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TEXTO: HEBREOS 6: 13 - 20
Dios hizo una promesa a Abraham y esta sucedió así. Dios llamó a Abraham
pidiéndole que dejara su patria, sus parientes y familia y se fuera a una tierra que Dios
le iba a mostrar; es decir Abraham no sabía a donde iba a ir, sin embargo obedeció a
Dios. En el mundo antiguo cuando un hombre abandonaba la casa de su padre,
estaba abandonando su herencia y su derecho a la propiedad familiar. La tierra, la
familia y la herencia se contaban entre los elementos más importantes de la sociedad
antigua, pues para los agricultores y pastores era su medio de vida. Cuando Abraham
dejó su lugar en la casa de su padre, perdió su seguridad; estaba poniendo en manos
de Dios su supervivencia, su identidad, su futuro y seguridad. Abraham confió en la
promesa de Dios, aunque sus circunstancias externas decían lo contrario. De igual
manera un día Dios nos hizo un llamado para venir en pos de él. Nos pidió que
dejáramos todo atrás para seguirlo, y así lo hicimos. Nos prometió vida eterna, la
salvación del pecado, el perdón de nuestros pecados y creímos en él. Ahora nos
encontramos todavía en este viaje de la vida con Dios, caminando hacia nuestra
promesa, la vida eterna, nuestra resurrección y aunque no lo vemos creemos en él y
en sus promesas porque Dios, si cumple.
1. HEBREOS 6: 17 – 18: ¿Cuáles son las dos cosas inmutables a las que se
refiere este texto?
R/:
a) INMUTABILIDAD DE DIOS:
(Santiago: 1: 17). “Todo don valioso, todo regalo precioso viene de lo alto y ha bajado
del Padre de las Luces, en Quien no hay cambio, ni variación”.
Todo lo que cambia es porque pierde algo que tenía o porque adquiere algo que no
tenía, este es el principio cuando se da un cambio (DAR EJEMPLO DE LOS
ESTADOS DE LA MATERIA); Dios es el puro ser sin límites, ni composición. Por
tanto, no puede perder nada de lo que tiene (quedaría limitado), ni adquirir nada
nuevo (quedaría compuesto).
Inmutabilidad significa que “las reglas del juego” nunca cambia. El carácter de Dios y
la forma en que Dios trata con las personas siempre es lo mismo, aunque esto no
signifique de que Dios no se mueva, de que Él sea un ser inmóvil, ahora bien,
inmutable no equivale a inmovilismo; Dios no es infinita impasibilidad, sino suprema
originalidad el actúa de formas variables y originales con el fin de que se cumpla su
inmutable propósito.
La inmutabilidad de Dios se refleja aun en las leyes que rigen el universo, si vemos las
leyes físicas estas desde el origen mismo del universo nunca han cambiado, por ejemplo:
En HEBREOS 6:13 vemos a Dios jurando, por sí mismo a Abraham que le cumpliría
su promesa, el juramento de Dios no se realizó por dar fidelidad al cumplimiento de su
promesa porque Dios sabía que le iba a cumplir, fue para aumentar la fe de Abraham
porque sabía que el cumplimiento de dicha promesa tardaría (20 años) y quizás la fe
de Abraham menguaría este tenía 80 años en el momento de recibir la promesa y 100
años cuando se cumplió.
Salmos 89:119: “Para siempre, oh Jehová, permanece tu palabra en los cielos”. ¡Para
siempre! Significa que eternamente permanece su palabra en los cielos; es una
palabra permanente, vigente e inmutable.
En Mateo 24:35 Jesús dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no
pasarán”.
Estos dos versículos hablan de la inmutabilidad de la palabra de Dios; ella no cambia,
permanece inmutable por los siglos de los siglos. Lo que él ha dicho, sucederá, lo que
él promete, lo hará.
3. APLICACIÓN:
En este apartado veremos los estados de la materia, que son sólido, líquido y
gaseoso.
SOLIDO: La materia en estado sólido, como el hielo, tiene una forma propia
y ocupa siempre el mismo espacio, es decir, mantiene el volumen