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CLiteratura Latinoamericana I

Módulo II: Literatura de las repúblicas

Poesía gauchesca

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Teniendo en cuenta las reflexiones de Ezequiel Martínez Estrada sobre los personajes, en Martín Fierro, traza un perfil
psicológico de los siguientes caracteres (usa una cita textual del poema para justificar cada respuesta):

Martín Fierro - La ida

En esta primera parte, Martín Fierro se presenta como ese Gaucho embalentonado, que no se deja de nadie “No me
hago al lao de la güeya /aunque vengan degollando; /con los blandos yo soy blando/ y soy duro con los duros,/ y
ninguno en un apuro /me ha visto andar tutubiando” siempre dispuesto a todo, sin importar nada. Siempre atento a la
batalla. Por otro lado, ligado a ese espíritu de “rebeldía” está la libertad que este tiene ante todo “como el pájaro del
Cielo;/ no hago nido en este suelo /ande hay tanto que sufrir/ y naides me ha de seguir/ cuando yo remonto el vuelo”.
Además, de la constante crítica social que el gaucho emitía sobre las circunstancias en que se trabajaba con el gobierno
y cómo era vistos estos por los superiores “Y que Indios, ni que servicio,/ si alli no habia ni cuartel! /Nos mandaba el
Coronel/ a trabajar en sus chacras,/y dejábamos las vacas/ que las llevára el infiel./ Yo primero sembré trigo/ y despues
hice un corral,/ corté adobe pa un tapial,/ hice un quincho, corté paja.../ ¡La pucha que se trabaja/ sin que le larguen ni
un rial!/ Y es lo pior de aquel enriedo/ que si uno anda hinchando el lomo/ ya se le apean como un plomo... ¡Quién
aguanta aquel infierno!/Si eso es servir al Gobierno,/a mí no me gusta el cómo.”

Martín Fierro – La vuelta

Martín Fierro, en la segunda parte del poema, sufre una drástica transformación; el reencuentro con sus hijos, la muerte
de su compañero Cruz y todas las penurias que había tenido que pasar, nos muestra un Gaucho cansado, resignado tal
vez de la “lucha” que venía haciendo hace años “Martin Fierro y los muchachos, / evitando la contienda,/montaron y
paso á paso,/como el que miedo no lleva,/ a la costa de un arroyo/ llegaron á echar pié á tierra” Tumba sus ideales de no
dejarse de nadie y hacerle frente a quién se le osara desafiarlo sin embargo, la encontrarse con sus hijos, Fierro toma
actitud resignada “El que obedeciendo vive/nunca tiene suerte blanda;/mas con su soberbia agranda/ el rigor en que
padece:/ obedezca el que obedece/ y será bueno el que manda” Po otro parte, la parte sensible toca al personaje. La
muerte de Cruz quiebra la identidad del guacho “Y yo, con mis propias manos,/ yo mesmo lo sepulté;/ a Dios por su alma
rogué,/ de dolor el pecho lleno,/ y humedeció aquel terreno/ el llanto que redamé1./ Cumplí con mi obligacion;/no hay
falta de que me acuse,/ ni deber de que se escuse,/aunque de dolor sucumba:/ allá señala su tumba/ una cruz que yo le
puse./Andaba de toldo en toldo /y todo me fastidiaba;/ el pesar me dominaba,/y entregao al sentimiento,/se me hacia
cada momento/ oir á Cruz que me llamaba. 955 Cual mas, cual menos, los criollos/ saben lo que es amargura;/ en mi
triste desventura/ no encontraba otro consuelo/que ir á tirarme en el suelo/ al lao de su sepoltura”

Vizcacha

El tutor de uno de los hijos de Martín Fierro, nos devuelve la rebeldía perdida en el guacho. Un hombre pícaro,
aprovechado o recursivo en formas de obtener dinero y sacar ventaja de los demás, solitario “siempre andaba retobao/
con ninguno solía hablar/ se divertía en escarbar y hacer marcas con el dedo; / y cuando ponía en pedo me empezaba a
consejar” consejos en los que tramitia la desconfianza que se debía tener del mundo, usando siempre refranes
coloquiales acentuando su carácter de temple campesino “El primer cuidao del hombre/ es defender el pellejo;/ lleváte
de mi consejo,/ fijáte bien en lo que hablo:/ el diablo sabe por diablo/ pero mas sabe por viejo” También, lo importante
de ser oportunista, saber “hacer amigos” y tener relacionas provechosas con la gente poderosa que nos podría ayudar
“Hacete amigo del Juez,/ no le dés de que quejarse;/ y cuando quiera enojarse/ vos te debes encojer,/ pues siempre es
güeno tener/ palenque ande ir á rascarse” e inculcándole que siempre se debe mantener fuerte, no como Fierro que
sucumbe ante la sensibilidad, sino mantenerse como todo un Gaucho “No te debés afligir/ aunque el mundo se
desplome:/ lo que mas precisa el hombre tener,/ segun yo discurro,/ es la memoria del burro/ que nunca olvida ande
come.”

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