIADOS TEMAS DE SACRIFICIO QUE SE SUSCITAN EN EL DOMINIO DE LOS PRO- BLEMAS, hace tiempo que se les dio su nomenclatura propia y fueron cla- sificados; pero en la prdctica del aje- drez, que yo sepa, nunca se ha he- cho tal clasificacién, Unas pocas combinaciones, tales como: «la he- rencia de Philidor», tienen sus pro- pios nombres; perc aparte de que nada se ha hecho, excepto un oca- sional préstamo de los problemistas, as{: ebloqueo-propio», «sacrificio da, infiltraci6n», y seguin el gusto. En\ verdad, para los compositores de problemas el asunto es mucho mas facil, sus ideas son preconcebidas y pueden ser ejecutadas sin interfe- rencia de ningtin oponente. Las pie- zas superfiuas son simplemente eli- minadas, de este modo, la idea ba- sica aparece en su forma mds pura, Permitiendo de manera clara su diag- néstico, En la prdctica del ajedrez esto es diferente, ya que las combinaciones ; bien definidas y sacrificios se vuel- ven mds o menos arriesgados. Nunca son epuros» y «econémicos», como sucede en los problemas; y conse- cuentemente, son muy diffciles de + reconocer y clasificar, Posiblemente, éstas sean las razones por las cuales todavia no se haya intentado tal cla- sificaci6n. Me imagino que algun otro autor clasificard los varios tipos de sacri- ; ficios de otra manera, Esta es Ja ra- z6n de que haga énfasis otra vez en mi puramente subjetivo punto de vista; un tratamiento definitivo no se \ puede aceptar de un primer intento, Probablemente tomard largo tiempo el establecer en la prdctica del aje- drez la universalmente aceptable no- menclatura que existe en el dominio de los problemas, Los sacrificios representan en el ajedrez una excepcional e importan- te fase de la lucha. Su objeto no es solamente la belleza que presentan, tienen la comin ayuda de aumentar la efectividad en las otras piezas al lado de la rutina normal, si posible --fuere, repentinamente.'En Posiciones iguales, tienen el pro] mar tiempo; ipero la mayor parte de fas veces sitven para aumentar las ventajas existentes y consecuente y particularmente, se adoptan para ex- plotar los errores cometidos por el contrario. Tal vez suceda que una ventaja en desarrollo se convierta en un gran asalto, o que un punto débil en las Ifneas enemigas sea roto en_el. iQ sentido.,. ————_—— ‘Ta ventaja que se explota, no ne- cesariamente tiene que ser general, puede ser tinicamente local. En tales casos, particularmente, el sacrificio | se vuelve un arma ij le: i pues la jugada apacible disipa la ven- | taja, con el resultado de arribar a } una posicién de tablas. "Un sactificio hecho en el momen- to adecuado da la op. nar la partida.’El oponente puede ganar material, ‘pero es tentado o for- \ zado a efectuar algunos movimientos |r dona sus tropas se vuel- ven desordenadas. y las_fuerzas dis-. continuas/son batidas antes de que 13 puedan presentarse en forma unita- ria_ frente al enemigo. Para seguir un orden en la agrupa- cién de los sacrificios, debemos cla- sificarlos en tres grupos, a saber: por su forma, cuantia y objeto. Por su «forma» se dividen en dos tipos: activo y pasivo. Estos dos tipos de sacrificio se di- ferencian, en el decidido factor, que desde un cientifico punto de vista serfa, ya sea que el sacrificio resulte de un movimiento hecho con el pro- pésito de sacrificar, o de una incur- sién enemiga. En otras palabras, a través del movimiento u ofrecimien- to de una pieza, o a través de la ne- gligencia en el tratamiento de] ene- migo a! capturarla. Por ejemplo, des- pués de 1. P4R, P4R; 2. P4AR, con esta Ultima jugada de parte del blan- co se ofrece un «sacrificio activo». Por el contrario, después de 1. P4R, P4R; 2. C3AR, C3AD; 3. P4D, PX P; 4, CXP, la incursién 4. ..., DST per- mite el sacrificio pasivo 5. C5C. Sin embargo, desde un punto de vista préctico, prefiero hacer una distincién diferente, ya sea que se acepte o no, el sacrificio ofrecido es obligatorio. Si debe aceptarse, el sa- crificio es activo y si no, es pasivo. En el gambito Allgaier (1. P4R, P4R; 2, P4AR, PXP; 3. C3AR, P4CR; 4. P4TR, PSC; 5. CSC, P3TR; 6 CXP) ambas formas ocurren en los primeros seis movimientos. El movimiento 5. C5C es un «sacrificio pasivoy, ya que puede declinarse por medio de 5. 3AR, sin que se empeore la posicién de las negras. Por el contrario, 6. CXP es un sa- crificio activo, porque tiene que aceptarse, Por su misma naturaleza, el sa- crificio activo es el més poderoso de los dos. La cuantia de los sacrificios pa- rece facil de determinar, pero como veremos més adelante, este aspecto presenta problemas, ya que la va- luacién de cada uno varia cualita- tivamente, conforme a la naturaleza de_una posicién dada. Hay s2crificios de peones y de pie- 4 zas. Pueden subdividirse en sacri- ficios parciales y totales, dependien- do esto de que sea la pieza entera cedida o que no, 0 se obtenga com- pensacién parcial.” Al considerar los sacrificios par- ciales, debemos distinguir entre las piezas mayores y menores. Cuando las piezas menores son sacrificadas, la compensacién del material puede consistir en peones solamente. Er. e' caso de uma pieza mayor, la com- pensacién tal vez sea en piezas me- mores, en péones o en ambos, Las posibles situaciones resultantes son completamente distintas, porque des- pués de los sacrificios totales, el nti- mero de sus propias unidades dismi- nuye, mientras que después de un sacrificio parcial, frecuentemente aumenta. En un capitulo separado tratare- mos los sacrificios del cambio y to- das sus ramificaciones. La clasificacién mds importante de Jos sacrificios es de acuerdo con su objeto, A este respecto debemos distin- guir primero, dos grupos, a saber: sacrificios simulados y verdaderos. La diferencia consiste en que los sacrificios simulados involucran la pérdida de material y solamente por determinado tiempo; en cambio, en los sacrificios verdaderos, la canti- dad de tiempo requerida para re- cuperar e! material es indeterminado. Por lo tanto, un sacrificio simu- lado (temporal) no involucra riesgo. Después de una serie forzada de mo- vimientos, el jugador recobra el ma- terial empleado, can ventaja, o le da mate a Su oponente. Las consecuen- cias de los sacrificios fueron pre- vistas al principio. Propiamente ha- blando, no hay sacrificios con los cuales no se adquiera alguna ven- taja. Los sacrificios antes mencionados no deben menospreciarse, pues a me- nudo se adquiere una buena per- cepcién y una excelente imagina- cién para calcular minuciosamente las posibilidades de una posicién pa- ra explotarlas adecuadamente. Dividiremos los sacrificios simu- Jados en tres grupos: 1, Sacrificios posicionales. 2. Sacrificios para ganar. 3. Sacrificios de mate. Los sacrificios posicionales permi- ten, en cambio de la pérdida de ma- terial, una mejor posicién. Asi, después de 1. P4R, P4R; 2.! C3AR, C3AD; 3. C3A, A4A, las blancas pueden sacrificar ventajosa- mente, pues con 4, CXP, CXC, re- cuperan la pieza por medio de 5. P4D, con buena posicién. Los sacrificios para ganar permi- ten una ventaja material; el material cedido se recupera y con creces, Ejemplo: 1. P4R, P4R; 2. C3AR, C3AD; 3. ASC, P3TD; 4,.A4T, C3A; 5. 0-0, A2R; 6. P4D, P4CD; 7. A3C, CXPD?; 8 AXP+, RXA; 9 CXP+, seguido de 10, DXC. Los sacrificios de ‘mate permiten dar mate al rey adversario o en cam- bio ganancia decisiva inmediata de material, Dicho mate, frecuentemen- te puede contrarrestarse por medio de fuertes contra-sacrificios (pérdi- da de la dama, por ejemplo), que son en efecto, equivalentes al mate. Por ejemplo: 1, P4R, P4R; 2, C3AR, P3D; 3. A4A, P3TR; 4. C3A, C3AD; 5. P4D, ASC; 6. PXP, CXP?; 7, CXCI Si las negras cap- turan ahora la dama, sigue a conti- nuacién el mate por medio de 8 AXP+, R2R; 9, C5D++. En ver- dad, las negras pueden evitar este mate de varias maneras, declinando el sacrificio simulado. Pero en este caso, las blancas ganan una pieza. Los jugadores ceden material en un sacrificio verdadero, pero calcu- lan las consecuencias minucigsa- mente. y.conffan en su_juicio./Ob- tienen ventajas dindmicas que pue-_ den aumentar gradualmente, (“No ‘acontecerd en este caso “Ta par- tida se pierda por diferencia de ma- terial. El ambiente es peligroso, pe- ro el riesgo es la antecdmara del sa- crificio verdadero. Este grupo ocu- pard Ja mayor parte de nuestra aten- cién de ahora en adelante. Comparados con los sacrificios si- mulados, los sacrificios verdaderos son mucho més diffciles de tratar cientificamente, Su secreto revela por a cere el talento y pease del jugador, su fuerza y propia confian- za, JET jugador Sido MGR adoptard los sacrificios verdaderos, principalmente porque el riesgo que, encierran lo inquietan “La teorla dé los sacrificios verda- deros no puede ir més alld de las reglas generales, previsiones e ilus- traciones. Pero . alentarse, pues “ain el jugador de talento, moderadamente puede obte- ner un juego considerablemente fuer- te, esto es, si se aplica diligente- mente; mientras, por otra parte, una jugada débil necesariamente no in- dica carencia de talento. El sacrificio simulado es diferente, pues su finalidad es clara como la luz del dfa; en cambio, el sacrificio verdadero no tiene definidos sus lu- gares de arribo; el resultado perma- nece en lo desconocido y la mayor parte se debe formular instintiva- mente. De allf que es un asunto dificil el encontrar la diferencia entre los va- rios tipos de sacrificios verdaderos, He tenido que adoptar entre ellos un subjetivo punto de vista y pro- ceder a veces por instinto, Es, des- pués de todo, de conformidad con Ja naturaleza de estos sacrificios, que en la actual partida, generalmente se decide sobre bases instintivas. He llegado a las subdivisiones si- guientes: 1, Sacrificios de desarrollo. 2. Sacrificios obstructivos. 3. Sacrificios preventivos (0 anti- enroque). 4. Sacrificios para abrir co- lumnas. 5. Sacrificios de infiltracién. 6. Sacrificios de desviacién o ce- lada. 7. Sacrificios contra el campo del rey (enrocado). 8. Sacrificios para cazar al rey. 15 El sacrificio de desarrollo ayuda PXP; 6. PXP, ASC+; 7. C3A, de manera comin en la rapidez del) CPR; 8. 0-0, AXC; 9. PX A, P4D; desarrollo propio. Pertenecen a este 10. A3T. tipo, mds 0 menos, todos los gam- bitos, como, por ejemplo, el gambito Diagrama nim. 1 Muzio (1. P4R, P4R; 2. P4AR, Px P; 3. C3AR, P4CR; 4. A4A, PSC; 5. 0-0, PXC). La rapida formacién de un centro lue muchos dicen que es el obje- tivo de la mayor parte de los gam- bitos, estrictamente hablando, es el unico medio de lograr este objeto (desarrollo __ rapido). j” Naturalmenté~ crit fe desarrollo ocurre durante la apertura, cuando el des- arrollo de cualquier bando est4 to- davia incompleto. Ademés de los sacrificios recono- cidos por la teorfa, Jas novedades son constantemente incluidas en la prdctica del juego. La mayor parte de ellas consisten en sacrificios de Peones, pero —tal como sucede en el Muzio ya mencionado— algunas ve- ces también se sacrifican piezas. El sacrificio obstructivo también ocurre antes que el respectivo des- arrollo se haya completado, y su ob- jeto es, por lo tanto, completar el desarro! oP [Pero podemos agregar “a” [esto que no solamente es completar el desarrolle propio, sino retardar el gel sontrario FEY maverial éntregado” Diagrama mim. 2 tendra que ser de naturaleza modes- > El sacrificio para abrir columnas ayuda al répido empleo de las torres al principio de la partida, en las co- lumnas abiertas, La variante Alek- hine, en la defensa Francesa, perte- nece a esta categoria: 1. P4R, P3R; 2. P4D, P4D; 3. C3AD, C3AR; 4. ‘ASC, A2R; 5. PSR, CR2D; 6, PATR. ta. Por ejemplo, en la defensa Caro- Kann: 1. P4R, P3AD; 2. P4D, P4D; 3. PSR, A4A; 4. P4CR, A3 P4TR, P3TR; 6. P6R (este ultimo movimiento obstruye el futuro des- arrollo dei alfil de rey de las negras). El sacrificio preventivo (anti- enroque) se hace con el objeto de impedir el enroque del contrario. A este fin, también puede cederse una pieza entera en ciertas circuns- tancias, especialmente cuando es po- sible acorralar al rey en medio y en las columnas centrales abiertas. Steinitz, en su segundo match con Lasker, le cedié una pieza al prin- cipio de la partida con aquel pro- pésito: Después de 6. ..., AXA; 7. PXA, 1, P4R, P4R; 2, C3AR, C3AD; 3. DxP, las blancas abren la columna A4A, A4A; 4. P3A, C3A; 5. P4D, de torre rey, que se vuelve muy po- 16 derosa. En ciertos casos este tipo de sacrificio justifica la gran cantidad de material cedido. El sacrificio de infiltracién procu- ra acceso, de manera particular, pa- fa que una unidad nuestra se sitie en una casilla mds favorable. Para un objeto limitado, pues tinicamente por poco tiempo, su instalacién alli serfa peligrosa. Un bonito ejemplo nos lo proporciona la deferisa de los dos caballos: 1. P4R, P4R; 2. C3AR, C3AD; 3. A4A, C3A; 4, CSC, PAD; 5. PXP, C4TD; 6. P3D, P3TR; 7. C3AR, PSR; 8. D2R, CX A; 9. PXC, A4AD; 10. P3TR, 0-0; 11, C2T, Diagrama nim. 3 _ Ahora Jas negras tienen una con- tinuacién de ataque, realmente pro- metedora, asf: 11, ..., P6RI; 12. AXP, AXA; 13. PXA, CSR. Gra- cias a la fuerte posicién de este ca- ballo, el ataque de las negras es muy Poderoso. El sacrificio de desviacidn o cela- da tiene como objetivo definido atraer o distraer una o més piezas enemigas del campo principal de lu- cha. El atacante, por lo tanto, permi- te a su oponente que se introduzca en una de las alas, con el objeto de Proseguir su ataque sin obstdculos en el otro flanco. Tales sacrificios ocurren ordinariamente cuando el desarrollo ya esté bastante adelan- tado, Un ejemplo de la Ruy Lépez. 1, PAR P4R 2. C3AR C3AD 3, ASC P3TD 4, A4T CA 5. 0-0 CxP 6. PAD P4CD 7. A3C P4D 8. PXP A3R 9. P3A A2R 10. A3R 0-0 1L. CD2D Cc4aT 12, A2A cxc 13, DxC CA 14. D3D P3C 15. A6T cxPC 16, DIR TIR 17. D4A a Diagrama nim. 4 Las blancas tienen un fuerte ata- que contra el enroque de la posi- cién contraria. El caballo de las ne- gras estard fuera de juego durante cierto tiempo, a la vez que imposi- bilitado para participar en la de- fensa. El sacrificio en el campo del rey tiene el objeto de abrir una brecha en la posicién del enroque del rey enemigo. Constituyen las mds fre- cuentes combinaciones en el medio juego y ocurren en incontables va- riantes, Rara vez se producen en el estado de apertura, requiriendo asi el estado avanzado del desarrollo. El sacrificio para cazar al rey tie- 17 ne por objeto sacar al rey al campo abierto, en donde automdticamente se encuentra expuesto a muchos pe- ligros, Un ejemplo nos lo da Ja Vie- nesa: 1, P4R, P4R; 2, C3AD, A4A; 3. C4T, AXP+. - Diagrama ntim. 5 Las blancas tienen la alternativa de capturar la pieza y procurar re- teaerla, Pero su rey serd sacado en ly forma siguiente: 4. RX A, D5T +; 5. R3R, D5A+; 6. R3D, P4D, Comparando ampliamente los dos 18 grupos de sacrificios, percibimos el enlace de pensamientos en que esta basada esta divisién. En los sacrifi- cios simulados, el ultimo objeto es Jo principal. En los sacrificios ver- daderos tinicamente se considera su ayuda como provisional. El punto comin de ambos sacrificios es que el objeto visible del tiempo del sa- crificio se toma como caracteristica distintiva, En la prdctica del juego, las com- binaciones que ocurren frecuente- mente se componen de varios sacri- ficios. Estos, comuinmente pertenecen a uno de los dos grupos principales, pero es completamente posible que un sacrificio simulado se parezca a uno verdadero. La conversién puede ocurrir en el curso de la partida, pe- To fara vez como parte de una com- binacién. En las paginas siguientes, los va- ios tipos de sacrificios ser4n trata- dos conforme a su objeto, esto es, de acuerdo a su tipo. Solamente en dos casos, la clasificacién seré de acuerdo a la cantidad de material ce- dido, Estos son: los sacrificios del cambio y de dama. Las razones de ello son para colocarlos en sus ca- pftulos respectivos. LOS SACRIFICIOS SIMULADOS Un sorprendente ntimero de com- binaciones de sacrificio se deben cla- sificar como sacrificios simulados, porque carecen de las verdaderas ca- racteristicas de los. sacrificios, Fl material cedido se recupera después, frecuentemente con ganan- cia, Estos son los sacrificios simula- dos en el sentido mds amplio de la palabra. Expuesto esto, los distribuiremos en las tres secciones siguientes. SACRIFICIOS POSICIONALES Pertenecen a esta clase todos los sacrificios que tienen por objeto me- jorar la posicién, cediendo material temporalmente, La recuperacién del material cedido es su caracterfstica esencial. No es necesario que la compensacién sea de la misma in- dole. Pero el quid pro quo del ma- terial debe compensar lo cedido. En efecto, el sacrificio posicional es una forma de cambio y solamente la re- cuperacién de dicho material no se efectiia inmediatamente, sino en el curso de varios movimientos. Ade- més, el sacrificio posicional no sélo permite ventaja en la posicién, sino que, comprometidos en una mala po- sicién propiamente, salva la partida © prolonga Ia resistencia, Por consiguiente, el sacrificio po- sicional es, después de todo, un ar- ma de valor excelente. Por supuesto que se deben pesar bien las conse- cuencias de tal hecho. Esto no en- torpece la regla. 1 EJEMPLO GAMBITO DE DAMA DECLINADO Match, 1931 BLANCAS NEGRAS R. Spielmann V. Pire 1 PAD P4D 2. PAAD P3AD 3. C3AR C3A 4. GA PxP 5. PTD Ada 6. P3R GT 7. AXP csc 8. 0-0 BBR 9. MIR CSR? Las negras, mecdnicamente, bus- can prevenir el avance del molesto P4R, pero todo se traduce en des- ventaja, 10. CSR A3D Diagrama mim. 6 En esta posicién, las negras tratan de liberar su juego por medio de: ll. ..., AXC; 12. PXA, CxC; 13. PXC, A6D, pero como una conse- cuencia del desafortunado movimien- to 9. ..., C5R?, sus piezas menores estan muy inseguras. Estas circuns- tancias dan a las blancas una opor- tunidad para efectuar un decisivo sacrificio posicional, ll. CXPAR! we Realmente no es del todo un sa- crificio, ya que las blancas obtienen después adecuada compensacién de material. Pero lo importante es que la partida ‘de las negras se vuelve desorganizada, sin esperanza de sal- vacién. ik... RXxC Una alternativa, también caracte- rizada por un sacrificio temporal, es la variante siguiente: 11. .... AXP+; 12, RX.A, D5T+; 13. RIC, ASC; 14, CxC, AXD; 15. C7A-6D+, segui- do por 16. AXA, y Jas negras ga- nan la dama, pero todavia estén per- didas. Es verdad que las blancas tie- nen sdélo tres piezas menores a cam- bio de la dama, que en circunstan- cias ordinarias asegura la igualdad, pero aqui, considerando la posicién expuesta del rey negro, las blancas obtendrén r4pidamente un ataque ganador. El valor relativo de las piezas, cri- terio vital al apreciar este tipo de sacrificios, se muestra aqui con ma- yor claridad instructiva. 12. D3A oo El punto esencial de Ja combina- cién, El caballo y el alfil estén am- bos atacados y uno de ellos, el alfil, se tratard de capturar con jaque. De allf que las negras deban devolver la pieza. P3CR AXP+ RXA 15. RIC D5T+ DxC Diagrama nim. 7 Y de este modo, las negras han re- cuperado su pedn. Pero ahora em- pieza, con efecto decisivo, el ataque de las blancas contra la destrozada posicién de las negras, Este es el punto del sacrificio posicional. (De agut que las blancas eviten, natural- mente, el cambio de damas.) 16. D3C 17, A2D TRIR D7A (Si 17) C7Alo © CSD: las blancas ganan la dama con 18. P3A.) 18. A3A c4aD 19. TRIA DSR 2. A2D oe (Las negras se encuentran impo- tentes contra P3A,) 20. ... PACR 21, P3A DST 22. DxD PxD 23, PAR A3C 24, PXC PRXP 25. AIA Abandonan 2.° EJEMPLO GAMBITO DE REY DECLINADO Ostende, 1906 BLANCAS NEGRAS R. Spielmann —_C, Schlechter 1, PaR P4R 2. AGA C3AR 3. P3D AGA 4. GAD P3D 5. P4A GA 6 GA ASCR 7. C4TD PxP 8. CXA PxC 9% AXP caTR 10. A3R 0-0 (En esta posicion, si 11, AXP, CARI; 12. AXT, AXC; 13, PXA, D5T+; 14. R2D, TXA, con un po- deroso ataque,) 11. 0-01 CAR La disposicién de las fuerzas in- dica que las negras se han esforzado por obtener la iniciativa, Por esta razén rechazan la s6lida jugada 11. +». CSD, probablemente con una li- gera igualdad después de 12. AXC, PXA; 13. P3TR, A3RI Tal ambicion de parte del segundo jugador es un interrogante que frecuentemente conduce a peligros imprevistos. Diagrama nim. 8 12. CxCcr we Las negras probablemente reco- nozcan que tnicamente 12, AXP y después 12. .... AXC; 13. PXA, Cx A; 14. AXT, COR, daba a las ne- gras un ataque ganador. El movi- miento del texto conduce a tablas. 12... AxD 13. CxP TxC? Un intento de refutar Ja combina- cion. Lo correcto es 13. ..., D2R, ya que el mejor camino para las blancas es jugar a tablas por jaque perpe- tuo: 14, C5R+, RIT; 15, C7A+, RIC; 16, C5SR+ etc. 14. AXT+ toe También era muy fuerte 14. TXT, RIT; 15. TXA, P3CD (si 15. ..., D3D; 16. TSA); 16. PSR, etc, (Esta linea es definitivamente més forzada que la continuacién de Spielmann.) RIT C3A 14. ... 15. TDXA 16. AXP Si Jas blancas, en esta posicién, pueden conservar sus dos alfiles, ob- tendrén una victoria facil con: to- tre, alfil y dos peones, a cambio de la dama. Deben Jas negras someter al cambio uno de sus dos alfiles con el objeto de que la posicién sea igualadg (ver la 2.* parte del sacri- ficio de dama), ademas, el peén pa- sado ofrece chances de victoria. 16. ... P3CD 17, A2ZA C5C (Ver diagrama nim. 9) 18. ASD wee (Spielmann. no analizé, ya sea du- rante la partida 0 en sus anotacio- nes, que 18, P3A! —en previsién de la subsiguiente ..., D5D-6R— situa- ba en mejor posicién el peén men- cionado.) 21 Diagrama nim. 9 (Porque si 19, AXPA?, D3D! —o 19. 1, D2AI—, gana et aifil.) 19. AGR CXA 20, TXC DSD 21. P3A D6R 22. RIA P3C 23. T3A. D3T 24. P3TR TIR 25. A7D TIAR 26. A4C R2Cc 27, P4D ane (27. R2R, previniendo la nueva en- trada de la dama de las negras, to- davia ofrecia chances de ganar.) 27, ... D6R 28. TXT+ RXT 29. AZA R2R 30, PSR R2D Tablas 3.° EJEMPLO DEFENSA HOLANDESA Match, 1931 BLANCAS NEGRAS V. Pirc R. Spielmann 1. P4D P3R 2. P4AD P4AR 22 3. C3AR C3AR 4. P3CR ASC+ 5. A2D AXA+ 6. CDXA CG3A (Los cambios han liberado apre- ciablemente el juego de las negras.) 7. A2C 0-0 8. 0-0 P3D 9. D3C RIT 10. D3A. P4RI . PxP PxP 12. TDID DIR 13. TRIR P5R 14, C4D cxC 15. DxC P4A 16. D3A A2D 17. CIA AJA 18. C3R c2D 19, AIT. DIC 20. T6D? eee Era necesario P4A. (Las negras han iniciado un poderoso ataque en el flanco de rey.) 20. ... DaT 21, R2C TDIR 22. CSD CAR 23. C4A D2A 24, CSD Diagrama nim. 10 En esta posici6n, las negras tienen mejor partida; sus piezas cooperan efectivamente, mientras las fuerzas de las blancas, por una parte, estan mal situadas y por otra, se encuen- tran en peligro. Lasnegras tienen ven- taja wnicamente en desarrollo y esto las envanece. Por lo tanto, es ne- cesario explotar la ventaja antes que las blancas consoliden su posicién. Un complicado sacrificio posicional resuelve el problema. 24... PSA! 25. CXF a Es claro que declinar el ofreci- miento entrafia una seria desventa- ja, pero aceptarlo por medio de 25. PP? pierde inmediatamente, asi: 25, .... C3C; 26. P3R (la continua- cién era ..., CXP-+, precedida tal vez por . "AXO), C5T+; 27. RIT (0 27. R3C, C6A; 28. TAD, D4T, y el ataque de las negras prevalece; sobre todo contintian con ..., D5T+, seguido de C4C), C6A; 28. TIAR, D4T; 29. R2C, C5T+; 30, RIC, D6A, y ganan. 25. ... P4CR 26. AGR oe Coincidiendo con la combinacién propia, Después de 26. CSD, Dx P+; 27, RIT, DSDI Las negras claramen- te obtienen superior final de parti- da, por ejemplo: 28. P3C, AXC; 29. DXD, PXD; 30. TXA, P6D; 31. PxP, Cx PD —o 31. A2C, CSCI, ete. 26. ... DBA 27. CST on La jugada 27. C5D es una contes- tacién en el mismo sentido, 27... DxP+ 28. RIT wee Aparentemente las blancas estin para ganar. Cémo es de terrible la jugada que refuta la continuacién 29. DXC+? 28... T3AL La clave de la combinacién inicia- da con 24. ..., P5Al Ahora 29. DXC? produce ‘mate en dos. (Ast, la clavada de las blancas sobre el caballo desaparece.) Diagrama mim. 11 29. A7D? oe Un lamentable error que conduce a una rendicién inmediata. Lo co- recto era 29. CXT, DxC; 30. TXAI! (atin asf, las blancas pierden su alfil), PXT; 31. A3T, y las ne- gras contindan con 31. .... D7A! Ahora las blancas diffcilmente evitan la entrada de la dama de las negras a 5D. Su torre, distraida en guardar el peén rey, puede, ademds, mover- se a 1AR, con la intencién de repli- car a 32 .... DXP con 33. T8A+. Pero las negras no necesitan captu- rar el pedn. La respuesta légica a 32, TIAR es 32, ..., D5D, Si en lu- gar de 32. P3R, RIC; 33. TIAR, D7R, con la poderosa continuacién de 34. ..., C6A. Si después de todo, la dama de las negras se sitda en la posicién do- minante en 5D, las blancas no pue- den evitar el cambio de damas. En este sentido, las negras ganan ven- taja, que difiere esencialmente de la que obtuvieron antes de la combi- nacién, no con relacién a la termi- nacién de su desarrollo, sino en con- sideraciones posicionales, y es, por 23 consiguiente, de cardcter durable. No corresponde a nuestra tarea determinar si la ventaja obtenida es suficiente para ganar la partida, Se espera que un sacrificio posicional asegure una mejora de la posicién, més bien que un mate inmediato. Frecuentemente se obtienen resulta- dos escasos de un gran esfuerzo, Pe- ro tengamos en cuenta que estamos estudiando un tipo de sacrificio, no sus efectos. 29. ... TXT 30. AXT TSD! Abandonan E] ultimo movimiento de las ne- gras es muy fuerte y decisivo. Las continuaciones A x A o C5C no pue- den evitarse. Estos tres eyemplos explican sufi- cientemente el cardcter del sacrificio posicional. Lo esencial para el empleo de esta arma es una prdctica visual del re- lativo valor de las piezas y el cono- cimiento derivado de la experiencia. Es necesario conocer cudndo son los alfiles mejores y cudndo los caballos, y cémo apreciar las formaciones de peones, etc. Sobre este objeto, el capitulo que trata la valuacién de los sacrificios dard suficiente y va- riada informacién. SACRIFICIOS PARA GANAR Estamos para Sacrificar con el ob- jeto de obtener ganancia de mate- Tiall Esto parece una contradiccién de términos, la cual desaparece en cuanto nos damos cuenta de que estamos efectuando un sacrificio si- mulado. Por regla general, la oportunidad para tales combinaciones, la propor- cionan las posiciones superiores; al- gunas veces, también, después de se- rios errores, u omisiones de parte del oponente. Subjetivamente, lo esencial es ana- lizar en ur momento dado el esta- do del desarrollo y sus tiempos, de- 24 terminando visualmente los puntos fuertes o debilidades de una posi- cién. Los jugadores inexpertos u op- timistas, a menudo olvidan su des- arrollo. Atiborran su cerebro con al- gunos sacrificios simulados que les prometen ganancia de material y por lo general, no toman en cuenta el hecho de que la combinacién no puede ser posible, sino en un com- pleto estado de desarrollo, Las con- secuencias son un estado aflictivo y a menudo de sorpresas fatales, En cambio, con un desarrollo su- perior, se obtienen: ataques simul- taneos sobre puntos que pueden pro- tegerse con dificultad, estén aislados o mal protegidos por unidades con- trarias; finalmente, cualquier clase de debilidades en el campo enemigo son los puntos especificos para efec- tuar sacrificios temporales y donde son frecuentemente empleados. 4. EJEMPLO DEFENSA CARO-KANN Magdeburgo, 1927 BLANCAS NEGRAS E, Bogoljubow —_—R. Spielmann 1, P4R F3AD 2. C3AD P4aD 3. GA CA 4 PSR CSR 5. PAD AGA 6, C4TR : Descuidan su desarrollo. 6. ... P3R 7.CXA PxC 8. CxC PAXC 9. D4C D2D 10. D3C oe Es mejor el cambio de las damas. 10. ... P4AD 11, PXP CA 12. P3AD AXP Un sacrificio para el desarrollo. Después de 13. DXP, 0-0-0, las ne- gras, obviamente, estan mucho me- jor que las blancas, Diagrama nitm, 12 13. AMAR 0-0 14. A2R P4A 15. PxP ap. TXP 16. A3R oo (De este modo, después de 16. 0-0, TDIAR; 17. A3R, T3C, las negras consiguen un ataque favorable.) 16. ... PSD! 17, PXP CxP 18. AXC o (La plausible alternativa 18, A4A+ es contestada con 18, ..., RIT; 19. 0-0, P4CDI; 20. AxC, DxC; 21. AXP, DXP, continuando con ..., DXA, y también ..., AXP+!) 18. DxA 19. DxP 20. RIT 21. TDIAR 22, T2R DS5D 23. + (Ver diagrama mim. 13) El atacante (el negro) tiene mu- cho mejor partida, principalmente desde el punto de vista posicional. El peén extra, por sf mismo, no es Diagrama nim, 13 un factor decisivo, como lo son los alfiles de distinto color. Pero la pre- sién sobre la casilla blanca 2AR per- mite un golpe decisivo, ya que su rey carece de un refugio seguro. La combinacién es obvia y emerge na- turalmente de la posicidn. 23. ... TXPl 24, T2R-XT coy 3i 24. TIAXT, D8T+, y mate en dos movimientos mds. aA... TxT 25. DXT one Las blancas tienen que tomar la torre; pero 25. TXT no lo efectua- ran porque ..., D8T+ permite el mate. 2S... D4R El punto: las negras ganan la da- ma; y con la dama y dos peones con- tra torre y alfil tienen una enorme ventaja. El sacrificio simulado que efectuaron las ha retribuido amplia- mente, EI resto es facil de entender. 26. P3C P4TR 27, TID AxXD+ 28. RXA D3A+ 25 29. R3R D6AR+ Diagrama nim, 14 P6R 31, 13D D7A 32. TXP DxPTR 33. R&R D7C+ 34. R3D RIT 35. RAD R3T 36. ASD D7D+ 37. RAR P4CD 38. T3D D7R+ 39. T3R D7A+ 40. RSR PaT 41. ReD P3C 42, PAC PxP 43. TOR PSC Abandonan 5.° EJEMPLO GAMBITO DE DAMA DECLINADO ~_i17. CSC pic Ebensee, 1933 oe ae Con 19. CXC, AXC; 20. PSA, fmeriee Dera la mala posicién de la dama contra- plelmane =H, Miller ria da a las blancas una oportunidad 1. PAD P4D para un sacrificio ganador, 2. GAR C3AR 3. PAA P3A CSR 4 3A P3R PXA 5. P3R cD2D 6. CSR A2R 7. A3D 0-0 8. P4A P4A 9. 0-0 D2A (Demasiado lento. 9, ..., D3CI! era lo indicado,) 10, PAXP PRXP 1. D3A PxP 12, PXP DIC 13, A3R on Un sacrificio por el desarrollo, (Ver diagrama nim. 14) 13. ... DxPC 14. TRIA D6T 15. TDIC AlD? 20. D3CI eee La jugada 15. ..., P3TD es la co- Trecta. Mucho més fuerte que 20. DXP, C3A; 21. D3D, P3CR, ya que las 16. AZAR D3D negras todavia tenfan perspectivas 26 de liberarse. El movimiento del tex- to es solamente preliminar a una combinacién de sacrificio, que las ne- gras no pueden prevenir. Esto sucede frecuentemente cuan- do las dificultades en el campo de- fensivo son de naturaleza posicional, esto es, basado en la formacién de peones (debilidad posicional), Cuan- do las debilidades se encuentran en el desarrollo (debilidad dindmica), son solamente temporales; y si estas se explotan por medio de un sacri- ficio, no hay comunmente tiempo para la preparacién. Hay, sin embar- 0, excepciones, como, por ejemplo, cuando el desarrollo esta prictica- mente retrasado y cuando este de- fecto solamente puede remediarse por medio de maniobras de envolvi- miento. Tal es lo que observamos en el ejemplo que estamos analizan- do, La mayor pieza de lucha, la da- ma, no estuvo solamente fuera de juego, sino amenazada, sin que tu- viera una sola casilla favorable, Este ejemplo muestra cémo influ- yen tales defectos en el desarrollo, Después del ultimo movimiento de Jas blancas, hay varias continuacio- nes fuertes, tales como: 21. CxC, AXC; 22. PSA, 0 21. CX PA, TXC; 22, TXA, DXT; 23, C6D. Estdn ba- sadas en la mala posicién de la dama de las negras y en que ambas con- tinuaciones no pueden refutarse. De aqui que siga una corta y decisiva batalla que es facil de comprender. 20. ... A3C (Si 20. ..., CXC; 21. PAXC, y las_negras estén sin ayuda contra P6R!) 21. CXPA! TXC 22. PSA C4R 23. RITL AXPA 24. AXC DIR No pueden evitar el cambio, Los otros movimientos ceben permitir la misma continuacién, 25. C6D D3R 26. CxT DxD 27, TxD RxC 28. TIA R3R Forzado, si 28. ..., R3CI; 29. T3C+. 29. AXP TICR 30. ASR TiD 31. TSC A3C 32, P4PR + AIR 33. T6A+ R2R 34, T3C A3C 35. PST AXFT 36. T5A ASC 37. A6A+ R3R 38. AXT RxT 39. AXA PXA 40. RIC Abandonan SACRIFICIOS DE MATE Como ha sido demostrado, el sa- crificio para ganar y el de mate son similares por naturaleza. En ambos casos tenemos que se efectiian por medios violentos y proporcionan una ventaja que puede ser temporal o permanente, La ventaja permanente que incide en la formacién de peones es estra- tégica; la ventaja temporal estd ba- sada en Ja configuracién de las pie- zas en uh momento dado, es tdctica. Para nuestro propésito, la ventaja tdctica es més importante, esto es, para el sacrificio —especialmente el sacrificio simulado— es un arma re- gular de cardcter tactico. Las opor- tunidades para efectuar el sacrificio son cominmente fugaces, por lo tan- to, deben apreciarse en e] momento justo, Esta es particularmente Ja cau- sa de que la ventaja posicional sea puramente de cardcter tactico. Cuan- do la ventaja es de cardcter estraté- gico, y por lo tanto, constante, al- gunas veces sucede que la oportuni- dad para el sacrificio continée por un numero determinado de movi- mientos o recursos de tiempo dife- rentes; pero cualquiera que sea el sacrificio para obtener ventajas, este solamente ayuda por medio del ma- 27 terial obtenido, y después de su con- sumaci6n, le da al oponente todavia la ocasién de luchar, o por tltimo, continuar con alguna resistencia; entonces, el sacrificio de mate es, por lo tanto, el mds fuerte dé todos jos sacrificios y consiste en termi- nar la partida en el mismo instante, justificando el més grande empefio de material, No es una cuestién de ganancia de material, sino de forzar el mate, condicién que lo distingue de todos los otros. La nocidn de que el sacrificio de mate es solamente un sacrificio si- mulado, debe extrafiar al es‘udiante, pero es légica suficiente, ya que el sacrificio es ofrecido por un limi- tado y bien definido perfodo de tiempo; el atacante no corre ries- gos, y si no, no obtiene el cardcter de sacrificio verdadero, ‘Propiamente hablando, el atacan- te debe tener gran superioridad en posicién cuando se embarca en un sacrificio de mate. Marcada prepon- derancia en la posicién o en el des- arrollo —a menudo en ambas— es una condicién esencial, Los casos, sin embargo, en que el mate puede forzarse son raros, m4s atin cuando el defensor puede guardarse del ma- te, recurriendo a la pérdida de ma- terial mayor. Pero esto solamente tiene interés académico, Confron- tando la alternativa de «mate o pér- dida de una torre», un jugador in- mutable continuard la partida, Pero todos conocemos la férmula a que a menudo se recurre: «ABANDO- NARz», ya que el mate o la pérdida de material mayor no se puede evitar». 6.° EJEMPLO DEFENSA CARO-KANN Match, 1929 BLANCAS R. Spielmann 1. PAR 2. P4D NEGRAS B, Hoénlinger P3AD P4D 28 3. C3AD PXP 4. CxP CA 5. C3C P3R 6. C3A P4A 7, A3D CA 8. PXP AXP 9. P3TD aoe (Conserva su alfil rey sobre su diagonal atacada, en prevision de ..., C5CD y prepara P4C, creando una diagonal de ataque para el otro alfil.) 9... 0-0 10. 0-0 P3CD 1. P4C AIR 12. A2C D2A? Débil, ya que no previene contra CSR. Es mucho mejor 12. ..., A2C. 13. PSC Cc4TD Lo mejor es 13. ..., CIC y si 14. ASR, D2D! 14. CSR A2C Es preferible 14. ..., C2C seguido de ..., C4A, ete, 15. C4C see (Tratando de ganar la partida rd- pidamente por la ruptura del flanco de rey.) 15... DID Debié jugar 15. ..., D4AD. 16. GR caD Lo justo era 16, .... TIA. La juga- da del texto desprecia las posibili- dades de sacrificio. (Ver diagrama nim. 16) Las blancas en esta posicién se jactan de estar adelantadas y mejor desarrolladas. En verdad, tnicamen- te las piezas menores estén movili- zadas, pero las fuerzas blancas pre- sionan en el ala de rey, mientras las Diagrama nim. 16 piezas negras, algunas son inefectivas y estén mal colocadas, Esto también se aplica particularmente al caballo en 4T, En un sentido puramente posicio- nal, las negras estén muy bien situa- das, adem4s el peon alfil dama de Jas blancas estd retrasado. El ultimo movimiento de las negras es un in- tento prematuro para hacer énfasis sobre sus perspectivas posicionales. Ademés, tendrfan excelentes oportu- nidades si tuvieran tiempo de efec- tuar ..., A3AR; por tal razén, ade- més la posicién no esté fuera de peligros para el primer jugador. ‘Se requiere accién répida y enér- gica, La jugada de las negras 16. ..., C4D? permite a las blancas su opor- tunidad; mientras que ..., A3AR es una continuacién débil, ademas esta parte del tablero se vuelve peligrosa. Asf que las blancas pueden oportu- namente !anzar su mds poderosa pie- za a la lucha, con efecto decisivo. 17. DST! P3C Aparte de este movimiento, tni- camente 17. ..., P3TR y 17. ..., P4A pueden también considerarse, Si17. P3TR; 18. AXPI, RX A; 19, CSA+, PXC; 20. CXP+ segui- do de mate en pocos movimientos més, Si17. P4A; 18. CXP!I, PXC; 19. CxP, C3AR; 20. DSCI, P3C; 21, TRIR, A4A; 22. T6R y ganan, por ejemplo: 22. .... D4D; 23. C6T+, R2C; 24. TXCl, DxD; 25. TXP mate! (Tomar nota de estos ejemplos de sacrificios de mate.) 18. C4CI oo Este sacrificio de mate se inicia con el movimiento de la dama. Es pasivo en el sentido de que puede declinarse, pero asi mismo, causa considerable debilidad al poder de resistencia del enemigo. Diagrama mim. 17 18, ... A3AR La unica defensa contra la jugada 19, C6T ++; 18. ..., P3A, falla con- tra 19. AXPC, PXA; 20. DxP+; 21, CST. La jugada 18. ..., C3AR es comple- tamente refutada por medio de 19. D4T R2C (Gi 19. ..., D4D; 20. CxC+, gana una pieza); 20. CxC, AXC; 21, CST +1, PX C; 22. D5C+, RIT; 23. D6T, etc, 19. CXA+ cxc 019. ..., DXC; 20. AXD, PxD; 21. CxP, el final de la partida lo ganan las blancas. 29 20. D6T No 20. D5R, porque las negras fuerzan el cambio de damas con 20, wey D4DI El éxito del poderoso sacrificio de dama es ahora patente: el alfil de rey de las negras ha desaparecido, por lo tanto, el alfil de las blancas de 2C ha ganado un poder enorme. 20. ... TIA 21. TDID D2R 22. TRIR La continuacién para ganar en el acto es 23. CSA, 22... CIR 23. CSAl — 1Que juegue cualquiera! La idea es que después de 23. .... PCXC; 24. AXP, P3A; 25. AXPR+, RIT; 26. T7D gana. D4A Si 23. ..., D2A, hay un bonito final por medio de 24. AGA! tratando de ganar la dama por medio de 25. C7R+; ni el caballo en 5A, ni el alfil en 6A pueden capturarse; ni 2R de las negras pueden recibir ningiin refuerzo. 24, TSR A4D Después de 24. ..., D2A, las blan- cas ganan de la misma manera. Aho- ra sigue un tipico ejemplo de un activo sacrificio de mate. 25. C7R+1 Abandonan, El ultimo movimiento originé un sacrificio de infiltracién, el cual ve- remos mds adelante con mayores de- talles, Estamos procediendo aauf con un sacrificio simulado. Si las negras capturan el caballo, deben seguir con el sacrificio de mate, asf: 26. DxPT+, RxD; 27. T5T+ (este es lugar de infiltracién para la torre), RIC; 28. T8T mate. 30 7.° EJEMPLO DEFENSA SICILIANA Marienbad, 1925 BLANCAS NEGRAS R. Spielmann Dr. S. Tartakover 1. P4R P4AD 2, C3AR P3R 3. PaD PXP 4. CXP P3TD (Demasiado entretenida, como lo demuestra la réplica de las blancas. Es mejor 4, ..., C3AR, induciendo a jugar 5. C3AD, cuando Ia tensién de las blancas en el centro es menos marcada que en la jugada efectuada,) ’ 5. P4AD! C3AR 6. C3AD D2A 7. P3TDI A2R 8. A2R 0-0 9. 0-0 P3D 10. A3R cD2D 1L. TIA P3CD 12. P4CD A2C 13. P3A TDIA 14, DIR! DIC 15. D2A AID 16. C4T C4R 17, C2C P4D? Las piezas de las negras no estén colocadas favorablemente, para la ruptura del juego que este movi- miento encierra. Lo correcto era A2A, (Ver diagrama num. 18) 18, PRXP PXP 19, CS5AL CcxP 20. CxC PxCc 21, AXPA D&R Una defensa mejor era 21. ..., P4CD; 22. A3D, TXT; 23. TXT, AIA; 24, ASA, AXC; 25. AXA, TIR aunque las blancas ‘continten con la ventaja de los dos alfiles. 22. A3D 23. TXT TxT c4D Diagrama nim. 18 Diagrama nim. 19 24. ASD DSA 25, TIR A3AR 26. AXA PXA? Una resistencia mds prolongada es posible después de 26. ..., CXA, a pesar de la pérdida del peén caballo dama. 27, P3C D2A 27. D4C; 28. P4TR, DAT; 29. ie y las blancas ganan la dama. 28. D2D D6A Las blancas estén mejor por va- rios conceptos: la mala posicién del rey de las negras permite un ataque de mate, el cual pasa a ser el obje- tivo final de un sacrificio. Este sacrificio es parte de las ac- tuules operaciones de mate y sola- mente se efectia en el sentido de ganar el tiempo necesario para eludir e] cambio de damas sin tener que detenerse a defender la torre. (Ver diagrama nim. 19) 29. D6TI DxT+ El Dr. Tartakover siempre atento hacia su pequefia diversién, insiste «sea demostrado». 30. AA 31. D7C mate. TIR Un ejemplo original. 8° EJEMPLO GAMBITO DE DAMA ACEPTADO Carlsbad, 1929 BLANCAS NEGRAS R. Spielmann E. Gritnfeld 1, P4D P4D 2. P4AD P3R 3. C3AD PXP No es un buen camino el aceptar el gambito, ya que pueden conti- nuar con P4R seguido de buen efec- to. (Las biancas tienen un juego mu- cho mds libre.) 4. P4R! P4AD 5. C3A. PXxP 6. CxP P3TD 7. AXP A2D 8. 0-0 C3AD 9. C3Al D2A 10. D2R A3D i. TID oes Previniéndose contra 11. ..., C3A. (Si 11. ..., C3A; 12, TXAl, DXT; 13. PSR, etc.), 31 Diagrama niim. 20 ll. ... CR2R 12. A3R. C§AR 13. CxC AxC 14, P3CR AXxC Con el objeto de cerrar la columna alfil dama, ya que la continuacién TDIA era muy fuerte. C3C 0-0 15. PXA 16. A3C No I6. .... DXP porque 17. A4D. 17. A4D P4Cc? Un plan mal concebido: 17. ..., P4R es también inferior porque 18. A6C, DXA; 19. TXA. Lo mejor es 16, ..., A3A aunque las blancas to- davia tienen mejor partida debido a sus dos alfiles. 18. D3R AJA 19. PATRI D2c? P4C? 1 error Complementado por 17. ..., pero el movimiento es un f 19, ..., P3T es indispensable. ). PST C2R (Ver diagrama nim. 21) Las blancas tienen ahora claramen- te ganada la partida, debido a la 32 Diagrama num. 21 momentanea debilidad de la casilla 2CR de las negras, la cual puede ser adicionalmente atacada por la dama y el peén torre rey; pero la situacién deberd ser explotada en el acto, ya que de otro modo, las negras po- drfan asegurar su posicién, puesto que realmente poseen una superior formacién de peones, En tal sentido, el alfil de las blancas no podrfa mas que igualar. 21. AXPCI aoe Un verdadero tipo de sacrificio de mate activo: las fuerzas deben dar el mate o de lo contrario, ganar el material, ya que en este caso, la resistencia es inefectiva. Otra linea decisiva era 21. DSC, P3A; 22. AXP+, RIT; 23. P6T! (otro sacrificio de mate); pero la continuacién del texto es atin mds fuerte. 22... RXA La aceptacién del sacrificio nos permite forzar el mate, pero no hay método jugable para declinarlo, La continuacién era 22, A6A en lugar de 22. AXT, asf: 21. ..., AXP; 22. AGA, A8T: 23. A5DI, etc. 22. DSC+ cc 23. P6T+ wee RIC; 24. D6A, ataque contra la casilla 2CR de las negras ha per- mitido la victoria, Las negras abandonan. 9.° EJEMPLO DEFENSA FRANCESA Magdeburgo, 1927 BLANCAS NEGRAS R. Spielmann —_-R, L’Hermet 1. PAR P3R 2: PaD P4aD 3. C2D PxP 4. CxP c2D 5. CAR CR3A 6. CxC+ cxc 7, A3D P3TR? Preparando ..., A3D, pero ambos movimientos son débiles, (Las negras prevén ASC, pero esto crea un ob- jetivo subsecuente para las blancas que es P4CR-5), Probablemente sea mejor la jugada de Rubinstein P3CD. 8. DIR A3D? 9. A2D 0-0 Se empefia en enrocar en el otro flanco, 10. 0-9-0 A2D 11. CSR P4A 12. PxP = (Ver diagrama ném, 22) 12. ... AxC Las negras han perdido la parti- da, Si 12. ..., AXP; 13. P4CRI, et- cétera, (La anterior 7. .... P3TR? es bueno recordarla.) 13, DXA A3ZA 14. A4AR D2R 15. D4D! TRID 16. A6D DIR 17. TRIC P3CD 18. DITR PxP 19. ASR! aoe Diagrama mim, 22 Mucho més fuerte que mantener el peén adelantado, ID... D2R? Si hubiera continuado con 19, ..., 2D. 20. PACR PSA Esperando debilitar el ataque por medio de los cambios de torres. 21. PSCI c2p 21. ..., PXA; 22. PXC es deses- perado para las negras, asi como 21. + PXP; 22, DX PC. C2T es refutado por 22. XA; 23. P6C+ ganando la AxC, dama. (Ver diagrama nim. 23) Estd claro que de un solo vistazo se puede decir que esta posicién po- siblemente sea ganada por las blan- cas, pero sus dos alfiles estén com- prometidos por lo que se impone una resolucién rdpida, Habfa varias jugadas, pero indudablemente la que se efectué era la mejor. 22, DXPT! La jugada 22. AXPC, también 33 Diagrama mim. 23 conduce a un mate por sacrificio; ademds, gana mds raépidamente la partida; también 22, A7TR+, RIA; 23, AXP+; pero el sacrificio del texto esté basado en una idea defi- nida y probablemente la de mayor fuerza. El mate puede ser tratado de dos maneras y no hay medio de de- clinar el ofrecimiento. 22... PxD 23, PXP+ RIA 24, T8C+1 on El comod{n, E! mate en las dos siguientes: 24. .... RxXT; 25. P7T+, RIA; 26. P8T (D o T) mate. ‘Las negras abandonan. Aquf concluyen nuestras explica- eaves sobre los sacrificios simula- los, ‘Antes de seguir adelante, permf{- tanme una pausa para un breve resu- men. Los sacrificios simulados son combinaciones transitorias y deben calcularse anticipadamente desde el primero hasta el ultimo movimiento. Los sacrificios posicionales ayu- dan en forma abstracta y benéfica (mejorando la posicién); los sacrifi- cios para ganar y de mate tienen ob- jetivos concretos (captura de mate- tial o mate), Los sacrificios posicionales operan 4 al principio de Ja lucha, por regia general en la apertura c en ei des- arrollo del medio juego. Los sacrificios para ganar forman la Ifmea de demarcacién entre las partes creativas y técnicas de una partida; aparecen hasta en el final de la contienda. Los sacrificios de mate son com- binaciones conclusivas y forman el climax, tal como sucede en el estado final de una partida de ajedrez. El jugador con los sacrificios posi- cionaies se plantea por sf mismo la tarea —no por medios irrevocables— de transformar una posible y peque- ffsima ventaja, en una victoria. A Menudo son acompafiados por un creciente niimero de problemas di- ficiles que deben resolverse. Los sacrificios para ganar facilitan grandemente los problemas del juga- dor, ya que por ellos se decide el éxito e imponen la responsabilidad de seguir la lucha de determinada manera. Las combinaciones de mate, mar- can el punto final de nuestras labo- res y conclusién de nuestra tarea. Cualquier tipo de sacrificio, es po- sible inicamente cuando el adversa- rio comete errores; pero esto no quiere decir que al error necesaria- mente deba seguir inmediatamente el sacrificio. Algunas veces, a un sa- crificio posicional se anteponen lige- cas omisiones; asf que, un error de bulto, dard lugar a un sacrificio para ganar o a uno de mate, Claramente debemos dejar esta- blecido que tinicamente ciertos tipos de errores se pueden explotar por medio de un sacrificio, También ha- cemos constar, que un numero de- terminado de pequefias faltas pueden por ultimo, producir el mismo efecto que un grave error. Frecuentemente, un error sola- mente siministra la premisa para un sacrificio que deber4 efectuarse en el estado final. En este sentido, atin pequefias omisiones pueden en cier- tas circunstancias, permitir un sacri- ficio de mate. LOS SACRIFICIOS VERDADEROS En determinadas ocasiones, la fa- cultad de convertir la energia en materia y reciprocamente, constituye una de Jas mds hermosas caracteris- ticas del ajedrez, lo que revela tal vez, el secreto de su fascinacién. La pregunta: 1Cémo podemos con- vertir favorablemente la materia en energia? ocurre por regla general al principio de la partida; la conver- sién se obtiene en la ultima fase de la misma, Ahora estamos interesados en la transformacién de la materia en energfa, el sacrificio de material con el objeto de obtener ventajas dindmicas. Los sacrificios del primer grupo estén basados sobre tal sustancial superioridad dindmica, ya que la con- versién de materia en poder es se- guida por la conversién forzada de poder en materia. Esto es lo que también ocurre con los sacrificios de mate, que se relaciona con la cues- tin de subyugar al rey adversario. Ahora nos vamos a referir a los sacrificios verdaderos, aquéllos que se caracterizan por el elemento ries- go. Aunque el beneficio concreto pueda preestablecerse con cierto gra- do de probabilidad, no puede deter- minarse con absoluta seguridad. Los sacrificios verdaderos, en con- traste con los sacrificios simulados, no son combinaciones en un sentido ordinario, sino més bien combina- ciones con el factor tiempo. La posibilidad de éxito no estd necesariamente basado solamente en el juicio posicional, tal vez dependa de varias circunstancias extrafias. Es posible por ejemplo, permitir a un oponente fallas individuales: jugar psicolégicamente. O uno puede espe- cular con las dificultades de su tiem- po, haciendo una jugada de diver- sién, Consideradas en este aspecto, muchas combinaciones pueden de- terminarse correctamente en un am- plio sentido, ademas no se pueden analizar en el contenido de los sub- secuentes ejemplos. Debemos distin- guir entre la solidez tedrica y prde- tica, La critica, por supuesto, es muy rara en una posicién dada, debido al peso de estos importantes facto- res, Por lo general, son los jugadores, por sf mismos, los que pueden dar informacién sobre estos asuntos. Otro argumento mds en apoyo de mi decision de dar mis propias partidas como ilustraciones. SACRIFICIOS DE DESARROLLO Los més sencillos de los sacrificios verdaderos son los de desarrollo. El material cedido consiste comiin- mente en uno 0 dos peones, en raras ocasiones tres, una pieza o dos. El objeto es adelantarse al desarrollo del adversario, Un propésito més de- finido, o cualquier intencién para recuperar el material cedido, no per- mite recobrar el tiempo, El argumen- to es: «Si estoy adelantado en el des- arrollo, las oportunidades favorables de ataque, Hegarin por sf solas.» Los sacrificios de desarrollo ocu- tren naturalmente, en Ja apertura o al principio del medio juego, que es la parte de la partida de ajedrez en que los jugadores luchan por un me- jor desarrollo, Estamos familiariza- dos con muchos de tales sacrificios, que son la caracterfstica de los gam- 35 bitos en las aperturas, Estamos tam- bién familiarizados con la regla que los afecta, 0 sea que tres movimien- tos de desarrollo son aproximada- mente equivalentes a un pedn. Esto tal vez se acerque a la verdad, pero propiamente hablando, tinicamente se aplica a las posiciones abiertas. Inclusive en las partidas en que no hay oportunidad inmediata de abrir columnas, es imperativo mantenerse de manera circunspecta cuando se trata de sacrificios de desarrollo, Un punto que hay que tomar siempre en cuenta es si las formaciones de peo- nes son moviles o fijas. La situacién en el centro del tablero, a este efec- to, serd siempre un factor importan- te. Un centro numéricamente supe- rior en peones, es mejor o por lo menos igual, al desarrollo de las pie- zas, pues ofrece favorables oportuni- dades de ataque porque facilitan la apertura de columnas. Deseo Ilamar la atencién con res- pecto a este tipo de centro el cual es fundamentalmente débil a pesar de su fuerza numérica, por que ca- rece del apoyo esencial de las piezas, El hecho que este «fuerte» centro sea actualmente considerado como una debilidad, no fue propiamente apreciado por los mas antiguos maes- tros, quienes fueron aventajados en la lucha de los «cldsicos versus mo- dernos». Recapitulando: con respecto a los sacrificios de desarrollo, que real- mente se verifican con el objeto de obtener un desarrollo mds rdpido y no una formacién central fuerte —es natural que ayuda de manera favora- ble a ello, pero no de modo esencial, no son por sf mismos su finalidad. Los dos ejemplos siguientes ilus- tran los sacrificios de desarrollo, tal como ocurren frecuentemente en la prdctica del juego. Las partidas no son por si mismas de mucho valor ajedrecfstico, pero tomamos en cuen- ta que no es esto el objeto de este libro. Pero si muestran claramente la clase particular de sacrificios que menciono, y con ello habré logrado mi objeto. 36 10.° EJEMPLO RUY LOPEZ Scheveningen, 1905 BLANCAS NEGRAS G. Schories R. Spielmann 1, PAR PAR 2. C3AR C3AD 3. ASC P3TD 4. AMT CA 5. 0-0 CcxP 6. PaD P4CcD 7. A3C P4D 8. PXP A3R [Spielmann era aficionado a esta defensa debido a su estilo. En el ejemplo 33 tendremos otra partida con esta defensa.) 9. P3A A4AD 10. P4TD P5C H. D2R 00 12, A2ZA oa Diagrama nim. 24 El caballo de las negras estd atacado dos veces. Este caballo se puede apoyar por medio de 2! JA; ademés, el ataque no es de temer porque 13. CD2D? es refutado por 13. .... CxXPAD! y 13. C5C se puede contestar satisfactoriamente con 13. CxC; 14. AXA, C3R seguido por vy PSD. De aqui que las blancas tengan que contestar a 12. ..., A4A; con 13, A3R y obtengan més o me- nos un juego equilibrado. Es claro, por consiguiente, que las negras pueden defender la posicién de manera corriente y segura. To- davia la posicién parece apropiada para el sacrificio de un peén, porque si las blancas capturan dos veces en 4R, pierden tiempo, cediendo su mejor pieza de ataque (el alfil de rey), exponen su dema y dejan a su oponente con dos alfiles. Adicional- mente, las negras en la posicién del diagrama, se han adelantado un tiem- po, ademds de tener comparativa- mente mejor posicién en la forma- cién de peones, que las blancas. Consideremos qué pasarfa si fue- ran las blancas las que les tocara efectuar el movimiento y decidieran poner en prdctica la siguiente va- riante: 13. AXC, Px A; 14. DX PR, A4D; 15. D2R, AXC y ahora, si las blancas desean conservar su pedn ex- tra, deben dividir su flanco de rey con 16, PXA, y cualquiera que sea Ja posicién resultante, es envidiable. A todo esto, las negras tienen un movimiento de ventaja, lo cual pa- rece plausible para ellas desatender el desarrollo y continuar elaborando su posicién; tal vez en tal sentido, con el objeto de ganar un peén, las blancas tendrin que abrir una co- lumna para las torres de las negras. Por consiguiente, estamos en el ca- mino apropiado. 12. ... P4A Ahora las blancas confrontan un problema dificil: permitir la consoli- dacion de la posicién de las negras en 5R. y con ello admitir que su mo- vimiento 12, A2A era defectuoso, 0 también que el peén efectte su ex- pedicion ganadora; como quiera que sea, retrasardn su propio desarrollo y facilitardn el de su oponente. 13. PXP ap. De este modo, las blancas deciden aceptar la oferta. Se deben haber in- fluenciado en esta decisién, por el hecho de.que tranquilemente conti- nuarfan con 13, A3R. Unicamente consideraron la alternativa de equi- librio. También falla la confidente inspiracién. La secuela debié ser: 13, , AXA; 14. DXA, P5A; 15, D3D, 4A; ¢ 15. D2R, ASC. En todo caso, las blancas estan lejos de alcanzar una satisfaccién. 13... DxP Las negras estin espléndidamente desarrolladas y deben obtener un fuerte ataque, con el procedimiento adoptado, 14. AXC Las blancas deben aceptar el sa: ficio, como una cortinuacién apaci- ble (14. A3R, A3D), dejar a las ne- gras con la ventaja y no arriesgarse, 14... PXA 15. DXPR A6C Protegiendo el caballo negro, se previenen de que la dama de las blancas alcance su casilla 2AD y también previenen un posible D4A + en ultima instancia. Las negras han asegurado una muy prometedora y amenazante partida, que sin embar- go, todavia tienen que ganar. Diagrama mim, 25 37 16, P4A? ae Este es el momento en que prin- cipia !a lucha entre el numéricamen- te superior flanco y el mejor des- arrolic de ias fuerzas, el defeasor (las blancas) comete un error que claramente cede ¢l camino al ata- cante de manera favorable. «Enton- ces» muchos dirdn «esta es una po- bre partida, y de poco empleo como ejemplo». {Todo lo contrario! La partida es una buena ilustracién pre- cisamente debido al error que con- tiene. Porque es un error tipico. La practica del ajedrez evidencia que los errores ocurren més frecuen- temente en la defensa que en el ata- que. Este es particularmente el caso cuando el defensor tiene que resol- ver problemas poco comunes. En esta partida el problema poco comin es que no solamente Ja falta de des- arrollo es necesario remediar, sino que el material de ventaja es conser- vado por las negras. No seria satis- factori> obtener un desarrollo expe- dito devoiviéndoles ei peda, puesto que las negras todavia conservan sus dos alfiles, Ademas, la tarea no sola- mente era insuperable, sino que era ciertamente de dificultades extremas. Siempre es necesario tomar en cuenta sobre el tablero, especialmen- te cuando se efectian movimientos de ataque, su efecto moral sobre el contrario, pues juega un rol impor- tante. Este hecho nos lo ensefia la experiencia, y es patticularmente su- til, después de un sacrificio, Las razones son tanto técnicas como osi- coldgicas. Las tropas del atacante estén bien desplegadas para la bata- Ia, el comandante tiene gran libertad en espacio, puede evar a cabo pe- quefios cambios en los mandos y en las tdcticas adoptadas, y en conse- cuencia, ademds del objeto princi- pal, puede proseguir toda clase de esquemas secundarios, El! defensor est4 limitado a ver a través de los planes de su oponente y a menudo \inicamente puede suponer sus pro- pésitos. A lo mejor descubre una brecha en el frente enemigo. Esta 38 labor requiere mayor cuidado anti- cipado en la defensa y més en el ata- que, ya que esto permite debilitar el poder de resistencia: del enemigo, ya sea que el problema se vuelva dificil © se haya perdido la fe en la posi- ciéa, En la posicién del diagrama, las blancas trataron de desarrollarse con A3R y CD2D. También en este caso las negras mantienen el ataque asf: 16. A3R, TDIR; 17. D3D, A3D; 18. CD2D, C4R; si ahora 19. DxP CxC+; 20. CXC, AXP+ y la da- ma_de las blancas estd perdida. Ei movimiento del texto (16. P4A?) se debid a un demasiado am- bicioso propésito de impedir la en- trada y eventualmente, ganar el al- fil de damz de las negras, 16. ... D3D Este movimiento impide la conti- nuacién 17. DSD+ y 17, D3D, al mismo tiempo que prepara un ataque en la columna del pe6n alfi! dama, y demuestra que las blancas tienen la intencién de cambiar los alfiles: 17. A3R, TDIR; 18, AXA, DXA, etc. Las blancas, sin embargo, elegirian esta variante, devolviendo el peén y cambiando las damas por medio de 19, DSD-+, con el objeto de buscar posibles chances de salvacién en el final de la partida. 17. CD2D? 18, DIC TDIR Ahora ei alfil de dama de las ne- gras estd finalmente atrapado; pero las blancas caen en la cuenta de que nunca tendrén la oportunidad de capturar al prisionero. Sin embargo, el movimiento 18. D5D+ atin no les proporciona mayor cosa: 18. ..., DxD; 19. PXD, AXPD; y las ne- gras con su desarrollo excelente, sus dos alfiles y mayorfa de peones en el flanco de dama, tienen claramen- te ganada la partida. 18... CSD! iPrincipia el asalto finall (Al efec- tuar el movimiento 16. P4AD? las Dlancas se percataron de que esta- ba sumamente débil su casilla 4D). Entre tanto, ya esta listo un sa- crificio simulado, asi: 19. CxC, DxC; 20. CxA, DXP+! seguido de mate. Esta posibilidad requiere un intrincado cdlculo con un des- arrollo muy superior, tales variantes ocurren casi por si mismas. El mo- vimiento del texto también es con el objeto de ganar una pieza por medio de 19, ..., A7A y 20. ..., P6C. Las blancas estén perdidas y lo que sigue es desesperacion. 19. C4R. cxc+ 20. PxC D3C+ 21. RIT TXP! Un sacrificio de mate: si 22. CX A, A7A; 23. D2T, TXP con mate for- zado. 22, TIR TxP 23. ASC D4T 24, C6A+ PXxC 25. TXT+ R2A Abandonan 11° EJEMPLO GAMBITO DE DAMA DECLINADO Ostende, 1906 BLANCAS NEGRAS Dr. O. S. Bernstein R. Spielmann 1. PaD P4D 2. PAAD BBR 3. C3AD P4AD 4. PAXP PRXP 5. PXP = (Mucho mds fuerte es la siguiente linea iniroducida por Schlechter y Rubinstein: 5. C3A, C3AD; 6. P3CR. seguido por 7. A2C.) a PSD 4T AXP 7. CXA D4T+ 8 D2D? soe Un plan desafortunado. El pedn dama de las negras, sobre el que las blancas desean concentrarse, es miny fuerte y sin objeto para el’ ataque. Lo indicado era 8, A2D. B.. DxCc 9. PACD DIC 10, A2C C3AD ll. P3TD A3R 12, CIA TID 13, DSC? wee Las blancas se desarrollarian con P3R o P3CR, etc. El movimiento de la dama es demasiado laborioso. Diagrama mim. 26 & La situacién de las blancas es des- favorable. El peon dama de las ne- gras ejerce presién sobre el juego de las blancas y no puede ser elimina- do. La incursién de la dama en el flanco de rey sin desarrol!-». fue eje~ cutada para ganar tier. y se jus- tificarfa si obtiene su objetivo ple- namente, tPero es razonablemente posible impedir los perfectos planes de las negras con medios anormales? {Es demasiado improbable! Aqu{f habria que hacerse la pregunta siguiente: UQué harfan las blancas si se les per- mitiera la captura del peén caballo rey? (siendo esta la continuacién puesto que esperan ganar tiempo). a mi 39 Y cuando este problema haya sido resuelto, no por el pedn, sino por la torre de rey que esta también amenazada y que tiene que ser de- fendida. He aguf el sacrificio de des- arrollo: 13... C3AL 14. DxP? aes Era mejor jugar para el cambio de damas por medio de 14. D5AD; el final que segufa se podfa sostener. El movimiento del texto es conve- niente, pero temerario. 14... R2R El sacrificio de vindicacién esta listo: las negras tienen un terrori- fico adelanto en el desarrollo. A la mitad del camino con juego apro- piado, deben obtener un violento ataque antes que las blancas puedan recuperar el tiempo perdido. Es fa- cil comprender que el flanco de da- ma de las blancas ofrece una presa también facil. De hecho 15. .... CxP es la continuacién que explica el siguiente movimiento de las blan- cas, 15. D6T TRIC 16. TID PaT Diagrama nim, 27 Ahora el ataque ganador conti- nuard muchisimo mas facil. Hay uno o dos puntos, e igualmente varias Ifneas a escoger. Ambas pruebani la marcada superioridad de las negras. 17. D2D C5R 18. D2A P4A 19. PXP DXxP+ 20. C2D C4R 21, AIA T3D 22, P3A C6A 23. P3C T3CD 24, R2A TIAD Ahora la cama de las blancas, la cual no tiene casilla favorable, esta bajo la amenaza de una descubierta (25, ..., CSR+). Es evidente, que las negras no se contentardn con la ganancia de material. 25, RIC De un vistazo nos percatamos que no hay nada que hacer, ya que las blancas sufren una desastrosa pérdi- da de material. 25. ... CxXPR+ Las blancas abandonan. En estos dos ejemplos, fueron los oponentes realmente, quienes res- pectivamente, se apoderaron de la iniciativa y por lo tanto, crearon la oportunidad de un contra-sacrificio de desarrollo. Ademés, este curso de hechos es tipico en su clase, el cual se observa frecuentemente, en otros bien conocidos gambitos. De esto se deduce, que hay que observar la mayor circunspeccion an- tes de aventurarse en un ataque de peones o piezas, cuando el propio desarrollo estd todavia incompleto. Ademds, es esencial por lo tanto, comprobar si tales ataques brindaran 0 no al oponente, una oportunidad de hacer un sacrificio. Si el defensor en cualquier mo- mento se encuentra en una posicién favorable para desorganizar el ata- que, o defenderse haciendo un mo- vimiento de desarrollo o ataque, el atacante original se encontrard en pavorosa incertidumbre. Deben ad- mitir ambos que su ataque fue mal concebido y solamente permitié ¢ér- dida de tiempo, o contra su volun- tad (para después de todo, pensar atacar) entregarse a una defensa aburrida, Los ejemplos 10 y 11 ilus- tran este punto. En uno, Schories juega 12, A2A, esperando mantener ocupado a su oponente, pero es frus- trado en su intento por medio de un sacrificio; en el otro, Bernstein tiene una similar experiencia des- pués del errado intento de ganar un tiempo por medio de 13. D5C. SACRIFICIOS OBSTRUCTIVOS Tal como se menciona en la intro- duccién, estos sacrificios son seme- jantes a los sacrificios de desarro- Mo, Ademds ambos tienen el mismo objetivo: lograr adelantarse al des- arrollo del oponente. Pero los ca- minos y medios respectivos son ferentes. Por medio del sacrificio obstructivo, el atacante intenta in- terrumpir el desarrollo del adversa- tio. Por lo tanto, demanda mayor accién que el simple sacrificio de desarrollo. El atacante no debe simplemente depender de estas cosas, por ejem- plo, sea que el oponente capture o no el peén ofrecido, debe por el contrario. forzarlo a ello, De allf que los sacrificios obstructivos son siem- pre activos: no pueden declinarse sin desventaja, Por regla general, el material ofrecido en sacrificio debe tener compensacién -y no va més allé de un pedn, y de Ia cual hay que estar seguros. He aqui verdaderamente una im- portante diferencia entre el sacrifi- cio de desarrollo y el obstructivo, En cuanto al primero, si en el curso de fos acontecimientos, el atacante con- timia su desarrollo y se preocupa muy poco del ataque sobre sus pro- pios peones, Si el oponente captura el material ofrecido, pierde tiempo. El atacante basa sus cdlculos en este hecho, Por otra parte, en el caso del sa- crificio obstructivo, el atacante no solamente cede material, sino que pierde tiempo si es necesario. Su propio desarrollo se beneficia, no in- mediatamente después del sacrificio, ya que por el momento ha dismi- auido el ntimero de sus fuerzas que se encuentran empefiadas en la lu- cha, sino mas adelante. De donde se deduce, que un sacrificio obstructi- vo puede ser solamente una propo- sicion, donde el objetivo se alcanza con un minimo de riesgo. Las posi- ciones de problema se producen en algunas ocasiones, pero més bien son excepcionales, Por regla general, el sacrificio obstructivo tendrd que ser de tal na- turaleza que su efecto se produzca principalmente en el centro. Ya que el centro es el punto de convergen- cia de todas Jas Ifneas de desarrollo y cualquier obstruccién ocasionada alli, deboré atenderse primordial- mente. 12.° EJEMPLO DEFENSA ALEKHINE Match, 1933 BLANCAS NEGRAS R. Spielmann S, Landau 1, PAR C3AR 2. C3AD PaD Es mejor en mi opinién, entrar en la Partida Vienesa con 2. .... P4R. 3. PSR CR2D Después de 3. ..., P5D (0 3. CSR); 4. CD2RI, prefiero la posicién de las blancas. En esta posicién las negras pue- den entrar en una favorable variante de la Defensa Francesa, jugando 4. , P3R. En tal caso, el caballo de las blancas en 3AD estarfa pobre- mente colocado, pues bloquea el 41 pedn alfil dama, que ldgicamente de- be avanzar a 3AD, Las biancas pueden evitar esta va- riante pot medio de 4, CXP, pero entonces 4, .... CXP da una partida igual. Por consiguiente, el siguiente sacrificio permite a las blancas man- tener la iniciativa apropiada, 4, PERE iEl sacrificio obstructivo en su mas sencilla forma familiar! Las blancas ofrecen un pedn y también un tiempo. El tiempo, sin embargo, es cedido por un instante, pues las negras estén obligadas a aceptarlo y también a perder tiempo. El peén de las negras esté bloquea- do por el de ias blancas, que ocupa la casilla 6R. Lo primero es que obs- taculiza a las negras la consolidacién de su posicién, ya que no podrén ju- gar P3R. En principio esto favorece el ataque. Ademias, est4 obstaculi- zando el desarrollo de la dama y el de ambos alfiles de las negras, pues estén entrampados y por la ausencia de un peén en ZAR, el radio de ac- cién del caballo es mds débil. Adi- cionalmente, el pedn extra es por si mismo una debilidad estando retra- sado en una columna abierta, En estas circunstancias, atin to- mando en cuenta que las negras tra- tardén de conservar su peén, Jas blan- cas consecuentemente procederdn ininterrumpidamente con su desarro- llo; por lo tanto, las negras conti- nuaran con grandes dificultades para poner en juego sus piezas. De aqui, que sea prometedor el sacrificio. (Ver diagrama mim, 28) Aes 5. PAD PXP C3AR Después de este movimiento, el desarrollo de las negras pronto Ie- gard a un estado muerto, esto es con respecto al desarrollo de los alfiles, no de los caballos, en lo que concier- ne a ellos. A este fin, el contra-sacri- ficio 5. ..., P4R, era lo indicado, tan- a2 Diagrama nim. 28 rk tes oe oy eo to que si 6. PXP (no 6. CxP, PXP; 7. DxP?, C3C! seguido por ..., P3A ganando una pieza), P3R con una defensa mucho menos costosa, 6. C3A P4A La pérdida estd préxima. El con- tra-sacrificio del pedn aifil dama es inefectivo porque no golpea la rafz del asunto, los golpes de los alfiles. El plan de avanzar ..., P4R, era mas seguro, y prdcticamente mds ambi- cioso. 7. PXP C3A También aqui igualmente se pier- de un peén, ..., P4R, seguido por », P3R, era el mejor camino, 8. ASCD! aoe Obstruye permanentemente el avance ..., P4R, y sélo esto es su- ficiente para asegurar una ventaja decisiva, 8... A2D 9. 0-0 D2A 10. TIR P3TR El peon en 3R no es solamente una obstruccién, sino el principio de una gran debilidad. Las negras debieron continuar con 10, C5C. Ik, AXC PXA 12. CSR P4C 13. D3D TRIC El sacrificio de la calidad por me- dio de 13. ..., 0-0-0 era preferibie, el movimiento ..., 0-0-0 posibilita una larga resistencia, 14, PACD A2C 15. D6C+ RID 16. D7A ove La continuacién 17, CxXA y 18. TxP, da principio a la cosecha. An- ticipdndose a esto, las negras tratan de efectuar una contra-combinacién que prueba ser de poca solidez. 16. ... AIR 17. DXP TIAR 18. PSC CSR Ultima esperanza de las negras, 18. sy C5C, es refutada por 19, CxP! El’ movimiento del texto es muy fuerte. Diagrama mim. 29 19. TXCl PXT Nada se gana con 19. .... AxC; 20. Tx A, T3A, lo cual falla debido a 21. TXP+l. 20. A4Al ef El momento del sacrificio. Am- bos sacrificios se revelan por sf mis- mos como intrincades sacrificios de infiltracién, La columpa de dama fue abierta con ganancia de tiempo y ahora Ja primera fila esta libre. No hay defensa contra a proxima inter- vencién de ia torre de dama. Bw ... AxC 2. AXA D2D 22. TID PXP 23. TXD+ wee (Era mds fuerte ain 23, P6A!) 23... AXT 24. DXP TRIC 25. P6A AIR 26. CxPC Abandonan Las consecuencias del sacrificio obstructivo se muestran particular- mente claras en esta partida. A la vez las blancas encerraron a su opo- nente con P6R, su tarea inmediata consistié en mantener dicho blequeo y efectuar movimientos de desarrollo normal. En este sentido, sus piezas se desarrollaron automdticameate con eficacia superior. Dadas estas circunstancias, la desesperacién del segundo jugador apresuré la deci- sién, Los errores fundamentales de las negras son debidos al hecho de no atender el bloqueo central, pues si hubiera sido necesario emplear medios violentos (contra-sacrificio sv PAR). En consecuencia, sus fuer- Zas permanecieron dispersas y no pudieron oponerse al concentrado asalto del enemigo. 13.9 EJEMPLO GAMBITO DE DAMA ACEPTADO Viena, 1933 BLANCAS NEGRAS R, Spielmann —_—-B. Hnlinger 1, PAR P3AD 2. PAD P4D 3. PXP. PxP 4.-P4aD C3AR a 5. C3AD P3R 6. C3A, PXxP 7. AXP A2R 8. 0-0 0-0 9. AGA P3TD +» CD2D es mejor. 10. P5DI PXP ll. CxXP cxc 12, AXCR c2D 13. D2Al aH Evitando el cambio de damas. 13... D4T Es mejor 13. ..., C3A y 14. ..., ASCR. 14. A3CD C4A 15. TDIR ae Con el objeto de contestar 15. CxA con 16, TXA! IS... DID 16. TID D3C 17, A5CI AXA Ademas 17. A3D; 18. A3R!, etcétera.; o 17, CX A?; 18. AXA. 18 CxXA P3C El ataque de las blancas parece disminuir, asf como los movimientos de liberacién ..., CxA y ..., A4A aparentemente no pueden prevenir- se, pero el desarrollo de las negras no estd todavia completo y un pe- queiio sacrificio de las fuerzas blan- cas es el camino, (Ver diagrama nim. 30) 19, AXP+ TXA 20. CxT RxC 21, TSD! oe El punto de la combinacién. El caballo atacado debe retirarse ya sea a 2D 0 3R. De todas maneras es ame- nazado por el alfil, el cual obstruye ala torre, tanto que las blancas pue- 4 Diagrama nim. 30 den atacar al indefenso rey con gran poder. La captura en 7AR se revela como un sacrificio obstructivo. El sacrificio es pequefio cuantitativa- mente con relacién a torre y peén por alfil y caballo, que equivalen ma- temdticamente hablando, a solamen- te la pérdida de la mitad de un peén (ver la seccién sobre «Valuacién de los Sacrificios»). Pero en otro sentido, siendo igua- les las dos piezas, indudablemente son més fuertes, especialmente cuan- do la mayor parte de las piezas per- manecen en el tablero. El caballo y el alfil son mejores para el ataque que la torre y el peén; y por el mo- mento el pedn no cuenta. 21... GR Después de 21, ..., C2D las blan- cas pueden elegir entre 22, D4A y 22, TRID. 22. TRID DIA Las negras no tienen movimiento satisfactorio. Los movimientos del caballo son contestados con 23, T8D, etcétera, PACD DSR 23. DIC 24. T6ED Diagrama nim. 31 25. D3A! En previsién del desarrollo enemi- go, es el atacante el que tiene una importante tarea después de un sa- crificio obstructivo. El movimiento del texto previene contra 29. ..., A2C, al cual se contesta con 26. P3A ganando una pieza. Incidental- mente se puede efectuar 26. D8R, etcétera. 25. ... R2R 26, D8T Pac oO 26. DxP+; 27. RxD, A2C+: 28. RIA, TXD; 29, T7D+ y 30. TxA. 27. P3A D3C 28. TED! te Las negras todavia no tienen la oportunidad de terminar su desarro- llo y estan indefensas contra el asal- to adversario, Si ahora 28, .... CXT; 29. DxXC+, R2A; 30. DSD+ y 31. DxT. 28. ... D7A 29. T8R+ R2A 30. D8C+ R3A 3), TIR 7 Una falta a la estética. En este mo- mento, las blancas podian haber anunciado mate en cinco, princi- piando con 31, T8A+. Bie D3A 32. PATR P3T Si 32. ..., PXP; 33, P4A conti- nuando con 34, TIRXC+, etc. 33, PST Abandonaa En esta partida, el segundo juga- dor adopté desesperadamente medi- das inadecuadas, Seguramente se en- contré indefenso, y la cuestién de igualdad estaba en la balanza. La repentina introduccién del sacrifi- cio desbaraté sus planes y decidié el éxito, 142 EJEMPLO DEFENSA INDIA DE REY Match 1932 BLANCAS NEGRAS R. Spielmann _—E._Bogoljubow . Pa C3AR 2. P4AD P3CR 3. P3A PIA 4. PSD . La jugada 4. PXP seguida de 5. P4R es igualmente buena. 4... P3D 5. PAR P4R 6. A3D C4aT 7. C2R P4A 8. AIR PSA 9. AZAR P4CR 10. P4CR C3AR ll, P4TR PxP 12, AXPT P4TR Bogoljugow tuvo ganada esta par- tida y la oportunidad de ganar el match. Sin embargo, se arriesgé ex- cesivamente en su juego. 13. PSC C2T? La jugada 13. su disposicién. «+ CIC estaba a 45 Esta posicién es mds bien resul- tante de una apertura no comin. Su apariencia particular inmediata es que ambos bandos han hecho mu- chos movimientos con la mayor parte de peones, especialmente el segundo jugador, quién ha desarrollado tni- camente una pieza, jEl caballo de rey, después de trece movimientos! En compensacién a esto, gana un pen, ya que ahora el peén caballo rey no puede sostenerse por mucho tiempo. Diagrama nim. 32 Las blancas probablemente puedan sobreponerse a esta pérdida, si con- tintan fortaleciéndose con C2D, D2A, 0-0-0, completando su desarro- ilo. El factor de la mala situacién reside en que la posicién en conjun to parece como una barricada: el Hlanco de rey en su parte extrema, no es suficiente buena base para un ataque con éxito, Las blancas sin embargo, piensan algo mejor y lan- zan un no comin sacrificio obstruc- tivo de acuerdo con el cardcter de la posicién, 14, CxP! 15. PSR PxC A2R Las negras no deben capturar el peén rey: pues 15. ..., PXP; 16. AXC+, R2D; 17. C3A y ahora hay 46 dos continuaciones, las cuales no pueden evitarse: a) 18. AXC, TX A; 19, P6C, T2R; 20. P6D, etc. y b) 18. D4T+, R2A; 19, C5C+, ete, Notar que 17. ..., D4T, revive el tratamien- to 18. D2A, ganando el caballo rey. 16. P6R! El verdadero propésito del sacri- ficio. Después de este, todo el flanco de dama de las fuerzas negras, que- dard paralizado por largo tiempo. Al mismo tiempo, las blancas com- pletardn su desarrollo, y estardn en condiciones de lanzar un ataque vio- lento contra la mala situacién del rey. Diagrama nim. 33 Wy, & yyy Vi eg veg 2 Por numerosos andlisis anteriores, hemos establecido que la apariencia general de esta posicién era correc- ta: en todos los casos, el resultado fue favorable a las blancas. El ata- cante cediéd una pieza entera —su peon caballo se perdié— con el ob- jeto de obstruir el desarrollo del oponente, Este es, por supuesto, un caso excepcional. Distinto fue lo que sucedié en el ejemplo 12.°, el peén defendido pro- porcioné el bloqueo, en este caso, el peén rey del atacante estaba muy bien defendido y apoyado. Este tipo de obstruccién es mas facil de rea- lizar. La posicién defensiva del rey era tan insegura que habfa pocas es- peranzas para un contraataque con éxito, que podria significar la aper- tura de columnas y solamente esto serfa la ventaja dei atacante. 16... AXPC , CXP, lo que era tam- lé en los movimientos pre- vios. Lo cual no alteraria la situa- cién general, la continuacién 17, ..., CxP-+ es confortablemente contes- tado por medio de 17, C2D. 17, AZAR A3ZA La alternativa es 17. D2R; 18. D2R, C2D; 19. A6C+, RID; 20. PxC, AXP; con el objeto de obte- ner mas espacio. Pero después de 21. A4R, las blancas tienen una excelen- te partida. 18. A6C+ R2R Es ua poco mejor 18. ..., Cac RIA. 19. C2D Capturar inmediatamente en 7C es fatal: 19. ..., AX PC; 20, DIC, AXT; 21, DXA, C3A; 22. A4T, seguido eventualmente por C4R y ganan —o 20. ...., A3A; 21. AXC, AXT; 22. A4T+, A3ZA; 23. AXA+, RXA; 24, DSA+ y mate en dos. 13T DIC 20. D2A 21, 0-0-0 Sin la participacién de las piezas del flanco de dama, la defensa esta inerme. Después de 21. ..., C2D; 22. P4C, PXP; se podfa haber luchado un poco més allf, 22. ASA OT Aqutf 22. ..., C2D es probablemen- te inferior, asf como después de 23. PXC, el rey no puede recapturar. 23. TDIC DIT 24, A4T CSC 25. DIC C2T 26. AXC! “ Diagrama nim, 34 Si las negras toman el otro alfil, la secuela es 27, AX A+ seguido por 28, CAR+ y 29. TAT, y el ataque irrumpe. 27, TXA DXA 28, C4R T3C 29. CSC D2Cc Si_29, ..., D3T; 30. D5A, T3A; 31. D7T + (no 31. D4R, T3C), ¥ las blancas_ganan facilment DxD; 32, CxD, T4A; 33. Tex, RID; 34. TXPT, TXT; 35. PIR+, R2D; 36. C6A+, etc. 30. TXPT PAC 31. P3T c7T+ Posponiendo el colapso por pocos movimientos més, Si 31. ..., C3T; 32, TDIT decide el éxito también. 32. Dx€ D5D 33. TIR A3T A2D; 34. TDIT, o 33. . ; 34. DxD, PX’; 35. T+ seguido de 36, C4R y las blan- cas ganan en todos los casos. 47 34, T7T+ T2C 35. TXT+ DxT 36. DIC! = Capturando el caballo ahora, per- mite el mate en cuatro. Si 36. ..., TICR (0 36. ..., TITR); 37. DSA, TIAR; 38. C7A, etc, 36. ... PxP 37. TIT TIT 38. TXT DxT 39. D6C DIAR 40. C7T! Abandonaa 15° EJEMPLO DEFENSA CARO-KANN Trentschin-Teplitz, 1928 BLANCAS NEGRAS R. Spielmann = M. Walter 1. PAR P3AD 2. C3AD P4D 3. CA GA 4. PSR C5R 5. DIR exc 6. PDxC P3CD Jugada artificial, pero no constitu- ye una falta, Lo més sencillo es 6. s+» PIR, 7, C4D P4AD? La posicién era razonablemente igual, pero las negras disponfan de la jugada azarosa 7, ..., P3R, el mo- vimiento del texto es enteramente ilégico. Solamente podria justificarse si contribuyera en el desarrollo cen- tral_del alfil de dama (después de 8. C3A) por ..., A4A, 0 ..., ASC. Pero las negras han jugado justa- mente P3CD y desarrollardn en fian- chetto su alfil de dama. Por consiguiente, tratan de mover el caballo, por lo que podemos de- cir que es un movimiento timido, En ajedrez, una partida de inmutable 16- gica, cada error encuentra su casti- gd. Aqui la retribucién es draco- niana. 48 Diagrama mim. 35 8. P6R! Dos sacrificios de un solo golpe, uno simulado y el otro verdadero. EI caballo es ofrecido temporalmen- te, pero el peén es actualmente ce- dido. El pedn rey es ofrecido como un sacrificio obstructivo, el cual es el verdadero objeto del movimiento del texto. El sacrificio del caballo esta de acuerdo con nuestra nomencla- tura, es un sacrificio para ganar; si no es aceptado, sirve la funcién de permitir una ayuda; permaneciendo en 4D, el caballo hace posible el sa- crificio obstructivo. Como sabemos tal coordinacién de varios sacrificios no es frecuente. El presente caso es un ejemplo particular, pues acla- ra la clase y distincién del tipo de sacrificio de que se trata. Analfticamente, el movimiento del texto esté basado en Jas siguientes variantes: QD 8. PxC?; 9. DSC+, C2D (o 9. ..., A2D); 10. PxP+, RXP; 11. DX P+ seguido de 12, DXT, Tl) 8. ..., A3T?; 9. DSC+ 0 9. DxAl ganando una tltima pieza, Ni aceptando el sacrificio del ca- ballo, ni contraatacando por medio de 8. ..., A3T? refutan la jugada an- terior, las negras deben tomar el peén ‘del rey como lo mejor que pueden hacer. 8B .. PXxP? Las negras insisten en ganar un tiempo por medio del ataque al caba- Ilo; pero esta captura del pedn alfil es un serio error, el cual aumenta el efecto del sacrificio obstructivo. Claramente, 8, ..., AXP desarrollaba una pieza y también eliminaba la més agresiva pieza menor de las blancas, pues las blancas deben res- ponder con 9. CX A. Para el atacante, esto es de incal- culable beneficio, en posiciones blo- queadas por un peén adversario en 6R, hace posible el establecimiento de un caballo en 5R. Concerniente a este asunto, comparemos el Ejem- plo 12.° (R. Spielmann-Landau). Con 8. .... AXP, las negras obvian esta contingencia. A este respecto, la intencién de jas blancas era continuar con 9. CxA, PxC; 10. A4Al. (El movi- miento del alfil pone el sello de la combinacién, y es mucho més fuer- te que 10, DXP, de cualquier ma- nera las negras pueden defenderse adecuadamente con 10. ..., D2D; 11. D3R, C3A.) EI caso de un jugador que hace un sacrificio y su oponente inme- diatamente responde con un error, es en todo caso excepcional y es facilmente explicable por el natural efecto asf inferido. Si alguien desea establecer una tabla de probabilida- des con relacién a la perspectiva de un sacrificio verdadero, el efecto de sorpresa habrfa subido muy alto co- mo un factor en favor del éxito, 9. DST+ oe Ahora principia un espantoso ho- Jocausto. E] sacrificio obstructivo de- mora el desarrollo y coordinacién de jas fuerzas adversarias, as{ como el rey que defienden; como en este ejemplo, tiene que permanecer como un vagabundo. Para cazar al rey el Primer paso es una pequefia escapa- da y el viaje degenera en una larga huida. Doe R2D Forzado. La jugada 9. ..., P3C es refutada por medio de 10. D5R, TIC; 11. CxP, AXC; 12. DXA. T) 12...., T2C; 13. ASC+, C2D;. 14, A6TR, T2A; 15. AXA, TXA; 16. DXP, TIA; 17. 0-0-0, T2AD; 18, TRIR y las blancas obtienen una clara victoria. 12, TIT; 13. ASC+, C2D;. 14. DSRI, TIC; 15. DxP y las blancas ganan en el acto por medio de la continuacién 16, DXTR, 0 16, AXC+ y¥ 17. DxT+. 10. C3AI a 1) Comparar las anotaciones al octa-~ vo movimiento de las negras. El efecto de Ja irrupcién del caballo es catastréfica. 10. ... R2A Las negras no tienen defensa. Si 10. ..., C3A; 11, ASCD, A2C; 12. C5R+, R2A; 13. A4AR, CXC; 14. DxC+, RIA; 15, DXP+ y mate a las siguientes, 11. CSR = (Ver diagrama mim. 36) I... A2D La continuacién 12. C7A no po- dria pararse: D UL ..., P3CR; 12, CxP, DIR; 13, D5R+, etc. 1) 11...., C2D; 12, C7A, DIR; 13. A4A+, P4R (de cual- quier manera la dama esté perdida por un jaque al des- cubierto); 14. AXP+, CX Az 15. DxC+, ete. 49 Diagrama nim. 36 MM) 11. ..., C3A; 12. C7A, DIR: 13. A4ARI, R2D; 14, ASCD, A2C; 15. CSR+'y ganan. 12. C7A DIR 13. DSR+ R2C 14, A4AR! PSA 15. D7A+ R3T 16. C8D wee Con el objeto de no errar en una infructuosa caza del rey (ver «Sacri- ficios para Cazar al Rey»). No tiene importancia la jugada 16. CxT. 16. ... C3A 0 16. ..., A3A; 17. D8A+, ete. 17. D7C+ R4C Si 17. ..., R4T; 18, CxC+, AXC; 19. P4C+ y mate a la siguiente. 18. P4T+ R4A Si 18. ..., R4T; 19. CXC+, AXC; 20. PAC+, PXP a.p.; 21. D6T, mate. 19. DxC+I 20. CXP mate. AxD Ahora podemos apreciar las gran- ‘des ventajas que se obtienen por me- dio de la obstruccién del desarrollo 58 del oponente. Pero debemos a la vez, tomar medidas perentorias contra !a igualdad o més aun, caer en una posicién inferior. Comtinmente, el momento propi- cio para efectuar un sacrificio obs- tructivo ocurre cuando el defensor toma las medidas necesarias de con- tra-juego. Asf{: reagrupa sus piezas, tal vez para una subsidiaria asisten- cia de continuaciones por medio de las cuales mantiene ocupado a su oponente, ya que entonces sus piezas no estén todavia seguras. Este es justamente, el momento adecuado para que un atacante lance un sacri- ficio. Tendr4 que buscarla en el cen- tro, debido a que es allf donde las propias Iineas y las dei defensor, se comunican mutuamente, SACRIFICIOS PREVENTIVOS (O ANTI-ENROQUE) Todos los sacrificios que estorban el enroque del oponente, caen bajo lo dicho en este encabezamiento: su objeto es un ataque temprano sobre el rey. En el planeamiento de una paitida de ajedrez, el enroque puede decir- se que es el mds imcortante mo- vimiento, pues dos piezas son des- arrolladas en un solo acto. El rey se pone en seguridad, esto sucede en un solo movimiento, por lo tanto, podemos decir que es el més fuerte movimiento de desarrollo. La comu- nicacién entre las torres se prepara 0 establece, y este es, sin duda, el camino que proporciona el desarrollo centralizado de todas las fuerzas. Hemos tenido frecuentemente oca- siones de observar la importancia de este factor, especialmente en nues*ro estudio de sacrificios obstructives, Hemos visto también, cuan ventajo- so es atacar con las fuerzas combi- nadas, y como perjudica a la defensa la dispersién de las unidades, Hemos también aprendido que la mayor par- te de las onerosas obstrucciones son aquéllas que han ocurrido en el cen- tro. En este sentido, puede facilmen- te apreciarse el valor significativo de la opcién al enroque, y cuan ven- tajoso es privar al adversario de es- ta. Debemos tomar en cuenta, sin embargo, que la posicién es igual en otros aspectos, y que aproximada- mente todas las piezas estén todavia sobre el tablero. A medida que nos acercamos al final de la partida, los peligros a que se expone el rey dis- minuyen proporcionalmente. T am - bién que en las partidas hay que en- rocar en cuanto se pueda, pues el valor de un tiempo no es tan grande. El enrogue es particularmente im- portante para la defensa del fianco. El primer jugador, con la iniciativa en el desarrollo estard, sobre todo, mejor situado por ese privilegio. En la mayor parte de los casos es altamente ventajoso prevenirse de que el oponente se enroque. De aqui, que debemos permanecer vigilantes de la oportunidad que se nos ofrez- ca para efectuar un sacrificio de ma- terial. El rey, confinado en su casi- Ila original, no solamente estorba el desarrollo ‘de sus propias fuerzas, sino que su posicién también facilita el lanzamiento del ataque adversario. Este es particularmente el caso de una o dos columnas centrales abier- tas. Con el objeto de crear tal estado de cosas, el atacante necesita n> so- lamente ceder un peén sino tambien una pieza. EI sacrificio preventivo es més am- bicioso en este respecto, que el de tipo obstructivo, sin embargo, las ventajas que se obtienen son més grandes en todos los casos. 16.° EJEMPLO DEFENSA FRANCESA Scheveningen, 1905 BLANCAS NEGRAS R. Spielmann O. Duras 1, Pan P3R 2. P4D P4D 3..C3AD ASC 4. AID PxP (Es mejor 4, ..., PAAD. En ese tiempo esta variante era poco cono- cida,) 5. AXP C3AR 6. A3D P4a 7. P3TD! A4T 8. PXP AXC+ 9. PXA D4T 10. C2R A2D Es mejor 10. ..., CD2D. 11. 0-0 DxP4A? Un error. Debié jugar J]. ..., C3T, ya que 12, AXC no es de te- mer. Diagrama mim, 37 En esta posicién, las blancas tie- nen un par de alfiles y ligera supe- rioridad en el desarrollo. Por otra parte, los peones del flanco de dama son débiles, Por lo tanto, deben evi- tar las tablas y buscar el combate en campo abierto. De este modo, prevenirse contra el enroque del ad- versario, ya que es oportuno evitar- lo, para ello no es necesario en este momento un sacrificio, Pero el si- guiente movimiento hard desistir del enroque al adversario, en previsién de la pérdida de material, 12, PaTD! ASA 51 No 12. ..., 0-07; 13. A3T, ete. 13. A3T D4CR 14, P3Al on Incuestionablemente era mas débil 14. C3C 0 también 14, P3C, después del cual, las negras podfan montar un ataque con P4TR. La idea del sacrificio 12, P4TD se vuelve ahora aparente, Si se toma el pen con 14, sy AXPT; 15. AIA?, D4D+ y las negras estdn seguras, Ademids, la de- bilidad de 3R de las blancas invita a un contraataque y necesita el sa- crificio de otro peén. 14... c4D 15. C3C! es El ataque no debe prepararse en otro sentido. Si por ejemplo 15. DIA, Dx D; 0 15. A1A, Cé6R, las ne- gras obtienen la ventaja. 1S... D6R+ La jugada 15, ..., CXP permite a las blancas un fuerte ataque con 16. DIR, CxP; 17. C4R, AxC; 18. DxA, C4A; 19, ASC+, CD2D; 20. D4D, La jugada 15, ..., C6R? serfa en- teramente errada, a propésito, por- que a 16. DIA continuarfa sobre to- do con 17, P4AR, 16. T2Al oe ¥ no 16, RIT2, CXPI y las negras fuerzan el cambio de damas. CcxP 17, DIAR - Esta casilla estaba vacante para situar la dama. 17... RID Las negras se ven obligadas a en- rocar en el otro flanco. La jugada 18. C5AI era también una continua- cién muy fuerte, y el movimiento del texto es también bueno. 52 18. A2C oe El alfil ha cumplido su propésito en 3T. El ataque propio comienza. 18. ... c4D O 18. ..., Cx P; 19. AXPC, TIC; 20. A6A+, etc. 19, TID a También era ventajoso 19, Ax PC, Pero en vista de la posicién expues- ta del rey negro, el primer jugador justifica su actitud. 19... c2D La captura del peén de torre es obviamente azarosa; sigue 20. AdR y 21, P4AD. 20, A4R D3C 21. A4D D4T 22. P4AD C4D-3C Diagrama nim, 38 23. D3DI oor Y no 23, AXA, PX A; 24. AXC+ porque a 24. ..., PXAI (24. ..., DXA?; 25. D3DN); 25. TR2D, T2T con buena perspectiva para las ne- gras. Pero ahora las blancas contintian con 24. AXA y 25, AXC+, etc. 2... RIA 24. T2ct ve La torre estd efectivamente si- tuada aqui, ya que el pedn caballo dama de las negras es débil a pesar de toda la posible cobertura y obs- truccién. C4aR Inferior seria 25. AXCS5R, etc. Es una curiosa circunstancia que las blancas cedieran todos sus peones del flanco de dama, con el solo ab- jeto de poner en una posicién inc6- moda al rey adversario, por el res- to de la partida. 25... C4RXP Las negras tienen otra opcién. El pedn estaba fuertemente colocado y por lo tanto, continuarian st avan- ce; pero ahora las blancas obtienen una nueva base de operaciones en la columna del alfil de dama 26. T2A DSC A 26. ..., DXP seguiria 27. Ax A, PXA; 28. TID-IAD, C4T: 29, D6T+, R2D; 30. AXP, TR-ICR; 31. CAR y el ataque de las blancas es irresistible. (Si 31. .... R2R; 32. ABA.) 27. TID-1AD coT O 27. ..., C4T; 28, ASAD!, D6C; 29, T2C, Dx PT; 30, T2T y las blan- cas ganan una pieza. 28. TXA+! vee Concluyente. Un sacrificio para ganar. 28. ... PxXT 29. TXP+ R2D 30. ASAD D5A El caballo no tiene salvacién. Otra respuesta era 31. T6D-+, la cual de- cidia rdpidamente. 31, D2D+ c4aD 32. T6ED+ RIR 33, ADXC TID 34, CSAI D2A 0 34, ..., PXC; 35. TXT+, RT; 36. AXC, etc, 35. CXP+ RIA 36. TXT+ RxC 37, DSC mate. 17.0 EJEMPLO GAMBITO DE DAMA DECLINADO Match, 1910 BLANCAS NEGRAS R. Spielmann J. Mieses 1, PAD PaD 2, PAAD BBR 3. C3AD C3AR 4. ASC CcD2D 5. GA P3A 6. P3R D4T 7. C2D ASC 8. D2A PXxP Todavia se considera como una de las mejores continuaciones. 9. AXC CxA 10, CXP D2A 11, A3D A2D Pobremente timida. Lo mejor era 11, vy 0-0-0; 0 11, ..., PAA, 12. P3TD A3D? Igualmente mala, Era jugable 12. . A2R. 13. P4R P4R El error del movimiento anterior podia refutarse. El movimiento 13, ..., A2R es contestado del modo si- guiente: 14, PSR y 15, C4R, 33 Diagrama niim, 39 ee ® pt Las negras han cometido el error basico de empefiarse en una accién en el centro antes de enrocar, una accién que requerfa la mds grande circunspeccién, especialmente en la defensiva. En este momento a las blancas se Jes facilita emprender una combinacién preventiva muy fuerte. Asf como en la partida anterior, e! cardcter de su sacrificio se eviden- cia solamente en el estado final de la partida. 14. P4al Las continuaciones ganan uaa pie- za y asi responden las fuerzas de las negras, 14... PXPD 15. PSR AIAR A 15. ..., PXC las blaneas res- ponden con 16, CXA+ y éstas han conseguido su propésito evitando el enroque de las negras. 16. PXC PxC 17, DIR+ ve Ahora las negras deben renunciar ai enroque después de todo, 17. ..., ABR es refutado con 18, PSA, etc. 17, 18. 4 El punto de la combinacién. Uni- camente sacriftcendo el peda alfil rey, e! ataque gana suficient icia- tiva. A 18. 0-0, A4A4- seguido de sy PXPC no era tan dificultoso pa- ra las negras. 18. ... DxP+ 19. RIC R2A Las negras no deben arriesgarse en capturar a la vez en 3AR, pues caerfan en dificultades fatales: 19. .y DXPA; 20. TRIA, D3R (en vez de 21. ASA); 21. CSR y ganan. 2. TRIA D4c 21, PATRI Las negras no pueden tomar este peén porque 22. D5R+, RIA; 23. ASAL (mucho més fuerte que Px PC), es inmediatamente de cardc- ter decisivo, Permitanos una pequefia pausa y tratemos de clasificar este sacrifi- cio. Este es pasivo, en tanto sea de clinado por el oponente sin desven- tajas o sin que su posicién se vuel- va inferior; es un sacrificio simula- do, estrictamente hablando, ne se cede nada y algo se gana; y perte- nece a la categoria de los sacrificios de mate, pues su aceptacién signi- fica la destruccién. 21... D4AD 22. PXPC AXP 23. TXP ASD 7A, TXA+I we Un sacrificio decisivo para ganar. Aparte del hecho de que gana dos piezas por la torre, también mantie- ne el ataque. 24... RxT 25, D4C+ R2A Forzado. Si 25. ..., RID, las blan- cas ganan con 26, A2A o 26. ASA. Si el rey se mueve en la columna de rey, sigue 26. D4R+, R2A; 28. C5R+ ganando la dama'o mate en pocos movimientos. 26. D4A+1 AGR Otra vez forzado. Si el rey se mueve a la columna de dama 26. A2A es decisiva; y si 25. ..., RIA; 26. ASA+. 27, CXA we Capturando con la dama también se gana. En mi opinién, el atacante no debié cambiar las damas, o per- mitir la liquidacién, tanto como lo permitieran las oportunidades de ataque; por otra parte, cede lo ul- timo de la ventaja que le queda. 27... TDIAR 28. D2T! D7A 29, A2A Diagrama nim, 40 29. ... TRIC , D5A; 30, T7D+, y las blancas ganan como sigue: a) 30. ..., RIC; 31. T8D+, seguido por el cambio de damas y 33. TXT; b) 30. wy RIA; 31. D3T, RIC; 32, TXP+, RXT (si 32, ..., RIT; 33. TXP+); 33. D7D+, y mate en pocos movi- mientos; c) 30. ..., R3C; 31. C4A +1, ganando, como “sucedié en la par- tida. 30, T7D+ oon Con 30. C6C+, R3C (la dnica chance); 31. CXT, las blancas con- servan su pieza extra, asi como el contraataque 31. ..., TX P falla con- tra 32. C7D+; y 33. A3D+, PAC; 34. AXP+, seguido por la victorio- sa entrada de la dama de las blancas. La continuacién adoptada esta ba- sada en el sacrificio de una pieza y ésto la hace més fuerte. 30. ... RIC © 30, ..., RIA; 31. D3T, RIC; 32. TXP+, ete, 31. C4A+ R3T Si 31. ..., R4C; 32. DSR+, etc. 32, D7A Un preciso y calculado sacrificio de mate, sl D8A+ 33. R2T! = Pero no 33, TID?, DX; 34. A3D, P7A+, y las negras ganan. 33. ... DxC+ 34, P3C D4C 35. PAT D3C 36. A3D+ RaT 37. D5R+ P4A 38. TXPCl oe El punto, El sacrificio de mate es. Ja segunda parte, (Ver diagrama num. 41) 38... TXP+ 39, R3T TSC Con 39, ..., P7A, las negras: pueden jugar para esta trampa: 40. DIR+?, DSC+!; 41. TxD, P8A(D)+; 42, DXD, PXT, matef Pero después de 40. AXPAl, ef drama se esfuma, asi como el mate 9 Ja pérdida de Ta torre no se pue- de evitar: 40. 1, TXD, PXT; 42, D7R, “TTD: 43, D7eD, T3T; 44. D6A, etc. 5s Diagrama nim. 41 a PxT” Abandonan 40. TxD 41. D7A Porque 41, ..., TITD se refuta con 42. D6A. Esta y la partida anterior, pre- sentan jas formas més simples del sacrificio preventivo, En ambos ca- sos, el cebo era solamente un peén. El enroque malo y su influencia en una partida abierta fue mostrado claramente, El ataque contra el rey expuesto, las fuerzas que podian de- fenderlo parcialmente desarrolladas y dispersas, fueron fécilmente des- alojadas y las oportunidades para las combinaciones de sacrificio ocu- tren por sf mismas, Tales ataques deben conducirse sin interrupcién. No deben temerse o escatimarse. Un simple tiempo puede alterar toda la situacién. Si esto fue importante en los dos casos mencionados, en los dos siguientes se vuelven de vital importancia. 18.° EJEMPLO PARTIDA ESCOCESA Match, 1910 BLANCAS NEGRAS J. Mieses R. Spielmann 1. PAR P4R 2. C3AR C3AD 356 3. PAD PXP 4. CXP AGA 5. A3R A3C Sencilla y buena, sin embargo no es mencionada en muchos textos. 6, A4AD P3D 7, C3AD CA 8. CxC we Con la subsiguiente clavada a la vista, la cual las blancas parecen haber notado. PXxC 0.0 Provocativo. El movimiento 9. ..., A3R o 9. ..., P3TR; 10. A4T, A3R era tentador. 10. DIA A3R El movimiento sdlido es 10. ..., ASD. 11. A3D we Se puede jugar 11. AxXC, Dx A; 12. DxD, PXD; 13. A3D. Las ne- gras ponen de relieve sus dos alfiles; tendrén aproximadamente partida igual, pero no més. 1h... ASD 12. D3C T1c 13. CID caTl (Si 13. ..., AXPC?; 14, TDIC, ASD; 13. TX'TI, DxT; 16. P3ADI y ganan, asf como 16, ..., A4AD? es refutada por 17. AXC, mientras que 16. ..., A4R es contestada con 17. P4ARI) 14. DAT A3Al 15. AXA CxA 16. P4AR La continuacién 17. P5R, pero 16. 0-0 era preferible, 16. ... P4A Como una necesidad 16. ..., CIR era suficientemente buena. Las ne- gras desean inducir a las blancas a jugar 17. P3CD, con el objeto de continuar con 17. ..., CSC y 18. ..., D3A. Si ahora 17. PSR, P5Al, que es Ja continuacién. 17, P4A Diagrama mim, 42 Ahora la partida esta justamente igual. Las negras pueden parar la continuacién 18, PSR, ya sea con 17. w=» C5C_0 con 17,":.., C2D; 18. DxD, TRX DI; 19. P5A, C4R! Pero debido al hecho ‘de que las blancas todavia no han enrocado y estén retrasadas en el desarrollo de sus piezas, dan lugar a un sacrificio preventivo. ie PaD! 18, PRXP . Si 18. PAXP sigue la misma res- puesta. Después de 18, P5R, C5R; 19. DxD, TRXD; 20. PXP o 20, AXC, Las blancas tienen mejor con- formacién de peones, pero todavia estén en desventaja porque las ne- gras tienen desarrollo superior. 18. ... AXPI 19. PXA ee Declinar Ja oferta era la cuestién, ya que las negras poseen una con- tinuacién incidental: 20, ..., AX PC. 19. ... DxP El sacrificio ahora puede apreciar- se mejor. Las negras tienen una pie- za menos (los fuertes peones dobla- dos cuentan como compensacién), pero su ventaja en desarrollo ha cre- cido enormemente a través de la apertura de Jas dos columnas cen- trales, Ya que ambos alfiles y el peén caballo rey estén atacados, las blancas no pueden enrocar y deben perder otro tiempo, a menos que jue- guen para igualar: 20, AXP+ y 21. 0-0, Es, sin embargo, muy expuesto esperar que las blancas intenten tal refutacién, pues de este modo, las negras pueden contar con chances para un ataque central violento so- bre el rey adversario. Fueron ‘estas las consideraciones que dieron lugar al sacrificio. Sola- mente la fe ilimitada en la posicién y en los principios que regulan el desarrollo dan nacimiento a la idea, pues un ejemplo previo de tal rom- pimiento me era conocido entonces. Digo, asimismo, que las blancas, a cambio de su pieza extra, podian in- clinarse a defenderse por si mismas y durante un largo tiempo, contra una supremacfa local y que en estas circunstancias, la ganancia del ulti- mo de los peones cuenta. El curso de la partida habla por sf misma de las incorrecciones cometidas, cierta- mente de manera prdactica, bajo este supuesto, 20. D3C. TRIR+ 21. A2R TDID 22. C3A woe Aparte de 22. ..., D7D +, una bue- na decisién era continuar con 22, vey TXAH 23, RXT, DSA+; 24, RIR, TIR+, etc. No era jugable, por la misma raz6n, 22, RIA. D7D+ c4D! 22. ... 23. RIA 57 De més profundo poder que 23, Dx PC. En tales posiciones, los peones no son capturados, hasta que caen por si solos, por asi decirlo. Todo cuenta para el ataque. 24, TIR CxP 25. DIA TsD 26. P3CR ap El intento 26. TID es demolido por la poderosa respuesta 26. ..., DXA+!, recuperando la pieza (27. DxD, Cx D; 28. T1IR?, T5A, mate!). 26. ... cor 27, DSA wee La jugada 27, D2C permite va- riantes similares, 27... DxP Diagrama nim, 43 28. DxC? Si jugara 28. C1D, aunque las ne- gras mantuvieran buenas perspecti- vas después de 28, .... D7DI; 29. DxC, TSD-5R; 30, C2A! (lo me- jor 30, D2C? o 30. DS5T?, P3C; 31. D3A fallaria contra ..., TXAl, etc.), TXA; 31, TXT, Dx T+; 32, R2C, P4TR! (32. ..., DXP?; 33. D7D, D3R; 34. TID, da a las blancas la iniciativa), Ahora el segundo juga- 58 dor tiene varias fuertes continuacio- nes: a) continuacién del ataque di- Tecto con ..., T3R, o si la dama ad- versaria se retira, primero ..., PST; b) avance del peén alfil dama, y c) eventual ganancia de los cuatro peones, La jugada 28. CID no puede, por lo tanto, considerarse como la refu- tacién del sacrificio, Actualmente el movimiento efectuado lo debilitaré répidamente. 28, ... DxC 29. DSA TSD-5R! La clavada del alfil paraliza com- pletamente el juego de las blancas. 30. D2A D7D 31, TLCR No hay defensa contra !a terrible continuacién ..., T5R-3R-3AR. 31. ... T5R-3R 32, T2C T3AR 33. A3A TXT+ Abandonan Particularmente esta partida no puede valorizarse por si misma pe- ro la considero muy instructiva, des- de el punto de vista del sacrificio. Puedo, asimismo, recordar que en el curso ‘del juego fue terriblemente sorprendente el impacto del sacrifi- cio preventivo. Tuve siempre que imponerio, pero no lo suficiente. Fue un gran premio a la experiencia, La verdad es que tuve que esperar cer- ca de veinticinco afios antes de po- nerlo en prdctica. Pero encontré el camino més facil para poner en prdc- tica un sacrificio preventivo similar, en la siguiente partida. 19.° EJEMPLO DEFENSA GRUNFELD Sopron, 1934 BLANCAS NEGRAS E. Gereben R. Spielmann 1, P4D C3AR 2. P4AD P3CR 3. C3AD PaD 4. P3R A2C 5. CJA 0-0 6 A2D PBA, 7. D3C P3C Probablemente mejor que la con- tinuacién comin ..., PX P, 8 PxXP PxP 9. TIA : Lo mas simple es 9. A2R y 10. 0-0-0, % AIC 10. CSRI we Una buena idea. 10... CR2D dl. Cx? ae Cede dos tiempos. Lo légico es iy aang elle aC xc 12! PAX, P3A; 13. P6RI, el peén avan- zado permanece poderoso. E] movi- miento de! texto permite sorpresas. Diagrama nitm. 44 El ultimo movimiento de las blan- cas es antinatural. Pero, icémo pue- de ahora contestarse? Si las negras responden 11, ..., DXC, aparente- mente forzado, las blancas juegan 12, ASC y 13. 0-0, recuperando los dos tiernpos y obtienen una buena parti- da. Todavia hay un camino para que Jas negras saquen ventaja de las pérdidas de tiempo de su oponente. iEs la jugada 11. .... DXC real- mente forzada? Ya que las negras han ganado dos tiempos, no es aven- turado para ellas pensar en ceder su peén de dama con el objeto de ga- nar mds tiempos. Sabemos que en Jas posiciones abiertas, tres tiempos son equivalentes a un peén. Por lo tanto: he, cxc! Un sacrificio de desarrollo. Si aho- ra 12. CXP, P3R; 13. C3A, P4R!, Jas blancas deben devolver, ya sea el pedn, o caer en una peligrosa pér- dida de tiempo. Sin embargo, el sacrificio de des- arrollo tiene todavia otra continua- cién. Si las blancas lo declinan con un indiferente movimiento, conti- nuar la apertura del centro con P4R, lo cual es en favor de las ne- gras, Y asf fue como pude intuir el siguiente movimiento de las blancas, ya fuera que aceptaran el sacrificio o lo rehusaran haciendo un movi- miento indiferente, es muy peligroso también para las blancas, Y estas fueron las bases del subsiguiente sa- crificio que habia preparado bajo ta- les consideraciones, cuando jugué 11. ..., CXC. 12. P4A we Un movimiento defensivo de pedn, cuando su desarrolic esta retrasado, lo cual significa pérdida de otro tiempo. Las negras han ganado ya tres tiempos. Esta ventaja es ver- dad que no puede utilizarse, mien- tras la presente posicién permanez- ca cerrada. El sacrificio preventivo siguiente, sin embargo, abre todas las columnas de un sélo golpe. 12... PARI Naturalmente que 12, OA 59 también puede jugarse. La posicién se equilibra entonces, pero las blan- cas pueden facilmente recuperar el tiempo perdido. El hecho de que las blancas hayan cedido tres tiempos sin sufrir contratiempos podria ser un poco humillante para las negras. Estd claro que las blancas deben tomar el pedn ofrecido. 13. PAXP PXxP! jEsta es la idea tras el sacrificio del peén! Notar Jos golpes similares efectuados en el curso de los acon- tecimientos de la partida anterior. Antes que todo, en ambos casos un violento rompimiento por medio de an peén contra algo parecido a una bomba que estalla en un punto (5R de las blancas, 5D de las negras), y el sacrificio de una pieza. En la pre- sente partida tenemos un refinamien- to en el sacrificio de desarrollo, el cual sirve de predmbulo. Es signifi- cativo que el curso de ambas parti- das estén hechos en el mismo molde. El objeto de amarrar al rey en el centro y atacarlo con todas las fuer- zas disponibles, se produce en am- bos casos. Declinar el sacrificio en el presen- te ejemplo seria insustancial, si esto fuera en el campo puramente posi- cional: 14, A2R, C5Al, etc. 14. PXC PSD! (Ver diagrama nim. 45) En las anotaciones a esta partida para un periédico de ajedrez, escri- bf los siguientes comentarios en es- te estado: «El sacrificio de caballo no puede vindicarse por el anilisis, y posiblemente podria haber sido re- futado en una partida por correspon- dencia. Pero en una contienda sobre el tablero y con un tiempo limitado de diez y ocho movimientos por ho- ra, aproximadamente siempre se ga- naria.» Este es el punto de vista frecuen- temente mantenido en este libro. Si todos y cada uno de los sacri- Diagrama mim. 45 ficios se pudiera refutar por malos y verificarse por medio del andlisis, no tendrian ninguna aplicacién en la partida de ajedrez, y tal empresa seria unicamente prerrogativa de los luchadores. Todos los sacrificios ver- daderos podrian desaparecer, y so- lamente los sacrificios simulados, que no son en efecto sacrificios, podrian aplicarse. 15. C1D we Los sacrificios marcan sus prime- ros éxitos: las blancas estén obvia- mente temerosas del jaque de la da- ma en 5TR, y no se arriesgan a to- mar el pedn de dama. A este efecto, el jaque no seria la mejor continua- cién porque las blancas podrian ju- gar R-1D-2A, continuando con éxi- to la lucha de su rey. La mejor de las jugadas para las negras podria ser 15, ..., DXP, pero en cualquier sentido 15, Px P es la mejor chance de las blancas. 15, ... AXPR 16. PAR we Con el objeto de cerrar por lo menos una de las columnas centra- les. Pero esto cuesta un peén, y de este modo, las negras disponen de dos peones a cambio de una pieza y su ataque continuard fuerte, 16. ... AXPR 17. CA A4D 18. D3TR : Las blancas protegen su peén ca- ballo rey con el objeto de desarro- llar su alfil rey, pero cae un tercer pen. 18. DIR Naturalmente mucho més fuerte que capturar el peén torre dama. 19, A2R? oon iE! error decisivo! Las blancas de- sean enrocar en contestacién a 10. + AX PTD, cuando consigan buena partida, Pero esta contestacién es frustrada en mala forma, y el ataque de las negras se vuelve irresistible. La mejor defensa, comparativa- mente hablando, es 19. RID y si 20. +, AXPTD; 21, A4AD, Lo que no se opone permanentemente contra el peligro, pues las negras todavia tie- nen tres peones por la pieza y el rey de las blancas permanece inseguro; pero en Ultima instancia, las blancas pueden entablar una lucha verdadera valiéndose de éf. Después del movimiento del tex- to, las blancas iran rdpidamente de mal en peor, Id... P6D! Un vasto sacrificio por el espacio (ver la seccién siguiente que trata de los sacrificios de infiltracién). El asunto es que después de 20. CxP, TRIR, las blancas no pueden enrocar, ya que 5D de las negras es- td ahora libre para el alfil, y sigue 21. ..., ASD+ ganando una pieza y la partida. 20. CXP TRIR 21. RIA one Una decisién dificil. Todavia mds peligrosa es 21. RID ya que el sa- crificio de infiltracién también ha abierto la columna de dama, Diagrama nim. 46 AXPCD! Era posible recuperar la pieza aqui por medio de 21, ..., A6AD; 22. AXA (Obviamente forzado), DxA+; 23. RIC, T6R; 24. TIRI, TxD; 25. TxD, TXC. Pero las blancas simplemente juegan 26. P3TD y con alfiles de distinto co- lor y un solo peén de menos, tienen excelentes chances de tablas. El mo- vimiento del texto es mucho més fuerte. 22. TIR DIA+ 23. C2A eee Nada mds diffcil, Si 23. C4A el caballo se pierde pronto, y si 23. A3AR, ASAI y ganan, 23... 24. D3CR ASD TSR! iDevastadora! 24, ..., T4R es con- testada con 25. A3D, pero ahora 25. A3D es refutada por medio de 25. vey TSCI, ete, 25. PATR oy No hay defensa adecuada, Después de 25. D3AR, las negras ganan por medio de 25, .... TX Al; 26. DXT, ASAI; y si 25. AJAR, AS5A+; 26. 61 RIC, TXT+; 27. AXT, TIR y el alfil de las blancas en 1R no puede defenderse, En cambio si juegan 28. «+ AXC-+ ganan. 25... TDIR La continuacién 26. ..., Tx A dis- minuye el poder de las blancas, 26. ASCD 27, AXT TXT+ T6R! Otra vez habia una oportunidad de recuperar la pieza y esta vez con una posicién ganadora: 27, .... TXA+; 28. RXT. AXC+; 29. DxA, D8T+; 30. R2D, DXT; 31. ALA, DIT, etc. Pero la continuacién adop- tada gana la partida mucho mds ré- pidamente. 28. DSC O 28. D8C+, R2C; 29. A4C, A4Al; 30. AXA, D8T+ seguido de mate en pocos movimientos. 28. TXA+ 29, DxC+ 30. AXPC 31. A6A+ 32. AGA! 33. DxA+ 34, AXT Abandonan Los sacrificios preventivos presen- tan rigurosamente una posicién de- finida en el mundo de la combina- cién, Solamente pocos tipos mues- tran tal sencillez de propésitos; es- to es lo que mantiene el cardcter de los sacrificios preventivos y que son casi siempre activos, Con el ob- jeto de ejecutarlos en su méxima extensién, se debe ejercer una pre- sidn coercitiva sobre el oponente, Nuestros cuatro sacrificios son por consiguiente, sacrificios activos, atin el efectuado contra Duras. Porque si en esta partida, las negras hubieran renunciado a la ganancia de un peén por medio de 16. ..., CXP, el ataque de las blancas habria sido mucho 62 més facil de conducir, En efecto, aceptarlo era también obligatorio en esta partida, SACRIFICIOS PARA ABRIR COLUMNAS El propésito de este tipo de sacri- ficios es poner en accién las piezas mayores, lo mds répidamente posible, particularmente las torres. Tal vez se diga que es una rama de los sa- crificios de desarrollo. EI sacrificio comtin para la aper- tura de columnas es pasivo, asf: se permite la captura de un peén con el objeto de obtener una columna abierta. El ofrecimiento de un peén caballo ocurre frecuentemente con relacién a este mismo asunto. EI sacrificio dctivo para abrir co- lumnas, se efecttia con el objeto de crear una superioridad en un frente limitado por la inesperada partici- pacién de las piezas mayores, En los casos en que el oponente confronte serias debilidades, produ- cidas tal vez por el avance de peo- nes, estos tipos de sacrificios pueden ser muy efectivos hablando de ta- les debilidades, por medio de un es- tilo de invasiones repentinas. Es una cuestién de violentos asaltos con- tra el bastién, detrds del cual, el enemigo retine y organiza sus fuer- zas. ‘A la vez, la ventaja ganada por este tipo de sacrificio puede ser de gran importancia, especialmente cuando hay posibilidades de una in- filtracién directa contra el rey. Por lo tanto, el sacrificio para abrir co- lumnas frecuentemente justifica los més grandes gastos de material. 20.° EJEMPLO PARTIDA VIENESA Mannheim, 1914 BLANCAS NEGRAS R. Spielmann A, Flamberg 1. P4R P4R 2, C3AD C3AR 3. P4A P4D 4, PAXP CXP 5. C3A ASCR La mejor respuesta 5. ..., A2R, permite una partida igual, esta ju- gada no era conocida cuando se efec- tu6 esta partida. 6. D2BR C44 Era mejor 6. ..., CXC. 7. PAD AXxC? Y ahora era preferible 7. ..., C3R. 8 DXA DST+? Es comparativamente mejor 8. ..., C3R. Diagrama nim. 47 Las negras evidentemente esperan 9. D2A, como quiera que sea, el cambio de damas les aseguraria mientras tanto una perfecta y satis- factoria partida, pero el prematuro desarrollo de la dama proporciona al primer jugador, la oportunidad de un poderoso y doble sacrificio de apertura de columnas, 9. P3C! 10. A3R! DXPD DxP La aceptacién del primer sécrifi- cio era obligatorio. El segundo po- dia haberse declinado por medio de 10, ..., D5CD, Después de 11. 0-0-0, P3AD' habrfan tenido muy buena partida, pero no se obtenia posicién superior, por lo tanto, la apertura de la columna de rey es de servicio particular para él. 11, 0-0-0 ae Ahora las blancas han perdido dos peones, pero se encuentran adelanta- das en su desarrollo, y sobre todo, tienen la oportunidad de poner sus torres en accién rdpidamente. El cen- tro de peones, por regla general es de mayor valor, esté mds o menos bien situado y al propio tiempo, pa- ra un sacrificio de apertura de co- lumna, las centrales, permiten co- locar las torres rdpida y efectivamen- te en juego. li... P3AD Las negras desean mantener su ventaja material hasta el ultimo ins- tante; como compensacién por su mal desarrollo, pero su posicién es demolida répidamente. Sin embargo, no hay otro movimiento mejor. 12, CxPl we Gracias a que las torres no estén listas para el ataque, las blancas pue- den golpear decisivamente las posi- ciones adversarias. No hay ningén peligro de lanzar un sacrificio, es una segura y clara ventaja en cual- quier sentido, A propésito de nues- tra clasificacién, debe verse como un sacrificio para ganar. dw ... 13. TXP PxC (Ver diagrama nim. 48) 13. ... D3R? Esto lo debilita r4épidamente. La jugada 13. ..., DSR es también insu- 63 Diagrama mim, 48 ficiente, debido a 14. A5C+! y 15. AxC. El ataque tiene una fuerte tarea después de 13. ..., D2A. Las blancas pueden entonces liquidar y quedar- se con un pe6n de mds después de 14, A5C+, C3A (otro movimiento pierde rapidamente); 15. AXC, AXA; 16. TXA, 0-0; 17, AXC, TDIA; 18, AXP, DXT; 19. AXT, TXA. Pero en vista del terrible ata- que entablado por las blancas, serfa de poco éxito. Una respuesta mucho més fuerte a 13. ..., D2A es 14. A4ARI con las siguientes continuaciones: Tl) 14. ..., D3C; 15. AxCl, TXA; 16. D4Al, TIA Gi 16. ss TID; 17, ASC+, DXA; 18. TIR+, A2R; 19. TX A+, RxT; 20, D5R+,-etc.); 17. ASC+, DXA; 18. TIR+, A2R; 19. TXA+I, RXT; 20, D6D+, RIR; 21. TSR+, C3R, 22. TxD. I) 14. ..., D4T; 15. ASC+, DXA (Si 15. ..., C3A; 16. TSR+); 16. TIR+, A2R; 17. TxA+, RxT; 18. D3R+, etcétera. m Ww... DIA; 15. AxC, 64 TXA; 16. ASC+, R2R; 17. TIR+, C3R; 18. D3T+, R3A; 19. TIA+, R3C; 20. D3D+, R3T; 21. D3R+, P4C; 22, TXPC!, CxT; 23. T6A+, etc, En todas estas variantes, las blan- cas ganan fdcilmente. Sin embargo, en las variantes I y I, las negras pueden, en lugar de capturar AXC, jugar A2R. En tal caso, el primer jugador, con material igual, todavia dispone de un violento ataque, el éxito no se puede poner en duda. Vemos que, la continuacién del ata- que es preferible a una pequefia ga- nancia de material. 14. A4AD ae La principal continuacién es 15. TXC, Las negras no pueden defen- derse por largo tiempo, 14. ... DSR Ademés, los otros movimientos pierden. Ei movimiento del texto permite un final efectivo. 15. AXC Abandonan Es obvio insistir, esto sucede en la mayor parte de posiciones que se ganan por sf mismas. Tal posicién diffcilmente merezca un diagrama, ni el movimiento un signo de admira- cién o comentario, tales como «un brillante sacrificio de dama». En nuestra opinién, es propiamente un primitivo sacrificio de mate, que so- lamente requiere calcular dos mo- vimientos anticipadamente. Después de 15. .... DxDo 15. ..., DXA, so- lamente una vista penetrante es ca- paz de percibir un mate forzado por medio de 16. TIR+, etc. Desde un artistico punto de vista, el previo sacrificio de dos peones para abrir columnas es de mayor va- lor que el «sacrificio» de la dama. 21° EJEMPLO GAMBITO ALLGAIER Munich, 1903 BLANCAS NEGRAS R. Spielmann M. Eljaschoff 1. PAR. P4R 2. P4AR PxXP 3. C3AR P4CR 4. P4TR P5C 5. C5C P3TR 6. CxXP eee El sacrificio del caballo en el Gam- bito Allgaier, tal como lo establece este libro, es un sacrificio de des- arrollo, 6. wee RxC 7, A4A+ P4D 8. AXP+ R2C 9. PAD DSA El movimiento comin en aquellos dias era: 9. ..., C3AR seguido de 9. C3A, ASC. El movimiento del texto se originé en una partida en consulta en el Club de Ajedrez Charkov. 10. PSR DIC 11. PST D4A 12, C3A ASC 13. 0-0 P6A 14. C4R DxPT 15. C3C DST Diagrama mim, 49 Las blancas estén mucho mas des- arrolladas. En verdad tienen unica- Mente pocas piezas en juego, pero comparadas con las negras, estén un ciento por ciento mejor, El rey, la dama y el alfil de rey del segundo ju- gador estén muy mal colocados; en resumen las blancas no se han movi- lizado del todo. Las blancas solamen- te necesitan un factor para obtener la victoria: la apertura de una co- lumna para la colocaci6n de sus piezas mayores. La rapidez con que obtengan ésta, aumentard su efecto grandemente, agregando a este pro- pésito, que se justifica un igual o mayor sacrificio. Y en efecto, tal combinacién es puesta en prdctica aguf. 16. TXPI on Como este movimiento amenaza Iz destruccién por medio de 17. T7A+, su aceptacién es obligatoria. 16. ... PXxT 17. DXP oe Las blancas han perdido en total, una torre y un caballo, sin embargo, el efecto de la apertura de la colum- na del alfil de rey es tan grande, que las negras deben inmediatamente de- volver el caballo. 17... C3AR Las blancas continuardn con 18. D7A mate. Esto solamente puede evitarse por una interposicién arti- ficial, pues si 17. ..., D2R?; 18. C5T + seguido de mate en dos. 18. PXC+ RIA Otra vez forzado, por 18. ..., DxP?; 19. CST+ 0 18. ..., R3C; 19. D3D+, RXP; 20. A4ARI que pier~ de en el acto. Ahora la columna al-. fil rey esté bloqueada, pero en cam- bio, la columna de rey est4 abierta y el avance del pedn de alfil coopera muy eficazmente. No hay ahora una inmediata y de- 65 cisiva continuacién para las blancas. Pero se han habilitado. todas sus piezas, particularmente la dama y la torre, para el juego en Ja parte mds avanzada del frente, automdticamen- te le proporcionardén una superabun- dante cantidad de continuaciones, que las negras, en vista de su insu- ficiente desarrollo, estarén inhabili- tadas por largo tiempo o sin poder efectuar contra-sacrificios. Diagrama nim. 50 19. A4ARI ae En la partida en consulta del Charkov, que primeramente mencio- né, ias blancas jugaron 19. AIR y ganaron. En el Torneo del Gambito Vienés jugué de manera cohibida la tai partida, lo mismo ocurrié entre Marco y Schlechter, y la posicién fue también la misma. Marco tam- bién jugé 19. A3R, pero este movi- miento fue finaimente refutado por Schlechter, nominalmente 19, . A3D; 20, CSA, A7T+1 el rey dé las blancas se mueve a la columna de alfil rey después el peén alfil rey puede capturarse sin peligro, y la ventaja de una torre decide el éxi- to. Afortunadamente para mi, no co- nocfa esa partida, por lo tanto, con- fiadamente y sin ninguna excitacién, jugué 19. A4AR! con la idea de 66 20, D4R y de la doble continuacién de A6D+ y D6C. 19, C3T Las negras no tienen movimiento satisfactorio. Si 19. ..., DxP; 20. A6D+, R2C; 21. C5T+, etc. la j gada 19. ..., A3D es también insu- ficiente debido a 20. AXA+, PXA; 21, D3R, T2T; 22. TIR, A2D; 23. AXP, etc. 20. D4RI DsC Esto parece contrgrrestar los dos movimientos 21. A6D+ y 21. D6C. 21, AXPCI oon Decisivo. Si el alfil es capturado, la dama de las negras queda inde- fensa y se pierde por jaque a la des- cubierta (22, A6D 0 22, AXP+). Si las negras no efectian la captura pierden por tiltimo, una pieza. En lu- gar del movimiento del texto hubie- ran efectuado 21. P3A, el alfil que necesita proteccién en 2R de las negras, no tendria movimiento. Pero después de 21. .... A2D; 22. PXA, TIR, las negras pueden por ultimo, mantenerlo fuera de juego por lar- go tiempo. 2b... AXA Comparativamente mejor. Si_de- fienden la torre con 21, ..., TDIC, las blancas juegan 22, AXC, Enton- ces 22. ..., AXA estarfa fuera de la cuestién y aparte del ataque, las Dlancas tienen tres peones por la calidad. Una decisiva ventaja mate- rial, 22, AXP+ TXA 23. DxD T2T Si_23. .... TXP; 24. C5A, T2A; « RIR; 26. C6T, etc.), 24. D6C T2A 25. P3A A3D 26. C5A La continuacién 27. C6TI. El si- guiente contraataque solamente pos- pone la ejecucién de esta continua- cién. 26... ASR 27, DOT+ RIC 28. DSC+ RIA Si 28. ..., R2T; 29. D4T+, ete. 29. C6T Abandonan 22.0 EJEMPLO GAMBITO DE REY Teplitz-Schénau, 1922 BLANCAS NEGRAS R. Spielmann _E. Griinfeld 1. PaR PAR Un tipico sacrificio para abrir co- lumnas, que no es necesario exami- nar aqui, pues es bien conocido en la teorfa de las aperturas, IL ... Pxe 12, DxP T2T? La defensa correcta €5 12. seguido de 13. ..., D2D. 13, C6CY Principio de una serie de manio- bras con el caballo, que son muy molestas para las negras. 13... T2C 14. C4A oe -, AST, La continuacién es 15, C5T, 14. ... ASC 15. D2C Adc 16, P3TR A2D Si 16. ..., AXC, no 17, PCXA?, debido a 17. ..., DSTI, pero 17. AXA, A2D; 18. TDIR, con un ata- que poderoso, 17. CST T2T Las negras tienen una pieza bien situada, pero su desarrollo es defec- tuoso y su flanco de rey estd ame- nazado. Es importante explotar este esta- do de cosas antes que las negras en- cuentren la oportunidad de enrocar- se. Seria cportuno otro sacrificio pa- ra abrir columnas. 18, PSR! wee Como preparacién se efectia un sacrificio de infiltracién, La dama de las blancas necesita la casilla 4R. 18... PXP 19. DAR a Ahora la torre estd atacada, y co- mo la proteccién de 2AR debe man- tenerse por parte de las negras, la respuesta de estas es forzada, 19, P4A 67 Diagrama nim. 52 20. TXPI oe JEsto era lo que las blancas esta- ban planeandol Las blancas entregan una torre, pero todas las puertas y caminos serdn abiertos a sus fuerzas. Este golpe de las blancas se debié al hecho de que su flanco de dama se encuentra sin desarrollo; pero a me- nudo es preferible no desarrollar una pieza a una casilla indiferente. En el presente caso, la columna de alfil rey est4 completamente abierta, y pronto seré ocupada por la otra to- tre de las blancas para una accién decisiva inmediata. El explorador en 1AR abrié el camino para el cafién; ahora en ITD. Vemos el mismo pro- cedimiento de Ja partida anterior. 20. ... AXT 21, DXA oe Ahora la posicién de las negras se est4 desintegrando, ya que las fuer- zas blancas, en su asalto, no tenian obstdculos que vencer en'su camino. Hay diversos tratamientos listos, las negras no podran conservar su ma- terial. 21, ... T2R O 21. AXC, etc. D2D; 22. A6R y 23. 68 22, AXA PXA 23. TLAR! we También pueden jugar 23. AXxC, pero el movimiento del texto sera se- guido por 24. A7A+, y mate en po- cos movimientos mds, Las negras de- ben jugar muy bien con el objeto de resistir por mds tiempo. 23... D3D O 23. ..., C3T; 24, C6A+, RIA; 25. DxPC, ‘ete. 24, AXC PxP iDesesperacién! Después de 24. B RID la partida esté también ver- dida. 25. D8A+ R2D 26. DXTD ee Ahora son las blancas las que tie- nen una pieza extra. El resto de la partida es obvio. 26. D4A 27, C6A+ R3D 28. D8AR DIR 29. R2C P6D 30. T2A D&R 31. D6T Abandonan Es verdad que en las dos parti- das, el atacante hizo considerables sacrificios de material, y por lo tan- to, gané répidamente. Por todo lo cual seria impropio clasificarlos co- mo sacrificios simulados. Sin embargo, empleé una torre entera, por una «parte» debe, natu- ralmente sentirse satisfecho de que va a «pagar, Podria pagar, pero ivaldria la pena sacrificar una torre entera, sin tener un fuerte e inme- diato tratamiento a su disposicién que lo conduzca al éxito? En toda la literatura de ajedrez, sé dé un caso unico, la partida Maroczy-Tar- takover (Teplitz-Schdnau, 1922), Una ovra magistral de Tartakover. Después de un sacrificio de torre, el defensor, por regla general, tiene

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