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Montero - Comunitaria, Crítica y Liberación
Montero - Comunitaria, Crítica y Liberación
Maritza Montero
Relaciones Entre Psicología Social Comunitaria, Psicología Crítica y Psicología de la Liberación: Una
Respuesta Latinoamericana
Psykhe, vol. 13, núm. 2, noviembre, 2004, pp. 17-28,
Pontificia Universidad Católica de Chile
Chile
Psykhe,
ISSN (Versión impresa): 0717-0297
psykhe@uc.cl
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PSYKHE Copyright 2004 by Psykhe
2004,Vol
.13,Nº2,17-28 ISSN 0717-0297
Maritza Montero
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En este trabajo se plantea la idea de que la psicología social comunitaria, la psicología social crítica y la psicología
comparativa en literatura latinoamericana concerniente a las tres áreas, buscando las características identif
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La corriente crítica de la psicología tiene dos orí- miento pueden verse en la Tabla 1.
genes. Uno generado en la práctica, que subvierte A partir de esos planteamientos ese movimiento
los modos de hacer y de pensar pero que no se nom- va a evolucionar y a inicios de los años ochenta
influencia de ciencias sociales tales como la socio- cia buscaba fundamentalmente dar cuenta de las
logía llamada “militante” o “crítica” (Fals Borda, 1978), transformaciones que estaban ocurriendo en el cam-
la educación popular freiriana y su área de influen- po de la ciencia y que no parecían ser aceptadas por
cia que incluye a sociólogos, antropólogos y edu- las teorías entonces al uso. Sus primeras publicacio-
cadores tales como Vio Grossi, Le Boterf, May, de nes también asumían una posición antipositivista y
W itt, entre otros (Vio Grossi, Gianotten & de W itt, política en el sentido de denunciar las condiciones
expresión en la naciente psicología social comunita- to de los fenómenos sociales. La obra de W exler
ria y en el movimiento llamado de “alternativas a la (1983), primera en usar el adjetivo crítica en su título,
psiquiatría”. Tales movimientos tienen lugar en Amé- al igual que ocurrió también en los movimientos crí-
rica Latina a partir de mediados de los años setenta ticos desarrollados por las ciencias sociales latinoa-
y si bien el segundo de los nombrados no pareció mericanas muestra la influencia marxiana, que en su
continuar más allá de mediados de los ochenta, la caso se manifiesta en las categorías que la orientan
psicología social comunitaria sí se desarrolló prime- y en las preguntas que dan lugar a su análisis: clase
ro como parte de la aplicación de la psicología social social, ideología y modo de producción. Como di-
y luego como rama específica de la psicología, aun- cen los autores de otra obra pionera en ese ámbito:
Otro origen comenzó a ser planteado en el cam- Venn & W alkerdine, 1984), había que dar cuenta de:
po de la psicología anglosajona a mediados de los a) los cambios en la concepción que del individuo y
sus perspectivas sobre cómo intervenir no sólo en esos cambios; c) la crítica a las relaciones entre la
Tabla 1
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Principios orientadores Rechazo a las prácticas psicológicas manipuladoras (en relaciones de trabajo, de
orientación, terapéutica).
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Holismo.
personas.
Transformación social
20 MONTERO
dualidad individuo-sociedad; d) la crítica a las prác- 2. En psicología la crítica significa someter a análi-
ticas de regulación y administración social sis las teorías, conceptos y perspectivas acepta-
perpetuadoras del statu-quo y a las alternativas a das como explicaciones últimas de los fenóme-
ellas que podría haber. Estos autores introducían ya nos psicológicos, develando sus contradiccio-
la idea del carácter político que tales relaciones tie- nes, sus lagunas, sus incoherencias y debilida-
nen y de cómo sería posible generar una política des, así como también sus fortalezas. Y logra su
liberadora (Henriques, Hollway, Urwin, Venn & objeto al mostrar los agujeros en la trama teórica
opresoras existentes en la psicología de la época condición argumentativa que puede estar soste-
como era producida en el mundo anglosajón. niendo una posición (Lira, 2002). Y al hacerlo
Si algo parece fácil de hacer pero difícil de definir que altera o molesta.
es la condición crítica. ¿Qué es lo crítico?¿Por qué 3. Lo cual a su vez revela otra condición de la críti-
algo recibe el calificativo de crítico?Esta dificultad ca: reconocer y someter a juicio las formas más o
se plantea con tanta más urgencia cuando en las menos obvias, más o menos sutiles, en las cua-
ciencias sociales y en particular en la psicología, les se ejercen relaciones de poder que suelen
como se ha dicho, desde la segunda mitad de la dé- excluir explicaciones alternativas o posiciones
cada del sesenta se venía planteando la existencia divergentes. O bien los modos en que teorías y
de una corriente crítica que hace sentir su influencia prácticas mantienen un statu-quo injusto (Lira,
en todas las áreas de la disciplina. Y como ha ocurri- 2002; Prilleltensky & Fox, 1997). Y al hacer esto
do antes con los adjetivos “científico”, “artístico”, la crítica debe ser también “crítica de sí misma”
“verdadero”, “auténtico”, “revolucionario” y algu- (Montero & Fernández Christlieb, 2003). Es de-
nos otros más que concentran en sí la deseabilidad cir, debe señalar de dónde parte y por qué lo
social de una época y que por ello han sido carga- hace así; mostrar sus sesgos y tendencias en
dos de un peso semántico positivo, la palabra “críti- lugar de presentar el aspecto defendido como si
ca” aparece en los más variados contextos no sólo fuese el único o fuese la norma a seguir.
como calificativo legitimador de lo que se presenta 4. El carácter inevitable de la crítica. Siempre habrá
bajo su denominación, sino también como justifica- crítica a pesar de lo mal que muchas veces pueda
ción global o como condición teórica, metodológica ser recibida. Eso le confiere el carácter de “fatali-
o epistemológica, suficiente para obviar la necesaria dad de la vida cotidiana” (Montero & Fernández
demostración de lo que se quiere demostrar. Christlieb, 2004), condición que la une a la cien-
Y al mismo tiempo y a pesar de ese uso desenfa- cia, donde como bien nos lo enseñaron en las
dado del término, hay una corriente crítica en la psi- aulas universitarias y lo muestra su historia, no
cología que haciéndose sentir en muchos campos existe el principio de autoridad. Las “verdades”
psicológicos ha dado interesantes frutos. Un análi- de la ciencia lo son sólo hasta prueba en contra-
sis de esa difícil condición de lo crítico permite resal- rio. Y eso es la crítica: la prueba de que las cosas
tar los siguientes aspectos, que elaboro a partir de pueden ser de otra manera, que pueden ser de
1. Crítica es un sustantivo que se origina del térmi- crítica entonces es el haz de luz que enfoca lo
que significa la acción o facultad de elegir, dis- se cierra; la señal que indica calle ciega o vía
tinguiendo y para ello separando unas cosas de libre y tiene la fatalidad de lo molesto e inevita-
otras. Esto indica que desde su origen está pre- ble que transforma el mundo y lo hace diferente.
sente la disyuntiva en la elección de cuál camino 5. Lo crítico es cambiante. El mundo que cambió
u objeto tomar; lo cual muestra que hay crítica deviene natural y habitual y será de nuevo obje-
cuando se reconoce que las cosas no son de to de crítica. La crítica entonces no tiene conte-
una sola manera sino que pueden tener varias nido ni forma predeterminados. Es inesperada y
facetas o posibilidades. Es decir, cuando se par- aunque se la intente reprimir, como el agua, en-
te del carácter complejo de los hechos. contrará siempre una vía para fluir y pasar.
PSICOLOGÍA SOCIAL COMUNITARIA, PSICOLOGÍA CRÍTICA Y PSICOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN 21
ria para cambiar las cosas. Al igual que las teo- de la psicología social de la liberación, nos indican
rías, los métodos y el conocimiento en general, que el valor de la crítica reside en su capacidad de
puede ser usada con los más variados desig- mostrar alternativas; de reconocer y traer a primer
nios, pero siempre mostrará las debilidades y plano la diversidad de los actores sociales inter-
7. El movimiento crítico expresa la tesis monista de relación existente entre los fenómenos sociales y el
que el conocimiento no es un reflejo objetivo de contexto o situación en que se dan, algo que si bien
la realidad sino que está marcado por las condi- a estas alturas puede sonar como un truismo por ser
ciones históricas de su producción, de las cua- parte del conocimiento del sentido común, no es
les forma parte. menos cierto que en tanto que tal, ha devenido al
En definitiva, la crítica subvierte el modo de ver mismo tiempo en un concepto vacío. Insistir en esa
las cosas; desencaja los mecanismos de poder que relación muestra el carácter holista de los fenóme-
sostienen posiciones establecidas y abre nuevas nos sociales que tiende a ser dejado de lado al frag-
perspectivas al conocimiento. Ella es parte de la com- mentar los fenómenos sociales para su estudio.
plejidad del mundo, usualmente tan difícil de acep- Así como se ha hablado en la literatura de una
tar. Y en tal sentido la crítica es liberadora. Libera de “actitud” y también de una “conciencia” críticas, el
formas y modos establecidos como los únicos que examen de lo que ha sido definido como tal puede
permiten comprender el mundo, explicar nuestro en- servirnos para si no precisar, al menos si reconocer
torno y que mantienen ciertas jerarquías y relacio- la presencia de la crítica en la posición ético-políti-
nes basadas en la desigualdad y en la sumisión. Por ca-científica asumida por quienes la formulan. Mar-
esa razón coincido con la advertencia que hace tín-Baró consideraba, coincidiendo con lo que plan-
Spears (1997), respecto de no ver la crítica como tea la psicología social comunitaria y que es un lega-
algo unido a las escuelas o a movimientos de de- do de Freire y de Fals Borda, que los psicólogos
nuncia tales como el de las limitaciones del positi- deben tener un compromiso crítico con las perso-
vismo o del construccionismo social; o la defensa nas con las cuales trabajan. Como bien lo plantean
de la democracia y condena de la opresión; o el Lane & Sawaia (1991), desde una perspectiva
cualitativismo. No porque ellos no hayan sido críti- gramsciana, ser críticos significa ser capaces de ver
cos (y mucho), sino por la sencilla razón de que la lo que de ideológico puede haber en el sentido co-
crítica no pertenece a un continente sustantivo de- mún de aquellos con quienes trabajamos. Y como es
terminado, sino que puede estar en todas partes y posible observar en el trabajo comunitario, el poder
porque sería cuando menos ingenuo creer que por- y la sumisión pueden manifestarse en el seno de las
las ciencias, cualquier manifestación que se declare en función de intereses particulares y en desmedro
o democrática, es crítica per se. Allí se acabaría la Otros indicadores presentes en los investigado-
crítica y empezaría la dominación sin fundamento. res o en los interventores sociales y psicosociales
científico de una disciplina, pues ella ayuda a trazar dad de examinar constantemente lo que hacen, de
la línea que separa el conocimiento de la ciencia, del abrir procesos de reflexión sobre su quehacer, com-
saber revelado o de la fe ciega. Es ella la que impide partidos con todas las personas que como colabo-
que el conocimiento producido en un determinado radores, co-autores o cualquier otra forma de actoría
momento se convierta en dogma. En tal sentido la social, han participado en el proceso. Así como la
¿Cómo determinar el carácter crítico de un cam- sin embargo, no excluye la asunción de la autoría de
po, de una posición, de una teorización o de una los mismos, al menos en cuanto a sus beneficios
recomienda asumir las certezas dentro del límite de de definirse si nos hacemos otras preguntas com-
lo que Ibáñez (1989) ha llamado “verdades prácti- plementarias que ya han sido hechas antes en la
cas”, que sirven como puntos de apoyo para formu- literatura de las ciencias sociales (Fals Borda,
presentadas como tales. La certeza considerada beneficia lo que se está haciendo? ¿Se escucha a
como una “verdad de corto plazo” (Montero, 1999), los supuestos beneficiarios de ese trabajo? ¿Se
que dura tanto como lo permiten las pruebas habi- considera que también ellos tienen algo que de-
das hasta el momento. cir, y hay el espacio y el tiempo para que lo ha-
A esto se une la motivación hacia la transforma- gan? ¿Se toma en cuenta y se discute seriamente
ción social definida por y desde las personas que la lo que ellos dicen?
necesitan y dirigida a beneficiar a las comunidades 3. ¿Hay conciencia de las repercusiones sociales
o a otros grupos sociales, en la medida en que per- de las prácticas y teorías del campo,o se desen-
mite su acceso a los bienes sociales y a la genera- tiende ese campo de sus efectos negativos po-
ción de los mismos, disfrutando del nivel de benefi- tenciales? Esta es una pregunta que exige un
cios considerado como deseable entre las socieda- examen crítico de lo que se está haciendo; de los
des humanas y teniendo la capacidad para elevarlo. conceptos y explicaciones a los cuales se acude
En esta posición se incluye las acciones y reflexio- para explicar o interpretar lo que se investiga; de
nes destinadas a combatir las formas desiguales del los métodos empleados para hacerlo; así como
poder y a eliminar las expresiones de injusticia y de de las reacciones, alcances y limitaciones que
opresión, respecto de las cuales se busca liberar a puede tener la tarea que se realiza.
los grupos e individuos sometidos a ellas. Esto a su 4. ¿Hay declaración explícita de los valores que
vez, supone una posición ética en cuanto al respeto se asumen al realizar una investigación o una
en el sentido de reconocer a ese otro como un pro- practicantes,o asumen que lo que hacen está
ductor de conocimientos, y política, por cuanto se libre de valores?La respuesta en este caso nos
deben reconocer los derechos individuales y colec- debe indicar si las personas que llevan a cabo un
tivos de las personas con las cuales se trabaja y a estudio expresan sus sesgos, sus tendencias,
Al respecto es conveniente analizar las cinco pre- das posiciones no sólo teóricas, sino políticas,
guntas dirigidas tanto a la psicología social comuni- religiosas y en general aquellas que son funda-
taria como a la psicología social crítica, que plantean mentales en la orientación de nuestra conducta.
Prilleltensky y Fox (1997), pues sus respuestas nos 5. Complementando la pregunta anterior, aparece
podrían permitir reconocer el carácter crítico (o su esta: ¿Cuáles son los compromisos culturales,
ausencia) en una situación psicológica. Esas pre- morales o de valores y cómo afectan ellos las
dad en la cual se está realizando la investiga- de nuestros estudios se deben a ese tipo de com-
ción o intervención? La promoción del statu- promisos que pueden haber sido adquiridos muy
quo en la medida que busca conservar un esta- temprano en nuestras vidas y pueden derivarse
do de cosas, tiende a eliminar las críticas. Y aho- de pautas de socialización ligadas a la nacionali-
gar los aspectos críticos es una de las formas de dad, a la religión, a la etnia, a una época o a la
expresión del autoritarismo y de sus abusos de situación de clase. Su expresión puede explicar
poder, que comienzan por eliminar las disensiones el por qué de ciertas ideas, tanto para mantener-
en un campo específico y terminan suprimiendo las como para condenarlas, e incluso la elección
todo aspecto crítico, inclusive con desaparición misma del tema de investigación puede depen-
to de la opinión pública y en el rechazo a la diver- Como se puede ver, el valor de dichas preguntas
sidad se reconocen el autoritarismo y el ejercicio no reside sólo en las posibles respuestas, las cuales
abusivo del poder. van más allá del cómo hacer, indagando en el por
2. ¿Se promueve la justicia o la injusticia social qué hacer. Reside también en que abordan la dimen-
PSICOLOGÍA SOCIAL COMUNITARIA, PSICOLOGÍA CRÍTICA Y PSICOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN 23
sión ética y colocan al sujeto cognoscente, sea un Estas tres ideas-impulso son ampliadas (sobre todo
agente externo de investigación o intervención co- la primera) en conferencia dictada en 1987 en Costa
munitaria, o de intervención liberadora o crítica (o Rica, repetida en 1989 en Guadalajara, México (Martín-
todo ello unido), ante la necesidad de elegir entre Baró, 1990). Y después de un período de latencia de
una posición ética o no ética, definiendo así su posi- casi diez años, durante el cual se publicó poco pero se
ción política (tanto en sentido amplio como en el trabajó en la práctica, la psicología de la liberación, no
partidario-restringido), pues allí se define cuál es y ya como idea sino como corriente en acción hizo irrup-
con quién es su compromiso. ción con fuerza en América Latina, desarrollando tanto
ción social comienza a rondar el campo de la psico- su carácter liberador con la perspectiva crítica de sí
logía en general, a inicios del último tercio del siglo misma en tanto que modo de producción de conoci-
XX. Está presente en los trabajos iniciales de Fals miento y fuente de impulso para el cambio social. El
Borda, a fines de los años cincuenta y en los plan- aspecto crítico se manifiesta en el carácter reflexivo
teamientos que junto con otros sociólogos fueron (auto y heterorreflexivo), el cual incorpora un conti-
hechos desde el grupo La Rosca, a inicios de los nuo escrutinio de su quehacer, de su cómo hacer y
setenta (Jiménez, 1990). Es planteada explícitamente de sus efectos; así como también en el rechazo libe-
por Paulo Freire (1964, 1970), quien hace de ella la rador de cualquier forma asimétrica del poder. Los
finalidad fundamental de su obra y crea modos y objetivos más importantes por los cuales suele ser
vías para alcanzarla que han marcado las ciencias reconocida esa corriente son:
sociales. Asimismo, es mencionada en el campo an- 1. Cambios sociales surgidos desde la base de la
glosajón en algunos de los trabajos que inician la sociedad: desde los oprimidos, excluidos y
quien genera la idea de una psicología social de la 2. Crear una psicología popular, recuperando el
liberación, es Ignacio Martín-Baró quien desde El carácter histórico de nuestros pueblos y el saber
ces Boletín de Psicología de la Universidad Cen- 3. Carácter democrático y participativo de las rela-
troamericana “José Simeón Cañas”, que la psicolo- ciones inter e intra grupales. Búsqueda de de-
gía latinoamericana debería tener como meta la libe- mocratización de la sociedad. Fortalecimiento de
necesidad y formulaba tres aspectos que deberían 5. Fortalecimiento de la sociedad civil. Participa-
1. Propiciar una forma de buscar la verdad desde nidades en las decisiones sobre su entorno, su
2. Crear una praxis psicológica para la transforma- El concepto de liberación como ha sido plantea-
ción de personas y sociedades a partir de sus do en la psicología coloca su base de acción en las
3. Descentrar la atención del status científico de la en quienes han sido excluidos de los bienes socia-
psicología de sí misma, para dedicarse a resolver les y de los servicios originados en ellos, de las de-
los problemas de las mayorías latinoamericanas cisiones que les conciernen, del concierto de voces
Tabla 2
I
deas para la psicología social de la liberación (I
gnacio Martín-Baró)
1986 Estudio sistemático de la conciencia popular. La educación como práctica de libertad. Freire (1964).
1986 Desideologización del sentido común. Pedagogía del Oprimido. Freire (1970).
1986 Desarrollo de formas de control por los Freire (1970, 1973); O. Fals Borda (1959; 1978):
1986 Recuperar la memoria histórica de las Fals Borda (1985); M. Foucault (1980); Freire
desalienarlas y desideologizarlas.
1987 Compromiso crítico de los Psicólogos Freire (1964, 1970); Fals Borda (1979);
su poder, su actividad.
1989
Fuentes: I
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cía(
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tín-
Bar
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o(1980,1982);Ser
rano-
Gar
cía,Santi
agoyPer
fecto(
1 983).
plantea como el rescate del potencial de recursos dos del siglo XX y es una de las banderas de la
que esas personas tienen para lograr transformacio- psicología crítica. Recordemos en ese sentido el pro-
nes, muchas veces invisibles para ellas mismas de- vocativo título del libro de Henriques, Hollway,
bido a condiciones históricas, culturales y sociales. Unwin, Venn y Walkerdine (1984) Changing the
Y debe ser entendida como una corriente teórico- subject, que puede significar tanto “cambiar al suje-
práxica en la psicología, como un proceso democra- to”, como “cambiar de tema”, dos aspectos que los
tizador y fortalecedor de carácter ético-crítico y de- autores discuten en este mismo sentido.
las necesidades de sociedades cuyo destino histó- ción entre las ideas o propuestas principales de la
rico debe trascender la pobreza, la sumisión y la ig- psicología social latinoamericana, de la psicología
norancia. Si se hace una comparación entre estas social crítica y de la psicología social de la libera-
tres respuestas a los problemas de nuestras socie- ción, a partir de las categorías de análisis antes men-
dades veremos que hay no sólo coincidencias, sino cionadas, en el cual se pueden ver las coincidencias
que entre los tres movimientos ha habido vasos co- y zonas de influencia entre unas y otras.
Tabla 3
Comparación entre psicología social comunitaria, psicología social crítica y psicología social de la liberación
psicológicos.
ideología. ideología.
y complejidad. y complejidad.
fundamentales poder dominante en las ejercicio del poder en la de poder en las sociedades
de poder. sociales.
Introducción de la noción de
fortalecimiento.
(personas de la comunidad).
constructores de realidad, de
producido a:
- comunidad científica
Transdisciplinariedad.
26 MONTERO
Principales Educación popular (Freire). Marx y Engels y autores Educación popular (Freire).
Investigación-acción participativa.
de la sociedad. latinoamericanos.
de la ciudadanía.
Un Haz con Tres ramas: Tres Modos de introducido por la psicología social de la liberación.
Las tres expresiones de la psicología latinoame- distinto de la otredad, impide la cristalización de las
ricana que fijan su ámbito de acción en los proble- ideas y conceptos y la ritualización de las acciones.
mas sociales de esta parte del continente se caracte- La psicología social de la liberación subraya el ca-
rizan por generar una práctica transformadora, que rácter político de la praxis psicosocial que se venía
va más allá del mero ejercicio intelectual, creando así realizando y le fija tareas específicas a cumplir. La
una praxis. Esto es, práctica reflexionada que genera condición crítica es un requisito fundamental tanto
teoría, que al ser reflexionada induce e informa a la en el trabajo psicosocial comunitario como en el en-
práctica en un movimiento no sólo dialéctico, sino foque liberacionista, pues tanto el uno como el otro
como bien lo propone Dussel (1973, 1998), analéctico, en la medida en que son modos alternativos de ac-
puesto que incluye el saber y la acción de los que no ción política corren el mismo peligro del cual tratan
conocemos, de lo que viene de otros lugares hasta de proteger a los grupos sociales con los cuales
categorizados a imagen y semejanza del sistema de tener un título de psicólogos o de ser catedráticas
Esta perspectiva analéctica es colocada en si- dencias políticas presentes en las sociedades en las
tuación por la psicología social comunitaria que la cuales vivimos. Y es fácil confundir los intereses de
introduce en la acción social mediante el enfoque partidos políticos con los intereses políticos de los
dialógico en el cual se expresa el carácter liberador grupos que reclaman la transformación de su entor-
PSICOLOGÍA SOCIAL COMUNITARIA, PSICOLOGÍA CRÍTICA Y PSICOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN 27
co:Si
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o XXI
.
tán también allí presentes, prestas a justificar, ocul-
Henri
ques, P., Ho l
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n, C. , Venn, C. &
tar e imponer puntos de vista contrarios a la volun-
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tres vertientes aparentemente separadas, encontra-
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pero no encerrada, que a la vez dice al mundo y lo
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noamericanas afligidas por la desigualdad y la opre-
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resultados de los mismos, sobre sus motivaciones y
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sobre sus compromisos podría estar contribuyendo
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