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MASTER OFICIAL EN COOPERACIÓN

INTERNACIONAL Y POLÍTICAS DE DESARROLLO

FUNDAMENTOS AXIOLÓGICOS DEL DESARROLLO Y LA


COOPERACIÓN

III Parte: Estudio de un modelo concreto

LA COOPERACION Y EL DESARROLLO SEGÚN UNA PERSPECTIVA ORIENTAL

José Aguilar Gómez


joseagui@telefonica.net

1. INTRODUCCIÓN.

Como ya se indicó en la Introducción de la asignatura, es fundamental tener en


cuenta el enfoque axiológico para definir las estrategias de desarrollo y cooperación,
puesto que los valores elegidos nos van a permitir plantear diferentes pautas de
conducta, con consecuencias muy dispares sobre la realidad. Pero, además, el
comportamiento de cada población está influenciado igualmente por esquemas
axiológicos alternativos, que deben ser tenidos en cuenta por el profesional en
desarrollo y cooperación en su acercamiento a dichas poblaciones. En este sentido, es
preciso considerar la dimensión axiológica tanto como hecho positivo (es decir, los
valores reales asumidos y practicados por una población, en función de la religión y
cultura de la misma, y que podemos identificar desde una perspectiva sociológica),
como en cuanto propuesta ética (normativa) que, bajo múltiples expresiones, debe
tenerse en cuenta a la hora de enjuiciar una realidad, o para formular modelos
alternativos de comportamiento político.
En la I y II Partes de esta asignatura se han abordado ambas dimensiones,
estudiando, respectivamente, tanto la sociología del cultura y la religión (ser) como la
ética (el deber ser). En este sentido, se dedica esta III Parte a realizar una síntesis de lo
anterior, aplicada al mundo oriental, esperando que pueda servir de referencia (en
cuanto se trata de un modelo específico y determinado) para abordar de manera
similar el estudio y la intervención en relación con otras realidades culturales, con las
que el técnico en desarrollo y cooperación pueda encontrarse en el desempeño de su
misión.
¿Cómo puede enfrentarse en su vida profesional con el desafío de los valores
cuando debe intervenir en una situación concreta? Sin ánimo de dar por agotado el
tema, pueden apuntarse cuatro aspectos a tener en cuenta cuando llega o se enfrenta a
una determinada realidad social con el propósito de actuar, diseñar y aplicar una
determinada propuesta política: 1) debe conocer cuál es el marco ético existente; 2)
debe estudiar las consecuencias que en teoría puede tener dicho marco sobre la vida
económica y social y el desarrollo; 3) debe conocer cómo el marco ético aludido se está
asumiendo y aplicando en la práctica; 4) debe investigar qué consecuencias reales tiene
esa forma de asumirlo y aplicarlo sobre su vida económica y social y sobre su desarrollo
real.

1
De acuerdo con ello, se estudian en primer lugar los puntos 1) y 2), aplicados a
Oriente, teniendo en cuenta de manera detallada algunos de los principales sistemas
filosóficos existentes; para con posterioridad, en el epígrafe 6, abordar de manera
conjunta los puntos 3) y 4). Así, pues, y en definitiva, estudiaremos de qué manera
determinadas filosofías orientales nos pueden ayudar a comprender lo que sucede en
Oriente, y el modo en el que algunas normas características de dicho entorno cultural se
asumen como valores por la sociedad y son aplicadas o no como referentes de conducta.

1.1 El estudio del contenido económico de las religiones y filosofías


orientales.

Ahora bien, para poder llevar a cabo esta tarea, y teniendo en cuenta que nos
interesa en relación con las políticas de cooperación y desarrollo, es preciso examinar en
primer lugar el contenido económico de dichas filosofías orientales, de forma que a
través de ello podamos ver la relación con la cooperación y el desarrollo.

En este sentido, conviene recordar que ya existe una línea de investigación que
estudia el contenido económico de obras y líneas de pensamiento no económicas. En
efecto, podemos citar diversos estudios de obras de la literatura española como El
Cantar de Mío Cid y Las Cántigas de Nuestra Señora, cuyo contenido económico fue
estudiado por Marjorie Grice Hutchinson. Asimismo, podemos señalar el trabajo de
Antonio García Lizana sobre El Libro del Buen Amor y el estudio de una serie de
poema del mismo libro por Antonio García Lizana y José Aguilar Gómez. Finalmente
destacamos el estudio de Ramón Tamames sobre el contenido económico de El Quijote.

También se han estudiado obras religiosas, como ha hecho Luís Ramírez Benéytez
sobre algunas partes de la Biblia; o se ha abordado el contenido e implicaciones
económicas de determinadas religiones, como el trabajo de Schumacher sobre la
economía del Budismo, o el libro de F. Miralles sobre la aplicación de la filosofía Zen a
la empresa.

En definitiva, toda una nueva línea de investigación en el ámbito de la Ciencia


Económica que nosotros vamos a continuar y profundizar en el caso de de las filosofías
orientales, estudiando parte de su contenido económico, con el objeto de estudiar su
relación con la cooperación y el desarrollo. No obstante, nos vamos a centrar sólo en
cuatro religiones y/o filosofías orientales:

Existen numerosas filosofías y religiones orientales1, aunque nosotros vamos a


elegir cuatro de ellas: Sintoísmo, Budismo, Confucianismo y Bushido. Las razones de
esta elección serian, en esencia, las siguientes:

a) Respecto a las dos primeras, se trata de las dos religiones que más se practican
en Japón. Aunque el Budismo también es muy importante en China y en la India. El
Confucianismo es muy practicado en China y en otros países del sureste asiático.

b) El Bushido fue un Código de conducta que se practicó en Japón durante 8


siglos y que tuvo una influencia enorme en la vida del país; asimismo también estuvo
influenciado por el Budismo y el Sintoísmo y por el Confucianismo.

1
En oriente las expresiones “religión” y “filosofía” son casi similares.

2
En lo que a mí se refiere, llevo viajando a Japón los últimos trece años y me
atrae mucho la cultura de ese país, lo cual me ha impulsado a estudiar algunos aspectos
de esa cultura y relacionarla con la economía. Además, el hecho de que Japón haya
tenido un progreso económico tan grande, así como otros países de Oriente, tales como
China o el sureste asiático, me llevan a preguntarme si no influirá la filosofía y/o
religión que estos países practican en el progreso económico.

2.- EL BUSHIDO.

2.1 Origen y evolución histórica del Bushido. Los samuráis. El código del
samurái.

El Bushido era un código de conducta y de ética que existió en Japón en la Edad


Media, desde el siglo XII hasta finales del siglo XIX. Lo mismo que en Europa existía
en aquella época el código de la caballería, en Japón los guerreros japoneses y en
especial, los samuráis2, tenían también su propio código: el código del Bushido o código
del samurái. También se le puede denominar código del guerrero.

Esta filosofía se plasmó a comienzos del siglo XVII en un libro llamado El


código del samuray escrito por Daidoju Yuzan, escritor experto en artes militares, en
donde se plasman todos los principios y normas que debe seguir un samurái tanto en
tiempos de guerra como de paz.

¿Qué circunstancias políticas tuvieron lugar en este siglo, y que se prolongaron


en el tiempo, cuando se creó y se empezó a practicar el Bushido? En realidad existe
bastante paralelismo e incluso similitud entre las circunstancias políticas y sociales de la
época, ya que son consecuencia las unas de las otras.

En este siglo, el predominio de las costumbres feudales en Japón se plasmó en el


protagonismo político y económico de la aristocracia militar provinciana: los samuráis.
Surgida de las capas inferiores, había desplazado a la nobleza civil cortesana. Los
dominios de estos magnates locales no seguían el modelo del feudalismo europeo. Cada
uno recaudaba impuestos de los cultivadores y los utilizaban para el pago a sus
partidarios, aunque también hubiera una parte de dicha recaudación que fuese para el
Estado.

No obstante, tendían a organizarse en grupos vinculados entre sí por pactos


personales de armas, por los que el señor exigía la lealtad del vasallo y dicho señor le
recompensaba con la entrega de arroz o incluso, a veces, con algún tipo de tierras. Todo
este proceso estuvo enmarcado por la autoridad del emperador, fuente de poder y figura
que aseguraba la armonía del Estado. A pesar de esto hubo una pugna constante entre

2
Guerreros japoneses que surgieron en el siglo XI y que, en su mayoría servían al shogun
(primer ministro) o al señor feudal (daimio). Esta clase de guerreros duró hasta finales del siglo
XIX. El nombre de samurái significa literalmente guardias o acompañantes, aunque también
fueron conocidos como bushi, que literalmente significa guerreros. Los samuráis fueron la clase
dominante durante toda la Edad Media y hasta finales del siglo XVII. A partir de 1700, con la
unificación del Japón y el incremento del comercio, las luchas habían cesado o se redujeron
considerablemente, y Japón comenzó a moverse hacia una vida más modernizada, más
“occidental”, de forma que muchos samuráis se dedicaron a tareas de comercio. Finalmente, los
samuráis y su modo de vida fueron oficialmente abolidos en 1876; pero no fueron olvidados del
todo. Es algo que da que pensar.

3
las tendencias centralistas y las manifestaciones autonómicas locales (ver Martín
Alarcón, 2009) 3.

Como en el caso europeo, existieron rígidas estructuras jerárquicas de clase y un


estricto código ético para la clase guerrera. Dicho código, emergió en aquellos años del
siglo XII, aunque no fue redactado hasta el siglo XVI4.

Finalmente, el Bushido como forma de vida desaparece a finales del siglo XIX,
en concreto en 1869, con la revolución industrial y el desmantelamiento de la sociedad
tradicional.

2.2 Características económicas del Bushido.

Vamos a ver brevemente algunas características de esta filosofía desde el punto


de vista económico, aunque, para no extendernos demasiado, vamos a centrarnos en las
que más relación tienen con el tema del desarrollo.

1) El Bushido era partidario, al menos de forma indirecta, de una sociedad de


castas, con una jerarquía situada en el primer lugar del escalafón social, que era el
Emperador de Japón, hasta los que se situaban en el último lugar que eran los
campesinos, artesanos y comerciantes; especialmente estos últimos eran enjuiciados de
forma negativa en esta filosofía. No obstante, también se trataba a las castas inferiores
con cierto paternalismo. Se decía en el libro El código del samuray que no se debía
cometer ninguna violencia ni injusticia contra estas castas “inferiores”. Por ejemplo, no
exigirles más impuestos de lo habitual y no encargarles artículos a los comerciantes y
después descuidar su pago, porque podía causarles la ruina.

2) Aunque se trate con cierto paternalismo a todas las castas inferiores


(campesinos, artesanos y comerciantes), se veía negativo el comportamiento de los
comerciantes, a los que se acusaba de pensar sólo en el lucro, en la acumulación de
riquezas y en ocuparse sólo de las cosas materiales. Curiosamente, en tiempos de paz
algunos samuráis hicieron negocios con ellos e incluso se dedicaron al comercio.

3) En el Bushido se le da mucha importancia a la formación y a la educación y se


critica con dureza al analfabetismo: consideran a esto último como algo muy negativo
que hay que evitar a toda costa.

4) Esta filosofía defendía mucho la frugalidad, la austeridad y el ahorro y


criticaba el exceso de gasto. Sólo había que realizar gastos que ellos consideraban
necesarios y prácticamente prohibía el endeudamiento. Y si este se producía tenía que

3
La especial configuración del sistema político japonés halló serios enemigos en la presencia de
extranjeros y en las nuevas doctrinas importadas de occidente. Ambos fueron objeto de
persecución, hasta que se dictó la expulsión de los cristianos en el siglo XVII.
4
Posiblemente una de las razones de que apareciese El código del samuray escrito, pudiera ser
el hecho de plasmar una enseñanza de forma que pudiera llegar al alcance de todos los samuráis,
y en la que se advertía de lo negativo que era abusar de otras clases sociales, especialmente con
los campesinos. Con ello, se intentaría suprimir los abusos que los samuráis cometían en no
pocas ocasiones, principalmente en la recaudación de impuestos: a veces se les arrebataba hasta
un 55% de las cosechas. De este modo, se trataba de evitar las sublevaciones que dichos
campesinos protagonizaron en algunas ocasiones.

4
ser muy moderado, ya que estimaban que dicho endeudamiento podía causar la ruina de
la propia persona y de los acreedores.

5) Por último, se exige la lealtad total de los funcionarios (samuráis) al señor,


que en este caso se refería al señor feudal (daimio) y al primer ministro (shogun).
Asimismo, a estos funcionarios se les exige honradez y honestidad total. De hecho, para
este código de conducta, el robo al Estado, desfalco, etc., era el mayor delito que se
podía cometer.

2.3 El contenido económico del Bushido. Bushido y desarrollo.

Lo primero que hay que aclarar es que en esta filosofía oriental, a diferencia de
otras como el Budismo o el Confucianismo, no se le da importancia al tema de la
pobreza y la desigualdad, ya que apenas hay algunas alusiones a las mismas. No
obstante, vamos a analizar a continuación si todos estos preceptos y características del
Bushido, anteriormente descritos, son compatibles con un proceso de desarrollo.

En primer lugar, con una sociedad de castas sería imposible cualquier proceso de
desarrollo equitativo, ya que esto último buscaría una igualdad social o, al menos, un
recorte de las diferencias sociales, pero nunca que hubiesen grupos sociales que fuesen
superiores a otros y que impusiesen sus normas a los “inferiores”.

En segundo lugar, el tema de la formación sería compatible con un proceso de


desarrollo. La lucha contra el analfabetismo es fundamental en dicho proceso. El
Bushido estaba a favor de todo eso, aunque con el matiz de que esta filosofía centraba
más dicha formación en las artes militares y sus derivados. No obstante, esta filosofía
era totalmente contraria al analfabetismo y estaba a favor del conocimiento, con lo que,
habría compatibilidad con el desarrollo.

En lo que a la frugalidad y el ahorro se refiere, podría se incompatible con un


proceso de desarrollo, ya que éste implica una serie de gastos en infraestructuras,
educación, viviendas, etc., que pueden ser elevados pero necesarios, y aunque en lo que
al Bushido se refiere, dichos gastos podrían incluirse también como necesarios, ello
podría implicar un endeudamiento elevado, que es lo que esta filosofía no comparte, ya
que los endeudamientos excesivos o elevados los considera negativos.

Por lo tanto, la compatibilidad en este caso sería muy discutible, puesto que para
que el gasto necesario para afrontar un proceso de desarrollo fuera coherente para el
Bushido, no debería ser demasiado elevado y dicho gasto tendría que producirse con un
endeudamiento leve o moderado, cosa que no siempre es posible en este tipo de
situaciones.

Por último, en lo referente a la lealtad de los funcionarios al jefe y a la honradez


y honestidad de los mismos, en principio habría una compatibilidad ya que los
funcionarios que manejan los fondos se suponen que deben de ser honrados y no desviar
dichos fondos para usos inapropiados, desfalcos, etc. En cuanto a la lealtad, la mejor
lealtad a cualquier jefe es siendo honesto y haciendo el trabajo de la manera más
correcta posible, procurando que el dinero que se maneja llegue a donde debe de llegar.
En este sentido si que habría una compatibilidad con la filosofía del Bushido.

5
Resumiendo, el Bushido y la filosofía que contiene es parcialmente compatible
con un proceso de desarrollo, aunque sólo en determinados aspectos; principalmente en
el tema de la formación y lucha contra el analfabetismo. En otras cuestiones, como las
diferencias entre clases sociales, limitación de gastos, etc. el Bushido es incompatible
con un proceso de desarrollo. Probablemente se deba a que la sociedad en la que se
desarrolló el Bushido contenía una serie de injusticias sociales y económicas que
acompañaron a esta filosofía durante todos los siglos en que estuvo vigente este código
de conducta, y que no encaja con lo que existe en el Japón del siglo XXI: una sociedad
mucho más justa y desarrollada, con igualdad de derechos entre los diversos grupos
sociales y con unas diferencias económicas que, con sus lógicas deficiencias, no fuesen
tan exageradas como lo eran durante los siglos XII-XIX.

3. SINTOÍSMO.

3.1 Concepto y doctrina.

Unos 70 millones de asiáticos practican esta creencia, aunque en su inmensa


mayoría son japonenses. El Sintoísmo, etimológicamente, significa “vía divina” y es la
religión nacional japonesa. Esta religión no es, como el Budismo y otras religiones, un
conjunto de creencias o de prácticas destinadas a asegurar la felicidad y la salvación
futuras del individuo, sino una religión inseparable de la noción misma del Estado,
representada por el emperador, descendiente directamente de los dioses.

Su moral, exclusivamente japonesa, no conoce más deberes que hacia la patria,


el emperador y los antepasados. Ellos adoran a la naturaleza, de forma que el sol, un río
o una montaña ya es un dios para ellos; su nombre literal es “kami”, que viene a
significar dios o dioses, y se refiere en general a lo que es superior o divino. No
obstante, habría que matizar que este culto politeísta de la naturaleza está inspirado no
tanto en el temor a las fuerzas de ésta, sino al contrario, en la estima y gratitud por sus
dones y virtudes.

El Sintoísmo reconoce muchos lugares sagrados: montañas, santuarios, etc.; no


obstante, son los santuarios los principales lugares de culto, lo cuáles, teniendo en
cuenta que para ellos la naturaleza es sagrada, suelen encontrase en hermosos enclaves
naturales5.

3.2 Sintoísmo y economía. El comportamiento económico sintoísta.

¿Cómo es la economía y el comportamiento económico para los sintoístas? Para


entender esto habría que remontarse al pasado para verlo mejor. En la Edad Media,
como ya se ha indicado, había en Japón un régimen feudal, igual que en Europa, pero
con algunas diferencias. La Iglesia en Europa tenía sus asalariados y su influencia en la
economía y en la política del país. Más aún. Recibía donaciones y otros favores del
gobierno y de otras instituciones cuando llegaba el caso. En la religión sintoísta las
cosas eran más bien diferentes.

Los sacerdotes de esta religión se ganaban la vida cultivando la tierra como


cualquier campesino normal y corriente y si el gobierno les hacía un templo, después

5
Actualmente existen en Japón unos 80.000 templos, 20.000 sacerdotes sintoístas y más de 70
millones de fieles, muchos de los cuáles se declaran, además, budistas.

6
eran los propios sacerdotes los que lo mantenían con su trabajo y sin ayuda estatal. En
aquella época las cosechas eran la base de la economía, una economía de supervivencia
y ellos consideraban innecesaria e ilógica la ayuda estatal; ellos hacían las ceremonias
religiosas que tuvieran que hacer; pero no para aprovecharse de su estatus religioso e
influir sobre los gobiernos, sociedad, etc.6.

No obstante, hay que dejar claro que para la mentalidad sintoísta no se habla
tanto de economía como de empresa. La economía es la empresa. En Japón, en las
empresas tratan a los empleados como si fuesen de la familia. Les pagan el colegio a
los hijos de los empleados, así como los libros de texto y material escolar. Tienen un
puesto asegurado en la empresa para sus hijos desde que nacen (salvo excepciones y
problemas que surgiesen de tipo laboral, personal, etc.).

Para los sintoístas hay que vivir de una forma y ello conlleva ciertas cosas o
consecuencias, pero ellos no pretenden fomentar nada. Ellos son así7.

3.3 La empresa. Pobreza y tercer mundo.

Siguiendo con el tema de la empresa, para los sintoístas, el objetivo de la


empresa no es sólo maximizar el beneficio. Hay más opciones, tales como hacer la
empresa más fuerte y tener contentos a los empleados. Aunque esto no significa
necesariamente que suban los salarios. Esto último es una opción; pero no es la única.

También se puede crear un buen ambiente en la empresa; es más, el hecho de


que la empresa produzca más y gane más no significa que suban más los salarios. Ni
siquiera el de los directivos. Si un empleado gana 1200 euros mensuales, el dueño de la
empresa no tiene un salario mucho más elevado. Pueden ser 2500 euros; pero no mucho
más. ¿Y qué pasa con el excedente que se genera? Dos posibilidades: lo reinvierten en
la empresa para ampliarla o lo llevan a reservas para que haya ahorro. De hecho, Japón,
al contrario que en muchos países occidentales, es un país cuya propensión a ahorrar es
elevada.

En definitiva, para la mentalidad sintoísta, referida a la empresa: todo es para el


país y el país a su vez nos mantiene y vive para nosotros.

Respecto a la pobreza, para la mentalidad sintoísta, ésta no tiene sentido, dada la


organización de la economía del país. Y si esta se produce, ellos lo achacan a dos
motivos:

- En primer lugar a la occidentalización del país, incluyendo a las influencias de


las ideas del marketing americano. Porque entonces ya no se trata de economía
japonesa, puesto que se están difundiendo las ideas económicas americanas.

- En segundo lugar se debe a que “hay que gente que no saben vivir y otros que
sí”. Me explico. Ellos utilizan a su modo el dicho de que no es más rico quien más tiene
sino el que menos necesita.

6
Por supuesto, eso no quita que no hubiera alguna excepción y que algunos sintoístas se
saltasen las normas. Como dice un dicho cristiano: “hay de todo en la viña del Señor”.
7
En esta religión y en otras filosofías orientales consideran que si intentas fomentar algo,
entonces lo que haces es vender algo y ya hay una mentira.

7
De este modo, puede haber una familia que ganando 600 euros al mes pueda
subsistir y otra que ganado 3000 euros tenga dificultades para llegar a fin de mes debido
al ritmo de vida que llevan. Por ello, creen que la pobreza es algo más interno que
externo.

Otra cosa distinta es la pobreza a niveles extremos como es el caso de África:


para la mentalidad sintoísta, aunque no entre a fondo en las causas de dicha situación, sí
critica las llamadas ayuda de solidaridad: el sintoísmo considera que dichas ayudas son
más perjudiciales que positivas puesto que, aunque por un lado se supone que
benefician, por otro perjudican no sólo porque a veces dichas ayudas económicas no
llegan a los más necesitados8, sino que además, acostumbran a estos países a vivir de la
ayuda extranjera y así nunca salen del pozo en el que están metidos.

4.- BUDISMO.

4.1 Concepto y doctrina.

Lo podríamos llamar definir como una religión atea, ya que no existe para ellos
un Dios supremo. Ni tampoco sacerdotes, aunque sí que existen monjes. Nació hace
2500 años en la India. Es obra de célebre reformador indio Sidharta Cautarma, llamado
el Buda, que significa iluminado, despierto, sabio. Estuvo predicando durante 50 años la
doctrina budista o Dharma: la enseñanza principal del Buda se compone de lo que se
conoce como las Tres Verdades Universales9, las Cuatro Verdades Nobles10, y el
Camino de las Ocho Sendas11. Todo esto unido es el Dharma.

Aunque no vamos a extendernos mucho más en el concepto de Budismo, aparte


de que hay varias ramas del mismo12, añadiremos que uno de los objetivos de esta
doctrina es la eliminación del sufrimiento y conseguir el “nirvana”, que es como decir
la liberación de dicho sufrimiento y la iluminación13.

4.2 El economista budista. Trabajo y beneficios empresariales. Nivel de


vida.

8
Y de hecho a veces las ayudas económicas NO LLEGAN al pueblo al que se pretende ayudar,
sino que el dinero va a la cuenta corriente del político o políticos de turno.
9
Estas verdades universales serían: 1) Todo es transitorio y está en constante cambio en la vida.
2) El carácter transitorio de todas las cosas conlleva sufrimiento. 3) No existe un yo permanente.
Lo que llamamos “yo” no es más que una colección de características cambiantes.
10
Estas verdades nobles son las siguientes: 1) Toda vida implica sufrimiento. 2) la causa del
sufrimiento es el deseo y el apego. 3) El deseo y el apego pueden superarse. 4) La forma de
superarlos es seguir el camino de las ocho sendas.
11
El camino de las ocho sendas es el camino medio seguido por el Buda en su búsqueda de la
iluminación y es un código de conducta para el budista. La finalidad de estos ocho factores o
sendas es desarrollar y perfeccionar los tres principios capitales del adiestramiento y la
disciplina budista: conducta ética, disciplina mental y sabiduría.
12
Existen cuatro ramas del mismo: El Budismo Theravada, extendido por el sur asiático
(Camboya, Tailandia y Vietnam); el Budismo Mahayama o vehículo que aspira a la salvación
universal de todos los hombres; el Budismo Tántrico que surgió alrededor del siglo V de nuestra
era en la India; y el Budismo Zen, presente sobre todo en Japón.
13
Aunque según los budistas el “nirvana” no puede describirse ni definirse con palabras.

8
A continuación se va a estudiar como ve el Budismo la economía y el
comportamiento económico, y para ello vamos a tomar como referencia, además del
evangelio budista Dhammapada, el libro del Dalai Lama y Van de Muyzemberg (2008)
y el estudio de E.F. Schumacher (2001).

En el Budismo se hace referencia a los recursos naturales. Por un lado,


Schumacher cuando estudia a la economía budista, interpreta que las enseñanzas del
Buda prescriben una actitud reverente y no violenta, no sólo para las criaturas sensibles
sino también, con un gran énfasis, para los árboles: todo seguidor del Buda debe plantar
un árbol cada varios años y cuidarlo hasta que esté bien crecido. Además, si revisamos
Dhammapada, libro que podría considerarse el evangelio budista, se puede ver que se
alude con frecuencia a lo que llaman “criaturas sensibles” como los caballos, perros,
mulas, cerdos, elefantes (Caps. II; VII; XXXXII…), en donde se menciona el hecho de
no dañarlos, entre otras cosas. Asimismo, hay numerosas referencias a los árboles,
incluso a los bosques; efectivamente, no sólo se menciona el hecho de plantar un árbol,
sino que también se critica la tala indiscriminada de los mismos y el daño que esto
produce a la naturaleza (Caps. XX, XXIV…)

Siguiendo con el contenido económico del Budismo, gran parte del mismo se
concentra en el trabajo humano y en determinados aspectos relacionados y derivados del
trabajo. Desde el punto de vista budista, se considera que la función del trabajo
conlleva, al menos, tres aspectos: dar al hombre la posibilidad de utilizar y desarrollar
sus facultades; ayudarle a liberarse de su egocentrismo, uniéndolo a otras personas en
una tarea común; y producir bienes y servicios necesarios para la vida.

Para el budista el trabajo nutre y reaviva al hombre y le impulsa a producir lo


mejor de que él es capaz, mientras que, a su juicio, el economista occidental ha crecido
en la enseñanza de que el trabajo es, poco menos que un mal necesario, ya que para el
empresario, sería ideal una producción sin empleados y para el trabajador sería ideal la
obtención de un ingreso sin tener un empleo.

En estas circunstancias, para el budista, si la persona no tiene la oportunidad de


tener un trabajo, y por tanto, cae en el desempleo, se encuentra en una situación
desesperante, no sólo porque carece de un ingreso, sino porque también carece de ese
factor de trabajo que para el budista llena su vida, la nutre y le inyecta disciplina. De
este modo, desde el punto de vista budista es fundamental planificar la economía hacia
el pleno empleo: proporcionar trabajo para todo aquel que lo necesite (ver Schumacher,
2001, pp. 46-47).

Por otro lado, según Schumacher, para los budistas el nivel de vida no se mide
según el consumo. Para ellos, el hecho de que se consuma más, no significa que el nivel
de vida sea mejor: se puede tener el máximo nivel de bienestar con un mínimo de
consumo. El consumo, por tanto, no tiene que ser elevado, sino ÓPTIMO; es decir, el
adecuado. La economía moderna trata de maximizar el consumo por un modelo óptimo
de esfuerzo productivo, mientras que para el budista se trata de maximizar las
relaciones humanas por medio de un modelo óptimo de consumo.

9
4.3 Comercio justo. Fuentes de energía renovable y no renovable.

Respecto al comercio, la producción basada en fuentes de recursos locales para


las necesidades locales es la forma más racional de vida económica, mientras que la
dependencia de importaciones de lugares lejanos y la consiguiente necesidad de
producir para exportar a gente desconocida y distante es altamente antieconómica, y es
justificable solo en casos excepcionales y en pequeña escala: satisfacer las necesidades
humanas desde fuentes de recursos lejanas antes que de fuentes de recursos cercanas,
significa un fracaso antes que un éxito (ver Schumacher, 2001, p.48). No obstante, con
respecto al comercio, y para completar lo que dice Schumacher, habría que añadir algo
más.

En las ocho sendas budistas, cuando se habla de los medios correctos de


subsistencia o rectos medios de vida, se afirma que hay que abstenerse de ganarse la
vida mediante una profesión u ocupación que pueda ser nociva para los seres vivientes,
y se ponen varios ejemplos, entre los cuáles destacamos algunos: comerciar con seres
vivientes14, comerciar con armas mortíferas, el comercio de carne y de alimentos
perjudiciales para la salud, tales como las drogas.

Por lo tanto, a las características que según Schumacher tiene el comercio para el
economista budista, y que se han expuesto anteriormente, habría que añadir una serie de
juicios de valor sobre determinados tipos de comercio que esta doctrina considera
negativos y ciertas consecuencias sobre dichos juicios de valor. Por ejemplo, cuando se
dice que el comercio de armas es un medio de vida dañino e injusto, entonces es
evidente que el budismo se opone categóricamente a la guerra. Y cuando se afirma que
el comercio de seres vivientes es perjudicial para dichos seres vivientes, está claro que
esta doctrina se opone a la esclavitud.

Desde el punto de vista budista, la diferencia sustancial entre los combustibles


no renovables como el carbón y el petróleo por un lado, y los combustibles renovables
como la energía solar, eólica y la hidroeléctrica por el otro, no puede ser descuidada.
Los bienes no renovables deben usarse sólo si son indispensables, y aún así con el
mayor de los cuidados y con una preocupación meticulosa por su conservación. Usarlos
negligente y extravagantemente es un acto de violencia que hay que evitar.

No hay que olvidar que estas fuentes de recursos mundiales de combustibles no


renovables se encuentran distribuidas por el globo de una forma muy desequilibrada y
sus existencias son limitadas. En este sentido, para el budista, es evidente que su
explotación en proporciones cada vez mayores es un acto de violencia contra la
naturaleza, lo cual debe, casi inevitablemente, conducir a la violencia entre los
hombres.

Finalmente, y con respecto a la empresa, el propio Buda reconoció la iniciativa


empresarial como una actividad valiosa. Efectivamente, en el libro La senda del líder,
uno de cuyos autores es el Dalai Lama, éste reconoce que Buda animó a los empresarios
de su época a alcanzar el éxito, siendo dignos de confianza y considerando con atención
lo que se podía vender. También sugirió que deberían ahorrar dinero para los tiempos
adversos y compartir parte de los beneficios con sus empleados.

14
Se refiere únicamente al comercio de seres humanos, las personas, no a los animales. A estos
últimos se les denomina en esta religión “criaturas sensibles”.

10
5.- EL CONFUCIANISMO.

5.1 Concepto y doctrina.

Se trata de una de las religiones más importantes de oriente, practicada sobre


todo en China15. Del Confucianismo se ha dicho que es más una filosofía que una
religión, porque pone más énfasis en una serie de cuestiones morales, sociales y
políticas que en la espiritualidad. Además no ha tenido nunca la estructura de una
religión con sacerdotes y la gente venera a Confucio como un gran maestro, no como un
Dios.

El fundador del Confucianismo fue Kung-Fu-Tsu, cuyo nombre latinizaron los


misioneros portugueses del siglo XVI, llamándole Confucio. Las enseñanzas de
Confucio que han llegado hasta nosotros gracias a sus alumnos, se hallan reunidas en
los cuatro libros clásicos, lo que podríamos definir como “la Biblia” del Confucianismo.

Lejos de la mística y de las creencias religiosas, lo que caracteriza al


Confucianismo es un sentido práctico; se trata de un sistema de pensamiento orientado
hacia la vida y destinado al perfeccionamiento de uno mismo. De este modo, el
objetivo, en último término, no es la “salvación” sino la sabiduría y el
autoconocimiento.

En consecuencia, para la Doctrina de Confucio, no existe un poder supremo al


que se le deba una obediencia ciega, promesa de salvación ni cielo después de la muerte
o amenaza de castigo con el infierno. No existen dioses que hablen al hombre por
mensajes enviados por medio de unos pocos escogidos o por tablas de la ley a las que se
confiere autoridad suprema o sobrenatural. Finalmente, el Confucionismo ignora toda
revelación divina16, basando todo su sistema filosófico en una serie de aspectos: en los
deberes recíprocos existentes entre monarcas y súbditos, entre padres e hijos, entre
ciudadanos, etc. Por último, el respeto a los antepasados y al propio nombre es el
fundamento de la familia.

5.2. La economía del confucianismo: especial referencia a la pobreza y a la


distribución/concentración de la renta y de las riquezas.

En los textos confucionistas, existe todo un repertorio de alusiones a temas


económicos; no obstante, nosotros sólo nos vamos a centrar en dos de ellos: la pobreza
y la distribución de la renta y riquezas.

Respecto a lo primero, en la época de Confucio se vivió una época de esplendor


económico, ya que tanto la agricultura, la artesanía y el comercio experimentaron un
enorme desarrollo. Aunque en aquellos años todavía no existía un potente comercio con
otros países17, no es menos cierto que ya, a comienzos del siglo VI a. C., el emperador

15
Aunque también se practica en Corea, Japón, Vietnam y en otros países del sureste asiático.
16
Como tampoco hay noción de una gracia divina para reforzar la voluntad e iluminar la razón.
Hay alguna que otra alusión a la oración pero nada que muestre que la oración diaria es
recomendable para quien aspira a la perfección.
17
Aún quedaban dos o tres siglos para que se estableciese un comercio más fuerte con países
como Japón, Corea, India, Persia y los países árabes.

11
mandó una misión hacia el oeste, abriendo la famosa “Ruta de la Seda” que partía desde
Xian, provincia del noroeste de China, hasta la costa oriental del mar Mediterráneo,
pasando por Asia Central, ruta que hizo posible el transporte continuo de las prendas de
seda de China hacia occidente, lo cual mejoró aún más el desarrollo y expansión del
comercio y repercutió grandes beneficios a China.

Ahora bien, este desarrollo económico y comercial no repercutió en la mayoría


de la población que seguía viviendo en condiciones lamentables. Tan sólo los
comerciantes, funcionarios de la administración y algunos agricultores se vieron
beneficiados por esta prosperidad económica. Para el resto de la población
prácticamente no existió dicha prosperidad18.

Ya algo de esto se reconoce en los textos confucionistas: en los años de


abundancia el pueblo padece hambre, y en los de escasez, muere de miseria (Libro III,
p.225). Además, ya está aludiendo a algunas consecuencias de la pobreza: hambre19,
escasez y miseria. Incluso también se refleja el contraste entre los ricos y los pobres de
China, un contraste que en esta filosofía se critica fuertemente: durante los últimos años
en que el reino se ha visto oprimido por la escasez, el hambre y la miseria, los graneros
del príncipe rebosaban de provisiones y sus arcas estaban repletas de tesoros, sin que
ni un solo ministro le reprochara su proceder; hasta tal punto puede llegar la tiranía de
los gobernantes sobre los gobernados… (Libro IV, p.242).

La realidad de la pobreza se menciona en el Confucianismo con cierta


frecuencia. La expresión “hombre pobre” se menciona en no pocos lugares de los libros
clásicos confucionistas, y al hombre pobre o a la persona que cae en la pobreza, en
numerosas ocasiones se le defiende y se le trata con cierta admiración: no existe nada
comparable al hombre pobre que conserva la felicidad en su pobreza (libro III, p.89).

Respecto a la distribución de la renta, En el confucianismo se afirma que la base


de la justicia es la equidad y consiste en dar a cada uno lo que le corresponde (Libro I,
p.58). De modo que ya en el siglo V a C. ya se establecía una definición de equidad. De
hecho, se alude a la necesidad de una adecuada división de las tierras o de llevar a
cabo una equitativa distribución de las tierras20 (Libro IV, pp.287-288).

Ahora bien, no solo se habla de equidad en la distribución de las tierras.


También se menciona la justa distribución de las riquezas, así como la justa
distribución de los trabajos públicos. Además la equidad va asociada a la justicia. De
hecho se afirma en la obra que entre el príncipe y los súbditos deben de prevalecer la
justicia y la equidad (Libro IV, p.267).

¿Por qué no llevas a cabo una justa distribución de las tierras de tu reino, pues
ello constituye la base de mi doctrina? (Libro IV, p.225). En este caso se trata de algo

18
Además dependían mucho del resultado de las cosechas y si la cosecha era mala, la situación
se agravaba considerablemente.
19
También menciona literalmente en otro de los libros: familias sometidas a los horrores del
hambre.
20
En la época de Confucio, la agricultura era el sector más importante de la economía del país.
Le seguían, a mucha distancia el comercio y la artesanía. La mayor parte de la población estaba
empleada en este sector. Además, se trataba de un régimen feudal en donde la mayor parte de
las tierras estaban en manos de pocas personas (latifundios), aunque no es menos cierto que, en
otras zonas de China, principalmente el sureste, ya había mas minifundios.

12
muy importante porque la base de la doctrina consiste en distribuir equitativamente
algo, en este caso las tierras del reino. Todo esto está relacionado con los conceptos de
generosidad y bondad. De hecho Confucio afirma que la generosidad del príncipe se
demuestra repartiendo sus riquezas entre el pueblo (Libro II, p.58). Y también
considera que, a su juicio, la bondad es el corazón del hombre y la equidad su camino
(Libro IV, p.401).

Resumiendo, Confucio suele criticar la ostentación y el lujo por diversos


motivos y uno de ellos es porque si hay lujo es porque hay un exceso de riquezas en
manos de una persona, y eso ya es criticable porque significa iniquidad o desigual
distribución, y mucho más criticable es si se ha conseguido de manera deshonesta y
abusiva, por ejemplo robando o con tributos abusivos, etc. Si hay un exceso de riquezas
es porque hay otros que no tienen lo que deberían tener y eso es lo que hay que evitar.
En este sentido podríamos hacernos una pregunta: ¿Han cambiado las cosas en este
sentido en la China del siglo XXI?

6.- LA PRÁCTICA DE LAS FILOSOFÍAS ORIENTALES.

Todas las filosofías y/o religiones estudiadas contienen una serie de normas,
preceptos, etc. que han influido en los diferentes países en donde dichas religiones se
practican. No obstante, vamos a centrarnos en un país concreto para poder verlo con
más claridad: Japón.

a) Sintoísmo.

En Japón se cumplen los preceptos del sintoísmo, ya que prácticamente todo el


contenido económico -la economía es la empresa, protección a los empleados, etc.- se
cumple y se aplica en la actualidad en la gran mayoría de las empresas.

b) Budismo.

En lo que al Budismo se refiere, también se cumplen algunos aspectos y


cuestiones de su contenido económico:

- Recursos naturales: el respeto a los arboles es total y allí no se producen


incendios forestales, al contrario de lo que sucede en España. Asimismo existe un
respeto por la naturaleza y por los animales, ya que no se concibe el abandono de un
animal, especialmente gato o perro.

- El trabajo humano: además de coincidir con el Sintoísmo, es algo que encaja


casi en la totalidad con la situación de algunos países orientales como China y Japón,
especialmente Japón donde existen tasas de desempleo muy bajas21. Durante muchos

21
En diciembre de 2019, la tasa de paro en Japón estaba situada en el 2,2 % (4,3% en
diciembre de 2012), una cifra algo más baja que en otras fechas. De hecho, llegó a estar en
numerosas ocasiones durante muchos años, en cifras que oscilaban entre el 2,5 y el 3,0%,
prácticamente el pleno empleo. En el caso de los menores de 25 años la tasa de paro se situaba
en esas mismas fechas en el 3,2% (30,3% en España, 14,4 en la Unión Europea, y 8,7 en
Estados Unidos).
Además, según mi propia experiencia en los viajes realizados a Japón durante los últimos seis
años, puedo afirmar sin temor a equivocarme que en ese país, valoran y consideran en trabajo
como algo muy importante e indispensable en la vida de una persona, de forma que se puede

13
años ha habido pleno empleo en Japón y hoy en día sigue habiendo tasas de desempleo
pequeñas a pesar de la subida de los últimos años. Existe un amor por el trabajo enorme
en este país, lo he podido comprobar yo mismo en mis estancias allí: tienen un periodo
vacacional muy corto: 15 días al año como mucho y una jornada laboral muy larga de
casi 50 horas a la semana, cosa que para ellos es normal.

- Respecto al consumo y el ahorro: la propensión a consumir es de 0,55, frente a


la de ahorrar que es de 0,45 en 2007, pero en 2012 este dato había cambiado
ligeramente: la propensión a consumir era de 0,60 frente a un 0,40 de la de ahorrar. Si
bien es cierto que, durante muchos años ellos no consumían en exceso, ya que solían
exportar gran parte de su producción (y lo siguen haciendo); también es verdad que
existe un nivel de ahorro bastante elevado, al contrario de lo que sucede en España, sin
embargo, ello no quita que las costumbres han ido modificándose con el transcurso del
tiempo y que el consumo haya ido incrementándose en detrimento del ahorro.

c) Confucianismo.

En lo que al Confucianismo se refiere, esta religión no es muy importante en


Japón y por eso no vamos a entrar demasiado en esta cuestión; pero si decir que la
pobreza es muy baja en este país, no hay más que visitar ese país para darse cuenta, así
como que no hay demasiadas diferencias entre ricos y pobres. Eso te das cuenta cuando
vas por la calle y conoces a gente allí.

c) Bushido.

- En lo que al Bushido se refiere no se cumplen muchos de sus preceptos: En


primer lugar no existen hoy en día las diferencias sociales que había durante la época
del Bushido, ni se critica ninguna clase social como es el caso de los comerciantes; al
contrario, si hay algo que en Japón “sobra”, son precisamente los comercios. Es una de
las cosas que más me han impresionado del Japón. Sí se cumple en cambio lo que a la
formación y educación se refiere: Japón tiene una tasa de alfabetización del 99%, con
un alto nivel de formación en todo el país, en donde existen convenios entre las
empresas y la universidad para formar a los alumnos. Además, tiene un índice de
fracaso escolar muy bajo.

Tampoco se cumple en el tema de frugalidad y austeridad, ya que en los últimos


años ha habido un aumento exagerado del gasto público, con un déficit y una deuda
pública muy elevada. Además, se han producido numerosos casos de corrupción de
miembros del gobierno y funcionarios públicos. En cambio, el tema de la lealtad al
superior si que se cumple, ya que en las empresas, el trabajador es leal al jefe, y en
numerosas ocasiones un trabajador no cambia de empresa, aun teniendo un salario mas
elevado, por respeto y lealtad al jefe.

7. CONCLUSIONES.

- El Sintoísmo, el Budismo y el Confucianismo son las religiones más


importantes que se practican en oriente. Las dos primeras son mayoritarias en Japón,
aunque el Budismo también es muy importante en China y en la India. Mientras que el
Confucianismo es muy importante en China, las dos Coreas y Vietnam. El Bushido fue

demostrar cierta coherencia en algunos aspectos del budismo y la forma de ser y actuar de los
japoneses, al menos en lo que al trabajo se refiere.

14
un código de conducta que se practicó en Japón durante ocho siglos, tuvo una influencia
enorme en la vida del país y estuvo influenciado por las tres religiones mencionadas.

- El Sintoísmo, el Budismo, el Confucianismo y el Bushido tienen un contenido


económico claro. Sin embargo, la aplicación a la realidad es relativa, ya que no todas las
normas de conducta se practican en los países de Oriente. El sintoísmo es la religión
cuyas normas de conducta más se aplican en oriente, en este caso, Japón. El Bushido y
el Confucianismo son las filosofías cuyas normas de conducta económica apenas se
aplican en esos países.

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