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Semele ia 3 ‘CORDINACION DE DIFUSION CULTURAL EDICIONES. INIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO BI PROLOGO Durante el siglo xv, acompanando a ls conquistadores, legaron a América unas seres extranos cuya identidad es intrigante. Aunque parecen simples comparsas cenel gran teatro de la conquista, al detenernos a estudiarlos descubrimos qe 6on portadores de una inmensa carga simbslica. Es posible que sean tambitn lot {guardianes de antiguas claves que aoe ayuden a entender la identidad de Ia ‘Tamada cultura occidental. Estos seree misterioe hicieron eu entrada espectacu- Jar en el corazén mismo de la gran ciudad de Tenochtitlin —donde ae extendia I ‘orgullosa plaza mayor de México sobre las ruinas de los templos aztecat— poco anos después de haber sido conquistada por los expafioles, Cuanda en 1538 dos mbiciosos monareas europecs ~cl emperador Carlos V y Francisco I de Fran- cia firmaron por fin la paz, después de muchos aftos de aangrientas guerras, el virrey de México y los conquistadores decidieron engalanar la plaza mayor con Jos reyocijos de una gran fiesta. Los representantes de la vieja y cvilizada Europa scalizaron unos festgjos cuyo extrano simbolismo no puede menos que sorpren clemos: en medio de la gran polis representaron, ante los sin duda admirados ojos dde Jos nahuas conquistados, el maravilloso especticulo del salvaismo occidental El primer dia de la magnifica fiesta, segin cuenta el cronista Beenal Diaz del Castillo, “amanecié hecho un bosque en la plaza mayor de México, con tanta, dlversidad de arboles, tan natural como si all hubieran nacido". Parecia ocurrit ena urbe un retomno migicoy barroco de a naturalezasevatica,invocada por los civilizadores europeos ante los nuevas altares y palacios de la plaza cristiana, El bosque artificial de Ia imaginacion europea se implantaba, como en un sueho, en Jn ciudad conquistada, Fra como un encantamiento: Fabia en medio nos frbole como que extn conde vgs ypodsies,y otro nos ce mot, con unas Yertecitas que parece que creian Ge ello dentro eno! Bonque habia muchos wenados conejo, yLebres, Zorro, dives y muchos gineros de alimafas chicas da las que yen eta ray doe Ison cuatro ties pout. El simulacro de bosque fue ideado por un eaballero natural de Roma, descen- dente de patricios seguin se deca, a quien habiase encomendado la organizacién, Mientras que en Ia interpretaciém figural las conexiones his toricas y geogrificas eran sustiuidas por la previdencia divin, en la interpretacion estructuralista —al menos en la version de LéviStrauss— la relacin intemporal ‘6 establocida por el espirtu uonare que doja su impronta tanto en el mito como en Jaciencia modera.t Entre el mito y el mitdgrafo se establece una conexién, de tal ‘manera que a estructura del mito puede descubrirse gracias a que una estructura similar existe en el espiritu del mit6grafo. De momento s6lo me interesa plantear €1 problema: lo inquietante no es que el mito medieval funcione como lo preven Jos antrop6logos, sino que el “pensamiento salvaje” que atribuyen a los hombres primitives sea similar al mito del salvaje codificado en la Europa del siglo x1, Sobre a hase de antiguas tadiciones grecolatnas yjudeocristianas. Me parece que ‘se justifica, con abjeto de reflexionar sobre estos problemas, sumergirnos en la ‘etnografia del salvaje medieval; es decir, tratar a esos seres miticos imaginarios ‘como situvieran una enistencia material enmarcada por la historia europea de los ‘igloe mu al. 2. ich ich Mii 587796 a vimentin rl Wis p29 eo gore. Khe 2 je medieval presentaba un tipo fisico definidamente husaz, con cara aciales similares a las de la poblaciin europea. Un rasgo notable, sin > Jo alejaba de la especie humana: tanto los machos como las hembras ban un cuerpo profusamente velludo; su piel era como la de un os0 ola de El pelo les cubria todo el cuerpo salvo el rostro, las manos, los pies, los y las todillas. Por lo demas, solian ser hombres blancs y barbados, con una te cabellera ondulada, la piel clara, los labios delgados y la narz estrecha. bras tenfan una cabellera extremadamente larga y sus sencs estaban des- ‘de pelo, No mostrahan easi nunca algin rasgo racial proveniente de asiticasoafricanas: eran inconfundiblemente europeos lo regular estaban dotados de una fuerza descomunal, sobrehumans; no era Ilevasen en una sola mano todo un Arbol con las raices al aire. Aunque en ‘ocasiones su tamafo era mis 0 menos semojante ala talla humana, apare- [rscuentemente representados como tin gigante 0 como un enano. Las varia~ ‘nel tamaao del hombre salvaje obedectan a convenciones plisticasligadas de obra (escultura, escudo, vitral, bajrrelieve, grabado, etcétera) y al tipo va en que aparecis. La forma en que interactuaba con los hambres jor, protester, agresor,etcétra) soa producir adaptaciones de su tamafo al apareciendo ya sea como un gigante equiparable a los mentee 0 los ‘bien como un ser paquefito que te ocultaba bajo las hojas del bosque. [alguncs casos el salvaje medieval, para enfatizar sus rasgos animales, era sto caminando a gatas, como un cuadripedo. fone agra pn opis caress et eran a a or ee eS eae ee mee arose pena Gera seth ee easement cemnan fecal eaereice aie eee Sarto teed ‘Punto de vista de la teologia, estos seres extraftos de los bosques europeos eran Sale Sees Sere eee rane era gap ee ee een eee ase gee eee seare ve ocean ote etal tic Sele waee eee eae eae eee ee oa rena epg gk pte oad eg ep ee ee Sa Obra fs re i ee rarer see eee a ae peo ia eee earls Sore Se ee rr Soa ees canen eee Belere Gis pees meetups rai a le cary es a ea eee eee eae eee ee ee ese paced ace eee ace toe SS re em eee cee teen eee eee aa adams Seer teers ees Scare ay a a cine een ee a ns ea Sis eee reves ie tate sce ae ert epee ge ee eae Pos Eee aa trees aurea ae Se ee ereneats ‘5 Mary 8 Capal Tr Mn a ter Mo nie an Te Wing 0607, 34 spc bt rue en sminn pte ar pcarsey {tpn dos prin deb sor sistant vc scone con Sina psn Loe me Miedo on) mates ere bs BE imo Se errs term Prep ran amo ests Masse ee St i = ou, hcl 898 Cade pro 8 Cp pc. {Vinal pcs sins nay de Seg Mor Him mei aes ES $e Mane le As 7 "See baler aparaco pores hose sae. + vefpontfos ee; oy = Sia 1m | oe 5 tony, Baa 1) Cosa. pam Obf. Salve 05-T405 37 439. Hombres salvajes en proseién practicande ebrice un deportey raptando aunt i como, ‘jer montada en uh 86 de una criatura que habria cad en Ia condicisn bestia! debido a la locura, Doecho de haber crecido entre animales, ala soledad o a las extremas penalida sufsidas, Para muchos pensadores, no habia un sr salvaje, sino ina existence tre: un peligro de derrumbe del hombre a un esiado eventualmente passjero en fodo cao, no innato. Sin embargo, las explicaciones intelectuales no borraron, a magineria mecieval Ia presenci de un ter ubicido a medio camino entre las ¥y los hombres, en una posiccn mediadora similar a lade los Angeles, entes en a gran cadena del sere ubieaban entre In hurnanidad y la divinidad. Chrétien de Troyes, en Et eablleo det let, distingue periectamente entre ol de salvajismo en elque cae Yvain, poseido por la loc, de aquellos queso" res salves, como el que vigila et hosque de la fiente magica, y quo ela ura més horrenda que haya creado la naturaleza. Es descito con lyjo de smo, como una mezela de rasgos racialos de les moros con peculiaridades clefante, labo, jaball, Buhoy gato. Hl dislogo entre este hombre salvaje, que est jo con su tipico mazn y mide mas de diecsiete pies de altura, y el eabalero nante es revelador: tas la grotescafealdad y su complicado exotismo se ira unser humane: —Oye ti, dime si eres criatura de Dios o del diablo, ‘Yel me contost6 que era hombre. = Que especie de hombre ers ti? —Tal como lo ves, no soy de otra manera, = .Que haces ta aqur? —Yo me quedo aqui para guardaros animales de este bosque! 22.1 en ln a vrs pad nt erase apres ne ela de Gig "un pan habe neg tn anal mos ssc nen eran siofoen med dee ademas fo tang po » 2.Flespacio EI hombre salvaje era un habitante dle los bosques del occidente europeo, donde frecuentemente convivia —lejs de la alas y de las ciudades— con los anima- Jes, Seguin la historia de Gawain yf calle vere, escitaen el siglo xwv, su espacio ratural eran lo riscos de los solitarios bosques montafosos, rodeado de lobo, ‘serpientes y torosslvestres" En Faévie Queene, Spenser lo ubicaba en los parajes zis inhospitos de bosques leans, donde ni las bestias salvaje solian penetra.” Ena épica alomana Orendel, del siglo Xi, encontramos una descripcion en verso de un arnés ettampado con un relieve, que celebraba al hombre salvaje: ‘Tendidos bajo un tilo yacen Unosoy un dragén, Unjabalty un leon Dello mas bello se ven Alli este! hombre salvaje plantado ‘Y puedo decir que aunque dorado arece que eat vivo.” Healvaje vivia como animal, y le acompaftaban bestias reales e imaginarias: ciervos,unicornios, esos, centauros lobos, dragones, serpientesy leones. Con los ‘animales coliaestablecer una relacién de convivenciay de dominio, en la cual las ‘estas parecian reconocer tanto st afinidad con el salvaje como la superioridad delhoorbre, Elespaci,el habla, del hombre alvajo ora sa singular yescurridiza ‘nocion de naturaean que la cultura medieval recrea a partir de los griegos. La naturaleza no era simplemente la suma de los minerals, vegetales y animales era lun espacio inventado por la cultara para establecer una red de significados su- ‘puestamente extemos ala sociedad, con el fn de reflexionar sobre el sentido de la [storia y de la vida de los hombres en la tierra, Paradgjicamente, Ja naturaleza ora tun espacio simbolica y artificial que permita elaborar modelos de comportamien toa partir de las poculiaridades de un orden natural que —al mismo tiempo— atraia,aterrabay alentaba a os humanos. El hombre salvaje tenia con la naturale- 2a una relacién que, por analogia,establecia un cénon de comportamiento social ¥ 11cm bee igh vero laa or eben. Fawn nen, aso ve ‘Greed wih estat wth pedng rode ‘dundee hom meson ade ‘oe tare engraver oe ‘Nisin lbs urn come eth wight. ‘Gane hane VN 1 Unt ein atc Enberundencbwin ‘enroll rh ihc gohan Vongot tari resend por Breer op 9.90. 4. Diego de San Pedro cuenta que on Sera Morena se encuentra aur -Geralero asa ero de presencia como Spend yot tenet de oa manera de salve levaba on ‘Sano inquierda un escudo de azero ‘Say fuerte, enladerecha una Sen feméniertalada enna ‘Fora muy cara nal era de tan ‘Sicerthermosura que me tarvabe la Se" Bsalvaele anus: "yo soy ipaloficial en nema del Amos Feats Deseo conta hermocura desta rigen aso las aicionesycon (So geo lan vida, como ‘Geren cate preeoquellovo nla Carel Sacer. Jpecologico: se fundia o se confundia con st: medio ambiente boscoso: era un ‘bombre natural, simétricamente optesto al hombre social cristiano, Tanto la literatura como el folklore han definido una forma especial de interac- sen entre el salvaje y las condiciones climsticas. Curiosamente, aunque el salvaje Gesmudo adaptaba su cuerpo a las inelemencias del lima, su dnimo solta tener ‘ea relacién inversa con el estado del tiempo. Cuando un poeta del norte de ‘Francia se refiréa las tristezas dal amor, tomé como modelo al hombre agreste: {Nore cuando llueve “SLhombre salvaje? ‘Qué bella esperanza de quien calla su sospecha. ‘Quien sufrir sabe ose veya que dude. Estos hermosos versos no se comprenden completamente si no tomamos en ‘cventa que desde el siglo a se habia ya formado tn estereotipo preciso sabre el Ne stintegietom, ‘Quiet Sela Sheet omen Siete eid erent, Cano the ado W, Mt “De We Man in Fash. = om ‘comportamiento del salvaje, cuyos estados de drimo no son determinades por el presente, sino por el futuro. Cuando hace mal tempo sexe, pues sabe que des- puts sald el sol; pero cuando hay buen tiompo esi triste, puas espera la luvin, fl viento y al fro. Esta imagen —Ioconert de calvaige (elconsualo dal salvaje)— fu utilizada con frecuencia en la poesia del amor cortesano —desde les trovadore= provenzales hasta los rimadores sillianos y toscancc— como ejemplo para cl Caballero enamorado que espersba con impaciencia ina sefial des amada™ Todavia en el siglo xv Boiaro, en su Orlando enamorado, usa la metéfora del ‘hombre salvaje para presentarlo como in modelo parael hombre enamorado: Habita en el bosque, siempre enol verdor, Vive de fratasy se sciaenelric; Yosise dice de él que es deta tenor ‘Que ora siempre's el cielo es sereno Es que del mal tempo tiene gran temor, ‘Que el soi dee de dare calor pleno, Ferosilluevey del cielo cae el viento, Astes feliz porque espera el buen tiempo™ El aalvaje era un ser que erviaba mensajes; u interaccin con el espacio natural yycon el lima estaba prefinds de sefalesy significado. Vivin con las bestia my Integrado a la naturaleza boacoss, pero lo sonia al mal tiempo, cosa que n> selon hacer los animales sivestos. ¢Qué quiere dacs? Hay aqui un embrién de Joque darpute ark Imad ol lrucr wlraje, que le ofrensalnorciedad unvralore 15 Vie arin dN “Lamas dels Alpden soar oso {nfo arr loonon J ula ech ein ‘Aeron ritmo emt ean Lect Tinea Gace capi dtomstnga ‘viata we {omen longed age Stee Calpers 24 anatbocovenre ve ‘Gein panpe puna ten, Peco dl al eps ale pus eben vega dSlandetbomengnpa \ Gras mari ok, cn por Neon ch 30-8, de comportamiento natural? Me parece que, ciertamente, el homo syvat- ‘omado como ejemplo por la possiacortesana lene notorios ingredientes del del buen salvaje; pero lo ubica en el ecpacio natural del sufrimiento. Es may ‘forma de vivir con anticipacion y de no estar nunca en el presen’, con éeimo tiste cuando las cosas van bion, pero alegre frente a la adversidad. efla que la idea del salvaje come modalo moral 2 expandié conjun- ;econ la doctrina provenzal del amor. El suftimiento en nombre del amor liarnente valoredo: de abt esta espral diakética del salvaje que gusta dela dad y est wate con la ventura, deforma anloga el cabollero enamorado ‘cuando To abandona sit dama y sufte cuando ella Io estima.” Denis de ‘eal un modelo de las obsesiones tipicas del hombre occidental europeo “para een el dolor, y especialmente ef dolor amoroso, es un medio privilegiado de ‘Seccimiento” ® Pero era, ademas, un medio de orgarizacién que sintetizaba, al ‘Gees do Huizinga, e ascetismo y el erotsme en la figura del héroe que sure por ‘ge Soncella amada,y que en los torneos ariesgaba su vida para lberanla. Huizin- |G cts hs eistencia en Poitou y ottos igares de una extrana orden de nobles y ESS cmnantes; se llamaban golos y galoses es decir hembres y mujeres que ‘Gevatan wna vida de placer (gale geler gozo, divertrse).En Le ior du chevalier de ‘i Tour Landry, de fines dal siglo vse dice quo esta orden tenia “una regia muy “gurajey contra la naturaleza del tiempo"” que obigaba a sus miembros 2 llevar Sverano vettidos y gorras de pial y encender el tego en las chimeneas; en earn) debian soporte el invierne aslo con un taj igoo, cin pialor i abi, Scere o guantes en invierno cubrian el suolo con hojas verdes y dermian slo ‘Gee una manta delgada. Otraregla de la orden de los gulisy las gocises devia que Biombre cassdo debia entregar ou mujer y su casa a todo galos que fuese su Jpetsped, al tempo que se dispone 61 mismo a partir en dusca do su guise. El ‘Gibllero de la Tour Landry dice que muchos miemibres de esta orden morfan de ‘Ge “y temo mucho que estos gabis y gaaites que murieron en este estado y en ‘es amorioe fueron mértires de amor” Esta singular orden de caballeriareu- ‘Gis en el ectereotipo del hombze salvaje, la moral monisica con el amor galante; ‘Gen ello, advierte Flulzinga se lograba una intensifcacion asctica del incentivo “Seveal que celataba el carscter primitivo o salvaje dl voto caballeresco 5 Elcomportamiento sexual “Ei hombre salvaje era el simbolo medieval pagano mis abiertamente ligade al “placer sexual, la pasion erstica yal amar carr. Hl significado sexual del salvaje © eine of pp. 3132 1B. Doue de Roemer ry ste 7 8. “Une cde age pte cn ate 3 weap re. or A. seg ara abt npr oan ga oa Lan Me pee “Sloat moa queer alana gl outro on tent ese ames ae Spot p Having naa a ce ate etme sae el queen cpt we tie dee gy ae 2 fue dstnto del que tenia los demoniosincubosy sicubos que copulaban cone Ihombresy las mujeres mientras dormvan Satin las Ruestesiferales fen Iigar deine Ben documentade dent del ero tol, sparccir sobre later como expresiones preteraturals del enemigo del dios eristiano Los demeonios eran eres espriuaesmaligos, mientras que os hombressilvecces ean seres nature. Un demonio incube o stcubo era la encaracion del mal qu fe vali de toda clase de ardides para hacer el amor con los sores humano®. Salvaje porelcontraio era una monstruosa fuerza derencadenads dela natrle- 2, que asalaba con bestalidad animal a los hombres cvilizades y a los que {queria absorber en su descomunal abrazo. ‘Conta los demonios que se acoplan con hombres y mujeres durante el suet bay toda clase de exorcbmos y eericiospladesos; contra ia violencia fercz de hombre salvaje acta Ia resistencia violent dal caballo que ealva ala dama de caer en ous velludon brazos. La madre de Merlin, por gomploy fue pened Garant el sueno por un demoni incabo debido aque olvids santiguars antes > Glormin “cuando me desperté —cuenla n au confesor—, me encontré deshonred= {y desvirgada axing la puerta de mi habitacion segula tan bien cerrada comme ¥ Inhabia dejo, y no me enconté a nadie por ll, de manera que yo no #6 quit se lo iso” El santo corferor le impuso una peitenca para toda la via, en uns Fveladoracentoncia que aepla Ia navidad dal eralis oniico:"Abando- aris toda ljur: te la prolbo completamente, salvo la que sobreviene entre Suefos. que nadie puede evita’ Estas atileza tologico-onricas no ocursan cn el hombre salvaje, que ast ba sewtlonent ane mejores om toca In race yn carmalided ine hacia fn cola. El slvaje por lo regular era un secestrador que intentana levarse 41 "Bujer atacaca al bosque ola montfa con alin de aparejarse permanentemente conella.No ea un fugaz demoniolacivo que Vilaba sab mujeres paraesfuma~ Se imesitamente despa. Si el eabllero protector de Ia dama no lograba impo dist; el salvaje a raplabay a relua en sts apartados dominic, de donde debia ser escatada.a costa de machos pligrosy dificllades, Berbeimer interpret este Silo del rapto-reclusisnseocaie fan Upico de snichas hbtorian medievalee— como un visje de la mujer al oo mundo, en el que el hombre salvaje eno un {neue sino un demonio de a muerte el caballero una especie de Orfeo ‘Los varones no estabanexclidos del peligro de ser raptados: exist tabién Jo terrible mujer salvaje cays impulsos stxualesdesenirenados amenazaban a los Caballeros medievales. En un poema épico bsvaro dl siglo x se cuemva de una "jer salvaje y peda Rave Ese, que asecia a Wolfdietrich quien monta guardia al indo del fuego, mientras sus companeros duermen. La monstrsa Raue Fs, al Ser rechazada dos veces, embrjaa Wollietrich que perde la razon y econvier~ teen un loco salvaje que vive enol howque de rice y hlerbas.Alcabo de medio afo Rate Hse se aviene a devencantalo,a cambio deo cual Wellietrichpromete tasarse con alla, con a conden de que on bauizada Rano Elon acapt 010 liovaa su rina de Troy al, en una fuerte dela juventud se wansforma en la 2 tiie in 81. os 45, Una temible mujer ‘va, Rae El, Senta ‘Seducit a Welfdioich el bere de una antigua Leyenda german, bellisima princesa Sigeminne2 El final feliz de este poems apenas podia ocultar él ‘amor que inspuraban las mujeres salvajes a aquellos que se aventaraban a viajar por los bosques. En el folklore de los Alpes troleses y bavaros ha quedado la hhuella de Faenggo o Fankke, ogresa velluda y fesima dotada de unos senos tan {grandes y largos que los podia levar sobre sus hombros. En muchas leyendas las cosas se prosentaban a revés: la mujer salvaje podia tomar la apariencia de una hhermoca joven para atraer asus victimas, que tina vez atrapadas descubrian con horror que habian caido en los brazas de una hembra peluda de enormes ¥ colgantes senos, dotada de una fuerza brutal Hacia el fin de la Edad Media las 24 Hand, Tei Man 26k Btbine o. 37 25 Ramin sp. ees de ape ah con oe so lg png Fos ns een des poise es an dr cy encore ees ‘Cant ees ptide me 1509 ae. Hnrv tome mn men parr ao ace ‘edo epontones yep. 2) So bqeenudi a Me de Can, ue un da de haces ars lon ol bg: ‘ax remo cw nae elena ney pean erent ere Soe iia per aay o vlna (Gade Conese, net anv en Opes ‘ina Haller ni Lonre 00 £5 nut onto og penn gee ie ee ‘top Wace Worms a cars ie Mate cra} es aj eb arse ‘Sr mdar la qo degen dhe eam deaparcen or Reopen, Ree ‘=e Cte, e)-Sndssay cesees Get any tate eel es ‘Sia ve poeta se cB cyrare eBs k o a o Ss Sm nis i imo ac ee sso ssp nba syns yen aon Huns, Abney ean (fdr botany Dua erp a) 5 mujeres salvaje eran generalmente asimiladas alas brujas y ocupaban, por elo, tun lugar preciso en la demonologia crstana, "Una fabula francesa dl siglo xi, de Douin de Lavesne, muestra una vertiente picaresca de la sextaliéad del salvaje: Traber, el hijo tonto de una pobre viud= {que vive en el bosque, es sin duda una version cémica del hombre silveste, ‘Rinque no aparoce con tod los aributos tipicos de los talvaes. Trubert pose luna fuerza fisica y tn vigor sexual enormes. Su idiotez y su agresividad lo vel ‘ven unser peigroso que desencadena sitiacionesjocosas, que enfrentan la tali- ‘iosatonteria salvaje al mundo cortesano de los castillo. Un buen dia Trubest va Al mercado dal castillo cercano —cuenta la fabula— a vender una temera, pars [poder comprar tna peiza a su hermana: mejor vestida podra encontrar mai. El tonto del borque vende la temera por una canta irvsoria, y con el dinero ‘compra una abr a un precio que errGneamente cree que es muy bajo. Las tonte- Fins lo levan al taller d> un pintor, donde toma una imagen de Cristo en la cruz porn eer verdadoro de carne y hues, y so indigna ante la crueldad. Le paga al pintor una summa muy elevada para que le inte Ia cabra de colores. Asi, el tonto Salvaje va muy contento can si cabra multicolor cuando la duquesa que lo ve pasar lo hace lamar, para comprarle la lamativa cabra. Fl idiota fj el precio en Foia cogida y cinco sueldos” ("un foute et cng sous de deniers") La dama fornia r ‘on el salvaje, plies su marido esta por legar. Desputs el tont> Je vende Ia cabra al duque a cambio de “cuatro pelos del culo y cinco suelies” (Ciqucre pols du cul et cng sous"). Después Trubert bajo diferentes disfraces (de carpintero, de mujer, de médico, de caballo) vuelve a hacer el amor con 1s ‘Tuaqueen, humlla al dnque qa ennfioes na tonor “al vigar dal loca de Ia cabea” {que ha fornicado con su mujer, embaraza a la hija del duque que gozaba con tanipular juguetonamente su “lepereau”, reparte palizas a diestra y siniestra, provaca enredoe y equivocos, es motivo de burla pero acaba engafiando a todos, {ncluyendo al rey Golias que termina por error haciendo el amor con sa criada, a l.que promete corenar como reina” EL hombre salvaje de la famosa Ciel de amor de Diego de San Pedro no deja ddudas cuando anuncia: “yo say principal ficial en laeasa del Amor llfmame por ‘hombre Deseo.» El hombre salvaje era una alegoria ubicada en el polo opuesto de la educacion caballeesce que aconstjaba reprimir los apetites sexuales en ‘nombre de un ideal; as el caballero debia mostrar devocién, adulacign y humil- dad ante la mujer amada. En contraste hombre salvaje asaltaba con sus deseos {nreprimibles a las damas, que debian ser defendidas por sus caballeros. Pero es tevidente que el salvaje no silo ora un ser alegérico que permitia, por contraste, ‘defini Ia nobleza del amor caballeesco: también simbolizaba los doseos sensuales ‘del propio caballero, que las mujeres debian aprencler a domestica De alli surgi lun Conjunto de expresiones literaviao y artistic quo representaban el enorme [poder femenino para domar los incivilizados deseos de los hombres salvajes. Un Uipico poema amoroso holandés, Van der wien Mian, relata la historia de un 22, Viwe Din de are Trae, bli de iy comer ce Paras Made Le sau efile abi ie. "Digs dein Pl Ct deme 8 9% 146. Loe salvaje medivalosevokuclonan hasta conformar un elemplo de tondad natural y primigeiaeinluso aparecen como una familia feliz tbicada en in espacio paradiaco como en este grabado slemin del Macro tx realizado entre 14709 1450. hombre salvaje que es sacadlo del bosque, atado.a unacadena, por tna dorcel. EL ser peludo canta asisu situacion: ‘Yo era salvaje, ahora estoy preso yyatado alos lazos del amor; ‘Una doncelln me ha hecho eso La sonsacién de que los dessor sexuales eran independientas dea voluntad ora considerada por la teologla como una secuel del pecado original: el cuerpo ya no ppodia ser dominado totalmente por la razén o la voluntad, como ece sintoma fominoso del pocado —Ia incontrolada ercccén del peae— demostraba amplis- _mente, segin habia dicho Agustin Hombre salvaje era la expresién mis extre- ‘mosa de esa autonomia del cuerpo con respecto a la voluntad; era necesario tencadenar o domesticar esa fuerza sexual salvaje. Esta domesticaign de la sexs- lidad desenfrenada del hombre salvaje medieval presents tres facetas. En la pri ‘mera, correspondiente al auge del ideal caballeesco, el amor mostraba toda si fuerza y esplendor cuando la mujer lograka encadenar al salvaje y aplacar sus aapetitos bestiales. En la segunda faceta el salvaje apazecia con Su esposa y us hi- jes, haciendo una vida familiar monogamica calcada totalmente del paradigms Cristiano, como la imagen atribuida a Jean Bourdichon o en el grabado de Flans ‘Schiufelein.Porltimo, la tercerafaceta mostraba al salvaje redicido aun emble- ‘ma heraldico y a ser un mero portador de los excudas de armas le cientos de {familias nobles europeas; el salvaje, de ser una terrible amenaza sextal se habia onvertide en wn democade guardién y protector do In neblens. Paro ortae ‘derivacionos y variaciones e6lo confirman el hecho de que el nicleo pagano del ‘mito del salvaje medieval albergaba una poderosa simbologia soxual que con el tiempo fue transformada, ocultada y domestcada por IaerStica cortsana Ia Spica ‘rstiana y la semiotic herdica, 4. La economia PPensar en la economia del hombre salvaje puede parecer un contrasentido; aun en ‘susignificado estrecho y etimologico de administracion del hogar, es dificil supo- ‘er un comportamiento economico en un ser que careca de casa, que vivia@ la intemperie ya lo sumo encontraba cobijo en el tronco hueco deun arbol o en una ‘cueva de la montafa, Pero est vida salvaje fue un comtoxta original que imple ol desarrollo de esa paraddjca nocign que con ol tempo se inscibiriacoa firmeza fenel pensamionto occidental: la economia natural. Los salvajes medievales repro- ducianfielmente el arquetipo grecolatino, en la tradiién antigua de Lucreco, que habia descrito Ia vida de los primeror hombres como seres nmadas que vivian casi como bostias.™ 2 wea thn ght tisha ian ke ‘1 tron Tn Sate 51 Ls ert Hoo er S00 ©. Enna vin Scapa etn ‘Siejetelamenta deta lise un modo ei erie ‘Svonds prise (porary dominade vin sti. Ete rasa enonaderade Eis Sautlan tee ‘eleadoen 88 pe Stara ine Sac eco on SSsobme unos ‘sivjenedencs hombre salvaje se alimentaba principalmente de lo que la naturaleza le daba ‘en forma expontinea: races, hierba,frtos. Pero su comportamiento no era total= smonte animal, pues aunque descenocia el uso del fuego y consumia crudos los Slimento, estaba armado de un gran garrote con el cual se defendia de as feras y ‘cazaba animales.” Su vinewlo con la naturaleza no estaba exento do grandee penurias, pero en principio no era una rlacién econémica. Fs interesante safalar {que aun en na época tan tardia como el siglo Wel pensador renacentistaParacel- 9 dedieé todo un libro a la extrafiay salva vida de los silvanos, las ninfas, lor pigmeos y los vulcanos. Sus explicaciores con delicicease intoresantisimas, pero por ahora sélo quiero sefialar Ia curiosa contradiccién de Paracelso cuando intenta Comprender el comportamiento econémico de les extraftos sees de los bosques, Jas aguas, Jas montafias yo fuego, Al igual que ls otros seres alos habitantes dl boscte —a los que llama indistintamente Syplien(silfos),Sylvestes(silvancs © savas), Waldleuten (gente del bosqe) y Hilden Menschet (hombres salvajs)— “nada les es innato, sino que lian de rebar para conseguirlo, al igual que el hombre” Esta sorprendente afirmacion la contradice Paracelso mas adelante, 22 La eens de om acne a cic npc aie Un emp set dence ncrons ats doom crys so en eta av do ‘Side cimingehs a er eS, eet Inman drawn ono aa (ae 0, ‘Scared “Villars lteiepi te hair ala ssa Se As Mo ntackvdeunen Cena hora) "Shen tate ser nc the Nei angen den itn dah aon cum demie her ae ps PN Pps NS. A MRS ‘cuando seftala que “estas gents tienen cuanto les es necesario segin sus deseos,y ‘no trabyjan para ello, es decir: lo poseen sin taboo" ™ La primera afirmacion de Paracel ests encaminada a subrayar el hecho de que estos seres no son come el ganado, al que el vestido les es innato por natutalezs; pero el trabajo de los silvanos, ninfas, gnomos y salamandras “corresponde a la naturaleza de su min do", y Dios les provee de vestido propio al igual que da lana de oveja a los !hombres; pero no nos explica la pecularidad de sus vestidos, Lo que a Paracelso le {interes es la definicin de un peculiar universo de humanaides que no descien- den de Adén y que no tienen alma, pero que tampaca son como los animales, Son lun simalacro de hombre y de mujer, pero pertenecen a uin mundo maravilloss donde las cosas ocurren en una dimension distinta a Ia propiamente humana. Cuando Paracelso, en la segunda referencia, dice que estos seres obtienen lo us desean sin trabajar, pone el ejemplo de los hombrecillos de la montafa, que son aque lo define Jacques Le Goff: una cultura popular diferente a la cristina que {ormaba parte de I “basqueda de ia dentidad individual y colectiva del caballero ‘dealizad”# anfrentaco.a in mundo da aventiias y pronzas maravillosas en las due intervienen monstruos, objetos magicos y geografias imaginarias, La violencis ‘Salvaje no era —en a tradicion folklérica pagana— una fuerza satinica o milagro- ‘sx era més bien una potencia portentosa que obligaba al caballero medieval = efinirse como un modelo de comportamiento fundado en un c6digo de honor ‘cortesano, Las fuerzas que gobernaban al hombre salvaje emanaban de un poder Ihueco, sin més sustancia que su naturaleza carnal; provenian de la crcl vacia de ‘un cuerpo sin alma, pero que amenazaba con su séida animalidad alos cristiano» {mpulsos de los caballeros medievale, Sin embargo, era una amenaza al mismo tiempo terrible y maravillosa que permitia identifcar la singular humanidad de! ‘caballero cristiano. De esta manera, el amenazador vacio de lees, codigos e insi- tuciones de gobierno —un verdadero desirto politico y moral fue la contrapar- Aida que estimlaba el nacimiento de la peculiar espiritualidad caballeresca, es: rmezcla extrafa de imagineria pagana y de ascetismo religioso que contribuy6 » expander los poderes feudales y sefcrales en la cristiandad occidental. ‘Como era de etperarse, las correlaciones de fuerza entre caballeros y hombre> salvajes tendieron a favorecer a los primeros, que casi siempre ganaban en los combates. Ademés, una de las tipicas escenas rituales del mito era la caza y ‘aptura de hombres salvajes, que cola representarse en diversos fstivales. Brueg- Ihel ha pintado este espectéculo, mostranco a una compafia de actores que esceni~ {icaba la historia de la caza del hombre salvaje y que pedi donativos al pablico {W.LeCof Le meson ene medi a Loomer, Raccccio igualmentse refit, y lo folloistas han end testmanles eae exces ender parts de Earp” ‘Markos spas deputy, en ol ago del conan modem, todavia se scar charan Ine eee aniguoe de aia ao occa por lox puso rere en In ‘suture de ese htror el vacoplin yo asenca defers rela. Ene isl ncn cco een ac Quaefagesamben Tater ado {2 forms bata yssgeinaria Jamas Gers Nog ol eterno "Gsmarans por loc eolnos igh, quer considera a saberigenes com smal foscazabun como tal pobre desl, George Ast nat “oz” I cen de Bemtes sive, par elas 4 extermie yore una secomponshdecinc li eens poreda aul captarado wow fas os {Bhs por ena rif. oneronmente on 183, poco maniacs ae usd {hr (doceemar) cron conversed serra en ua pout de donde fueron trasladados a una reservacion en Hobart doce ais después; en 1876 ‘murio Lalla Rook, la ultima mujer salvaje tasmaniana, y con ella se extinguiG e! ‘pueblo considerado por muchos etndlogos como el mas primitivo que haya sido ‘Conacido por el hombre occidental modero:* En realidad los tasmanianos fueron. vistos y tratados exactamente de la misma manera en que el homo syoaticus lo ‘habla sido por ef hombre medieval. El mito encarné en la historia, 6, La vida espiritual El salvaje madioval era el mis sotario de los hombres. Y a soledad era conside- zada como una situaci6n muy raray extraha, que inspiraba —como dice Georges ‘Duby— ya sea tina gran admiracién 0 una profunda sospecha, pues Ia sociedad feudal estaba formada por grimos sociales tan compactos que aprisionaban al individu en una estrecha convivencia con los demas.® La soledad podia ser el signo de una cercania con el creador supremo, como era el caso de los anacoretas, fo bien de una incapacidad radical para conecer a Dios. Los hombres agrestes Aislados dela sociedad eran vistos como locos sin capacidades intlectuaes, sere= solitarios y vacios desprovistos de alma y de razon. En el siglo xW Heinrich von Hesler —uno de los pocos teélogos que toc: directamente el tema— los describe “con forma humana, pero son tan toscos y han ‘recido ‘an salvajes que nunca han escuchado la palabra de Dios” El hombre solitario suele estar pseldo por la locura, es un salvaje; la sociedad medieval no ‘admitia facilmente un espacio de soledad para el individuo; y cuando lo admit, ‘om anal ann da Ine atitadng In ngulaha con sevaridad Re pesiblements esta ‘Peculiardad del hombre salvaje —su soledad— lo que se canvertiré en uno de los {esorles para su evolucién como tun ideal de nobleza y de bondad: cuando l3 cultura renacentsta¢ iluminista requrié de una exaltacion del individuo —y de oprivado— es comprensible que haya buscado su modelo en el prototipo medie~ valde lasoledad. ‘Para la cultura eclesidstica medieval la soledad se fue convirliendo cada vez ands clammente en un peligro que debia evitarso. El gran movimiento de ermita- f08 de os siglos vy vi fue detenido abruptamente por la legislacion caroling. ‘con el abjeto de fijar con precisin los linderos de una sociedad ordenada, en la que cada quien tenia su lugar, después, la regla de Grimlaic (de principios de! Siglo m) prohibio la préctica del aisamiento monacal, con objeto de eliminar alo> locos y desequilibrados que ingresaban masivamente a las Ordenes religiosas pare Inuir del mundo:® El melancélico era un ser tan temido como el maniaco que era poseido por Ix furia. Hushand sefala con razén que en la sintomatologia que la tradicién medie {2 Voue GP. Marck Nur impr rio apt ‘&.Goorrs Dy." Lemergrc ein. ‘Sth hontai "De Analy, 50515. Cho por Haste op hp. pr Rabiner och 9) ‘6. sSes teaches Moyen Agere. 108 medieval del homo sles fg un modelo de vida una sake rabitalimenta cspovo, de pelamle ris sont un largo gare 12. ae vj fe el msn les ull competent ‘Srpusita a In inclemenciaa el clima,Hustracion de la Ballade une home sage. val asignaba al melancolico y al manfaco podemos reconacerficlmente al sind _me del hombre salvaje: el melancélico era un ser oscuro, peludo, triste, deprimida, silencioso y solitario; y el maniaco era colérica, agresivo,feroz y ruidoso, Clert= ‘mente, el homo sylestris seria hoy diagnosticado como un manlaco-depresivo® Qué vida espirtual puede fener un hombre ieracional? ZExiste el pensamien!= Salvaje? Estas preguntas —implicitas en el mito del hombre silvestre abrian us Angustioso espacio de dudas y perplejidades. Solo un antiguo apologista come Amobio, cuya fe crstiana no apago nunca completamente su paganismo, tal vex ‘podria haber contestada con seguridad estas preguntas: para 6 i las plantas ¥ los Animales pudieran hablar proclamarian a Dios como el senor del niverso. Pero desde las perspectivas naoplaténica o tomista el hombre salvaje era al tuna desgarradura del orden césmico, una ruptura extrafa que no tenia explicacio~ 1s; en latradicén popular, en cambio, este mito permitia a los hombres recordar laexistencia de esas maravillas que los teélogos jams pudieron explicar bien. En ¢l interior de esa hombre huoco y desalmado habitaban pasiones y miedes, senti- ‘mientos y recuerdos, placeres y dolores, El vacio que debia ecupar el alma era enado por tondencias que no tenian cabida en el mundo hierstico y jerarquizado dela crstiandad la soledad, la libertad, el placer. Estas tendencias no podian, en la Edad Media, generar una vida espiritual reconocida y ni siquiera debian tener ‘nombre: no existian més que como fantasmas en el nterior del hombre-besta,y © ‘manifestaban bajo la forma del hasco aislamiento, el desenfreno agresivo y la laseivia perversa, El salvaje era la manifestacign de una parado el individu sin. ‘nombre, Era Ia pulsion por definir las limites de tna soledad que no debia ser ambrads y que, peor alla, na pedin avietir El paneamiantn ealoaja wo pia ser descifrado, pues todavia no habia sido codificado siquiera, Pero st espacio ‘natural ya habla sido acotado, 7.Elinfierno y la muerte Como se verd en el transcurso de este libro, mi interpretacion del mito del salvaje lo define como un ser humano o semihumano que se ubica —ya sea de manera permanente o trasitoria— en los linderos de la bestialidad, en contacto estrecho ‘con la naturaleza animal. En este sentido, el mito del homo syloestris se escapaba de Ja teologiaeristiana, que no podia admitir una visién gradualista que no hiclese luna tjante dstineién entre lo humano y lo animal. Pero la expansiva concepcicn cristiana intento, por otros medios, someter y explicar al hombre salvaje: si no podia ser concabido como un ser humano semianimal, entonces debia exer en las redes de Ia demonologia. Es doce, podia trtarse de un ser semidivino, pero de figno mas bien negative, como los angeles caidos que constituian Ins huestes de demonios que asediaban alos hombres para castigarlos o para tentarlos. Sin duda, durante la Edad Media, la demonologia crstiana se mezcl6 con la mitologia del hombre salvaje. En este aspecto hay alguna confusign en las investi- sgaciones; por ejemplo, libro fundamental de Bernheimer anuncia en el subtitulo 4 sn psp 8 Soles exercises on Bd! Ma vse adh S. Nena ogee Tien Te Dated ge. 0 ‘54. salvaje or una amenaza yuna tontacin erica, peroes también una invitacion, ‘Sos por infamnda dea ners Grabado de Durer 1508, am {que se trata do un estudio sobre “arte, sentimiento y demonologia”, no obstante lo ual —como sefala Jacques Le Goff— falta un capitulo sobre el hombre salvaje y l diablo®” En mi opinion, aunque hay certaconfluenca (ain insuficentement fstudiada) entre las figuras del salvaje y del demonio, se trata de dos zonas diferentes de Ia cultura medieval, definidas cada una de elas por problemas ne Tie Oia niin ea ween ancora ei teres Sen eee ee Sannianies hiaesises cwaacciree Spence tastes cece eter erties deer Sie tas eaceucla vearyonesf cas aereectiiore LiGaeaR al pane ed eek abaess fl iat npn fer atte er ptke te be Eee ee ee ee oe eee | eee en eee eee mina daeeaa sueedel ee bavwa saat eager oa pl ee ery appa eee pce ne ope impr eke ef foto anestee as becircuies ies Pate e Berets age eee te nese eter teia uta inieenainbaieesriniwann pinta danas ae Sess foes coeeaseagiemes nega aise [epi T gn ile rar ergs Y omen gi Tas ve as eae ees Sete eet mee cniny lek rons casa ctaios men canicaside diese Seed iene ees arnee elect pun oemey nano tent tldeohusana hace metals tea etd deaete ye So peas cpearth catty acancepedotell cecum ioe oxen ee am one = Persad aoe eerie tien nee mn ated wiate deere sal aoe ee ee ee peat el ease esi te eee rant ey ences mince mame as Se en ems Honake Bal atta? dopess sane) capetcclna wea Pape lead pwnd neg ole palsbeleocpe mmo Een cine ea cas aes oceania Seen Tutte ees See ene ae eee Sitarecnenep aibrpeg irrren tes ib ns es al oe Ace cieconieg as m SS Notion engi Sco susademancs agresvon leew unvignfesderl Eos ce unalttto pated pore Mecsto ES. ma 56 Los alae se entenian bien con ‘be snimales,con esque ge podian cna Enea pbedode ‘SEuino de siglo Sv la mujer eaiaje ‘Eiiiscrios ments en eleervocon (pon deseza ynateralidad, aballeros templarios segin el juicio de 1310." Una especie de mujer salvaje enca- ‘eaba la deirante “horda salvaje” 0 “cacera salvaje” que atravesaba el cielo de fs noches de inviemno: un enjambre de espiritus de los muertos —que cabalgaba cn diversos animales se reunfa en los bosques, prefigurando el més tardio Siuil de las brujas. El emonio femenino que presiia estas reunionesinfermales Gra asimilado @ Hlerodias, Diana o Venus, Hécate 0 Artemisa, y se confundia con ‘Svinidedes populares germénicas como Holda o Perchta. A pesar de que ta ‘horda salvaje” de mujeres era sin duda una cabalgata nocturna de espiritus det sis alla y de la muerte esta creencia popular tenfa reminicencias paganas que ‘Bricultaron su asimilacion a la doctrna cristina. La enloquecedora procesion de ‘uertos durante la “caceria salvaje” que atraviesa las aldeas durante la noche no ‘arece tenor esa tipica funcién admonitoriay pia que suelen tener las apariciones Estianas de los muertos, que deseriben sus penas y hacen recomendaciones a los Sivos. Las hordas de muertos también eran encabezadas en ocasiones por un yombre salvaje dotado de los rasgoe tipicos del antiguo demonio germanico Hiar- {kin (origen del Arlequin del teatro que llega hasta nuestros dias) ‘Su mbinat.op i pp 8 1. ShGSintat mand Sener al apr quant Steta pp. 687, rrry Hay oto aspecto que amerita nuestra atencién. Se ha pensado que el tipico zapto de una doncella por el hombre salvaje debe entenderse como una variants del mito que describe a un demonio de la muerte que s¢ lleva de viaje a una dams por el otro mundo.® En este sentido, estamos ante una representacién erbtica de Jas relaciones entre Ia muerte y la doncella en la que el hombre salvaje no slo viola ala mujer, sino que a rapta para convertrla en su esposa. El dominio propio dl salvaje —los bosques las montafias— seria una representacién del reino de =| ‘muerte, el escenario de los enfrentamientos del caballero que quiere salvar = Jadama con el hombre salvaje que la ha capturado, Fay aqui la influencia de us jddea pagana de la muerte; los demonios que la representan vienen de un mund> inferior que no es totalmente el infierno cristiano donde se tortura alos pecadores sinoel lugar al que selega después de la muerte, pablado de extrafias personific=- clones, residuos de antiguas creencas,y temible mas bien por el hecho de que ss representantes y sus influencias se fitran al mundo de los vives, ‘Debo afadir que, en la Edad Media, el color verde era frecuentemente asociad> con la muerte y que, en las representaciones teatrales ocarnavalescas Jos hombres Y las mujeres salvajes usaban un disfraz verde hecho de musgo, amas whojas. = posible que aqui nos encontremos con la reminiscencia de dlivinidades de Jo= Dosques asociadas a ritos de fertlidad en confluencia con la evolucién del distraz ntiguo de los actores y mimos, que originalmente era fabricado con picles; esto ‘explicaria el hecho de que muchas representaciones del hombre salvaje lo mue>- tran con rodillasy codos sin vello, lo que seria reflejo de las aberturas del disfaz de pieles en las articulaciones, para permitir la Ubertad de movimientos neces ‘para la danza salvaje. Beheimer cree que la exhibicion de los senos de la muser Salvaje puede haber sido una Imitacion de los ritos populares medievales en l= ‘que aparecian damiselassilvestres desnudas Como quiera que sea, el distraz de salvaje evolucioné hasta sustituir la pelambre animal por el varde fellaje vegetal Y el color verde, como sabemos por The Friars Tale de Chaucer, era el color det diablo. Es posible que ello se deba a las imagenes vegetales tipicas del inframundo celta, pro también a que Satin ee disirazaba de cazador (de alas)" Verde e= también el color asociado al mundo de las hadas y los gnomos, que eran vistos com temor por la sociedad medieval. Recordemos también al temible Caballero Verde. al que se enfrenta Gawain ‘Me gustaria citar, por revelador, el caso de Alison Pearson, que fue juzgads como bruja en 1585, acusada de invacar al demonio, Walter Scot cuenta que ests mujer confes6 que un dia, mientras atravesaba Grange Muar, e recost6 al sents lun sbito malestar,y que un hombre verde se acere6y le dijo que si tena fe pods sanarla; al invocar el nombre de Dios el hombre verde so reir, pero regres mis tarde acompaaado de muchos hombres y mujeres, y contra su deseo fue obligads| ‘hacer con ellos ms coras de le que podia contar...Al margen dal ibro de actas| del tribunal hay wna breve anotaci: cnicia et combusta™ |S tet op pp 258. |SLDW Haber “Why Di Wana. 07 ‘aoe Lyman Kiedy nad Be Ge gt pe, DRAM, "Wa Gr alga ee? pp 848 Real are Den me a app. 3 Wakes Lote or Danan Nag crt pe mu (Otro fen ejemplo da la mezcla det diablo con toda a estipe salvaje lo encon- ‘teamos en el Hino de ls dnonios de Rorsar Los demonics que tienen el cuerpo hail, Suclto suave dispuesto al mudar ici, ‘Cambian tan pronto deforma, y su cuerpo dgil se “Teanslorma de prontoen todo cuanto les place. Los unos algunas veces se transforman en Hadas, En Drladas de ls bosques, en Napeas y Ninf, En Faunos, en Silvanos, en Sétirs y en Panes (Que tienen el cuerpo peludo moteado como hojassecas.* [A pesar de las transformaciones delirantes del demonio, los hombres salvaies Jgraron conservar su identidad. Los ejemplos que he dado muestran la penetra Gon de la derorologia crstiana en el mito del salvaje, pero también son una ‘prucia de su gran resistencia a ser engullido por ls ideas hegemonicas. A su vez, £Ercstereotipo del salvae contamina Is imagineria medieval que describe a Lucifer, {lenoinigo de Dice. Pero estas interinfvencia no lograron bora las dstinciones, Se manera que lo salvae y lo disso fueron das mundes ¥ des nociones que ppodemos dstingwir perlectamente. Lo mismo se puede deci de la diferencia entxe {es dominios del salvajismoy el reine dela muerte. 5 Latengua hombre silvestre no tena lengust, pero tombs In palabra por salto para xpresar los murinllos de oto mando, ls seals que a natraleza envi a Ja Sociedad, H salvaje deck palabras que no tenan sigificadolitral, pero que eran ‘Sccuenies yeomanicabansesaciones ue la lengua cvilizada no podia expres {nS palabras de! hombre salvae no tenia sonido, per expresaban venient. [Spescer derbi a diocordin entre I expresion de paciones naturales yl artic de un lenge racional ol hombre salvaje que aparece en Fare Quene se ‘xpresa mediante geste, iradasy ignas no tiene més lengusje ni hxbla {que el murenallo suave y el sonide confuso de fexpresion? Me parece que predominaba la angustia sobre la curisidad; esta t= sign puede percibire ain en nivestros das, como cuando —al pensar en ls ehciones entre posibilidad y realidad Witgonstoin afirma: “Somos, cuando filosofamos, como salvajes, hombres primitivos, que oyen los modos de expresio= ‘de hombres ewilzados, los malinterpretan y Iuego extraen las mis eras com Clusiones desu interpretacin”® A continuaciin Wittgenstein se sumerge en Taberinto del lenguaje, en busca de las zones de las extrafezas provocadas por ‘comunicscisn y la reglas que In sustentan, Mis adelante en sus investigaciones ‘al problema a Ia inversa: un explorador Hlega a un pals desconocide ¥ ‘Sbserva que alla gente se stve, a parecer, de un Jenguale articulado; pesy =! tratar de aprender esa lengu, encuentra que es imposible pues no hay concret2- ‘mente “ninguna conexién tegular de lo dicho, de ls sonidos, con las acciones” * Y, in embargo, esos sonidos —que no conforman un lenguaje— no son supe {vce pues tin ellos la gente cae en In confusion. Nos invade el vétigo ante bs ‘de un orden sin longuaje: ese vertigo es el que sentia el hombre ce Ja Edad Media cuando se enfrentaba al hombre salvaje, cuyos ruidos y gesto> denotaban la presencia den imponente orden cOsmico natural con el que l= sociedad cristina no pareefa poder comunicarse. Mas alla de los limites delle [Busje no extabael silencio tema tarbrne exte, ‘tien words we areca ah ie cuore Hy. a mean pipe we Wi rine Man ee adhere chen ie sen el onic tars Sa ate Dewar ate ag ‘omega parm 1 cheese "at act ch on hn gpg Zametrg ds Gosche, Lat i do anno Op 2. a6 i var | Elsalvaje salvador y el salvaje salvado Huubo en el siglo xv un fldsofo salvaje que quiso penetrar “en las profundidades ‘opacas de sus pliegues internos” —para usar us propias palabras— y no por ello selvide dle pensar en los monstruos dela otredad. Montaigne, en uno de ss mis famosos ensayos, Delos cantbales,recobr6 el antiguo mito del hombre salvaje pars ‘constnuir un modelo imaginario que pudiese revelar, en una critica irénica,1o= ddafios provocados por los atificos de la cvillzacion. Al describir a los cansbales “Montaigne se refera alos habitantes de América; sin embargo, la imagen que n= pinta més bella que la Edad de Oro— proviene totalmente de la tradicioo ‘mitologica europea: Es un pueblo,.] en el cual no existe ninguna especie de trifico, ningiin como _miento de las llras, ninguna ciencia de ls ndimeros,ningtin nombre de mag ttado, ni de superiordad pollice, no hay sesviduuulue, ampoco hay viquess © ‘pobreza, ni contratos, ni sucesiones, ni participaciones, ni mds ocupaciones que las ociosas, ni mis parentescos que los comunes, ni vestido, ni agriculture: ‘ingsin metal, no conocen el vino mi el cereall.}* Es bien sabido que Shakespeare puso las palabras de Montaigne en boca d= Gonzalo, en La tompestad, quien continia asi el suefo del filésofo francs: La naturaleza debe producir en comiin todas las cosas sin sudor 0 esfuerzo. No tendria necesidad de traicin, felonia,espada, pica, cuchllo,cafién, 0 cualqsie~ za dase de Ingenio, ya que la naturaleza crearia por s{ sola toda toda la abus- dancia necesaria para alimentar a mi inocente pueblo, La burla de otro personaje no se deja esperar: “todos holgazanes, putas bribones". La xépliea de Gonzalo retoma las palabras de Montaigne: “eclipsaria Edad de Oro"? “Montaigne fue muy claro al invertir provocadoramente ls ideas dominantes: = _ms bérbaro comerse a un hombre vivo (como hacen los europeos) que comérselo ‘ya muerto (como hacen los canibales americanos). El ensayo de Montaigne sobre 1: Mang Ease 8 y a To cs de Menage han sid traci por mi 2LAsou tna. 946 1H wen ats es paabs dean a es fashion yo Biwed Cope Wee sep Crs Cli Tyne Shee Di Men ‘Sivan enor ian espe an to adh for mi 158 ‘ian mitolégica que descubre un salvajismo latente agazapado en el seno mismo {del mando cvilizado, sea como una amenaza o come uns tentaci6n. Esta imagen ‘no broté de lainversinrealzada par Montaigne —como cree Duchet—, sino que, ‘como hemos visto fue alimentada durante miachos siglos por la cultura europen Es importante destacar al hecho de quie Montaigne, con sus Scidas burke al ‘tnocentrismo, no se propuso el estudio cbjetivo de las costumlresexéticns de los ppucblos no europeos. Su ensayo sobre los carlbales salvaje esié orientado a efinic critica eixGnicamente el perfil de su propia cultura y Ios limites de si ‘doniidad personal, pucs Montaigne fue ante todo tn extraordinazio exploradar de sa propia individualidad y de su sociedad. El hombre salvaje de Montaigne es, por lo tanto, una construccién imaginaria basada en gran medida en ls tadicio- ‘nes mitcas europeas, asi como en la informacion de los Viajeres y conquistadores {ina condicién adecuada para rendi un tetimonio veraz". Montaigne dice que renuncia a averiguar lo que han dicho los cosmégrafos, para contentarse con la {informacion de su sirviente y con lade algunos marineros y comerciantes con los {que alguna ver hablo, Su conclusion es contundente: “No hay nada birbaro y Salvaje en esta nacién, por lo que me han informado, sino que cada quien lam brbaro a lo que no es de su uso". Todo el drama de Montaigne en busea de si ‘mismo se reflea en el hecho angustiso de descubrir que la naturaleza humana no ‘existe que es lacostumbre la que domina despsticamente. “Todo razonamiento sobre el salvaismo de los otros esta anclado en muestras costumbres, que son las que dictan su razén a los demas, En esta oscura caverns Telativista hay sin embargo una luz: Ia verdad y la bondad brotan con mayor fuldez en aquellas situaciones cercanas a la condicion humana original, ms préximas ala ingeniuidad natural. Por ello los canibales ce Brasil son mejores que os europeos,y a simplicidad de sx criado o de unos masineros es mas objetiva al tratar de comprender alos hombres salvajes. En la perspectiva de Montaigne, l= [petsona individual debe identificarse con el salvaje si quiere acerearse a las fuer- {es originarias de la bondad y de la verdad. No es sorprendente que haya sido recover constiulr un puente entre el eg individual y el ot ealvaje para definir los contornos de la nueva razén renacentista El buen salvaje es una proyeccicn del yo ideal: ya lo habia aclarado el propio Montaigne al advertir que hablaba de los demas s6lo para expresarce mejor : "Yo no hablo de los otros sino para mejor Tablas de ini"? La Burepa ronacentista somonaé comprondar Ia gran whiided del juego de expejos que podia crearse a partir de Ia imagen del hombre salvaje: juego abria inmensas posbilidades creativas al establecer la iron y el escep- tismo como sofisticadas formas de pensamiento y reflexion, capaces de guia? al hombre hacia la luces de la modernidad, Podemos encontrar una muestra dee3t2 interpretacion sobre la funcién del Otro en la actitud de Montaigne hacia los ‘monstruos, Es la misma que adopta ante los salvajes: "Lo que lamames mans- tos, no lo son para Dios, que ve en la inmensidad de su obra la infinitud de formas que alli englobol..J"* En otro lugar nos revela la verdadera cara el ‘monstro [Hasta hoy todos estos milagros y acontecimientos extrafios se ocultan ante mi [No veoaili monstruo y milagro en el mundo més patente que yo mismo. Unose ‘acostumbra, con el uso y ol tiempo, a todo lo extrano; sin embargo, cuanto ms ime frecuento y me conozco, mis me sorprende mi deformidad, menos me entiendo? {itt ers arent mei sta Stee om pa cept con veo ene esa de fan Cats ate 1 ps Ul e ao Fm pe 87-8. tien et Bk, Mange Do Fre, Meng’ Deon Hig ons Maney on Sas, Manag me 160 iad smbre-lobo debe habe inf peincpio dl siglo V1 elo chrealizado El canibal de Montaigne es un salvaje salvador: tae el buen viento de ia alte dad redentora a la civiizacién, y permite al hombre occidental una distance Cltica con respecto a eu artifiialidad —cemo ha dicho Hayden White— no pare ‘olver salvaje a los europeos sino para encontrar en lo mas profundo de = ‘Gvilizacign los impuleos que pueden preservarla de la barbarie.® Shakespeare tomé la meldfora de Montaigne para consiruir a uno de los slvajes mis céleboes aque haya imaginado el peneamiante europeo: Caliban. Al igual que el cansbal Se Montaigne, el Calin de Shakespeare es ante todo un personaje occidental, oe forma parte de una densa y antiga red de imagenes que ya para el siglo xv se bs texlendido considerablemente por toda la Europa letrada. Fl hecho de que Le fempesiad haya sido vista insstontemente como una metafora del colonialism I= ‘elude algunas veces las conexiones de Calilxin con el hombre salvaje europe. Caliban reprosenta el salvajiemo que amenaza a la civilizacion crstiana europe ‘desde aentroy, a diferencia del canibal de Montaigne, es un ser peligroso y amens- zador — del cual es precizo cuidarse—, al cual es necesario y posible salvar. Desir de su origen sdbrenatural —hijo de una bruja y un diablo— Caliban es = ‘duda un hombre, de hecho el Gnico humano en la isla antes de la Hegads de Prospero y Miranda: [Entonces esta ila (a excepcion del hijo que habia parido la bruja, un engento= leno de manchas) no era horvada con la presencia de un ser humano ste salvaje orignalmente na tenia el don de a palabra: ‘Cuando ti —le dice Prospero, salvaje, ignorando tu propia sigaiicaion, tales como un brute, dote fs intenciones de palabras que las dear = Sin embargo, e salvaje intents violar aI bella Miranda y fue por ellocastignss Calibin es un ser complejo y contradictoro, através del cual a veces Shakespeare dja que se expreve el pensamiento de Montaigne, como por efemplo cuando salvaje contesta a Présparo: sta isla es mia por Sycorax, mi madte, y ti me la has arrebatado. Cuand> viniste por vez primera me acarciste, me halagaste, Me dabas agua con bey {nella; me ensefiaste el nombre de la gran luz y dela pequefta, que iluminan eh diay la noche. Y entonces te amé y te hice conocer todas las cualidades de l= {sla, los frescos manantiales, las cisternas salinas los parsjs desiertos y los seiles” (Caliban, que aiora Ie edad dorada en que vivia,culmina cu diatiba contra Is 10.98 Whi "The ome Widnes’ p32, Vem to de Rap pane, Ar dom sige "Aen 281.284 Ribu sa Tibi wrt 18 cvilzacion: “Me enseraste el lengua, y el provecho que he obtenido es saber ‘coma blasfemar” 2 [aenorme fuerza dela metafora representada por Calitin radica en su dimen- sion trégica, mis que en sus aspecto maligno. En realidad Caliban no es simple- mente un salvaje malvado; Prospero explica que, a pesar de ser un villano, “no ‘podemos pusarnos sn él” pues es quien le tae la lena. enciende el fuego y presta Sus servcies. A fin de cuentas, para bien o para mal, Prespero abandona fa isla —perdldos sus poderes magicos— y deja a Caliban de nuevo como su unico Es posible que, en ol fondo, Shakespeare haya pensado —como Montaigne— ‘que la magia de la civilizacién debe ctar en contacto con la naturaleza salvaje para poder asi encontrar sa significad> humano mis profundo. En La lonpesiad ‘sto contacto of una terrible lucha contra Calibén: al final quoda claro que loo poderes civilizatorios no pueden cambiar la naturaleza salvaje del morstruo. Pero fl fracaso leva a Préspero a renunclar a los poderes de la magia y a aceplar Anos acer we 0.4 Txucin de Ls Anna ai 1a hhumildemente vivir como un hombre; la lucha con Cabbin ha derrotado a un dos, pero ha creaco a un hombre. Prospero a intentado en vano salvar al salvai= Sin embargo, 2 hasalvado asi mismode la tetacion de convertirse en dis. En Lt ‘tempesiad asistimos al nacimiento del hombre nuevo de la modernidad. ‘Como puede vers, el enorme potencal mitico del hombre salvaje nose agots durante Ia Edad Media. Por ol contrac, durante al Renacimiento los salrajes fecundaron la imaginacion culta como no fo habian hecho, tal vez, desde la ant ailedad. Los salvajs excaparon de los reductos marginale dela imagineria pop2- Tar fueron aceptados en los dmbitos de la teratura clta, Con ello la figura det hombre salvaje adquiere una sofisticaciéay una complfidad que no habia podido dlesarrollar durante la Edad Media. La gran riqueza metaférica del Calbin de ‘Shakespeare y de los cansbales de Montaigne corcribuira a que la infhuencia dele imagen del hombre salvaje se prolongue y se ramifique durante mucho tiomps. En Caliban no debemoe ver simplemente la cristalizacion de los apetitos colons lists de Inglaterra aunque sin duda estén presentes en Ia obra. A mi juicio = (Caliban confluyen tres grandes tendencis: la mds antigua est representada pox In imagineria tradicional del hombre salvaje eurepeo, que contribuye a la defini cién de oe eepacics de una sociedad civil enrentada alos impulsos no damesticm dos de las clases plebeyas subordinadas. La segunda tendencia, que se exprest ‘con frecuencia onc Indo postive del salvaje, os Ia que Shakespeare retoma de ‘Montaigne: una necesidad aguda de construir Ia individualidad del hombre m= ‘demo a partir de st irmersion profunda ene! salvajismo natural originario. tercer gar hallamos la crecieteinfluencia de la expansion colonial, que comin ‘ra meviolar Ine porfiloe da Ta act eiizada anfrantads al ealvajiamo exStice {que ecnecesario aniquilar,domesticar o explota.” EL hombre salvaje habia aparecido en, los escenarios ingleses por lo menos ‘desde el siglo nv, aunque sin duda sus origenes hunden Ins raices en el antig= folklore y en ls juegos teatraesitalianos (en los que hay referencias al hombee salvaje desde 1208 y 1224, en Padua), En Inglaterra el wodcwose, como se conocia salvaje de las obras de teatro, aparece documentado desde 1348 en unas reps fentaciones navidenae en Onford (Kent).® La historia de los salvajes en el Inglés refleja la paulatina transformacion del mite medieval: originalmente un peligroso y agresivo, el wodewose acaba convertide en un payaso doméstco ¥ {enlil que marginalmente aparece en ins representacionesteatrals, en los doses 16 Cm acu con npn Pal Bown “THe of dts aang mine ‘ope ante Dine een Cae uri vn cla er rier vere freed wot det Rome sa setae an gu gle een = Sper ae rin Wh mer fear etre eager crane me steps actin est wa fen Cty Nc Spe! ear, p30 Tse duty gp de Le gee vee wns ce ei prepara “fh S momian nel gular de oy Bade cp de wodenon dc: Se cotner onsets ata ii Cols“ Wa anon begs Se. £54. ELhombre salvaje aabo conwertde en un personae de los carnaval, - festivals Jas procestones, con su distraz caracterfstic: el cuerpo cubierto de musgo y fenorme garrote en la mano, y lanzando buscapits y fuegos artificiales. habia hombres salvajes profesionales que eran contratados junto con Cdstraces y su provision de juegos pirotécnicos. En general los wodrwores aban un papel secundario, aunque se sabe de algunas obras en las que tener gran importancia, como en Mack of Wylde Men, representada en la ‘de William Drury en 1573, 0 en Mask of Foresters and Wild Men, representada ‘ode 1574 en Westminster." El primer ejemplo de tna actuacién hablada hombre salvaje lo presenta, paraddjicamente, on una actitud sumisy; en un presentadoa la reina Isabel en l castillo de Kenilworth en 1575, a "nuere dela noche lx rina virgen encontré al mis amenazador hombre salva cl cuerpo cubierto de msgo y hiedra para simular la pelambre yun pequeno com las aices al aire en st mano; pero el Hombre Sniongio, como es denomina- bre la boca para reitacle ala rena unos encantadores versos de doce silabas: ‘Oh reina, debo confesar que no sin causa estos ciudadanos ‘Se regorijan tanto de que debsis darles ayes. Porelloyo, un hombre salvaje que vive libre 'Y que desde el nacimiento ha luchado testarudo, ‘Agql me someto y le ruego me permita servirln Este salvaje, que es una derivacién gentil de mo sylvestris medieval, cert te carece de la ferocidad de Cabin. Es una figura decorativa que ha perdido ‘Ge cardcter amenazador tradicional para converts en un ser domesticado e ‘Boicnsive, Pero Ta antigua tradicion no co ha perdido, y de hecho se puede SGhvervar en Ttaia y en Inglaterra un curioso rosurgimiento del hombre salvaje ‘rue y lascivo, lo que termina auspiciando un persoraje como Caliban. Es muy fPovible que Shakespeare haya tormado como modelos para su personaje al satiro EF ta Pazzia di Filandr o al salvaje ce 1! Paxtaloncino, dos comedic deat italia. teas El sitio de La Pazzia di Filendro se enamora de la ninfa Lydia y trata do aptarla para conducts a su cueva; ella logra escaparse mediante una estratage- ‘oe ¥ deja al sitio atado a un Arbo. Posteriormente el satiro arrastra a Lydia por {Gs cabellar, en venganzn. En otra pieza, Fianmel, el slontic aterra alos payasos {722 los quiere comer en la cena. El semggio de I! Mago es un patan hambriento ue e¢ amado por la ninfa Fill, aunque él prefiere devorar macarrones a escuchar 19. Geen. cp. 13."om qin, Toussaint wot ae / Te dv poole ss hat ou sald gre sem anon) Steichen gaa weand ogee / A hate oe stale Seictefan Do how nnn ny lento to rn Nilo The ee a Fini oe ate ve iS, Brt Ho, Sur York 1a Une espn gan ‘icenuen del scon inna pudeveton acts oct Lama un mig en Lone ‘Fo aboot nena a th ahr pr lhe Choe whew tacit ated eto wr ner “nctoe mum soupy ame ows amb vag tank pe act vy te eo in ‘de if oneness murano psa ue; ad vet bee,comoni ‘Se toe gringo ad pec let coin nga me we wi ware Site rant tice ee mert”ec ane ‘RLHCD Gia, “TheSomwel Meimys p38 19 dactaraiones de amor. En contrite, el sey de Pb un joven prot, dele galas de la cra, Perdido Nert ha sosrad cio lor ‘vapsde acomelias lianas nein os tadlclones elgg la primer> ts laeon bun seen slug eos dl kre alpina del ore de Tal don tam pore nutri alana se exten arene ene We Mano Bife Mann ®'Ca segunda tadicin viene delux y tae consign a le {nuns los silvanoy loesilenoe ls sdiree del antigua Roma. El reside de tots mean for el uae stag, Nevado in exces ingle po Toa muchos ‘lees liane qu on fect reprnenahsn rue comune nga ADE {Ttonggote ences con orarama dl lami alive el ede, con el Qoe ‘épidamentesligs a Renaimients not free posbldad de seguir con cet detalle tas cide dalalvj, dese or tronae doa cars popula hasta at mds sistas txpresone dea cla argue Hay una denen red cos ios ils une las Sreancias de los campesinos de Bavaria ye Ice Alpes talinnos con as mass de Shakespene a penotinto de Montaigne Poco spoof salvaje ha io fhandonando lt selva del folklon, para adetrarse en los bosques de Ta als {titre renacntst, Les avances centficoy In expansion colonial va reduce dota spado undiconay conde hay cada vec menos salvaje En cambio ener ftamos ada vor sls el ula egemnia, en dane se expandea Teproducon gracias aque ins coeniasanigiasy medieals —ast fen en oe Imargees dela imogineia~ se habla conservado, Hay que advert sin embs fe see pos que el i dal hombre salve crate a Edad Media noha Edo tar marginal y scundario como se aprecia en os stimoos duc han lego insta rosltm hay que peraar que el allo no encontr caida et In cule Cristiana dominant, y eit talons ores se fueron perdi sn dons ‘muchas Bulla mare cots de este Todrardiaraperistcniade laces rl xpi gran expasis a ito ena liteaturn rence. Hay que sega qu ou peristnca seb tabien Freho de que dl salvaje forma parte de um lento proces delgitimacn de> due on elempo veh Uamado Sse edn. A arate al igo = Inpubos por dfn a deridad del hombre mesero ycvllado aentaro> Comiderabiesentecoplesdo or las grandes tarafrmucionessoeiesy Pll~ anv y yor al impact que tavs ann inligenciaearopen ol concierto Y i Cclonizcion del Nueve Mando. Hl vig y peice sarge medieval estaba al. ar ayudar aconfgurar a nueva metalida ecient. mato del salvaje, durante el Renacinenlo, va adguiiendo cada ver mis lament un entcer minty slo come a eli sobre os vince fre la raturnieza ye clr sno ademas como ua ca ans.» ‘cs incluso come una trick comprobacin de los males teres con Ue {podem smenazn al aie: Elo relestn ees adqure un ono ico nique encontames excasoeanecodente: a forma rnc de aordar el mite de! Salajeco converte smn delou signs tines dela warsilsnrenacetsa [Aa alto maar nico de Montaigne al Tefexonar sobre uta elvlaioo 2 rtm Nev“ muse dso. 10 8 Seria queso as Sajna virgen omar al unicorn Sonia qe na mar ‘Site encarnacon de ‘En tsenenaoedorsoe cenfrontada a los buenos cansbales fue retomado por Shakespeare, quien dri ba ‘Tonia al propio ensayista francés al reconstruir su idealizacion del salvaje como bjeto de busla en a figura de Calibin, "Hay dos ebras cuyo tratamiento del salvaje nos da una imagen precisa de 1a transition del esplsitu medieval al renacentista, del camino que va del mundo Slegérico dela caballera y de Ia cortesia al Ambito de a ironfa y del humanismo, Merrefiero a Faérie Queene de Spenser y Orlando furioo de Ariosto, obras montt- ‘mentales que, ast manera, resumen las contradicciones de una época en turblen- ih transicign hacia la modernidad, Faerie Queene es un poema totalmente permeado por las alegoriaesalvajes y pastorales tipicas de la Edad Media. Alli Ehcontramos a Siz Safyane, un perzonaje noble que ha aprendido a domesticar fis apetitos salvajes, y capaz de dominar a las bestins feroces del bosque: La inadte de Satyrane, Thyamis, fue raplada por un sétro que engendré en ella al Caballero noble y salvaje; aunque es un engendro de la Iujuria y el deseo (et Sombre de la raidre proviene del grep tymds, pasin), logra reorientar Ins CaseRardas de su padre para controlar su miedo y dominar a las bestiasy conver- m tirse en un caballo de Gloriana. Sin embargo, Sir Satyrane regresard con los suyoe ala “nacion salvaje” a la que pertenece Esta “nacion salvaje” de fauncs ¥ sitios acoge a Una, la heroina que escapa del malvado Sans Loy. Estos salvajes incapaces de distnguir entre religion e idolatria, la adoran como a una diosa det bosque (‘Goddesse of the wood"); ademas adoran al asno de Una, lo que noe recuerda a Jos antigos paganos que acusaban a Tos judios de adorar al mis dtestable de los animales Spenser dibuja a otro personaje que, en clertos mo- ‘mentos, aparece como un caballero salvaje: Artigall se presenta como tal en = tomeo en el que ostenta como su divisa las palabras’ “Saloagesse sans fins” [salvajsmo sin delicadeza] impresas en su escudo (v-v:39), en alusion a que foe ‘educado en los bosques bajo la disciplina salvaje de Astraea, motivo por el coal era tan temido por las bestias como por los hombres; el caricter salvaje de Artiga fe: contrapuintendo con la gentileza ("gontlenosse of spright”, vik2) de Calidore {que encarna ol ideal de finura de la que carace el caballero salvaje, Hay adem ‘otro hombee salvaje ("salvage man”) que se presenta como un Ser cortés y serv cial, a pesar de su aspecto bestia: este saloage man salva a Serena y a Calepine det ‘malvado Turpine, a quien despues castiga. La cortesia y nobleza del salvage mse ‘son una paradoja que es destacada por Serena, cuando lo defiende: Enesta salvaje cratura, decardctertan brutal, CCrecida entre bestassalvajes en bosques desiertos, Esde lo més extrafo y maravilloso encontrar ‘Una tan apaeible himanidad y un daimo tan gentil® La naturaleza coniradictoria del suloage mat es un elemento importante que sugiere, come dice Donald Cheney, que para que florezcala sociedad ‘elhombre debe usar no slo sus podereselevados, sino también los bajos. Debe tunis sus naturalezas brutal y gentil para alcanzar las maneras cultivadas y apacibles que constantemente se frtalecen refuerzan y defienden por el com- tacto com los rigores de la naturaleza.™* Pero no todos os salvajes que la obra de Spenser presenta son tan amables y nobles, Aparcce primero, ante la heroina, un “wilde and aalvage man” (¥i:5) ‘Que quiere vclala y despuss comérsela, En oto passe posterior, una nace ‘completa de canvbales rapta aSerena, la cual despierts tanto ou deseo sexual come tx: hombre. La cacensrevela la complejdad del problema abordado por Sperss «que pinta con trazosirnicos lanaturaleza de los canbales, en un simulacro de crotismo salvaje: los slvajes descubren a Serena dormida en el bosque y de “Bah wn unin te ppt pr Toma. ok SL Siena neces da ig co a ps ser tM Sade, “Une no "Birch aap ttre, ‘Among we bani dee xr {rn siengrand wendy Sofie ment apt en oa 2 yr sng of Wi ten Sp “are Que 9-205. m ‘Semediato comianzan a escoget lee mejores podazos de su cuerpo, para devorar- Jos; el sacerdote canbalincia le preparativosculinarics y enciend el fuego. Pro ‘cando la bella Serena despierta, lor salvajescomienzan a sentir otros apetitos. Su

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