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5 ESTRATEGIAS DOCENTES QUE FUNCIONAN EN EL SALÓN DE CLASE

1. Explicar las cosas con claridad

Para un alumno no existe nada peor que sentirse perdido en clase. No tener
idea del tema que están dando, ni saber qué es lo próximo que van a dar, los
desanima enormemente. Por ello el profesor tiene la tarea de presentar desde
el primer día el plan de estudio, las unidades que van a dar, y comprometerse a
hacer el mismo mecanismo cada vez que va a comenzar un tema nuevo. De
esta manera los estudiantes saben qué se espera de ellos y qué deben hacer
para tener éxito en esa clase.
2. Permite el intercambio de ideas
Asistir a clase para ser un agente pasivo ya no es una posibilidad. Los
estudiantes están acostumbrados a las redes sociales donde constantemente
pueden dar su opinión y comentar sobre todo. Por ello esta dinámica debe
aprovecharse en el área educativa. Los profesores tienen que dar un paso
atrás de tanto en tanto para permitir que se generen intercambios de idea ente
los alumnos. El ida y vuelta permite que aprendan del otro y es una buena
oportunidad para que el docente observe si realmente comprendieron los
conceptos y contenidos que está dando.
3. Haz devoluciones siempre que puedas
Claro que es más sencillo llevarte a tu casa las tareas, corregirlas y devolverlas
al otro día con la calificación, pero no es la opción más efectiva. Para que los
estudiantes sepan si realmente están avanzando y mejorando, eres tú el
encargado de darles una devolución sobre lo que hicieron. Una manera es
hablando con el grupo entero y proceder a señalarles las debilidades que aún
tienen y cómo pueden mejorarlas.
4. Realiza evaluaciones sobre el proceso de formación
Además de los clásicos exámenes y pruebas para evaluar lo aprendido,
deberás realizar evaluaciones para analizar el proceso de formación de tus
estudiantes. Compara el desempeño que están teniendo con las metas que
deberían ir cumpliendo según los objetivos plantados desde el principio. Al
hacerlo con frecuencia podrás adaptar los materiales y la velocidad con la que
avanzas. Incluso puedes pedirles a ellos que evalúen tu forma de actuar.

5. Fomenta la autosuficiencia de tus estudiantes


Debes brindarles oportunidades a tus estudiantes para que aprendan a
organizarse, a crear su propio plan de acción y a evaluar su propio trabajo. Al
ser conscientes de su forma de pensar y de actuar a nivel académico,
consiguen modificar conductas y conseguir mayores logros que si tú les estas
encima y los obligas a hacerlo.
Una excelente forma de aprender estrategias docentes es leyendo libros de
Pedagogía, o imitar a los grandes docentes que con sus métodos logran
resultados exitosos. Para hacerlo, te recomendamos estos 2 libros de
Amazon que seguro te ayudarán a manejarte mejor en el aula. 

ESTAS SON LAS 10 CARACTERÍSTICAS DE UNA BUENA CLASE:

 Estudiantes que hacen preguntas; buenas preguntas

No decimos que esto sea consecuencia de un buen clima de aula, pero sí es


crucial si hablamos de aprendizaje y, además, el papel de la curiosidad está
infravalorado: aunque se ha estudiado, no lo hemos tratado con la suficiente y
necesaria profundidad, ni lo apreciamos debidamente entre nuestras/os
alumnas/os. Si una unidad temática provoca poca curiosidad, si las tareas no la
generan, mal asunto... Muchos profesores y muchas profesoras obligan al
alumnado a preguntar cosas, sobre todo al principio de las unidades didácticas
y al final de las clases: no se trata de esto, en absoluto. Esta táctica no da
resultado, es en vano y desalienta a ambas partes. Hay que enseñar a los
niños y las niñas a hacer buenas preguntas.

 Las preguntas se valoran más que las respuestas

Porque, sí, las preguntas son más importantes que las respuestas: las buenas
preguntas conducen al aprendizaje. Tienen valor en sí mismas (lo cual no
significa que las buenas respuestas no lo tengan, pero una buena pregunta
revela indagación y, a menudo, una respuesta implícita y un proceso
constructivo para hallar la incógnita). Es más: es muy recomendable que
"premies" ese tipo de acontecimientos y los tengas en cuenta a la hora de
poner la (muy sobrevalorada) calificación.

 Las ideas provienen de muchas fuentes


Ideas para lecciones, para lecturas, para las pruebas objetivas, para los
proyectos, para los trabajos... La fibra del aprendizaje del alumnado tiene que
surgir desde muchas fuentes. Si todo viene de tí, mal: estás ayudando a matar
la curiosidad, dándolo todo hecho. La comunidad educativa, los/as expertos/as
(fuera del ámbito educativo; por ejemplo, físicos/as, lingüistas,etc) o el propio
alumnado son muy buenas fuentes: un gran cambio en la credibilidad de los
contenidos y habilidades impartidos en el aula.

 Se usan una gran variedad de métodos didácticos y diferentes


modelos de diseño de material

Investigación, ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos), estudio de casos,


eLearning, flipping classroom... Las posibilidades son infinitas.Ningún método
satisface a todos/as los/as alumnos/as: hay que variar y adaptarse a la
diversidad del aula. Esa diversidad, además, incide en tus capacidades y
habilidades docentes.

 Aulas inmersas en el "mundo real", en la comunidad

No tiene sentido que el aprendizaje ocurrido en el aula no trascienda al


"mundo", y que el "mundo" no llegue al aula. Hay que combinar todo: entorno
digital y entorno físico, libros, murales, TIC, trabajos manuales... Todo en uno.

 Personalizamos el aprendizaje sirviéndonos de varios criterios

Esta personalización es, posiblemente, el futuro. Por ahora, la responsabilidad


de la y el estudiante sobre su propio aprendizaje, sobre su "enrutamiento", es
limitada y parece caer sobre los/as docentes. Esto hace de la planificación
individualizada un desafío; las guías a tomar para hacerlo "a medida" deberían
reunir diferentes tipos de criterios: no sólo los resultados académicos o el nivel
de competencia lingüística, por ejemplo, sino también las preferencias de
trabajo, disposición hacia diferentes contenidos, intereses, etc.

 Evaluación transparente, auténtica, no punitiva


La evaluación es un intento de saber lo que alguien "entiende". Lo más
frecuente es separar a "buenos/as alumnos/as" de "malos/as alumnos/as" en
función de calificaciones. Para empezar, podríamos dudar de lo adecuado de
los métodos de evaluación utilizados, del análisis del aprendizaje... pero lo
central es que la evaluación debe ayudarles a mejorar: de ahí la importancia de
la retroalimentación.

 Los criterios de "éxito" son equilibrados y el alumnado los conoce

Las/os alumnas/os no deberían tener que adivinar qué significa para


nosotros/as el "éxito". Tampoco debería ponderarse totalmente sobre la
participación, los resultados de las pruebas objetivas y los factores individuales
de predisposición, actitud y comportamiento. ¿Tienes un marco coherente para
definir el éxito? Hazlo y comunícalo a tus alumnos y alumnas.

 Hábitos de aprendizaje en constante modelado: Curiosidad,


persistencia, flexibilidad, creatividad, colaboración, retroalimentación,
fijar prioridades, fijar metas... Lo que a menudo aprendemos sobre todo
aquello que nos rodea es menos didáctico y más observacional, más
indirecto.

 Hay oportunidades para la práctica

Revisamos los conocimientos y pensamientos "antiguos" de nuestro alumnado


y los propios, reflejamos los viejos errores, abordamos de nuevo las ideas
complejas, repensamos las ideas clave desde diferentes ángulos y
contrastamos los conceptos divergentes. Viajamos, ascendemos y
descendemos dentro de la Taxonomía Bloom para maximizarlas oportunidades
del estudiante de comprender, aprender y demostrar.

COMO DICTAR UNA CLASE AMENA


1Cree en tu trabajo. Los estudiantes se sienten motivados cuando quien les
enseña está inmerso en el tema y siente un verdadero interés por el mismo. Es
importante estimular a los estudiantes teniendo la actitud que tú esperas de
ellos.
2Deja atrás el viejo método. La idea de un profesor, sentado en su silla o
parado hablando toda la clase es bastante antigua y es exactamente el tipo de
clase que tienes que evitar.
3Establece una conexión directa y personal. Debes hacer un esfuerzo por
conocer a tus estudiantes, aprender sus nombres y sus características. De esta
forma lograrás un ambiente propicio y la comunicación será más fluida. Un
entorno flexible y agradable ayudará a:
o Aumentar la participación y asistencia a clases.
o Mejorar la receptividad de la información.
4Dirige tu enfoque a formar más que a informar. Hoy en día los estudiantes
están atestados de información. Tú debes encargarte de brindarles las
herramientas necesarias para poder procesar la información de manera útil y
entretenida.
5Estimula el pensamiento crítico. Ayuda a tus estudiantes a entender el por
qué y el cómo de la información, no te conformes con que simplemente
acepten los conceptos enseñados. Mientras más indaguen en el tema, más
dudas surgirán y mayor será su capacidad de aprendizaje.
6. Organiza el plan académico. Es completamente necesario que sepas los
contenidos de la materia que vas a dictar en el curso y el orden en el que vas a
dictarlos. Esto te permitirá tener una idea del tiempo que puedes invertir en
cada tema y cuánto te puedes distender en el mismo empleando diferentes
técnicas de discusión y aprendizaje.
7. Trabaja con el factor de atención de tu clase. Este factor es muy variable
y afecta la forma en que los estudiantes se ven envueltos en la materia.
Mientras más larga y monótona sea la clase, menor será la atención de los
alumnos.
o Ten en cuenta que los alumnos tienden a perder el hilo de la
clase a partir de los 45 minutos dependiendo del grupo y del tema. Entonces,
procura crear lecciones que no duren más de 45 minutos (30 minutos si el tema
es bastante árido).
o Si tienes asignada una clase de más de 45 minutos, es
conveniente que utilices unos 10 minutos de tu tiempo para hacer una actividad
no directamente relacionada con el tema. Así la mente de tus estudiantes se
relajará y estarán listos para volver a empezar. Si no puedes hacer esto, un
simple descanso de 10 minutos puede ayudarles a recuperar fuerzas.
8. Refuerza el aprendizaje. Al crear una clase participativa y dinámica, podrás
ir obteniendo diferentes opiniones de tus estudiantes. Tómalas todas, sin
descartar las erradas, y rescata lo mejor de cada intervención.
9. Haz tu clase dinámica. Lo que sirvió un día en tu clase, puede que no
funcione al día siguiente. Los estudiantes se aburren cuando hacen lo mismo
todos los días. Trata de cambiar el método y hacer las mismas cosas pero de
diferente forma.
o Cambia la pizarra por diapositivas. Si vas a hablar de Cálculo
estructural, lleva fotos de las estructuras en las que se aplica lo que van a
aprender ese día en clases.
o Si vas a hablar de arte rupestre, lleva un poco de pinturas
naturales y papel; luego invita a tus alumnos a tratar de reproducir los grabados
que tienen en los libros y luego a crear otros de su propia imaginación.
10. Aplica el refuerzo positivo. Es cierto que tus estudiantes van a cometer
errores, pero debes guiarlos a que aprendan de ellos. Invítalos a seguir
tratando a través de refuerzos positivos.
o Si ves que tu clase se está esforzando, dales un premio extra
fuera del paquete de reglas previamente acordado.
o Si ves que un estudiante se destaca, dale más información y
oportunidades para seguir creciendo.
o Si ves que un estudiante no está rindiendo como debería y no se
esfuerza por hacerlo, habla con él/ella y comunícale lo valioso/a que es para tu
clase. Pregúntale porqué no le interesa la materia o qué asignaturas son las
que más le agradan. Indagando podrás encarar la clase de una forma
interesante para todos en general.

11 Sonríe. Sin importar lo que te haya pasado en casa o si tuviste algún


problema con algún colega, sonríe. Esto llevará a que tus estudiantes
entiendan que tú disfrutas tu materia y será mucho más sencillo para ellos
tener una actitud más relajada con respecto al tema del día.

12. Reconoce la clase de grupo que tienes. Todas las personas que han
enseñado alguna vez saben que existen diferentes clases de estudiantes.
Identifica cuál es la clase de actividad que es mejor recibida y cuál es la forma
en la que ellos aprenden más rápido. Es muy posible que una actividad de
discusión abierta funcione muy bien en un grupo de estudiantes que guste de
hablar mucho.
Los monos y los dos viajeros
Una pareja de viajeros, los cuales se distinguían por decir uno siempre la verdad y el otro
únicamente mentiras, marchaban conjuntamente por un camino cuando por azar divisaron al
final de este a dos simpáticos monos.

Uno de ellos, que se había convertido en el monarca de los monos, les obligó a que fueran a
verle, para contarle que pensaban de él. Tras una serie de preparaciones el rey mono les
saludó de esta manera:
- ¿Qué tipo de rey les doy la impresión de ser? El viajero que solo decía mentiras contestó:
- Creo que es el rey más fabuloso que he podido tratar -¿Qué le parecen los que me rodean? –
Preguntó el mono
- Son los súbditos más entregados que nunca he visto. Satisfecho ante tanta alabanza, les dijo a
sus más directos colaboradores que le dieran un regalo a tan amable viajero.
Al ver el otro viajero como premiaban a su compañero, pensó para sus adentros que si le decía
toda la verdad, tendría un regalo mayor.
Preguntado de la misma manera que el viajero mentiroso, este contestó:
- Me pareces un mono normal y corriente, al igual que el resto de monos que te acompañan.
Al escuchar tan impertinentes palabras, se enfureció de tal manera, que el mismo comenzó a
morder y arañar a tan mal invitado. 
MORALEJA
Nunca le digas la verdad a quien le gusta ser alabado, ya que nunca la aceptará de buen grado

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