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Como Ganarme Corazon
Como Ganarme Corazon
“
- Cómo hacerlo bien para que se enamoren de ti-
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Índice
Prefacio .............................................................................................................. 6
La identidad masculina..................................................................................... 21
Mi historia........................................................................................................ 27
¿Tienen especialmente más exito las mujeres atractivas con los hombres? ....... 39
Como recuperar el buen humor – incluso con el ánimo por los suelos ............ 130
¿Por qué las personas quieren tener lo que no pueden conseguir? .................. 140
Por qué los hombres malinterpretan tan a menudo los sentimientos de una mujer
....................................................................................................................... 162
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Prefacio
Fue en una templada tarde de verano, cuando tres señoritas de unos treinta
años, que tenían ya tras de sí diversas experiencias y, ante todo, desengaños
con hombres, me preguntaron por mi “honesta opinión”.
“¿Qué queréis los hombres exactamente? Tú como hombre, ¿no nos podrías
quizás explicar por qué un hombre reacciona ante esta o aquella situación de
esta o aquella manera? ¿Qué esperáis, por ejemplo, de una relación? ¿Por qué
deja de tener contacto la persona con la que había empezado todo de manera
tan prometedora? ¡Primero se le caía la baba por mí y ahora de repente ha
desaparecido sin dejar rastro…!”
Así sucedió que el bar en el que trabajaba se convirtió poco a poco en un tipo
de “Centro de consulta para mujeres”. Parecía que se había extendido en el
mundo de las mujeres que yo tenía una serie de consejos útiles en mi dispensa.
fiel. Yo también había reunido al fin y al cabo algunas experiencias con el sexo
femenino y sabía bastante bien cómo podía interpretarse este o aquel
supuesto “desaire” u otras conductas.
Lo más interesante era, sin embargo, que también tenía contacto (el bar es un
crisol de ambos sexos) con cada uno de los objetivos masculinos de la
conversación (es decir, con el “dulce chico” de la última cita o también con el
hombre “extrañamente cerrado” con la cual una de las señoritas tenía una
relación de tres meses) y pude recoger en cada caso de manera
completamente objetiva y diplomática su opinión sobre el tema.
Por muy loco o por muy quizás inhumano que pueda sonar, el comienzo de una
relación es siempre un “juego” cuyas reglas garantizan si entre dos personas se
avecina algo o no.
También para ello había y hay una gran cantidad de consejos que había
acumulado con el tiempo y que las mujeres tomaban agradecidas. Muchos de
sus dramas con los hombres recibían, por un lado, una explicación, por el otro,
mejoraba considerablemente la vida amorosa y de pareja de muchas de mis
“clientas”. Saber qué piensan los hombres, qué sienten, qué aguardan y
esperan de una mujer y de una relación, es una ventaja decisiva en esta jungla
actual de las relaciones.
Una cosa es cierta sin embargo: Cada hombre, cada persona es única, cada
historia de formación de pareja, separación, citas, etc., son individuales y muy
complejas. No obstante, hay un cierto patrón que subyace en muchas de estas
historias. Hay determinados “errores” que muy a menudo hacen las mujeres y
que siempre conducen a las mismas reacciones por parte de los hombres.
Afirmo que hay diversos rasgos que predominan en todo hombre. La función
de su psiqué, la forma cómo trata sus sentimientos, qué se imagina como la
“mujer ideal”, qué aguarda de un relación, cómo puede una metérselo
proverbialmente en el bolsillo con facilidad y, sobre todo: qué no quiere de
ninguna manera, qué cosas y formas de comportarse de una mujer odia como
la peste. Todo esto sigue una estructura que no se diferencia esencialmente de
un hombre de otro.
Dicho, hecho.
Y de esta manera tienes aquí entre tus manos el conocimiento resumido de las
incontables historias de hombres que me han contado las mujeres.
Interpretadas y resumidas por un hombre, con el intento de comunicártelo
todo de la manera más comprensible posible y para demostrarte la “lógica”
(masculina). ¡Me gustaría poder ayudarte con mis humildes medios a entender
mejor la “la desconocida naturaleza del hombre” con el fin de que puedas
mejorar tus citas, tus relaciones con los hombres y, en general, tu propio
bienestar!
Cordialmente tuyo,
Christian Sander
Bien, esto quizás ya lo sabes: los hombres son diferentes. Por mucho que
quizás desee el movimiento de emancipación la igualdad de los sexos, por
desgracia, este anhelo contradice simplemente a los hechos. La igualdad de
derechos no es lo mismo que el igualitarismo.
Por mucho que se desee que hombres y mujeres tengan que ser en el fondo
iguales (lo cual haría las cosas infinitamente mucho más fáciles), tenemos que
afrontar una verdad irrefutable:
Los hombres piensan de otra manera, sienten de otra manera y actúan de otra
manera que las mujeres.
Una máxima para conseguir un trato eficaz con los hombres y no ir a tientas
constantemente en los casos de malentendidos con ellos es saber que los
hombres tratan los problemas interpersonales, los sentimientos y, en
resumidas cuentas, a ellos mismos de una manera fundamentalmente
diferente de lo que jamás lo haría una mujer.
Por consiguiente, hay muy pocas oportunidades para una mujer para saber
cómo son REALMENTE los hombres, qué piensan y sienten REALMENTE. ¡Se
sorprenderían de las cosas de las que todos nosotros hablamos cuando no hay
presente una mujer!
Si sólo con dificultades puedes entender qué nos inclina a pasar supuestas
“veladas estúpidas” entre hombres, uno de los motivos principales es que
nosotros sólo podemos ser como somos. Ni pero ni pera. Y que además
obtenemos respeto y reconocimiento de nuestros congéneres – en lugar de
tener que reflexionar y discutir entre nosotros sobre nuestro comportamiento.
Si quieres, por tanto, no sólo llevarte bien con esta “especie rara”, sino también
aprender cómo te los puedes meter en el bolsillo y, ciertamente, por mucho
tiempo, entonces tienes que afrontar desde ya la irrefutable verdad:
Creo que no hay nada más bonito para un ser humano que ser entendido.
Pero si alguna vez has vivido una situación en la cual se te ha tratado realmente
de manera comprensiva y has notado que tu interlocutor no tenía ningún
interés en cambiar tu opinión o en darte “buenos consejos”, sino que
simplemente intentaba entender lo que pasaba en tu más profunda intimidad,
entonces sabes lo que quiero decir.
Cuando esta otra persona que nos entiende es del mismo sexo que nosotros, se
levanta en nosotros una profunda simpatía, un profundo agradecimiento.
Puede ser la piedra angular para una verdadera y profunda amistad. Si esta
persona es del otro sexo, pasa entonces muy a menudo lo siguiente:
¿Me sigues por qué es tan importante entender, por qué los hombres son como
son? ¿Y, ante todo, aceptar, que ellos son diferentes?
Sólo cuando entiendas realmente qué le ocurre al otro sexo y por qué es así,
podrás tratar sin ningún tipo de complicaciones con él.
Pues, al fin y al cabo, nosotros los hombres no deseamos otra cosa con más
ardor que ser entendidos. Quizás lo admitamos sólo de mala gana, pero
también nosotros nos sentimos a veces muy solos y quisiéramos tener a
nuestro lado a una pareja que nos entienda. Que nos apoye en lo que hacemos.
Que nos acepte tal y como somos.
Si quieres tener a un hombre a tu lado que te haga feliz y que quiera tener una
relación contigo larga y satisfactoria, da el primer paso e intenta entender por
qué él es así tal y como es, es decir, diferente a ti.
Ahí yace en última instancia el secreto de las relaciones que funcionan y son
felices: en que se respeta en el otro su otroriedad.
Por muy paradójico que pueda resultar, los hombres y las mujeres se atraen
precisamente porque son diferentes. Justamente esto es lo misterioso de la
cuestión, justamente esto es lo que suscita aquel sentimiento mágico que
denominamos amor.
Para el hombre todo cambia, sin embargo, bruscamente, tan pronto como
entra en la pubertad: desde ya, casi en una noche, no puede presentar más
abiertamente una forma de comportamiento femenina. Algo así como llorar o
manifestar abiertamente sensibilidad no se tolerará más en “sociedad” – es
decir, con los de su edad, sus amigos o padres. Si no quieren exponerse al
reproche de ser homosexual o “gallina”, no tienen que mostrar a partir de una
edad aproximadamente de 14-16 años sentimientos femeninos.
Por mucho que haya avanzado la igualdad de derechos entre los sexos, un
hombre que llora en público sigue siendo todavía algo impensable. Podría llorar
de emoción – quizás durante el 30º aniversario de pertenencia a una empresa,
después de que le hayan dedicado un discurso de agradecimiento. Pero, ay, lo
hace por un sentimiento que sería tachado por todos como una “debilidad”.
No, tampoco les gusta a las mujeres cuando mostramos nuestra debilidad,
nuestra fragilidad. Al menos, no en la fase de conocimiento. También para ti,
querida lectora, tenemos que actuar lo máximo posible de manera soberana,
fuerte y masculina. ¿Cómo te podríamos proteger, entonces, ante posibles
peligros?
Para las mujeres es completamente normal mostrarse como son. Ya sea como
dominadora y controladora masculina, ya sea como una delicada mujer. Amén
quizás de los casos de histeria en público, pero incluso éstos son siempre
considerados en el ámbito del espectro femenino como “normales”. Por lo
demás, una mujer no tiene realmente que disimular para ser aceptada como
una mujer valuosa ni tiene que suprimir o negar ninguna propiedad
fundamental. ¡Lo tienes realmente fácil, señora mía…!
Créeme que no hay nada peor para un hombre que perder su masculinidad. Así
se le mide y basa toda su existencia en ello. Tiene que conservar su
masculinidad, de lo contrario, no tendrá ninguna oportunidad.
disputa de los sexos, admitirás, sin embargo, que un hombre debería accionar
fundamentalmente de manera fuerte, agarrada y decidida, si quiere ser
tomado en serio como hombre.
Este proceso, por el cual tiene que pasar todo joven en su juventud, conduce a
un profundo trastorno en los hombres. Tienen que reprimir y encubrir una
parte de su existencia humana, es decir, su sensibilidad, su vulnerabilidad y
disimular con artificialidad masculina.
Para empeorar todavía más las cosas aparece en la edad en la que un joven de
repente no puede ser más un niño y tiene que aprender a reprimir sus
características femeninas lentamente también el tema de las mujeres. Las
antaño “estúpidas chicas” se ven de repente con ojos completamente
diferentes. Y también aquí se instaura la rivalidad conocida por todos con otros
hombres.
Las mujeres sirven dentro del mundo de los hombres primero como un tipo de
reto deportivo que hay que conquistar. Como un tipo de trofeo que el hombre,
orgulloso, exhibe ante sus compañeros. Posteriormente, en la edad madura, no
cambiará en esencia nada.
Y también aquí es válido el ¡ay del hombre que muestre sentimientos “poco
varoniles”, emocionales! ¡Ay del que muestre abiertamente que echa de
menos a la chica que le ha hecho daño por lo que sea! Y precisamente durante
los primeros y toscos intentos con una criatura femenina están sus emociones
en la mayoría de los casos más que revueltas.
Y precisamente éste es el motivo por el cual los hombres están en pie de guerra
con sus emociones. Se les ha enseñado que no deben mostrarlas, que los
sentimientos de debilidad son algo malo, algo poco varonil. A pesar de todo, un
hombre ha vivido ya – precisamente en relación a las mujeres – una gran
cantidad de sentimientos que le han arrollado directamente. El hecho, sin
embargo, de que no las pudiera mostrar para no presentarse como un débil y
que no pudiera hablar de ello con nadie, le deja en él una amarga lección. Ha
aprendido que las emociones en relación a las mujeres son algo caprichosas
con las que un hombre solo y sin ayuda de nadie tiene que arreglárselas. Un
ejército completo de dragones impredicibles y lanzando fuego en su interior
que tiene que combatir y vencer completamente solo.
Todo esto tiene lugar en el aislamiento de su alma. Casi ningún joven habla de
esto con otra persona – incluso con alguien de su edad. Tiene que preservar su
“verdadera cara”, mantener erguida su fuerza y su masculinidad. Como ya se
ha dicho, no hay miedo más grande, nada que un hombre tema más que volver
a caer en el estado de la temprana infancia en la cual podía ser débil y
necesitado, siendo precisamente por eso que no era todavía un hombre.
La identidad masculina
Gustar al otro sexo, ser deseable, hacer feliz a las mujeres y también, ante
todo, satisfacerlas sexualmente – éstas son cosas enormemente importantes
para un hombre y contribuyen enormemente al fortalecimiento o al
debilitamiento de su autoestima.
¡Qué bonito y claro es, por el contrario, el mundo exterior! Aquí puede
planificar, modelar, calcular, reparar, ensamblar, computar. Y luego
asombrarse y dejarse asombrar cuando está ante su obra terminada.
se “siente” únicamente bien, cuando puede estar seguro del respeto y del
reconocimiento de los demás.
Por eso los hombres trabajan también, en parte, hasta el ataque del corazón,
sin prestar atención a su salud – porque no son en absoluto conscientes
realmente de su propio estado corporal y anímico.
Y precisamente por ello se les hace tan difícil a los hombres hablar sobre sus
sentimientos. Para las mujeres esto es obviamente algo por completo
incomprensible y un signo de “inmadurez emocional”. Para un hombre, sin
embargo, no hay nada más raro que hablar sobre sus estados interiores. Ha
intentado ya durante toda una vida reprimirlos o, al menos, controlarlos.
Y justamente porque tiene una relación tan extraña con su mundo sentimental
es tan infinitamente susceptible emocionalmente. En comparación con una
mujer, el corazón de un hombre es mucho más quebradizo, mucho más
sensible.
¿Por qué?
Porque no sabe tratar apenas las emociones negativas, el dolor anímico – sólo
lo puede calmar con alcohol o con productos químicos. Tener que afrontarlo le
es esencialmente difícil porque no tiene ningún acceso real y sano a él.
Una mujer llora cuando está triste y descubre su corazón a una amiga. Hablar
de sus sentimientos la ayuda a sobrellevar el dolor emocional. Un hombre no
habla normalmente con nadie acerca de su mundo sentimental. En primer
lugar, no sabría cómo debería describir de ningún modo este caos y, en
segundo lugar, está el peligro de que no se le considere “masculino”. ¿Ha visto
alguna vez a un hombre que tenga a su amigo entre los brazos, mientras éste le
expresa sus sentimientos entre lágrimas?
Hay un único problema en todo ello: su efecto sobre las mujeres lo puede
calcular y predecir mucho menos que su efecto sobre sus colegas masculinos.
Porque no sabe cómo piensan las mujeres y qué valoran es en esta cuestión
extremadamente inseguro.
Es más fácil para un hombre cursar una maratón en un día caluroso o dejar a
alguien k.o. que es dos cabezas más grandes que él que hablar con una mujer.
Aquí está propiamente toda su masculinidad en juego, aquí lo arriesga
verdaderamente todo. Una de las peores vivencias para un hombre es cuando
una mujer no lo desea precisamente a él, sino que le deja bien clarito que
debería, por favor, desaparecer de su vista.
En el fondo, no tiene, sin embargo, ni idea de qué espera de él una mujer y qué
valora. Pero para su frágil ego es totalmente decisivo cómo obra sobre una
mujer y así resulta que las mujeres son para él un “gran misterio”. Algo, ante lo
cual él – cuando mira y escucha profundamente en sí mismo – tiene miedo.
Nosotros, los hombres, lo sabemos todo muy bien en principio – aun cuando lo
aceptemos sólo de mala gana. Y a veces nos unimos por este motivo de mala
gana de manera firme y vinculante con una mujer: porque estamos entregados
a ella emocionalmente de manera más o menos indefensa.
Nota:
……………………………………………………………………………………………………
En el transcurso del proceso de maduración en el que normalmente entra tarde
o temprando todo hombre empiezan a entreverse estas relaciones y a trabajar
en ellas. Pero muchos hombre no son conscientes de qué les sucede realmente
en ellos y por qué es así. La visita al psicólogo, por ejemplo, que podría aportar
mucha luz en la oscuridad de su alma es considerada extremadamente como
“poco varonil” y muchos hombres la rechazan.
A ti, como mujer, querría encarecerte a que trates con cuidado este
conocimiento y que no hagas frente a un hombre con estas cosas o quieras
hacer “terapia” con él. Muchas mujeres me preguntan contínuamente cuál es
la mejor manera para “cambiar” a su marido, cómo le podrían “ayudar” a que
las entienda o se entienda mejor – para que sea más comprensivo, tierno y
compasivo.
Yo sólo te puedo desaconsejar por completo de ello. No trates de cambiar a un
hombre o de “hacer bricolaje” con su mundo sentimental. Cada persona decide
por sí misma si quiere cambiar y SÓLO ÉL. Nadie más puede lograr este cambio.
Aun cuando con él pienses que sólo sería para su bien:
¡Déjale ser como es!
Intenta, más bien, entender qué pasa en los hombres, intenta averiguar por
qué se comporta de manera tan “inmadura”. Sólo cuando cambies tus propias
perspectivas del problema e intentes ponerte en lugar de un hombre, sólo
entonces cambiará algo en tu vida. Sólo entonces los hombres actuarán de
manera diferente contigo.
Así pues: ¡Lo único que realmente puedes cambiar es a ti misma! Tu actitud
ante las cosas en la vida.
No cometas, por favor, el error de querer modelar en este sentido a un hombre
con “buenos consejos”. El resultado será siempre el contrario. Un hombre
preferirá soportar mejor para siempre el dolor de estar solo que dejarse “hacer
terapia” por una mujer.
Sé que es tentador restregarle a un hombre diversas verdades psicológicas
sobre él para hacerle entender que debería “tomar partido por fin por sus
sentimientos”. Pero créeme que ningún hombre ve en ello un favor. Por el
contrario, tomará las de Villadiego tan rápido como le sea posible, si le
confrontas con cosas que tienen que ver con su interior. En el mejor de los
casos, se negará sencilla y llanamente a cambiar. He visto a algunas mujeres
intentando querer “hacer terapia” con sus maridos. Yo mismo he sido tratado
de esta manera por mis novias. Créeme que no hay nada más terrible que una
pareja que quiera “hacer terapia”.
Esto es aproximadamente lo mismo que si un hombre te dice todos los días:
Mi historia
Con 15 años tuve mi primera novia fija. Fue un amor infeliz – era de Estados
Unidos y tuvo que volver 8 meses después. De las cartas diarias prometidas por
lo más sagrado pronto se convirtieron en una a la semana, luego sólo para el
cumpleaños y en algún momento se cortó. Ya sabes que esto es así. En el
transcurso de mi juventud y mi temprana madurez tuve otras novias. Las
relaciones siempre estaban acompañadas de profundas emociones, a veces
más por mi parte, a veces más por el suyo.
Desde muy temprano, escuché siempre por parte de las mujeres que “yo era
diferente”. Me gustaría ser capaz de mirar fuera de la caja, me gustaría
entender lo que les pasa a las mujeres. Siempre he tenido amigas, puramente
platónicas, y cuando se trataba de sus relaciones con los hombres, agudizaba el
oído y las escuchaba. Quería saber qué pasaba en las relaciones, quería saber
por qué se separaban personas que se querían.
Justamente porque con el transcurso del tiempo aprendí cómo “lisonjear” a las
mujeres, usaba este conocimiento con frecuencia desvergonzadamente.
Sin embargo, siempre quise llegar al fondo de las cosas: ¿Por qué? ¿Por qué
encuentran las parejas elementos comunes entre ellas y por qué se separan
después? ¿Cómo se puede evitar todo el sufrimiento o dolor que va unido a
ello o, al menos, reducirlo? ¿Cómo se llega a ese momento mágico en el cual
nos enamoramos? ¿Qué es la atracción? ¿Y qué es lo que hace que la atracción
magnética del principio se desvanezca de nuevo?
Ahora bien, espero y deseo que los siguientes consejos y sugerencias te puedan
ayudar de manera semejante y sepas tratar mejor con el “fenómeno hombre”.
Una cosa es segura: a uno le facilita enormemente la vida comprender al otro
sexo y saber tratar con él. Y no sólo en la vida amorosa, sino también en todos
los ámbitos de la vida.
Los hombres huyen a menudo de una relación fija porque tienen la sensación
de que se perderían algo. Hay una infinitud de mujeres ahí afuera, ¿por qué
entonces limitarse a una?
Pero aun cuando sepamos que la oportunidad de asistir una fiesta tal es
insignificante, por lo que se refiere a una relación fija creemos asimismo que
sacrificamos algo extremadamente importante: nuestra libertad.
Un hombre conoce a una mujer, empieza una relación con ella y en pocas
semanas todo va maravillosamente de forma despreocupada y relajada. No hay
ningún signo de un robo próximo de libertad o algo por el estilo. Precisamente
porque el hombre “se compromete” y afirma la obligatoria cuestión de la
mujer de si ya ahora “estarían juntos”.
Sin embargo, la relación que al principio era tan relajada y tan bella se
transforma incomprensiblemente por completo en una cárcel llena de
obligaciones y prohibiciones. De repente, el hombre ya no queda más con sus
amigos – “no son una buena influencia para ti”, tiene que “estar” lo máximo
posible permanentemente con su novia. “Cuidar más de ella”.
En este nuevo “trabajo de relación a tiempo completo” que ahora tiene debe
“cambiar” tan pronto como sea posible para ser más ahorrativo, más
ordenado, más cariñoso, más honrado, beber menos alcohol y, en general, tal y
como él es ahora, es sólo un medio hombre.
Al principio, el hombre acepta porque quiere al fin y al cabo que vaya bien con
su nueva novia. Sabe, asimismo, que en muchas cosas tiene completamente
razón. Pero no entiende simplemente por qué ella es siempre tan criticona y
quejica. Él ya hace todo lo que puede, ¿por qué está siempre insatisfecha? ¿Por
qué intenta únicamente “reeducarle” de manera tan obstinada con nuevas
leyes y prohibiciones, a imponerle nuevos rasgos de su carácter? Mirándolo
bien, muchas mujeres no saben ayudar de otra forma que “encandenando” a
un hombre. Creen poder ayudarle de esta manera. Opinan que con ello sólo le
estarían “haciendo algo bueno” y quieren demostrarle con ello que le quieren.
bien. Se aferran al recuerdo del principio, cuando todavía todo era bonito, lleno
de amor y de felicidad. Este estado inicial, no obstante, no lo alcanzarán nunca
más, es un círculo vicioso en el cual se encuentran ahora.
Ella desea con todos los medios a su alcance “reeducarlo” para que sea una
persona mejor y él se opone a ello constantemente. Pues él no siente sus
“métodos de reeducación” como una prueba de amor, sino como una
apropiación de su libertad. Ella, por el contrario, no entiende lo terco y lo
insensible que es. Que simplemente no ve cómo ella se esfuerza por él…
Cuando un hombre tiene una historia incluso varias semejantes tras de sí, se
volverá automáticamente poco amigo de los lazos firmes. Será de la opinión de
que las relaciones fijas serían algo parecido a una prisión. Inconscientemente
asocia la idea de una relación con la “pequeña impresión”, con todas las
obligaciones y limitaciones que pueden caer potencialmente sobre él.
Naturalmente, esto, bien mirado, viene de que tales hombres se han liado con
las mujeres “equivocadas”, de que ambos, al fin y al cabo, no cuadraban
simplemente el uno con el otro. Pero nosotros los hombres nos inclinamos
rápidamente a la generalización y creemos con demasiada facilidad que:
“Todas las mujeres son así”.
Es un hecho triste que muchos hombres crean que las relaciones en sí apenas
tienen algo de positivo. Estos hombres llevan consigo todavía los desengaños y
las heridas de relaciones pasadas. Y de ahí surge naturalmente el miedo a que
una nueva relación pueda terminar de nuevo en un fiasco tal.
Pues todos nosotros conocemos historias de parejas que llevan años viviendo
felizmente juntos – y se siguen queriendo como el primer día. Sólo que - ¿en
qué consiste su secreto?
Pues hay algo que ciega en los hombres las presuntas “desventajas” de una
relación o lleva al predominio de las ventajas de un compromiso fijo.
Un hombre se siente atraído por una mujer para la cual él significa algo. Que
está detrás de él. Que está a su lado. Ya hemos conocido la quebradiza
identidad y el tambaleante ego del hombre – una mujer no puede hacer otra
cosa más efectiva que fortalecer este ego quebradizo.
Un hombre no hará nada en común con una mujer que le esté costantemente
matando, que le esté poniendo permanentemente reparos a todo.
Sencillamente, no se lo puede permitir mucho tiempo. Su yo no podría soportar
esta situación toda una vida.
Pero, en el fondo, quiere una mujer con la que pueda llevar una vida
harmoniosa. Los desafíos de la vida cotidiana son ya lo suficientemente duros
para él; en casa no quiere soportar ser torturado por su mujer.
Mira, por el contrario, la cara de un hombre que siente que su mujer se alegra
cuando llega a casa. Qué feliz le hace cuando nota que su mujer se alegra de las
flores que le ha traído. Le sienta bien saber que puede hacer feliz a su mujer. Y
eso le incitará a seguir haciéndola feliz.
-Marlene Dietrich-
Un par de meses más tarde nuestro joven amigo constató, no obstante, que –
amén del dormitorio – no podía hacer mucho más con su belleza. Claro, ella era
una verdadera joya, se podía realmente ir con ella a cualquier sitio. Al menos,
en tanto que tuviera la boca cerrada. Y el sexo – claro, era arrollador.
Pero todo esto no le podía hacer feliz para siempre. En una relación con una
mujer, buscaba algo más que sólo atracción física.
Es un hecho triste que los hombres se dejen encegar tan a menudo por
superficialidades y no estén en contacto con sus verdaderas necesidades. Pues
éstas consisten esencialmente en mucho más que en largas piernas y en un
pecho exhuberante.
Para las mujeres que responden al ideal común de belleza de los hombres es,
visto en su conjunto, más difícil encontrar un hombre para una relación fija y
duradera que para una mujer que sea sólo “de media” guapa.
¿Por qué?
“Quizás tienen los hombres simplemente miedo de mí, están molestos por una
relación o lo que sea. Pero no puede ser por culpa mía…”
Por naturaleza, la mujer tiene que cumplir la parte más difícil de esta tarea –
tienen que cargar durante nueve meses con un niño en su barriga y luego
ocuparse de él como mínimo un año casi a tiempo completo amamantando y
cuidando al pequeño.
que su hijo sea fuerte, sano y vital lo máximo posible. Su cualidades genéticas
comparten, al fin y al cabo, el 50 % del resultado.
Una madre soltera lo tiene muchísimo más difícil que una pareja y el niño crece
en condiciones mucho más duras de lo que lo haría con un padre que fielmente
lo cuidara. Esto era así en la Edad de Piedra y aun hoy no ha cambiado nada en
lo esencial. A pesar de que en nuestras latitudes una madre soltera ya no tiene
que cargar tan pesadamente con su destino ni es lapidada ni moralmente
repudiada – toda madre desea un padre para su hijo.
Por este motivo, tiene la mujer desde hace ya milenios el papel de elegir
hombre – es decir, padre para su hijo. El futuro padre tiene que poseer unas
cualidades genéticas más que suficientemente buenas; el niño tiene que ser, en
definitiva, sano y fuerte. Por otro lado, el padre tienen que tener una serie de
La mujer es en toda esta historia, pues, aquella que tiene que inspeccionar
exhaustivamente al hombre en la fase del conocimiento, ella decide en última
instancia si el hombre es apropiado o no para una potencial paternidad. El
hombre tiene que probar, tiene que demostrar que puede ser potencialmente
un buen padre y pareja. Se postula, por así decir, para el trabajo de futuro
padre, le “pide su mano”, le muestra lo mejor de su parte.
Los hombres tienen la parte activa yendo “de caza” de mujeres, yendo a
camelar a la mujer, a intentar impresionarla con todos los medios posibles y
convencerla de sí mismos. Las mujeres, por el contrario, “se dejan conquistar”.
Permiten que un hombre muestre todos sus registros del arte de la conquista.
Se comporta más bien pasivamente, le observa, le entretiene, mientras le deja
jugar sus artes de seducción. Con ello, demuestra que tiene las propiedades de
un buen padre y de un protector y que no sólo busca el placer rápido, mientras
ella interpreta y pondera su comportamiento de si cumple o no sus criterios
Nos comparo de mala gana con los animales, pero nosotros, los hombres,
funcionamos completamente igual. De manera interesante y deseable actúa
una mujer en nosotros cuando nos permite demostrar nuestro ritual de
apareamiento de manera completamente individual. Y no se muestra
enseguida impresionada.
Si una mujer se nos entrega, sin que previamente tengamos que probar
nuestro “mérito”, no la rechazaremos naturalmente – pero la oportunidad de
tener con nosotros una larga relación cae en picado rápidamente.
Te equivocas completamente…
Si tienes interés en tener una relación a largo plazo: ¡hazle sufrir un poco! No te
lances nunca enseguida a los pies de un hombre, sino que dale la oportunidad
de “cualificarse” para ti. ¡Déjate conquistar! Pues, en última instancia, eres tú la
que decides si el hombre es el correcto para ti o no. Al final tendrás tú luego
que cargar encima con el (supuesto) niño y te quedarás sola en el peor de los
casos. Un hombre no tiene – considerado desde el punto de vista natural e
histórico – que temer ninguna consecuencia, al contrario, él puede buscar ya a
la “siguiente víctima”. De esta manera, no seas una mera víctima, sino que
contempla ampliamente su “ritual de propaganda” antes de irte a la cama con
él. Lo hace exclusivamente para ti.
Ya sé que hay mucho que habla en contra, pero, sí, también nosotros tenemos
emociones. Aun cuando sólo te lo mostremos muy raramente.
Como quizás sabrás, los seres humanos tenemos diversas áreas del cerebro que
llevan a cabo las más distintas tareas. A saber: el pensar lógicamente, la
creatividad, el lenguaje, etc. En determinados ámbitos éstas están “cableadas”
las unas con las otras mucho menos en los cerebros de nosotros, los hombres,
que en el de las mujeres. El área del mundo sentimental no se puede
comunicar de manera tan efectiva con el área del lenguaje como sucede en el
caso de las mujeres.
Esto significa que nosotros sentimos que hay un sentimiento que nos
conmueve, pero no podemos denominarlo o describirlo de manera precisa.
Mientras que ella sabe muy bien qué siente y puede describirlo también con
bastante precisión, él es a menudo simplemente incapaz de hacerlo. Éste es en
muchas ocasiones el motivo por qué las mujeres desesperadamente se
desvanan los sesos y se preguntan por qué desperdician sus sentimientos con
semejante bloque de piedra emocional.
Esto es, sentimos que nos va bien o también mal, pero no sabemos
exactamente cuál es el desencadenante de ello. Por eso tendríamos que
reflexionar para saber qué nos pasa exactamente. E incluso entonces no
sabríamos decir con seguridad qué nos hace realmente felices o también
tristes.
la han querido mucho, cómo desearían que volviera. Los hombres tienden la
mayoría de las veces a las explosiones de sentimientos cuando todo es
demasiado tarde. Las mujeres, por el contrario, cantan a menudo de sus
actuales y fuertes sentimientos hacia su hombre o su amado. Cómo lo
necesitan mucho, cómo lo quieren. Y ahora.
Apenas llegarás muy lejos preguntando e insistiendo qué siente un hombre por
ti – o te eludirá o lo hará con miedo. Puesto que para él es una tarea casi
insoluble explicártelo. Es decir, como cuando un hombre te pide saltar en
paracaídas y no entiende que esto es un problema para ti.
Pero te puedo dar ánimos: hay un par de trucos con los cuales puedes
descubrir en poquísimo tiempo, qué siente un hombre. Ante todo, qué siente
él ante ti.
En el transcurso de todos estos años en los que me he ido ocupando del tema,
me he preguntado constantemente: ¿Qué encontramos realmente de atractivo
en una mujer? ¿Qué propiedades nos atraen a los hombres? Frente a todos los
rumores malvados hay valores interiores por los que nos entusiasmamos – en
última instancia, son justamente estos valores interiores los que nos llevan a
Hay muy pocas personas que ven con sus propios ojos y
que sienten con sus propios corazones.
-Albert Einstein-
iniciar una relación fija con una mujer. O a darnos rápidamente a la fuga.
Tras llevar a cabo toda esta investigación, afirmo que hay soprendentemente
muchos paralelos entre todos los diferentes hombres. Se puede, de hecho,
afirmar, que hay una “lista” de propiedades atractivas y atrayentes en las
mujeres que suscribirían casi todos los hombres.
Aquí están, pues, las propiedades del carácter de las mujeres que pueden hacer
palpitar más fuertemente los corazones de los hombres. Y apostaría a que tú
tienes más de una:
Inteligencia
Si le sorprendes con cosas que le muestran que tienes cultura y que puedes
hablar de diferentes temas te has ganado enseguida su respeto y
reconocimiento. Cuando una mujer puede participar en una conversación
política, histórica o económica, tiene un efecto extremadamente interesante y
atrayante. Ante todo, cuando tienes una opinión propia y diferente a la suya –
pero ésta no la presentas de manera “combativa”. Los hombres estiman mucho
la inteligencia de las mujeres, pero no les gusta esos aires de competencia que
muchas tienen hoy día que quieren demostrar también su inteligencia. No
tienes que probar absolutamente nada para que un hombre se de
rapidísimamente cuenta de la inteligencia de un mujer y esté impresionado por
ella.
Cuidado
Cuando una mujer da a entender a un hombre que ella piensa de él. Cuando le
ayudas en cuestiones, sin que él lo espere. Me acuerdo todavía perfectamente
en los gestos de una novia que me impresionó realmente: no llevábamos
mucho tiempo juntos y sabía que yo no conseguiría comprar una caja de agua,
puesto que mi coche llevaba varias semanas en el taller. Se dio cuenta que
compraba siempre mi agua en botellas – un hecho que me ponía de los nervios.
Un día había una caja llena de agua en mi cocina. Sin preguntar había
comprado una para mí y ¡la había subido incluso hasta el segundo piso! Guau,
pensé, ¡todo un detalle por su parte! Se trataba sólo de una ridícula caja de
agua, pero este gesto me llegó al corazón.
Atención
A los hombres les gusta ser observados. Ante todo, cuando han hecho algo –
según su opinión – genial. Si él sabe hacer algo especialmente bien y una mujer
le observa y le dice que lo admira por ello, puede estar segura asimismo de su
atención. En este aspecto, los hombres son como niños pequeños – tienen que
escuchar que han hecho bien las cosas. Sólo así te sentirás apreciada y
reconocida. También un hombre con una imperturbable autoconfianza necesita
urgentemente que se perciban sus cualidades. Una alabanza en serio por un
trabajo excelente puede romper su corazón.
Aventurera
Los hombres quieren vivir algo con las mujeres. No quieren pasar toda su vida
apaciblemente en casa ante el televisor. Si una mujer está preprarada a
emprender cosas emocionantes con él y que éstas sean extraordinarias y
tengan un aliento de aventura, la tendrá por una mujer única y emocionante.
No tienes que bajar en un bote las cataratas del Niágara, tampoco necesitas
subir con él a ninguna montaña en el Himalaya. De lo que se trata es de la
alegría y de la disponibilidad para realizar empresas extraordinarias. Algo así
como un tour en mountain-bike por el bosque o una excursión a un parque
Ser un desafío
Cuando le das a entender a un hombre que no eres “fácil de tener”. Cuando él
tiene que hacer algo para obtenerte y no te entregas sólo por su genial coche.
¡Los hombres quieren luchar por ti, quieren conquistarte! Esta propiedad es –
según mi opinión – la que puedes hacer propia con más facilidad. Y es una de
las más efectivas cuando se trata de retenerle de manera duradera contigo.
¡Hazle “sufrir” un poco! ¡No te puedes creer qué loco se puede volver un
hombre por ti sólo por estos pequeños detalles! Pero más detalles de ello,
luego.
Arrogante y fresca
Los hombres se sienten atraídos por las mujeres que tienen un tipo fresco y
atrevido de autoconfianza. Sin embargo, no se quiere decir con ello la forma
dominadora y mandona de autoseguridad, sino aquella que hace aparecer una
mujer divertidad y fresca, pero también simpática. Las mujeres, por el
contrario, que están todo el día pensando si les gusta o no, son más bien poco
atractivas y aburridas. No tomes siempre a un hombre en serio, sino hazle
enfadar alguna vez. Tómale el pelo, haz un chiste a su costa. – Te sorprenderás
cómo se sentirá atraído por ti. Ante todo: no le des muchas vueltas a la cabeza
de cómo puedes entrar a los hombres. Sé simplemente tú misma y no te
preocupes más de si le gustas. Sólo de esta manera podrás ser ya
extremadamente atractiva.
Talento y dote
Cuando una mujer hace algo que no todo el mundo sabe: bailar, cantar, escribir
poesía, tocar un instrumento, pintar, practicar un tipo de deporte
extraordinario, etc., tiene ya “ciertamente algo” que obra de manera
extremadamente interesante en los hombres y que la eleva decididamente
sobre la gran masa de las mujeres. ¿Con qué pasas tu tiempo libre? ¿Cómo
sería empezar con algo completamente nuevo? Pero no se lo cuentes a tu
hombre “restregándoselo por la cara” para demostrarle qué especial eres, sino
que mencionalo mejor antes bien de paso como si fuera evidente para ti.
El halo de inaccesibilidad
Cuando una mujer no se entrega enseguida felizmente después de los primeros
intentos de acercamiento y conquista de un hombre o no corre detrás de él.
Justamente en la fase inicial tiene un efecto magnético en un hombre, cuando
una mujer no se pone en contacto con él cada día, cuando se hace rara. Esto
despierta su impulso conquistador y, ante todo, su curiosidad. Un hombre no
debería tener nunca la sensación que la tendrá fácilmente y sin gran esfuerzo o
que estás pillada completamente por él. Al contrario, despiértale la sensación
de que le encontrarías realmente simpático, pero que todavía no sabes que
puede salir de ahí – y un hombre te percibirá como alguien completamente
especial. No cuentes tampoco todo sobre ti, mantén para ti tus secretos. Ante
todo, no le cuentes demasiado pronto tus sentimientos hacia él. También más
sobre ello luego.
Ambición
Cuando una mujer quiere alcanzar algo en la vida, cuando tiene un visión y la
sigue – esto tiene un efecto enormemente atrayente en los hombres. No se
trata de que seas una mujer de carrera para la que sólo tiene sentido su
trabajo, sino se trata de la capacidad de perseguir una meta – laboral o privada
– y de estar detrás de ella, de no rendirse demasiado pronto y de esconder la
cabeza bajo la arena. La determinación despierta en el hombre un formidable y
muy atrayente respeto.
Autonomía
Los hombres se sienten extraordinariamente atraídos por las mujeres que
tienen su propia cabeza. Las mujeres que van por su “propio camino” no se
Imprevisibilidad
Los hombres se sienten magnéticamente atraídos por las mujeres que no
pueden controlar. Una mujer que es imprevisible, que actúa
sorprendentemente. Sin embargo, esto no debería confundirse con los
caprichos; se trata de ser para el hombre – ante todo, al principio – cierto
“enigma”. Cuando una mujer no se comporta generalmente como él espera,
sino precisamente de manera diferente. Precisamente como ella cree que es lo
correcto y no como quizás le gustaría a él. Posteriormente, no obstante, es muy
importante para un hombre, cuando se trata de una relación fija o un
matrimonio, un mínimo de previsibilidad. Pero se trata de que los hombres te
encuentren atractiva en el proceso de conocimiento. Y esto es aquel “enigma”
que le embruja como si fuera algo mágico. Haz cosas que no las espere, ¡se
inescrutable!
Naturalidad sexual
Tanto si lo crees como si no, un hombre no quiere a una actriz porno que
celebre orgías salvajes con él. No se trata de dominar las mil posturas
diferentes del Kamasutra; se sugiere más bien que hayas disfrutado físicamente
ya con docenas de hombres y que no signifique necesariamente nada para ti.
Los hombres somos, en este ámbito, más conservadores de lo que quizás te
imaginas. Deseamos de mala gana como novia fija o como mujer a una que se
ha acostado antes de nosotros con innumerables hombres.
A los hombres les encanta cuando las mujeres simplemente disfrutan del sexo.
Cuando se sienten bien con su cuerpo y saben disfrutarlo. Cuando un hombre
nota que una mujer disfruta teniendo sexo con él, él también disfrutará mucho
con ella.
Por lo demás, deja que en las cuestiones de sexo, vaya todo un poco más lento
de lo que él quisiera. Reténlo un poco, retrasa todo un poco. Así conseguirás
que un hombre sea precisamente adicto a ti. Haz lo que él quiere, pero no con
la velocidad que él quiere. En este lugar no quisiera entrar en detalles, el resto
te lo puedes imaginar quizás tú misma.
Afección
Una mujer que no nada en su propio egoismo, sino que se preocupa del bien de
los otros es la ilusión de todo hombre. No deberías sufrir necesariamente un
acentuado síndrome de ayudar a todo el mundo. La Madre Teresa sería, antes
bien, un mal ejemplo. Pero si quieres tener el corazón abierto para los
problemas de los otros seres humanos, tendrás una característica que lleva a
los hombres a enamorarse seriamente de ti. Sin embargo, no deberías hacer
una cosa: dejar que los otros se aprovechen de ti. Una mujer debería reconocer
siempre los límites entre la empatía y el sacrificio.
Sexy
Por „sexy“ los hombres entienden, después de todo lo que he averiguado en el
transcurso de las conversaciones con los hombres y por lo que yo mismo sé, lo
siguiente: no se trata de que tengas el cuerpo de Heidi Klumm o las “medidas
ideales” de 90/60/90. Una mujer se la considera sexy cuando tiene una cierta
sensualidad. Ahora bien, ¿qué significa exactamente “sensual”?
Una mujer es sensual cuando tiene una buena y cordial relación con sí misma y
su femenidad. Una mujer que disfruta de estar en su cuerpo. El primer paso
Hace poco leí una poesía de un autor desconocido que pone el dedo en la llaga:
Quizás te lleves las manos sobre la cabeza después de esta “lista” y pienses:
“¿Tengo que apropiarme, entonces, ahora de todos estas propiedades sólo
para poder tener una bella y feliz relación con un hombre agradable?”.
No, no se trata de tener todas las propiedades. No creo que ninguna mujer en
el mundo tenga todo el abanico de las propiedades de la “mujer ideal”. Y en el
caso de que sí, sería algo como un personaje de fantasía. Un hada que no
tendría de ninguna manera la necesidad de tratar con los hombres. La “lista”
sólo tendría que servirte de orientación.
Las propiedades que derriten los corazones de los hombres son principalmente
las siguientes:
Puedes ser inteligente, sexy y afectuosa. Puedes ser graciosa, sexy y afectuosa.
Así mismo, puede ser perseverante, sexy y afectuosa.
Sexys y afectuosas – éstas son las mujeres con las que los hombres se casan
habitualmente o al menos con las que tienen relaciones largas y duraderas. El
humor es una propiedad que descansa en el campo “amistoso” en los hombres.
La amistad es extraordinariamente importante, cuando se trata de una unión
larga y fija.
Ante todo, deberías seguir tu propio camino, deberías tener claro qué quieres.
Lo que quieres en una relación, lo que quieres profesionalmente, lo que
quieres en la vida. Y justamente por el hecho de que se trata de que seas feliz.
Sólo cuando hagas lo que te sienta bien a ti misma, cuando alcances en la vida
las cosas que para ti son imporantes , sólo entonces te sentirás también
realizada interiormente. Aquí no se trata de que hagas todo lo posible para
gustar y “contentar” a un hombre a cualquier precio, sino que se trata más bien
de que estés bien, de que independientemente de si tienes o no ahora una
relación seas feliz y estés satisfecha con tu vida. Mujeres felices y satisfechas
consigo mismas – esto es lo que atrae mágicamente a todo hombre. Y esto lo
conseguirás únicamente si tienes claro qué quieres en la vida.
Una relación con un hombre –por muy bella que sea – no puede hacerte nunca
exclusivamente satisfecha y feliz. Puede ser una base, un punto de descanso en
la tormenta de la vida. Y justamente esto es lo que debería ser también.
Los hombres tienen un olfato muy fino para sentir cuando una mujer cree y
espera ser feliz sólo gracias a su relación con él, más aún, cuando espera
precisamente de este hombre esta “automática” felicidad. Tales mujeres
influyen de manera necesitada y dependiente en un hombre. Los hombres se
sienten, por el contrario, atraídos por las mujeres que persiguen sus propias
metas y hacen las cosas que les sientan bien. Una sana medida de egoísmo
influye de manera extremadamente atractiva en un hombre.
Apenas hay un malentendido más grande que ronde por el mundo de las
mujeres que aquél que dice qué encontramos nosotros, los hombres, atractivo
en los físicos femeninos.
Muchas mujeres creen que no son atractivas. Que están demasiado gordas,
que están demasiado delgadas, que tienen un pecho demasiado pequeño, un
trasero demasiado gordo, etc. Me horriza constantemente ver con qué
severidad muchas mujeres se juzgan a sí mismas y se designan como “no sexy”.
Puedo decirte definitivamente que la gran mayoría de las mujeres son al menos
el doble de atractivas de lo que ellas mismas juzgan. Pero esto parecen, por
desgracia, no saberlo. Quizás ven demasiados anuncios publicitarios con
mujeres retocadas y semidesnudas que posan para la más reciente colección
de ropa interior.
Tanto si lo crees como si no, nosotros, los hombres, sabemos que estas
imágenes son falsas y retocadas. No nos orientamos por tales falsos ideales, no
somos tan ingenuos como pueda parecer. Naturalmente que miramos con
placer tales imágenes o spots publicitarios, pero no comparamos seriamente a
nuestras parejas con ellas ni nos preguntamos por qué ella no podría semejarse
a ellas. ¿Por qué entonces te torturas y haces esta comparación?
Amén de esto, tendrías que saber una cosa: a los hombres NOS GUSTAN las
curvas femeninas, nos gustan la grasa en las caderas, el trasero y la barriga.
Como mujer, puedes abrigar una enemistad vital contra todo tipo de grasa
corporal – esto reside en el hecho de que no te gusta la grasa en los hombres.
Nosotros, por el contrario, tenemos una relación completamente diferente con
la grasa corporal. De ahí que consideramos como algo femenino, cuando una
mujer tiene un poco “demasiado”. Este “demasiado” es para la mayoría de las
hombres justamente lo adecuado.
Visto desde este pequeño, pero significativo hecho científico: ¿sabes qué es lo
que impresiona de verdad a un hombre? Cuando estás contenta con tu cuerpo.
Cuando defiendes tu cuerpo. Más aún, cuando amas a tu cuerpo.
En una ocasión tuve una novia que tenía todo lo contrario a un “cuerpo ideal”.
Tenía una cara realmente preciosa, pero tenía claramente sobrepeso. Tenía
como mínimo ocho kilos de más. Sus pechos colgaban de manera poco bonita y
el peso afectaba también en dirección al ombligo. No quiero entrar ahora más
en detalles, pero esta mujer tenía todo menos una figura de modelo. Tampoco
su mencionada relación cintura:cadera era justamente la mejor.
Pero lo decisivo es: deseaba su cuerpo, estaba loco por él. ¿Sabes por qué?
Porque ella deseaba su propio cuerpo. No se avergonzaba de ir desnuda por la
habitación delante de mí. Tampoco hacía ningún ademán de cubrirse o de
esconder su “grasa”. Al principio, pensaba todavía que no me podría alegrar
permanentemente, puesto que había tenido hasta entonces novias
relativamente delgadas. Pero cuando en una ocasión me dijo: “Pero, ¿por qué
me voy a esconder? Tienes que hacerte la idea. Tú me quieres, al fin y al cabo”,
no duró mucho tiempo más esta sensación y encontré su cuerpo maravilloso.
Estaba de todo menos desesperada con su cuerpo. Decía únicamente que
estaba un poco rechoncha.
Tuvimos una relación muy íntima y pasional. Por desgracia, tuvo que mudarse a
ultramar por motivos laborales y con el tiempo se perdió esta relación. Todavía
tenemos contacto, pero mientras tanto cada uno tiene otra pareja. Bien
mirado, es triste, pero así es la vida.
Y tenía razón.
La verdadera pasión surge cuando eres uno con tu cuerpo. Y esto sólo es
posible cuando valoras tu cuerpo.
- Hans Kudszus -
El primer encuentro
Prometen mucho las asociaciones, los cursos de idiomas, los clubs deportivos,
los gimnasios o los cursos de baile. En definitiva, los lugares en los que la gente
puede practicar sus aficiones. De esta manera se aseguran también desde el
principio un tema de conversación común y, sobretodo, una afición común que
pueden practicar juntos en el futuro.
Los cursos de baile siguen siendo las “bolsas inoficiales de solteros” y puedes
estar segura de que los hombres que vas a encontrar ahí cuentan con un
mínimo de educación. Ante todo, deberías tener claro qué tipo de hombre
quieres tener realmente como compañero, para poder ir a los lugares en los
que se encuentran este tipo de hombres.
Por lo demás, se puede decir que a los hombres jóvenes y de mediana edad les
gusta “ir de caza” precisamente los fines de semana. Se “acicalan” exactamente
igual que las mujeres, se ponen algo bonito y van a la caza por los bares, clubs y
fiestas de la ciudad.
Sin embargo, a la mayoría de nosotros nos resulta muy difícil el mero hecho de
hablar con una mujer, ya que nos jugamos nuestra autoestima. Si una mujer
nos atrae físicamente y nos resulta atractiva, nos cuesta muchísimo trabajo
hablar con ella.
Créeme, para un hombre es más fácil enfrentarse a un perro rabioso que hablar
con una mujer que le gusta. Hay muy pocas cosas de las que tengamos más
miedo que de una mujer que nos da un desplante. Tal vez sea por nuestra
mentalidad centro europea más bien rígida. Muchas mujeres me han contado
los intentos de ligar de los sureuropeos, más bien descarados y groseros.
Algunas mujeres reaccionan también con muy poco tacto y casi con maldad a
los intentos indefensos de los hombres más bien tímidos. Todos los hombres
han vivido al menos una vez en su vida una situación en la que una mujer les
haya puesto en ridículo despiadadamente después de haber intentado un poco
torpemente hablar con ella. Algo así cala profundamente en el ego de un
hombre, que de por sí es más bien inestable.
Piensa siempre que muchos de los hombres realmente agradables son muy
inseguros cuando se trata de hablar con mujeres. No obstante, le puedes quitar
esta inseguridad enviándole señales positivas, como una sonrisa o quizás
guiñándole un ojo. Si finalmente se atreve a acercarse a ti, el hombre va a
seguir estando totalmente inseguro, pero de esta manera le quitarás al menos
la mitad de su miedo.
Pero incluso aunque le hayas enviado las señales tan evidentes como la
mencionada sonrisa, un hombre tiene más impedimentos para acercarse a ti:
Si has salido con varias amigas: para un hombre no hay nada más vergonzoso
que hacer el ridículo ante un grupo de desconocidos. Es como si de repente
todo el mundo se quedase callado para escucharlo y después humillarlo
riéndose de él a carcajadas.
En definitiva, si has salido con tus amigas y ves a un hombre que te gustaría
conocer, lo mejor es que vayas sola a la pista de baile o simplemente te alejes
por un momento del grupo. De esta manera hay muchas más posibilidades de
que un hombre se arme de valor y te hable.
Así que, por favor, ten un poco de compasión con nosotros aunque te
parezcamos un poco ridículos al principio. Nosotros nos jugamos mucho más
que tú, precisamente nuestro ego.
no, y sanseacabó.
También sabemos que no nos queda más remedio que hacer de tripas corazón
y hablar a la mujer, y no esperar a que ella lo haga. Suele suceder que algunas
mujeres van a la “caza de hombres” sin reparo alguno, pero la mayoría de las
veces lo único que consiguen estas mujeres al hablar directamente a sus
“presas” es un compañero para la cama.
Dejando la igualdad de lado, a los hombres nos parece que estas mujeres “lo
necesitan como el comer”. Muy probablemente le hagamos el favor y nos
“sacrificaremos” para hacerla feliz sexualmente, pero seguramente no
llegaremos a tener una relación seria con ella.
Conozco a algunas mujeres que salen los fines de semana para “pescar un
hombre”. Bajo los efectos del alcohol consiguen perder los últimos restos de
Y claro, éstos se alegran de tenerlo tan fácil con ellas. Pero normalmente de ahí
no sale nada más que una entretenida historia sexual.
A los hombres no les cuesta nada tener una o más relaciones meramente
sexuales sin sentir el más mínimo ápice de emociones. Las mujeres también
pueden hacerlo hasta cierto punto, pero para ellas es más doloroso el hecho de
quedar solamente reducidas a un cuerpo. El sexo no hace que se produzcan
emociones en los hombres —en las mujeres normalmente sí— quieran o no. En
definitiva, si una mujer intenta “ligar” directamente con un hombre, éste lo
interpreta como una “oferta sexual” y por lo general la acepta agradecido. Sin
embargo no se compromete a nada.
Así que te pido por favor que no seas una de esas mujeres que se “ofrecen” a
los hombres. Al menos no, si lo que buscas es una relación seria.
¿Por qué?
Seguramente pienses: “vivimos en el siglo XXI, soy una persona abierta, ¿por
qué no voy a poder hablar a los hombres?”.
Para nosotros, una mujer que se nos tira a los pies, como quien dice, no es algo
especial.
Cuando se trata del laberinto emocional de los hombres, deberías tener algo
siempre presente: los primeros minutos que transcurren al conocernos deciden
nuestro comportamiento futuro. En los primeros minutos se decide qué calidad
van a tener los sentimientos que vamos a tener en el futuro hacia ti. Estos
primeros momentos son decisivos, ya que no se pueden deshacer. Por este
motivo son extremadamente importantes las señales que envías en estos
primeros momentos.
Sin embargo, hay una táctica para esquivar esta regla milenaria sin que nadie
se de cuenta y conseguir que aumenten considerablemente tus oportunidades
para que un hombre te hable.
Bien.
Pasa por delante de él y háblale de una manera totalmente neutra pero con
simpatía. Pregúntale cómo llegar a un sitio, la hora, dónde está la máquina de
tabaco más cercana... cualquier cosa que no deje entrever que estás interesada
en él en particular. Como por casualidad, mírale un poco más de lo necesario
mientras le sonríes. Después, también como por casualidad, dices algo del tipo:
“¿De qué conoces a (nombre del anfitrión)?” o “¡Hay tanto ruido que apenas
puedo escuchar mis pensamientos!” .
Luego date media vuelta y esfúmate discretamente. Al irte, gírate una vez más
muy discretamente, regálale una mirada más y desaparece de su vista. Es
importante que finalices la conversación de momento y desaparezcas, incluso
aunque hayáis comenzado a charlar agradablemente. En caso de que él te
pregunte “¿A dónde vas ahora que estamos charlando tan a gusto?”,
respóndele con un “Quién sabe, tal vez vuelvo luego...”
Bueno, y después de que se haya dado cuenta de que eres una persona
simpática, es él quien puede hablarte, tal y como lo ha previsto la madre
naturaleza.
Tal vez te parezca que pretendo servirme de los tópicos habituales y reproducir
varias escenas de películas románticas banales. Pero se trata de aclararte una
cosa importante:
los hombres quieren conquistar, y no dejarse conquistar. Esto quiere decir una
cosa: nada más conoceros, transmite a un hombre la sensación de que es él
quien te corteja a ti, y no al revés.
Al fin y al cabo, tú eres quien le examina y degusta con toda calma su “cortejo
de apareamiento” para, acto seguido, permitirle o no que se siga clasificando.
Los hombres ven a las mujeres que andan a la búsqueda de un hombre como
víctimas a quienes sólo pueden llevarse a la cama. Y así se comportan muchos
hombres. Van a intentar llevarte a la cama esa misma noche, lo que haría
disminuir rápidamente las oportunidades de una relación a largo plazo. Si le das
a un hombre la impresión de que necesitas urgentemente que te preste
atención, en el mejor de los casos conseguirás despertar su deseo sexual, y en
el peor de los casos ni siquiera se interesará por ti.
Tras el primer encuentro, y a más tardar durante la primera cita, se decide muy
rápidamente dentro de que “categoría de mujer” te ha metido. Por cierto, esto
es algo típico del género masculino: todo sigue una estructura lógica, todo
sigue un sistema determinado. Nos encantan los sistemas porque nos dan
seguridad.
Dejando a un lado a las mujeres por las que no tenemos ningún tipo de interés,
ya sea físico o mental, dividimos a las mujeres en estas tres “categorías”.
Primera categoría:
La amiga ideal
Sabe escuchar, es una mujer abierta y comunicativa con quien nos gusta
quedar para tomar un café, simplemente para charlar con ella. También nos
gusta abrirle nuestro corazón cuando tenemos problemas de pareja. Cuando
necesitamos urgentemente poder contar con la sensibilidad femenina para
nuestros asuntos amorosos no podemos recurrir a nuestros amigos varones.
Apreciamos a la amiga ideal porque sabe escuchar y puede alcanzar la
condición de una amistad duradera y profunda. Para nosotros tiene un gran
valor, ya que frecuentemente hace de “terapeuta”, es incluso una especie de
“madre sustituta”. Sólo con ella podemos hablar de nuestros sentimientos —
siempre y cuando estemos preparados para hacerlo— ya que no nos va a
considerar un débil ni nada por el estilo. No olvides que delante de una mujer
por la que tememos sentimientos serios nos va a costar muchísimo más
desvelar nuestras emociones.
Pero por la amiga ideal no tenemos ningún tipo de interés, ni sexual ni otro tipo
de atracción espiritual que haga que nuestro corazón vaya a mil por hora. Para
nosotros es un amigo femenino. Nos sirve de paño de lágrimas, ya que siempre
está dispuesta a escucharnos. Cuando nos sentimos a rebosar de emociones,
nos puede servir de gran ayuda poder abrir nuestro corazón herido a una
mujer. En la mayoría de los casos por nuestra novia actual, por mal de amores
(que también nosotros tenemos, a pesar de que tal vez no lo hayas notado
nunca) o por problemas con otras mujeres, con las cuales no nos gusta hablar
de nuestros sentimientos ni nada por el estilo.
Esto no tiene necesariamente que ser por falta de atractivo, ya que las amigas
ideales también pueden ser guapas, pero simplemente no hay “atracción”
entre vosotros. Normalmente la amiga ideal va a seguir siéndolo para siempre.
Muy raras veces va a alcanzar una categoría más alta. No obstante, en un
arrebato hormonal de insensatez puede ocurrir que acabemos con ella en la
cama. Pero eso va a destruir con toda seguridad la amistad. Tal vez salga de ahí
una relación de pareja, pero normalmente los implicados van a desear no
haberse acostado nunca.
Segunda categoría:
El objeto sexual
atracción sexual.
Nos sentimos atraídos sexualmente por ella y vamos a hacer todo lo que esté
en nuestra mano para que se acueste con nosotros lo antes posible. En realidad
no estamos interesados ni lo más mínimo en conversaciones largas y
profundas, en un intercambio emocional ni en una relación fija; como mucho
fingimos estos intereses. Los astutos de la especie masculina disponen de un
buen arsenal de tácticas para conseguir que una mujer se rinda lo antes posible
a sus pies. Hay seminarios, libros y cursos que les enseñan precisamente esto:
cómo conseguir que una mujer se acueste con ellos lo antes posible.
Lamentablemente esta es la aborrecible verdad: hay hombre para los que es un
deporte ligarse a tantas mujeres como sea posible sin desperdiciar ni un solo
sentimiento.
comportamiento resulta muy atractivo para las mujeres, ya que consigue que
éstas se sientan atraídas por él de una manera misteriosa gracias a su supuesta
“fuerza” y a su comportamiento seguro de sí mismo. Las mujeres buscan
inconscientemente un hombre que las proteja y cuide de ellas, y este tipo de
hombres parece cumplir exactamente estas necesidades “primitivas”.
Para evitar desde el primer momento que un hombre te meta en esta categoría
deberías evitar fundamentalmente una cosa:
¡Mentira!
Tercera categoría:
La candidata a pareja
Seguramente has sido al menos una vez en tu vida una “candidata a pareja”, y
este hombre te ha tratado con el cariño y la atención adecuados. Quizás
también te haya extrañado que hubiera veces en las que daba la sensación de
estar un tanto perdido, comportándose con mucha inseguridad y torpeza. Pero
aún así, de un modo muy atractivo, muy diferente a los hombres que desde el
principio se han propuesto llevarte a la cama.
“¿De dónde eres? ¿Vienes mucho por aquí? ¿Qué bebes?” En realidad, todas
estas preguntas son cosas banales que uno dice cuando “palpa el terreno” por
primera vez.
Durante los primeros momentos tienes que dar al hombre la impresión de que
te gusta. Tiene que sentir que tiene una oportunidad, aunque sea una
pequeña. Entonces empezará a relajarse poco a poco y a mostrar su auténtica
personalidad. Lo que has podido ver durante los primeros minutos ha sido una
versión falseada de él, que se ha sentido muy presionado. Su tarea es
convencerte en los primeros momentos y, si no lo consigue, esa noche ya no lo
Por eso tienes que indicarle que tiene que seguir, ya que sólo entonces
deberías decidir si quieres empezar algo con él o no.
Un ejemplo:
Cuando Frank, un buen amigo mío, vio por primera vez a la que hoy es su
mujer, Nina (a la que todavía hoy en día ama ardientemente y de todo
corazón), pudo ver fácilmente por su comportamiento que estaba interesada
en él. Sucedió en una fiesta, cuando él se armó de valor y se dirigió a ella con
estas palabras: “Eres la chica más guapa que he visto en toda la noche”. Ella
había estado toda la noche mirándole a los ojos desde lejos e incluso le había
enviado un guiño discreto.
Personalmente sé por él que se estuvo pensando mucho esa frase más bien
poco espectacular. “¡Gracias! Seguro que es porque acabo de regresar de mis
vacaciones en Egipto”, le respondió Nina con una sonrisa. Y de ahí salió el
primer tema de conversación. “Y tu tampoco estás nada mal”, le comentó Nina
como de pasada, y entonces Frank supo que esa mujer estaba interesada en él.
Ella le reía las bromas y le dio la sensación de sentirse bien a su lado. Cuando
una amiga de ella se les unió, Nina la presentó rápidamente y le dijo con un
disimulado movimiento de mano: “¿Nos puedes dejar un rato solos?”
Un inofensivo “Mira, eres muy majo, pero he quedado con alguien, lo siento”
es lo suficientemente agradable como para no causar daños irreversibles.
En definitiva, una vez que has dado el primer paso importante y le has
reafirmado su ego, tal y como él quería, puedes controlar todo lo demás.
Cébale con tu interés y tu afecto, dale a su ego lo que necesita tan
urgentemente. Escúchale, hazle preguntas acerca de su profesión, interésate
por él de forma abierta y natural... y va a caer rendido a tus pies. A los hombres
les encanta hablar de sí mismos y adoran que las mujeres les escuchen
atentamente y con interés.
Pero no te preocupes, te voy a enseñar paso a paso cómo evitar que su interés
por ti desaparezca poco a poco. Pero para ello te pido que tengas un poco más
de paciencia.
¿Sabes por qué los hombres al principio son tan agradables? Porque das a su
ego el alimento que tan urgentemente necesitan. Para un hombre no hay nada
más bello, nada que les satisfaga más que la sensación de que una mujer
prácticamente desconocida se siente atraída por él. De ese modo se siente
No obstante, así se crea una situación inicial perfecta para ti: precisamente al
principio tienes en tu mano la posibilidad de animarlo a seguir simplemente
dejándole ver que te gusta y que estás interesada en él. Y al principio no se
necesita más, así le tienes literalmente “en tu mano”.
Facilísimo, ¿no?
Ahora lo importante es que en la “fase inicial” consigas crear las bases para el
tipo de atracción que despierta en los hombres la sensación de que eres una
“candidata a pareja”, y no la chica fácil con la que divertirse sin
comprometerse.
Las “candidatas a pareja” son el tipo de mujeres que dan a entender a los
hombres que los encuentran realmente atractivos e interesantes, pero que
quieren conocerlos más a fondo.
Con este fin te cuento la historia de una buena amiga, la cual podría darse así o
de manera parecida todos los días en cualquier sitio del mundo:
Maria le conoció en una fiesta. Él se dirigió a ella con dos cócteles en la mano y
una simpática sonrisa y le dijo: “¡Buenas! Parece que necesitas una copa”. Se
entendieron de maravilla. Él le hizo justamente el tipo de cumplidos que ella
quería oír, se portó como un caballero, con clase y sentido del humor. Además,
estaba muy bien físicamente. Le atraían muchísimo sus grandes ojos marrones
y su cuerpo atlético. Vamos, que fue todo un hallazgo.
Él sabía muy bien qué “fichas” mover para conseguir que cayera en sus redes, y
lo hacía con mucha naturalidad y sensibilidad. A ambos les encantaba el
snowboard, y descubrieron un montón de hobbies comunes. Se lo pasaron
estupendamente durante toda la noche.
“¿Nos vemos otra vez?” le preguntó ella, aturdida todavía por lo que acababa
de suceder —en contra de lo que le dictaba la razón. Él le respondió con un
escueto “Claro, te llamo” y se metió en el taxi.
Y una vez que le dio por perdido, me comentó: “Estaba segura de que esta vez
todo era diferente. Congeniamos tan bien la primera noche, que él también se
tuvo que dar cuenta de que entre nosotros había una 'conexión especial'.
¿Cómo puede ser tan frío? ¡Los sombres sois unos egoistas! ¡Es que es como
para vomitar!”.
Pero los hombres no van por la vida con una idea concreta de cómo debería ser
su media naranja, y tampoco buscan activamente a esta compañera
sentimental, al contrario de lo que ocurre con la mayoría de las mujeres. Esto
ocurre porque la mayoría de los hombres no son conscientes de este deseo. No
lo pueden ver porque están cegados por el velo de testosterona que les turba
los sentidos. Además, al contrario que las mujeres, tampoco tienen el acceso
directo a su fuero interno, a su corazón. Muy a menudo simplemente
desconocen qué es lo que realmente desean en lo más profundo de su corazón.
En principio, conseguir relaciones sexuales rápidas no tiene nada que ver con
una relación seria (con la posible “media naranja”). Para un hombre, son dos
cosas totalmente distintas.
Generalmente, las mujeres vinculan con las relaciones sexuales una atracción
emocional, o mejor dicho, ven ésta como una condición previa para tener
relaciones sexuales. Nosotros no lo hacemos. A ver, claro que una mujer nos
tiene que parecer simpática y debería ser mínimamente nuestro tipo, pero
nosotros no necesitamos emociones como condición previa. De hecho,
tampoco se van a desarrollar forzosamente emociones.
Desde el punto de vista meramente biológico, para una mujer las relaciones
sexuales también tienen un efecto “enamoradizo”. Distintos estudios han
demostrado que las mujeres producen durante el coito una concentración
considerablemente más alta de oxitocina, la llamada “hormona del amor”, que
los hombres.
Esta hormona provoca que “veamos todo de color de rosa”, lo que hace que
veamos a nuestra pareja de manera totalmente positiva.
La oxitocina también es la responsable del fuerte deseo de compromiso y de la
búsqueda de la proximidad corporal. Los hombre también producen esta
hormona, pero lo hacen antes del coito, por lo que el nivel de esta “hormona
del amor” vuelve a caer en picado después de las relaciones sexuales.
Esto explica también por qué a las mujeres les gusta tanto acurrucarse y
hacerse caricias “después” de las relaciones sexuales, lo cual no suele
entusiasmar a los hombres.
Estudios han constatado que las mujeres tienen un nivel más alto de oxitocina
mediante las relaciones sexuales —a veces incluso semanas— mientras que los
hombres producen esta hormona principalmente por la posibilidad de
conseguir relaciones sexuales.
Imagínate que conoces a un hombre y que después de hablar tres horas con él
te dice “¡Te quiero y quiero casarme contigo!”, sin haber tenido siquiera la
oportunidad de conocerte de verdad. ¿No te parecería extraño? Pues igual de
extraño nos parece a nosotros que una mujer lo de todo la primera noche y nos
entregue fácilmente “lo más sagrado”.
Al igual que los hombres siempre quieren ver el cuerpo desnudo de una
mujer, las mujeres quieren ver el fuero interno de un hombre, su corazón.
Está claro que tú también tienes necesidades sexuales, pero te aconsejo algo
encarecidamente:
si desde el principio quieres llegar a tener una “relación seria” con un hombre y
no quieres que te vea sólo como un objeto sexual, sigue este principio:
¡No te acuestes con un hombre el mismo día que le conoces! Da igual que haya
habido muy buena “química” entre vosotros. Yo diría que, precisamente si hay
buena química entre vosotros y os entendéis bien, deberías tener paciencia con
los asuntos sexuales.
Puesto que hay una cosa que es tan cierta como que dos y dos son cuatro:
paciencia.
Está claro que no hay nada en contra de un beso de despedida a tono con la
situación, siempre que éste esté asociado a cierto romanticismo. En contra de
los obstinados rumores, a los hombres les gusta el romanticismo. El
romanticismo es uno de los métodos más efectivos para crear un “ambiente de
relación” para el hombre. No se te ocurra meterle la lengua hasta la garganta
de repente y sin comerlo ni beberlo.
Aquí también hay que tener en cuenta una cosa: deja que sea él quien de el
primer paso. Y bésale sólo si lo estimas conveniente y estás preparada para
ello. Tienes que querer hacerlo. Lo mejor es que cuando intente besarte por
primera vez te escapes un poco de sus brazos y gires la cabeza hacia un lado.
Aún así, no dejes de sonreírle y de entretenerle brevemente con la frase
“Bueno, en realidad todavía no te lo mereces”. Aunque el cuerpo no te pida
nada más que devorarlo en el momento, deberías torturarle un poco y dejarle
en vilo en las cuestiones sexuales. Pero no lo hagas desanimándole del todo.
Deberías darle a entender en todo momento que sí que tiene una oportunidad
contigo si tiene un poco de paciencia.
Con esta “demora” puedes centrar la atención de sus sentimientos sobre ti.
-Grace Kelly-
Al fin y al cabo se trata de darle desde el principio la impresión de que eres una
mujer especial, a la que debe respetar y apreciar. En definitiva, respetarse y
apreciarse son los pilares de una relación con confianza y sana. Si consigues
ganarte su respeto no tardarás mucho en ganarte su corazón.
Desinhibición
Puede ser que las mujeres que se pasean en público medio desnudas
alegren mucho la vista. Está claro que a los hombres les gusta
contemplar a mujeres con minishorts y camisetas excesivamente ceñidas
—gracias a las cuales uno no sólo puede vislumbrar las virtudes físicas de
una mujer, sino que éstas le saltan literalmente a la vista. No obstante,
un panorama así sólo le provoca una cosa: las ganas de una aventura
fugaz. No conozco a ningún hombre que quiera tener a una mujer así de
pareja seria, y mucho menos que respete mínimamente a este tipo de
mujeres.
Quiere gustarte como la persona que es, y ya está. Así que dale esa sensación.
¿Cuándo va a llamar?
Esta primera llamada les cuesta muchísimo trabajo y lo único que quieren al
teléfono es una cosa: impresionarte, gustarte.
Y por eso creen que lo primero que tienen que hacer es “ponerse a tono”, y
quizás crean que van a tener que beber algo para armarse de valor. En
cualquier caso, les va a llevar un tiempo conseguir ponerse a tono hasta sentir
que tiene “suficiente seguridad en sí mismos” como para llamarte.
Un hombre comparte las mismas reglas que sus semejantes: a veces incluso los
mejores amigos se pasan semanas sin dar señales de vida, y nadie se enfadaría
o se rompería la cabeza por ello. En este aspecto, los hombres son totalmente
distintos a las mujeres.
“¿Cómo consigo caerle bien? ¡Espero no decir sólo tonterías! ¿Se acordará de
mí?”
Es guapa
Tocó mi mano
Podrías pasarte un día entero persiguiendo a un hombre y sería fácil que éste
simplemente no se diese cuenta de ello.
Por eso es tan importante que le envíes desde el principio las señales
adecuadas —de esta manera ya te vas a diferenciar enormemente de la gran
mayoría de las mujeres.
Pero seguramente esquivará esta primera llamada enviando uno o varios SMS,
los cuales le servirán de ayuda previa para ver si tiene una oportunidad contigo.
Si respondes a estos SMS de manera positiva, es decir, dándole a entender que
merece la pena que te llame, entonces te llamará.
Piensa que le cuesta mucho esfuerzo realizar esta primera llamada. Vamos, que
puede que simplemente pase un tiempo hasta que decida a hacerlo.
Sabemos muy bien cómo tenemos que comportarnos ante una mujer y cómo
no. Si infringimos estas normas no escritas lo hacemos sólo porque no estamos
realmente interesados. Créeme, tanto yo como otros hombres con los que he
hablado hemos estado más de una vez en esta situación.
“Rien ne va plus !”
Se acabó.
Hay mujeres que, por norma, no le dan su número de teléfono a hombres que
no conoce. Y no hay ningún problema. Los hombres sabemos que hay
psicópatas sueltos que las aterrorizan con llamadas.
Como nosotros no queremos que nos tomen por psicópatas, te vamos a dar
nuestro número de teléfono sin preguntar el porqué —pero en el fondo no
creemos que nos vayas a llamar realmente. Les hemos dado nuestro número a
otras mujeres y no hemos vuelto a saber nada más de ellas.
Pero tampoco dejes que pasen dos semanas, ya que para entonces él ya te
habrá borrado de su memoria. Además, te va a tomar por una persona un
tanto confusa, que necesita que pasen dos semanas para volver a caer en que
había conocido a un tipo.
Un buen punto de referencia son cuatro días, día arriba, día abajo.
Al teléfono no tienes más que decir: “Hola, soy Ana. Nos conocimos el viernes y
ya te dije que te iba a llamar”.
Si tiene interés por ti, seguro que te va a pedir una cita. Primero seguramente
intentará impresionarte de manera un tanto torpe. Quizás quiera hacerte reír o
impresionarte con una historia acerca del nuevo contrato que ha conseguido
“zanjar”. En cualquier caso, notarás que se alegra de tu llamada. Pero si no
notas que se alegra o al menos que se pone un poco nervioso, entonces
olvídalo. No merece la pena.
no deberías ser tú la que le pida una cita. O sale de él, o te olvidas del asunto. Si
eres tú la que le pide la cita, él va a tener la impresión de que algo no está bien.
Creerá que te rindes a sus pies, y precisamente eso es lo que deberías evitar a
toda costa.
La primera cita
Y un día llega el gran momento que has esperado muy ilusionada y ante el cual
los hombres normalmente estamos más nerviosos de lo que te imaginas:
la primera cita.
Deberías prepararte un poco para esta cita... al fin y al cabo, has quedado con
alguien con quien tal vez pases gran parte de tu vida. Durante la primera cita se
decide normalmente en poco tiempo en qué “categoría” te mete el hombre.
Por eso es importantísimo utilizar de pleno esta oportunidad para “mover los
hilos” adecuados.
Eres TÚ quien tiene que tomar las riendas de la historia, eres tú quien tiene que
decidir cómo se van a desarrollar las cosas, y no ÉL.
Piensa que es él quien quiere conquistarte, quien quiere luchar por ti. Así que
déjate conquistar.
Estoy seguro de que hay un montón de historias acerca de las tontería que
hacen los hombres durante la primera cita. El motivo es que una gran parte de
los hombres simplemente no sabe a qué dan importancia las mujeres.
Sólo se trata de una cosa: deberías escoger al hombre que quieres, al que crees
que puede ser tu “media naranja”. Y eso sólo funciona en el supuesto de que le
resultes atractiva a la gran mayoría de los hombres. Y eso a un nivel profundo y
emocional, del cual el hombre no es consciente. Se siente atraído por ti pero no
tiene ni idea del porqué.
¿Me sigues?
Bien. Entonces déjame mencionar en primer lugar los grandes errores que
deberías evitar cometer a toda costa. Ya sólo por eso te vas a distinguir de la
gran mayoría de las mujeres y obtienes los primeros “puntos extras”:
No le hables de tu ex novio
Da igual por donde lo mires, deberías evitar el tema del ex en cualquiera de los
casos. Si tú abordas el tema, pensará que todavía no lo has superado, y lo verá
como si intentaras aprovecharte de él como “terapeuta”, o como si le vieras
como a un “buen amigo”. Lo peor que le puedes dar a entender a un hombre
es que podría llegar a ser un “buen amigo”.
Pero si saliese el tema por cualquier cosa, sé breve y concisa y di: “No
pegábamos y por eso lo dejamos”. Asunto terminado.
Tus planes de boda o de tener niños pronto no pintan nada en la primera cita,
igual que tampoco lo hacen tus planes de vivir tal vez en el futuro con tus hijos
en una granja.
Claro que debes ser consciente de tus propios planes y objetivos, pero no
deberías nunca cogerle inadvertido. Con estas cosas tienes que ser muy
precavida y cauta. “La tranquilidad es la madre del éxito”. Guárdate estas cosas
para un momento posterior de la relación. De lo contrario, el hombre va a
pensar que buscas a un “hombre cualquiera” para una relación, y no que
quedas con él por sus méritos.
Quizás quieres que te vea como una persona inteligente y crítica si pones pegas
al camarero del restaurante, a la ciudad en la que vives o a la pobreza en África.
No obstante, los temas negativos despiertan también sensaciones incómodas y
negativas en un hombre —a menos que él sea igualmente un pesimista
empedernido.
También tienen un efecto disuasorio las anécdotas y las bromas acerca de “lo
horribles que son los hombres”, o historias acerca de lo mal que os han tratado
los hombres a ti o a una amiga. A los hombres les molestan estos estereotipos,
de la misma manera que a las mujeres les molestan los chistes malos y tópicos
acerca de las mujeres. Resérvate tu cinismo y las indirectas acerca de “lo
incorregibles que son los hombres” para el momento en que ya esté locamente
enamorado de ti.
Cuestiones de dinero
Evita hablar acerca de dinero. Tus inocentes preguntas acerca del dinero que
gana o de su plan de pensiones privado le dan la sensación de que estás
buscando un marido rico. Le parece que te pasas de la raya y que es de mala
educación si le preguntas por su situación económica.
Cuando se trata de pagar la cuenta, deja que se haga cargo él. Si le gustas,
insistirá en invitarte. Los hombres sabemos que hay que hacerlo así —incluso si
estamos sin blanca. Y tú puedes sonreírle y decirle: “Entonces la próxima vez
pago yo”. Así le das a entender que no te quieres “aprovechar“ de él y que eres
una mujer que dispone de su propio dinero. Pero él quiere pagar la primera
vez, y será quien lo haga. ¡Deja que se de el gusto!
En principio, una cita no debería ser otra cosa que una conversación entre dos
personas acerca de cosas positivas y alegres. De esta manera el hombre va a
conseguir relajarse fácilmente. Si consigues que realmente se relaje, ya has
conseguido fijar las bases para todo lo demás.
Una mujer que sabe maquillarse discretamente, arreglarse las cejas y utilizar un
perfume discreto que pegue con ella juega con ventaja.
Lamentablemente, como hombre no estoy lo suficientemente preparado para
darte consejos concretos acerca de cómo maquillarte o recomendarte un
perfume, pero te puedo asegurar que los hombres se fijan muchísimo en estas
cosas. Lo importante es arreglarse discretamente. No utilices nunca demasiado
perfume o maquillaje. Normalmente, menos es más.
Un nuevo corte de pelo que te pegue puede hacer que ganes más confianza en
ti misma. ¡Atrévete a experimentar! ¡Déjate aconsejar por tu peluquero!
¡Tu sonrisa es decisiva! Una bonita sonrisa, es decir, dientes bonitos, pueden
hacer que un hombre decida en cuestión de segundos si tiene interés por ti o
no. Hazte una limpieza de boca profesional, ¡invierte el dinero! Hay pocas cosas
tan feas como una mujer con los dientes amarillentos por la nicotina y el café.
También es importante que él pueda ver que te has esforzado y le has
dedicado tu tiempo a elegir tu indumentaria. Eso le da a entender a un hombre
que te das importancia tanto a ti como a tu apariencia física.
Imagínate que un hombre acude a una cita contigo vestido con un mono de
trabajo lleno de manchas de aceite, sin afeitar y oliendo mal. ¿Cómo te
sentirías?
Y un hombre tiene más o menos la misma sensación si te presentas en vuestra
cita sin arreglarte y con ropa elegida prácticamente al azar. Creerá que no le
respetas y que ves la cita como algo que quieres que se pase rápidamente.
Pero tampoco deberías llevar a una cita un vestido de gala. Lo que les gusta a
los hombres es una mezcla de algo elegante e informal. De todas maneras,
deberías sentirte cómoda con la ropa que te pongas. Debería ser tu estilo
propio. Y no enseñes mucha carne —puede que las minifaldas y los minishorts
sean sexis, pero envían señales totalmente equivocadas.
¿Tienes una amiga conocida por su buen gusto con la ropa y por entender de
estilo? Entonces recurre a ella con toda confianza y deja que te aconseje.
Apuesto a que le va a gustar mucho “embellecerte”.
También hay asesores de color y estilistas profesionales, los cuales pueden
darte los mejores consejos con respecto a tu color de pelo y a tu figura. Invierte
un poco de dinero en tu apariencia física y los hombres te verán
inmediatamente con otros ojos.
Para ello normalmente sólo son necesarias un par de rectificaciones, las cuales
van a “hacer maravillas”.
Una buena amiga mía, una mujer divertida y muy inteligente, tenía siempre
dificultades para ligar. Parecía que los hombres apenas tenían interés por ella a
pesar de sus evidentes cualidades personales.
Yo la conocí durante la carrera, y podía pasar horas charlando
maravillosamente con ella. Sin embargo no tenía la suficiente atracción física.
Era de esas personas que pasan totalmente inadvertidas.
Un día recurrió a un estilista y asesor de color profesional, y después fue de
compras por muchas de las tiendas de ropa de la ciudad. Dos de sus amigas y
yo la acompañamos, y disfrutó muchísimo comprándose ropa nueva. Después
fue a la peluquería, recibió consejos de maquillaje de una maquilladora
profesional y se hizo la manicura.
A la semana siguiente volvió a aparecer por la universidad y no te puedes ni
imaginar cómo la seguían los hombres con sus miradas.
Y no dejaban de preguntarme “¿Pero esa no es la chica esa de tu clase que
pasaba totalmente inadvertida? Vaya, no me había fijado en lo que se escondía
detrás de esa fachada. ¿Crees que podrías presentármela? ”.
A partir de ese día se esfumó el problema de no ser tenida en cuenta por los
hombres.
Esto es un hecho.
Aquí vienen las buenas noticias: no necesitas ser una supermodelo ni tampoco
tener las medidas ideales que nos muestran todas las mujeres que aparecen en
los carteles y en la publicidad.
carisma.
De vez en cuando converso con hombres muy atractivos o adinerados —cuyas
esposas o novias no tienen precisamente la apariencia de una modelo— acerca
de por qué están con esa mujer determinada.
Y lo están porque son mujeres que están rodeadas por un aura misteriosa de
carisma. A algunas de estas mujeres las conozco muy bien personalmente, y
percibo que poseen precisamente eso que hace que se les acelere el pulso a los
hombres de manera inexplicable. Simplemente tienen “un algo especial”.
la conversación el amplio tema de las mujeres. Por qué son como son, por qué
las necesitamos y, sobre todo, qué es lo que las hace simpáticas y atractivas.
Sin embargo, en la mayoría de los casos los hombres no quieren tener a esas
mujeres de novia o mujer, independientemente de que pudieran conseguir
realmente a una de estas “bellezas”. Muchos serían capaces de conseguirlo, o
han tenido ya una relación con una de ellas.
Imagínate que eres una mujer que tiene a todos los hombres a sus pies. Una
mujer ideal que tiene que escoger al mejor hombre de entre todos sus
admiradores.
¿Cómo se viste?
¿No es ella quien tiene en su poder la capacidad de decidir con qué hombres se
relaciona y con cuáles no?
¿Se acuesta una mujer así con los hombres nada más conocerlos?
Una mujer a la que los hombres aprecian y respetan y, sobre todo, una mujer a
la que se quiere por lo que es:
¿Y sabes qué es lo que hace que estas mujeres consigan enamorar a todos los
hombres?
Para resumir:
se quieren a sí mismas.
Pero no creas que se trata de una concepción egocéntrica, por la que dejan
totalmente de lado a otras personas y sus necesidades.
Se fijan en cuáles son sus necesidades y actúan de manera que éstas armonicen
con su vida. También conocen sus debilidades y las aceptan. Saben cómo
tienen que manejarlas.
la gente trata a una persona tal y como esa persona se trata a sí misma.
Si una persona se trata bien a sí misma, si se toma en serio sus deseos y sus
ilusiones, entonces la gente también va a tratarla bien y a tomarla en serio.
En el fondo, el secreto para que otros nos traten con dignidad y respeto y nos
quieran reside en tratarse con dignidad, con respeto y en amarse a sí mismo.
¡Desear que otras personas, especialmente los hombres, te traten con afecto
y respeto es un sueño que no se cumplirá hasta que tú te trates a ti misma
con dignidad y respeto!
Tarea
Coge una hoja y haz una lista con dos columnas. Una de las columnas será para
las “Cualidades positivas” y la otra para las “Cualidades negativas”.
Por ejemplo, si eres muy perfeccionista y opinas que “siempre quieres que
todo sea perfecto”, entonces anota “perfeccionismo” en una de las columnas,
dependiendo de si lo ves como algo positivo o negativo.
Si eres una persona abierta y sincera que intenta ir al grano, entonces anota en
una de las columnas “sinceridad”.
Un ejemplo:
Tal vez haya gente que te ha decepcionado o incluso herido a menudo debido
a este aspecto de tu carácter, pero esta cualidad en sí no es negativa.
Al final no debería haber nada en la “columna negativa”, sino que tienes que
haber “convertido” todas las cualidades negativas en algo positivo. Eso sí, con
una advertencia acerca de las cosas que tienes que tener en cuenta, las cosas
que tal vez todavía te queden por aprender.
No vas a poder convertir de un día para otro todos los aspectos negativos de tu
carácter en aspectos positivos, pero ¡guarda bien esta lista y trabaja siempre
con ella! De esta manera vas a conseguir convertirte en una mujer que se
conoce y se aprecia a sí misma. Créeme cuando te digo que te vas a sentir de
maravilla si se tratas bien a ti misma.
-Laotse-
Muchas mujeres que he conocido tienen muy clara una cosa: tienen muy claro
sobre todo lo que no quieren:
no quieren un fumador
no quieren un alcohólico
Interpreta los deseos que habitan en tu interior como deseos sin el “no”. Es
decir, tu subconsciente interpreta tus deseos de la siguiente manera:
quieres un fumador
etcétera…
Muy a menudo las personas acabamos una y otra vez en situaciones que se
repiten y que aborrecemos. Y eso, aunque deseamos explícitamente no volver
a caer en esa situación. A veces parece que alguien nos ha echado un mal de
ojo...
¿No quieres un hombre que sólo piensa en su trabajo y en nada más? Bueno,
pues formúlalo en positivo:
Deberías tener muy claro qué tipo de hombre estás buscando, y eso antes
incluso de empezar algo con un hombre.
imagínate el peor marido posible que podría haber para ti. Imagínate cómo te
trataría este hombre. Intenta pensar cómo sería vivir en un “matrimonio así de
horrible” para sentir cómo es estar casada con un asqueroso así.
¿Qué piensa acerca de los niños? ¿cómo se comporta con tu familia? ¿qué
relación tiene con su propia familia?
Ahora coge una hoja y escribe con todo lujo de detalles cómo es este “horrible
matrimonio”. Sigue leyendo cuando hayas acabado.
……………………………………………….………
Bueno, pues ahora quiero que cojas otra hoja de papel en la que vas a convertir
ese “matrimonio horroroso” en la “relación ideal”.
Normalmente son las cosas que más odiamos las que nos indican exactamente
qué es lo que en el fondo deseamos.
Por eso deberías tener primero claro qué es lo que no quieres, para utilizar
después estas indicaciones y descubrir qué es lo que realmente quieres.
Una buena amiga mía trabaja en un sector en el cuál lo que más importa es
ganarse la simpatía y la confianza de la gente en el menor tiempo posible. Se
trata de una exitosa agente inmobiliaria.
El que hasta hace poco tan sólo era alguien desconocido, se siente en
confianza, en buenas manos y todo ello porque se siente comprendido.
¡No te puedes imaginar cuanta gente quería ser de repente amiga mía! De
verdad fué algo increíble.
que alguien se interese por ellas, sus historias y experiencias. Desean a alguien
que participe en sus vidas y compartir con esa persona cualquier cosa que
tengan para contar. Por lo tanto, no buscan buenos consejos o críticas, sino que
tenga un interés serio en lo que le sucede.
Ella le pregunta cosas como: „¿Qué tipo de personas suscitan respeto en ti?“ o
„Intenta describirte: si fueses un animal, ¿cuál serías?“
La obsesionante y clásica pregunta que una y otra vez se hacen las mujeres:
„¿En qué estará él pensando?“, así como las correspondientes comeduras de
coco al respecto como: „¿qué es lo que siente?“ – podrían responderse en
principio por sí mismas, cuando desde el comienzo te hicieses una imagen
objetiva de él.
En efecto, los hombres están hechos con un molde sencillo; y como en tantos
otros aspectos de la vida, los métodos más simples son también los más
efectivos.
De las muchas y muchas historias que las mujeres me han contado y a través de
muchas conversaciones con ellas sobre el tema „hombres“ he caído en la
cuenta de algo:
Darle vueltas y más vueltas a la pregunta de si han hecho algo mal, por qué hoy
no han sabido nada de él, qué es lo que realmente ha querido decir con esto o
lo otro, por qué hoy no ha querido quedar con ellas, etc.
Los hombres somos almas simples, mucho más de lo que puedas imaginar.
Mucho de lo que decimos o de cómo nos comportamos, puede resultar algo
desconcertante, pero debido tan sólo a que tenemos otra forma de dar salida a
nuestros sentimientos y a que en la sangre, tenemos un poco más de unas
hormonas y algo menos de otras que tú.
En el fondo las mujeres nos llevan amplia ventaja en cuanto en lo que se refiere
a ciertos aspectos de la personalidad, que a nosotros podría decirse que casi
nos falta:
Intuición
Básicamente hay tres formas mediante las cuales las mujeres se percatan de
cómo es un hombre y se construyen una imagen de él:
La vía racional
La emocional
Es decir, con tus sentimientos. Pero tampoco tus emociones van a poder captar
a un hombre objetivamente. Las emociones que otras personas nos provocan,
„falsifican“ la verdad sobre ellas. Las primeras que sentimos hacia el hombre
que tenemos enfrente, pueden quedar marcadas, bien por una infundada
fascinación, entusiasmo o antipatía. Estas no dicen nada sobre su verdadera
naturaleza o intenciones. Podría tratarse de un tipo con buen corazón, pero
también podría ocurrir que se tratase de una mala persona que, sin embargo,
sabe como utilizar su encanto contigo.
Los sentimientos están a menudo condicionados tanto por experiencias
negativas ocurridas en el pasado, como por grandes espectativas que pueden
tenerse hacia esa persona que se acaba de conocer. Debido a ello, no tiene por
qué ser desde un punto de vista emocional, la mejor manera de conocer a un
hombre.
La intuitiva
„En nuestra última cita hice un poco el tonto; quizás piensa que estoy
demasiado colada por él. Así que ahora voy a hacerle saber que no lo estoy de
ningún modo para que dentro de poco esté abierto a una duradera y bonita
relación.“
„Ha dicho que por el momento no está preparado para una relación, ¿pero
quizás pueda estarlo pronto? No pienso rendirme tan rápido.“
Del mismo modo rápido y eficaz, una mujer puede sentir cuales son las
intenciones o qué pasa por la mente de un hombre. Durante los muchos años
que he estado tratando este tema, me he dado cuenta de la negativa de
muchas mujeres de hacer caso a sus corazonadas a la hora de juzgar los
sentimientos de un hombre. Este pequeño detalle despierta en los hombres
normalmente esto a continuación:
absolutamente nada.
Queridas mujeres, tan sólo les pido una cosa: ¡utilicen su intuición femenina!
Esta les dirá rápidamente si es seria su intención.
Quizás haya en tu círculo de amigos una mujer que disponga de gran sentido de
la intuición. La mayoría de las veces estas mujeres son buenas consejeras; por
eso sus amigas y amigos suelen preguntarle a ella cuando por ellos mismos no
pueden averiguar nada más. Observa cómo tu amiga se comporta frente a un
hombre y la manera consciente que tiene de manejar la situación. Intenta
averiguar cómo lo lleva a cabo. Pregúntale cómo podrías hacer tú lo mismo. Yo
personalmente conozco algunas mujeres así, y siempre quedo impresionado de
cómo son capaces de intuir cosas, de todo lo que saben sobre las personas. Tan
sólo con su presencia, este tipo de mujer resulta muy atractiva a los hombres.
Cada vez que les pregunto como lo hacen, me responden la misma
aparentemente simple respuesta:
Si estás pasando un momento con mucho estrés o estás atravesando una „crisis
existencial”, si acaba de dejarte tu anterior pareja o te encuentras en una
delicada situación financiera, - deberías tratar, a pesar de todo, de hacerte con
un humor positivo antes de ir a una cita.
Ahora bien, ¿pero cómo? Sobre todo cuando algo en tu vida no marcha bien.
Para ello tómate un poco de tiempo y ponte cómoda en algún lugar acogedor y
tranquilo de tu casa. Entonces intenta trasladarte a cualquier situación de tu
vida en la que todo marchaba bien, - cuando estabas a gusto entre la gente, y la
vida era divertida. Imagínate por ejemplo en las últimas vacaciones felices que
tuviste, o en una agradable reunión con todos tus amigos. Cierra los ojos y deja
que tu fantasía te traslade a ese lugar y a ese tiempo, el cuál relacionas con
alegres y placenteras sensaciones.
Imagínate esa época lo mejor posible, vuelve a esa situación con la persona que
eras entonces. Intenta sentir cómo era todo entonces. ¿A qué olía el aire?
¿Hacía frío o calor? ¿Escuchas cantar a los pájaros? Trasládate a ese ambiente y
siéntelo. Para hacerlo todavía más auténtico, escucha la música que te
recuerda a esa época o mira fotos de esos „buenos tiempos pasados”.
Así cuando en cualquier lugar y hora del día te pellizques en la mano izquierda
y pienses en ese feliz momento del pasado, te llenarás automáticamente de
ese buen humor y agradable estado de ánimo.
Una cita con un hombre bajo la condición de que no vas a entregarte a él, ni
corporal ni mentalmente, - puede tener un enorme efecto de aprendizaje.
Utiliza la técnica de la „escucha activa”, deja que te cuente de sí mismo,
muéstrate interesada, pero...
Mira estas citas como una oportunidad para estudiar a alguien desconocido y
su comportamiento. Ten en cuenta la ocasión que representan para observar y
examinar su conducta.
Puede ser algo realmente divertido el quedar con hombres bajo este punto de
vista. De este modo aprenderás algunas cosas sobre ti misma y sobre el sexo
contrario, que de otro modo quizás nunca aprenderías.
En principio, podrías quedar cada día de tu vida con un hombre diferente, y aún
así no agotarías la reserva de hombres que existe. Lo decisivo, no obstante, es
que cuando quedes lo hagas por pasarlo bien y no porque estés buscando al
hombre de tu vida.
Apenas existen cuentos antiguos, en los que exista una relación de amistad
entre un hombre y una mujer, ¡pero yo te puedo garantizar que una amistad
con el sexo contrario puede ser muy enriquecedora! Sobre todo cuando se
trata de descubrir cómo el otro sexo piensa, actúa y siente. Y al cuidar de estas
amistades, te convertirás automáticamente en una persona que se siente
relajada manteniendo relaciones con los hombres.
a los sentimientos
-Anne Fine-
Esto puede sonarte algo contradictorio a lo que siempre hasta ahora habías
pensado, ¡pero funciona!
el control sobre tu vida es tuyo, no eres una „servicial y pobre víctima“ ni un ser
que anhela su atención. Tú estás simplemente ocupada, - así que cuando el
quiera tenerte, va a tener que luchar por ello. De este modo te pones en el
papel de que eres tú quien lo elige a él, y no al revés.
Para cederle a él el honor de ser el elegido, él deberá esforzarse por
demostrarte ese amor y no sólo con palabras.
Esto genera una situación en la cual eres tú la que tiene el control. En cuanto
empieces con ello en cada llamada, cada cita y cada conversación, quedarás
impresionada del cambio en su comportamiento.
Quizás te preguntará: „¿Pero por qué? ¡Si acabamos de pasarlo juntos tan
bien...!“, „¿Cuándo podré volverte a ver?“, „¿No te gusta estar aquí?“.
Él se preguntará: „¿Me quiere o tan sólo le gusto? ¿Qué es lo que piensa de mí?
¿Se lo habrá pasado bien?“.
Si sus intenciones contigo son serias, intentará todo lo posible por hacértelo
ver impresionándote con regalos y sorpresas. Si no, tienes que olvidarte de él,
¿o es que quieres abandonarte a alguien que no está realmente interesado por
ti?
Haciendo siempre lo mismo en cada encuentro y llamada, tu valor aumentará
por sí solo; esto puede sonar a juego psicológico barato, pero, mirándolo bien,
se trata de lo siguiente:
Siento tener que repetirlo otra vez, pero lo más importante es:
Y cuanto más difícil resulte esa conquista, tanto más intentará hacer para por
fin tenerte.
Sólo tienes que dejárselo ver, ya que todos estos años de emancipación y
poder femenino lo tienen un poco confundido.
Muéstrate imprevisible
Como resumen puede decirse que, cuando te haces demasiado previsible para
un hombre, te vuelves desinteresante. Las personas se sienten atraídas por
cosas misteriosas, o bien por cosas que no pueden comprender a la primera.
Por eso no debes ya, en esa etapa inicial, contarle todo sobre tí; siendo mejor
conservar algún que otro secreto para una fase más madura de la relación.
Consigue llenar esos huecos con la fuerza de tu imaginación.
Él mismo será el que un día te pregunte qué es lo que esperas de una relación,
así como qué tipo de persona desearías tener a tu lado.
Así serás un „misterio” para él, - que es precisamente lo que hace a una mujer
infinitamente atractiva, y él va a querer hacerse con ese misterio, cueste lo que
cueste.
Haz un par de cosas que él no se espere; por ejemplo soltar su mano durante
un paseo y decir: „Creo que estamos yendo demasiado rápido”, y sonriéle
seductoramente.
Cuando él quiera besarte, dile „No”, pero un par de minutos más tarde bésalo
tú a él, - simplemente porque ahora a tí te apetece.
Preguntas como:
¡Por eso nunca cometas el fallo de revelarle a un hombre tan pronto tus
emociones!
A los hombres les gusta que una mujer les preste atención, pero no que al día
siguiente vuelva a llamarle por teléfono.
Los hombres encuentran atractivas a las mujeres que suponen un reto. Este
desafío se habrá cumplido en el momento en que tú le confrontes con tus
sentimientos.
¿Por qué ocurre siempre que tu interés hacia los hombres que andan tras de tí
es nulo o casi nulo?
„Siempre me siento atraída por los hombres con los que no tengo ninguna
oportunidad, mientras que con los que quieren algo conmigo, soy yo la que
tiene ningún interés.“
Para los hombres por los que no estás interesada, tú te conviertes en el premio
gordo de la lotería; simplemente porque te comportas con ellos como alguien
inalcanzable. Los hombres son capaces de sentir cuando no tienen ninguna
oportunidad, y es esto lo que les hacen volverse locos por tí. Harán todo lo
posible por impresionarte y tratar de conquistarte.
Algunas mujeres se dejan convencer y empiezan una relación con hombres que
llevan mucho tiempo cortejándolas. Cuando un hombre aguanta largo tiempo
yendo detrás de una mujer sin rendirse, tarde o temprano, ella lo aceptará. A
fin de cuentas, él ha tenido suficiente tiempo para darse cuenta de la seriedad
de sus sentimientos hacia ti, por lo que el peligro de resultar herida por este
tipo de hombres es relativamente pequeño.
Por eso:
¡Compórtate frente al hombre que quieras conseguir como si no te fuese la vida en ello!
No obstante, mantén siempre tu simpatía y buen humor.
Ya sé, ya sé...
Esta „regla“ no tienes que seguirla eternamente, sino tan sólo durante las
primeras semanas y meses.
Puedes decir por ejemplo: „Eso sería estupendo, pero mañana tengo un día
increíblemente ocupado. Muchas gracias por la invitación, la próxima vez pago
yo“ y sonríe de forma insinuante.
Hay mujeres a las que les gusta mostrarse „dóciles“ a los hombres, mujeres que
siempre se comportan de manera amable y simpática a la vez que se
subordinan sin objeción alguna – sorprendiéndose luego de ser utilizadas. Por
el contrario también hay mujeres que juegan en todo momento a hacerse las
„inaccesibles“, y para ellas ningún hombre es suficientemente bueno. Otras se
muestran reservadas y arrogantes, y tratan de ponerlos celosos con
provocadoras escenas.
Tienes que ser diferente a las otras mujeres, y eso desde el principio. De este
modo serás vista por los hombres como alguien especial. Sólo de esta forma
recibirás la atención y el respeto que mereces.
Ser diferente se trata de una actitud, lo que no conlleva que tengas que ser
extraordinariamente guapa o inteligente. Tampoco tienes que haber nacido
con ese sentimiento sino que puede aprenderse, interiorizarse.
Con tu sonrisa llenas cada habitación de luz; no charlas nerviosa y sin parar,
sino tranquila y despierta. Escuchas atentamente lo que otros cuentan, porque
así llegas a conocer a una persona. No te insinúas ni te muestras con dudas o
miedo. Tú no te dejas que se aprovechen de ti, ni te aferras a nadie. Tampoco
andas detrás de ningúna persona suplicándole. Sabes que todo el universo está
de tu parte, y si no sale bien con él, ¡ya vendrá uno mejor!
Sabes que el fin de una relación NO significa que el mundo se acabe. Te limpias
las lágrimas, levantas la frente y sigues con tu vida. Te dices a ti misma „En la
tierra hay muchos hombres mejores que él esperándome”, y te fijas
simplemente en otro hombre.
Tienes una mirada sincera y honesta, tus respuestas a sus preguntas son
encantadoras y coquetas. La manera de disculparte cuando tienes que ir al
servicio, o cuando miras el reloj y te despides, es suave y femenina, pero
decidida y segura.
El contar casi nada sobre tí misma, te rodea de un aura de secretos. Estás tan
sólo presente, eres encantadora y tienes buen humor. Escúchalo atentamente
y hazte una imagen mental de él.
„Pues, ¿que es lo que voy a hacer? ¿Qué debo reprimir mis sentimientos?, o
¿negar de mis necesidades? No quiero estar eternamente jugando a ese
jueguecito, ¡quiero ser querida sencillamente por lo que soy!“
Este tipo comentarios los habré escuchado ya cientos de veces, y sé que la que
habla es la propia naturaleza femenina, que se niega a manipular o jugar a los
hombres.
Pero: las personas no hacemos tampoco otra cosa en todo el día que manipular
y jugar los unos con los otros. Para las ocasiones especiales nos vestimos de
forma totalmente diferente a cuando estamos relajados en casa. Intentamos
impresionar a determinada gente, comportándonos especialmente amables y
educadas. Somos personas completamente diferentes en el trabajo que frente
a los amigos. En actos formales somos serios y elegantes, mientras que cuando
estamos de vacaciones somos desinhibidos e irresponsables. Todos jugamos a
También para esto tenemos reglas, sólo que no están escritas en ninguna
parte, sino que salen de nosotros mismos, de lo más profundo de nuestro
subconsciente.
Compórtate durante las primeras semanas como si tuvieras mucho que hacer.
Aunque te pases el día entero pensando en esa persona, ¡ocupa tu tiempo con
otras cosas!
Cuando hayas conocido a un hombre que pretende algo serio contigo y que él
también a ti te interesa, - ¡es el mejor momento de empezar con un nuevo
hobby!
Por otro lado, esas hormonas del amor que recorren tu cuerpo hacen que
tengas la agradable sensación de estar planeando sobre las nubes.
Por un lado le trasmites a tu nuevo admirador, lo que por lo general lleva a los
hombres a que se enamoren de verdad, que tú vives tu propia vida, y por el
otro no comienzas a hacerte dependiente de él.
Por otro lado utilizas esa energía extra - de la que de repente dispones - para
cosas personalmente importantes. Cosas que van a aumentar tu bienestar. Eso
te hará muy feliz.
Cuando te llame por teléfono, dile con voz amable: „Muchas gracias por
llamarme, me alegraría mucho volviéndote a ver, pero por desgracia tengo
demasiadas cosas que hacer esta semana. Quizás podamos quedar la semana
que viene, - sería genial. ¡Llámame!, ¿vale?”.
Pero no le hables de esa cosa importante que tienes que hacer esa semana,
permanece algo enigmática en lo que respecta a ese tema.
Con respecto al complejo tema de las „relaciones“ una de las cosas más
interesantes e importantes a considerar, no sólo sobre su orígenes sino
también sobre sus fracasos, es lo siguiente:
Este fenómeno aclara, por ejemplo, por qué bostezamos cuando vemos a
alguien a nuestro lado hacer lo mismo. También por qué los padres al darle de
comer a sus hijos abren instintivamente la boca para inducir al bebe a que abra
la suya.
que este tipo de neuronas nos proporcionen una idea intuitiva del hecho
siguiente.
¿Has vivido alguna vez cómo una sola persona puede llenar una habitación de
„energía negativa”, haciendo que todo el alegre charloteo de la gente se
transforme en un tenso silencio?, ¿o cómo otra rebosante „energía positiva”
puede despertar tu buen humor con su sonrisa?
Que el estado mental o el humor de una persona sean algo muy contagioso, se
debe a que las neuronas espejo son capaces de „copiar” el estado mental de
otras personas y de trasladarte a ti al mismo.
¿Interesante, no?
Las neuronas espejo son también la razón por qué, en función de la persona
que tengamos enfrente, nos comportamos de una forma u otra. A veces nos
sorprendemos de que alguien se comporte de forma valiente y seguro de sí
mismo mientras que otro lo haga tímidamente y de forma introvertida. Ello se
debe a que imitamos el estado de otra persona que, por ejemplo, arrastra
graves problemas. Acabamos sin quererlo adoptando su mismo estado de
ánimo. Seguro que conoces este fenómeno.
Después de que una mujer haya conocido a un hombre y de haber sentido las
primeras emociones, a menudo ocurre lo siguiente:
„¿Y si me deja algún día, precisamente cuando haya volcado en él todos mis
sentimientos y mi tiempo?”
Los hombres tienen un fino olfato para sentir cuando una mujer cae en esa
trampa de dudas y miedo irracional lo que hace que comience a comportarse
de forma rara. Lo que un hombre desea a su lado es una persona estable en
cualquier tipo de circunstancia – y no alguien que caiga de forma incontrolada
en la histeria al más mínimo error que él cometa.
Tanto este miedo emocional como esta manera de comportarse tienen sentido
para ti y están plenamente justificados; pero para un hombre, sin embargo, se
trata de emociones incontroladas y de una forma de locura. Él probablemente
no le hable ni siquiera a su mejor amigo de sus sentimientos o miedos,
intentando todo lo posible por mantenerlos bajo control. Para él, perder el
control sobre los sentimientos es una forma de debilidad.
¿Tiene entonces sentido el reprimir las emociones? ¿No son las emociones
parte de nuestra existencia como personas?
Cuando te encuentras viviendo una relación en la que supones que él tiene por
tí „menos“ interés que tú por él, empiezas poco a poco a sentirte mal. Este
malestar suele venir también acompañado por el miedo de experiencias
negativas vividas con otros hombres en el pasado, lo que aumenta tu
inseguridad y el temor de que todo vaya de mal en peor.
Estrés.
No entiende por qué siente ese estrés hacia ti, él mismo no puede explicárselo.
Precisamente cuando acababa de empezar a sentir algo fuerte hacia ti, se
siente aún más inseguro. Al final acaba él tan vulnerable como tú o incluso más.
Él tiene el mismo miedo que tú de caer en un desequilibrio emocional.
Sin embargo, este principio puede también tomar el rumbo contrario cuando lo
que trasmitas sean emociones positivas. ¡Piensa en lo contagioso que es el
buen humor de otra persona, y concéntrate en sentimientos positivos como
por ejemplo los que tienes cuando haces algo agradable!
Pero ten en cuenta que: poner a un hombre celoso, tonteando con otros para
así darle a entender que también causas impresión a estos, suele dar mal
resultado.
A las personas se les puede convencer y motivar para cualquier cosa, pero
existe algo que nunca se consigue: el obligar a una persona a sentir una
determinada emoción.
¿O quizás sí?
Para que un hombre te quiera y esté contento contigo durante mucho tiempo,
no hay nada más efectivo que ser tú misma feliz.
Eso te resultará fácil siempre que hagas algo bueno por ti misma. Escápate un
fin de semana a conocer algún sitio, pero sin él.
Planea algo con una amiga. No hagas de ello un gran drama, simplemente
hazlo.
Concéntrate en cosas positivas, como por ejemplo en las cosas bonitas vividas
con él. Y no le prestes demasiada atención a las negativas, que forman también
parte de todas las relaciones.
Imagina más bien, que él piensa en ti y reflexiona sobre vuestra última cita
mientras intenta tomar conciencia de sus sentimientos, recuerda siempre que
los hombres pocas veces son capaces de mentalizarse inmediatamente de sus
propios sentimientos. A veces sólo dura más tiempo hasta que un hombre
siente que te echa de menos y que siente algo por ti.
Al hacer presión emocional sobre él, estimulas su deseo de „quiero volver a ser
soltero“, a la vez que le das a entender tu desconcierto sobre vuestra relación.
Y esta inseguridad, tanto si lo quieres como si no, será lo que le trasmitas.
Hace miles de años que los hombres reaccionan igual cada vez que tienen
miedo; es así como la naturaleza lo ha seleccionado en pro de la supervivencia:
Luchar o huir.
Luchar contra una mujer significa discutir durante horas y horas, la mayoría de
las veces sin tener alguna posibilidad de vencer. Verbalmente las mujeres
suelen estar por encima de nosotros, por lo que él tratará de evitar que ese
desigual combate tenga lugar.
Huir.
Pero, antes de que haga esto, tú tienes que haber tomado la iniciativa de hacer
algo bueno para ti misma, alejándote un poco así de él.
Como ya sabes, los hombres tenemos ciertas dificultades para hablar sobre
nuestros sentimientos. Por ello no resulta demasiado acertado el preguntarle a
un hombre qué es lo que siente por ti. Esa sensación de verse obligado a
caminar por la niebla de su interior para buscar ese lugar que ocupas en su vida
le somete a una enorme presión. Esto significa un enorme esfuerzo de su parte,
algo que sólo le provoca malestar. Aparte de eso, también le trasmites la
sensación de que no estás nada segura de sus sentimientos hacia ti,
reclamándole con insistencia su cariño. ¿Crees esto necesario?
Debido a esto, muchas mujeres caen en el error de pensar que su pareja siente
nada o muy poco por ella, – al fin y al cabo nunca le dice nada.
Esto sin embargo, no tiene mucho que ver con la mujer en cuestión. Los
hombres que no pueden expresar sus sentimientos (como ocurre con la
mayoría), simplemente no hablan con nadie sobre su estado de ánimo, ni
siquiera con su mejor amigo o su madre.
¡Siempre nos han hecho entender que expresar sus sentimientos denota
debilidad!
Cuando un hombre siente algo serio por ti, entonces hará cosas por ti.
Sin que se lo hayas pedido, te colgará la lámpara nueva que compraste y que
desde hace semanas está en el pasillo. Intentará durante horas reparar tu
ordenador o a desatascar el desagüe de tu lavabo.
Hará cosas por ti más bien prácticas que románticas. No sabe que con una carta
escrita a mano podría conseguir mucho más, tampoco que lo que tú quieres es
escuchar de él lo que siente por ti.
Una lavadora reparada o una conexión a Internet que por fin funciona
correctamente no es que provoquen fuegos artificiales de felicidad en ti, pero
es así como los hombres expresan sus emociones. Él quiere ayudarte „haciendo
que las cosas funcionen“.
Para él, una fugitiva frase como „yo también te quiero, cariño“ a menudo tiene
menor significado que una enérgica acción que haga por ti.
Un hombre quiere agradar a una mujer, mostrarle cuánto significa ella para él,
sólo que lo hace simplemente ayudando en cosas prácticas.
Por eso:
Presta más atención a lo que un hombre hace o no hace por ti, que
a lo que te dice.
La mirada de un hombre dice mucho más sobre su estado de ánimo, que lo que
él mismo cuenta. Si lo que siente es confusión y no sabe exactamente lo que
siente hacia ti, entonces no mantendrá fija su mirada en la tuya.
Cuando por el contrario lo que sienta por ti sea algo serio, entonces te mirará
de forma tan intensa como tú a él. No tendrá ningún problema en mirarte
profundamente a los ojos, – al fin y al cabo eres la mujer que ama.
Muchas mujeres me han contado como tras haberle contado abiertamente sus
sentimientos a un hombre, éste ha desaparecido. Como mínimo, llegado este
punto, comienzan a distanciarse.
¿Andan los hombres algo cojos en lo que se refiere a su capacidad para sentir?
¿Es que tienen miedo de emociones serias? ¿Son todos unos discapacitados
Sobre el miedo que sin querer le contagias (capítulo „¿Por qué se distancian los
hombres?“) ya vimos que: los hombres muy a menudo malentienden por
completo las detalladas declaraciones de amor de las mujeres. Cuando una
mujer quiere ver y llamar continuamente a su hombre, le está dando a
entender cuánto le quiere y echa de menos, – pero por lo general él no va a
reconocer esto como prueba de tu cariño.
„Qué bien, mi novia me quiere más que nada en el mundo. Puedo sentirme
afortunado de ser tan querido por una mujer.“
A los hombres les gustan las mujeres que son emocionalmente independientes
de ellos.
Los hombres tienden a perder el respeto por las mujeres cuando consideran
que ella se ha vuelto demasiado dependiente y „que no podría vivir más sin él“.
Quizás pienses: „¿significa esto que no puedo mostrarle cuales son mis
verdaderos sentimientos? ¿Que nunca podré confrontarle con mis emociones,
porque si no, a lo mejor desaparecería o me trataría mal?“
...hasta que no le digas claramente por qué le quieres, por qué te gusta estar
a su lado.
Los hombres tienen incluso para cuestiones emocionales una lógica muy
sencilla. Para ellos tiene que haber una razón por la cuál una mujer les quiera.
Sin esa razón, malentienden la necesidad de una mujer de estar cerca de él, así
como sus declaraciones de amor, interpretándolo más bien como dependencia
y necesidad de ayuda.
Cuando le des esa razón de por qué quieres verlo tan a menudo, qué es lo que
valoras más de él y por qué le quieres, entonces entenderá correctamente tu
necesidad de estar cerca de él y no la verá más como una debilidad.
¡Pero este argumento sólo puedes dárselo cuando ya os conozcáis desde hace
algún tiempo!
Un ejemplo:
Marco, un buen amigo mío, tenía una novia que se llamaba Carmen. Ella era un
encanto de mujer en todos los sentidos y él estaba realmente entusiasmado
por ella. Los dos se entendían a la perfección y parecían hechos el uno para el
otro, al verles juntos uno tenía la sensación de escuchar campanas de boda.
Marco parecía haber encontrado a su media naranja.
Yo por mi parte no podía entenderlo – ya que al fin y al cabo juntos hacían una
pareja ideal.
„Quiere que nos vayamos a vivir juntos – ahora que tan sólo hace cinco meses
que estamos juntos. Es una mujer increíble, ¡pero creo que esto va demasiado
rápido para mí!, yo no sé que ha visto en mi.“
Poco tiempo después recibió una carta de ella. En la carta, nombraba todas las
cualidades que ella valoraba de él y por qué lo quería tanto. Su inteligencia,
delicadeza, el modo de jugar con su perro, su forma de imponerse, su sonrisa y
sus fuertes brazos. Le describía tal y como ella le percibía – con todas las
virtudes y cualidades que de él la fascinaban.
„Estas son las razones de por qué me gusta tanto estar contigo. Simplemente
eres una persona fantástica. ¡Es tan bonito que existas!
Guau...
No te puedes imaginar como esa carta derritió su corazón, hoy llevan ya cinco
años casados y dentro de poco tendrán a su segundo hijo. Al vérseles juntos,
cualquiera puede darse cuenta a primera vista de que ambos están hechos el
uno para el otro.
Esa carta tuvo un efecto radical sobre la relación, ya que le dio a entender a
Marco que Carmen sentía todo eso hacia él porque lo consideraba una persona
especial. En lugar de decirle que es lo que siente, lo que hace es presentarle lo
que piensa de él.
Pero sobre todo, hizo que Marco entendiese que la verdadera razón por la que
ella quería vivir junto a él no era el no sabérselas arreglar sola. Ni tampoco la
dependencia ni la necesidad de ayuda.
„Él ya sabe que es un tío estupendo, ¿por qué tengo yo que decírselo? Y
además no lo es siempre.“
Así se sentirá reconocido por alguien tal y como a el mismo le gustaría verse.
No existe un puesto más importante que una mujer pueda ocupar en la vida de
un hombre.
El efecto más eficaz de este tipo de manifestación de amor tiene lugar mínimo
un par de meses más tarde.
A Natalia le apeteció un día pasar un par de horas más con su novio por lo que
le envió el siguiente SMS:
„Sería genial que esta tarde no pasaras tanto tiempo delante del PC, sino que
te ocuparas un poco de tu novia“.
Lo que ella realmente quería decir, era lo siguiente: „Si tienes ganas, llámame
por teléfono y me paso un ratito por tu casa. Sería bonito si pudiese verte otra
vez hoy”.
Pensó que ese estilo indirecto de decírselo era el mejor, por ser las otras
opciones quizás demasiadas directas o impetuosas, lo que sin querer sonó
como una protesta seria.
Y es así como su novio también lo entendió: como una queja de que él estaba
haciendo algo mal. Como si estuviera metiéndose en su vida y quisiera
prohibirle el sentarse frente al ordenador demasiado tiempo. Como si él
tuviese „la obligación” de ocuparse de ella.
La riña entre ambos era previsible, a pesar de que hasta ese momento su
relación siempre había marchado muy bien.
Muchas mujeres tienden, por una razón que nunca llegaré a entender, a
expresarse de una forma indirecta y a veces muy confusa con los hombres;
sobre todo cuando lo que quieren es trasmitirle algún deseo o intención.
Bien pensado, pero por desgracia falsa puesta en práctica. Pero una cosa debes
tener siempre en cuenta:
Su respeto.
Respeto.
-Clint Eastwood-
Si eres capaz de imaginarte un futuro junto a él, seguro que algún día querras
entablar una conversación sobre ese asunto, del que los hombres rehúyen
como los gatos del agua.
Si son ya varios los meses que llevas saliendo con un hombre y él todavía se
comporta de forma „indecisa“ en cuanto a lo que la seriedad de la relación se
refiere, entonces haz lo siguiente:
Entonces, dile: „Me gusta mucho estar contigo y creo que hacemos buena
pareja. Disfruto mucho del tiempo que pasamos juntos y a pesar de que a
„¿Cómo te imaginas tú una relación satisfactoria con alguien?, mira yo creo que
hombres y mujeres son seres diferentes, pero que esas desigualdades son
precisamente las que hacen que en la vida puedan ayudarse y apoyarse
mutuamente. ¿No crees?“
Deja que te cuente lo que opina sobre vuestra relación y sobre todo como
puede imaginársela a largo plazo.
Esto puede sonar algo peligroso ya que un hombre podría darse a la fuga.
¿Pero sabes como reaccionará en su interior?
Sentirá que está tratando con una mujer que sabe lo que quiere. Una mujer
que no se anda con jueguecitos y a la que no se le puede tomar el pelo.
Tales mujeres son difíciles de hallar, y eso lo sabe él. Hará todo lo posible por
darte una respuesta seria y sincera. Pensará: „¡Valla una suerte haber
encontrado una mujer así!“.
Tendrá la sensación de haber dado con una mujer no tan fácil volver a
encontrar. Una mujer consciente de sus deseos y objetivos en la vida – y que
además es capaz de expresarlos.
Para una relación estable, los aspectos más importantes y que provocan de
forma duradera en un hombre la sensación de estar con su mujer de los
sueños, - son los siguientes:
El ver simplemente juntos la televisión, una tarde de DVD en el sofá o una larga
y profunda conversación, no se graban tan profundamente en él como una
apasionante experiencia vivida contigo.
Al principio (es decir, el primer medio año) no le des a entender que te tiene
„en el bolsillo“. No se lo pongas tan fácil porque eso te hará aburrida, los
hombres quieren jugar a cazar y a conquistar. Quieren siempre de nuevo
conquistar a su pareja desde cero, así que de vez en cuando tienes que
„hacerte valer“ y hacer también cosas sola o con tus amigas. No debes llamarlo
cada día por teléfono y NO reaccionar siempre a sus SMS. El amor de un
hombre siempre lo puedes encender de nuevo, dándole a entender que no es
algo inamovible el estar saliendo contigo.
Todo lo contrario: él debe sentir que, ¡es todo un honor el poder estar saliendo
con una mujer tan maravillosa!
Sorpréndele
Un pequeño regalo pero con una función práctica, ¡puede causar un verdadero
milagro! Cuando sepas por ejemplo que su tendedero para la ropa o el teclado
de su ordenador está roto, ¡regálale uno nuevo!
Los regalos prácticos muestran que eres una persona atenta, despertando en él
una alegría infantil. Puedes estar segura que te estará agradecido. A los
hombres les encanta cuando una mujer regala su atención, pero no una de tipo
atosigadora o arrebatadora de su libertad, en tanto que quieras hacerlo feliz
con reiteradas declaraciones de amor o tu continua presencia.
Es decir, aquel tipo de atención que le hace sentir que tú también piensas en
sus problemas cotidianos y en encontrar junto a él una solución para ellos.
La mayoría de los hombres no son tan lentos o egoístas como uno piensa.
Saben perfectamente cuando han hecho algo mal, la pregunta es: ¿se lo
permiten a sí mismos?
Los hombres quieren a su lado una mujer fuerte, les encanta cuando una mujer
es capaz de controlarse a sí misma y a sus sentimientos. Y sobre todo les gusta
cuando ella tiene el suficiente orgullo para decir „No“ a algunas cosas.
Lo principal es que a un hombre le gusta estar con una mujer por la cual siente
un profundo respeto. Para averiguar si ella se merece ese respeto, la someterá
a prueba una y otra vez, con actos o comentarios que se pasan de la raya.
tu debilidad.
Eso hará que él te respete y sobre todo, que durante ese tiempo, se dé cuenta
de lo mucho que te echa de menos.
¡Respeta su libertad!
La mayoría de los hombres son seres que disfrutan de su libertad, por lo que
Haz que tenga siempre la sensación, ¡de poder hacer y deshacer lo que quiera!
Y no te aferres a él y a todo lo que tiene que hacer sin ti. La paradoja es que
cuanta más libertad se le da a un hombre menos hará uso de ella.
Los hombres son como los gatos: cuanto más se les deja en paz y menos se les
agobia, entonces vienen hacia ti automáticamente buscando tu cariño.
Algo diferente es cuando él siente que eres también capaz de maravillar a otros
hombres, lo que a sus ojos aumenta tu valor. Tener a su lado a una mujer tan
deseada le hará feliz, pero sólo mientras tú des a los otros a entender que eres
mujer de un solo hombre, de él.
Objetivos en común
Una relación sólo puede durar cuando ambos persiguen objetivos comunes.
Cuando a él por ejemplo le gusta vivir en la ciudad, pero a ella a lo largo plazo
le gustaría vivir en el campo, entonces el conflicto está servido. Si él no puede
imaginarse algún día tener hijos y en ella en cambio los desea intensamente, no
habrá armonía posible a la larga. ¿Tenéis metas comunes que podáis perseguir
juntos? ¿Existen dichas metas? Debes encontrar esos objetivos, pues de lo
contrario, vuestra relación no tendrá mucho futuro.
Como recuperar a tu ex
Cualquier persona, más o menos cercana, intentará „de buena fé” dar consejos
o sugerirnos algo. Pero, es un hecho que son pocas las personas que pueden
tratar el tema profesionalmente, ocurriendo la mayoría de las veces que sus
consejos no hacen más que echar sal en tus heridas.
„¿Encontrar yo a uno mejor?” – eso puede sonar para un corazón roto a broma
pesada.
Creéme cuando te digo que personalmente conozco ese sentimiento muy bien.
Yo también he pasado por ese infierno. En este caso los hombres no se
diferencian sustancialmente de las mujeres, con la única excepción de que son
capaces de disimular mejor su estado de ánimo. Los hombres somos los
campeones mundiales en reprimir un sentimiento por lo que la única forma
que podrás reconocer en nosotros un mal de amores es notándonos quizás
algo mas apáticos. Desde el exterior apenas podrá reconocerse esa batalla que
ocurre dentro de nosotros, a pesar de que nuestro corazón hierva en un
alboroto de sentimientos – que compartiremos prácticamente con nadie.
del cuerpo, muy común tras una separación la que provoca ese caos en tu
cabeza. Así pues que eso ocurra es algo COMPLETAMENTE NORMAL, incluso
cuando él no se „haya ganado“ ni uno solo de tus sentimientos.
Tu cabeza es una montaña rusa por lo que tus sentimientos no son algo en lo
que por el momento puedas confiar. Normalmente es algo bueno el escuchar a
tu voz interior y actuar en consonancia, pero en esta situación hormonalmente
excepcional no debes hacer lo que te dice, y esto suele ser:
„Quiero volver a tenerle y para conseguirlo haré todo lo que este en mis manos
incluso el suplicarle a sus pies... ¡Le regalaré mi ultimo pedazo de amor propio
para que sienta que le quiero más que a nada en el mundo!”.
esta forma no conseguirás dar una impresión menos lastimosa que echándote
a sus pies para suplicarle.
Debe tener la sensación de que ha sido tú la que has puesto fin a la relación, –
dicho de otra manera: tienes que darle la vuelta a la tortilla.
Aunque suene casi inhumano decirlo, él debe sufrir. Sólo cuando te eche de
menos y SIENTA que no estás más a su lado, existirá la posibilidad de que de
nuevo despierten sus sentimientos hacia ti. Dándole constantemente a
entender lo mucho que le quieres, nunca podrá extrañarte, ¡así de fácil es!
Comentario final
Por desgracia resulta imposible escribir en un solo libro sobre todas las posibles
situaciones que entre un hombre y una mujer pueden darse. A pesar de ello
Curiosamente las personas tendemos a creer que nuestro gran amor nos caerá
un día del cielo. Que el destino ya está escrito, por lo que no tenemos que
hacer nada para que esto ocurra.
Pero por desgracia con ese punto de vista no se llega muy lejos ni en la vida ni
en el amor. En la vida ocurren pocas veces cosas buenas por sí solas sobre todo
porque simplemente „soñando“ con algo no se hacen grandes avances.
……………………………………………
Por otro lado te recomiendo mis boletines electrónicos gratuitos sobre el tema
de „los hombres y las relaciones“.
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……………………………………….
Te deseo de todo corazón que encuentres pronto a tu gran amor si es que aún
no estás con él.
Christian Sander
Epílogo:
Últimamente he estado recibidiendo numerosos mails por parte de las lectoras
de mis Newsletters. Como te puedes imaginar, pese a mi voluntad, no me es
posible responder a cada uno de ellos.
Quizá tú eres también una de las lectoras a la que quedaré debiendo una
respuesta a alguna pregunta decisiva sobre el tema hombres…
Por tal razón, he decidido escribir un segundo Ebook que responde a muchas
de las preguntas que me han sido formuladas.
Para otener más información sobre mi nuevo E-book visita mi sitio web:
http://www.entender-al-hombre.net/index.php/todas-las-guias/que-debo-hacer-si-el?e=buchlink-wgi2wsit