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CAPITULO VII DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTOS NATURALES Y SOBRENATURALES * re-de tendencias y nociones sobren: Durante algiin tiempo se pens6 que en las sociedades pri las ideas 5 a la causa to de las enfermedades eran exclusivamente migico-rei entre los primitivos pueden ‘stir también causas Lsstar sometidas a trdtamientos racionales , condujo a al ‘ores a 1a conclusién més bien prematura de que no hal rencia en absoluto entre la medicina cient “mitiva, siendo ambas una mezcla de magic de un problema de cuslidades y_potenci de cantidades relativas, de gradacién e cienzudo de la medi ferencias muy sig ¥ posee un cardcter hol rio* que ha perdido la medicina en nuestra sociedad, rales ivan, en el Bull. Hist, Med. 19, que respecta a las proporciones entre los conceptos y métodos ra- Cionales y sobrenaturales, parece que la medicina primitiva es fun- iosa, utiliza unas pocos elementos ra- que nuestra medicina es predominantemente ra- 2, empleando unos pocos elementos mdgit ‘ltima afirmacidn, parece datos sobre enfermedades datos reunidos ides. Los métodos etnogréficos han ese periodo, y mientras que hechos im- Portantes relacionados con este problema conereto pueden féci ‘mente haber sido pasados por alto por los primeros etnégrafos, hecho de que hayan sido controvertidos desde alrededor de 1910 hhace que tales deficiencias sean menores por lo que se refiere a muchos datos de campo recientes. CAUSAS DE ENFERMEDAD Aunque parece establecido que 1a mayorfa de las tribus re- conoce por lo menos algunas enfermedades o accidentes causados por fuerzas no sobrenaturales, con nuestros conocimientos actuales 4 pesar de eso no se puede asegurar que algunas tribus ignoren el concepto de enfermedades o accidentes naturales. Nos parece sim- plemente inrelevante que africanistas de la experiencia y peispi- acia de Albert Schweitzer 0B. Gutmann’, digen que en su aréa de observacién no existen causas naturales de enfermedad, 0 cuan- an que para los barundi’ y los todas las enfermedades staba casi seguro de que los ian la afirmacién rotunda de Koch-Gruenberg de que para Jos taulipang y todas las tribus de Sudamérica la en- fermedad la causan 0 ¥, los camarokoto mencio- aban causas naturales de enfermedad”. Fejos informa de que entre Jos yagua, sélo se consideran naturales las muertes violentas ¥ las enfermedades como el in estudio parecido 4e los datos sobre los esquimales™ no revelé ni una sola alusiGn Ver mids arriba ‘4 causas naturales de enfermedad. Tampoco se pueden olvidar los siguientes datos sobre Oceania: Toda enfermedad padecimiento, ya sea Dontocigorot es causada por un ato. (espir los causa de’ toda enfermedad y pot entemmedad muerte. prod ‘Andaman) ". Se atribuyen ‘de cualquier tips, del més igna de un enemigo, ya t smpoco el que. atribuyan’@ bru © lo les hace quedarse. quictes ante su embestita, tun giro alarmante. Si ‘enfermedades y su nemos “que re. estd presente como parti de la petologia y la’ medicina d Hrdlicka ® afirma que los indios reconocen que ser causada por la exposicién al frfo y Ia veje omas_podrian sobrenaturales, y toda enfermedad grave y prolongada atribuirse ellos. Opler, que ha prestado atencién recientemente a la medicina de los apaches y chiricagues, también afirma que cuando le enfer- medad no responde a los remedios vegetales 0 a las decocciones radas ritualmente, se atribuye su origen a espiritus animales espfritus ancestrales y Ia violaciGn d rujeria ocasiona © @ hechiceria*. Sobre las causas de la enfermedad dice ®: Ja mayorfa de las enfermedades ‘como la en- fermedad del suefo, la viruela, epilepsia, clefantiasis, gonorrea, le es verdad que In mayoria de las ceremoniss se refieren grafia, dolor de muclas, etc.). Las pequefias fiebres como i ws enferiedades dor rea y igos i fos por buenos Las enfermedades de la piel y os accidentes evienen por si mis: js. 0 por Tiesg0 mos». Una cuarta categoria es 12 de las enfermedades importadas cedades avanzadas tienen. sus. achagues ae por los blancos™. Los pangwes conocen enfermedades producidas fa, dioses culturales y causas naturales. Los hot iados muy cuidadosamente por les son slo una de las seis ca- iendo el resto sobrenaturales ®, las causas ‘natu ‘como enfermedades naturales tegor de enfermedad, : las heridas y el reumatismo. A pesar de ello, los manos parecen explicar més enf a cinco diferentes agentes sobrenaturales *, Entre los indios thomp- recursos naturales que la mayoria de los otros pri son, la enfermedad la causan factores naturales, el descuido de ciet- enumera como de otigen natural Ia frambesfa, muy € Iagas de Ios dedos del causadas por moscas; la urticaria, pro- icadura de abejas; la mordedura de ser- por comer démasiado yel dolor de muelas™, , pero pone de relieve I de accidentes puede ref ®, Mucho antes de Ronald Ross, parecen haber in entre el pal los mosquitos. Sin em- argo, el escroto elefant Usan amuletos, y la mordedura de escorpiones I de madres de’ gemelos. Concluiremos nuestra revisién con algunos datos de Oct Ya Codrington informé respecto a Melanesia: ismo modelo Io mani los bagesu, basabei, busorga, banyakole® rara vez atribuyen a excepto en los casos de vejez, envenenar solacién. Lindblom da para los akamba t os esy y las causas naturales. «Esta tltima causa sin embargo parece ser considerada la menos corriet Feconocen seis cavsas sobrenaturales de enfermedad, Dan una insolacién *. Los ubena cor ' pequefias dolencias, como resfriados y toses, ns equa febres, pero las enfermedades fantesmes fisbe"y se consideran naturales los diviesos, cortes, resfriados y costras de la sarna, Pero incluso un dolor de cabeza 0 de muelas puede ser causado por los espiritus ancestrales 0 por brujeria ®. Los paptas de Kiwai reconocen causas naturales de en- fermedad tanto como la brujerfa y los es %. Entre los manua plicacién natural ‘como algo normal el dolor de cabeza y graves incurables son diferentes y se atribuyen a la bruj . 178, 1910, ® Codrington, p. ® Spencer, p. 20, » Landimnin, pe 2 ae _ 143. is, enfermedades venéreas, paludismo, filariasis, fram- imentos envenenados, insoisci6n, enfermedades de la ¥ Jas importadas por los blancos (entre los jibaros los baja Y ontong Java). Podemos afiadir al segundo grupo (enfermedades ales) las enfermedades de 10s nifios: las Gnicas dos em no atribuidas entre Jos zande a la hechiceria son con frecuencia enfermedades infantiles *, «Los manu consideran las em. fermedades de los nilios con gran *. Los hill dama* ¥ los dobu excepttian de Ia causalidad sobrenatural las enferme- le comer pescado po- de la exposicién a las inclemencias del tiempo naturales, La dra. Mead” no s trodujo o no el contacto con los ea derivan si esta bukena de espititus y de la bi prin respi de estas causas naturales enorme do: y la mayorfa de las causas de enfermedad dades tadas por los blancos. Para esta act ‘al mismo» “, En Ontong Java, los 29 ‘muertos traen dos ex los salvajes son demasiado casi todas las enfermedades. La p es el palu- = en su presencia de br dismo,, que ae, introdujo fave sadn Malekuila todas médico mégico tradicional es tan rigido que es las enfermedades, excepta las que se derivan de la Yejee y lac fen ‘nuevos fendmencs, En parte también, las enfermedades importadas Fidas, se deben a brujeria o @ la venganza de los faniasmas ®, se han hecho tan frecuentes que se explican junto con I «Los kwoma ereen que toda enfermedad grave es causada por bru, segundo (las enfermedades habi Por lo que a jerian (no sélo el paludismo, la filariasis y Ie wuberculose, eo fiere, su carécter hab Jas dota de una mayor también los accidents). Seguin Warner, P at nos atribuyan le enfermedad y la muerte a una causa terpretacin sobrenaty hay otra posible e» llamado Ia atencién al hecho de que ellas no son consideradas de origen gan por regla general la px regla general de ser enfermedades. ibus estudiadas encontré que no de lo que parece a primera . A esta lista habria que afiadir por de campo. Los gusanos intestinales, . La lista de tribus que crcen entre Jos tonga que los creen nec mente en la muerte natural por vejez es mucho fale corte frambesia primaria y secundaria esté tan extendida entre los manos (cuatro) y podrfe extenderse por ejemplo a los ba-venda®, las gen- que ellos dicen: «jOh! Esto no es una enfermedad, todo tes de Lesu®, los malekula® y los de Fidji* El no creer en la. +—*'a tiene» ®. Para citar més ejemplos de ects muerte natural es sélo una variante del concepto exclusivamente al Africa salvaje. Al inv sobrenatural de enfermedad, y al ser la muerte incluso més mis- Paludismo en el valle teriosa y dramética que la enfermedad, no es extrafio que las ideas era totalmente endémico, naturalisticas sean mds escasas en esta situacién particular. Por muchos como una enfermedad ®. No debemos olvidar qu lag enfermedades antes Rencionadas con- enfermedad mental, e incluso la corporal, es definida primariamente ideradas por los primitives como naturales, destacan tres grupos; o por su naturaleza sino por la sociedad *. E / Cuando exeminam las muy habituales (ve- (Sa0 Paulo), 29, 712, 1945] ha publicado reci las enfermedad. uy is (resfriados) fermedades muy ligeras (resfria plo muy gréfico de este hecho, La pinta (espiroqu % Los primeros informes sobre res de cab tchard, p. 478, 1957, 7 yet también Forde, p, 185, 1950-31, . 299, 1928. es Jo més comtn entre Ios anatémicamente enfermo y normales, mientras que se les considera como pé del matrimonio, los pocos normeles en sentido biolégico l6gicos hasta el punto de ser excluidos METODOS DE TRATAMIENTO RACIONAL La mayoria de los datos sobre el tratamiento de las monografias etnogréficas generales consisten en listas de drogas u otras téc- nicas empleadas, en listas de enfermedades a las que se aplican, ¥ de afirmaciones sobre los posibles efectos objetivos que tales medidas ejercen. Es obvio que tales descripciones, por valiosas ‘omiten precisamente los aspectos necesarios para nuestra deuéles son las ideas subyacentes en estas acciones ¥ bajo qué circunstancias (con o sin ritual) se rea- izan? Podemos afirmar a este respecto que el conccimiento de cficaz, medida terapéutica, utilizada fécilmente reemplazarse por otra inefi ional, puede nales tienen otras pi des de desarrollo que basadas en ideas sobrenaturales. Un panorama clato de la exis tencia de medidas terapé oseurecido por ternos, pero incorpo- Y, comenzaron a coer. por rafios remedios vegetales®, Otro obstéculo son las terminol6gicas: Alunes de, sus medicines son pors magia, sin otra funcién que de" protgele dein enfermotat © def’ cdlanidad ta pon arde proporcionaremos numerosos ejemplos de métodos mégicos malinterpretados como racionales. Pero también puede ccurrir exactamente lo contrario (y esta falsa intexpretacién es co- tos hechos posee algo més que un mero interés tedrico, Una droga rriente en otros campos en Ia evaluacién de Ia medicina del si glo xvi): un método terapéutico fundamentalments en una tribu dada, 0 que ‘que no sea interpretada . La medicina en el Sur ecoger un puftado de hojas de jo? En gué punto emo leo | sin duda ta falta: de tra (materia mé de tratami p. 499, 1937, 7 igeon,p. X, 1942: Bonde, p, 152, 1925, s acerca de las 1, los salvajes no. son nece- sariamente més coherentes que nosotros. Los mafulu (Nueva Gui- nea) creen que la mayor parte de las enfermedades son de sobrenatural, pero tienen muy pocos tratamientos sobrenaturales *, ser nada excepto ui envenenami le que los hechiceros _cuéles son las sustancies venenosas ®, La total de remedios que no vayan acompafiados de aspectos sobrenatural sin embargo, so- lamente, de una —" Hrdlicka, por ccaseros de los hal noren totalmente Sudoccidentales”. Opler jerto nimero de férmacos dems de Jos sigulentes tatamentos: sangria en cso de brea y grasa para la congelac los edrganos desplazados», un braguero de piel de macho cabrio para la her calor contre el reumatismo y el dolor de muelas™. los acoma® realizan tratamientos empiricos, Harley, en un excelente libro sobre la medi de Liberia, describe Ia secuencia del tratamiento (ver también Ia clta de Roscoe en el préximo apartado). En primer luger, re- medios casetos racionales aplicados por los far del enfermo. Después se icina). Ambos ‘ima instan- emplean métodos recionales y sobrenaturales. Sélo en. 2 cias se hace venir a un adivino para encontrar al brujo culpable Harley escribe un Iargo capitulo sobre los métodos racionales y al tabular los resultados concluye que, de 99 situaciones patol6gicas, 532 reciben tratamientos puramente racionales, y 13. tratamientos puramente sobrenaturales", Las enfermedades tratadas de | tacional son, en su mayoria, aqi Las que se tratan de modo’preferentemente mégi las enfermedades graves y crOnicas, 0 bien las que aparecen de modo s Tos tanala aman al hombre-medicina sélo en casos graves. Gutmann, p. 165, 1909; Talbot, I, p- 162, ional en‘medicina. Merker da una de 500 plantas medicinales que complementan sus plegarias y 8 en caso de enfermedad *, 3s sinnaugolo de Nueva Guinea consultan a s6lo cuando he fallado el trat y-abortivos que pertenecen de adas por si solas mégicos de expulsi6n y aplaca- wes y no se emplean con fi ‘cuencia™. Los hi 8 d’Entrecasteaux poseen ‘gunos remedios simples, aunque en general recurren a Entre los ontong de Java las quemaduras, contusiones, las tenias, el paludismo y las torceduras estén exentos de tratamiento ceremo. _sial”. Los manua poseen medicinas sobrena Tronic eettud fijada a ta tradicién de la me: general, desfavorable al empleo de métodos de ensayo y error. Bero 4x ocasiones se conoce Ia prueba y rechano de finsacos nelionees (Evans Pritchard, 1937, p. 495; Grinnell, 1925, II, p. 167). Est ‘Puede hacerse incluso con los encantamientos (Liriton, 1933, p. 202), Los manos suelen pasarse las medicinas de padres a hijos, Pero a veces se adquiere alguna nueva mediante un suefio, y sélo se conservan las que son eficaces; esto podria considerarse también ‘como un método de ensayo y error (Harley, 1941, p. 37). aunque no son muy Lo RACIONAL Y LO HABITUAL EN LA MEDICINA PRIMITIVA Los datos que bable encontrar expl ter 10s parecen demostrar que es més pro- jones naturales de la enfermedad y tra is los casos en que los pueblos itivos se encuentran con una dolencia Ieve y utilizan remedios aseros. En tales casos, el modo de actuacién es similar al existente © Linton, p. 225, 1953. & Me pargdojas» del presente oh : i 4 sfrimos lo que denominamos sola- dicién determina algunos actos casi auto en ciertas:situa- La diferencia fundamental es que cuando ciones que en conjunto no son lo suficientemente importantes para | fe en una enfermedad los pueblos ‘laborar teorlas, Si se diera una explicacién, lo més probebie es a la magia, mientras ‘que fuera de tipo mégico, de acuerdo con la filosofia general de la 0. Ya Rivers se pre- tribu (Ver las citas de Evans-Pritchard en el apertado sobre las apropiado en estos, causas naturales de enfermedad y el mismo autor, pp. 509-510). Pero el hecho principal es que no se dan explic 4 tales actitudes «naturaistas» eracionales» es como Del hecho de aus, cievos, cate de cafemnedad no se poedan los datos contenidos que de hecho no poseen. La gente en este aaa anos pusekestence ca caso opera por debajo del umbral de ia plena consciencia. Sat naturals». Parece que aan. poca atencion Este tipo de acercamiento puede también arrojar alguna Tuz eet ao el tan desacreditado «aumento de magia» en los pueblos agricultores en comparaci6n con los preagricultores ™, que corre pa- Repetidamente he Iamado a atencién sobre el hecho de que + rejo con el aumento progresivo y simulténeo de los seberes mé- existen formas de comportamiento médico que no son ni sobre- gico y cientifico durante Ia Edad Mé naturales ni, propiamente hablando, racionales, y las he\ llamado de relieve una y otra vez por Thor: instintivas, autométicas, etc. Hasta ahora, la mejor descripcién, gico, tar vas como medieval [-andlisis y’denominacién de «habitwal» para este hecho han sido en parte claramente a Ia decadencia de Ia religin y a las di i | Jos que da el Dr. F. L. K. Hsu” en su libro sobre la magia y el fades de Ia acultu Ledtera en Yunnan, En los pocos casos en los que los etnégrafos han informada-de sus cobre las enfermedades no naturales, y de sus tratamientos en términos puramente descriptivos, Ia termi sma direcci6n: nos encontramos con dei negativas. Las cosas no son_ sobrenaturale fos «no pretende ser mé& gicos»*. En el los manam «no se preocupin por las causas». Las enfermedades «vienen por si mismas», Bl hecho de que los etn6grafos aporten muchos menos detalles acerca de las enfermedades no sobrenaturales que de las creencias y préc- jcas médicas sobrenaturales, se debe, quizés, a una f for mulacién articulada por parte de ios nativos sobre las primeras, mis que Entre Hada que a ™, Pero en parte nos enjrent Plemente con un aumento general det conocimiento y formulados y articulados, que es més espectacular en el ‘mégico, porque Io’ mégico tiene una base de part jaf. De hecho no parece que ‘muy racional y poco magico a otro co racional y muy mégico, sino desde un pensemiento poco més. // — no formulado en'lo racional, a un pensamiento més ra- po” davia més mégico, ha: i * izacion, bastante fuerte para ‘ree intento de oponer desconoce ®. «Sobre la causa de mu- Jos conocen y no plo, los cometas, los idecua | que ya se encuentran presentes en la El estudio de sociedades primitivas que no po- ‘Thumwald, p. 52, 1957, | eB, fae 2 “1926. ! ™ Cooper, p. 362, 1935. Boas, pp. 312 y ss., 1940. seen hombres-medicina y en las el mundo posee al de saber médico™ ae tiene su propio sa- Se supone con frecuencia que el herbolario 0 sanador no pro- fesional que existe en muchas tribus que poseen magos médieos, ¢s fundamentalmente distinto de estos tltimos en tanto en cuamey no tienen nada que ver con lo sobrenattira entre inos, y curadores, actdan mediante un poder sobrenetural, mientras que las comadronas, masajistas, her- bolarios y cirujanos, que no poseen este poder, «curan simple. mente con sus manos», Una é fos yuma, que emplean, Los a: tienen «médicos de raices» ¥,shombres santos» como sanadores™. Respecto a los crow, Lowie afirma icka afirm6 que las mujeres-medicina del Sudoeste actuaban jonalmente, «Actdan exactamente del mismo modo que los co- sanadores entre los y los chip- jos (cantores, entre otras mo crisr a un nifo y emo dar Fos, Wedwood, p. 285, 193435, general de menos categoria. Es comadrona, ginecSlogo, pediatra, médice de cabecera, la que ecircuncisa» a las muchachas, hébil en el mancio de venenos, la que hace abortar y una «sacerdotisay™, El cons cimiento de las hierbas entre los ga es més amplio y menos com fuso entre que entre los hombres - medicina pero cada icado natural ™ tres clases magos y adivinos ios, que prs son mas numerosos que los adivinos y los mé EI tipo més numeroso, més normal y més raciona i tanala, el ombiasy nkazo, «cree en sus encant ie médico como el herbolario someten s favorables y desfavorables ™, 5 no tamientos a las reglas de Los habitentes de las islas Fi profesionales “™. Los sacerdo todas, se diferencian unos de otros pero usan les mismas {6r. moulas, IT, th weces: aunque no muy a menudo, hay une dife entre los hombres-medicina magos y los herbolarios racions “nis frecuencia hey un tipo de sanadores que es més mégico que Jos otros, principalmente porque poseen mas cono neral. Pero el quid de la cuestién esté en que la Otros tipos de sanadores son también sobrenaturales, aunque en medida. Parece pues que los que quieran robustecer el ra- Gionalismo médico general entre todos los primitivos ten buscar sus argumentos fuera del campo de la espe diferenciacién profesionales ™. Lo RACIONAL ¥ LO OBJETIVAMENTE EFICAZ EN LA MEDICINA VA En el diagnéstico mégico y en los ritos de curacién, hay im- itas una gran cantidad de medidas y actitudes of ‘eficaces, Es impresionante ofr respecto de una sol No menos impresic rafias, estudios etnogrificos con si ices, rafces, etc.™. Por desgracia, entos eficaces o la ceguera ‘etnocé 8 peores confusiones que abrui fa; se ha pasedo por leza magica de Ia mayorfa de ces son racionales y ajenos todos los fencionada se ha pasado por al De una manera de lado ningiin elemento verlos como son de sus elemen- tos en Jas mentes de aquellos que los producen. ; En algunos casos —el esconder los excrementos por miedo a la brujerfa™, Ia circuncisiéa, sexual durante el periodo de lactanci blados en los casos de epidemias iad de esas acciones obj 3s, al pens error de est quis pueden Porcentaje de En muchos casos es féc teorfa 0 del procedi dudas, obj , Pero es el proce terapéutico magico por excelencia. La’sangrfa es efectiva en algunas enfer. medades, aunque no sabemos por qué, y la hemos descartado casi completamente. A veces puede ser racional. En muchos casos es obvio su caricter «purifi de expulsar Ios demonios i decir de los eméticos, purge caso, la ién del masaje sol al con el centro) es una clave val za. Pero cuando se aplica como cataplasmas que se Porque se ha agotado su fuerza™, se puede dudar de ional de este procedimiento de’ alimentacién, érica™ han desarrollado una icaz contra la mordedura de serpiente, pero el car del tratamiento es inequivoco en todas las descripciones que exis. ten, Los huesos de un animal viejo son sin lugar a dudas de un , en algunas enfermedades, pero n0 se ul lo de calcio, sino porque. poseen «poder cesita comentarse el cardcter «racional» descrito en la sig sobre los konde: «la enfermedad puede deberse a causas naturales {que los nativos llaman dios. Se someten al tratamiento sin ninguna ceremonia» (El tratamiento en este caso consiste en oraciones) ™., "A veces sél en més profundo nos revelard el hecho ira idea 0 procedimiento «racional» no era ay, Pot ™ Mackenzie, p. ‘cuando escupen sangre»? ™ ZEs racional o no el masaje racional ™. La lepra y la tubercuiosis son consideradas por los tonga * cheroqui SoRo Contagiosas, Pero es un contagio diferente del nuestro gee del estémago para volverlo a colocar «en su sitio», como hacen no se bafia, es realmente mente teme que se agraven idas, como creen los habi- qué se basa el rechazo ratar los casos sin cu- setda sélo entre los parientes™, La lepra se atribuye a mendio los tonga?™ {Cuando el pueblo de a un cerror di ae de Por miedo a los fantasmas™ o sir : las enfermedades ¢s eficez cuando sional y lo eficaz, ya que la encontramos incluso en Hat "En la isla Eddyctone ab, de los mejores estudiosos de la medicina pr is se hacen sin encantamientos, pero el cionado antes su extenso estudio sobre el tral debe guardar ciertos tabies durante los mismos Jos manos, lo em- permite v ga a clasificar la magia dentro de lo racional: No se sabe con seguridad que im remedto part de una enfermedad concat Su cen ular sede pera jo por la droga se hace hacia abi mpo de un fetiche™, entonces parece utilizacién 1 forma parte al mismo legitimo dudar acerca de ‘Muchas de las mé fo hay dada de Soe nales no son en on * tamiento racional ‘tienen 9 defecar en las manos de porgus te sabe que som fa en Nueva Irlanda"®, En algunos ramos con una idea o indios atribuyen la mala cica- Blancos a que comen sal™, Es sa idea taba como en la enfermedad ‘uno por miedo casos es muy di accién racional © sobrenatural. Lo. trizaciOn de las heridas de esto una observacién o una jiente que no smo» de Jos manos: lucidn (typhlops). De Pero creen que uno’ morird amiento =, cjemplos, ver Ackerkne: 30, 1945, Los nativos consideran muy peli 1 hhecho es completamente ‘menos que se lleve a cabo ef Ei hecho de que Herley que es ante todo un médico (ha hecho importantes contribuciones, p. ej, en la frambesfa y en principio P. 3 Pe. Mackenzie, p. 27 2 Olbrec 952. 36 Pe, Opler, p. 284, 194 37. 2% Collec 925, a Fietcher-La Fiesche, 2 Klelwe = 1 412, 1950, 3 Jennes 325, 1928; Sieroszewski, p, 325, 1902, sblo estaba interesado por Jas drogas) haya dado tanto lugar tanto peso a la magia en su estudio de la medicina de los manos, ¢s en si mismo un argumento convincente en favor del carécier fundamentalmente migico de la medicina va, Resulta obvio en alguno de nuestros ejemplos que los primitivos, al usar drogas o venenos eficaces, no diferencian entre éstos y los er «No hay que suponer que para los azande la parte de in tratamiento que tiene valor terapéutico es la que consideran ital para la curacién.» Los kwoma utilizan las mismas palabras [para calificar la carne o la fruta putrefacta, y para Ia comida que jereen esti «envenenada» por brujeria'®. Los indonesios no diferen- sntre Ia magia pura y el veneno puro ™. Les yekuana de Sud- mntramagia un veneno eficaz, pero cor que actéan mégicamente a través del aire". Los kpelle identifican el envenenamiento con estrofanto con el envenenamiento migico al agitar el estrofanto en la direccién del enemigo ™. Como iguientes ejemplos, esta situacién ha levado a con- clusiones casi idénticas a un gran miimero de autores que de otra manera diferirian de forma notable en sus enfoques: any sean. medicinas que. son Posto que los eande me ve ofensivas, he lege realmente venenosas, sion de a Pora cl hombre mano nunca te separado lo. méd- 9 de los elementesreligiosos de Ia anyen (mecicina),j mezelado eon ellos hay un cierto porceniaje de magia, cs arbitraria Las aplicaciones mégicas de las drogas aparentemente son obvias en los numerosos casos en los que el mero conoci de una planta no basta para su uso apropiado; para obtener di resultado hay que pagar por el conocimiento 0 la aplicaci6r Se puede decir lo mismo cuando el hombre-medicina o la fal utiliza la droga eficaz™. El uso inado de medicina, del que se ha informado en diversas ocasiones” excluye la raciona- 3 EvansPritchard, p, 502, 1937. 36 Whiting, p, 208, 1941 ®. ® Opler, p. 218, + Bre, Rivers, p. 44,1924: Harley, p. 37, 1941; Evans Pritchard, p. 254, at, pe 198, 1957 p. 591, 1848 Henry, p. 83, 1941; Landomann, p. 224, 192 Jidad. Ménica Hunter, en su libro sobre los pondo, afirme de forma acertada que un caso particular de enfermedad se atribuye a causas naturales 0 sobrenatural ‘no como resultado de un razonamiento También puede ser un problema de Siempre me ha sorprendido lo poco que los primitives saben en realidad sobre las enfermedades y tratamientos que se podrian considerar naturales y racionales, y lo poco que tales avances téc- nicos aislados influyen en el resto de sus creencias médicas. Esto puede deberse en parte al hecho de que estas creencias son mante das por la fuerza de la sociedad y tienen importantes funciones iales sino médicas. «La caracteristica més sorprendente y gene lizada de todos los indios visitados, incluso desde el punto de vist médico, es su imprevision y su jad de aprovechar alguna de las lecciones de Ia experie hhace que se encventren desarmados frente a los_acc las enfermedades». Esta esta falta de curiosidad a experiencia, son probablemente co uencias de Ja magia, Ia cual puesto que su accién trasciende experiencia, no puede ser contraecida fécilmente por la misma» Es conocido el escepticismo de muches tribus primitivas hacia hom- bres-m © encantamientos particulares. Pero nunca sobrepasa Siempre estd unido a la crecncia firme e incélume » como tal, y en otras medicinas y hombres Uno de Jos hechos més notorios de Ia medicina primitiva es a aparente inconsistencia en el uso de elementos racionales y so- Dbrenaturales. Ya hemos dado datos de Opler, Olbrechts y Watner sobre el hecho de que una misma enfermedad se interprete de forma racional o sobrenatural "* y hemos citado a Evans-Pritchard Para el hecho de que una enfermedad sobrenatural puede ser tra- tada racionalmente. Harley da numerosos ejemplos del mismo fe- némeno®, Son igualmente numerosos Jos ejemplos del caso contrario, el tratar sobrenaturalmente una enfermedad natural. Ambas «in- coherencias» pueden observarse eventualmente en la misma cultura. 1 Pe 24, 1936, tn, p. 194, 1891, 51, 1908, Un caso destacable es 1 pesar de los terrible sufrimientos, que ia'y cl valor palpable de la vacunaciGn forzora P.315, 1941; Olbrechts, p. 105, 1982; 75.1957; Culwick, p. 382, 1955; Jenness, p. 140, 1926. 9305 186: ver tambign Driberg, ™ Opler, 9.222, 1941: Williams, p. 289, 5 En Ia isla Manam a veces se trata Ia brujeria con méthdos préc- ticos y la enfermedad natural por medio de conjuros™. Se observa a misma incoherencia en los ilamados tratamientos mixtos donde se usan simulténeamente clementos mégicos y racionales, Muchas de estas incoherencias pueden deberse histéricamente @ la mezcla de elementos de distintos origenes. Podrian existir tratamientos mix- tos ™. El hecho esencial es que para el nativo no son ni mixtos ni incoherentes. i te método de curar Ia frambevia eneoniramos na merce le lo «migico» con lo prctico, Io icina ‘de. Manam. Ni Lo que consideramos mezcla 0 incokerencia en realidad en mu chos casos no es sino magia perfeciamente integrada les y a base de hierbos.poseen auténtico valor terapsutico, ex dos ‘dependen para su efleacia de la incl jue cad objeto, animado 6 inanimado, posce lo Bueno o hacia fo malo ™. Ya se ha comentado el poder particular de integracién carac- teristico de la magia ™. En la medicina primitiva nos encontramos ‘con una situacién en la que no se ha desarrollado todavia una no- cién general de lo «natural» como algo diferente y opuesto a lo «sobrenatural La creencia de que las ideas naturales y los actos racional pueden integrarse en un sistema magico estd en contradiccién con Ja teorfa de 1a magia de Malinowski, una teor'a, incongruente con su pensamiento por otro Tedo integrador y sinfético. Segin Mali- nowski las ideas y las acciones migicas s6lo aparecen alli donde zo existe conocimiento y control técnico, las cuales los excluyen ™. Las citas que hemos hecho de Hsu, Brown y Evans-Pritchard de- miyestran fo contrario. Evans-Pritchard ha dado una descripcién articularmente buena de la verdadera interrelacién entre los dis- 38 Wedgwood, p. 280, 1954.35, 38 Ver Harley, p. 51, 1941; Grinn 3M Wedgwood, p. 289, 193435. 1, p. 327, 1923. vers, p. 94, 1924, fintos clementos de Ia enfermedad ™, descripcién que deberien leer todos los interesados en la materia. Y desconocid ‘ambi inchiso. pura I mente, menos in do nuestra en aguelles ca siruida y ‘no. profesional comunidad, se sitta dento del émbito que. lle ial esté desde luego fuera de Ia esfera de Ia teoria or o mismo fuera del campo de cualquier teoria. Ni los escasos elementos racionales de la medicina primitiva ni los aces stn en contradiceién con un sistema que para ino que estin absorbidos por el mismo. Cabe plantearse cl problema del origen de los elementos obje- fva, Aunque toda respuesta es necesariamente especul gunas sugerencias sobre el tema. Casi en todos los lugares donde se estudia Ia medicina mitiva se encuentra lo habi racionales, todos los cuales cot lo 0 incluso experimentacién, seguido por Ia «degeneracién» en la ma; Estoy de acuerdo con quienes piensan que terapéuticas se dictaron por -«instinto» ™ — cuada, pero su significado en este contexto es claro—, y la mayoria de las medidas eficaces parece haberse heredado de este periodo, El primer pensamiento elaborado parece haber evolucionado como todos efectivos. Otros se main ndizan de algunos lado por la magia. La ie 1a magia como tal nunca ha producido més ciencia ha. aprovechado algunos ia. La fusién de elementos racionales y mé todos avanzados permiten que Ia ciencia reemplace a la magia, un acontecimiento que esti més allé de los limites de la sociedad pri ELEMENTOS RACIONALES © cIENr{FICOS El especialista pri 0 estd ensefiado para preservar el saber exis- DE LA MEDICINA PRIMITIVA tente, no para nuevos descubrimientos *, La ciencia no es «natural». Es una invencién tardia de la hu- Determinados autores han adoptado 1a costumbre de lamar manidad™. «A través de la historia del hombre la teorla mecani- cientificos» a los elementos raciona medicina primitiva, fantéstica, no la animistan ™. 1 més_ adelante, el Jo «migicon 1, afirma: base de la afirmacién d mitiva, El hecho de que los cambios d ‘moderna han ido més lejos que los cambios i, no existe en la medicina pri- en Esta fe, decimos, ierno, del arte o de Ia religién, no se ha ter slgo, por otra parte, que_no tiene. nudo, y los fendmenos médicos en ambos niveles se def como 2 mentde hece, a 4 i stificacién. El jodernos antropdloges estén dispustos ina etapa prelGgics del desarrollo, hume. ra i o ‘una etapa precientfica ™, en Ia medicina primitive, como «cies Jo que venimos diciendo, s elementos pret 08 fico», es un caso més de €a una nota a pie de pégina, califica sus diferencias iowski de «casi puramente verbales». En este aspecto, estar de acuerdo con Singer. El enfoque de Malinowski MéEropos RACIONALES ¥ PENSA: y fomenta un_crecier EN LA MEDICINA PRIM Rivers considera como un importante resultado de sus estudios sobre medicine pri el descubs ento de hechos. Segin George Sarton, el prestigioso historiador de Ja ciencia contemporéneo: ice, aunque sobr e de ®, Cuando afiadimos a afirmacién ién slo existe entre nosotros ™ es- iente verdaderas que, sin comprensién del cardcter Un carnicero no es un cien- id desinteresada, busca prima- lacién psiquic 0 de leyes. La magia esté de la magia, no c La ciencia es impenssble ‘mente susente entre los primitives. En toda la encontrado cuatro casos de auténtica experimentacién animal y hu- mana, y todos se sitian en el eampo de la més pura magia. re La ciencia presupone un tipo de escepticismo y una dosis de face poss, Une ores enemas penser individualism que no se encuentra en las sociedades pri muy dis le hecho, portamiento se orienta de forma 5 Friedmann, p. 221, 1901. 38. . 155, 1938, % Mead,'p. 72, 1928 En esta situacién, bastante paradégica —pero tales paradojas no son raras en la toria del pensamiento humano— el cltimo cuya tesis fundamental del pensamiento pre- I6gico de los primitivos cra equivocada, ha sido capaz de ilummar Muchos mas problemas de medicina primitiva que aquellos euyas afirmaciones eran correctas pero sin sentido, Lévy-Brubl, pese a sus conclusiones, percibié al m cosa esencial para y la comprensién de la medi iJerente acercamiento de ambos niveles de civilizacién. Como yo siempre he reconocido francamente mi deuda con mi timo maestro, esto puede inducir 8 alguien a convertir una deseable y til discusién sobre medicina Primitiva en una discusién sobte_Lévy-Bruhl, Esto no vendria al aso fundamentelmente por dos razones. \ pruri grtSt tesis central sobre el pensamiento prelégico, Lévy: Bruhl estaba equivocado. Estoy completamente de acuerdo con las justas criticas de Radin a las teorias de Lévy-Bruhl™ Sé per- fectamente que la diferencia esencial entre el pensamiento primitivo [: el cientifico, no reside en el mecanismo ldgico, sino en la dife. rencia en cuanto a las premisas, intereses, valores, que son dife. rencias de grado, no de clase. Se puede incluso argiir que uno de Jos rasgos que a menudo separan Ia mental moderna es una exegeracién de la légica en el For otra parte, creo que el punto de vista de Lévy-Brubl ha sido

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