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(om aa Ces — BAMELIDA LO (Corre K. fea Aer DEMO ATHA LH pl 197 oS deBers — ; 122 | Pomhae AScwO_ 429 _ ne POMBE 4 TOPRUTARA _ =) MOSEZUSAD _ har SpTvaaeone — > Ham Wer riers GIOVANNI SARTORI HOMO VIDENS La SOCIEDAD TELEDIRIGIDA. Ya 15] TAURUS. PENSAMIENTO inal original: Homo videos © 1987, Gins, Laneraa & Fixli Spa, Roma Bath © De ets enicion: S 19618, Aguilar. Alea, Taurns, Alfaguara, S.A, Beasley SNi0. (1487) Buenos Aires + Santina SA. Smelt 2A08, Made. Exp + Ally Ciena de Ediciones Lk be Auhal Avia HHH, Providencia Stiga de + Eaicienos Sian 8. Jer de Vana 260. 11200 Montes, Uriggay 4+ Sots de Falicies S.A, [Avenida Arce 25838, Bary le Salsas. + Satan S.A. Pracer Cao Argel 248, Asunei6n, Parga + Samal 8. ‘Ned. Sn Felipe 74 Jews Mara, Lima, Pert Cite. Cie 2 Pr Basa (© the la semen: Ana Dine Soler tan Carlos Fil SBN: 9551 Teel el depinivn qu iia ta Ley H.728 rentina, Pete bn Argemina Impree un Primera esc: septiembre de Primera reimpresin: enero BHD Prefect. Prefaco ala segunda edicin italiana La primacia de la imagen age Fail iprogreso ecnolepico 3 Elvideonio ogress yregresones eh Elempobrecimiento dela capaciad de cng Convadeducciones Internet scibernavegacioan d La opinion teledirigids ideo-politica 1 2. La formacién de la opinién 3. El gobierno de los sondecs. 4, Menos informacién iE 6 Mas desinformacisn También la imagen miente 65 9 B 89 99 1, Videeelecciones. La politica videcrplasmada. aaldea global El demos debilitado. Regnum hominisy nombres bestas Ta competencia noes un remesio cionalidad y postpenss Referencias biblograficas 131 199 SPE) ia. que lee PREFACIO Por qué no le dais ala gente libros sobre Dios? Por la misma raz6n por la que no ledamos Oteio; son viejos; tran sobre el Dios de hace Gen afos, no sobre el Dios de hoy. «Pero Dios no, tambia.. Los hombres, sin embargo. $6. npoes Hees, Ue mundo fle PreFacio ALA SEGUNDA EDICION ITALIANA En esta nueva edicién he profundizado atin mas en el punto central de mi discurso: el hecho de que la televi- sign modifica radicalmente y empobrece el aparato cognoscitivo del homo sapiens. Los criticos han contra puesto a esta tesis de fondo un fin de nom récevoir, es de- Gir, que no era original, que ers algo «ya visto». De dad? ;Dénde? Siempre es cmodo encontrar autores y citas que apoyen nuestras teorias, A la espera de ello, la cuestin 2 oi mi tesis es errénea. Sea original o no, zes verdadero o falso que el hombre video-formado se ha convertido en alguien incapaz de comprender abstrac- ciones, de entender conceptos? Es ldgico que se me acuse también de ser apocalipti- co, pero ésta es una critica de rigor que no me impre- siona. Si las cosas van mal, digo sin demasiado «salo- monismo» que van mal; tal vez exagero un poco, pero es porque la mia quiere ser una profecia que se auto- destruye, lo suficientemente pesimista como para asus- tar ¢ inducir a la cautela. Yel hecho de que la primera edicion de este pequedo libro se haya agotado ensegui- la, me incita a esperar. Quizé significa que ha saltado laalarmay que el problema se ha hecho sentir Nueva York, enero de 1998. 4 Oo 3 8 4 & E ; DELAIMAGEN | Z a a g g s 6 a0 Nos encontramos en plena y rapidisima revolucién multimedia. Un proceso que tiene numerosas ramifi- + caciones (Internet, ordenadores personales, ciberes- pacio) y que, sin embargo, se caracteriza por un comin fenominador: telever, ¥, como consecuencia, nuestro | video-wivir. Eneste libro centraremos nuestra atencion en la televisién, y la tesis de fondo es que el video esta transformando al homo sapiens, producto de Ja culsura escrita, en un homo videns para el cual Ja palabra est Gestronada por lz imagen. Todo acaba siendo visualiza- do. Pero qué sucede con lo no visualizable (que es la kee at mayor parte)? Asi, mientras nos preocupamos de quién s controla los medios de comunicacién, no nos percatse | pos de que-es el instrumento en s{ mismo y por si mis | “molo quese nos ha escapado dela panos Tamentamos el hecho de que la television estimule ~~ wvivlencia, F MMbIGA GE que iaforme poco y nial, 0 | bien de que sea culturalmente regresiva (como ha es | crito Habermas). Esto es verdad. Pero ¢s atin mas cler- | toy atin més importante entender que el acto @ | ver estd.cambiando Ia namuraleza del hombre. Esto es ts | el porro-unum, lo esencial, que hasta hoy dia ba pasado t inadvertido a-nuestra avencién. ¥, sin embargo, es bas- tante evidente que el mundé en el que vivimos se apo- a2 ya sobre los frégiles hombros del «video-niftow: un no- visimo ejemplar de ser humano educado en —delante de un televisor— incluso antes de saber leer y escribir. En la primera parce de edie libro me Oaups v préveupe de ~ la primacia de a imagen, es decir, de la preponderancia de I sible sobre lo imteligible, lo cval nos Neva a.un ver sin enten- dex. es ésta la premisa fundamental con la cual examino su deo-plitice, y el poder politico de la Pero a Jo largo de este recorrido mi atencién se cesivamente la relevisiér concentra en la paideia, en el crecimiento del video-nifio, en los procesos formadores de la opinién publica y en cuanto s2- ber pasa, y ng pasa, a través de los canales de la comunicacion de masas. E] mas cdustico en esta cuestién es Baudrillard: «La. duce todavia mds masa». Es cierto que ia television, a diferen- “Ga de los instramentos de comunicacién que la han precedi- do (basta la radio); destruve mds saber y mds entendimiento del que transmit. Quede, pues, claro: ataco al homo widens, perono me hago ilusiones. No pretendo frenar la edad multime- dia. Sé perfectamente que en un periodo de tiempo no demasiado largo una mayoria de la poblacién de los paises opulentos tendré en casa, ademas de la tele- vision, un miniordenador conectado a Internet. Este desarrollo es inevitable y, en tiltimo extremo, til; pero ¢s Gti] siempre que no desemboquemos en la vida inti- Hl, en un modo de vivir que consista s6lo en matar el tiempo. Asi pues,.no pretendo detener lo inevitable. Sin embargo, espero poder asustar lo suficiente a los padres sobre lo que podria sucederle a su video-nio, para que asi lleguen a ser padres més responsables. Es- pero que Ja escuela abandone la mala pedagogia y la degradacion en lz que ha caido. ¥, por tanto, tengo fe wnsformar la masa en energia. pro- Glovers SuroH en una escuela apta para oponerse a ese postpensamiento que ella misma est ayudando a crear. Tengo la espe ranza de que los periédicos sean mejores y, 2 la postre, que la televisién también lo sea. Y ademas, aunque la “pig fuera una-baualla perdida de amtemano, nome porta, Como decia Guillermo d’Orange, «point n'est besoin d’éspérer pour entreprendre, ni de réussir pour persévérer», no es necesario esperar para emprender, ni lograr para perseverar. im- wo : I F i 1. Homo sapiens Homo sapiens: de este modo clasificaba Linneo a la especie humana en su Sistema de la Naturalexe, de 1758. Fisiolégicamente, el homo sapiens no posee nada que lo haga Gnico entre los primates (el género al que perte- nece la especie de la raza humana). Lo que hace tinico al homo sapiens es su capacidad simb6lica; lo que indujo a Emst Cassirer a definir al hombre como un «animal simbélico». Cassirer lo explica asi ELhombre.no vive en un universo puramente isco sino en _ ip uoiverso simbélico. Lengua, mito, are jén.(.-] son los diversos hilos que componen el tejido simi Cuak quier progeeso humano en el campo del pensamiento y de la experiencia refuerza este tefido (J. La definicién del hombre como animal racimalno ha perdido nada de su valor {..J pero _—esficil'observar que esar-deGiniién-esuna parte del-iatal- Por ‘que al lado del lenguaje conceptual hay un lenguaje del sent= neato allago del lengua ligicoo ensign est el enguaje de la imaginacion poétca. al principio, el lenguaje no expre- sa pensamientos.o ideas, sino sentimientosy afectos. (1948, pags. 4729) Bs Hobos "Asi pues, la expresién animal oimbolicum comprende, todas las formas de la vida cultural del hombre. ¥ Ta ca- pacidad simbdlica de los seres humanos se despliega en el lenguaje, en la capacidad de comunicar mediante ‘una articulacién de sonidos y signos «significantes», pro- vistos de significado. Actualmente, hablamos de lengua- Jes en plural, por tanto, de lenguajes cuyo significante no es la palabra: por ejemplo, el lenguaje del cine, de las artes figurativas, de las emociones, etcétera. Pero éstas son acepciones metaféricas. Pues el lenguaje esencial que de verdad tardctetiza elinstituye al hombre como animal simbélico es «lenguaje-palabra», el lenguaje de nuestra habla. Digamos, por tanto, que el hombre es un animal parlante, un animal loguax «que continuamente estd hablando consigo mismo (Cassirer, 1948, pag. 47) y que ésta es la caracteristica que lo distingue radical mente de cualquier especie de ser viviente !. A esto se podria replicar que los animales también co- munican con un lenguaje propio. Si. pero no del rod. Fl Namado lenguaje animal cansmite sefiales. Y la diferen- cia fundamental es que el hombre posee un lenguaje ca- paz de hablar de sf mismo. ELhombre ref sobrelo que dice. ¥ no sélo el comunicar, sino también el pensary el conocer que caracterizan al hombre como animal sim- Dilico se construyen enlenguaje y con el lenguaje. Ellen- * Geblen (1990, pags. 91-92) indica una discondinuidad diferente entre el hombre y el animal: «el animal [..] 0 ve lo que no debe egar a la percepcién como algo vitalmente importante, como es cl caso de seftales que indican que estin ante un enemigo, una presa, cl ovo sexo [..]. E] hombre, en cambio, estd expuesto a luna invasion de exctaciones,a una riqueza de lo “perceptible”. Es toes verdad, pero a mime parece que la Optica simbélico-ingis tica de Cassirer es mucho mis importante que la éptica antropo- logico-cultural de Gehlen. Hay que aclarar que se tram de puntos de vista complemencarios, a igen Strom guaje no ¢s sélo un instrumento del comunicar, sino tam- bién del pensar?. Y el pensar no necesita del ver. Un ciego esté obstaculizado, en su pensar, por el hecho de que no puede leery, por tanto, tiene un menor soporte del saber escrito, pero no por el hecho de que no ve las cosas en las _que piensa. A decir verdad, las cosas en las que pensamos no las ve ni siquiera el que put Las civilizaciones se desarrollan con k el transito de la comunicacién oral a la palabra escrita Jo que desarrolla una civilizacién (gf Havelock, 1973). Pero hasta la invencién de la imprenta, la cultura de to- da sociedad se fundamenta principalmente en la trans. misién oral. Hasta que los textos escritos son reproduc dos a mano por amanuenses, no se podré hablar atin del shombre que lee», Leer. tener algo que leer, fue hasta finales del siglo XY" un privilegio de poquisimos doctos. El hamosapiensque muldplica el propio saber es, pues, el Uamado hombre de Gutenberg. Es cierto que la Biblia impresa por Gutenberg entre 1452-y 1455 cuvo una tre a (que para nosotros hoy es risible) de 200 copias. Pero aquellas 200 copias se podian reimprimir. Se habia pro- ducido el salto tecnolégico. Asi pues, es con Gutenberg. con quien la tans dela cultura se convier- teenalgo potencialmente accesible a todos. El progreso de la reproduccién impresa fue lento pero constante, y culmina —entre los siglos xvm y x2x— con la llegada del periédico que se imprime todos los dias, e] «diario» 3. Al mismo tiempo, desde mediados Es una tesis que desarrollo en Le politica (1979), especisimense cen las pigs. 2396, donde afirmo que pensar es «onomatologiam dogas construido en palabras v mediante palabras. * Obsérvese que también el periédico se componia manualmente hhastalainvencién de a inotipia (que fundifa los caracteres en plomo Howo noose del xx en adelante comienza un nuevo y diferente ci- clo de avances tecnoldgicas. En primer lugar, la inven cién del telégrafo, después la del teléfono (de Alexan- der Graham Bell). Con estos dos inventos desaparecia la distancia y empezaba Ja era de las comunicaciones in- . La radio, que también eliminaba distancias, afiade un nuevo elemento: una voz facil de difundir en codas las casas. La radio es el primer gran difusor de co municaciones: pero un difusor que no menoscaba la naturaleza simbélica del hombre. Ya que, como la radio habla», difunde siempre cosas dichas con palabyas. De modo que libros, periédicos, teléfono, radio $0! ellos en concordancia— elementos portadores de co- _ Municacién linghistica. Ta ruptura se produce a mediados de nuestro siglo, con Jallegada del televisory de la television * Ta television —como su propio nombre indica— es aver desde lejos» (tele), es decir, Hevar ante los ojos de un pllblico de espectadores cosas que puedan ver en cualquier sitio, desde cualquier lugar y distancia. ¥ en. late hecho de ver prevalece sobre el hecho de hablar, en el sentido de que la voz del medio, o de un hablante, es secundaria, est en funcién de la imagen, comenta la imagen. ¥, como consecuencia, el telespec- sador es.més un animal yidenie que un animal simbsliz co. Para. él las cosas representadas en imagenes cuen- ds que'las cosas dichas con-palabras. Y liquido) que no se produjo hasta 1884, y que permitia componer 6.000 caracteres por hora (Frente als 7.400 de a compesicién a + Celi steleisiéne y «televisor-, indisintamente, para indicar que la relaciéa entree! tlevisor-méquina y el televidente es enre- chisima. El televisor, por asi decrlo, entra dentro del televidente ylo plasma, esto es un cambio radical de direccién, porque mien- tras que la capacidad simbélica distancia al homo sapiens Gel animal, el hecho de ver lo acerca a sus capacidades ancestrales, al género al que pertenece la especie del homo sapiens. J 22) ELPROGRESOTECNOLOGICO Todo progreso tecnologico, en el momento de su apa- Ticién, ha sido temido e incluso rechazado. Y sabemos que cualquier innovacién molesta porque cambia los 6r- denes constituidos. Pero no podemos, ni debemos gene- ralizar. El invento mas protestado fue, histéricamente, el de la maquina, la maquina industrial. La aparicién de la maquina provocé un miedo profundo porque, segiin se decia, sustituia al hombre, Durante dos siglos esto no ha sido cierto. Pero era verdad entonces, y sigue siéndolo ahora, que el coste humano de la primera revolucién in- dustrial fue terrible. Aungue la maquina era imparable, y 2 pesar de todos los inmensos beneficios que ha produci- do, atin hoy las criticas a la civilizacion de la maquina se relacionan con verdaderos problemas. En comparacién con la revolucién industrial, la in- venci6n de la imprenta y el progreso de las comunicacio- nes no'han encontrado hostlidades relevantes; por el contrario, siempre se han aplaudido y casi siempre han gozado de euféricas previsiones®, Cuando aparecié el nie las escasas voces contrarias, recuerdo a Squarciafico, un lie 'erato, que se oponia a la cantidad de libros que se podian hacer 9 How woes periédico, el telégrafo, el teléfono y la radio (dejo en sus- penso el cago de la televisiGn) la mayorta les dio la bien- Yenida como «progresos» favorables para la difusién de informacion, ideas y Cultura®. -n este contexito, las objeciones y los temores no han atacado a los instramentos, sino a su contenido. EI caso. emblematico de esta fesistencia —repito, no contra la comunicacién sino contra lo que se comunicaba— fue el caso de la Gran Enciclopedia. a La Encyclopédie de Diderot (cuyo primer toino apare- cié en 1751) fue prohibida e incluida en el indice en 1739, con el argumento de que escondia una conspira- cion para destruir la religién y debilitar la autoridad de] Estado. El papa Clemente XII legs a decretar que todos los catdlicos que poseyeran ejemplares debfan darselos a un sacerdote para que los quemaran, so pena de éxcomunién, Pero a pesar de esta excomunion y del gran tamaio y el coste de la obra (28 voliimenes in folio, realizados atin a mano), se imprimieron, entre 1751 y 1789, cerca de 24.000 copias de la Ericyelopédie, un ni- mero realmente colosal para la época. El progreso de Jos ilustrados fue incontenible. ¥ si no debemos Con: fundir nunca el instrumento con sus mensajes, los He con a imprenta porque debilicaba la memoria y la mente. En quel momento, esta objecién no tuvo fueré# alguna. Pero Hoy es ‘td adquiriendo la forma de una verdad. : 5 Hubo algunas reservas sobre los periédicos. ¥ no sin rain, fa quea finales del siglo xvi y durante e xn numerssos periddieas tran realmente simples «papeluchose. Cuando Thomas Jefferson Finalizé su experiencia como presidente de Estados Unidos, le ex. cribié esas palabras a un amigo: «No podemos creer nada de Te ‘que se lee en un periédico, La misma nocién de verdad resulta sos- pechosa cuando esté inmersa en ese transmaisor depoluciéns.Tam- bign hoy los llamados ‘ablaides no contienen informaciém alguna digna de ese nombre. — Tain iowa Suron dios de comunicacién con los contenidos que comuni- ‘can, el nexo es éste: sin el instrumento de la imprenta nos hubiéramos quedado sin Enoyplopédie y, por tanto, sin Tlustracién. ‘Volvamos a la instrumentalizacién. Incluso cuando tun progreso tecnolégico no suscita temores importan- tes, todo invento da lugar a previsiones sobre sus efec- tos, sobre las consecuencias que produciré. No es cierto que la tecnologia de las comunicaciones haya suscitado previsiones catastréficas (mids bien ha sucedido lo con trario); pero es verdad que con frecuencia, nuestras previsiones no han sido muy acertadas en este sentido: pues lo que ha sucedido no estaba previsto. Tomemos el caso de la invencién del telégrafo. El problema que nadie advirdé a tiempo era que el telégrafo atribuia un formidable monopolio sobre las informaciones quien instalaba primero los cables. De hecho, en Estados Uni- dos, la Western Union (monopolio del servicio telegr& fico) y la Associated Press (Ia primera agencia de not cias) se convirtieron enseguida en aliados naturales; y esta alianza prefabricaba, por asi decirlo, los periédi- cos, porque era la Associated Press la que establecia *\"endles eran las noticias que habia que dar, y era la Wes- teri Union la que Hacfa llegar el noticiario a una veloci- dad increfble. De modo diligente e inesperado este problema se resolvié eo ipso por el teléfono: un cable mis que, sin embargo, permitfa a cada usuario comuni- carlo que queria. wiley tendo efectos Sectidarios BO previstos: por ejemplo, la «musicalizaci6n» de nuestra vida cotidiana (ademés del gran lanzamiento de depor- tes que podian ser «narrados», como el fiitbol). &¥ Ia television? Hemos legado al punto importante. Hasta la llegada de la televisién a mediados de nues- 3 owownes tro siglo, ia accion de «ver» del hombre se habia desarro- lado en dos direcciones’ sabiamos engrandecer lo mas pequefio (con, el.microscopio),"y sabiamos ver a Io le- jos (con el binéculo y atin més con el telescopio). Pero la television nos permite verle todo sin tener que mover- nos: Jo visible nos ega’a casa, practicamente gratis, des- de-cualquier lugar. Sin-embargo-no-era suficiente-En pocas décadas el progreso recnologico nos ha sumergi- do en Ja edad cibernética ’, desbancando —segun di- cen—a laielevisign, En efecto hemos pasado, o esiaino pasando, a.una edad simuiltimedia» en la cual, como su, nombre indica, los: medios de comunicacién son nume- rososy la television ha dejado de ser la reina de esta mul timedialidad ®. E] nuevo soberano es ahora el ordena- dor. Porque el ordenador (y con él la digitalizacién de todos los medios) no solo unifica la palabra, ¢l sonido y Jas imagenes, sino que ademds introduce en los «vist bles» realidades simuladas, realidadies virwales. Pero no acumulemos dentasiadas cosas. La diferent cia en la que debemos detenernos es que los medios vi- sibles en cuesti6n son dos, y que son muy diferentes. La televisidn nos muestra imagenes de cosas reales, es foto- grafia y cinematografia de lo que existe. Por el contrario, 71 término cibeética fue acuiado por Norbert Wiener para denominar el «control y la comunicacion en el animal y en la ma- quinae (es el Grulo de su libro de 1948). Esencialmente, la ciber- nédca de Wiener trata de los «mensajes de drdenese que el hom bre da a la maquina, pero sambién los que la méquina da a la smquina y lor que ésta le devuelve al hombre. El significado et rolégico de cibernética es «arte del pilotoe; pero ios pilotos en vest son ahora los circuitos de 6rdenesy de control en las mi quinas electrinicas. * Por mulimedialidad se entiende conceptualmente la unifica isn en un solo medio de la palabra escrta yhabiada, ademas del sonido yla imagen. t Gove Sao el ordenador cibernético (para condensar ja idea en dos palabras) nos ensefia imagenes imaginarias, La llamada ‘Tealidad virtual es una ireelidad que ve ha creado con la imagen y que es realidad s6lo en la pantalla. Lo virtual, lis simulaciones amplian desmesuradamente las posibi- Jidades de lo real; pero no son realidades. 3, ELVIDEONINO "Asf pues, el cambio de agujas se ha producido por el hecho de informarse viendo. Este cambio empieza con la televisidn. Por tanto, comienzo también yo por tele-ver. Sean cuales sean los desarrollos virtuales del video-ver posteriores ala televisin (vid. mya, pags. 58 ysigs.), es la television la que modifica primero, y fundamentalmen- te, la naturaleza misma de la comunicaci6n, pues la tras- jada del contexto de la palabra (impresa o radiotransmi- ida) al'contexto dela imagen. La diferencia es radical. La palabra es iif «simbolo» que se resuelve en lo que significa, en lo que nos hace entender. Y entendemos la palabra s6lo si podemos, es.decir, si conocemos la len- uaa la que pertenece; en caso contrario, ¢s letra muer- 1, un signo o un sonido cualquiera. Por el contrario, la imagen es puray simple representacién visual. La imagen __sevey.eso.es suficiente;y para verla basta.con poseerel_ sentido de la vista, basta con no ser ciegos. La imagen no se ve en-chino, arabe o inglés; como ya he dicho, se vey es suficiente: Estiiclaro, pues, que el caso de la television no pue- de ser tratado por analogia, es decir, como si la televi- sign fuera una prolongacién y una mera ampliacién de Jos instrumentos de comunicacién que la han precedi- Go. Con la televisién, nos aventuramos en una novedad radicalmente nueva, La televisidn no es un anexo; es s0- bre todo una sustitucién que modifica sustancialmente Ja relaci6n entre entender y ver. Hasta hoy dia, ¢] mun- do, los acontecimientos del mundo, se nos relataban (por escrito); actualmente se nos muestran, y el relato (su explicacidn) esta practicamente s6lo en funcién de las imagenes que aparecen ex la pantalla. Si esto es verdad, podemos deducir que la television, esti produciendo una pérmutacién, una metamorfosis, que revierte en la naturaleza misma del homo sapiens. La televisin no es s6lo instrumento de comunicacién; es también, ala vez, paideia®, un instrumento «antropoge- nético», un medium que genera un nuevo énthropos, un nuevo tipo de ser humano. Esta es la tesis, o si se prefiere la hipétesis, en la que se centra todo el libro, y sobre la cual obviamente volve- ré con frecuencia. Una tesis que se fundamenta, como premisa, en el puro y simple hecho de que nuestros ni- fos ven la televisin durante horas y horas, antes de aprender a leer y escribir’ * Peideia, de origen griego, denomina el proceso de formacién del adolescente (pais, paidds). En su ya cldsico estudio Werner Jaeger {1846} extiende <1 significado del érmino a toda la formacién del hombre © La television sustinaye sla baby ster (es ela la primera en encen- Gerla televsi6n) y. portance, el nifio empieza aver programas para adultos alos tes alos. Seguin una reciente investigacién del ISTAT {Isto Centrale di Statistica) en Inala el 95 por ciento de losnifios tenire los mes 9 los diez afcs —son casi cuatro millones y medio— ‘Yen Ia televisin casi todos los dias, Otros datos indican que lo nifios jalianos ence los cuatro y los sieteafice ven Ia televisin durante dos hhorasv media al dia (con un 19 por ciento que leg incluso las cin- o_o seis horas cosdianas). En Estados Unidos la media asciende a Grows Sarro8 Curiosamente, se ataca esta exposicién porque sobre todo (segiin se dice) habinia al nifio a la violencia, y lo hace de adulto més violento "". Digo curiosamente por- que aqui un detalle del problema lo sustituye y esconde Elargumento de que un nitio de menos de tres afios no entiende lo que esté viendo y, por tanto, «absorber con_ més raz6n la violencia como un modelo excitante y «al vez triunfador de vida adulta, seguramente es cierto, -pe- ro por qué limitarlo a la violencia? Por encima de todo, la verdad es que la televisién es la primera escuela del nifio, (la escuela divertida que precede a la escuela aburrida); yelnifio es un animal simbélico que recibe su imprint, su impronta educacional, en imagenes de un mundo cen- trado en el hecho de ver. En esta paideia, la predisposi- cién ala violencia es, decia, sélo un detalledel problema. El problema es que el nifio es una esponja que registra y absorbe indiscriminadamente todo lo que ve (ya que no pose atin capacidad de discriminacién). Por el contra- Tiv, desde el otro punto de vista, cl nivio formado cn la imagen se reduce a ser un hombre que no lee, y, por tan- 10, la mayorfa de las veces, es un ser «reblandecido por la television», adicto de por vida a los videojuegos. «Al principio fue la palabra»: asi dice el Evangelio de Joan, Hoy se tendria que decir que «al principio fue la imagen. Y con la imagen que destrona a la palabra se asedia a una cultura juvenil descrita perfectamente por Alberoni (1997) \res horas al dia para los nfios que no van atin a la escuela ya cinco horas diarias para los muchachos entre seis y doce afios. " Segrin los edlculos de un profesor americano, sino hubiera tele visign en Estados Unidos habria 10.000 asesinatos y 700.000 agre- Siones menos al aio. El edieulo tal vea no sea de fiar, pero esta in ueneia es real, Sobre televsién y violencia vid Salerno, 1996, Howowmes Los j6venes eaminan en el mundo adulto dela escueta, del Estado [..] de la profesi6n como clandestinos. En la escuela, sexcuchan perezosamente lecciones (..] que enseguida olviden, Noleen periddicos [.. Se parapetan en su babitacién con car~ teles de sus héroes, ven sus propios especticulos, caminan por ta calle inmersos en su misica, Despiertan s6lo cuando se en- cuentran en la discoteea porla noche, que es €1 momento en el que, por fin, sborean la ebriedad de apifiarse unos con or, le formuna de existir como un tinico cuerpo colectivo danzante No podria describir mejor al videorniiio, es decis el nifio que ha crecido ante un televisor. Este nifio se-can- vierte algun dia en_adulro? Naruralmente que si, a la fuerza, Pero se trata siempre de un adulto sordo de por vida.a los estimulos de la lecrura y del saber ransmitidos por la cultura escrita. Los estimulos ante los cuales res ponde cuando es adulto son casi exclusivamente audio- visuales Por tanto, el video-nifio no crece mucho més. ‘Alos reinta afios és. un adulto empobrecido, educado por el mensaje: «la cultura, qué rollazo, de Ambra An- giolini (Venfane prodige que animaba las vacaciones televi- sivas), es, pues, un adulto marcado durante toda su vida por una atrofia cultural. Eltérmino culmura posee dos significados. En su acep- cién antropolégica y sociolégica quiere decir que todo ser humano vive en la esfera de su cultura, Si el hombre llo-deriva-eo-ipso— ® Einexo ente cultura jvenily misica rock lo hs explicado con ran agudesa Allan Bloom (1987, pags. 6881), que observa que Tr cis ci hecho de estar Feunidos consist en lain de tener sensaciones comunes, ef contacto fsico yas formulas emiti- das alge que se les supone un significado que supers la palsbrav (pag. 75). * Grovsonsarron que vive en.un Contexto coordinado de valotes, creen- cias, conceptos ¥, en deBinitiva, de simbolizaciones constitujen la cultura, Asi pues, en esta acepcion gen “ei también el hombre primitivo o el analfabeto poseen_ caltura. Yes en este sentido en el que hoy hablamos, por ejemplo, de una cultura del ocio, una culnura de la ima geny una culnurajuvenil. Pero cultura es ademas sinéai- mo_de «saber»: und persona culta es una persona gue salg.gue ba hecho buenas lecouas 2 Ue, ~ esta bien informada. En esta acepei 1 restringida y Guativa, la cultura es de los «cultos», no de los ignorantes. Y ésce es el sentido que nos permite hablar (sin contra: dicciones) de una «cultura de la inculniran y asimismo de atrofia y pobreza cultural. Es cierto que «las sociedades siempre han sido plas madas por la naturaleza de los medios de comunicacién mediante los cuales comunican més que por el conteni- Go de la comunicaci6n. £1 alfabeto, por ejemplo, es una tecnologia absorbida por el nifio (...] mediante ésmosis, por llamarlo asi» (McLuhan y Fiore, 1967, pag. 1). Pero no es verdad que «el alfabeto y la prensa hayan promov do un proceso de fragmentacién, de especializacién y de alejamiento [mientras que] la tecnologia electrénica promueve la unificacién y la inmersién» (ibidem) Si aca- so es verdad lo contrario '*. Ni siquiera estas considera- ciones pueden demostrar superioridad alguna de la cub tara audio-visual sobre la cultura escrita, "8 Sobre todo cuando se llega (od infra, pags. 58-61) a la descom- posicién digical (binaria) de los mensajes. Porque la digitalizacién sun formidable instrumento de descompesiciSn-recompe’ que realmente fragmenta todo. Para el hombre sdigigeneracio- fale (el hombre de cultura digital) ya no existe una realidad que se sostenga>. Para él cualquier conjunto de cosas puede ser mank pulado y mezclado ad libitum, 2s gusto, de miles de formas. Howe mess El mensaje Gon el Gila lathueva'cultura se recomien- day se auto-elogia es quel cultura del libro es de.unos », pocos —es elitista—y mientras que la cultura audio-w- sual es de la mayorfa!Perorel ntimero.de beneficiarios —sean minoria‘o mayoria— no altera la naturaleza ni elvalor de una cultura'Ysi ¢l coste de una cultura deto- Gos es el desclasamiento erune subculture que esade: mas —cualitativamente— pero Se insiere en ideas'(6"* conceptos) que lo encuadran y lo «significan» 7-Y éste es el proceso que seatrofia-cuando el homo sapieni és plantado por el homo videns.En este tliimo, ellenguje conceptual (abstracto} es sustimido por el lenguaje per- ceptivo (concreto) que es infinitamente mas pobre: més ___.._. pobre no s6lo en cuanto a palabras (al ntimero.de-pala. bras), sino sobre todo en-cuanto a la riqueza de signifi- cado, es decir, de capacidad connotativa. Sobre esta premisa ha sido élaborada sucesivamente la »psicolo- gia de Ia forma (Gestalt) de la cual hemos aprendido —experi- mentalmente— que nuestras percepciones no son nunca reflejos © calcos inmediatos de lo que observamos, sino reconstrucciones mentales «enmarcadase de lo observado. CONTRADEDUCCIONES La acusacion es grave. Y uno de mis intentos de expo- nerla en toda su gravedad es ver de qué modo los acusa- dos —sean video-defensores o multimedialistas— la sx ben rebatir. La respuesta rinual es que todo hallazgo tecnolégico se ha topado con inquisidores que siempre se han equi- vocado. Pero ya hemos visto que ests sespuesta es falsa © uién maldijo el invento de la imprenta? :Quién ha condenado el telégrafo y el teléfono? La invencién de la radio deslumbré a todos. Responder invocando a inexistentes satanizadores es, pues, una respuesta vacia que evade el problema propuesto. "*Siha habido errores de previsi6n clamorosos, éstos no han sido errores en cuanto a la condena, sino en cuanto alo factible de los hhechos. Por ejemplo, Poincaré, gran fisico francés, consideraba imposible en 1905 -que las ondas de radio se propagaran mas alla dde 300 kilémetros, exactamente mientras Marconi estaba 2 punto de enviar su sefial de radio dese Cornualles en Inglaterra hasta ‘Terranova, en Canada. También Herz, el descubridor de las on- das de la radio, negé durante toda su vida la posibilidad de un te- lefono sin cables. Pero éstos son errores de prevision técnica, no de carastrofisme, How wens a continuacién, Yja he éxplicado que un progreso que es s6lo cuantitativo y que comporta una regresi6n cuali- tativa no constituye un avance en Ja acepcién positiva del término. Por tanto, Ja conclusién vuelve a ser que un «conocimiento mediante imagenes» no es un saber-en _el sentido cognoscitivo del término y que, més que di fundir el saber, erosiona los contenidos del mismo. Una tiltima respuesta posible es aceptar que Jas cri cas aqui formuladas son justas para la televisién, pero que no lo son para él nacienie mundo multimedial. Pa- saremos 2 analizar.esto 2 continuacién? * 8] SINTERNETY «CIBERNAVEGACION» zEsté, 0 estaré, superada la televisin ? Cuando hace apenas cincuenta afios de su aparicién, la televisién ya hasido declarada obsoleta. Las nuevas fronteras son In- ternety el ciberespacio, y el nuevo lema es «ser digitalesm. Elsalko es grande y la diferencia es ésta: que el televisor es.un instrumento monovalente que recibe imagenes con un espectador pasivo que lo mira, mientras que el mundo multimedia es un mundo interactivo (y, por tan- 10, de usuarios activos) y polivalente (de multiple utiliza- cién) cuya maquina es tn ordenador que recibe y trans- mite mensajes digitalizados, Entonces, zest superada la televisién? Si la compa- raci6n se establece entre maquinas, entonces la méqui- na superior es, sin duda alguna, el ordenador. Ademés, tl ordenador es una maquina mediante la cual pensa- inos/y que modifica nuestro modo de pensar, lo que no significa que el hombre comin se abalanzard sobre el “ordenador personal abandonando el tele-ver. Asi como la radio no ha sido anulada por el televisor, no hay.ra- 76n para stiponer qie la televisiGn seré anulada por In- temet. Ya que estos instrumentos ofrecen productos diferentes, esté claro que pueden estar al lado el uno Homo moess de libros como del lector de periédicos. En Espafia como en Talia, un adulto de cada dos no lee ni siquiera un It bro al afio. En Estados Unidos, entre 1970 y 1993, los dia- rics perdieron casi una cuarta parte de sus lectores. Por mds que se quiera afirmar que la culpa de este veloz des- censo es la mala calidad o la equivocada adaptacin de los periddicos a la competencia televisiva, esta explice cidn no es suficientemente aclaratoria. Nos lo aclara mas profundamerite el hecho de constatar que si en Estados Unidos la.sesién televisiva de los nticleos familiares ha | _crecido de las tres horas al dia en 19542 mds de siete horas diarias en 1994, quiere decir que después del traba- jo no queda tiempo para nada mas, Siete horas de televi- sién, mas nueve horas de trabajo (Incluyendo los erayec- tos), mas seis o siete horas para dormir, asearse y comer, suman veinticuatro horas: la jomnada estd completa, Cuentas aparte, tenemos él hecho de qué Una segunda respuesta es que lo inevitable es acep- tado. Estoy de acuerdo: la llegada de la.television y des- pués de la tecnologia multimedia es absolutamente inevitable. Pero por el hecho de ser inevitable no debe i aceptarse a ciegas. Una de las consecuencias imprevis- tas de la sociedad industrial ha sido la poluci6n, la into- xicacién del aire y del ambiente. ¥ la polucién es algo. inevitable que estamos combatiendo. Del'mismo modo, el desarrollo de la era nuclear trajo como consecuencia la bomba atémica que puede exterminarnos a todos, y esto fue inevitable; a pesar de ello, numerosas personas, estén en contra de la produccién de energia nuclear,y | todos temen ¢ intentan impedir el uso bélico del tomo y de la bomba de hidrégeno. F) progreso tecnolégico no se puede detener, pero no por ello se nos puede es- capar de las manos, ni debemos darnos por vencidos negligentemente. ‘Una tercera respuesta —la verdaderamente seria— no da, por si misma ! id La imae es que 1 eae gen dehe ser explicada: y la explicacion que se da de ella a SLADE PURI EBRSED DOSE SGBEEPORSY ficiente Si Taehte Y cuanto vengo afirmando, entender mediante ena television esinsuficiente. Sien un fururo existera conceptos y entender a través de la vista se combinan en una televisién que explicara mejor (mucho mejor), en- ss iat Seaton eee sioe o cueieene tonces el discurso sobre una integracién positiva entre Trees homo sapiens y homo videns se podra reanudar. Pero por dose eluno en eLowo. Asf pues, latesis es que el hombre ‘que lee y el hombreque Bi cahg eset yla culsara elmomento, es verdad que no bayintegraciGn, sino sus- audio-visual, dan. lugar a una sintesis armoniosa. A ello traccion y que, por tanto, el acto de ver esté atrafiande : respondo que si fuera asf, seria perfecto. La solucién la capacidad de entender. : i del problema debemos buscarla en alguna sintesis ar- Una cuarta respuesta es que —aun admitiendo que |. ______ménica- Aunque de momento los. hechos desmienten,_ _elacto de ver empobs - el ena = modo palpable, que el hombre que lee y mpliamente Compensado por la nies estén ee eae el difusién del mensaje televisivo y por su accesibilidad 2 cign entre los dos-de hecho—es una ssuma negativa» la mayorfa, Para los triunfalistas de los nuevos medios (como un juego.en el cual pierden todos) de comunicacién el saber mediante conceptos es elitis El dato de fondo es el siguiente: el hombre que lee ta, mientras que el saber por imagenes es democritico. esta decayendo répidamente, bien se trate del lector Pero este elogio es impiidico y ramposo, como aclararé del otro. No se trata, pues, de superacion, sino de prowa- gonismo. Internet, la «red de las redes» es un prodigioso instru- mento multitarea: rransmite imagenes, pero también tex: to escrito; abre al didlogo entre los usuarios que se buscan, entre ellos e interactian; y permite una profurdizacion pricticamente ilimicada en cualquier curiosidad (es como una biblioteca universal, conectada por diferentes meca- nismos). Para orientarse entre tanta abundancia; distin- gamos tres posibilidades de empleo: 1) una utilizacién estrictamente practica, 2) una utlizacién para el entrete- nimiento, y 3) una utilizacién educativo-cultural. Sobre el uso de Internet para administrar nuestros asuntos yser- vicios, la previsin es indudable: los chicos y chicas de hoy serén todos en el fururo «cibernautas practicos». Las dudas aparecen en cuanto alos restantes usos. Si Internet es entretenimiento y se utiliza como en- tretenimiento, entonces ya no es tan seguro que venza ala televisién. El punto débil de la television que cono- cemos es que «generaliza», en el sentido de que no proporciona productos suficientemente diferenciados ovia éter>. La televisidn debe oftecer productos de masa, productos que lleguen aun ptblico muy numeroso (y al que presenten mumeroses anuncis'publicitarios): Por el contrario, Internet proporciona produ: dida de diferentes intereses. Pero también la televisin seestd frapmentanda—por cable o via satélite—en-cen- tenares de camales dirigidos a-andiencias-coneréeas-Al— especializarse de este modo, la televisi6n cubrird tom " mento‘en que el bién nichos que resultarén competitives con los nichos delos Gbernautas eee ee tl sandacasing un eating esvechow Inalimente fae aad, Grows SaToH Por tanto, enlamedida en que Internet es una diver sign, un entretenimiento, la televisién resultard vence- dora entre los «perezasos»-o las personas cansadas.que prefieran el acto de mirar, mientras que Internet triun- fard entre los «activos», los que quieran dialogar y bus- car Sin embargo, el hecho de que la cantidad de aman- tes de la television sea superior o inferior al ntimero de red-dépendientes, me induce solo a observar que cada uno se entretiene a su modo. El problema es si Intemer produciré.o.no un cceci- miento cultural. En teorfa deberia ser asi, pues e! que busca conocimiento en Intemet, lo encuentra. La cues tidn es qué niimero de personas utilizarén Internet co- mo instrumento de conocimiento. El obstéculo, duran- te este largo camino, es que el nifio de tres o cuatro afios s¢ inicia con la televisiGn, Por tanto, cuando lega a Internet su interés cognoscitivo no esta sensibilizado para Ia abstraccién. ¥ ya que sin capacidad de absirac- cin no sealcanza el mundus intelligibilis, es muy probable que el saber almacenado en la red permanezca inutili- zado durante un largo:tiempo. Decia que, en teorfa, In- ternet deberfa estimular el crecimiento cultural. Pero en la prdctica puede suceder lo contrarto, desde el mo- mo videns ya esté formado cuando se enfrenta.a la red. Sin duda, Intemet nos puede ayudar a salir del aislamiento del mundus sensibilis, pero zoudn- tos lograrn esto? En lineas generdles; estoy de acuerdo com Sergio Le pri, que afirma que «Internet es uni gran mar donde na- vegar es apasionante (...] pero un mar que, después de una pequeiia travesia de algunos dias, preferimos con- que se defendié de la elevisiGn con el naroueasting ahora el proce: sose repite coma television. templario sin movernos del, puerto» (1996, pég: 22) Como instrumento practico, como un paseo a un mer cadillocallejero como un récorrido por nuestros mas Variados hobbies, Internet tiene un porvenir revolucion nario”, Como instramento cultural, de crecimiento de juestra cultura, preveo que tiene un futuro modesto ‘Los verdaderos estudiosos seguiran leyend6 libros", simiéndose de Internet para completar datos, para las bic bliografias y la informacién que anteriormente encon- traban en los diccionarios; pero dudo que se enamoren delared.. om. : § = Observa Furio Colombo: «E] Edén de jared esté.al otro lado de una cancela que se esté abriendo [...] sola- mente para unos pocos [..]- Diferentes jerarquias de cerebros manejaran los ordenadores, jugarén y expert tmentarén con ellos. Para los excluidos queda el juego interactivo [...] para llenar un inmenso tiempo libre» (1098, pag. 16). Vaqui debemes llamar la atenci6n: los spocost de Furio Colombo no son hombres de cultura: Son mas bien adictos a su trabajo, los nuevos sefores Ge los medios de comunicacién y de la nueva nomen: latura del mundo de los ordenadores, Para el hombre de cultura, la salvacién no consiste en traspasar la cane 2 cqualmente, la megarred informitica se utiliza en América Gur ae yaO aullones de horas a la semana, las mismas horas que se Pek an la television, Pero, precisamente, la mayor parte de este aeeeacc comercial y para llevar 2 cabo pequefias cuestiones de oF ‘den practic. 21 axxo podremos prescindir de los libros, observa con gran sens ves Uppers Eco. Si me conecto a Intemety voy al programa Gy \Saberg puede hacerme con toda la obra de Shakespeare: 670 for gud tendra que sacurar el ordenador con una masa de Bits Foye acge esperar dos semanas para poder imprimirio, vane Ug dolores [-] puedo comprar laedicién de Penguin’ (1896, pig. 17). E que sun tejido impalpable elaborado con nad Cows siron 4 ‘cela qué lleva al Edén de la red, sino mas bien la cance- Ja que lo protege de la avalancha de mensajes. Porque el individuo se puede asfixiar en Internet y por Inter- net Disponer de demasiada oferta hace estallar la ofex- ‘jus ys estamos inundados de mensajes, podemos llegar a ahogamos en ellos. -Afirmo-de-nuevo-que las-posibilidades-de-Internet son infinitas, para bien y para mal. Son y serdn positivas ‘cuando el usuario utilice el instrumento para adquir informacién y conocimientos, es decir, cuandose mue- vapor.genuinos intereses intelectuales, por ¢l. deseo. de sabery'de entender: Pero la mayoria de los usuarios de Intemet no es, ¥ preveo que no seré, de esta clase. La paidéia del video hard pasar a Internet a analfabetos cu turales que ripidamente olvidardn lo poco que apren- dieron en Ja escuela y, por tanto, analfabetos culturales que matarn su tiempo libre en Internet, en compafita de «almas gemelas» deportivas, eroticas, o de pequefios Ihnbhies, Para este tipo de usuario, Internet es sobre todo tun terrific way to waste time, un espléndide modo de per- der el tiempo, invirtiéndolo en futilidades*. Se pensa- ra que esto no tiene nada de malo. Es verdad, pero tam- poco hay nada bueno. ¥, por supuesto, no representa progreso alguno, sino todo lo contrario*. : Pero el objetivo final no es Internet; ¢s el «cibermun- do» profetizado y promovido, mas que por cualquier = La Fase en ingiés es de Cifford Stoll (1996), un asténomo de Berkeley experto en seguridad de los ordenadores, que después de hos de Intemet-mania ahora declara que Internet. no es otra cose ‘yun miserable sus tuto de la vida fsiea. Como es evidente, Stoll ha dejado de usar el teclado ye! ratSn, Esto le puede suceder a muchas personas, arbasino (1995-1996, pig. 74) se pregunta: «/Las inmensas a eee ee nes are ret t 1 Howe ess te, T.S. Eliot lo describfa como un lugar en el cual nada se conecta con nada, Con. el mismo criterio la légica circular es un infierno (légico) Esperanzas aparte, mi pronéstico es que la televi- sion seguird siendo el centro —en detrimento de la ci- Dbemavegacion y de sus sirenas—y dame asimismo, en 1a consideracién de que la television no ene techo. En 1992 ya existfan en el mundo un mi- lion de millones de televisores. Si excluimos a los mar- ginados ya los que realmente se mueren de hambre, la television cubre, adonde llega, casi el cien por cien de las casas, En cambio, para los demés inventos, hay un techo. Internet produce saturacion %, y «ver pasiva- mente» es mas facil y mas cémodo que el acto de «ver activamente» de las navegaciones cibeméticas. Sin contar que, como ya he éxplicado, la television nos” muestra una realidad que nos ataiie de verdad, mien- tras que el cibermundo nos ensefia imagenes imagina- rias. Vivir en el ciberespacio es como vivir s6lo de Star Trek y de peliculas de ciencia ficci6n. :Todo el dia y to- dos los dias? Qué aburrido. tiempo colectivo y diferenciado, general v especifico {..] es una inteligencia distribuida por todo el mundo». La cuesdén esti en ese «permites, Es verdad que la cibernaitica permite el «creci- miento» de una inteligencia ariculada v difundida, Pero tambien permite ¢l crecimiento de una difundida estupidez instalada en wn magma indiferenciado. Las posibilidades son numerosas. Entre permitir yactuar esta de por medio el mar. Yel concepto de lo posi ble (de Negroponte) que seduce 2 Ferraro ami me parece enor ‘memente improbable, Bien entendido, la Internet que produce saturacién es'la del | didlogo interactive. Ya he dicho que como instrumento de waba- jo, Internet es uilisima, En su udlizacién prictica, Internet no se | maduce en saturacién, sino, por el contrario, supone simplifies cién de los problemas de Ja vida cotidiana. 7 “Podia ser que mi previsién sobre el centralismo de la televisén resultara equivocada ®, Es posible, por ejem- ‘plo, que yo infravalore Ja importancia de una comunica- ci6n activa e interactiva®’. Incluso sis asf, los problemas que he destacado siguen siendo los mismos. Por tanto, contimia siendo verdad que hacia finales del siglo xx, el homo sapiens ha énirado en erigig, Una Crisis de pérdida de conocimiento y de capacidad de saber. Tengo que dejar claro que esta cuestion es vilida también en ‘cuanto a radio. Elhecho de que una television deficiente, 0 un ex ‘eso de televsiGn, pueda aporsar grandes grupos de pilblicoa la r= dig (como extd sucediend en Iulia) no deja sin efecto el problema dela huella que puede dejar en el proceso de formacién del nif. Tal ver porque las interacciones en la red son sélo un palido sustiruto de las interacciones cara’ cara. es decir, de las interaccio~ hes primarias. Intercambiarse mensajes mediance un ordenador nos deja siempre solos ante un teciado. et to autor por Nicholas Negroponte- Ensure Bema | neray en un extemo, un sendmiente de posencs Se do digital (1995), el nuevo paso del progreso s° Fesurit nado y frustrado, y en el extremo opuesto, un puiblico asiren el mundo digital, el que recibe puede elaborarla de etemnos nifios sofiadores que transcurren.toda lavida informacion «resetedndola» como quiera, con lo que ea en mundos imaginarios. 1a facilidad dela era digital control formal sobre el mensaje se individualiza, se hace dde la dros faye, Consigue; asi, una «cibernavegacién» —muly visual "Terminar Gigeneracionales» y visualizada— en las lamadas realidaces virtuales, én yen el eibermundo? Espero que 20. “Negroponte es real- qina casi infinita descomposicién y recomposicion (en- vente el-aprendiz de brujo del posipensamiento, En el samblaje) de imagenes, formas y figures ™ fnundo que él promueve y elogia, es la maquina la que No niego que la navegacién en lo virtual —que ¢s Jo hace todo. El finge que no es asi contindonos que el como decir en las simulaciones— puede ser enorme- mundo multimedia-cibernético es un mundo gobema- mente esdroulante. Los que proyectan formas aerodi do por una «l6gica cizcular» sin centro alguno (ya no es némicas, por ejemplo, «simulan» desde hace muchas un mundo gobernado por tuna logica lineal y de conca- décadas, y tal vez el evangelio de Negroponte roba la tepacién causal) : jdea —difundiéndola a millones de personas— @ los "suena bien, pero no significa nada. Porque «légica especialistas que han empleado vécnicas de simulacién circular» es sélo una metéfora, perorcomo légica no eae desde que disponen de procesadores. Sea como fuere, te. Lalogica establece las regles del pensamiento ees ava oe comunes morales Ia aavegecion ibernésica es _ (Gagan son replas de concatenacién decuctva.n0 Bolo una especie de video-juego. ¥ si toman est nave- ee cenanian cateal) la nocion de contro < woe pa icnasado en sero los bermauasscamunes> | ~ cealp logis oaiTes nocone de derecha e izquievda Corzen el riesgo de perder el sentido de la realidad. es pertenecef a las matematicas. Por tanto, la «circular Ged, los limites entre lo verdadero yo falso, entre lo) dad de Negroponte evoca s6lo un ciimulo de dispara- texistente yo imaginario. Para ellos todo se convierte en tes, Ba uno de sus comentarios al areca ae (ssi tampa y manipulacién y todo puede ser manipulado y ae falseado. Pero como las ‘realidades virtuales son juegos S El émnino es de Luis Rossetto, otro gurii de la medialidad ele Gque no denen probabilidades de convertise en real Tater ax una abreviacion de digital generation, qaaaes cae Sebes materiales, el negropontismo puede legar 2 ge a Ud goneracion (como eseiben Calvo-Platero y Calamandrel | 1905, pg. 8) cupo lenguaje sconsce ea “hipertesto, compre: siondy datos-amplinudde banda y bites" yqueseencuentramuy — “guste wen ef mundo viral, en ese mundo cidimensional erea- gran masa de informaciones ventajosas, no cansporte también dis por un ordenador en el que te muevesllevando una mascara y tina gran cantidad de necedades que no son aivertdas ni les quantes especiales ma gran cana 45 mean cecsepecrscsevdeme, |S ae En ee Stasmlopes de un modo nee Se er ee tka acini de meme Elrgemino tecnico & morphing una técnica que permite transfor” dicimwlgenela[-] Lainteigencia coleceva que se ‘uesarrola nel "i emino nic ma ee gonesceesalguer oye. | Cherapaco eu prose de ecient gue logs eral mare Laopmnion TELEDIRIGIDA 1, VipgoPOLitica La television se caracteriza por una cosa: enmretiens, relaja y divierte. Como decia anteriormente, cultiva al homo ludens, pero la televisin invade toda nuestra vida, se afirma incluso como un demiurgo. Después de ha- ber «formado» 2 los nifios contintia formando, o de al- gain modo, influenciando a los adultos por medio de la “nformaciéns. En primer lugar, les informa de not- Giag {mas que de nociones). es decir, proporciona noti- cias de lo que acontece en e] mundo, por lejano 0 cer- cano que sea. La mavoria de estas noticias terminan por ser deportivas, 0 sobre sucesos, 0 sobre asuntos del co- raz6n (0 lacrimégenas) 0 sobre diferentes catéstrofes. Lo que no es ébice para que las noticias de mayor re- percusién, de mayor importancia objetiva, sean las que tratan de informacion politica, las informaciones so- bre la polis (nuestra o ajena). Saber de politica esim- portante aunque a muchos no les importe, porque la. i Jona toda nuestra vida y nuestra convi- vencia, La ciudad perversa nos encarcela, nos hace po- Go o nada libres; y la mala politica —que obviamente incluye la politica econémica— nos empobrece. (gf: Sartori, 1993, pags. 313-816) 26i pues, el técmino.video-palitca (tal ver acuitado por mi!) hace referencia sélo a uno de los miltiples as- pectos del poder del video: su incidenciaen Jos procesos politicos, y con ello una radical transformacién de cémo Oliticoss y de cémo «gestionar la palitica». Enten- demos que la video-politica no caracteriza sdlo als de- mocracia, Fl poder de la imagen estd también a disposi- Gin de las dictaduras. Pero en el presente trabajo me ocuparé tinicamente de la video-politica en los sistemas liberal-democrdticos, es decir, en los sisternas basados en elecciones libres. La democracia ha sido definida con frecuencia camo un gobiemo de opinién (por ejemplo, Dicey, 1914, yLo- well, 1926) y esta definicién se adapta perfectamente a la aparicién de la video-politica. Actualmente, el pueblo soberano ue sucede dia'a dia [giomo per gio). Pero lo que lla- |°-* mamos propiamente informacion de masas se desarro- 1°? “a con Ja aparidién dela radiofonia. El periédico excluye ¢0 ipso.al analfabeto que no lo puede leer, mientras que Ialocuci6n de la radio llega también a los que no saben jeer ni escribir. A esta extensiOn cuantitativa le puede _ corresponder un empobrecimiento cualitativo (pero no cuarido la comparacién se realiza con las publicaciones de contenido exclusivamente escandoloso, como los ta bloides). Pero siempre existird una diferencia entre el [> “periodico y ta radio: .6mo la radio hablattambién para | Ios que no len, debe simplificar més y debe ser mas bre- ve,al menos en los noticiarios. Aun asi se puede decir que la radio complementaal periédico. la television? Admitamos que la televisi6n infor- ma todavia mas que la radio, en el sentido de que llega auna audiencia atin més amplia. Pero la progresién se detiene en este punto. Parque Ia televisién da menasin- formaciones que cualquier otro instrumento de infor- macién. Ademis, con la televisién cambia radicalmen- te el criterio de seleccién de las informaciones o entre Jas informaciones. La informacién que cuenta es la quese puede filmar mejor; y si no hay filmacién no hay ni siquiera noticia, y, asi pues, la noticia no se ofrece, puss.ne es «video-digna». Por tanto, la fuerza de la television —la fuerza de hablar por medio de imagenes— representa un pro- blema. Los periédicos y la radio no tienen el problema de gener que estar en el lugar de los hechos. Por el contra Tio, la televisién si lo dene; pero lo tiene hasta cierto | punto. No hay y no habia ninguna necesidad de exage- rary no todas les noticias tienen que ir obligatoriamen- te acompafiadas de imagenes. La cuestin de estar en ellugar de los hechos es, en parte, un problema que se ha creado la propia televisién (y que le ayuda a crecer exageradamente)"_ Ain recordamos que durante algiin tiempo los not ciarios de televisién eran fundamentalmente lecturas de estudio. Pero después alguien descubrié que la misi6n, eldeber, dela televisidn es «mostrar» las cosas de las que se habla. Y este descubrimiento sefiala el inicio de la de- generacion de la television. Porque éste fre el hecho que ha «aldeanizadoy Ie televisidn en un sentido completa- mente opuesto al que se referfa McLuhan: en el sentido de que limita la televisin a lo cercano (a las aldeas cer canas) y deja al-margen las localidades y los paises pro- blematicos 0 alos que cuesta demasiado llegar con un equipo de televisién. Todo el mundo habrd observado que en la television ahora son cada vez més abundanies las noticias locales y nacionales y cada vez més escasas las noticias internacio- ales. Lo peor de todo es que el principio establecido de que la television siempre tiene que «mostrar, convierte enun imperativo el hecho de tener siempre imagenes de todo lo que se habla, Jo cual se traduce en una inflacién de imagenes vulgares, es decir, de acontecimientos tan insignificances. como ridiculamente exagerados. En It lia han exhibido centenares de veces —para ilustrar las investigaciones dela operacién anti-mafia Manos limpias— las imagenes de las cajas de seguridad de un banco, y siempre era el mismo banco (que ademas no tena nin- ‘guna relaciérrcorrioshechos que se contaban);Dosalo- cadas nifias, de 13 6 14 aos, se escapan de su casa, yla " Laley de Parkinson» (Parkinson, 1957), que prevé el crecimien- toantomético de las burocracias independientemente de cualquier necesidad objetiva, s6lo por mecanismos intemnos de proliferacién- se aplica exactamente al aumento del personal de a television. televisién convierte el hecho en una novela de suspense sobre un erapto via Internet». Lanza entrevistadores a 10- das partes, se desplaza a Madrid, y de este modo animaré a otras nifias a escapar de sus casas. Y vemos sin descanso imagenes de puersas, ventanas, calles, automériles (que en general son de archivo) destinadas a Ilenar el vacio de jenidsas misiones igualmente fallidas. Cuando todo va bien, se nos cuentan las elecciones en Inglaterra o en Alemania répidamente, en 30 se- gundos. Después de esto llegan unas imagenes de un pueblecito que deben justificar su coste permanecien- Go en onda 26.3 minutos; unas imagenes de alguna historia lacrimégena (la madre que ha perdido a su hi- ja entre la multitud) o truculenta (sobre algiin asesina- to), cuyo valor informativo o formativo de la opinién es virtualmente cezo. Los noticiarios de nuestra televi- sién actual emplean 20 minutos de su media hora de duracién’ en saturamnos de trivialidades y de noticias que sdlo existen porque se deciden y se inventan en la rebotica de los noticiarios. Anformacién? Si, también la noticia de la muerte de una gallina aplastada por un derrambamiento se puede lamar informacion. Pero nunca sera digna de mencién "= [a Obligacidiy de «mostrar genera el deseo o laexi- gencia de «mostrarse». Esto produce el pseudo-aconteci- miento, el hecho gue acontece slo porque hay una ci mara que 1o esta rodando, y que, de otro modo, no __tendria lugaz, El pseudo-acontecimiento es, pues, un. ‘evento prefabricado para la television y por la televi- sidn. A veces ésta fabricacion esta justificada, pero aun asi, no deja dé ser algo «falso» expuesto a serios abuso: y facilmenté queda como verdadera desinformacién. La cuestin és, insisto, que la produccién de pseudo- jéntos 0 el hecho de caer en lo trivial e insig- S Hono wns sificante no se debé's ninguna necesidad objetiva, a nin- igin imperativo tecnolégico, En Francia, en Inglaterray nes (sino las tienen). El: tra televisién se debe f nte — qiié tiene an niveliny fesional muy bajo. La informacion televisiva se podria organizar mucho mejor. Aclarado esto, es verdad que la fuerza de la imagen esi. ena propia imagen. Para hacernos una idea, basta com- -parar la informacién escrita del periédico’¢on ta infor” maci6n visual de Ja television. El hombre de la culturd escrita y, por tanto, de la era de los periédicos le‘a, por ejemplo, alrededor de quin- ce acontecimientos diarios significativos —nacionales o internacionales— y por regla general cada aconteci- miento se desarrollaba en una columna del periédico. Este noticiario se reduce al menos 2 la mitad en los tele- diarios; y con tiempos que a su vez descienden 2162 minutos. La reducciéa-compresién es ¢ loque desaparece en ¢sa compresign es el encuadre del pro- blema al que se refieren las imagenes. Porque ya sabe mos que la imagen es enemiga di al que ha descendidc entalmente a un person: la abstracci6n, mien tras que explicar es desarrollar un discurso abstracto. Ya he dicho en otras ocasiones que los problemas no son «visibles». Lo que podemos ver en la televisin es lo que «muever Jos sentimientos y las emociones: asesina- tos, violencia, disparos, arrestos, protestas, lamentos; ¥ en otro orden de cosas: terremotos, incendios, alavio nese incidentes varios, En suma, Jovisible nos aprisiona en Jo visible Para el hombre que puede ver (yya estd), Jo.queno ve no existe. Laamputacion es inmensa, y empéora a causa del por qué y del como la televisidn elige ese detalle visible, entre + f= > Ena segunda parte hemos examinado los efectos de fondo ela video-politica y, sobre todo, su incidencia en la formacion de la opinién publica, Quedan por exami nardos aspectos concretos: su incidencia electoral y su incidencia en.el modo de gobernar. ‘Ya en los tiempos en los que slo habia periédicos, la pregunta era: gen qué medida influye el periddico en la decisin de los electores? Es dificil saberlo. Normaimen- te, respondemos con pruebas indirectas. Por ejemplo, que la mayorfa de los periédicos, 0 los periédicos mas importantes, han apoyado a candidatos y partidos que no han ganado. En Italia, la prensa de las «regiones ro- jas» de la postguerra (el Resto del Carlino en Bolonia y La ‘Nazione en Florencia) era anticomunista, y los comunis- tas arrasaban en Jas elecciones. 2s ésta una prueba de que ja influencia es escasa? Seguramente, no. Para me- dir de verdad la influencia electoral de los periddicos se necesitarian «contrafactuales», es decir la ausencia de periddicos, o bien relaciones de fuerza invertidas entre Jos periédicos. Por ejemplo, gsin La Nazione el voto co- munista en Toscana hubiera sido el que fue o hubier aumentado, supongamos, al 65 por ciento? <¥ si en lu Hono woes gar de Le Nazione hubiera sido el diario Unitd el que vendiera en Toscana 350.000 ejemplares, el Partido Co- munista ltaliano habria obtenido aque! 65 por ciento, 0 habria aumentado al 75 por ciento? Estas preguntas no tienen una respuesta porque la hipétesis «si x no hubie- rasido asi, entonces» no es vérificable. El problema de la television es andlogo: nos falta, de- cfamos, el «contrafactual», En algunos casos es préctica. mente seguro que la influencia de la television es decisi- va, En una investigacidn experimental Iyengar y Kinder distinguen entre el poder de los noticiarios televisivos para «dirigir la atencién del ptiblico (agenda setting)» y el poder de «definir los criterios que informan la capa- cidad de enjuiciar (priming)» y para ambos casos con- Gluyen que «las noticias televisivas influyen de un modo decisivo en las prioridades atribuidas por las personas a los problemas nacionales y las consideraciones segiin Jas cuales valoran a los dirigentes politicos» (1987, pag. 117) |. El caso de Estidos Unidos es, sin embargo, bas- tante simple, Cuamo de cada cinco americanos decla. _Fan que votait en funcién de To qué aprenden ante Ia ‘"Pantalla, Son, con toda probabilidad, p “Teen periddico alguno; ¥ como en Estados Unidos fos partidos son muy débiles'y lds emisoras de radio'son to- das locales y dan_poqisisimnas noticias politicas, pode- mos deducir las cOnclusiones répidamente, Pero en Eve ropa, los periédicos v los part _que puede equilibrar Ia influencia dela televisisn y. por } Mientras la nociGn de agenda setingse usliza normalmente, la no- ign de priming (que envpintura es poner ia base de un bamiz) ha si do acufiada por ellos: Ycomo de sus experimentos deducer: que el priming, poner la base, es. decisivo, se concluye que «las:noticias ofrecidas en celevsin tienen la capacidad de modificar los indices, estindar de valoracione del publico, 106 tanto, el célculo de la influencia es dificil de realizar. De todos modos, por regla general. la televisiGn influye mas cuanto menor son las fuezas contrarias en juego, y espe- cialmenie cuanto més débil es el periddico, o cuanto més débil es la canalizacién partidista de la opinién publica Lo que podemos calcular es sobre todo la variacién de las intenciones de voto en el transcurso de las cam- patias electorales. Por ejemplo, en las elecciones italia mas de 1994 Luca Ricolfi calculé (entrevistando cada quince dfas_a una muestra) que la television habia des- plazado hacia la derecha més de seis millones de votos. |. Yaunque éste sea un-desplazamiento maximo, son mu- | chos los que consideran que tres o cuatro millones de nuestros electores estan tele-guiados. Quede claro que en este tema una explicaci6n estrictamente monocausal ~ no se mantiene casi nunca; pero si nos limitamos a las variaciones de las intenciones de wusible que en este sentido la influencia de la televisién sea decisiva. Por otra parte, tenemos el hecho de que esta meci- cién excluyea los queno cambian el voto, es decir, a ma- yoria del electorado: ¢Por qué no lo cambia? Probable- mente porque, dada una multiplicidad de Hamamientos diferentes, contrarios, las incitaciones de los medios de informacién se neutralizan. Pero esto no es una prueba de que.no haya influencia; y ya estamos de nuevo en el gil terreno de la biisqueda de indicios. No obstante, no nos debemos limitar a analizar cun- to incidelatelevisin-en el voto. Los efecias de la video~ politica tienen. un amplio alcance. Uno de estos efectos es, seguramente, que la televisiOn personaliza las eleccio~ En la.pantalla vemos personas y no programas de s personas. constrefiidas a hablar con cuentago- tas. En. definitiva, la televisién nos propone personas (que algunas.veces hablan),en lugar de discursos (sin perso- ———Frenciales y Mussolini-con-una tet6rica lapidaria; mie Honors nas). Damos por hecho'que-el maximo lider, como dec. mos hoy, puede emerger de todos modos, incluso sin te- levisin. En sus tiempos, Hitler, Mussolini y Perén se las arreglaron perfectamente con la radio, los noticiarios proyectados en los cines y los comicios. La diferencia es que Hitler magnetizaba con sus discursos histéricos y to sajes es el mensaje. Es e] mensaje mismo en el sentido de que si. analizamosio que dice; descubrimos que «iosmedios de ss \guajes ambiguos [ ten a cada grupo buscar en.ello [...] lo que quiere en-

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