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generalmente está atado al uso, consumo y abuso de drogas como lo es el tabaco, la heroína
y cocaína que generalmente leda una sostenibilidad económica a la prostitución o en
muchos de los casos como lo es el intercambio de sexo por drogas, generalmente la
explotación sexual inicia con promesas de empleos para mejorar su calidad de vida,
después de esto las mujeres inician sus labores como trabajadoras sexuales para así cubrir
los gastos que sus captores realizaron para el supuesto y tan anhelado trabajo llevándolas al
consumo de drogas diariamente y generándoles a estas una codependencia por el consumo
de las sustancias alucinógenas, las victimas se vuelven drogodependientes para no recordar
a los maltratos que son sometidas.
No sólo lo anterior, sino también, estas personas percibían que las altas dosis de consumo
de cocaína que realizaba el cliente implicaban no demandar las prácticas sexuales, aunque
había acudido. Por ello, en varias ocasiones, este consumo supone que la práctica sexual se
centrase en acompañar durante un tiempo prolongado al cliente, produciendo una mayor
ganancia económica y eludiendo la realización de las prácticas demandada. (Meneses,
2007)
Las drogas tienen la capacidad de modificar las sensaciones y pensamientos ya que te
entorpece y esto lleva gravemente a la sociedad al mundo oscuro de la prostitución, la
esclavitud y la violencia de genero donde se somete a la mujer a disposiciones sexuales, las
drogas son una de las herramientas que se utilizan para la seducción para tener la valentía
de tener sexo con una persona desconocida.
Por otra parte, las mujeres victimas de abuso sexual y físico y las jóvenes prostitutas
parecen tener un alto riesgo de sobrepasarse en el consumo de sustancias, en los hombres el
maltrato físico en la infancia parece ser un antecedente mas importante de consumo
excesivo de sustancias. El abuso de drogas puede representar el intento de la victima por
ocultar la ansiedad relacionada con los recursos perturbadores o afectos dolorosos
asociados con el suceso, y con frecuencia ello inicia en respuesta a la ansiedad generada por
la intimidad psicológica y sexual que se puede alcanzar durante un encuentro sexual en la
adolescencia (Green, 1995)
Explicar esto es importante porque los entendimientos que se deben considerar a nivel
poblacional. Las fiestas privadas de sexo pueden estar siendo un espacio donde el VIH y
enfermedades venéreas se pueden estar transmitiendo. El no uso del condón, juegos
sexuales sea con los genitales u objetos sexuales favorecidas por el efecto de las drogas,
elevan el riesgo de infección y transmisión. El uso de las nuevas tecnologías ha tenido un
impacto importante en el comportamiento sexual de muchos hombres y mujeres que buscan
parejas sexuales ocasionales, estas prácticas sexuales son poco convencionales ya que se
podría mencionar bien el uso extendido de algunas aplicaciones para buscar participantes
en las prácticas de sexo, en realidad hoy en día se puede utilizar cualquier medio disponible
para contactarlos. Las aplicaciones son más visibles. La búsqueda de más asistentes a una
fiesta privada de sexo en grupo tiene que ver con la coincidencia de varios factores: tiempo
clientes, estar tanto tiempo bajo el efecto de las drogas los lleva a las ganas de tener sexo,
ansia que genera la droga y morbo que genera estar buscando a otros mientras se está
teniendo sexo. El abuso de drogas es uno de los principales factores determinantes de la
salud, en especial entre las poblaciones más jóvenes, una conducta que en la actualidad
también afecta de manera importante a las mujeres.
El contrato sexual. En este contrato, las mujeres se convierten en mediadoras simbólicas de
los varones. La prostitución es una realidad social que contribuye a reforzar las ‘afiliaciones
horizontales’ entre los varones. Por eso, esta institución actúa como un dispositivo
simbólico que devuelve a los varones la imagen de un grupo de iguales en el que la
mediación simbólica de esa igualdad es la ‘puta’ Peter Szil (2007)