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EL NOVIAZGO CRISTIANO

Introducción
Para cerrar estas últimas dos sesiones, vamos a traer algunas directrices y
consejos a la hora entrar en una relación sentimental con miras al
matrimonio.

Pero antes deseo aclarar lo siguiente, es en cuanto al uso del término


noviazgo; La terminología no afecta el propósito. Decir que noviazgo es una
"terminología mundana" como argumento, no tiene sentido porque utilizamos
muchos términos de la misma manera, "Trinidad" y "devocional", ambos
términos ajenos a la Biblia. Incluso "cortejo" es ajeno a las Escrituras. Lo
correcto es hablar del propósito. El propósito define lo que la pareja buscará
en esa etapa.

De paso usted va a la Real Academia y notará lo mismo. Cortejo, noviazgo,


apuntan a una relación con fines matrimoniales. Y es interesante como la
RAE tuvo que incluir de 4 ° definición de noviazgo: que pude ser sin fines
matrimoniales, pero aun así coloca el fin matrimonial en su segunda opción.

 Le llamaremos "noviazgo" a una relación de COMPROMISO que


intenta, apunta, anhela arrojar un conocimiento entre la pareja para
buscar la voluntad de Dios y dar el paso al matrimonio, siempre
buscando lo que la Biblia exhorta a las parejas: que la mujer sea una
ayuda santificante para el hombre y que el hombre ame a su mujer
protegiéndola y santificándola también. Entendido de esa manera el
noviazgo es una ETAPA de conocimiento mutuo previo al
matrimonio cristiano, bajo los principios de pureza que la Biblia
exhorta de manera general.

Debemos reconocer que no son muchas las instrucciones directas y


específicas en las Escrituras acerca de este asunto; pero si hay mucho que
decir basados en la prudencia y sabiduría que proviene de los principios de la
Palabra de Dios.

Este material que voy a compartirles como un recurso nemotécnico, para


ayudar a la memoria en lo que trataremos en las próximas dos sesiones.
Estaremos viendo:
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Las 10 C del Noviazgo Cristiano

Empecemos por el primero


I. Comienzo
Aquí veremos lo relacionado con el inicio de una relación de este tipo.
A. Lo primero que debemos tener en cuenta es un claro concepto de lo
que es un noviazgo cristiano. No es una relación para pasar el tiempo
o para satisfacer necesidades físicas el uno con el otro; o algo natural
que se da entre jóvenes de sexo opuesto sin ningún propósito o meta
seria en mente. ¡No!

Es más bien una relación entre dos creyentes de sexo opuesto que se
sienten atraídos el uno hacia el otro por verdaderos valores y que
tienen la firme intención y deseo de unir sus vidas en matrimonio,
estando ahora en un proceso de mayor conocimiento y adaptación el
uno al otro. Es una relación con una meta específica en mente: el
matrimonio; es una relación con propósito: conocerse mas.

Como dice Joshua Harris, en su libro “El y Ella” (que recomiendo):


“el romance que no es capaz o no pretende llegar al matrimonio, se
convierte rápidamente en algo egoísta y complaciente” y luego añade:
“El camino del pecado siempre procura separar los sentimiento del
compromiso” (pag.52).

Pensamos en muchos no creyentes que les encanta tener novios


dispuestos a hacer lo que sea. Pero cuando ya toma en serio el
matrimonio, entonces busca otras características.
Debes tener la seria intención de casarte, si no, no estás preparado
para entrar en este tipo de relación.

B. En segundo lugar, debes preguntarte que buscas y contestar


correctamente. (ejemplo de Adolfo)
1. Recuerda que el carácter es lo que hace a una persona
Pr.31:30 “Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que
teme a Jehová, esa será alabada”. Hermanos varones, no se dejen
impresionar por la belleza externa. Eso pasa, el carácter permanece;
como dice José José “hasta la belleza cansa”.
¿Hermanas, de que nos vale tener un Adonis al lado, si no está
capacitado espiritualmente para dirigirlas, pastorearlas y cuidarlas?
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El Señor dice claramente que la virtud y el carácter es lo más


importante a la hora de elegir.
Procura entonces ser lo que buscas.

i. Debe ser un hombre piadoso en crecimiento.


ii. Debe ser un hombre diligente.
iii. Deber ser un hombre comunicativo
iv. Debe ser un hombre amoroso.

2. I Cor.10:31 “si, pues coméis o bebéis o hacer otra cosa, hacedlo todo
para la gloria de Dios”.
Lo que debemos buscar en una relación de noviazgo es la gloria de
Dios. Si no lo hacemos así la relación está destinada al fracaso.

C. Por esto es trascendental, en tercer lugar, orar fervientemente por ello,


aunque no obsesivamente.
Y lo mejor es hacerlo antes de tener alguien en mente. Si ya lo tiene,
también ora, pero trata de ser lo más objetivo posible. No es
recomendable pedir a Dios que nos muestre su voluntad a través de
pruebas circunstanciales, pues tenderemos a ver donde no hay.

Recordar que fue Dios que trajo a Eva a Adán (Gn.2:22). Esto
significa que debemos esperar en Dios. Cuando nos apresuramos,
podemos estar cambiando lo bueno por lo mejor. Pero no significa
inactividad total, pues debemos hacer nuestra parte. Mas adelante
abundaremos.
Si consideras que es la decisión mas trascendental después del Señor,
entonces oraremos con un fuerte sentido de necesidad.

D. En cuarto lugar ¿Cuándo?


1. En el tiempo de Dios.
¿Y qué significa eso? Que debemos estar seguros de no apresurarnos, de
ser pacientes. Debemos estar seguros que las condiciones para empezar
un noviazgo están dadas.

No debemos apresurarnos, aunque lo deseemos mucho. Debemos tener


mucho cuidado de no hacer del noviazgo o del matrimonio un dios,
pensando que solo podríamos ser felices cuando lo logremos. Nuestra
máxima satisfacción, siempre, debe estar en Dios.
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Calvino decía: “la maldad en nuestro deseo, generalmente no


radica en lo que deseamos, sino en que lo deseamos demasiado”.
2. Cuando haya madurez:
a) cronológica – en edad casadera - ¿para qué tener novio a
los 16 años? Los noviazgos largos son peligrosos.
b) humana- como hombre, como mujer – hay hombres de19
años y muchachos de 25. Y lo mismo con las hermanas.
c) Espiritual – esto significa que no es sabio que un nuevo
creyente entre en este tipo de relación.

i) Porque es un riesgo no dar tiempo a verificar, en lo


humanamente posible, la genuinidad de su fe. En
otras palabras, es recomendable que sea un creyente
probado.

Una de las peores cosas que puede pasarle a alguien


es que después de casados descubrir que tiene un
inconverso al lado. No siempre se puede evitar,
pero debemos hacer el máximo esfuerzo.

ii) Porque esto puede retardar su crecimiento


espiritual. Cuando está en su primer amor, aprecia
casi de una vez otro amor que se puede ver, se
puede oír claramente, se puede tocar. Dicen que “el
enamorado no piensa” y esto tiene algo de verdad.

E. ¿Cómo?
1. Lo ideal es que haya una amistad cercana que apunte a una
evaluación objetiva si avanzan a un noviazgo. ¿A qué nos
referimos? A un tiempo donde se manifiesta interés en
conocerse mejor para ver si pueden comprometerse.
Explicar.

Si avanza y creen que pudieran casarse, entonces novios; si


no, nada ha pasado, tiene un amigo cercano y nadie ha sido
marcado en su historial.

Es un tiempo para conocerse mejor, no para crear


dependencia emocional el uno del otro, ni para tener
exclusividad.
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Me gusta el enfoque de Joshua Harris: él dice que este es un


tiempo de cultivar y proteger. “Cultivar una amistad que nos
permita conocer el carácter del otro, y a la misma vez,
proteger nuestros corazones, porque no sabemos con certeza,
cual ha de ser el resultado final de dicha relación” (p.83).

2. Ahora, hay una diferencia en el como entre el hombre y la


mujer. El hombre inicia; la mujer espera (el caso de Rut no
debe malinterpretarse).

Hermanas jóvenes: ora y espera. Por favor, no coqueteen.


Un hombre maduro se aleja de una mujer seductora en lugar
de acercarse. No te obsesiones por atraer físicamente pues
esto influirá tu manera de vestir en forma atractiva y vestirse
para atraer”.

Cultiva un espíritu afable y apacible, “que es de gran estima


delante de Dios” (I P.3:4); y yo añado: y de aquellos hombres
piadosos que aman a Dios.
Por otro lado, se debe evitar la hipocresía – “no mostrar
interés; date importancia”. Ambos deben ser abiertos,
transparentes, genuinos.

Hombres, son ustedes los que deben iniciar la relación, son


ustedes los que deben buscar a las chicas, salir con ellas,
conocerlas y ver si avanzan a una amistad más cercana que
de pie a empezar un noviazgo.

3. Vemos entonces la importancia de desarrollar buenas


amistades con el sexo opuesto. Esto hará mas fácil para
ambos un mayor acercamiento en un momento determinado;
cuando no es así, se tiende a interpretar cada acercamiento
del sexo opuesto como interesado.

Es como si cada vez que veamos a un joven saliendo con una


chica, entonces es que ya tienen algo y se gustan y etc… no.
Si creamos un ambiente sano, donde puedan ser amigos y
salir en compañía y compartir, será más fácil evaluar.
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II. Consejo
Si hay algo que no se puede sobre enfatizar es la necesidad de buscar consejo
antes, durante y aún después de la relación de noviazgo. Necesitamos mucha
sabiduría en un asunto tan importante en nuestras vidas y la sabiduría viene
del consejo.

Pr.8:33 “Atended el consejo y sed sabios”.

Pr.12:15 “El camino del necio es derecho en su propia opinión; mas el que
obedece al consejo es sabio”.

Necesitamos del consejo de amigos piadosos, pastores, padres. Ciertamente


seremos nosotros lo que tomaremos las decisiones finales pero es imprudente
y hasta necio tomar decisiones sin el consejo y asesoría de otros, sobre todo
de aquellos que, además de ser maduros y piadosos, nos conocen bien.

El hombre es fácilmente provocado; la mujer fácilmente engañada. El


consejo nos libera de ambas cosas.

Debemos empezar a buscar el consejo cuando todavía estamos lúcidos y


sobrios. Cuando nos enamoramos no vemos ni entendemos. El cristiano
maduro debe guiarse por principios y verdades, no por sentimientos y
sabemos por la Escritura que nuestro corazón es engañoso, mas que todas las
cosas (Jer.17:9).

Es el consejo que nos traerá cordura. Pr.20:18 “Los pensamiento con el


consejo se ordenan”. Como dice Joshua Harris: “No hay nada como el
romance para cegar el entendimiento de un individuo respecto a la realidad.
Cuando nuestras emociones y sentimientos están acelerados al máximo, es
difícil ser objetivos, vernos a nosotros mismos, a la otra persona, y a nuestra
situación particular acertadamente”.

Es aquí donde debemos oír y recibir consejos. Más aún, buscarlo, no en


aquellos que ustedes saben que piensan igual que ustedes (Roboam); sino en
los que han mostrado sabiduría y madurez espiritual.

¿Qué debes hacer si un considerable grupo de consejeros ven la relación


peligrosa, inadecuada o no viable? Recuerda Pr.18:1 (L.A.) “El que vive
aislado busca su propio deseo, contra todo consejo se encoleriza”.
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Quiere hacer su voluntad, y nada mas; es sabio en su propia opinión. Por eso
tiendo a sospechar de la pareja que se aísla de la gente. Peor aún, cuando
dicen “lo nuestro no se lo cuento a nadie”.

La mejor manera de estar seguros de hacer lo correcto es siguiendo el


consejo. Pr.11:14 “…en la multitud de consejeros hay seguridad”.
Como pastor y como creyente he visto vez tras vez los resultados de parejas
que no siguieron el consejo.

Las siguientes características deben manifestarse en el noviazgo

III. Cariño = amor


Esto puede parecernos obvio. Sin embargo, en la práctica definimos a veces
un amor diferente al que Dios espera entre dos personas que van a unir sus
vidas. Hay diferentes tipos de amor: eros = amor apasionado, sensual; fileo =
amor natural, afecto; ágape = amor práctico y sacrificial. Este debe ser la
base. Pensemos en I Cor.13:4-7 veamos algunos aspectos.

Benigno - desea el bien de la otra persona.


No tiene envidia – se goza de lo que el otro tiene.
No es jactancioso –o recuerda lo que han hecho por el otro.
No hace nada indebido – contrario a “muéstrame que de verdad me amas”,
“acuéstate conmigo”.
No busca lo suyo – pues no es egoísta. (alguien me preguntaba si debía
casarse con un pichirre)
No se irrita – es comprensivo e indulgente. Mientras mas centrados en
nosotros, más fácil irritarnos.
Todo lo sufre -no injusticias o pecados, sino aquello necesario para el bien
del otro.
Todo lo cree.
Todo lo espera.
Todo lo soporta.

Con un amor así, glorificaremos a Dios y daremos mas importancia a las


necesidades del otro que a las nuestras y buscamos lo que es favorable para
aquel que amamos. Este amor permea todos los aspectos de la relación: ej.
¿Es lo mejor para ella iniciar un noviazgo ahora?; ¿mi forma de vestir le
ayuda a mantener pensamientos puros?, etc.

Este amor se manifiesta prácticamente y es la base de las siguientes “c”


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IV. Comunicación
Esta es indispensable para una buena relación: antes, durante y después.
El conocimiento es la base del amor (no podemos amar lo que no
conocemos), y la comunicación es la base del conocimiento. Nos conocemos
el uno al otro a través de la comunicación y para esto debemos ser
transparentes.

¿No sabemos lo que el otro piensa o siente en determinadas circunstancias ?


Preguntamos.
No debemos dar nuestra mejor cara o tratar continuamente de impresionar,
sino darnos a conocer tal como somos: nuestros gustos, nuestras metas,
nuestros temores, nuestras debilidades, nuestros pecados.

Debemos pues, conversar mucho, y pasar juntos tiempo de calidad y en


diversos escenarios: con la familia, con amigos de él o de ella, en la iglesia o
ayudando a otros, etc.

Comunicar es mas que traspasar información, es abrir nuestro corazón.


Algunos creen que tienen una buena comunicación porque hablan mucho.
Pero esto no necesariamente es así pues se pueden intercambiar muchas
palabras sin conocer lo que el otro cree, valora o siente.

Comunicarse correctamente, entonces, requiere esfuerzo consciente. Todos


tenemos que ejercitarnos en ello. Aunque ciertamente, en sentido general, al
hombre se le hace mas difícil, Pero esto no debe ser una excusa, sino mas
bien la aceptación de que debemos esforzarnos mas duramente.

Lo peor que podemos hacer es excusarse en nuestra educación, formación o


personalidad (claro que influye). Pero es nuestro pecado de egoísmo el que
no nos permite descubrirnos.

Por otro lado, comunicar no es solo hablar; sino también oír (dos oreja y una
boca). Oír es manifestación de interés, de humildad y de preocupación
genuina por el otro.

La comunicación nos permite resolver pequeños o grandes malentendidos en


lugar de acumularlos y crear luego un gran conflicto. Ef.4:26 “Airaos, pero
no pequéis; no se ponga el sol sobre nuestro enojo”. No es correcta la actitud
de “él sabe bien lo que hizo” o “ella tiene que darse cuenta que estoy
molesto”. Hable, hable, hable.
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Pero es que me da temor su reacción I Jn.4:18 “En el amor no hay temor,


sino que el perfecto amor echa fuera el temor”.

¿Y si por estar hablando y siendo transparente la relación llega a su final? Es


lo mejor que te podría pasar. Si no nos podemos enamorar de la verdadera
persona, entonces es mejor dejarlo.

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V. Confianza
No solo en el trato familiar y sin vergüenza, sino también por el desarrollo de
una personalidad y un comportamiento confiable.

La confianza es la esperanza firme en una persona o cosa. No debemos dar


señales ambiguas; debemos cumplir lo que prometemos y ser personas de una
sola palabra.

Si hay confianza, no hay celos. La desconfianza pone en duda el amor y la


fidelidad del otro. Si no puede confiar, entonces es mejor no seguir adelante.

VI. Cortesía
Hablemos aquí de esos detalles que manifiestan la atención, el respeto y el
amor del uno hacia el otro. La confianza, el trato familiar, no debe sustituir
la cortesía. Aquí las chicas están diciendo, al fin llegamos a donde quería
que hablara…

Los hombres deben portarse como caballeros y las mujeres como damas. Los
hombres deben saber que las mujeres son vasos mas frágiles, y tratarlas como
tal: cederle siempre el primer lugar, la preeminencia; abrirle las puertas,
Nunca utiliza frases como: "¿Te vas a comer todo eso?", "Con ese vestido te
ves gorda "

Le cede el asiento, le cede el paso, la ayuda a quitarse el abrigo, le retira la


silla para que pueda sentarse o le ayuda a cargar cosas. Siempre debe utilizar
las palabras mágicas: "por favor" y "gracias". Paga la cuenta en el restaurant,
y todo aquello que en nuestra cultura es señal de caballerosidad. (chicas,
estoy olvidando algo, o dije todo lo que me pidieron)

Dice Joshua Harris: “La masculinidad bíblica ni es pasiva, ni ofensivamente


agresiva. Dios nos extiende un llamado a ser siervos iniciadores, firmes, pero
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amables; masculinos, pero cariñosos; líderes, pero siervos. Hemos sido


llamados a ser protectores, y no seductores”. (p.117 “El y Ella”)

Cuidado con ser cortés para impresionar. Lo somos para la gloria de Dios y
para honrar a nuestras hermanas.

No esperemos a tener novia para ser caballeros. Se recuerdan el énfasis de


sábado pasado, no se convertirá en un caballero por que le coloques un anillo.
Entiendo que uno de los mayores frenos es la mala interpretación por parte de
las mujeres. No nos desalentemos.

Manifiesta tu amor con frecuencia a través de detalles: flores, notitas,


chocolates, etc. Ellas – cuidado, notitas, comidas, postres, etc.

VII. Contacto físico


Una de las preguntas mas comunes es: ¿Qué pueden hacer físicamente los
novios? ¿Hasta dónde se puede llegar? Todos quisieran una lista que no
podrías dar. Pero si hay ciertas consideraciones:
A. Para la mayoría de los incrédulos el noviazgo es la oportunidad y la
relación adecuada para satisfacer, si no todo, parte de sus deseos
con el sexo opuesto. Pero la Escritura tiene directrices específicas
con respecto a la fornicación: que es toda relación sexual fuera del
matrimonio.

Ef.5:3 “Pero fornicación y toda inmundicia…ni aun se nombre


entre vosotros, como conviene a santos”.

He.13:4 “Honroso sea en todo el matrimonio, y el lecho sin


mancilla, pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios”.
I Cor.6:18 “Huid de la fornicación…”

Es claro que Dios considere la intimidad en una pareja de novios


como un pecado grave.

B. El problema es que hoy se han redefinido los términos. Así,


algunas parejas cristianas que afirman estar convencidos de que el
sexo debe reservarse para el matrimonio lo que están diciendo es
que esperaran casarse para disfrutar del coito, es decir, de la
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relación con penetración. Pero esto es ridículo, pues el sexo es


mucho más que esto.

El mundo habla de sexo seguro; la Biblia de pureza sexual. Dios


nos hizo de tal modo que nuestros cuerpos se acoplasen el uno al
otro perfectamente.

Pero también diseñó la forma en que eso ocurriría; y esto incluye


una adaptación previa. En otras palabras, nuestros cuerpos sufren
cambios para prepararse para una relación sexual placentera. Allí se
inicia la relación sexual.

Ahora preguntamos: ¿No es cierto que eso ocurre cuando miramos


lo que no debemos, o cuando ponemos las manos donde todavía no
corresponde; y aún cuando se de un beso apasionado? Entonces,
¿por qué empezar aquello que no podemos terminar?

C. En ningún momento negamos que sea placentero. Sí, lo disfrutarás.


Pero terminará y tendrás consecuencias para tu alma, y quizás para
tu cuerpo. Como dice Jhon McArthur: “Dentro del matrimonio, el
sexo es hermoso, lleno de satisfacción y creativo. Fuera del
matrimonio es feo, destructivo y abominable”. p. 151 leer.
En ese sentido, aunque algunos sienten que le están afectando su
libertad al señalar estos principios, realmente el propósito es librarle
de la esclavitud del pecado.

D. No es un asunto de lo que sentimos, sino de obediencia. Algunos


dicen: ¿Cuál es el problema? “Nos amamos y nos vamos a casar”.
Sí, pero no lo estás ahora. Otros: “no le hacemos daño a nadie y
ambos consentimos”; ¿y Dios donde está? Caso real p.33

E. La lujuria es mentirosa. Ese fuerte deseo apasionado nos dice que


cuando hagamos lo que queremos quedaremos satisfechos, y no es
verdad, porque querremos mas y mas.

F. Conclusión: el noviazgo no es el tiempo de desarrollar y dar rienda


suelta al contacto físico. ¿Cómo entonces me manejo al respecto?

Eso nos lleva a nuestra octava “C” del noviazgo.


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VIII. Control
Preguntábamos: ¿Por qué empezar lo que no podemos terminar? Pero lo
cierto es que es sumamente difícil parar después que se empieza. Así
que proponemos control, dominio propio, no para detenernos, sino para
no empezar.
Aunque sabemos lo que no debemos hacer, es difícil evitarlo cuando
nuestros deseos se activan. En ese momento de pasión, se necesita algo
mas que el conocimiento sobre la pureza sexual. Por eso debemos
seguir ciertas recomendaciones:
1. Planificar en frío.
La pureza sexual no se logra por accidente o
espontáneamente. Debemos planificar y esforzarnos
arduamente para hacer lo correcto.

Imponte reglas sabias: evita la soledad que puede promover


algo mas (en una casa, por ej), evita los abrazos donde tus
genitales toquen el cuerpo del otro; evita cualquier caricia
que te excite; evita hablar sobre tu futura intimidad o leer
acerca de ello prematuramente, etc. Muchos han caído por
ignorar estas fáciles directrices de prudencia.

2. Ten motivaciones correctas.


Mas que la pureza en sí, la motivación es la gloria de Dios
aún con nuestros cuerpos. Lo hacemos cuando disfrutamos al
máximo de la relación que el ha creado dentro del
matrimonio. Guárdelo todo para ese tiempo mientras disfruta
de otras cosas.

Algunos pasan su noviazgo convenciéndose a sí mismos que


los besos y las caricias sexuales son cosas sin importancia o
lícitas; pero cuando finalmente llegan al matrimonio hay muy
poco que puede ser considerado único y especial.

Es por eso que algunos lugares especializados en luna de miel


ofrecen cada vez mas actividades para que los recién casados
no se aburran. ¡Yo no necesito entretenimiento!

3. Mira la abstención de sus deseos como una forma de


entrenamiento a luchar juntos contra el pecado y a confiar en
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Dios. Si están sometiendo al Señor y estableciendo un


fundamento espiritual sólido para su matrimonio.

Concluyendo, cada vez que te venga hacer lo que quieras y


saber que no debes recuerda que te estás preparando para un
día donde disfrutarán todo junto y con la bendición del Señor.

Usa este tiempo, en lugar de dar rienda suelta a la relación


física, a cultivar la siguiente c.

IX. Comunión y compañerismo

Debemos mas bien dedicarnos a desarrollar la comunión y el


compañerismo. Hay comunión cuando hay un mismo sentir. Así, la
relación debe desarrollarse con el amor a Dios y el deseo de obedecerle
como la pasión común de ambos.

Hacer actividades que los unan en el Señor: leer libros juntos, comentar
el sermón, etc. En otras palabras, poner en práctica las cualidades de
una amistad piadosa.

Joshua Harris: “Debemos estar seguros de que nuestras relaciones no


están orientadas meramente hacia el entretenimiento y la superficialidad,
sino en un profundo enfoque en Dios, caracterizado por un
compañerismo bíblico” (p.118)

Nuestro novio debe ser nuestro mejor amigo. Los demás amigos pasan a
un segundo lugar pero no son relegados ni olvidados.

X. Culminación
Si las cosas marchan bien y las condiciones están dadas, se finaliza el
noviazgo “pasando a mejor vida”: el matrimonio.

Esta decisión es mas importante que muchas otras juntas porque


significa unirte en cuerpo y alma a otra persona para el resto de su vida.

También va a determinar que será el padre o la madre de tus hijos.


La temporada de noviazgo es para conocerse y evitar luego sorpresas.
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Si ha habido problemas en el noviazgo que permanecen, el matrimonio


no es la solución.

La presión de otros, el temor a la soledad o el deseo de tener relaciones


sexuales ya, no son una buena razón para casarse; al contrario son muy
mala razón.

Es bueno contestarnos algunas preguntas: ¿ha sido Dios el centro de


nuestra relación?; ¿puedo decir que aparte de novios somos buenos
amigos?

¿Los que nos conocen y nos aman piensan que debemos casarnos; es el
deseo sexual demasiado grande o demasiado pequeño; están
comprometidos con resolver sus diferencias bíblicamente?

Si quieres que tu historia termine: “y vivieron felices para siempre”,


entonces debes buscar y encontrar la felicidad en Dios y el te concederá
las peticiones de tu corazón.

Si tu historia romántica aún no comienza, confía en Dios, pues el quiere


lo mejor para ti.

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