Ciclo Evangelístico N° 1 Semana N° 1 Mensaje Reunión Evangelística

Serie GANANDO AMIGOS PARA LA ETERNIDAD.

LA OPORTUNIDAD DE CREER.
Marcos 1:15
Introducción:
Somos una generación que ha venido a formar parte del siglo 21, donde la información de todo lo
que acontece en el mundo está a nuestro alcance en un instante. De igual manera tenemos la gran
oportunidad de recibir hoy de las buenas nuevas de Salvación que Dios nos tiene para creer en él.

I. El tiempo se ha cumplido.
El señor Jesucristo comenzó el ministerio terrenal en el momento preciso que había sido para
cumplir el plan de salvación, no se adelanto ni se atrasó (Gal. 4:4)
1. Cuando Adán y Eva pecaron Dios les había prometido de su simiente el Salvador del mundo
(Gn. 3:15)
2. Juan el bautista lo presento a su generación (Jn. 1:29) y ahora te lo presentamos a ti, el
tiempo para que le conozcas ha llegado “Hoy es día de salvación” (2 Co. 6:2)

II. El reino de Dios se ha acercado.

Somos nosotros los seres humanos, quienes por causa del pecado nos alejamos de Dios;
pero él nos ha buscado y se nos acerca a través de su hijo Jesucristo.
1. Cuando Adán y Eva pecaron huyeron a esconderse de la presencia de Dios hasta
que el los encontró y los restauro (Gn. 3:15-21)
2. Jesús vino para buscarnos y salvarnos. (Lc. 19:10, Jn 10:10)
3. Tienes la oportunidad de creer en él porque ya se ha acercado a ti, solo tienes que
abrir tu corazón a él y te salvará.

III. Arrepentíos y creed en el evangelio

La única exigencia de Dios para nosotros es que sintamos dolor por lo pecaminoso que
hayamos hecho y creamos que su hijo Jesucristo pago el precio de nuestros pecados en
la cruz del Calvario. (Is.53:5-6).

1) Uno de los ladrones que murió junto con Jesús aprovecho la oportunidad de pedirle perdón
y fue salvado en esa misma hora. (Lc.23:32, 39-43.
2) Usted también puede ser salvo si se decide por él ahora mismo. (Ro.10:9-10).

Conclusión:
Estimado amigo considere esta gran oportunidad que Dios te esta brindado y ven a Cristo a
recibirlo como tu Salvador, hoy es tu oportunidad de creer en él. (1Pedro 4:3, Apocalipsis
3:20)
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EL PERDON DE DIOS
Cita Bíblica: Isaías 55: 7
“Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual
tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.”

Introducción: Algunas personas viven desesperanzadas en su condición de pecador,

piensan que han fallado tanto que ya no tienen esperanza, estimado amigo al leer la biblia
comprenderás que no importa lo que hallas hecho Dios te quiere salvar y si le buscas de
corazón arrepintiéndote de tus pecados te perdonara con su gran corazón.

I. ¿Por qué perdona Dios?

1) Por su compasión (Éxodo. 34: 6-7)
2) Por su amor (Romanos. 5:8, Juan. 3:16)
3) Por su gracia (Salmo 103: 8; Efesios 2:5)
4) Por su misericordia (Isaías 55:7)

II. ¿Cómo perdona Dios?

1) Con un gran precio (1 Pedro 1:18-19)
2) Con el derramamiento de su sangre (Hebreo 9:22)
3) Con la sangre de Cristo (Colosenses 2:13-14; Hebreos 9:14)

III. ¿Qué le ocurren a nuestros pecados?

1) Desaparecen de la vista (Isaías 38:17)
2) Desaparecen de la mente (Isaías 43:25, Jeremías 31: 34)
3) Dejan de existir (Salmo 51:1,2,7,9; 103: 12; Miqueas 7:19)

IV. ¿Cómo recibimos perdón?

1) Debemos confesar nuestros pecados (Salmo 32:5; 1Juan 1: 9)
2) Debemos arrepentirnos de nuestros pecados. (Hechos 2: 38; 3:19)
3) Debemos creer en Cristo (Lucas 24: 47; Hechos 10: 43; Juan 3:16)

Conclusión: No importa que hallas hecho en tu vida, Dios quiere salvarte, hoy es el
momento de acercarnos a Dios y confesarles nuestros pecados, arrepintiéndonos de cada
uno de ellos y podrás tener la seguridad que Dios te perdona y te da vida eterna..
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CAMBIO DE VIDA
(1 Timoteo 1:12-17)
Introducción:
Ante la conducta pecaminosa y muchas veces destructiva que mostramos ante el prójimo, se
presenta el desafío de poder cambiar. Muchos han buscado ser cambiados por religiones o quizás
por buenas obras, pero los resultados indican lo contrario. La conversión de Saulo nos demuestra
que se puede cambiar de vida.

I. Lo que era.
Saulo de Tarso, conocido también como el apóstol Pablo, se caracterizó por ser una persona
imponente que buscaría alcanzar sus objetivos a cualquier precio, aunque eso significaría el
sufrimiento para otras personas. Definitivamente era un fanático religioso, destacado estudioso de la
ley judía y defensor tenaz del judaísmo del que creía sinceramente que era la única y verdadera
religión. Su celo lo llevó a convertirse en un perseguidor de la iglesia cristiana, pensando que era una
secta que el judaísmo debía exterminar (Hechos 7: 57, 8: 3) el creía con todo su corazón que
pertenecer a una religión, expresar su celo religioso persiguiendo a los falsos y vivir cuidadosamente
era merito suficiente para ir al cielo. Amigo cuídese de no creer igual que Pablo (Filipenses 3: 4-10)

II. Lo que experimentó.

Por la gracia y misericordia de Dios, Pablo tuvo la experiencia más trascendental que cualquier ser
humano pueda llegar a tener. El iba camino a Damasco, en una persecución violenta contra los
cristianos, cuando de pronto le rodeó un resplandor de luz celestial y experimentó un encuentro
personal con el Señor y Salvador Jesucristo (Hechos 9: 1-6) Fue redargüido de su pecado y le rindió
su corazón a Cristo, recibiendo un cambio radical en su vida. (Tito 1: 12-17)

III. Lo que llegó a Ser.

Después de vivir errado por una fe equivocada y una falsa confianza en sus meritos personales,
Saulo de Tarso fue convertido por Dios en un hombre nuevo, con un ideal claro de la vida y con la
convicción profunda de que Jesucristo era su Salvador. Fue llamado por Dios al servicio ministerial y
se convirtió en uno de los hombres más usado por Cristo para la predicación del evangelio
(Romanos 1: 16-17). Usted. También puede ser una persona transformada y usada por Dios para la
gloria de su nombre y salvación de otros que están en la misma situación (2 Corintios 5: 17)

Conclusión.

Estimado amigo tu vida puede ser cambiada por el poder de Dios, Jesucristo murió por nuestros
pecados para que seamos nuevas criaturas y tengamos la vida eterna. Recíbelo hoy mismo como tu
Salvador personal (Romanos 10: 9-10, Tito 2: 11-14).