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Franco.

Alllerto Índice
Acerca ele la lógica del ' -· de lacen - 1' ed. - Buenos Aires :
letra Viva. 2004
120 p. : 20•14 cm
lnuoducción 5
ISBN 950-649-085-6

1. PsicoeMIM. 1 nulo. CArrruu, 1


coo 150.195 Sob,r rl fanwsm,, 15

ÚPfTULO 2
Sob,r la rip,cifi,atión . . . . . . . • . . . . . . 25

ÚPO'UI.O 3
El problrma dr /,, Mf.Uidn . . . . . . . . . . . . 35
0 2004, l...rntA VIVA, LIBRERlA Y EDM'ORW.
Av. Coronl'I l)(u 1837, CAPrru\.U 4
114261 Bu- Aires, Arpntina
letravivaOelsigma.oom
LA d«trinA drl ,ignifir11nu . . • . . • . 45
4. 1 El álgebra de Boole . . . . . . . 45
4.2 El grupo de cuacro elementos de Klcin 50

J.S.B.N.: 950-649-085-6 úrfT1.,•1.o 5


El probkma drl <Ofita . . . . . . 61
Primera edición: Mayo 2004 5.1 El cogito cartesiano . . . . 61
5.2 La lectura lacaniana del cogito 63
lmproeo en A,Jentina - Prinlffl in A,¡¡,mtina
5.3 Acerca de la castración 76
Queda hecho el depóoito que marca la Ley 11 .723
C .\l'fTUIH 6
El modrlo dr L, mrdia y o:mma razón o ur<ión Ju,ra. 91
6. 1 Acto sexual y sublimación 91
Pnmibida la reproducción t.otal o parcial de esta obra bajo cualquier 6.2 La cuestión del Uno 102
~ . incluidos la reprogrnfla, ln fotocopia y el tratamiento digital, 6.3 Goce, saber y verdad
1in la pnvia y e,r.preoe autorización pe,- -=rito de 1,- titulares del
106
«,pyriglot.
Introducción

En los año• 1967 y 1968 Jacques L1can dina su Seminario d•no•


minado "Lógica dd fantasma". Se mua de un Seminario crucial
puesto que. en éi, la rdormuÍación d e~sicioncs anteriores !._eorde:
na el Campe., doc..'.'i'la!.Y abre perspectivas parad desarrollo de nue-
\lOS conceptos que apattttrán incluso algunos años mú tarde. En
raumidas cuentas. podrla decirse qu·c este Seminario, ubicado en la
mitad ck su ensellanu, revisa la mitad pr~ia y abre la posibilidad de
muchos de los nuevos cksarrollos propios de la mitad siguiente.
El concep10 de famu_!!!! at~ prtsc:ntc, cn l~n dndl, IQ! comien-
m1 de su enscflanu aun cuando, de acuerdo con lo que es común
jlrimcr~ <'pocas. lo ~~ en una versión p~ominantemen~
1~naria. Así. si vamns tocando al:gunos hitos ck nuestra lecrura.
lo encontraremo~ claramente definido, por ejemplo, en los años cin-
cuenta' cuando de lo que se trarn cs de poner en funcionamitnto d
~Íllmbda:
tf..M:1) S ...._.••··•• ·•· -- -> •••••-· ··· ••·· · · ,i (onuJ

( )'0.1 " L - - - -- - - - - -~ A t0tro)

t. Vi.»4! d ScminJriu V, /..,,. _r.,.,,,..,áonn di'/,, i11,o,mH'lttt. inilfüo, daq, dd ) l de


junio J< 1'JSR.

7
Albmo Franco Acm-a tÍL lo lógica tiLIfantasma, tÍL úuan

con el que se apttSa quc d encuentro dd sujcro -aun wando fuera ~EO<frá a_<!~-ertir un n2rable esfuerzo por ponerlo en ~ naión con el
d señalado con S. d signifiañte como sujeto a advenir- con d Otro
está cortado por la ~!ación imaginaria a - a' pan señalar lu:i¡<> que~
rombo' es cs., csqurma mismo en tanto regula la rdación_dclsu~
--
par dialéctico falo-castración; así es que nos ~can' :

En ,Ifa1 1 - ,I sr,jtro trt,f sitmprr pm,ntt, rl .l,jm ,/,1f,mw- -: / ·,


con d otro, p<ll2 d caso el scmei••~· Se introdu-¡;,-as,. la función de
- n .,,,.,u,,
,1, lo rwl ,I rujrto md p,;,.,,,¡,, }' ts ti falo.

un oooquc cs. ~ :b, -;;port•d~or -d suim>-cn un


mooo de tela~.
Cierto es que culo QIJC ~IK'-13 a ,!a cpr~ÓI.Uamp!)C!) hax., aun_._
ción que constituye lo que ayn • es, para nosorros, la dimensió'!_
dcsp~ndimiento de la prqµ,ante prcscnc~a de IQimaginari~
imaginari2j_d f.an!?-'ln"!.i se ;!i~ u«;!': - - !}~~parece claramente ubicada• e.!.!..J.daoón de coyuntur11 ,magma•
...n, /01 rf,,,01 q• t tt1po•NÚ11 nr "" ,..¡,,. • ,.,,. ¡,..,..,, tÚtn• ria con el objeto.
,,.;,.,,,¡. .,.,, • intrrftrir nq1<tllo1 d, .,,.. po,kih - mmh td otro De me modo. el camino va llevando a lo~ planrcos del Seminario
(ilf"I 111 ,,,,.,¡owu) •I que 1011itnt11 ...,,.. ...¡,... ifl qw ,.,,;,,., sobre la transfc~nc~ donde aparece n' , en un importante plano de
t1I <WII# n,j,t,," tf"Ínr Jtcír fW ,/ /n,p,,fa /, ,w,,,ill c.Nit/mtr- determinación. los matemas correspondientes a los fantasmas pro• · . \
,1,,._,;,,. •. Í II(~. c.llfO ,/ Jimw"'"""" M W. /,, ~s de la histeria y la neurosis obses.iva que !!11ºª serán reto~
(:1,,.,. ;_,;,..,.. "' "' ,,,.,,,, ,... ,.,_,.. """ "" ,,,,,, .;...
11 -

ba10 esa forma. E.o ellos, de los que por supuesto no nos ocuparemos
e; detalle, ~ . . . r u z g a l m a . ~
Se trata -y esto es fundamcnw " el~ iltllli- de qlK' ~lasió!!._
imaginaria -que es fanwm~cica- h.acc de barrera a r113lq11icr rcla .. a
ción dd sujeto con el Otro. -
- Apenas ~codo nuestro o rden de lecrura llegaran06
sobtt el claco para encontrar que, en 4!I, se dedican largos pasajes a
la cuestión. En el rccorrido por esre Seminario y~ sobcc..la._ quiere mosr~ ~ue modo cl _obj~o -a nuestro cnrender rcdi-
ldcn,;~.-<¡ue, como ve~mos con amplirud. marca importan- mensionado- apa~c "iluminado" por el brillo de la f a l t a ~ ~
res puntos dc viraje- se verá no sólo que dfan125ma aparece cada ve1 medias puede vmr. Es claro que, ~ ~r.l!.&J'.! es firme el intcn·
más claramente ubicado como soporti'
dd dcs.,o' sino que, adem:ú, ~ e disun~ <>!>jeto 11, al meno~ tlU.11..dimeruión..i.rom.naria,
2. S. ua aqul d n!nnino rombo_,.,.,.,. <n francá- q<i< sólo 1<ri apli<abk hasta d dclbl<> eo función de la rcfacióa de -cad3..ll!!.Q_-oJ?icto y falo- con el
Seminario IX. tobtt la idrnrilic1<ión {véa1< la clu, del 16 ele: junio de 1962); • Otro. E.l punro es, sin duda. crucial puesto que determinar el orden
pani, dr ar motntnro d conc~p,o -yi es mú qu,t un ttrmino- usado comienza
1 ser d ck pu_n~--9!<, uimilado al punzón c:omo nwa dd pbrtt0,_F-J.!Of'!'}a(.
cfc-;;¡ ~lación conducirá, como veremos, a una adccu.ada ddimira-
el ca.riatt-dr tinguJir pu.t cad3 s..1jcm, una s:uertc ck "n,;un m d orillo... ción del campo de la castración.
3. Laan J.. ú Jirrn;,,, ilr l, <MrJ y lo, pri'ñrt}'flii 41' 111 j,ii/,r, m "l«n.n otructu·
ralitu de fm,d'". M.!jiro, 1971, p. U,8. S. Seminario VI, El "'-1 sw i""'Pm..,.ión. i.ni<lito, daf< dd IS de abril de 1959.
4. E,, la cbk dd 7 de <n<ro de 1?)9 del Seminario citado - Seminario Vl. El J,,,. 6. !bid, cbs< dd 22 de abril de 19;9.
1 s,, i~ . w v-crl daramt"'.ntc como a meada la cuatión comando como
moddo el pandigrn.i1ico í.nwma fn:udiano , . , "" •ill, ,;,.,,¡,,,,...
7. StsniNrio VIII. ú. ,,.,.¡...,,,;,..
r.idóo. B,. fu.. 200.~. da.< dd 12 de abril de 1961.

8 _9
Alberto Franco Acm-a dr ú, iógi,a dtl fon1111ma, dr Lacan

Es fácil adven ir en csre breve recorrido q~ se trara de ubicar. No deja de Kr importante lo que aquí se plantea puesto que en
por medio dd fanra.<ma. las coordenadas q~c scfialan las distintas ningún lado como m las dos primeras clases de este Scm!nario XII. K
formas de ligadura del Sujeto con d 01~ con el otro, con un objc• circunscriben los concq,tos -fundamencales m lo relanvo al arreglo
ro que, poco a ~o._va siendo deli!!'irado r..con el campo de castra· significanrc-- de significación, s.,ncido. significado y significanc'.a q~e
clóñ'denominado • q>. scrin replanteados a parcir dd momento m el que. en el Semanario
- l'rro llegados al ya mentado Sc_!!!jQario sobe( la Idc:ntificació!l IObre el que trabajamos, la metáfora sea puesta en cuestión.
se produce un cambio fundamenral en la concepción del sujeto: el En iaumidas cumw. si nos ubicamos del lado del sujeto es claro
abandono de la Ínrcrsub¡crÍY@ad. En efecto, el hecho de definir al que la doctrina dd significanre venia sicildo-~oncebida. por u¡,7ado.-
significante como lo qur representa a un sujeto-2!_1'2Jl[[Q..signífican-:: cómo una -¡~ que permitió csc~ar de lru K~uclos élefs,g~•rn y,
re caJnbia radical menre la perspectiva y hace imposible. ya~!_ler el e?r ocro, c ~ "una composición de ordm cerrado"" tomanéfo apo~,
é ~ en la relación de sujeto a sujeto. Muy por el contrario, debe: en ambos casos, táñiOm· ¡¡¡ pos,bil,&I ad cllcülo coñjaurál 1• como
pensarse m un law que se produce entre un significanre y Otro, pri• en las Tormulacioncs de la es1ocá.<rica1'\St rraca, sin duda, de posiciones
mer paso hacia la indexación del significante que, como veremos m a trasceñdcr para pcrrnmr una nueva intelección de la repetición y la
derallc, se producir.! algunos años después. Es. sin duda, este viraje metáfora. En esa dirección, la conccpmaliu ción del U"" nr m,ú, que
el que permirir;I, a dos al\os vista', abordar la conccprualiución de ltglllrcm0S en detalle, propicim una apcnura de aqud orde~ cerrado
la alienación y la separación' delimit.lndolas, por medios lógicos. a q11t, como se ven, no se;hin t6iücdiencias m canto conducirá adcfi.
rravés del w/ de la alienación y el corte de la intersección para obte- niciones cruóales para la doarina como las que nos indican que no h,,y
ner, así, la definición de Ías encrncijadas lógicas que son representa• ,d,,ción, de l!.''Q/!fJ/rión. UXll4I y 110 hlfY Uniwrw 4d Disnmo. -
das por d punzón caraaetístico del fanrasma. En lo que respecta al objeto, es menester recordar, para ir culmi-
De modo que ya mediados los años sesenta nos encontramos nando nUCSlro recorrido, que a él habla sido dedicado el Seminario
con el Seminario sobre los problemas cruciales. De c'I se dir;I, en el anterior donde, como podr;i leerse ya desde nuestro primer capítulo,
Seminario siguiente•, que estuvo destinado a poner en causa el ser era notable un cambio en la oricntaeión a su respecto. Tal es la mag•
del sujeto para afirmar que: nitud del cambio que en estos años .., produce: que E. Po,u. cuya
opinión siempre valorarnos, Kñala dos momentos fundantes en la
... todavía rs ár actUA!id111J. l'Jtr •ño, 'IW rl H'T lit/ INjtto ntd
h,nJJdo - F,,.d no hizo sino rrp,tirlo dr rod,,, ¿,,fo,,,,,,,. Jnp,,h dr
lO. E.u. afirmic:ión. hecha con postffloridad. toma. para noW>U'OS-, d mitmo a r.k~
IMbrr tltr<TJ,into qur lo inromrirntr uJlo ,r trwtlur, m ,,,.,¡,,,
tlr lrn- ttr mroactivo qut tWne pan Lac:an. V~: Psiro,mdliús: R,,Jüfoni,1 J 1i/,,,isi#,,,
1 p,,,jr J timr. rnto,rm, un srr tlr sujtto-. Es por /,, rombi,,.torw dr
Amgnma. Bat«luna. 19n, p.25. . •
rsttlf nwltH qw ,,.fr,mqMrJt la <rlllMT'll... JI. ú, insUtnri" d< L, km, t11 lo ina,11.Kin,u • k, r.n,o., Jnd, ITt'wl. (n l.n:nma csuw::•
'-
,u111.lim de Fr<ud ~ Siglo XXI. Mbico. 197 1. p. 181 .
12. SitUtUión lkl P,i(Nnd/,sis y fornwrid11 MI ptit1Mnt1lilt,1 n, 19~6. en "facrito,; 11 .. ,
8. Sc-minuk) XI. /,(Jj l'lfll,.,. roMq,,M / riWt/11'/n tkl p,ia,,,Nl/iJiJ. Ran-al. &rc,lon.i.
1977. c,p,. 11, y 1· . Siglo XXI. ~lhico. 19>~. p.195. . .
?. Semín,rio XIII . t1 ""Jr1• ,Jt! r ,;,....,¡¡,,¡,_ inñfüo. cb,, dd 20 ex abnl de 1966. 13. Podrin mcorunrsc- ,mpon-antn .apfC'(1KtOnn klhff' d punra c-n ri S(muu.no XII.
r,.1,1,,,,11, rr,uit1ln p,mt rl p11co1t11Jlisit. incd1m. c:l:uc Jd 19 de ma)'º CX' 1965.

10 IJ
Alberto Franco Acerca tk lo lófi,a drl fantasma, tk úuan

definición y ubicación del concqno": el dd Seminario que comen• l4r,ic11 drl Sinú,om, que. de cualquier modo, _n o ~ría pensa~le sino
tamos en este libro -donde es pucsro en rdación con d número de en serie con la que aquí comentamos. Esto unpl,caría decir, pues.
oro- y el dd Seminario RSI -donde es ubicado en relación con la
topología del nudo borromco-.
que si hasta 1967 "lo que algunos delincan como una lógica sig• de!
nificanre" 1• sirvió, como dijimos, para romper d señuelo dd s,gno,
Por último, también es cieno que se haa necesario prestar pani- desde 1% 7 hasta por lo menos 1971 la única lógica posible fue la
cular atención a la forma en que se va bruñendo la peculiar lógica que dcl- fanwma, lo que. de ninguna manera, indica que a panir de esa
con d pun1.Ón se quirre maremizar puesto que se traia de construir, (echa ella hubiera caducado.
a panir del ~no de cstableott una lógica de la relación del suje-
to con el objno. una lógica ¡para el púa,análisis. Y, en ekcro. c:iumos El tr.ab.ijo del que este libro ha :surgido fue arduo. Se tr.ató de
que definir, según se vm, d concepto de cxiirencia lógica m oposi- un verdadero esfuerzo de lectura abordado con tres versiones del
ción al de cxistmcia de hecho para. entonces, ubicar teóricamente al Seminario. una francesa -1,in mención de csrablccimicnro- y dos cas-
fantasma, permite un avance m nuestra clínica grávido de consecuen- tellanas - una ,in mención de esrablecimicnro ni traducción y la dm~
cias. De este modo nos es posible, a partir de aquí, pensar d fanrasma minada "tren fantasma"- amén de la conocida versión abreviada de J.
como norte de nuarra brújula en la diffl:Ción de la cura e, incluso. Nassif. Ocurre que d que nos ocupa es un Seminario intrincado, con
como factor fundamental para una concepción del fin_dc análisis. gran cantidad de problemas lógicos e incluso matemáticos a resolver y
Si, como dice M. Marini"; "Lacan parece ostilar cnr~ la cxaha- eon muchos orros que, h2ciendo fundamento, apenas apuccen esbo-
ción de haber dacubic,rro una nueva lógica e incluso el fundamento r:ados o están sin desarrollar. De hecho, una de nucsrras rareas fue tr.a•
de roda lógica y la angustia profunda anrc la desmesura de ral empre• urde cubrir los baches para que el lector encontrara un acceso orde·
sa" lo cieno es- que la puncuac.ión de dicha lógica marca la doctri- nado ~unque no nec:esanamcnre m4s fácil- a los conceptos.
na de una manera inédita. Quizás fuera csra misma forma de ver las Como se trata, en realidad, de lo producido a partir de un rra•
cosas la que llevó al ya desaparecido R. Sciamta a decimos" que la bajo realizado enrre 1993 y 1997 en grupos de ffludio en el ~mbi-
única lógica posible, para el psicoanálisis, er.a la del fantasma. Es esta to privado y en la Rtunión de lectura que, en esos all~, coordmt
una posición con la que podríamos coincidir aunque sin dejar de Mayéutica lnstirución Psicoanalftica se necesario el reconoo•
recordar que a panir dd Seminario 19 - ... o ptor- comienza a per- miento a quienes, dur.anre esos cua1ro años, acompañaron, compar•
filarse lo que podría definirse -de hecho así lo hicimos" - como una ticron y mriquccieron mi lec1ura. No es posible. campoco, sosla~r
14. Pnrgt E., J. J.M,,,,, ,,,, rP"""·"'~ -,-rr..n ,r,,,, r,u,ipmtnl-, tra.. Paris. el apone que a nuestro trabajo hicieron. aunque desde afuera, nus
2000, p. 202. hijas: M. Clara y M. Pía, de cuyo pensamiento rnarem~tico soy deu•
1S. Marini M . / Jlt'4 n, i r,Nrtlrio ,ú IN t>I,,-,,, N . Vwón, &. As,. 1989. p. 286.
16. Sciarrcta R.. Comunicación personaJ.
dor reconocido; y Mana Polri Fenre quien con su afectuoso aliento,
17. En Drl fo,,umu 11/ sn,tho~: lm ,,w/w ,k ,,,.. f'xit11, '"RruntOn lac.anounttica• ru opinión siempre cri1eriosa y su ayuda ttcnica facilitó el decurso
na de psiroaMlHtis ck Butnos Airn'". M.ayturia lnsrirución J\ico.a.najjria,. &. de la escritura en muchos rramos.
A&.. 1995. F.n Franco A.. V,/ font41""' •I ,;.,¡,.,.,_. J., .,,,/t.tJ ,/, • ,w i.:;,._ M. La lecrur.a que aquí se propone es una de las lecruras posibles y
W., ""Rcuni6n bcanoam('ric.ina dr ~ ,úliSU de Ru('no,s Aira·. M.a}"'iu.tic:a
lnni1uc-;ón Psicoanalfrica. Bs. Ñ., 1995. 18. Snninano 16. Dt ,_,. orr. •l Om,, inécfü o. da.e dd S de mano de 1969.

12
Albrrto Franco

no p r<trndr 1b2rc.1r iodo d Seminario aunque sí apunte a sus fun-


damento~. Nuestro anhelo es compartir el fru10 Je una experien-
cia dr trabajo que. al menos para nosotros, ha sido en extremo enri- 1. Sobre el fantasma
qucccdora.

s "

Esta es la escritura us:ida por J. Lacan para formular la cMructu-


radel fanrasma. Desbrozarla y neformularla sccl la 1area a realizar a
lo largo dc:1 Seminario XIV para producir, como veremos. un avance
fK)ablc en la sistematización posible de 11na lógica parad psicoaná-
lisis. tra1a de una sistemaii,ación porque muchos de los conccp-
~os a desarrollar ya estaban prcsenrcs en la obra previa de 1.acan aun-
que: scguramenre ntl tomarlan, a menos que se lo,; volviera a entra•
lnar, la consis1encia formal que cobrarán a partir Je este ~minario.
esrc modo partimos, sin entrar aún en d detalle, de cena:
El suieto: barrado por lo guc lo consciruye, en su dimensión sim-
bólica. como dccto del significante.
r f;Lobjtto a: resto de la p<'rdida de ser, obLcto CUl.\3 del d ~
cual se dicl que se exirn la lógica del fuñ1asma 0
EJ.¡,unz.ó11 ~: ani~íador lógico q¡11c~ pr~~__!a sim~hancidad
rrcs opcradorc,s a saber: < >, menor y mayor; V y A, incl uido y
acluido y. por úlümo, >: si ... en1onces, al que se da car.ktcr rn~r-
11

1
_E.ir úlú~ o O_P.«ador > in<lica.una.ci.:.uo.nancia ful\llamental,
para d desarrollo de unajógica del fantasma, coda vez que si bic!:'
1 1Cflalamos con S la n;istmda dt l,,rl,o del sujrro en rnnro hahfaC!o,
barr:tdo, ¡x;;;;1
- --
significañlc:ést o no es sufiO;mcpmdecermi;;;.r su

14 · 15
A/brr,q Frllnco Acm-ll dL lo úJgiaz dLI fontllmlll, dL úzcan

exiscen5:ia lógica. En efecto, la aim11ria lógica del sujeto sólo es posi- d6n del espacio -a mi entcnder la de los Seminarios sobrc la iden-
ble si existe d resto denominado 11. · -- - tificación y la angustia- para lo cual se recurre a la flsica y en parti-
Es posible decir, e.; c~ns~ c ia. que no bastará para obrcner la cular a la cnergttica.
existencia dd Su~to con poner en acción d significante. por ejem- En el meneado Seminario y partiendo de la doctrina de los estoi-
plo, bajo la forma: cos se comienza por suponer. como ellos lo hacrn, que d cuerpo cslá
Mímcrgido en un mundo que es conc-cbido como un continuo din,í,;
s-- --s· ;;leo. Esta su~sición, como es obvio, contraría roda idea de cone
T ¡;;;:;-c onfirm~a hipótesis de los cambíos de csrado dentro del con•
sino que, más bicn, scr.l necesario incluir la función de un cuarto rlnuo. Con este man:o de rcferencia resulta fácil introducida pri:.
~ ento, he1erog~nco con resp«ro a los eres anrcriorc,s, pan derer• ,_,.~de la. rermodinámica q':e propone el princieio de conscrva-
minarla. a sa&r: cl objeto a quc rc,sulra. a s~ . d~ una opcración cl6n la_;nergía al afirmar cti.te la energía no puede crcar,¡r ni des::
lógica efecuuda no n,-ccsartriñcntc sobre d CU!.']>O -i11 vi - au~ t~ resumen, se trata para la flsica de un complejo sistema
cuando pudiera muarsc -de la "libra de carne•~ Recordemos que se di, intercambios, por completo mensurables, que ,e producen cn el
trara de esas piezas scparadu pero profundamente ligadas al cuerpo: anam, de algo constante. En este punto Lacan resume, htbilmcn-
esdbalo, voi. mirada, seno; para las que adem:l.s se resnva un lugar lc, d argumento ideado por un flsico llamado Fcinman para ejem-
fíínd:in1en1il_!n b «OiíoiíiÍa dd goa. 5c 1ra1a, es fácil advenirlo. de plificar la tesis del coñtillúó t11ergé1ico. Veamos en que consiste el
cu.srioncs cruciales para l;¡ c.1/nica. argumento: partimo. de suponer quc se le dan a un nillo, llamado
Se r e ~, así, que si bien por la vinud crcacionisu dcl signi- Daniel el terrible, 28 cubos. Como Daniel verdaderamente es tmi-
ficante, es posible crear una cosa con sólo nombrarla, no basca el tik, los cubos son de platino, que es indeformable e indestructible.
hecho di"°prcdiar sobre ella para convertirla-en una cosa dd mundo. Puede ser, dice Fcinman, que un día la mamá de Daniel encucnrrc
En efecto, para que csro úlrimo sea posible debe haber un rcsro, un 22 cubos. otro dla 23, otro 20. Pero los cubos faltantcs están siem-
~~ho -un dn,;n,s dice Lacan- que de c~ w el mundo, de pre y eso se descubre, por ejemplo: por el exceso de pc$O de una
esa cxisrencia. e.aja que csú cerrada o porque el nivel de agua de la balladera, que
En csre punro, c:!_~ erec:i h~ e, dice Lacan ( 1), el prtt-~rur dd ad tan sucia como para no poder ver lo que hay adentro, ha subi-
fantasma, pero este "lisr_Q_ para 11.c:var" delf,tntasma tiene dos nom- do lcvcrnenre. Lo im¡>0rtante es que de cicao cálrnlo roarcm:l.úco,
bresque cond'emen a una misma susuncia: deseo y rcaljd¡(CPucs7 c,
que, ·en-eh:omienzo, deseo y rcalidad conforma; una sola esrof.a, no
hay distingo posible entre ellas y cicncn que vn con el sujeto
Se t rata, cn definitiva, de que lo que
1ra11C en otra parre.
ful"
CO..!J)Q la energía es conswue, va a surgir que hay siempre 28 '1100S,
un lugar debe~~

porque. de 8, no hay nada ahí aún. Hasta aquí, el planteó es consistente con el sencillo mod~
Este planrto rnrouae, en cieno modo, a un importante desarro- lncercam: qu5!J>:ll'a ub16lr eífalo íimaginarioco~ reserva libidi-
llo di:ctuado en d Seminario antnior (2) con respecto a la forma de iíi) se o í a en el Saninario sobre •taiaemificlción (3) y n mbién
producción dd objno. En efecto. allí se avanza sobrc una conccp- cñalgunos desarrollos posccriorcs sobre la angustia (4). De acun-

16 . 17
Albmo F,wna, Acrmi tk lo lógi,11 eklfontllmlll, ek ÚUlln

do con lo allí planteado, resulta que li tonwunos dos campos para n del cuerE y, allí, si pegamos una cstoca<la lo q_ue .!! cona es d
rcprcscnw al yo -tomado a e11a altura como pmcncia dd sujeto en pcd.üo de carne."Y esto es lo qu.e hace la difcrenc!! - el de
el mundo-y al otro:
ame o Jo que del cue~ caiga- para determi!!_ar la existencia 16gi-
a del sujeto. S_e trata, como se e.ondíil de manifiesto a lq la,go de
nuestro recorrido, ~e un viraic en la concepción del mundo que no
-,:1 sin consecuencias.
Pt-ro como se trata, en realidad, de lo que rompe la continuidad del
mundo del inj,,N se ha« necesario, ahora, avanzar hacia el Seminario
y sel\alánunos con el rayado d campo libidiniudo tendríamos un XI, sobre los fundamentos (5), para enlazar nuestro principio de dcsa-
yo plawncnrc investi,do Ítaltc a un ouo incmtentt, si por el con- rÍollo de esca lógica panicular con el modelo de~ alien_!ción que
trario el campo investido fuera el dd ouo, estaóamos fraitc a una puede ser presentada, ahora, su plena dimensión simbólica.
alienación abeoluta por la tocal precipúación en 6. De modo que, En el citado Seminario, en el que se • ~ el modelo de los drcu-
como ~ • n.ecesario que haya ~n cie~ equilibrio J>Or el lOI de Euler', encontramos la presentación dd proccs?_J>Or el cual el
cual haya invuudura dd otro con conservación de una reserva del •l'!!ficante produciéndose en el ~2º. del Otro, com~generador
lado del ~As/nuestro modelo indicada que: de Knddo, haces 'r al su'cto en su si nificación aunque a cosu
de a a n111s concomitante de la pérdida de ser._

S.. s;n S, nádo


(S.i«ol ñdo
"" (Ocrol

lo que hay dd bdo del sujeto como reserva libidinal es, a«Utmm-
'!• lo !l!!e falta del lado del ocro y denominamos . <i>ai. - - - Oaro que con csre diagrama se presenta co_mo termjn~ una
Claro que si nos qu,cdáramos con ate modelo de economía libi- doble ~Íón ló¡ica de.la qu,1: ila prÍ!fil:ra parce csla alienación:
dinal, sin incluir la cuestión dd objeto, no saldríamos de are plano:
lo que de un bdo se guardó como reserva es mensurable como falta
i • .. ._ ..
en el ocro. En ate sentido la metáfora de Lacan a muy expresi-
va: si diéramos en este espacio supuestamente continuo una atoca- S
.,

.
'
' A
.. 'l,'.t:i
..,"'.
..,.v-
..._,.)

da resultaría como una estocada en d agua, harlamos algunas olas ', : ( ~ ,~ :,. .Jr
"' . '""' .,. x·
moferu,vas pero pronto se rcstabl«eria d nivel. !I ~ e , , ' o~ ' -,¡. ~ "'

De modo que hay que incluir la idea dd cone y la~ d a e


,,}. \""~" <-¡ - t.,
l,.(lt cfrculo, dt Euler ton diagram=u que tan las openaonet enrtt dasa.
q_ue la metáfora se !iaga, quizás, ~ brutal_~N_uc de lo que se· um" di:agr.1.m~ son r.ambién atribuidos a Vena y ha.y quim dice que. c-n ralicbd.
,- habl.n ,ido u...to. por l óbni1 (6)

18 19
,1

Albmo Frtzna,
A=• dr ID /Jtic• drJ fonlllSmll, dr lllc.rn
en ~a.que, poLcfecto_de la ubi~ci?~ d~ ignificame en A, rcsulu
posible_~ que se define como reunión lógica- o~ que debemos
cona:l»r como ~rime, dc:sprt:ndimiemo del p_rovocado por la
eme~c,a dd 118'!1ficante del lado del Orro. - -· A

l>crohay unuc¡unda opcraaón l6gica, la sq>ar.1eión:


E, una manera de romarlo con la que no se excluye, a nues-
ffll mtendcr, la hipótesis del citado Seminario XI r~a vez que se
A trl ll de determinar qu~ c'!!!'o resultado de la .9~ración de
d6n'yeñ el acto de constitución sub'eri se roducir.l la calda d
o1, ero II ue, a sw csfuerws, el signi6came no J?Odr.l propor•
que pone a salvo de la alienación masi~ que genera un camj>O r nunca un scn,tido. Serrara, sin duda, de una primera puntada
tercero r decro de la intersección. llna, comporta un--;¡;,;.e del MCnaria para cf«war, enTa doctrina, del sisrlificanre, cien(),! ca.!!!:
campo diJyunrivo y cu mona. en o que primero prcxnramo,~ o- Wo, ~e ~uiremos en de~
diagrama completo y en el que aólo faharia ubicar, en la lúnula a:n- Oc este modo, parúendo como lo hicimos de la idt2 de que debe
~ral, lo quue h:u,roducido como efeer.o. de la u¡,ar:lci6n..a,saber: fo haber aiacncia lógica; es posible dcsarroUar wi n11cvo moddo de la
onconscienre como sinsentido -· lllmación que permitirá a Lacan plantear tres formulaciones en~
lwdaí:

m
R«ifo ahora, en este s.iminario XIV (n, Lacan llevará a cabo,
COns«Utntffllente con lo que va desarrollando, la ubicación lógi<;,a_ que no csd d significante no lo designa, lo engendra.
dd res_10. Asf cnconrraremos, en ese punto de intersección que reer~ que no csú en d origen es d sujeto.
seora la lúnula central, el objno a. el origen no hay ,¡,,,,;,. sino del objeto 11.

Formulaciones, éstas, de las que su:rgcn consecuenciu que ram-


1,Un es necesario deunollar.
2. S. ...., d. U opmción l6gica -wbr, la qu, """'cremoo r<p<cldam<n<o- Jlnnada
di¡yunción '! de la que k' rteonocm d01 \'Ui«lades,. la exdllü1'2 0 ""' que: com-
La primera -y única que, por ahora. dcsarrollaranos- es la reubi-
rom un&í°"' la gut la dc«ión dt IUl elC"fflC'rífO"'"«au-- CllCión de un postulado canónico que ocup.ir4 su lugar, con inÍinen-
la~i1: cajantt', una c-n
dd ~ ro~•~• ~I\IJ.ad.1, i~dwixa o ffi gJtr no i:m plia coht
J'U<S ....-_ , dcqión "" odwlóo • ~-~ cfea~cce mduJ!os
da, en este &minario: ,/ liif!fi,,111, rr.e_mrntA 11 "!!-'"Í"º i"'"' otro_
iipifiu,,«. La escritura - ya anticipada, en d comicnw- que Lacan
opcio.n,a _a,ppsibk d qir '101 Otn o ambas. -
~u• l\hi~ altt ouriva o nprt111'Cb por l'illtnw pumt'acbs, en d umpo de
,.üa 3e este posiülado es u~otoria anticipación jle lo~que lu9!2.
inrt'rsccoon aC' los d rcÜJos de E.ula, coñ1o que a- quiere uuun.tar una sume de IICft llamado Discurso del Amo:
' ~1Cfflfi1 ~ trt 11mbu orcfont1. En realidad.. ai biC'n tt ap,ori en d -,/ Jóg.--
(o, ~ -•~st•!mlo que <knomiru ,,,./M II tl/Jtn11f'N11 en d que, po, cfect.0 dc-- S · ·· ····· ··•·· S'
b din:unaon no K tnu pj de una pi de orra de ambas,.opc;inog,
s
20
21
Alberto Franco km-11 tk ID f4tic11 tkl fontmm11, tk L4c11n

y que, en el contexto de este ~minario, figura, nada mis y nada ,,,,I/IIENCJAS /Jll!llOGRÁFICAS

menos qUe a~ a ~presiónp~imaria -üriimlrañjü,lg- ~ e se acomo-


da, perfectamente, a la ausencia de úsrin. A este nivel -y como
1.' Lecan J., Sffllinario XIV, LJxi<• tkl f11nrasw1•. inédito, clast del 16 de
IMMffllbrc d< 1966.
antes dccfamos-- ctoo¡Cfo a cumple la lüñció n que F~ denomina 2, .....,, J., Seminario XIII. op. ri,., clast cid 8 d, ,dicicmbtt de 1965.
/ kdn,tunK!.J le permite a Lacan ~bir, desde el comienzo: 1, .....,, J., Seminario IX. ú, úln,tift,Midn, inédito, clase d,I 21 de febrc•
-e-~,,: ro de 1962.
\ . ~Q, - --"'J> 2~ \ ,~
4, l,acan J., Snninario X, út •"f"J'W. inédito, clase d,I 28 dc noviembre de
l
s~·- ··········•~ ~, .
1962,
s "- 1\ b,.ó-o-0-'-->-..,.
, , 1.tc111 J..S,minario XI,-,. riL, ap.16. .
, , f!ffm,r Mo,. J., Dimo,..,;. ,ú Filmoft11. Sudammcana. Bs. /u., 1975,
,_,. paca fo~ u.dad~
Tomo 1, p.298. .
,<<'~. ~ npng es el origen d~ jgnificacio~ g_ue 7, &..an J., Seminario XIV, op. rir., cla.e del, 16 de """',ml,rc de .19!6· .
surgen por d hecho de que el ¡jgni6"'!nrc M..R.!!J:.lie significarse a sí

-
1, Fng,, G., Wrr ,,,,,;¿. y ~ . en "útudios sobre scmánaca , Aricl,
mismo. Batcdona, 1973,
2. L,g, $ignifican1cs S y S' -a leer, con el avance de la tcorla, como &MM J., Seminario XII, op. rit.. cla.e del 2 de dicÍffllbtt dc 1964.
S, Y.~ seM dos scntidospara una sola &tkuµ,nl! el objeto 11.
En este punto, y para poder dar cucenta de una nueva sisttma•
tización de la doctrina del si.gnificante, es necesario, volver sobre la
cucestión de la alienación, lo ,que será eftttuado desde otros parámc·
iros lógicoc.

l. Ftt~ di1erimina dol tjn dr la .-:igniñcaclón: d acncido -situt- y la rcktmcia -


H""'"'"" m,cndicndo qu< .f'Uodc haber ,... d, un smn.Pi&D.I IN fO~ ~"'!!1·
El ~empJo d.úiCO ticmla dos &cntidos, csrídla matutina y lucero YC$f)mÍnO. pan
una..,6 ,.fn<ncu: d planm Y•nus (8).
4. Lo qu< implicaría a-ñalar, d, aamdo con lo pocndado m d Seminario XII. sol,,.
,.. probkma, cruwlcs (9). qu, uml,;m c:s d onsrn d, la gramária lo qu,. oomo
sr vera luq;o. tiene su imponanc.:ia.

22 23
2. Sobre la especificación

11

,.:-1
1
l'.a la clase del 16 de noviembre, u can señala -sin hacer aclara•
állMI al respecto- una rdcrenciaaf llamado axioma ,k /p rrµ<ifi°"'-
if "YC jmpljca. a poco que uno lo comprenda. una nueva formu-
lan'o dt la alienación.
• SI nos referimos a la teoría de los conjuntos, casi rn la basr
_JIIQ)lltmll0$ este axioma (1) que oprcsa:

A toJo ·u to A l 4 · · ) rormpo1td, un «>1t· •


...,,_ 8 "' u,/1#, t x dí A

Un qcmplo sencillo podría op~r ,q ue si tomamos el conjunto


• lo, hombres. (A), y la condición "ser casado". S(x). su~ un con-
jliftto B. d de los hombres casados, cuyos elementos son los hom-
llrllf que cumplen la condición "ser casado" '.
En d plano puro de la lógica, este axioma seflala que nada surge
,._.,,;1,;&;, que la clase - A- no es super(?!lnible al conjunto - B- y que_
todo dclx anali-z.am scgifu una lógica dlc la especificación de acurr-
1. NMnc- que- la forma miJ comÚ.ft CX ckfinic.ión d la clmom.inad& ..por géflC'ro
1 ,.,.;..., y dikrcncia esp«ffiaº. O. acurnlo con olla pan ddinit un conup<o "'
~ . tn primt"t lugar. al género ffW próximo para bu5u:r. lutge, la difctt:ncia
1,I (0ft 0<ru especie, dd mismo Ffl<tO. .A,í, para d oon«p<o hombr, I< pu<d• a<:u•
' cfü .J ,#n,ro pnl•imo. numifno. para luego diftroncilr al hombr, do 0<m ...,..
cie, cid pro mamifno: po, tj<mplo: bípedo y parlante. E.o esto orden do c:ow.
ol homl,r, es d gin<ro. homl,r, a,ado stri u na do sus o,poci<s.

25
Alberto Franco Acerca de lo lógica del fantasma, de Lacan

do con la cual lo que define el conjunto esta fuera de él. Esto, como ¿Será posible, ahora, que B pertenezca a A?. Aquí se produce la
veremos en el desarrollo de nuestro trabajo, no será sin consecuen- puradoja porque. en efecco, si:
cias porque, en definitiva, se trata, nada más ni nada menos, <!_e lo H e A entonces o bien B e B o bien B e' B. Si B E B por (*) la
que nos llevará a repetir si~iendo múltiples vías que _no_hay~~i.!!!!: •uposición B e A implica que B e' A, lo que es una contradicción.
so del discurso. En este punto, debemos hacer algunas aprec1ac1oncs ~¡ H e ' B entonces, otra vez por (*), la suposición B e A implica que
lógicas que creemos de importancia para la lectura de Lacan, inclu- U E: B, lo cual es, también, una contradicción.
so para la de Seminarios muy posteriores. ·Adónde vamos con todo esto?. A ningún otro lugar que a l:u.fu:_
( .
forma lógica en que s~ek_escribirse el axioma d_e especifica- t1H1c.:ión fundamental, para.este Seminario, de que hay al menos un
.,
n;
·-
cton es:
B = { x e A; S(x)}
(onjunco B que pertenece a la clase original A y est~ dete!_mina-
rfa, he aquí lo crucial,..9~:

donde se ~_quc..B..s.c..define poLcl elemento x que pcrten@Eiendo a,..;


A cu~plc la condición S(x).
Pero ¿q~ ocurriría si en el lugar de S(x) ubicáramos la cláusula
no hay univmo del discurso
--
pero también, aunque esto...no será tan _importante ~n este ~ornen- ¡·
"x no pertenece a x" , cl'ausul a que se escn.be x e ' x..
) 111 del desarrollo de la doctrina: que CXIStc una escmura lógica p~ra
Esta cláusula. "x no pertenece a x", plantearía el problema de I• imposibilidad.3 ·
las paradojas lógicas 2 extensamente conocidas por los lectores de Es claro, desde una perspectiva que no es propia sólo de la lógi- i
Lacan. ca, que no es lo mismo lo que -s e escribe que lo gue se ~ice y que si
En efecto, si x e ' x de ello se seguirá que cualquiera sea el con- de algo depende el juego lógico es de una cuestión de ~i-tu-ra. En
junto A si: efecto, para constatar que existe una estrecha relación entre el apa-
ra10 de la escritura y la lógica basta tomar el ejemplo proporcionado
B={xeA;xe'x} por Lacan (3). Si escribo:

y rcsultara:
entonces, para t oda "" . o, 1,2,3,4...
y e B si y sólo si (y e A y y e ' y) (*) y pregunto: ¿cuál es el número entero más pcquefio que no e~tá
c-crito?. Cualquiera podrá decirlo, es el número 5 y nada camb1a-
donde se Ice "y" pertenece a B si •y• sólo si y pertenece a A e 'Y' no rA por el hecho de que se lo diga; pero en el momento de escribirlo
pertenece a "y,, . algo ocurrirá porque como:
2. En efecto, de lo que a continuación $t trata, como rápidamente notará el leaor,
es de la escritura lógica de las célebres paradojas de Russcll de las que Lacan viene
o, 1, 2,3, 4, s...
hablando desde d Seminario IX, sobre la identificación (2).
! . La imposibilidad, pues, se escribe: 8 • lx e A; x e'x}.

26 27
Amor• ti, lo !Jiic• ti,/ fa1'111nN1, ti, L4un
Albrrtonrt1KO

111 1111nlpul1dón correcta. Q>n esto, K instituye lo ?Y! no es nada


d enttro mú pcquello pasan a ser d 6. l:Ro supone entender que ~a a una 'ca dd fantasma, a saber: una •
serie sólo avanza en función de lo escrito y, en otro orden de cosas,
ca ro s.cton , n05 pattee interesanrc detenernos un
que es la relación entre la lógica y la escritura lo que pe~ ~ a_qye-
...,.Nen ella, replantea lo que la doctrina arisrot.Sica define romo
lb cnfrentanc 'C<>n d problema de la verdad. gII fp!O y ¡uicio para llevar dichas enrielada a la caregoría dep!!:_
En este último plano la primera definición, K diría tajante, d,
1A1as.
~11(1. Resultará, entonces, que áw pueden Kr de dos upos:
Lacan es: la verdad no es inmanenre al pensamiemo: decir como
eroposiciones mlninw que no co~ri~ dcnt~e
nuatro autor lo sugiere:
- fl"ll!!»Í~ipncs: como, por c¡emplo. "llueve o hace trio y que
• llfl'"IIII por lerras minúsculas, en general p. q ó r - para romar la
..C· ' ,i,
\C. J:"'
•umlnación de variables prop05icionales- r las moleculares, mú
·,_ -o.,._ Jo,,

I
que St rcco~ocai ~r la pr~ncia de d~ o mas de aque-
implica ubicar lax crdad.mú arca de la enu ciación -el /t--que del
enurÍciado. En estt Kntido nuevamentt monu. a Freud y a la pista
llli 11nldu por conccnvas lógicas del upo: y, o, s1...cn~':""5• cuya
A.Mlón es, precisamente, la de unir dos o mú proposKK>nes ató-
que, en su búsqueda de la vadad, n05 da en rdación a>n "E/ hom-
Mlcái entre á; pcw ejemplo: •11- y hace frlo". No dc:sarro~re-
brr ,k "1s w.s• (4) al decimos que, en definitiva, lo que importa de
la escena -que sin duda es fanwmática- es saber a>mo d sujcro ha
podido vaüica.rla en su ser y por su síntoma'. En este senado lle-
.,.ndo
. _ 11qul - aunque si lo enunciaremos- d h«ho ?e que la nwc•ón,
sobre una proposición atóm!~• runb1én la c~nv1~rtc en
tíal,cu_!!!. Ahora bien, la lógica pro . '.caonal es wu lóg, • en;.
var las cosas al plano cid significante, romo d mismo Freud lo hiw,
puede su t1ril p ~ que es dd ju~ del sigruñcante que la verdad
( 1i"2 tanto reconoce, para as prokstcaooes . .
WC[tt, y falto y, en clUi tOdos os casos, el valor uede ser ob¡~-
qucdará~ c u a . a l r ~ di:I recorrido, suspendida.
d iado. Esto ocurre cuando el va.lor de vcrdadl de ro s ·
como venim05 diciendo que es en el planoac la cscriru- ¡¡¡¡¡-~ - y aqul se m~ rra ía importancia e lo que funciona
ra que la lógica define su reiacid~n la verdad, resulta rawnable • 1 nlvd de lo escrito- d nde únium,11,e del valor de ver<! de
que lacan tome ,!9!ilP, en este momento de su desarrollo teórico,
M iciones componentes' cual uiera uera el tenor e htas.
en una lógica no matemática romo es la llamada lógica proposicio- li .os se proponen para cálculo compos1c1oncs proposa-
nal o lógica de enunciados. l:Ra lógica, es cieno, St constiruyc por
reglas de cscrinm, a la manm en q';!C, sq¡uramcnte, en d momenté5' 1 lo. la lógia m un• d, ua ana del lmpj< - . . fcwmabon
de constituirse un alfabcto K plantea cierro ntlmero de reglas para f1 t,/o,/w,.... junto con la grunácica -d an, d,J u,o conuto del 1 « --: Y lo~
,k1 - ,I .,.. el< au uso decoroso- (6). A au altun Laan podri.a de6n1rw como
nn1y enano a Htl potict6n. . ,
4. Quiú, no i a inFm•-n« qu, uan - """'el concq,co el< llnifiu6I,, m. l c.i,...1,nnmitn- pucd,n .., hallados. con moh dcwlt._m hbro .i.-
S. rrar• el< uno dt J.,. crimi.. el< ....i.d. a,o ,1 .....,_._, por el tual loe
.....,.,iJ de lógia. incluida la p,ndignwia "lnaoducáón , dt Copi (7)..
h«l,o,, pan scr cwi6ada. como ....iadm». cleb<n ,a ~do.. ¡A qu' nivd.
1 q<mplo, el n lor d, ....i.d de J. pn,po<ici<ln "no Jiu.,..• ,dq,cncl<, úaóamtn·
pun, JCria pooibl• ofmu11 I• wrilicación m la ...,.. del hombr, el< 1.. lobo.?: -u""'...
.. del va.lo, 'f'CriratiYO de en d"tcto: • "na a "'1d..dch la om n íal. r
m el .., y por <I ""'°m•. fJ J>WI'"° i,,1 -.ando a.lo wt nw conm lffl<Ío a wkiwrv.
m<dida que avancnnoo m nuaao a:nbt;o.

29
28
A/J,mo Franco Atm-• M lo l.6fic11 tk/ fantasma, M ÚWln

ciooala que posibilitan: la negación, la conjunción, la exclusión, la si sus valores \'C!'SOS, en cuanto
disyunción -a, las dos formas que anta ddinimos-, d condicional la falsedad, es ,ontin
y d bicondicional.• aqul una ptqucña tabla, llamada de verdad, donde apa·
v ~ un ejemplo, d de la conjunción "llueve y hace: frlo" que - Ita c.'Ofl«'ivas nús importantes con sus simbolizaciones nús
simbolizaremos con variabla proposicionales. uf tomamos: p, para . , . , . y algunas de las locuciones que las cancttrizan en d lcn-
llUCYC. y q, pan hace frlo, con un coneaor que ponga en relación fllllt - ':
las variables, pan d caso la conjunción, que amboli:wal'IO$ con "·
Vcmnos entonces que, tlando a lu variables los cortapondientn
--· - ,lo 1 NOfflbtt Loc:uauoC'f. Tabla dt ,fldld
valora de verdad a posible hacer d cálculo. En d'ccto, las posibili- Nf.l~ ni>N ck-rmqye p ·p

dado 10n cuatro' que se escriben:


\'
F
,.F
pyq pAq
"""' • ,. Conjunción Y; pcm; IW'kfl,le 1 pq
V\T
\ ºF
pA q
V
F
V V yy y FV F
FF F
y f y de las que se deducen Vf f l,sc~,ión ni ...ni p q r•q
f y ff V • 6 / 1/1/ f
\' F F
f f ff f 1 f \' F

Es claro en me ejemplo cual a clave para li"'con1uñciil'!Jl ~ a


verdadera <610 en d caso en que ambas J>ro~sicioncs ató,1t1i-
-- y
'
f
."'tnelut.iv• 0. )'/O
1 FF

,.
p ~
1 \' F
'' FV
\'
V
pvq
V
V
\'
cu -p y q- IC20 verdaderas. Lo interesante del CIIO, no lo scf\ala- FF F
mos anta, a que la regla se cumple tnrae de lo que se traten 'p' y
·q', sea lo que sea lo que dlas repracnran con lo que se las aisla dd . 1
1
c~d ~ i,·a
• ..,
o~oblc-n pq
\'V
,,
p•q
¡¡l2Pn wrniotia> Sólo noa restarla recordar que. a panir del cálculo •
de verdad, las posibilidades que se abren a una proposición molecu- 1
__L
lar son uq: s, rodos sus valores son de verdad la ,1!ropos1ción es 14u- Si.. ,cnml'l<'c:1.;
to/4gioz y cons¡jwyr kr Africa, si todos los valores wn de falsedad c:s :,
...n ~ ,.. ,. p:, q
\'
1 -~iffllc, i-a,, .. v ,: F
f\º 1/
8. Qu< ,. adann por lo dacripto en la nou 1Aurio< (8).
' 1 FF V
Si: \' li()Jo ,.¡;,...tS
9. Ea <Í<ao. pan la p,<>pO<ición moltcul..i coa p _. por do& OlÓfflias -en ••••·
t1'0 cuo ·p· y ·q·- laa pooibilidades ,on cuauo: qu< ambo. P' 'f ,.¡. · ,a 11ómic-.as
1
' S.ConJionnal
condi~ión n«n1ris ~· 1
1
pq
,.,. V
q

_, q,w la primea ,.. vmlada,, y la ,egunda falsa. q,w la primen • wftricmc pata- - \'F F
,.. falu y lo ocgw,da vmlad<ra y qu, ambo,_,. &la,. Se..,.¡ qu,. pan mayu,
f \º
FF
,.
F

daridod. ffl ,od<>o lot ca,o¡ . . irnp,u ... ...i....

30 31
Alberto FTllnco Attn-11 1k lo /ógicll MIfan111mt4, 1k Lacan

Pero, como no es necesario rq>etir, se trata de una cuestión de liwa conjunción, disyunción, y condicional-" y, como caso que es
escritura y, en este sentido, de la tabla surge uno de los más claros ,-..o de inmediato apanc, la ncgilción. La pregunta surge, para
ejemplos de la ~ifercencja QIIC: K plan1ea cnm; lo dicho y lo escrito: i...,., en d pumo en que antes aparee/a, para nosotros, la furma de
lo que se denomina r,uJ,;.ja d, la im Lirnción matnial. Esta parado-~ acri1ur1 de lo ímposíbleU: ¿qui! ocurtt con lo que puede ser escrito
ja ha desvelado a los lógicos y plantea lo que, 1 mcnie, se visua- ue no puede serlo/
liu en la tabla bajo la fo"""' tkl condirional: en apattnte contradic- 11 ncr n,ve que surge d problo,ma de la negación , que será
ción con el sentido común, mndo el anteccclenie &Jso y el conse- & nucctro próximo cap(ru!o y a cuyo ~,pecto Lacan dice que
cuente vt'rdadero, el condicional es verdadero y como tambi<!n ocu• Npla klgicameme a la estructura (14).
rrc que siendo ambos falsos d condicional es - ¡,,r·co11nru/icrionmi-
wetdadcro, se diciquc a lo í:also puede seguirlo cualquKr cosa, lo que
SC expresa: "'falsi,m stt¡11itwr ifUOd lilHt.
$i.bjco d problema de la implicaciórl material rie!K._una resolu-
ción I ica'º• a nivel .delsi¡nilicantc el problema se ahonda al trasla-
a el decir. En cícero, ali( la duplicidad del sujctQ, divi•
dido radicalmcn1e e111rc, cñ unciado y enunciación, pone trabas a la
solücion lógicA puesto que impide, por ejemplo, d«i r lo vcrdad~ro_:'
sobre lo vc~dcro 1oda que no hay significanie que pueda signi-
ficarse a si mismo". Es posible, aqu(, concluir, como lo h ace N·assií
(1 f), que i t ~ 1 0 no le queda otra vla que 1~11(3..qUC. por
otra parte, genera un signaficado en mengua. Tambio!n se trata de un
punto en el que nos detindrc;;.o"; más adel;nte.
A csu altura ya se le pracnta a Lacan un verdadero problema. No
se trata de un problema nuevo puesto que, en realidad, ya se le habla
presentado a Frcud, quien io hizo manifiesto en la /11tr,pmat:ió1t d,
¡,,, swflos (12), cuando se interrogaba sobre una furma posible para
la figuración onírica de los nexos lógicos - nues(ras conocidas concc-

10. E&ctiwam<nt<, d problema do la impli<aci6n marcrial rifflc una raolución ldgi-


a '!"' 1< apoya <n d hecho do qw la pmdoj• SU'!,< do la oonfutión do la impli•
ación con el condicional. ú ¡po..bk ena>n1nr una mú completa y saritfaccori.a
aplicación dd probloma y Al aolución •• rl, ya clúico, dicxiocwio do F,,rmrr
Mora (9). IJ l~bmoo ,1 pwtto un desarrollo más a1<1UO rn orro rnbajo (13).
11. S. ahonda.• ar< mp,cro. m d Saninatio XIX,... ,,-., (/0), do kctun recomon- 11 ('I 11 27.
clabk.

32 33

11
Albtrto Franco

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Halr:nos P., uorút intuitiva tk ÚJs conjuntos, Continental, Méjico, 1965, 3. El problema de la negación
p. 13.
2. Lacan J., Seminario IX, op. cit., clase del 24 de enero de 1962.
3. Lacan J., Seminario XIV, op. cit., clase del 23 de noviembre de 1966.
4. Freud S,, De III historia tk una neurosis infantil, en Obras Completas,
Amorrortu, 1979, Tomo XVII, cap. IV.
5. Ferrater Mora J., Diccionario.... op. cit., Tomo II, p. 895.
6. Hiddlich P., EJ. tksarrollo tk III lógica mamnática, Cátedra, Madrid, 1983, El problema se le planteó a menudo a~ uien dejó una pro-
p. 17. ,-klón que será, para nosotros, paradigmática (1): tn lo inconscitn-
7. Copi. l., lntroduccidn a III lógü:a, Eudeba, Bs. As., 1967. • ,,. hilJ negación sino conttnitÚJs investi6ÚJs con maypr o mmD_! in,!!!!:
8. B. de Nudler T., lógica DinJmica, Kapclun, 8s. As., 1971, p. 115.
9. Ferrater Mora J., DiccioNlm... , op. cit., Tomo 1, p. 905.
1lif." Se trata de una propuesta trascendeñce porque poner la nega-
10. Lacan J., Seminario XIX, ... o peor, inédito, clase del 10 de mayo de
llñ•n relación con la investidura supone, en el plano metapsicoló-
1972. ¡,., c.:unccbirla como producto del trabajo psíquico• aunque como
1l. NassifJ., Lógica tkl FanUtsma, versión abreviada del Seminario de J. a,olarlo también sea necesario suponer que, en otro plano, respon-
Lacan, inédito, clase del 7 de diciembre de 1966. . . . 1 la legalidad de funcionamiento del preconsciente-consciente
12. Freud S., La in~rprnaci6ñ tk los sumos, en O. C., op. cit., Tomo V, Cap.
VI, ap. D.
, •Uf au posibilidad de figuración quedará sujeta a ella.
Ahora bien, ocurre que tal concepto es puesto, también, en rela-
13. Franco A., FmvJ. 111 otra /dgicll y III fant111út, en REdTÓRICA, publica- lMn co n temas caros a nuestra ocupación actual cómo la duda y la
'I ción de Mayéutica Institución Psicoanalítica, Nº l, Nueva Visión,
..... (2):
Bs. As., 1987.
14. Lacan J., Seminario XIV, op. cit., clase dd 7 de diciembre de 1966. D,nrro del sistnna no existe negación, ni duda ni grado '!fgu~
,,, ,k c,nn,a. --

01 Incluso - lo que aclara en algo la cuestión de la investidura-,


fl fflUfttc (3):
.. , l por consi im tt tamp_oco la muerte pro2 ia a la que sdbJ
,o,Jrln;;¡¡¡¡- r: un contenido negativo.

a, Yff-11 luego - cap. 5, ap. 3- cómo es puesta, la cuestión, en relación con la cas-
lltdón,

34 35
Alberto Franco Acerca tk lo lógica tkl fantasma, tÚ Lacan

Entretanto, en todos los casos se señala su incumbencia respec- 1111111.1 el espíritu para defenderse contra la grosería y la insuficiel)~
to del p__rj_ncipio de no conmui.ic · ' . (4) ~r~ue, en ~ecto, Je lu concepción bruta de la negación". Por otra parte, no se trata de
inexistencia e a negació!.1 s ~ e desttt\itr cualqwer co~tra!ÍÍff 19JL llthJ .iplicación mecánica aer tipo de las reglas gramaticales -esto es de
en~rc elementos contrapuestos. Por otra parte, aunque por el mis~o 111111,1 importancia- sino de una función mental viviente en la lengua.
sesgo.aclarar el punto relativo a la negación permitirá reformular cier- 1\11 su parte, la negación forclusiva es definida como aquella con la
tas concepciones con respecto al juicio lo que resultará, p~ nosotros, l 1t11I el locutor considera un hecho como no siendo parte de la reifi:"
verdaderamente relevante. En relación con ésto, pues, se dice (5): 1l11d. J e m~ o que lo forcluido por ~I:_egación es7xpul~adod e la-;:;.:
füh,d del discurso por el hablante. - ..
uJi:nci6n idJiiüW-eJ atri~uir o ~ESAT~Bl,'IR una prop~dad_,ª
2

( Todas escas t~ Ñe la~ n, inmersas como están


¡:na c o ~ ;~+MPJ GNAR· la txUtmcuz de una rq,raemacion llll el desarrollo freudiano, en la doctrina lacaniana, fácil-
\ n la realidad. mc11 te, p~estás en 'ón con los ·uicios de tribución y existencia
li partir de la formidable exposición de J. H~polite en marco el
Se trata de dos formas propias del juicio que no atañen concre-
/kminario sobre los escritos técnicos de Frcu (9). En dicho texto se
tamente a la negación pero, sin embargo, la reformulan: la de atri-
alude, en particular, a la ~nung, definitiva ~ada sino una de las
buir o dcsauibuir... : ~ n y la de admitir o impug-
fi1rmas de la negación"- con aos rawnamientos gue serán de impor-
nar... : juicio dt exi_JJPJcÚI t,m cia para nuestro despliegue posterior -sobre todo en lo referente a lo
También Lacan se enfrenta desde temprano con esta problemáti-
t¡ue ya se va perfilando como una revisión de la posición c<;>n respecto
ca refiriéndosc,~principio, a dos~~encs_de n$'1ci6n.,.que
111 cogito cartcsianer y que, por eso, reproducimos textualmente:
serán fundamentales para la cx¡;;riencia del psicoanálisis: d discordan::,
cial y d rclusivo (6). Estos dos tipos de negación están profunda- ¿Qui signific11, entonces, esta disimttrla mtrt ia 11.firmacidn y ia
mente igados a la lengua francesa lo que los ubica, para nosotros, en ntgacidn!. Signific11 qw t _ ~- rimido uede tomarte áe·nwvo
un cierto orden de dificultad que complica su abordaje'. No obstan- volver II utiliune en un11 rspecie de suspmsidn ~sto es claro con res-
te ello, debemos señalar dos rasgos generales que definen la estructU- ptdo a "liivirnii;;;¡nt, )' m ~ m lugar de tst11r b11jo ti
ra de la negación tal como es tomada, por Lacan, del texto clásico de dominio de las p,Jsionts de atracción y rq,ulsidn, puede producirse un
Pichon y Damourette (7) porque son una buena -y distinta- primera margen del pmsamimto, una aparicidn del ser bajo la form11 del no
snlo qw se produce por la dentgacidn, es decir donde ti simbo/o de la
aproximación a lo que ya había sido planteado por Freud. En efecto,
ntgacidn tstd ügaáo a la actitud concrrta Je la áentgacidn.
en ese texto se puntúa que la negac~ón discordancial señala, en líneas
generales, la discordancia existente entre el hecho principal de la Para expresar luego:
y la subordinada, para aparecer como "t!;n_mecanismo muy fi!.lo
Este ts ti mu1Mn: no se encuentra m el andlísis ningún no a
2. El desracado es nuestro.
3. La más plena de6nición de estas negaciones aparecerá, a nuestro entender, en rela· partir del inconscimte, pero ti reconocimiento Je lo inconsciente del
ción con la lógica de funciones en el Seminario XIX, ...o µor (8). En efecto, ali! se
independizarán de la lengua francesa. 4. Habitualmente traducida como denegación.

36 37
r Alberto Franco Acerca r.k wlógica r.ki fantasma, r.k Lacan

leca dtilficaci6n permite componer lo que se denomina juicios


-
/mio tkl yo muntra que yo cr siemprr tksconocimimto; incluso m
el conodmi,n,o, u mcumtra sinnp" ;Ú/ Lulo ;Ú/yo, m una fórmu-
la negatiw, la marca de la posibiiiáad tk tktentar lo incomcimtt a
• lerma dpica que son cuatro:
(
la wz se lo rehúsa.
• FJ 11ni w ~ o : que afirma algo con rcspcao a una
. De todos modos, no siendo nuestro propósito trazar una géne- duc. S( construye con la parácula "Todo... ".
sas del concepto de negación, pasaremos a centrarnos en el desarrollo • IJ/ 11niuma/ negativo: que niega algo con respecto a una da.se. Se
que del concepto hace Lacan en el contexto del Seminario XIY. Para a,n;;-y°eéon la partícula " Ningún... ".
1 /J1 I P ~ativo: que afirma algo con respecto a una
ello, panircmos de algunas puntuaciones tradicionales para nada aje-
nas a lo ya enunciado. ptnc de una clasc--:SCconstruye con la partícula "Algunos...".
Desd Aristóteles 1O) se sefiala la~xistencia de una negación qu<: • lil ¡,t,rtltular nLgativo: que niega algo con respecto a una pane
~arca. operan o sobre el P-teCÜCag_o, la unión o no del sujeto y c[ pÍi- da uñída.sc. SC'construye con las partículas "Algunos...no".
d1cado. ! ara el ~ ~ca estc.tipo.~ción regula el princie!o béW:,
rodc la con~1cc1ón_y, como se traca de un enfoque que nos intere- ANd1 uno de estos juicios se lo designa con una vocal tomada
sa, c~ ue es necesario detenerse, r un ~ te, en este punto. • lea ~ blos latinos 11/firmo y ntgo. Así corresponden al univcr-
La lógjca t radicional hace una cla~ificact n e os JUlClOS que le 1111 eArmallvo la A, al negativo la E, al particular afirmativo la / y al
pern:iice distinguir, entre otros\ dos clases: los que se definen por la ~ ul•r negativo la O.
canttdad y los que se definen po r la cualidad, a saber: .... formulación de los juicios permite construir un cuadro, lla-
. . . Qwt're ek oposición ek los iuicios, en el cual es posible deducir
PoR 1A CANTIDAD I.IU!!-de la verdad o falsedad de un juicio, la verdad. la falsedad o
Uniwnakr. refieren al universo de la clase. l\alllll'~nación d~ los otros6.
Particulares-. refieren a una parte de ese universo. ~- \
A--------- Contrarios___ _______ E ~,\-\
Singu/4m-. refieren a un individuo de la clase.
Co ,, t ( \o"'
PoR 1A CUALIDAD r;¡C/ ,c.\º
lulltlllcrnOtí i e- t Subalternos
Afirmativor. el predicado afirma algo con respecto a un sujeto. ºr ·
Negativos-. el predicado niega algo con respecto a un sujeto. 'ºs

5. las otras ~asificaciones posibles son: por la relación y por la modalidad; una (<:1,:,.~-------sü¡;;,ñ;;.;.os--------· º ("·"') ....
de las posibles categorizaciones a partir de esta última es la que plantea la lógica
modal como es presentada por algunos autores -que será, en tiempo$ posteriores
de su obra, tomada por Lacan con asiduidad- y clasifica cuatro modos de rcla•
ción entre el sujeto y el predicado: la ntmidtul, "1 "'ntingtncia, "1 posibilidad y I"
•••,•no 4,omo,
.. 14Nf! 11'tOlf11nl cctc cuadro a arrir de las fó ulas cuánci de · ·· -)
11mo hacerlo, la expresión simbólica de los cuatro juicios
n planteada po r la lógica de funciones (11 ). Es notable el
imposibilúJd ...rn,11!1 que>, dtl mi1mo re.ma, realizó A. Juranville (12).
1

38 39
11 E
Alberto Franco Acerca tÚ lo ldgica eú/ fantasma, tÚ Lacan

y del cual nos interesa tomar, no iré más allá7, un hecho que aunque go, si es posible bajo la forma que se expresa en la tercera forma de
para los lógicos sea obvio Lacan se ocupa de señalar. Se ~rata de que la negaci6n, llamada equival.encúz pnr negación10, que se escribe:
no son de la misma índo ntradi orio y el contrario, lo qu~ s~ p ::::, q= - q :::, -p
muestra en cierto carácter de la d~isión de verda~: de la que los puntos a resaltar son: que la equivalencia es propues-
l -
AyO ta al cosco de una inversión del antecedente y el consecuente y que
y la negación no cae sobre el condicional sino sobre cada uno de los
E e / - > Son contradictorios; no pueden ser ambos verdade- elementos 11 •
ros ni tampoco ambos falsos. 8 Estos postulados sobre la negación tienen su importancia pues-
A y E - - > Son contrarios; no pueden ser ambos verdaderos to que Lacan se ocupa muy bien de recordar (14), entre otras cosas,
pero si ambos falsos. la formulación freudiana acerca de la relación entre el "yo" y el "no
Para completar el cuadro podemos decir que: yo" ~n correspondencia con el lusty el unlust- para ubicarla fuera de
/ y O - - > Son subcontrarios¡ pueden ser ambos verd~ _ toda posibilidad de complementariedad. En efecto y para el mismo
perO no ambos falsos. Se s~ne ~CE a..5lu:1ó n ~ n eícaso en que Freud (15), la suma del Yo y el nerYo no es uivalente al Universo
ambdzclems-
os s~, - a el universo d ·. curso. S~xclÚ-
:::.J~~!..!::~!!:.:~~~'-""=~:.:: -.-, clerOi 1en, y se. una e as cuestiones princeps e este
sión mutua -cst . cuando ambos son fulsos- genera el con1un- Seminario, se trata de ghscorac, en primer lugar -y como ya lo scfia-
laba Hyppolyce- cómo algo es tomado en discurso atendiendo a 1~_
' última afirmación quiw sea mú comprensible en términos duplicidad que sostiene al su·eco , en se undo lu ar, ue es en el
de la ya descripta lógica de proposicioncs9 • En efecto, para esta lógi- campo e a negación - y d dcsconocirniem<r que el suj~to, como Yo,
ca existe la negación complementaria puesto que: se aliena imaginariamente en el lust como fuera de Eso -d uy/ust.-.
p~!:..-p y p+~p-1 . Pero es necesario volver a la inversión del antecedente y el con-
Esta forma de negación -que conduce al ~ del univ~ lla- secuente puesto que ella nos scfiala que "p" y "q" son necesa.rios el
mada, repitamos, complementaria es la primera de las cuatro qu~ ~ uno al otro -si no hay "q" no hay "p" y viceversa- y ello nos lleva a
Lacan de este Seminario se ocup a dedescribir ( 13) y de las que d1~e, la cuarta y última forma de la negación, que tiene una importancia
~erán las únicas operables a nivel de la estructura. La segunda es, en radical, para Lacan, a nivel de la definición y de la causa. En efecto
realidad, una variante de la pnmcra que, siguiendo el postulado de la úl · a de la , que se denomina definición del con-
la implicación, expresa: ~ e escribc:
p ::, q * (p ::, q) . . .
y sefiala por vía del condicional una no equ1valenc1a que, sin embar- 1O. Esta.s equivalencias son tautológicas - sus valores, en el cálculo de verdad, son
todos verdader05- y por lo tanto tienen el carácter de leyes lógicas.
7. Nuevamente es posible rcmitine al texto ya de~· de Nwil~- .. de 11. 5" mm, de una distinción importante y que será conveniente tener en cuenu en
8. De acuerdo cxm lo explicitado, una de las fumw que la lógica da al P"rda"'::~'° no todo nuestro recorrido. Las negaciones son de distinto orden cuando afectan a las
contradicción es: dos juicios conmdictorio1 no pueden ser ambos ve ucro5. proposiciones atómicas -para nuestro caso ~p ::> -q - que cuando afectan a las
9. Sin que, con ello, confundamos la proposición con el juicio. proposiciones moleculares -para nuestro cuo (p ::, q).

40 41
·1

Alberto Franco Actrca dt lo lógica del fantasma, de Lacan

p ::) q = (p /\ q) RINMN<'IAS KIBl.lOGRÁFICAS

y marca hasta tal punto su discurso que, no es posible dejar de seña-


larlo, cada vez que se refiere a al o e causa lo hace remplazan¡
tES,, /.o lflcon1ciente, en O. C., op. cit., Tomo XIV, p. 183.

do la im licación or esta forma de estructura negativa. Un ejemp o l. 1,, />, perra y mume, en O.C., op. cit., Tomo XIV, p. 297.
e esto, es el canónico: la an ustta rw sin o ceo. En efecto: no... sin
es la forma que, en el decir, toma esta negación que, además,~
parte de nuestra habla común.
.
lt
A. 1
.. /,11 fl,g11cidn, en O. C., op. cit., Tomo XJX, p. 254.
J., Seminario VI, EJ tinto y su inttrpretttción. inédito, clase dd 1O de
dklembrc de 1958.
Aquí, con Lacan y en los términos del desarrollo que vamos efec- ....n P.. y Damourctte J., Sur la significatíon psycho"1gique de la nlgation
tuando, debemos comenzar a preguntarnos que significa decir "no ,,. ftrmcaise, en d "Journal de psychologie normale et pathologi-
soy''; ¿es el "no soy" todo el espacio en el exterior del "soy" de modo ,¡uc", t>-.uís, l 928.
de conform~verso de discurso?, ¿no serla mejor hablar del lugar f ..... J.. Seminario XIX, op. cit., clase del 8 de diciembre de 1971.
donát no soy para, entonces, cambiar de plano la oposición?. Hacia . . ., ..llrt J.. Comentltrio hab'4do sobre la "vun~inungu de Freud, e~
allí se dirigirá Lacan, con su particular forma de lectura del cogi-
11
P.acrlcos JI", Nueva Visión, Siglo XXI, México, 1976, en paru-
to cartesiano, no sin antes hacer una pasada por algunas cuestiones cular p. 400.
111 • Nudlcr T., Lógica... , op. cit., p. 21.
relativas al significante y la melá.fora.
il ....n J,, l;'I 111ber drl psicoanalista, inédito, conferencia del 10 de junio
de 1972.
,-,.V\llc A.. ÚJcan tt la philllsophie, P. U. F., París, 1984, Cap. VI, ap. 48.

1 \ManJ.. Seminario XIV, op. cit., clase del 7 de diciembre de 1966.


&.nJ., 1•1d.
l'Nuct S,, Pulsio,m y drstinos dr pu/Jión, en O. C., op. cit., Tomo XIV,
pp. 129/30.

42 43
4. La doctrina del significante

4.1. EL ÁLGEBRA DE BOOLE

Lacan comienza su seminario del 7 de diciembre citando una clase,


inexistente en las versiones disponibles, donde se hada un recorrido
extenso por el álgebra de Boole. Como se trata de una serie de cues-
tiones lógicas que introducen ti tema central de este capítulo haremos
referencia, aunque breve, a ciertos postulados centrales en la formula-
ción teórica del lógico inglés, que luego nos serán de utilidad.
El :ilgebra de Boole (1) es un sistema axiom.1.tico que, como
todos los de su tipo, c~nsiste en los siguientes obJctos:

1) tlrminos primitivos, constituidos por dcmcntos1 conjuntos o relacio-


nes, cuya naturaleza no queda especificada de antemano.
2) axiomas, que son funciones ro sicionales cuantificadas, reía-
- tivas a las varia es que representan a los término~
mitivos; es decirJ so.!!..E_l"opieª adcs que deben cumelir los
térmi_!!os primith'.o_s puesto que los axiomas los definen
implícitamente.
3) definicionts. de todos_lqs téanin~ n~primitivos.
4) uornnas, es decir propiedades que se derivan de los axiomas.

Además existen cienas características que son propias de estos sis-


temas. En efecto, no toda colección arbitraria de términos primiti-

45
Alberto Franco Acerca lo lógica ~/fantasma, de Ltcan

vos y de propiedades relativas a estos constituye un sistema axiom!- a . a' • O, lo que se denomina producto lógico o reunión 2
rico consistente. es necesario, además, que de los axiomas no se tkri-
ve contradiccidn. Si esto no ocurre, porque en él dcsarrolío ael"" siste- Ahora bien, dada la simetría de los axiomas con respecto a las dos
; ; ~parecen dos ;Jo~ teoremas contradictorios, entone~ el sis- operaciones y sus respcctivo.s dementos neutros, se puede demostrar
tema es incompatible o inconsísrmrr. e~ llamado ~rincipio tk dualidad que afirf!!a g_ue cual~ proposi-
Esto es así definido aún cuando ocurre un hecho curioso: la com- ción algcbraica~ ~ra. cfeducible a partir del ~eQra de Boole;és'
patibilidad es imposible de probar. En efecto, para hacerlo habría rambién_xe~er~ se inc_crcamoian las oeeraciones - +y ..:.
y_ los_
que agotar todos los teoremas de la teoría constatando, caso por eleme~ros .neuu~~ 1- en la p.tQposición. De Jos tc0rcroas que
caso, su no contradicción por lo que sólo es posible probar la com- a parttr de este pnnc1p10 es posible deducir nos interesa, particular-
patibilidad, indirectamente, exhibiendo un modelo. Esto resulta mente, tomar 13! llamadas leyes de de Morgan que aquí sólo defini-
importante para nuestro desarrollo puC$tO que, en dicha formula- remos puesto que serán, luego, retomadas en detalle:
ción, se reconoce el segundo teorema de G6del que establece que
como ninguna teoría puede contener la demostración de su propia úyes tk tk Moffan, (a + b)' = a' . b'
coherencia -es decir la auscñcia de concradicci6n- ñO txistt el uni- (a . b)' .. a' + b'
J!!!.Sº del discurso.
Con lo antedicho akanza, por ahora, para definir d sistema Por otra parte existe también la llamada !!J int)()/utiv4 qur defioc
axiomático sobre el que se uienta el sistema de Boole que consis- ª. un elemento -a- como existente.en B a condición de que la nega-
te en: ción ~I comp~~mentario -(a')'- se iguale al elemento original a-
1) tbminos primitivos que son: un conjunto no vado, 8 -:1: 0, y La ~ a -que se e~ribe: a e B (a')' • a- será de suma
dos funciones que se denotan con + y. im~rtancia para nosotros por lo que qui~ podamos apoyarnos en
2) axiomas, a saber: la pr_esenración, m is sencillay accesible, de M. B~rbuc-~ (2) a quien
segwremos puntualmente.
B1. +y .• son leyes de composición interna en B. Panimos, entonces, de señalar que.cada número rieoc un opues.to
B2. +y ., son conmutativas, 1a + b • b + a) y (a. b • b. a) y que ese opuesto define por un cambio en su si&!u> CDTilQ..suce-
83. +y ., son IM>ciativas, ( a + (b + e) • (a + b) + e I y [ a. (b. e) • (a. b). e )
~. por ejemplo, coru:.y su opuesto, que escribimos -x. Ahora bien,
B4. +y ., son distributivas cada una con rapccto a la otra. a. (b +e)• ab + ac
B5. Exuten ncutro1 en B, rcspcao de + y .• qur .r denocan con Oy 1, respectiva- dice Barbut, cambiar dos veces e..!_~igñc;de x se ~or-
mente. na~- De este modo s1 negamos el opuesto de x -lo que es posible
B6. Todo demento a e B adnure un 00mplcmmtario a', tal qur escribir - (-x)- se retorna ax.

a + á = 1, lo que se denomina suma lógica o intersección I y 2. 1:1 matemá1i~ i~gles ~o admite el u.so de la suma l~ica más que para la disyun-
oón en scnudo 1nclw1vo.
r
l . ~_20le la intersección de un conjunto su comple_l!l(Jlta.rio.compom-,11Sluni- - :l. Se trata dd artículo cuya lecrura -sin hacer mención dd au1or- recomienda
verso del discurso. Lacan, en la clase del 14 de diciembre, en relación con el grupc, dt Klein.

46 47
- ---- --------- - ---..------ ----------------------------
1 111

Alberto Franco Actrca de lo lógica del fantasma, de Lacan

Se da la misma situación si a un número x -diferente de O- se le representa l a ~ por la cual es posible


~iasu inverso ,¼; el inversoddinv~ ; ; - e s ~o del que tanto: tomar el inverso y lue ar
1
1
~ - Podemos, con estos elementos, construir un cuacfro que, en la r_l opuesto y lue o e THJ.
presentación de Lacan, aparece expresado por un triángulo~: 4 lacíoEiec rección en el sentido de las flechas indica
que la operación es involutiva, es decir que si se repi-
1
1 te dos veces la m_mna operación se vuelve al puntQ.....
X
de partida.
"
'
'
'I' Oaro que estamos haciendo referencia a un ejemplo en particu-
X li, que, como todo ejemplo fue elegido por Barbut, caprichosamen-
1•¡/ "'· .. 1' de modo que es posible, para cualquiera, proponer otro que si
-X -x tMmple con las condiciones establecidas será válido.
A fin de aclarar en algo el punto vamos a proponer un __ejempl5?...
y sirve para hacernos "percibir que ahí hay alguna cosa, entre ocras, io -para nada distinto de los que el matemático francés toma,
como la nociór, de relación proporcionalpara cubrirla enteramente• (3) ejemplo, de Piaget- volviendo un poco hacia atrás en nuestro
· aun cuando en la presentación de Barbut es expresado de una mane- rrido para encontrar el cuadro de oposición de los juicios:
ra que nos será, luego, más útil:

. I¡•;; ~:~~:;;:: ~;;;lx <!


., "" @"l.) V
.,,,., . ... ,...,- t't....... ( ..:>-
,';: , ., ., · ........... _e;:
~· ""·~
..!... .....-.... ........... .. :: .l.
X X

Claro que, en ambos casos, debemos tener en cuenta que, para


poder operar deben señalarse las siguientes condiciones: el que es posible operar partiendo de definir cuatro condicio-
' a saber:
•.. .... .•.... · representa la operación tomar el opuesto, lo que equi-
vale a cambiar de signo. Representa la operación " c ~ ~ , , (de A

r
represen u la o eracwn tom4r el in o, se trata, como a E o de E a A o bien de I a O o de O a 1).
dijimos, de invertir os inos de la fracción. Representa la operación "cambiar la cantidad" (de A
a I o de I a A o bien de E a O o de O a E).
4. Que es presentado, por Lacan, sin desarrollar.

48 49
Alberto Franco Acerca de lo lógica tkl fantasma, de Lacan
+ ·- · - ·- ·- ·- Representa la doble operación "cambiar la canti- b c d
# a
dad" y cambiar fa cüalidad".' (de A a O o de O a A
a. a b e el
o bien de E a I o de I a E c
b b a d
Indica que la operación es involutiva y nada cam- a b
c c d
bia si voy y vuelvo.
d d c b a
Aun cuando hasta aquí es posible llegar con el modelo de Barbut_
debemos seguir adelante porque se trata de que, con él como punto de
donde se ve que:
apoyo, l..acan va a rcplantr.ar la cuestión cklo inconsdm~ como es!!JK-
tura en concordancia con la definición canónica que r~ lo incons- t) existe un t"~menro neuue -el expresado~ en nuestra tabla, con
d!!'!te es es~wrqdo ~ je. En efecto, a partir de la nada letra 'á- que al ser puesto en relación con cualquier otro ele -
novedosa de que ningún significante se representa a s~ ~ o y
la estructura no a modifica e modo
su corolario, tampoco novedoso, de que no hay identi<fad sino idenci-
ficación, el maestro francés tenderá a construir un sistema válido ¡,;a
pensar la relación osible entre lo inconsciente y el sujeto.
A los efectos de tal análisis l..acan rg::um_ra a un m e o profunda-
mente ligado a los ~es descriptos y que se denomina Gru de Klein.
Se trata de una estructura algebraica poseedora de algunas proE!edades _
que le permitían definir - ya desde el Seminario IX sobre la identifica-
ción (4)- ciertas características de la red de significantes.-
-
2) la operatoria es asociativa toda vez qu:.=_

b # (c # d) = (b # e) # d6

Ahora bien, respondiendo a lo que llama ciertas exigencias cuan-~


4.2. EL GRUPO DE CUATRO ELEMENTOS DE Jú.EJN
rivas, Lacan ubica el Gmpn de Klein en un rectángulo en el que,
ien o puntualmente el modelo de Barbut, ~~ªg.QSJos
Este grupo (5) -asimilable al álgebra de Boole- es, como dijimos,
mentas en juego7
una estructura al ebraica; esto es: u ob·eto matemático consistente a
en un conjunto no vado y una relación o ley e composición inter-
4,• • • • • • • • • • • • •••• • • • • • • • •••••••• ' · •

'
na defrnidas en el. -
TomemOs:" pues, un conjunto no vacío -A- tal que A z {a, b, c, b h

d}5, con la ley de composici6n #, definida por la tabla: e


. • •• • • • •• • • •• • ••••• •
S. En la clase del 14 de diciembre, en la que presenta el grupo de Klein, Lacan uti- :a
liza tres elemenros: a, b, c y el elemento neutro es representado por O. En nuestro
Sólo en este caso y para evitar confusiones con la operación colocamos la cláusu-
caso, por ahora más respetuosos de la presentación algebraica, el elemenro neutro la , . En los demú casos se da por hecho que esa es la cláusula que opera.
será representado con 'a'.
Ahora si seguiremos la notación lacaniana usando: a, b y c con x como neutro.

50 51
·-
Alberto Franco Acerca lo lógica ~/ fantasma, Lacan

donde, coronando la axiomática que relevamos, encontramos que:


3) puesto que existe la operación .involutiy;¡ cada clc;tncnto es

--- - - -
si1TL~.rko<k._ si mismó.-Dcdlo· ~_J¡}ta: --

.l aa •
bb a X
X
• a; l~ do, a su vez: b de lo gue se sigue e tiene el mismo efcc-
ce= x • uc" y que escribimos:
porque, como ya qued6 claro, un elemento, en siu:cpcricióo, no
,1W.c.de generar na~. Es en virtud de ~ta ausencia de produccjón que
Lacan prefiere escribir:

aa • O
bb-0
ce= O Se trata, como se ved, de que C:! la mediación de un c~n-

-----
!,.!!~:N.Ja.~.e--t;,os.il
· 21·1.t·ta
~~ u~ ~n un movimiento definido como

- --
II.JIICillULU1JLCll!t~ un elemento produzca d mismo efecto que otro
0

Se trata, para nosotros, de un primer avance que nos permite,


roductr. o ' . · - - - -. . : _ -
retomando el hilo de nuestra doctrina, volver a plantear, como defi-
nición elemental, que ~, sipilicanu no se significa a si mismo y que ts Claro que, antes de terminar con el grupo de Klcin, nos parece
~ecesario dar un paso más para llegar a la significaci6n. Parece impor- interés retomar algunas puntuaciones de Barbut que, sin duda,
tante, pues, avanzar hacia la segunda parte en la que se propone: terin para nosotros de orden menor. En cfccto,ocurre que, sólo
ab = c; leído por Nassif (6): a de lo que se sigue b tiene el mismo n seguir la vía de una lógica elemental, encontraremos -y así lo
efecto que l. - - a d matemático- que estamos frente a un modelo que, definí-
y que escr16imos, siguiendo el diagrama que desarrollamos: en cuatro órdenes: -

1) es de la n11turala.a un lmguaJ~
2) al estar ordenado de acuerdo con la legalidad que venimos
presentando opera de acuerdo con una sint4!SY
3) se sostiene de una gramática definida por la tabla que pusimos
de relieve en relación con d grupo de Klein y, por último
4') al carecer del plano semántico ~ólo puede operar en el orden
ac = b; que es leído por dicho transcriptor: a de lo que se ~gµ~ e 1á escritura.
tietiécímismo efecto qtK b y que escribimos: -

52 53
Alberto Franco Acerca de lo lógica del fantasma, de Lacan

De modo que la pregunta de un Lacan, descoso de describir la posible decir que, por estar ubicado en dos posiciones, ~-
estructura del sujeto, en su relación con el significante, se plantea en ~osecvac una ligazón que posibilita la sus~ción con g
los siguientes términos: ¿es posible usar el modelo matemático para consecuente emergencia de una nueva si nificación.
describir una estructura basal del funcionamiento de lo inconscien- s: ~ o e emento, e significado que es resultado de la op~ -
te como lo es la de la metáfora? ción de dos significantes.
No se trata, como dijimos, de un asunto menor puesto que,
según se nos señala, se define a la represi6n como metáfora y al Tres homogéneos y uno heterogéneo componen la estructura y
mismo tiempo, se hace referencia a esta última, como un conjunto 1610 será necesario, sefiala Lacan, determinar su orden de acuerdo
de operaciones capaz de generar el deslizamiento característico de la con los postulados de Klein definiendo, para cada caso, el conjun-
cadena de significantes. co de las condiciones -nada menos que la axiomática- de tal estruc-
Partamos, pues, de sefialar que l~ m c t ~ d~ rura para comprobarlo. Se nos hace necesario, aquí, señalar -aun-
estructura cuaternaria C Q ~ elementos homogéneos y uno he~o- que nos adelantemos a la intdccción del lector- que de ~mcrcr...con
géneo8 y es defi_ni~bacan;-<om__g una cstru~ de bito, la lógica de la metáfora a 1 · · · ,Q[
- En principio, se nos dice, es posible recurrir a l~ operatoria del ~ t o , et aesarro o de Barbut-ten~~mo~ madelo.4u.c será_dt _
grupo-dc--Kteití~tener::
- . - ------- ª b
la n a ~ e - nnjc:n:gUaje, que operarlde acuerdo con una sm-
ux~--is-,-se
- a_po
___y_a_ra,-;--e n---u-:::-:
IOStendrá en la escritura.
na--: gramárica y por cacc:cc:r de: semántica s6lo se

C X
Hasta aquí es posible llegar en este Scminario 1º y s6lo es posible
y, si podemos homolo~ lo gue antecede con la e s t r u ~ dar un paso más, aunque volviendo sobre nuestra última f6rmula,
mcmfura;-cncOñtrárcmos: - - - - para especificar que al ser S' d mismo en su repetición -dos veces en
S S' d~tinta posición- se produce, allí, el re~rn~-~ ~
S' s S' S' • 1
donde habrá que detallar los cuatro elementos para contabilizar:

S: un significante?....9ue se plantea en po~ición metafórica o de


.. .
arece S' en relaci6n con S' en un
.
que resultará:
· volutiva de

- susmuc16n por relación a otro significante.


Sl un sigo16éajue9Jiüe aparece~ _dos po~ ~ y del que es S S'
~--
-S1"- s
-s -s (1)
8. Como bien señala R. Harari (7), Lacan sostiene rccurrencemence a lo largo de su
10. Como es sabido Lacan vuelve a ocupatse, un afio más tarde, de estas cuestiones.
obra la existencia de un tipo de crnuctura -<¡ue se convenirá en característica-
¿Será posible plantear, como nos sugiriera O. Elmer (8) que allí (9) y por única
compuesta por cuatro elementos, tres homogéneos y uno heterogéneo.
vez se presentan como condiciones para determinar la estructura la alienación, la
9. Es claro que se trata, en realidad, de operaciones significantes.
verdad y la transferencia?.

54 55
Alberto Franco Acerca de lo lógica del fantasma, de úzcan

Es claro que con esto se privilegia un camino para avanzar porque Se verá, puntúa el autor, que lo que se define como ~ r a es
si. ocurre q~ si. pasar ¡ior_a_y_por~aGL.1Jegac
'' .•i.• ~ --- " c .......cs.. l
a ,, o .
m1Smo algo m ás que un simple borr.uniento definible como de unt"árückt
q ue 1r de 'a' hasta ~' ¡.eor q ué seguir el camino más largo?. En este -de sofocación- para ser, más bien, ~ tk '!f!!!!i1!J e.n,_d_¡¡ue
punto es necesario recordar los cuatro órdenes sefialados por Barbut lo "f)rimido no estd escrito sino a nivel tk su retorno. 12 Esto, en tanto
y retomar lo ya dicho 11 en el sentido de que es por la ~itu~ puede serubicado en el nivel de la represión primaria y referido a la
elemento en más ue la sCrie ro resa. Tampoco está de más rccor- representación, en su primera inscripción, como vorsullung-rq,rii-
ar e carácter que toma la alienación al ser puesta en relación con la smtanz será retomado más adelante. Pero entre tanto, es posible, con
especificación para, por esta vía, volver al Seminario sobre los pro- Lacan definir13 (12):.
blemas cruciales (1 O) del que es posible tomar tres puntos de ama-
!¿z S m tanto "surge para permitir el '!!!,rno de '4 S' "Pri"!i: .
rre Vlilidos al respecto: da, "P_mmta al sujeto tk ló inconsciente a nivel de algo otro que estd
-¡J}_I, del que tmnnos que determinar e~ ef!cto de sipifi-
... '""' cd.t , sinnprt, httbinuitJ ¡,m,isto crin y que # ilíím11 el ¡r,¡¡¡¡;;¡;
'I"' s~• ""'tic•l,,gu IÍll'ifowido.1
Pero hay algo más a tener en cuenta porque si bien no surge
... sujtto sd/o hlly CUll,u/g gte se deSVt1n«e IMjo el smtidD o el sen-
nada. en relación con el álgebra del grupo de Klein, que pueda ser
tifo Ji, Jiiú.e ílñíiµ"u , "'"" w-...
planteado ~n respecto al universo del discurso,
..."º hay dista,rci11 vdlidll de '4 sipife«itJ11 ffW no htttll rimú- que, necesanamente, se generarán paradojas 14 capaces de i.roposibili; _
~º• rodió, pór "Í'1" rt]mn~. - wcl cierre de un universo.

- ~----~- -
esic_ modo, es posible homologar la escritura que desarrolla•
Por otra parte, la metáfora tomará, para nosotros, el sentido de mos: ----.:...-- - - -
una particular forma de oculcam1ento toda vez q ue el procedimien-
to muestra de que modo resultará que avanzar de S as, pasando por
' nos garantiza una operatoria por la que en el pasaje de un de-_
s( !)
mento a otro ue a e 1 1 a operac1 n ué" one en relación :Ust-
ni 1cante sustitutivo y el sustituí o -S S~. De este modo, resulta
12. Se contradice. con este posrulado, lo planteado en el Seminario sobre los funda-
que e ~smut1vo - viene a sostener tanto la significación cuanto mentos ( 11) donde la represión - tomando el clásico ejemplo freudiano del olvi-
el retorno que del sustituido -S~ se produce en ella. do del nombre del pintor Signorelli- era diferenciada de la mttáfora quedando
Con1esto se quiere señalar que ck la pérdida de significació ~ aquella en el nivel de lo untndn1Cltt.
~iona la sustitución surge el efecto metafórico podríamos con- 13. Y, con eUo, volver a anticipar, lo definido tres afios dcspu~ como discurso del
U Amo.

n
ccbir como .SJl ~engua Se trata, y esto es lo impon.ame, de 9ue ha1_
tn ti origen sustitución r pbdida
_y~~ que se trata tk un origen lógico.
14. R«u~rdcsc lo mablccido con respecto al .ilgcbra de Boole: no hay manera de fijar,
fehacientemente, la existencia de una consistencia capaz de asegurar algo definí•
ble como universo del discurso.
1 t. Cf. p. 28.

56 57
Alberto Franco Acerca lo lógica ~¡ fantasma, de Lacan

do n<!_e S representa al suj et.!!_ tÚ lo inconsciente so¡,ortantÚJ el retorno 5. El efecto df:_~ d~~ interpretación es efecto de im lica-
dé lo reprimitÚJ que marca el IEi!llQA falla del l.ado tkl Otro, con el ~ . en el más puco sentíclo e a 1mp 1cac1 n material, por
grafo: lo que no hay obstáculo para que siendo una premisa falsa la
conclusión sea verdadera15 Lo antedicho es de suma impor-
s (Jú
tancia al permitir sostener que no es necesario que haµ vcc-.
'
en el que el significante que queda afuera -el significante en_ más, 2_.a d en el origen eara 9 ue haxa efecto de verdad. En efecto,

- ª·
so orte exterior al Otro necesario para ue la estructura funcione- como antes dijimos, l~ c t..~ """'u' del su:eto, se verifica
no es otra cosa ~ ~_!!!..1, an.ce .en roeoos..dillado del Otro. Este .
significante en más que es. a la vez, significante de la falta -susticu-
9 ó n y pérdjda es esencial a la estructura y se presenta, en la pro- Hemos accedido a un comienzo de delimitación del estatuto
ducción del sujcro,~,.0mo lugarteniente del universo del discurso. Se estructural de lo inconsciente, que no podemos considerar aún sufi-
trata, desde el origen, de la ilusión de existencia de un significante ciente porque lo que, permanentemente, se nos impone, es que la
amo absoluto resente si se su one, en contrario de lo que determi- división del s · r efecto el si ificante y su corolario lógico, que
na la legalidad de la escructura,__gue es posib e reme rar - es d barramiento del O eneran una cliv1s1 n entre en I ón y
~ o el significante desaloj* enunciado que será replanteada a partir e cogito cartesiano .
La homolo ación descripta y el ·u o -de T y - - se genera
eor la operatoria e si ni 1 t en más tiene ciertas consecuencias
que es necesario punt'!laliz.ar:

l. Cada letra toma scnti~ la l?ura diferencia CjlP las otras


confrontando, de continuo, al sujeto con la falla. Esto aun
7uando cada létra uede ocu ar ellugar de uno en más. 15. Ya lo planteaba Fn:ud - y podría ser útil volver a ello a la luz de la intelección de
2. Es po r e s1gn1 JCante en más, como lo ue re resenta a un Lacan- en relación con lo que denominó la proton-pmid;,s histérica ( 13). En otro
s ~ otro significante, que es osible la intervención trabajo pudimos hacer un cieno desarrollo de la cuestión (14).
n11uHt1ca so re a nción e suJeto. 16. Con ello se saldará, además, una deuda pendiente desde el momento que antes
señalamos como de abandono de la intersubjetividad.. Y así es porque si bien
.~. (7,lj~~> il'ef S (A) no responde a menos qu~ a~a~ncer- ha.na ese momento, era posible apoyarse en un modelo de shift,r que, como era
prt11nr 11. Es n parfi r e ~ e se posjbilica la metafora como tomado de Bcnveniste. daba al yo -lugar de enunciación por excelencia- un sen-
rlr1.10 dc Nltínlficnciói,. tido puramente lingüístico; a panir de la definición canónica del significante -
4, HI 1ith 1,1'"'º 11l"1111c,,c;1on cspss¡ifica la inteeprecación como ef~ ~
como lo que represenca a un sujeto para otro significante- eso serlayi imposible.
me, e-1 ll ngUista a part ir de la gr.¡mática árabe (15)-
\U ~ '11~ ',I 11110 en rnd~ ue ne la interpretación significa que "yo es aquel que habla", "tú es aquel a quien me di rijo" -lugares, 6 ros, rever-
1w111 110 IIUJllr II o <¡11c 111111 en e universo e iscurso. sibles- y ~él -o eso- es aquel que está ausente" nos dejaría prácticamente sin sus-
tento en relación con las posiciones que venimos enunciando.

SH 59
Al.btrto Franco

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

5. El problema del cogito


l. Rojo A., Álgebra /, El Ateneo, Bs. As., 1984, Cap. 7.
2. Barbut M., Acm-a úl smtido tÚ la palabnt estruaura m m11tmUJtica, en
M.W, "Problemas del estructuralismo", Siglo XXI, Méjico
1967.
3. Lacan J., Seminario XIV, op. cit.• clase del 14 de diciembre de 1966.
4. Lacan J., Seminario IX, op. cit., clase del 13 de diciembre de 1961.
S. Rojo A., Álgebra/, op. cit., Cap. 8.4
6. Nassif J., Lógica eúl..., op. cit., clase dd 14 de diciembre de 1966.
7, Harari R., 4. 3 + 1, en "Disipaciones de lo inconsciente", Amorronu, S. l EL COGITO CARTESIANO
Bs. As., 1996.
l. Elmer D., Comunicación personal.
9. Lacan J., Seminario XV, El acto ana/Jtico, inédito, clase del 8 de marzo de No es original del Seminario XIV el tratamiento, por Lacan, d~I
1968. tofitlJ ,anaútno. En efecto no es raro que, tempranarncnte1, lo toma•
10. Lacan J., Seminario XII, op. cit., clase del 2 de diciembre de 1964. ra como objeto de cdlcxión a la luz de la imponancia que, para la
IJ. Lacan J., Seminario XI. op.cit.• p. 38/39. · filosofla, tuvo ·en sus criterios con respecto a la subjetividad.
12, Lacan J., Seminario XIV, op. cit., clase del.14 de diciembre de 1966. Quizás la mejor, y más usual, manera de ubicar, aunque some-
15. Freud S., La proton_-psnuil,s histlrica, en "Proyecto de una psicología", ramente, dicho problema sea la hipótesis del genio maligIW-(·3) por•
parte II, ap. 4. en O. C., op. cit.. que. con ella, Qcscartes lleva hasta las últimas consecuencias el pro-
14, Franco A., Según úcúz mi ab~la JI -Las vtNÚlls del 111bn-, en
cedimiento de la duda. En efecto, de todo se duda ya no sólo de lo
"RETÓRICA", op. cit.• Nº 2.
1,. ~nvcniste E., Problemas tÚ lingüística gmn-al. Siglo XXI, México, 1978, aparente del mundo sensible sino también -lo que verdaderamente
es llegar al Umite- se duda hasta de las mismísimas verdades mate•
Vol. I, Cap. XN.
máticas. La hipgtesis supanc qyc existiría un genio maligno que se
¡ropondría engafiar al hombre en t~~s sus juicios, incluso en aque-
que, como los relativos a l~!!'atemá.tica, pucf1cran csta;-;,r fuera
detoda sospecha. Pero por poco que er esp ímu pensara en todas ías
falsedades a que pudo haber sido inducido por el genio maligno,
babc(a algQ de lo gyc en modo alguoo seda posible dudar· el pcnpio
sujeto es quien piensa. J.e.duda se detiene en ese punto fundamental
en d que la única certeza posible es la d ~hay qµicn pien~.
l. Por ejemplo, en L4 inst4ncill tk '4 ktrtt... (1), de 1957 o, incluso antes, en el
Seminario sobre el Yo de 1954 (2).

t,O 61
Alberto Franco Acerca de lo lógica del fantasma, dt Lacan

De este modo, d co ito es, ara Descartes, la evidencia rimaria falta en saber. Planteada en otros términos nos puede ser
la i ea clara y distinta, la certeza primera de un ser que es de pen- ~ci] la pregunta del ya mencionado La Instancia de la letra... (6):
samiento y se supone fundado en la acumulación de saber. Se trata ¿es el lugar que, como sujeto del significante, ocupo en relación con
de_una certeza que, n~ saria~ te, deberá a o ars el que ocupo como lugar del significado, concéntrico o excéntrico?".
esr. en esencia de un Otro abso uco3 ue, siendo sostén externo No se trata, en definitiva, de saber si hablo de mí mismo de manera
de todo sistema posi e, eermice sos ayar cualquier planteo con res- conforme con lo que soy sino si, cuando hablo de mí, soy el mismo
ect a necesidad interna de la verdad. COmo bien se seiiala en el que aquel del que hablo.
Seminario sobre los pro emas cruc,a es (4) , suponer que la verdad Veamos, a parcir de escas cuestiones, que lectura hace Lacan del
misma efe que dos más dos sean cuatro no es otra cosa que la verdad cogito cartesiano.
que le place a Dios, comporta poner tal cuestión fuera de la dialéc-
tica del sujeto y el saber.
5.2 LA LECTURA U.CAN/ANA DEL COGITO
Ahora bien, en el Seminario IX - La identificación (5)-·
~uerrou;aba a cm: Pc,scarces del Cogito, a eartir del pensar que na~
soporta la idea, en el sentiJ o filosófi co tradicional, del sujeto ,.si~ En el Seminario que nos ocupa, el ·cogitq es planteado en térmi-
ex1scenc1a del significuncc sus cfe~s. Porque, sin duda, el pensa- nos _de lo c¡írcu~os de ~µler. ª. los que ya hicimos referencia, bajo lL
m,cnro mler n o inconsciente pero: ¿hay un pensamiento en f~rma de _una disyun~10~:_s p1easo o 50:¡c._a partir de la que se genera
sí o un pensamiento exige que ,ac piense.en el pensamiento mismo? -ignoro s1 en el Semmano o en las transcripciones- un campo con-
Nuevamente Lacan .acudir, a'la ayuda de la paradoja que, en la fuso que es necesario despejar.
emergencia, aer, de la Eplménidn el cretense quien dice: ~ leroa es el siguiente: Lacan lleva a cabo, ya desde el
~mina~io XI -Sobre los fondamentos... (7)- ...un pla-;iceo de vei [a_.
d lS}'UDCJÓn- que, en realidad, se convierte t rcera forma de
Todos los crtUnsn ""' m,ntirosos
.disynpcióg que denomina ve/ 'Z la aiienació que, curiosamente,
De modo que si es verdadero el enunciado -todos los creten- es presentado C9!J)O uoa conjunción neganvTzada3: ni... ni....
ses son mentirosos- cae el lugar de la enunciación -porque el decir . Esto que, en forr_na _intui~iva,_ puede ser más o menos compren-
cretense de Epiménides sería verdadero- mientras que, para que el dtdo, es al~ más d1~cil de JUStt[acar lógicamente porque, si parti-
lugar de la enunciación no caiga - y el decir cretense de Epiménidcs mos dd O b,en o b•eo . 1 ¿cómo convertir esto en una conjunción
sea falso- es necesario que el enunciado sea falso -siéndolo la afir-
mación de que los cretenses son mentirosos-.
-
ncgacivizada?

Se trata, como lo anticipamos -volveremos a ello a cada ins-


2. Cf. p. 20, nota 2. La clcccj6n paradigmácjca es: "la bo'5a o lavida", donde no ha
tante en nuestro trabajo con este Seminario XIV- de delimk-.- opción buena (8). - y
tar una característica fundarocoral del suje~ la de estar dividi- 3. ~n ~uestra notación w / y en nuestras tablas de verdad el inverso de la con-
JUncaón.
__do corre councjacióo y enunciado e inscrj¡u~aE a:«igeñ':

62 63
Alberto Franco Acerca de lo lógica del fantasma, de Lacan

En este punto es necesaria la reflexión no sin, antes, hacer un que genera la ~lase formada por todos los individuos que pertene~
cambio de paso porque, como explicamos y~, los círc~os de Euler a A o a B, repitamos: en sent~usivo. ·
forman parte de un modelo explicativo propio de la lógica de clases Q_cja_m:scripción de wa:¡ dos operaciones se derivan dos leyes
de la que, hasta ahora, nos hemos ocupado s61o parcialmente. formuladas por el lógico A. de ~organ, q-;;e ya pudimos describir,
En efecto, lo que hasta el momento manejábamos en acuerdo en relación con el álgebra booleana6 y que era posible escribir, desde
con los postulados de la !ó_gica de propasicion~s tomará, ahora, una nuestra ya con,?Cida lógica proposicional (9):
forma distinta, a saber: 1
CP"~..1("1:.- t. - \ 'i

1) 1 antes definimos como con· unción ~s homólo º. a 1 - (p Áq) = -p v -q ,·


~.ica..de clases, se e me p.0Lia...op(rac1ón llamada t.JJ.UT- - (p~ ) = -p /\ -q
s«ción o producto lógico• d.;, ¡ ;.¡ J . :. ¡[,.,_ \.ó {1 )
y es necesario escribir, de acuerdo con la notación de la lógica de
clases: ---.:::.._

AnB=AuB

AuD = AnB

donde d J.ilnd-2 1m~csrra la clase formada por todos los individuos Será a partir de la primera de ~ -Íórm~o.k.sµie:
que pertenecen a A y a B. . . . .
2) l.n que anrcs dc6oimos CA!llf!_d1syunc1ón -siem~re la inclu- ni A ni B
siva- es_P.osible duce de6oido, ahora, por la operación llamada
t1nión, "unión o suma lógica'

que scrá_erescnrado d problema del co.g.ito.


- Claro que, antes, debemos hacer algunas precisiones porque hay
otro problema a resolver. En rigor de verdad el cogito, cal como es
~mado por Descartes, tiene la forma lógica de la implicación.

4. Y, en términos del álgebra de Boole, fuera notado: a • á O


5. Y. en términos del álgebra de Boole, fuera notado: a+ a • 1 6. cf. p. 47.

64 65
Alberto Franco .Acerca de lo lógica del fantasma, de Lacan

De este modo la fórmula de! cagiro 'Wo gmdebería, en términos de AvB


proposici~nes, ser escrita: ; f',}f AnB

p~; ~o no soy o no pienso" "ni soy ni pienso"

De este modo, y al am aro de· la fórmula de la diferencia simétri-


fórmula que corresponderá al "si eicnso por lo canto cx~sto" .. ca, podrá expresar su concepción del cogito con a conocida fórm_u-
Claro que, para afirmarse en su avance sobre la h1pótes1s ~ar- b: 'Soy donde no pienso y pienso donde no soy" 9• ( ~.,..l..\¡-,(\,.~)
. Lacan parece querer tomarse de nuestras
tes1ana, .-i,::;;::;::... . conocidas
d l'b J Hcil y rápidamente se percibirá que todo J sistema de razona-
tablas de verdad y del co.ñcomitante ex falso sequttur quo I e,
7
miento se apoya en una premisa fundamental que implica el vacia-
-:etc acuerdo con ercual la falsedad del antecedente ~º af~ la ver- miento de un cam~. Y es de notar que, ya desde un principio, nues-
dad de la implicación- recu una e uivalenc1a l - tro planteo sobre la especificación se apoyaba en el vaciamiento de
rui definición icionai que expresa que:_ la clase original en beneficio del nuevo conjunto por lo que, en esta
,,. ó dirección, no está de más volver a leer el texto de ( 11) donde,
(p ::, q) (-p v 9_) en consonancia con lo que venimos sosteniendo, se dice:
... " . · al ' ', ' ' Cbr0
en la que puede leerse: 'e,' por lo tanto g equ1v e a ~o P O • 9 ·
que como, en definitiva, los_ resulta~OS de esta . u1valenc1a
suficientes desviará su atención hacia una defin~c n
son ;º No es rk la intuicwn de a,¡uei que piensa que dqmztk ei ver-J
daairo estatuto .tkl su;eto sino de la escritura qi« efectúa la evacua-
ción progmiva de lo qw ha sido ~ulsado de m sujeto en materia
de saber.
on·untos enomina a , ermcia simétrica. D1cha ley defin,e (10)
~a unión e os conjuntos A y B de man~ tal que o bien x e A Y.
Como siempre se trata de evacuación, vaciamiento, debemos
x B O bien x A y x e B de modo gue,.!i x pertenece a A n2_12-g,--
usar como vía de acceso otro concepto lógico sobre el que se hacen
tencce a B y si x no pertenece a A pertenece a !!. . . necesarias algunas precisiones: el de conjunto vacío.
- eon este puntod e apocvo , _y.can recordará babee defu!.1do la alie-
;:- Se trata de cuestiones fundamentales puesto que, aún cuando
nación como uo sisceroa de exclusión :€fn nuestras tablas- ~na- venimos tratando con una lógica de la especificación, debemos coin-
lando que tomará el cogito como una reuniój!8 de orden negauvo:
cidir con un Lacan posterior (12) en que si al o diferencia a una
"o no soy o no pienso':._eara, &O. acuerdo _wn ~.~.leyes ~e ~e M~rgan.,i.
clase de un conjunto es que cuando la clase se vacía no queda na a,
p'Z,"nerla en equivalencia con la mtersecq..,ón: nt soy m pienso ·
Y.ª no a c ase, mt cuando se vacía un con· unto resta aun
ci conjunto vacío. Y, en efecto, para la lógica existe un conjunto sin
7 Que por otra panc, hada circular en la sala. Cf. P· 31. • . elementos, basca con hacer, como hicimos 10, aplicación del axioma'
N.' (:omo' empcumos a traba1ar · con )os a·rcu1os d e Euler lo expresamos en tenmnos
defi .
9. También es evidente, aunque se nos hace necesario sefialarlo, que la formulación
J~ la ló&h,•• de conjuntos. N~ de ".'ásrecordar que se trata de lo que m-
es congruente con la resultanre de la paradoja de Epiménides.
niu•, ...nh14n, llUl110 disyunción inclusiva.
10. Cf. p. 27 .

66 67
Acerca de lo lógica del fantasma, dt Lacan

de especificación sobre la c1'1sc A, con la c1'u, ula " - x para en<:°n~ No soy txcq,to a/J{ dontk, NECESARIAMENTE13, soy de ser aquel'!~--
erarse con el conjunto I x e A: t< iílli 111 ) ,¡uC'1 evidentemente. no t1~ puede decirlo o, más aactamniu. ¿,. r" aquel qw put>tÚ hacmt> tkcir ,
al Otro, pues la dimmsión del Otro es esencial
elementos. El símbolo usual p,u11 dkho co njunto es:J! y, de él, se
di~ Jo.rma parte de todo conj111110 11 , lo que se escribe: 0 e A.
Y si puntualizamos el "necesariamente" es porque, rescatamos el
La verdad de este enund 11do do l1 teor(a de conjuntos puede ser
ergo cartesiano, que es de necesidad, pero también porque resulta
probada por un procedimiento 11cm.lllo que parte de prcgunwse:
concordante con la imprescindible ubicación, en el origen, del efec-
¿cómo sería posible comprob11r quo el enunciado 0 e A es falso?
to de especificación por lo que nuestro transcriptor sefíala (16):
s;ría posi6le con sólo demoStrllf (¡Uo hay un elemento de 0 que no
pertenece a A, pero como 0 no ,leme nlu¡sdn elemento ello es impo- El no a, m definitiva, otra cosa que U!_ conjunto~ u . ! ! : _ _
sible. De este modo y no pudiendo Mir probada su falsedad debemos to que se constituye de no tmer nin 'n elementoy"iltiúnso no es, de
considerar al ~ a d o vcrcbdMo, hec o, otra ~ ue n11 opmzcidn de va el conjunto de{s-;,-
Lacan toma este conccpco de ~onjunco vacío -sin el cual no podría
avanzar--yendo un paso mds 1111~ al 1a1,el11r 1al IIXiO""' M "' inducción En este punto Lacan es absolutamente radical al sefíalar que si
completa, reiativo al co njumo ~lo lc>11 númcrus enteros~ de algo se trata es, en el origen, de una verdadera verwnfo~
d: ~uce queen cu~quicr su h l,011J1111cu no VQCÍO de ente~+~mvos clusión- del ser. Claro que tal afirmacióñ no va sm una pregun-
hay: un entero mínimo, es ck clr1 menor que todos los or~ , &í,_~n ta: ¿q ué de lo forcluido retorna en lo realf A esto, contestará que lo
p osesión de estos element os, <on1le1W1 UJ\ recorrí~ ~ que veremos retornar~ lo real será el objeto a en su forma plena X•-
sobr~ p ostulado fµ nda111cn111I rc, pccro del acto ~e l~ unciaci~~ : esto, bajo la única forma en~d_sg-._a}go-P.uede s~r euesto e_E ~l
Ioq~ ese acto aisla como suj,10 - , / 1ujm1 M III munc1acüJn- ts ptrficta- mundo: el detritus. Se trata de una definición de peso a la luz de la
mmte rtpresmtabk por el ton}Ufl/fl ll(tc/o lJUI hemos tks crip,r.------. importancia que, tal dimensión del objeto, tiene en la estructura del
A partir de esta e~ción resulta diílcil suponer al ser en los térrm- fantasma. Pero se trata, además, de retornar con cada nueva punta-
nos en que Descartes o prcscnr11_: Lo que, por contrario imper io.sí da a lo que definimos casi en un comienzo, a saber: un cambio en
resulta posible es un enunciado como el que expresa: pimso que txis- la concepción del mundo físico y la idea de la existencia lógica con
tla el str (ekl je) e¡ CUA,W, pi,mso "' rthúso que nos ~ rea al diclio
qúe Lacan toma de :& ami gua filosofla (H ·): tJJl rJ.W: mz ser antes ek que
presencia de ese ektritus y no sólo trazada por lo simbólico. En efec-
to, no basta ahora con decir que el significante es l<Lq_ue representa
hablara ek ts_!!J, en definitiva, a la interpretación de Nassif (15): a un su eto ara otro s1gmfíc ante siñoÜe, necesariamente, hay 9.u_e
me uir la producción e resto.
11. El axiom11 tb rx~mitJ" - a il hacemo• ttferencia- implica, adcmú, que para cada De tal manera es posible, en el _Seminario XI~ guir el razona-
conjunto sólo puede haber un subconjunio ain elementos (13). Sólo con dar unos miento con el que comenzarnos a partir de la unión:
pasos, en nuestro recorrido, dcbcrcmot YOlvcr ,obre el punto que, aquí, apenas
esbozamos.
12. Esta deducción, puesta en acuerdo con la definición del conjunto vado, permiti-
rá ubicar a este último en la base de toda serie. 13. El destacado es nuestro.

68 69
Alberto Franco Acerca de lo lógica del fantasma, de Lacan

De este lado~ o s lo que es denominado inconsciente cuyo


carácter esencial, con respecto al sujeto, ~e roaoificsta en la s~presa.
~ ecto,. alli doncltl<úncan.sciente...se expresa d sujeto bien podría
~ci r: "allí ~º .sor._". La ~ormulació~, lac.anian.L~xpr~sa que el j;s;
aliena en el 1ensa formuJac1on, ésta, de ms 1ración rofun-
donde: ence freudiana toda vez que el carácter que Freud da al incons-
QEL LAOO DEL NO PfENSO: el Je se constituye de un vaciamiento ~ ne- ciente es el de organizarse en torno de la representación-cosa (19) .
ral dentro del Conjunto del ser. Como aquello por lo cual no se puede También se añade que allí, en lo inconsciente, EJ!U:!!bla. Po~ en
optar aparece el je porque, en el origen, no hay identidad sino ~~ci- efecto, la estructura gramatical es lo qu~ ~rdena todo lo g~ s ~
ficación por cspecificación 14 • En efecto, elúj}sólo.!Í!ll!.!e.!!!J.é m tanto ~ t o de la r~ esentación y,_en ese estat uto, se apoya cualquier
"i!zumente~ zit.o en el O"!' y ~ to consdcuy~ u~ v~rdadera y plena ~osición q l!_e sea del orden de la escritura 16•
definición del sujeto de la enunciación. Pero, conexamente. aparece lo .este punto del recorrido, Lacan propone un esquema que
que del ser es no-Je. Se trata de una diterenciación clara del '&~Jque pos1b1htará volver a pensar estas operaciones:
aparece, aquí, perfilado como el resto tÚ la estructura gramatk!l/ q~ w
es Je. Respecto de esto, el planteo es cristalino:~to hay "no soy"
del f!so que el Je ocupa su lugar1s. Se aaca de: una definición paad.a
por tres razones: primero, porque como sab(_mos desde el Freud de "Un
nilio n J>eflllkJ 17), tal.estructura es el soporte de la pulsión; segundo,
H (

porque -siguiendo bajo el paraguas del paradigmático texto freudiano-


ella compone el sistema de transformaciones en que el fantasma se des- 9,,
pliega y, tercero, porque es la única manera de hacer pasar d je en el Inconsciente i ··
mundo toda vez que, como bien se sefialaba ya en d Seminario sobre
.... ... .... ... . ~e..~ V:.r><--Y V-
el deseo (18), la relación misma entre enunciación y enunciado es una
gramática En efecto: el je nunca está en el fantasma, es necesario cons- ~ \> ~ '
truirlo y esto no es posi6le sin~ pañir de la estructüra ~tici!.- Y donde ~ c a, además, lo inconsciente coma un ~ nsamien-
Por otra parte, encontraremos DEL LADO DEL NO SOY: que allí se to que no es Je pero sí alienación de él. A partir de aquí se abre un
funda el Otro como ser del no-pie~, se trata, en realidad, de lo
que hag<: decir al O tro por medio d ~ que es l~ etÚut~ng--cl refe.: 16. Cobra aquí rdevancia la pun tuación tomada de Barbm (Cf. Cap. 4) sobre el
grupo de Klein: se verá, pues, cual es la importancia del model o matem.itico.
rente- del pensamiento. b :sl''' En efecto, no se trata de una cuestión menor si pensamos que ya en el citado
.,
Seminario sobre los fundamentos (20) se definía como una primerísima fase de
14. Con lo cual la operación lógica descripta toma primacía sobre el m:urso al trazo
la rc:pctición aquella por la cual lo Real volvía, siempre, al lugar donde la rts cogi-
para describir la identificación. tans - la cosa pensante- no lo encuentra.
15. De allí nuestro tan conocido: Wó ts war soll ich wtrtkn.
17. l.as flechas indican la dirección de la kmordedur3".

70 71
Alberto Franco Acerca tk lo lógica tkl fantasma, tk Lacan

recorrido posible si se parte de que cuando Freud se refiere al pen- Ahora bien, si parcimouk., la coocepción de que el/;, se inserí~
samiento del sueño -traumgedanlun- (21) lo hace respecto de un ~o en falta de S<;.S podríamos seguir más de cerca la explicación de
pensamiento ajeno a la ilación que permite nuestra lógica común. Y Lacan a partir de preguntarnos sobre una manera alternativa posi-
esto tiene consecuencias porque, al ofrecerse la cosa pensante como ble para que el fe pudiera expresarse. A esta pregunta el Seminario
fragmentaria, el hablante queda definido, por efecto de esa frag- Te proporciona una respuesta acudiendo al conce to de "falso ser"
mentación, como lo que Kant llamarfa el sujeto patológico, esto es: que es, aqu , orno oga o e freudiano. Se trat!t, como claramen-
aquel que padece el pensamiento. Y si diéramos un paso más: ¿no te será explicitado un afio después (22), de que el no-pienso, en sy_
sabemos, por nuestra clínica, que algún pensamiel_!Ul. se fo&«cc :es necesidad escructurame, insc!"JE!o e~ el lug?.r de partida y sin el cual
aquel que está reprimido? nada sería posible articular de una lógica del fantasma, comporta
- No es odoso scgüir ese recorrido en el cual se va desplegando una falca de unidad del ser que, como acabamos de cxelicitar, s6lo
una clara línea conceptual que, a modo de resumen, podemos deli- permite la or nización del con unto de los si nificant como radi-
near diciendo: e mente fragmentaria; de este modo no será factible pensar en una
unidad que no sea, por definición, ocropédjca,
1. nsante es ubicada de lado del Otro y allí se padece d En este punto, nos parece de interés recurrir al texto freudiano en
el nsamienco en tanto trabajo propio e la represión; el que Lacan se apoya en este tramo de su empresa teórica (23):
2. mo ocurre con la condición e a cxc usión ~ uc, sien '!
je,.,sr. presenta como su jeto de la enunciaci~; la experimcia nos dice, y no he hallado excrpción alguna, que
3. P.OC lo antcdi~o, a:51!lta~conclusióri.ii}_ida aquella_e.<?r~ gue • suefio vma S()/ne la persoNZ qw sueña. Lo sumos son absoluta•
mmk egoístas. Toda va que m el contmido onlrico no se presenta mi
supusimos aJ Otro como barrado. yo sino sólo UNZ persona extrafia, tengo dntcho a su~ntr tranquila-
mmk que mi yo H ocultó tras esa persona, ~, idmtificación. Estoy
Claro que también pudimos inteligir que el barramiento del autorirAdtJ a ªl"Kª' mi yo. Otras veces miyo apartce m el sueño, pero
Otro no es tal sino por la producción de un significante escupido la situación m que se mcumtra me msriia qw tras el, por idmtifi-
fuera y de allí la grafía lacaniana: cación se esconde otra persona. El suefio me avisa entonces que m la
intnpmacüm debo transferir a mí algo referido a esa persDNl, y eso es
S (A) lo común oculta... el yo propio aparnca en un sueño varias veces
o se pmmte m diversas configuraciones no es, m ti fondt,, más asom-
broso que el hecho de que estl conknido varias wets m un pmsamim-
que nos permite -siguiendo ahora el hilo del Seminario, que' venía to conscimte, y m difrrtntes /ugam o dentro de áiwrsas rr/aciones, por
de la mano de la formación de los sueños- decir que es cierto que jemp/o, m esta oración: 'Ji yo pienso m el niño sano
el pensamiento existe pero, t~mbién, que es sostenido, aunque_E.O
pensado, por el je y que como el je se inscribe en el vector del na-:
18. También se prescnra para Fl'tud -es claro en esta frase- el problema de la conociación
soy, es tro, necesariamente arra o, ue orm-a- y d enunciado. En efecto: ·es el que piensa que el que es do? y, más
cion se produce. aun: ·el su·cco w_rcscntado?

72 73
Alberto Franco Acerca de lo lógica del fantasma, de lacan

donde aparece claramente establecido ue el sueño se construye sos- lo es de todo acto psíquico- surge inmediatamente una pregunta:
tenido por el je aun cuando su org!:°ización -siempre orto . ca- es ¿tQdo,el material de la !en¡wa~tieyrabie en imáeenes~ - -
provista por el lch. Queda claro, y sirve como ejemplo, que se dice que Ya ~eud planteaba qu~y ponía especial énfasis en la imposi-
hay un yo que construye el sueño y otro -el que fui- que es soñ~ bilidad de figuración directa de los nexos lógicos -nuestros ya cono-
De modo que es posible, ahora construir el siguiente cuadro: cidos: negación, conjunción, disyunción y condicional- por lo cual
existiría una sucrce de exige!lcia suplementaria de trabajo para alcan-
zar dicha figuración. Nuestro autor remite al "sueño de Villa Secemo"
(24) o al de· "o bien cerrar un ojo o bien los dos" {25) donde Freud
da resolución al problema20• Pero, aún así, ¿toda la masa de signifi-
cantes es figurable?. Y si el segundo teorem; 'de Godel2 1 fuera enun-
ciable, aun en circunstancias de conceptualizar el sueño, y resultara
que dicha figuración no fuera posible: ¿que ocurriría con lo que se
presenta como lacunar?. Esta pregunta da pie, en d contexto de este
Seminario, a la prosecución de otra temática fundamental, la de la
castración. Se trata de una cuestión que abre dos vías de interés. La
rimera es fa ue nos permite incclígir uc allí donde al o t...S.U~
.definido a nivel del cuerw :;en su nción imaginaria especular- fra-
En el ue queda ubicado del lado de la orto edia, necesaria para
supli r la falta de uni a el ser, el Ich soporte de los enunciados19•
la
casa por fah a de inscripción ._se.h~GIIDC c:/i'smici6n,- Pó r fi n la
~ • no menos importante, n~s permite diferenciar el significan-
Ahora bien, es claro que no es posible pensar nada de lo que te del campo en ue puede o no inscribirse. Cómo sever.t·e1rm-p:tgr--
antecede sin apoyarse en la suposición de una lengua, y esto ocurre, nas que siguen, esta · erenciación será de fundamental j ncerés para
incluso, en el texto freudiano aun cuando el maestro vienés no haga nuestro desarroll~ , sin descuidar la importancia que cobrará,
referencia explícita a ~lo. Se trata, en resumen, de algo del orden de con posterioridad, a la hora de proporcionar un soporte a la funci6n
una escritura en la que los significantes, son tratados de acuerdo con del significante fálico como articulador de la sexuacióo22•
~a exigencia de legalidad gramatical capaz de generar la necesidad Podemos, entonces, recurrir nuevamente a nuestro cuadrángulo
del proceso denominado por FreUd: de elaboración secundaria. para, allí. donde Lacan ubicaba unaf)ocalk arJ2_Jae aparece com!!.....
Aquí, el desarrollo deJ~f~n anda un camino de sumo interés... '4 w,dad de la estructura, a saber: qüe el a, en su caí a, sefiala el fra-
Porque g, hasta ahora, es claro que se trata del ordenamiento del sig- caso de rnalq 11 icr ~u,~
nificante y se viene tomando el modelo del sueño ::<1.ue. recordemos,
20. No ~lá Jr:: más prestar arenc.:ión a este problema del que, como antes dijimos -
19 . La proposición es concordante con lo sostenido. desde los albores de la doctrina, Cf. cap. 2- cratamos de dar cuenta en ocro crahajo.
acerca de la partición del Sujs:ro cara:¡, :¡...nwi, Curiosamente esta segunda ins- 2 J. Cf. p. 46.
tancia yoica ñoes mencionada en ningún momento en el presente Seminario. 22. Se trata, panicularmence de desarrollos efectuados c.-n el Seminario XX (26).

74 75
A/b,rto l-'r,,nto Acerca dt lo lógica dtl fantasma. dt Lacan

Un hombrt jovm timt un sumo muy claro: k rteumla fantaslas ek


sus lpocas ek muchachito que han quedado conscimtts en 11: anocht-
ct, ti st mcumtra m un hotel ek vacaciones, equivoca el númm, ek su
habit11ción y mlTtl m una pina donát una smom mayory sus dos hijas
st dnvistm f>'I'ª mttmt m cama. y prosigue: "ENTONCF.S HAY UNAS
LAGUNAS EN EL SUERO, AHÍ FALTA ALCq". 23 y11/finlli 11parrdó un hom-
brt m la habil4Ción; qNiso «harmt ek a/JIy tuw 'fUt pelear con II~ En
tlllno st nnpdill m rrcordar ti contmido y ti propósito ek aquella fanta-
x lneon,cltn•• sill ek muchachito a que ti sumo manifiatammtt alude. Prro al final
camios m la cumt11 dt que ti contmido buscado ya está pmmtt en la
mllnifostación sobrt ti pasaje oscuro ekl sumo. Las •1at!'nas" son las
11bmuras gm_it11/n ek las mu;m,__ qut están por mtln'1t !1'J '41M: ¡zJ,¡_
fitu a~" ek. · rina~_iík toi'"gnit11/n fnnminos.
5.3 ACERCA DE /.A <:A,\'1'NAt:U)N
Este es el primer sueño de la serie a la que referimos; del segundo, .
Hemos fijado, a lo lar10 de nueatro recorrido, algunas rcferen- si citado por Lacan, dice Freud que de manera enteramente parecida
cías a lo que es una preocupación c.:ui permanente por el problema se revistió una reminiscencia análoga de otro soñante:
de la _g.stración <JUC, ubkad11 en lugar t.an importante, hace decir
a ~ ulas._ni_c~ (27) que, unm c:on la t ntifa ión, es la llave de Voy con la smoritll K al mt.turantt '-!.Vo/Jtsgarekn.:.VIF.NE LUEGO
UN PASAJE OSCUltO, UNA INTERRUPCIÓN••• 2·', eksp"'1 mt encuentro tn
bóve da"dc~ to da CStTUCturll HU'flllnll, Por otra parte, si tom1iamos
la 141a ek un burekl donek vt0 11 dos o trtS mujms, una ek tlitu m
una referenci:, .1pen,u prcv111 potlr'ÍAmos, nuevamente, remitirnos al camisll y ca/un.
Seminario sobre los problema• cruciales, donde se dice (28):
El análisis freudiano de este sueño, conduce por el mismo cami-
U11 saber 1t ref,11,ia "' lit lu111r 'I"' podtnu,s /Jam11r ekpuJqr ori- no que el anterior:
ginal. por rr!Ación al cual 1otl1t 1111,,r,, in1titup tn un horror insupe-
rable a la mirada ti, ese l11x1,r donde 1"r, ,/ Jt(rtto ekl stxo. la intnprttación st apoyd m ti 'í!gs11;e oscuro~ la "intt_"f:'Jdón"
dt/ sumo. & awriguó que, dt muchacho, m.s.u. 4P!tito dt saber, habla
Es en esta misma línea que en l.1 clase del 18 de enero de 1967, 1nseeccionaáo, aunque sólo contadm., V(f.a, l!!.s gcp.itaks de JU hmna":"
Lacan nos ofrece un ~céo, rclacado por Freud, con el que intenta- na, unos años mmor que !J; Días dnpuls tuvo ti rtcutrdo conscimtt
rá dar cuenta del porqué de la laguna en el s';:¡eño. Se trata., en reali- dtl eksaguistulo a que a/uáill ti sumo.
dad, de dos sueños en serie de los que Lacan extrae uno que le viene
como anillo al dedo para su desarrollo. Nosotros tomaremos, a fin No es posible no encender esta magnífica descripción cuya ense-
ñanza es clara porque, en efecto, l.Q_gue Freud nos muestra es el
de lograr mayor precisión y contundencia, ambos sueños (29):
23. El destacado es nuestro.
------- -
76 77
Alberto Franco Acerca de lo lógica del fantasma, de Lacan

e._unco e!!..el que la carencia de significantes pone en causa las rela- <:astración, a saber: alrededor del falo imaginario como representan-
cione..<: del .c:ujeto con el sexo como tal. te de la falta de objeco24.
""En efecto, allí donde apar~ e la lagun~ el sueño se indica el La castración es -seguimos aquí casi textualmente a Lacan-
fracaso de la bedeutun sexual y eso se escribe, et\ la teoría: . des crearse a ue la sexualidad es algo que se marca por el si no de
Ahora bien, la castración no es sin e objeto cuya falta ella repre- uoa falta; verbigracia y en el origen: que e 2!!.º v1v1 o maugural e
senta, podría, pues, s ernos útil aquí tomar una suerte de ayuda del la vida del niño debe aparecer, en un momento, como ooiid.o.
mOcfeloóptico tal como es desarrollado en el Seminario sobre la Esto, soportado por la madre, es fuente del horror a cier-
angustia (30): ta djmeosióo de ía sexualidad q~ como es vivid;:-·r<:_eresen-
ta el intento de defende~ · no hay Otro sino barra-
do y de dos consecuencias o corolarios de esta verda , a sa er,
A primer corolario: que def-Ocro s61o es posible enconnar o -bien
~l a como resto privilegiado, o bien el significante en canto d a
a
cuenta de su barramicnto -lo que escribimos: ,.S (A),,2 5 y, segundo
corolano, que no hay ningún lugar donde se as~gmc verdad alguna
constituida por la palabra.
-q> S1 diéramos un paso más podríamos pensar que, así como la alie-
nac ne un vaciamiento del ser ara fundar el lugar del Otro,
(J)
el -q> señala la inadecuación del pensamiento a la reah a e sexo.
donde claramente se presentan, con toda la fuerza de una mostra- tito, comportaría decir que hay un~ te~ aci;~ienco del pen-
ción, tanto el fenómeno de no especularizacióo, propio del objeto 3,_ samiento con r~eecto al sexo o bien que, allí donde la castracion
-que, Como se verá, no aparece r~flejado en d espw~ c~mo aparece, se señala un vado en el campo del pensamiento. Este razo-
la doble función de - · esto es: según aparece tanto en el ntv~ namiento, lleva a Lacan a insistir en que se trataría de la ~xiscencia de
ducible del cuerpo propio [u 1cac1on en (1)] ~ c~ a de lógue, ho~ <l_os pisos en el orden de la alienacióñ: aquell~_~e la alJ .eEación pura
llamaríamos la dimensión rgldd cuerpo- C\W11Q del lado del Ot!9- y simple y aquella.4e la necesidad alienante en la bedeutung de lo-¡-
ep 110 lugar gue, por no especularizarse el 111 se presenta com~ ~po ~nsamientos inconscientes; de modo que:
de falta [ubicación en (2)). .
También sabemos que ese campg es, la dimensión que el sujeto 24. Podríamos, aqu!, indicar un camino de pensamiento qu e es posible discernir a
uede cernir como lu ar d;ca tura or lo ue, dice Lacan, defiñe panir de nuestra lcctun. Habiendo dicho que el objeto a constiru_ycla_tlak1mmz.
su esencia e om re: el deseo. Y es claro, a la luz de estC Seminario, del significante y que, en el lug¡ir.A~~~a se hace pre~ tc el tal~ v:1 de suyo
que lo más que se aproitima.rá el signifiuutc: al a, en su esfuen.o por alcam.arlo.
que a nivel de la sexualidad el deseo se representa por esa faha. g_
será á"Ji:s;gnifiaial~
posible, pues, d ecir gue todo se origina en la relación - raP/!9):.t- 25. Lo que, como se verá, será fundamental a la hor.1 de definir las form:u y pnsibi-
sexual tal como se produce en el habl;mre..a..parúr...del signo...clela lidades del goce.

78 79
Alberto Franco Acerca de lo lógica de/ fantasma, de Lacan

calmente diferente, por trazo de exterioridac©sin ser unificante


al menos en el sentido de alguna uni a r .
Claro que, rápidamente, notamos que el concepto es insuficiente
Alienación
para explicar las complejidades del trabajo del significante porque, .&__
bien n odemos i orar que es por el soporte sif'l.bólico gtl_trazo
ue, en el roceso ienac1ón, el st n ificance se aloja en el lugar_
Alienación
del Otro, también es cierro que la r~ció,n sólo se asienta sob~
el retorno gue el e_asaje del uno al dos posibilita27 Y, en efecto, es ai'
modo del doble bucle c;¡µe el significante debe'retornar para encon-
~• en fa repetición, el ori~en y es 120r ese retorno que Lacan defi:;_
al elemento no numerable llamado Uno m m1?8 ael que ya nos ocu-
es posible palpar como, por donde se lo enfoque, el problema de Pero, si este es el modo de organización; ¿que 9 uedó, enton-
la falta está rcsente d ue sea or el lado del o ~ e ~ ori~en?. Dice Lacan (32):

e ado del significante en la base hay un aguje_;2 y: ¿no es por el
fracaso en el intento de rep resentar -porque eso y no otra cosa es Eso fonda un sn- de verdad que es de deslizamimto, esta suerte
el agujero- que la repetición se produce?. efecto, para Lacan dt vmiad, si puee/q decir, la sombra de una sombra, queda sin aside-

X
ro sobre ningún real.
el "pienso" -del Je no soy- es ªeienso" ~e repetición. 'l se trata de
un orden de repetició n que se m.augua;a..pou l simgle barramien~ Se trata, sin duda, de una definición que, si bien complica un ·
to del Otro. porgue ·ese barramienco_<icsnuda la funciQ1!_de desli-
poco las cosas, permite dar una vuelta más en torno de una cues-
z:uniento propio de la repetición. S!1 cst.~ sentido. el significaJlle
tión co~~~eja. De este mod_o, lu~ o de diferenciar el Uno en más de >
exterior al Otro barrado se _h_omolo&a ~o de la serie numér~ la repeuc1on del trazo unano umficame , a e a e enomina "1:-,.r
j., -nt 1- con que la mau:JDiti..ca.define-eMn&n.ito eotenc1al y que ~
incorporable a la serie sin q ue, PJ)J....W incor-poració.n, ésta se de,:.
. . . .
26. ¿Corno unir, en un con¡umo - se uaca en realidad de una colección- elemen-
ros can heterogéneos como un limón, el sol y el vescido de la prima Gisela en el
7)-- o
o,'1,,
x._<.. ,:;;:<'
Se trata de una homologación razonable porque, en efecto, así
< recu~o de Frcud~. Lo p<rmiciría un traro común a codos los elementos aunque ,)~ . ;
como ts posible incorporar el uno a 'n' sin quC:_ la serie se cierre,
t también es posible reintegrar al significante en el lugar del Otro sin,
c:xtenor a la colección: el color amarillo.
27. Es lkito, aquí, pensar en el tradicional~
.>

l
por ello, desbarrarlo. 28. Es posible definir esto por dos vías: una, la que usamos a la luz del álgebra de
Boole co~o es presentada en este Seminario y, otra, como fue planteada, siguien-
Pero.siempre que se trata de concc:pcualizar la cuestión del U~
do la lógica de Frege, en el Seminario sobre los problemas cruciales (31). En efec-
fundamento de la dimensión simbólica se tropieza con dificulta- to, el problema lógico es el mismo y, en la práctica, también sus soluciones. .
:, des que, en realidad, son propias de la naturaleza del ooncepLo. En 1'J. Lo que permi,e 11bicar, por el uno ~gilicante, la dimen~wr imaginaria de la id;-1,
tificación y, por el uno ep wás la sjmbólica. Se m1sciende, aquí, lo postulado con

f
general 9m.ccbimos como primera referencia simbólig al trav.p una,.
respecto al traro unario en el Seminario canónico, a este respecto, sobre la identi-
~: aquello que, en la base, permite unir lo diferente, incluso lo radi-
ficación.

80 81
... - .

Albtrto Franco Acerca de lo lógica del fantasma, de Lacan

.ó tÚ recurrenci11 Y que es consistente con lo que antes30 U~ notaremos que el uso de este axioma implica, por un lado, suponer
operac1 n le que el Uno en más sostierie como tal a1 conjunto de los significancb
marnos: axi.om11 tÚ indu.ccidn comp ta. . uizás y, por otro, ue la funció n de ese U no as u ra lo ue Lacan llama "el
y í hace necesario volver sob re cuc11uones q~e q ya
aqu se f; 1 maremáttca nos ensc- ser e eslizamiento" ue_ es e ropio de la cadena y gue se nos h izo
idcrábamos resueltas. Porque en e ecto, a ..
cons . . demostrar que una determinada propos1c16n es presente c · e relación con la eráfo ra.
ña ~u; s1 se qu1;r: o el co njunto de los m'amcros naturales no será ero aun podemos d ar un paso más, aunque avanccm~ en algo
ver a era p~ra o 'ó evaluar cada uno de los elem entos del con respecto a este Seminario, para retomar lo que antcs3 1 enuncia-
posible, debido a su cim:nsi n, · . del axioma de induc- mos como extensión del axioma en cuestión. Se trataba de compro-
conjunto . Será meneMer, pues, recurnr a1 u-.0
bar la existencia, en el conjunto descripto, de un entero menor que
~ n com& ta que cxp~ (33): todos los otros para, por medio de esa afirmación, establecer el con-
Si uJt.(üt,J.14pto 4 Mmttros posi111'(JJ (A ~ Z__!) cumpk co~ junto de marras como bien ordenado. Y. decimos que nos adelanta-
siguirr1tr1j1~h · mos a algo que, efectiva y concretamente, sólo sera enunciado recién
1•) k a A => (lt + J) e A en cJ Seminario XVI (34) aunque no será sin consecuencias para
¿•) I e A nuestra intelección del Seminario que leemos. Se trata, en efecto, de
' '" """" A • Z + ( • N) la ~finición del significante como par o rdenado 32 •
La definición de par ordenado -que se escribe: (a,b) = {{a}.1-
l,o que es pasible de ser leído como ~lguc: {a,b}}- enuncia que un conjunto - para el caso de dos elementos-
¡ ¡ (A -
Si m un conjunto A ac mtt'IYJJ 1'4'1 1 l 'O1 r · · - ···
L et al conjunto nene un orden tal que, de los elementos ""
--:---- a y ''""
b , b" necesariamen- .
,Ú WS n ú,ntrOS positivos) 11' ( lllllf'/II "IU/
te sigue a "a" -donde, con claridad, se ve en la escritura que "b" no se
1) lt perttntet II A tnto nrrl lt , I 111ml,Un pmmect "A. deíloe solo sino como sucesor de "á' 33 - . Si trasladamos lo explicita~
do al caso del par significante, éste se definiría como un ar ordena-
2) J ptrtmtce a A.
. ¡ •~
Entonets: A es ,gua 11 , . '
,I, 1..'V1.,,.,0,ú •los m uros posmvos-
..
k.
o,
do ( 1, 2 uyos e ementos serfao {S,l y ~.S,} y donde, siguiendo-
b, qut es lo mismo, a N HJfl/HnlO '" ú,s numeros natura h con la misma norma S, será, necesariamente, sucesor d S1• Es posi-
b e notar aquí que el axioma de inducción completa, como apoya-
· es en definitiva, que si,
Lo ·tmpo rrante que esrc uxlo11H• t t'u~
fi
rmma • .
ekmmto del con1un- tura matc:mácica, hace resaltar algo que está resente continuamen-
'
para la proposición de " HII 111~ ,¡uc li ceta a un . 2 . 1- te. En e ecto, por la acción · sobre:: el cam o imagi-
to dé los números entcro it- ~(' '11mplt n las prop,edadcs 1_y sd1mul nu io, se ge ~uoa ,~e(;CÍÓo de elem entos, más o menos etero-
,.. 1 para totÍIJ el con1unto e os
táncamente ento nces e 11 il <'N vru 1l)lc,a ral gén~s que defini mos como u~ne de conjunto armad~orropé-
' 1 1 de los números natu cs.
números enteros o , lo , ¡11l" "~ 11 '" Nll1 0 , . l .
t relación con a materia que
A poco que po nga 111t1N t'NI<' lll(1n 1111a n . , d' l " 1" 3 l. C( p. 68. (':\
nos ocupa -y tt'nicndo en l ll t' IH ¡¡ 1 rele i, vante func1on e + - 32. Véase que:, c:n virtud de la propiedad A = Z+ (=N), se dice: qu~ • es un l'o11ju11-
19 bicit err/rNUÚJ. ·
33. Se dice:, también, que {al y {a, bl son sulxconjuntos de (a, b).
30. Cf. p. 68.

83
82
Alberto Franco Acerca eú lo lógica del fantasma, eú Lacan

dicamente; pero: E suficiente esa colección para definir el conjun- a .la, alienación para_ ponerla
., - - -en- ~
términos
-~ a· e al acto - prec1-
·
to de los significa'2._tes?. No, sin duda hace fálta al o más: la o ra- pttacion afanísica del sujeto en lo reaJ- que ~erá necesario ar en
·c · , para
el caso lo que llamamos ue ~ ción con la repetición, con el cuadro:
esano par.í que a cadena p a-
d .
j,t..g_ata, si volvemos a la ilación del Seminario, de un "n+ 1" que,
dijimos, se definía para el S (.A} como ser de deslizamiento. Pero
que.ese ser no tiene asidero en ningún reaf=y veremos
luego como, precisamente por ese carácter, se define el vors~llunt,
repriismtan2r como, también, el hecho de que algo queda, por la
..:..---
_!!!Petición, perdido en el origen. A esto se refiernfconCepto, en
general escurridizo, de ~rverdrangung-. represión primaria, concepto,
éste, sobre el que volveremos35 •
Claro que, por otro sesgo, posible pensar ue la alienaciQn
fabrica un campo marcado por la misma finitud o. Es
'esca una · en relaci
gue será e de ese Ot
, en depen ue de ese Otro retor-
na. Y ser - .......-----.--- - -~ la alienación que ya en _el que es necesario delimitar que parcimos de una doble vía que
era definí , dia años antes ubica e un lado, la elección ne · del "no pienso" creado or el
pasaje de tanto constituiría a un _ o _de _la estructura lógica y, del orro, un "no soy que no se puede
mensaJe y e se vue ve, más radicalmente ahora, ele ir smo a cost al núcleo de lo inconsciente co o un
e~sa~ie~to ue no sería atribuible, en mstanc1a a al Je. Esta
34. Y cumplir con las exigencias necesarias para constituir, como ahora se quiere, un
sistema axiomático. dehm1tac1ón nos ~ermite usar la repetición como gozne para encon-
35. Nos fue dado encontrar, a este respecto, un ejemplo clínico tomado de de trar dos rnodos ba-,o los,-c,12les el sujeto puede aparecer diferente: del
C lérambaulr por M. Girard (35) que puede resultar de interés. Se trata de un la42_ ~e la ali~nación. en el pasaje al acto.l6_y, dcllª® de J.!LQosició~
par.:ience alcohólico que, presa de un delirio mcgaloman{aco, efectuaba encargos
inútiles y hada reservaciones en los hotdes presentándose como capitán de fraga-
<L lo mconsc1ente, en el acting-out con el que el sujeto se__erecipita
ta. Encre los detalles biográficos que se presentan se consigna que: ~este avcilcurc--
en el no soy Y que, ora, me u1mos en nuestro cuadro: -·
ro enrolado en el ejército más por afición a las insignias que por sentimiento de
la función, renfa, juswnence, un padre comerciante de pasamanería militar». Sin
duda -y es común encontrarlo en .Eientcs psicóriw-~ z o ~ a
identificación imaginaria, para el caScQ las insignias del padre, no alcan~I?!!i,..3SC· 36. Ya en el Scmin~rio sobre la angustia se remare.iba d palaje aJ acto como ubicable
gur.irel orden ~ sario que sí proE_Orciona~ ignahcante e n más. del lado del Su¡cto rocado por la pérdida ,¡11c- compom su barramicnto (37).

84 85
Alberto Franco Acerca tk lo lógica tk/ fantasma, rk Lacan

un acto, porque cuando el acto ocurre, ocurre que el sujeto es trans-


formado aun cuando será a costa de una verdadera verkignung de
dicha transformación 37•
~ l_acto es, tal como lo vamos desarrollando, el único lu¡ar dorui_e
e~cro apacccc .representado, como pura división, por esa aparien-
Pasaje al acto repetición cja de Uno que es el r~presentant,.
Y si así es: ¿No podemos pensar que aquí se figura una primera
versión de lo que luego será el discurso del Amo? 38 Porque en este
11cting-011t modelo, que podemos escribir:

Vomellung S - -- - S'
que sirve, además, para introducir otra cuestión que será de extre- &priismtanz T
mo interés: la del acto.
parece, en efecto, que la vorsttllung es homologable al significante -
Y ¿que mejor manera de: definir un acto que como acto de cons-
S- que representa a un sujeto, ubicable como su "Priismtanz, para
titución del sujeto?. Porque, en efecto: otro significante -S'- .
... El acto rs el único lugar dontk el significante tiene la a arim- Si damos aún una vuelta más nos encontraremos, del lado del
cia de s1 n, carsr a s1 mismo, rs c,r t nc,onar ra IÍL sus pori- sujeto, con algo que ya habíamos puesto de manifiesto: se trata de lo
bilidndn. E sujeto m , rn rl acto, rrprtsentado como pura división, que se fundaba como un ser de deslizamiento, sin asidero sobre nada
la división, dirrmos, rs s11 "priJsrnta~ rl wrdatkro sentido tkl tlr- del orden mundano. Y si seguimos la puntuación de Lacan, con res-
mino hay qur tomarlo rn tJtt niwl, puts rs II p11rtir IÚ rstt ~ritsm- pecto aJ vorsttllung-wpriismtanz -retornamos, con esto, a lo que ya
tanz del rujrto romo esrnrialmrntt dividido qur sr puttk 1ent1r como precisamos sobre ese concepto- veremos que en el repriisentanz se
esa fonción tk rrpriisrntanr. putd, afretar eso qur sr llama rrprr__srn- ubica la cola de la verdad porque allí es claro que lo más l~os que
tación, eso que hace deprntkr la 1,orsttllung IÍL un ef«u, IÍL rrprasm-
podemo orden de la representación, es a la e ura~ -
tanz (38).
Ji2n. _1.sú; ueda marcado, nuevamente, ue si hay verdád ésta es J;
El acto, cal como es definido a lo que se pierde en el origen. Se trata de lo que, moscrán ose en e
bucle -mov1m1ento g1co de reunión e intersección- escra
como el en meno e a repetición, ue el bucle define, pone en el
-
S.Írl!Qma, enmascara esa oeacidad -que Freud articula co~atls§~
- -
37. El sujeto no r«onoa nunca, al acto, en su Vt'rdadero alcance inaugur.al. Se tr.ata,
~etc el punto en e cua a mov1m1enco e a 1enac1ón o sigue el de dice Lacan. de pensar el laberin to de reconocimiento, por un sujeto, de efectos
_.s;.ierrc o scpaF&Gió11 que él no puede reconocer porque está totalmente transformado, como sujeto,
Pero aun cuando si de cruz.ar el Rubicón se trata tomo un u en por su acto. (39)
38. Que no está de más reco rdar: S - -> S
y lo hago, sin duda ese movimiento no es suficiente para constituir 1 1

S <--a

86
87
Alberto Franco Aurca de lo lógica del fantasma, de lacan

ción de la ~Jl=_f)Lo.p~de un sujeto que no puede encontrar, REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


s~1 pura división, nad!.lrepresentable9.
- s¡-~ manifestación de la verdad, no es el único:
l. Lacan J., La instancia de la letra o fa razón desde Freud, en "Lectura
El acting-out, que voy a tener q11e mostrarks, u sitúa en ese lugar Estructuralista de Freud", Siglo XXI, 1971, parte JI.
elidido, eliminado del campo del Otro bajo la forma de manifesta· 2. Lacan J., Seminario II, El yo en la teoría de Frtud y en la técnica psicoanalí-
ción verídica, tai es, mentalmente'º, el sentido del acting-<Ju/' 1••• No tica, Paidós, Barcelona, 1983, clase del l S de diciembre de 1954.
he entonces, adelantado más que un correlato, aquel q11e lb emparien- 3. García Morente M., lecciones prtfiminares de Filosofia, Losada, Bs. As.,
ta al síntoma en tanto manifestación de la verdad. 1979, p. 152.
4. Lacan J., Seminario Xll, op. cit., clase del lO de junio de 1965.
Y si damos aun un paso más: ¿qué decir de la sublimación? que 5. Lacan J., Seminario IX, op. cit., clase del 15 de noviembre de 1961 ..
es otra forma de manifestación de la verdad. Se trata, dice Lacan, de 6. Lacan J., la instancia... , op. cit. p. 201.
lo único que puede dar cuenta de un apaciguamiento -befriedigung- 7. Lacan J., Seminario Xl, op. cit., cap. 17
8. lbid., cap. 16.
que, como vamos describiendo las cosas, no aparece claro, para el
9. B. de NucllcrT., Lógica... , op. cit., p. 27.
sujeto, en ninguna de las opciones. Se tará, entonces, de ir hacia
10. Rojo A., Álgebra... , op. cit., pp. 526-527.
la sublimación porgue en ella la satisfacción es reencontrada sin nin- 11. NassifJ., Lógica del.., op. cit., clase del 11 de enero de 1967.
gún deslizamiento, presión, defensa o transforma~ 12. Lacan J., El saber del psicoanalista, inédito, conferencia del 3 de marzo
Claro que no podemos encarar esta cuestión sm pasar antes por la de 1972.
relativa al acto sexual .. En efecto: ¿hablamos, en el acto sexual, de la 13.Halmos P., Teorla lntuitiva...op. cit., pp. 11. 12.
misma categoría de acto? ¿hay copulaciones que son actos y otras que 14. Lacan J., Seminario XIV, op.cit., clase del 11 de enero del 967.
no lo son? Y: ¿cómo incluir esto en el entramado de la escena edípica? 15. Nas.sif J., lógica.... op. cit., cla.~e del 11 de enero de l 967.
16. Ibid.
En este punto, al partir del acto sexual, se inicia un camino, en extre-
17. Freud S., Pegan a un niño, en O. C., op. cit., Tomo XVII.
mo espinoso, del que la cuestión de la sublimación será sólo el primer 18. Lacan J., Seminario VI, op. cit., clase del 3 se diciembre de 1958
hito. Deberemos, en consecuencia, detenernos en lo que se despliega 19. Freud S., lo inconsciente, O.C., op. cit., Tomo XIV, p.198.
tomando como modelo el concepto de media y extrema razón. 20 Lacan J., Seminario XI, op. cit., p. 60.
21. Freud S., la interprttación de lb.r sueños, O.C., op. cit., Tomo IX, parte
I,Ap. E.
39, Mucho tiempo después, en 1975 (40), la urwrdrangung será puesta en relación 22. Lacan J., Seminario XV, op. cit., clase del 10 de enero de 1968.
con ese agujero que describimos, en el presente capítulo, bajo la forma del -<p.
23. Freud S., la interpretación ... , op. cit., Tomo IV, p. 328.
40. El término "mentalmente'' toma aquí, en curiosa consonancia con la forma en
que será tratado muchos años después, el estricto sentido de lo que es propio del 24. Freud S., Carta 60, O.C., op. cit., Tomo I, pp. 286/8. (también ·fomo
..píenso" que en el acrig-out no hay. IV, p. 323) .
41 Ya en el Seminario sobre la angustia (41) el acting-out aparece descripto de esta 25. Freud S., Carta 50, O.C., Tomo I, pp.273/4 (también Torno IV,
mane.ra, solo hará falta, agrega Lacan, la transferencia para que la cuestión del p.323).
Otro sea introducida. 26. Lacan J., Seminario XX, Aun, Paidós, Barcelona, J 981 .

88 R9
Alberto Franco

27. Aulagnier P., en Lacan J., Seminario IX, op. cit., clase del 2 de mayo de
1962.
28. Lacan J., Seminario XII, op. cit., claS<' del 19 de mayo de 1965. 6. El modelo de la media y
29. Freud S., La inttrprttación..., O .C., op. cit. pp. 337/8.
30. Lacan J., Seminario X. op. cit., clase del 5 de diciembre de 1962.
, . , ,
extrema razon o seccion aurea
31. La presentación de J. A. Miller, en d rnarcodd Seminario XII, fucpublicadaen
Significante y sutura tn psico11ndlisi1, Siglo XXI, Bs. As., 1973.
32. Lacan J., Seminario XIV, op.cit., clase del 15 de febrero de 1967.
33. Novelli A., Elementos tÚ matm1dtic11, Ed . del autor, Bs. As., 1995, cap.
1.3. 6.J. ÁCTO SEXUAL Y SUBL/,\,1ACIÓN
34. Lacan J., Seminario XVI, op. cit., da5C del 27 de noviembre de 1968
35. Girard M., Gaitan Gatian dr Clrmmb,,ult: fmp,tntos acogidos para un Nos ocuparemos, ahora, de un modelo de prop~i,?n (1) que
recorrido histórico, en AA.VV., MCl~rambauh: maestro de Lacan",
consiste~en di~iqi~ n ~lemento a e'!. dos partes: x y (b - x) de modo
Nueva Visión, Bs. As., 2000, p.20.
36. Lacan J., Seminario V, Las .form,uionrs dr ID inconscimu, Paidós,
cal que x es la media geométrica entre b.r fü -x). Es importante pre-
Barcelona, 1999, Cap. S. cisar, antes de continuar, que la media geométrica consiste, en llneas
37. Lacan J., Seminario X, op. cit., clase del 23 de enero de 1%3. generales, en la comparaciófl.de d os términos pa-;a Taber cuantas
38. Lacan J. Seminario XIV, op. cit., dase tlel 15 de febrero de 1967. veces contÍene el uno al ocro •
1

39. Lacan J., Seminario X, op. cit., dase del 23 de enero de 1963. Si volve~ os a nuestra primera expresión y suponemos que x
40 Lacan J., Réponst 11 1mr qurstio11 dr M. Riítrr, en "Petits ecrits et conferen- es la media geométrica entre b y (b - x) la fórmula posible es:
ces", sin mt'nción de editor. x = b. (b - x) de tal modo que, si diéramos a x el valor a y a b el
41 . Lacan J., Seminario X. op. cit., da5C t1d 23 de enero de 1%3.
valor I podríamos proseguir con nuestra ecuación en la que:

a= fT . (1 - a2 = {1- aJ

ecuación, esca última, que resaltamos en negrita por tratarse de algo a


lo que Lacan da una gran importancia y es el l l a m a d o ~ -
La expresión gráfica de lo que antecede:

l . En el s e m ~ e prcgunraba.cuáruas..veccs concie11eA al significan-


te. La o ración no cerraba siem re uedaba un rcsro: el ob·ero a. Ya enronccs
.se co~ ideraba1 sm _!Ci~ c¡ue a era inconmensurable en re ación con A.
2. Para llegar a esta úlrima ecuación, sólo basra con pasar la raíz cuadrada del segun-
do término al primero como cuadrado y multiplicar 1 . 1 y 1 . a., en el segundo
término. Siendo l el elemento neurro, para la mulriplicación nada se modifica,
de donde resulta: (/ - a)

90 91
Alberto Franco Acerca de lo lógi,ca del fantasma, de Lacan

A C B donde los se nto a y A re resentan:


1- - - - - 1 - - - -1 a: al agente del acto sexual en tanto a m able producto de Y!E.
cci,jgació,D._fm!~e.
se denomina sección áurea (3) y es u11_a P! oporción ..descripta por la A: a la Madre, el Otro materno como unidad, en tanto supone ,
geometría que se obtiene al dividir l!Q_segmento _en dos pacccs..de_ el pensarmento del Uno ~ la pareja parental. /
modo que el cociente entre la longitud del segmento mªYQ_r y l~Jon-
git~d c fél~ ~ co 1-ti~ial es igual al cociente entre la .!º!lgitud del En este planteo, es claramente visible que ~!..,agente rerute una 1
segmento menor y la del segmento mayor.yara el caso que gr~fica- su b~e,_~ goce d~!..QJ!..~e se con~ ',1
rños, el E ~~~!ea ~_n_a sección áurea en el segmento recul~n~ cura efectuado en la unidad. Claro que cod o___!!!!enJP,-Ge....CeJ9.ffi2 a !_a _

-'AB' si se cumple ~;_ unidad- fracasa -~


a~ igsn.
ue, como bien sabemos, ~ ~ ay tampoco uni-
- -
AC -

AB
CB

AC
Estamos frente a un sistema en el que lo que señalamos como A 1
ui arable al Uno y dond,e a y A tienen longirudes_fi ias-siemere
las mismas c~ l~ ! _ción de que A s,a..may<:U:_<)lle a, A sea igual a
-
)y, po~ lo~ anro, a sea menor que 1-. Pero como ocurre q ue a a no
Lacan intentará usar este modelo a partir de una frase tomada de es posible det~ !~rle un valo r proeorcional al dC A, va
a ser nece-
sus Escricos. En efecto, en "La sígnifica~ión tkl falo" (4), escribía: sari;1a presencia de una tercera longitud que restablezca la relación,
que noJ:iay, ei;ftYe d )' ,1; Oe dloí-aüfu:- ----
El falo como significante da la razón del deseo. En ';/J[!J.ió~
el tlrmino esta empleado como media y extrema razón iví-
y ón armó11ic!!:..
a A e

Yv~ se tratrrá
~
en el marco de l,uóuica del fantasma de eo~J un orden,
\...,'V> Jo: - - -
una medida armomca, en el acto sexual !LtaDW. ésre, tien~ la@ n el .tcrc~ c;_leJl!ento, e a~ l~ ,!..qt5.~ ~ sentará, en nuestra lectu-
con la función re et1c16n y es un corolario de la tesis qu-=!xpre- ra del asunto, el falo com~ erior al acto que marca la
sa: no hav universo del discurso. no conJ·unción ~ A. 3 .,
_ . : . . . . - . - - - -- ..J ~ .
\ ·--s e-sab~: d~ p rincipio.que el ~~te del acro
\ hfu producto de nna rnpul¡ción precedent~ ~J~Q.t..eSQ.~ _!11_ºs ~ - 3. Obviamos, aquí, la p=ntación dd desarrollo matemático. En las distintas versio-
nes dd Seminario aparcan divcr5a5 formas de presentar un cálculo, que parte de la
' !',~ner en relación con _el Ed~rº · Tenemos pues:
relación matemática ya definida: e " y se presenta como fallido. c "
- =-
A+a A
En efecto, en el desarrollo faltan pasos t¡uc: no nos fue posible reconstruir, por lo
que tampoco es posible, al menos con los clemenros a nuestro alcance, dar cucn-
a A ta de la legitimidad del cálculo.

92 93
Alberto Franco Acerca tÚ lo lógica t:kl fantasma, de Lacan

1
Es notable ver, en este modelo, como es mostrada la no existenc~ -~ ~que n in_gJJno !,fe _ellQ~ <;_s expre~bl~r~edio de ~na frac- J
de la relación -rapport- sexual y como resulta.que f6l~~ !tl~dia: ctón del otro. - -
ae
a6n un elemeñco tercero, -cp, se emparcha la relación~ no hay. '-nráefínición no deja de ser inquietante puesto que, por .su /
rr este puó~, -cp repr~-rna tan c i ~ n t e ~ ~ ~ intermedio, se revela, nuevamente, la carencia de cierre, ~~ falla per-
ción de la betkutung_ sexual como al_elemento ortopédico necesarjQ.. manente en el universo del discurso. Se trata, aflin de cuentas, de
- Por esta vía, pues, "ños encontramos con que la repetición que q_ue tod~ idea de unid~.d ._~_si_no \!..~ª il~~ión efímera; veamos, por
comporta el acto sexual supone la existencia de un elemento, fálico, CJemplo y en un plano quizás más anecdótico aunque no por ello
cleord~ y medida quZJe cualquier modo, no incide sobre la impo,:- menos interesante, como se revela esa inquietud que no es otra que
si"6ilidad ae pens~ cualquier tipo de complemencariedad entre el la que genera la falla en el Otro, sobre todo cuando se lo pretende
macho y la hembra. - - - - - - absol~to; al respecto escribe el matemático T. Danrzig (6):
Ahora 6iro:7a.~ién ocurre que en la medida en que algún obje-
to pueda tomar el luga~ g>ma -cp en el acto sexual, puede cxis- ... Lz t"Ontnnplación de tala tniingulos -kJs rtt°tdngulo;- rondujo 11
cirla sublimación como algo capaz de proporcionar el orden un dnt"ubrimimu, t"apital que /kva aún m mmtros días ti nombrt de l
de Be.friedigung-satisfacciórr,a1:iac1guamicñtó- que es proporciona- PitdgoTf/.J y que es uno de los uomnas básfros de la gn,mttría ddsica.
Este ttormut diu: en roJq tridngulo rtctdngulo, úz suma dt los t"uadra-
\
do por tal acto. De este modo, en el cuadro:
- - - --
dos romtruidos sobrt los GZtetos ts equiwlmre al CUAdrado ronstruido
sobrt /a hipotmUS4... tantQ Pitágorru romo sus disdpu/Qs áirron a este
Eso
ik,t"Ubrimiento una gran importanda, pues en tsa propiedad vieron la
Pasaje al a~to Repetición unión instparablt tntrt la geometría y la aritmlrica, una nueva ron-
fiTTllllCÍón de su 1141lgÚJ: •1t,s númm:,s gobiernan al mundo~ Prro este
triunfo tuvo corra vida. En efecto, una de las t"Ons«umcia ,k estt uorr-
ma fi« otro fÍttt"Ubrimimto: la diagonal del aullirtllÍIJ ts INCONMENSU-
RASLI:: cen ti lado5... et acontedmii!~-una gra,r~,rJln1UU'ión
m las filas de los pitagóricos. E nombre dado a CllJ entidada lo atmi-
gua Afo:on, lo intxprrsabltfoe el nombre dado a tsllJ t"antidm:ks int"on-
men1:'rabln y los miembros se j"ramentaron para no divulgar su exis-
Sublimación At"ting out tmoa a los extraños. Ha~ilndo1e descubierto una imptrjet"ción inexp/í-
cabk en la obra ddArq,m«to, era ntusa~io gu¡rrdarla m mricto serfr'-
es posible incorporar el lugar - ..:9-~~I cual, luego del fracaso de to por tnnor dt 'JIU, al rrw'4rla, su i111 vúitartt al hombrt.
la bttkutung sexual, se hará presente un objeto. -
- - Si volvemos-a nuestro modelo geométrico de la sección áurea, 4. Dos nún:ieros son conm_ensurable.~ entre si cuando cada 11110 dt' rllus c., cxprr•~hlr]
podemos, aún, intentar una precisión más con respecto a la falta de por medio de una fracción del 01ru . .Esro es, cuando con,icnc u n rulmcm rx,11111
de veces al otro o a una d e sus partes alícuoras (5).
~roporción que se remedia~ En efecto, es posible decir que 5. Se tra~a nada más Y n~da menos que del dc.scubrimicmo que J10 pit- •I cleaimollo
/ se parte_del hecho de que la relación entre a y A es incon~mura- dcld~umero d~ Q- Sin duda se trató, con este desarrollo, ,te cuhrir r•urn
orw-
-----=.___.- - - pe 1a- la falla en la obra del Arquitecto.

94
95
Alberto Franco Acerca de lo lógica del fantasma, de Lacan

Ahora bien, es posible un procedimiento práctico para mostrar a 1 1 1+ a


esa inconmensurabilidad. En efecto, basta con rebatir, como lo h~c<:_ = - - =>
Lacan, los segm~_m os u~os : obre otros para encontrarse ':~la fun~ 1 l+ a a 1
ción del resto hasta el infinito. -
que se produce por una inversión, para el caso absolutamente lícita,
para luego expresar que:

1 1+a
- - - --- y 1 = (1 + a ) . a 1 = a2 + a a2 = 1 - a
ª 1
a
1 pero como dijimos que J - a era, para nosotros, homologable con lo
1
Notemos que al rebatir a sobre 1 queda figurado / -; a en el lugar que la teoría nos ofrece como -<P podemos dar aún una vuelta más
en que, en nuestro modelo original, figuraba c. Como_reconocía- en nuestro desarrollo. De este modo, arribaríamos -con sólo seguir
mos en e el elemento tercero .que, al venir a ligar lo que en~ ~ A el hilo del Seminari~ a la condusi~n de que~!!_~do 1-a se iguala a
no se ligaba~ gura~a cierta ar'!!Q_IJi.a~ será posible homologar a aparece lo_!p,le rieoe d c...~sfactorio el acto ~!.l!~.,_a _sabcc- q.u~ e.Q
~orno Lacan 1nt;;tó hacerlo con un cálculo fallido- este elemento él no se per~ib~_lo .qy_e ~ uesto que, como veremos. en ese punto
( 1-a) con ~ pero, antes, recordemos q~e partíamos de un sistema se cortaría la metonimia del objeto.~
de relacione s en el que: · Sin duda la <:_uemonclfla satisfacción subjetiva -la befriedigung-
abre interrogantes, q ue es necesario encarrilar, para su adecuado
a 1 d esarrollo, ¡>or lo menos en dos frentes; el de.Ja..repecición, mosc.r.¡i-
= do ahora por medio de la singular serie de rebatimientos que se pro-
1 1+ a pone, J'. el del ~ a que hacia allí se dirigen las preguntas sobre el
prmc1p10 del placer. Y, si de cal principio se trata, sin duda no hay
y, por un procedimiento matemático sencillo, nos es dado obtener: nada en él -al menos cal como es planteado por Freud- que prefigu-
re la búsqueda, la aprehensión o la constitución del objeto. M,ts hic n
6( Lo que la formula 1 • " ,. -<p expresa es fundamental para trascender la concepción es posible pensar que tal búsqueda sólo resulta concebible al intro-
del mundo como un conti.n uo mcnsu ~.ible y definir_ lo surgido de.1corte: el obj~-
ducir la dimensión de la befriedigung. Y así es porque el o rden de l.1
to como inconmensurable en su relación con la unidad. De este modo, ademas,
se abre la posibilidad de pensar el -<¡> como lo venimos avizorando, esto es: co~o satisfacción subjetiva h~y-~e buscarlo en el acto sexual, alll <londe
_ 3&1iero abie~~ ~ .~ 1.- A tal punto es esto impo~te que nucst,ro mencio- !3 se plantea más desgarrado; allí donde es obte nido de lo q_ue hemos
nado E. Porge (7) no vacila en sefialar que la scparac1ón, como hab1a sido presen- definido com~ falca de ser o falta de goce del Otro.
tada en J964 --en el ya mentado Seminario sobre los fundamentos- es ahora rcm-
plai.ada por la separación de: a y -cp.

96 97
Alberto Franco Acerca de lo lógica del fantasma, de Lacan

Y, claro está, en el acto sexual el sujeto no tiene necesidad ni de posición dd)nacho y la hembra, l~~sibil~~d de un goce, proei~
ser ni de pensar; él entra en el campo sexual en la creencia de ser de la mujer, que se generaría Pº..!S~.rbit rio de un don.
igual al papel que cree cumplir: el del hombre o el de·la mujer. Y es ü> relanvo al don ya era trabajado intensamente en el Seminario
· en este plano que el sujeto aparece en relación con a, porque, bajo sobre la transferencia (8), en función de la relación de amor como
la forma del amable producto~ queda inmiscuido en A, metido en la era concebida por los griegos. Y será en virtud de ella que la defini-
escena y ofrecido a ocupar un lugar en relación con el Otro sexual. ción: amar es dar lo ue uno no tiene encontrará sentido, aquí, bajo la
No está de más recordar que si del lado del sujeto el a, en lo que forma de la metáfora. Allí, 1gám~ n grandes trazos, eran pre-
podríamos llamar su lugar original, representa la ousia, la sustancia sentados, eo..r ~n lado, aqu~l_que es caracterizado por lo que le_fal!-t
que soporta desde el comienzo al sujeto ;;To que de ser hay, en su_ -a!!_f!.9Ue él no lo sabe-: el amador, sujeto del deseo y el que tiene el_!_
reduplicación entra en el lugar del Otro :-<n la escena sexual- com?_ cuenta el deseo y, por otro, a_quel que tiene algo -aungUe tampoco
una forma cerrada, pre-dada, _que r ~ ~ j c c o --d amable_ Sé!_~ que tiene-: el amado, al tiempo que se remarcaba que lo 4!:le el
producto- como un desecho de su hist~ amado tiene -ya hicim~ referencia al agalma::;¡; guarda relación
con lo que al_~eto del deseo le falta7 • Así, es la sustituci6n- de ·1a -
hi°nción del amadopor la del amador, como significante de la falta,
que la situación amorosa se produce, como dijimos, bajo la forma
A de la metáfora.
Con claridad queda planteado, ahora, que es de la posició.1Ld.eJ.a
De modo que si, _volviendo un poco hacia atrás, ubicamos el polo mujer en función de amador -"la mano que (r;ciende el leño" dice,
materno del lado de la a.e?riencia de unidad -allí donde, por ejcm- no sin romanticismo, Lacan- que se ~ a r a plan~ear la cuestión
~radición religiosa habla de la pareja parental como "una sola del don. En efecto, se crata de un don porq_ye, por no tener el _falo,_
carne"- podemos localizar en él el extremo al cual tanto el macho l ~ l l a da tiene un valor privilegiado con respecto al ser. Tan pri-
como la hembra, al abordar la coniyncióo ~._skhen..m.nfron.tar: vilegiado como para que, aun unos años anees (9), la entrega del
s~. Y es de esta c~.frQn__gcióo q._ue..1ur.¡~ el tc_t<;g elcmcoro: / , a que. don, descripta como esencial en la relación con el Otro, fuera con-
funciona como signo de una falta. cebida como el acto supremo e, incluso, como el acto social rotal y
que, algunos años más tarde (10), siguiera siendo concebida como
1-a la "cima del amor".
De modo que partimos de este punto por el cual lo gue ella da es
a el amor, que representa tanto a lo que no tiens,.como a la causa de sü"
ctes~, a s~her: el falo, pa~ ver como, en un doble movimient<2.,.. ~Ha
Pero, desde el momento en que hablamos de una ~~rienci_a..de deviene lo que crea y, por el mJ~~~cto, provee_el obj~to~ éQ.dolQ..
unidad hablamos, también, de la suposición de un goce atribuible..

--
al Otro" y es de esa ~1,_1rge, marcando la heterogeneidad de la 7. De allí, no c-srá de más scñalulo, que el rírulo original del Seminario fuera: La
transferencia m su disparidad 1ubjrtiva.

98 99
Alberto Franco Acerca tÚ lógjca tkl fantasma, de Lacan

,gmpero C~ll_!º lo provisto es un objeto que...!'~ se tiene, no tief!.~J~ a 1


posibilidad de desaparecer y, por eso -para abrir la necesaria vía de = l-a=a2
desf.illecimienco-, el goce de la mujer debe sostenerse sobre la cas:_ l+ a
tración masculina. Po!9.~e ~i, como dijimos, de la confront:tcióp 4_el
sujeto con la unidad surge el signo de la falta esto a[e_sta1 en particu: y si multiplicamos ambos mienbros de la igualdad por a 'n' cantidad
lar, a la cconomí~ del gocedel macho. Para él, y por_3?9~ para la de veces -cuando 'n' tiende a infinito- surge el sistema:
hembra, el signo de la falta se asienta sobre el órgano oomo sede de la
d~ csccnci--ª,8 En efecto, el desvanccimientó ·fálico renueva, cada- 1-a=tr
vcz, el desvanecimiC!ltO del ser en el sujeto, por ello, a icel.acan,_cl a-tr=~•
goce Ínasc~ino se relaciona siempre con la pequeña muerte'. tr-tr=tt'
Ahora bien, sv l acto sexual es una vía para~ igun~ r-tt'=a5
es .la única y es necesario puntuar algo más
con respecto a la subli-
mación. Para ello, podemos, ahora, volver a tomarnos de nuestras - · En resumen resulta:
nocfones elementales de cálculo y partir, nuevamente, del sistema
de rebatimientos

y si sumarnos los términos a un lado y a otro del signo igual, por


separado, tendremos:

1-a +a- r + tr2 - Ir + Ir - tt' ... = ti + Ir +11' +a


5
.. .

y como, a un lado del signo igual, pueden cancelarse los términos


con base 'a' de signo opuesto e igual potencia, resulta que:
a 1
1 = tr2 + a 3 +11' + a5••• •• + ti'
donde, repicamos lo dicho ancc:riormc:ncc::
donde, en realidad, codas las referencias matemáticas sefialan un a·
8. Ya aquí el falo aparece tanto abriendo la posibilidad de goce cuanto constituyen· gue aparccc...parn_ nosotros, ,com.o.slaro indicador de_que nunca s.c
do su límite. llegará a Uno y de que -volvicndo....al obicto de _!,! Uestro interés- 1~
9. Se había dicho, al respecto() 1):... tJ m, ,orto mommto tÚ aniquiwidn, momtn· me_toni~a es el wcrelato ~ a de significanc:. No obst~ te, es
to puntifonn,, fogitivo qur rtpmmlll la dimmsión tÚ todo lo qut puttÚ ser ti sujtto
m JU tÚsgam,mimr,, tn su diviJión lo qu, m nu mommto tÚ/ orgaJmo s, sitúa. No de n? ta_:.gµ.e la operación d~ va producie~:LpQsi-
sin ciena gracia, ª':!!' antes se decía ( 12)... h.ar ti amorír. se abre_de ir _t o ~ _jiempre, el !CSto. Y es de esto

100 101
Alberto Franco Acerca de ÚJ Lógica del fantasma, de Lacan

que Laca.n parce para indicarnos que la función s~J:,limaJoria tiene ~cto de que el falo, -<p, hace la distancia entre a y la mentada unidad
un punto de partida inverso al del acto sexual. Porque, en efecto, si El trabajo cobr~á imporcañaa ñolien se piense que só-1.2..P.2.tB.-
en il acto sexual se pareé de la,2.uEosició~deTlJno para encontrar la_ relación entre a y Uno será posible 5:1ar_a ~ t~~l'!!P una_me~.!.:__
falca, la sublimación parte de la fa lta para, con ayuda de ella, cons- Pero al avanzar un paso más y, si se concibe que el a, en tanto
truir una obra q ue es, ,siempre su reproducción. nacido de la repetición inaugural, eseÍ;iño metafórico-del Uno y el
Pero como también decimos que: - Otro, se nos hará necesario volver sobre el modelo de la repetición
en el que ¡;~ n (13); ~herente~ente con lo que viene planteando,
a 3 +. a; + a7••• = a2 y a2 + a4 + a"... = a d~gaja el A-delUno, compuesto por la sucesión de rebatimientos,
para ofrecernos, nuevamente, el modelo rectilíneo:
y, por lo tanto:

todo indicaría que la sublimación haría alcanzar el Uno perfecto


ubicado en el horizonte del sexo. Claro que, como-;¡;-mos -y~
ocupamos -d; señalad¿;::_ que no se trata, en nuestro cálculo, de series
cerradas y resulta bastante difícil pensar en dicho Uno, nos tomare-
a a6 a2
mos el reparo de ha~er de él un rema más específico. a 1
donde se ubicª1JÍel lado deLco.niunto de las aes, el Uno q ue repre-
6. 2 LA CUESTIÓN DEL U,,vo senta el trazo unario -ideal del Yo co~~ unidad_plcna- como indi-
cador ael intento, de la cadena significante.!.. de !_einteg_rar
Ya, antes, pusimos en cuestión la relación entre el Uno-en- más Aclar.irn<>Sermodelo con la Operatoria algebraica antes expresada: )
y el trazo unario. Sin duda, se trata de problemas sobre los que no
está de más volver aunque sea por otro sesgo. 1 = a2 + tt + tt + a5...
Partiremos, para ello, de señalar que no hay Uno de la sublima-
_sión puesto qu~ como se ve hasta gráficamente, del rehacimiento en la que encontramos una buena figuración de lo que es, en la cade-
de los segmentos de la recta__q.u,eg_¡¡ siempre un resto que, nosotros na, el deslizamiento metonímico dd objeto 10• En tanto ~.St.Q~
lo sabemos,_es irrec!.ucible. No obstante ello y siendo 01:a especie de del lad~~A~oncraremos el Uno reprimido del sexo cuyo redo-
falso Uno la •íoica uoidad c:on..q.~nta, ha_b remos .de supol_!_er-
la como la Unidad sexo para ver qu~ osibkdesarrollar a partir de
- --- -
blamiento en la cadena es lo que se representa como el significan-

10. Es muy ilustrativo, a cscc rcspc:cco, el plamc:o que: hace E Recanaci en el Seminario
~ DichQ_d~grrollo será po_wle a pactiuklplameo de_Lacan !"_es- XX, Em·ort (14).

102 103
Alberto Franco Acerca de /,o lógica del fantasma, de Lacan
"' .etY\ -\-
del Otro barrado@ _ y _qu~,_opor~nam~nt<:_ pudim~ _~ fi- donde. si-bien-se tienen más y menos i multiplicarlos resulta:_
!l'r como el U no en mas q_ue posibilicaba al par significante posicio-
h2 - z2
narse comoo rdenado.
--
- Pero ha -de notarse que si se trata de llegar al Uno en l~ - ueda
g_e l}n <:.9uilibrio o una armo~ a en la fórmul! _ ~ , se trata de una Y: ¿gué 9ue fal'ta para que esto sea jgual a la díada] EsJUfi,-
armonía de la cual lo menos que se puede decir es que es de acce- ciente, dice Lacan, con ubicar en 'z' una función numérica llama-
so improbable. - da -~ero_imaginariC?,:__l~~'t:-J ~ ecificarla con m;nos 1!1~.. . y
De ello resultaría: --
- -0.utili la buena forma la vuelva a expresar Lacan (15) -sólo que
ahora por otra vía- cuando haciendo uso, nuevamente, de una lógi-
ca muy particular ubique el par de contradictorios, macho LE,.C:.f.!!.-:-_
h2 - 22 = 2 '
bra para decir que si no hay díada sexual es porque entrewbos hay
.u;cceroincluido.. - - .. cuyo resultado es la díada. Pero como para ello igualamos 'z' a CI
Y así es porque, si bien para las lógicas que venimos describien- -esto es el número imaginario denominado 'i'- resultará:
do hay necesidad del tercero excluido 11 -porque una cosa es o no es
y no hay tercera posibilidad-, para nuestra doctrina se define que h2 - (ét) 2 = 2
entre macho y hembra o _entre_ ~acho y no: macho hay, tercero y ~ -
eTfalo. - - donde, como la raíz y la potencia se anulan:
En este punto, y .a la hora de poner en cuestión la díada, es vuel-
to a proponer el modelo Booleano. Se nata: en realidad, de rom- h2 - (- 1) =2 h2 + 1 = 2 ·
per con el modelo traído desde el Seminario sobre la carta robada
(16) donde el significante era jugado en términos diádicos de más o o, lo que es lo mismo:
menos ( + ó -), para tratar de demostrar que dos no son suficientes
y poner, así, en escena el elemento tl'rcero. h2 = 2 - 1 = 1 h= -./t h=1
S,e. coma, eorooce¡, la_ecuación._com~l,lCSta por .d,os elementos

- ----
-h y z- y para ver que: --- Pero, como z = i, y volviendo hacia atrás:

(h + z) . (h - z) h2 - i2 = 2 (h + i) . (h - i) = 2

y además, por lo deducido antes -h = 1- resultará:


11. Las tradicionales lógicas consistentes se apoyan en cuatro principios básicos: el de
identidad que expresa que roda cosa es igual a si misma, el, ya explicado en capí-
tulos anteriores, de no contradicción, d aquí descripto de cercero excluido y el de ( 1 + i) . ( 1 - i) = 2
razón suficiente, que establece que todo lo que es, es por una razón que es sufi-
ciente para que eso sea.

104 105
t •

Alberto Franco Acerca de lo lógica del fantasma, de Lacan

!)_e...mGdo qHe si hubiera cangruencr:n i m b 6 l i c a ~~ _ picas tiene sus consecuencias puesto que ubica la presencia de aquel
no la hay lo que surge es el resto: elemento tercero en una dimensión que no deja de ser interesante.
- -- - -- - ------ ·t
1 - 0
Como se sabe, Levi-Stra!!_Ss, quien había sido seguido en muchos
(L+a) . (1-a) =a momentos por Lacan, dedicó un espacio importante de su obra
sobre los lazos del parentesco, a la descripción y análisis de la situa-
quedamos ubi~QS, nuevamente, dentro de la formulación del ción de las mujeres como bienes de cambio. Porque, en efecto y según
ñ ~ de oro y vueltos a orientar en la dirección de pensamien- este autor (18), la.identificación de la~ m_0eres ~ on bienes esencia-
to que nos indicaba que, d~ la operación sexuada, Jo que su~ no ~ ~s de intercambio está siempr.e..pres.e.ote en I_~ ~ulturas que se rigen
!:_~ Q,tr,l c9sa <J\l~.;l resto. ~ uel"'..e-a apa~ r eñla escena la cues- .e_or la_Br,Qn·b· . , del.
1 1c1onmc.esto: -
ri_ón del objeto y ella ~ !.!11~e a L~ ~s_catar e[dicho m~rxista que
señala ue el bbjeto no_ss sin_2 la e~enci,a d el ho mbre toma_da como Para admitir la identificación de las mujem con bienes, por una
t , para abrir, entonces, una pregunta sobre lo que rcsul~ d~Ja posi- paru escasos y por la otra esmcia/es para In vida del grupo, no se nece-
CÍón sexuada con !.:~.P.~cto aj_ sujet~. Allí, pues, se creará la necesidad sita, p~s, más que recordar el vocabulario matrimonial de la G'ran
deotrivíaennuestro desarrollo que debería partir de la ya afirma- Rusia, en el que al novio se /o llama "el mercader" y a la mujer "la
mercadería".
da tesis so~ fa7 nexisteñcia del goce def Otro. - - - --
.... -· --- -- ----
Lacan -en lo que constituye una crítica implícita al planteo de
Levy-Strauss- recuerda que, si bien existe esa vía de intercambio, en la
6.3 GOCE, SABER Y VERDAD
que l3!.m ujcre¡ podrían circular como mercadería, en ese plano toma-
rían la forma de un'iiilorikclimhíoi\Y, sin duda, la referencia al valor
Hemos acordado, hasta aquí, en q~e no hay acceso al Uno sino
intenta reubicar lo que circula en el intercambio sob.re.....los...ri~_.dd.
en forma parcial. También se nos hace presente el hecho de que_es~-
significante. No nos es dado olvidar, tampoco, que también existe lo
a_s;ceso no_se progyce~c vía del complemento sino, más bien, de)
que se denomin(.valor tÚ ,ng}y como,.P9rJ a necesaria.Rr~sencia del
supk o tercero. Nos he nfremad o, a cada paso, con la cues-
falo, trabajamos ~on un orden ternario no podemos dejar de introdu-
tión de b fo)ra y el resto qu~. en ci~rt o. constituyen la presen- _
cir, como elemento tercero, fo que será denominadc(vqfrr tÚ goce.')
un no-l loo debido a Ja falta de ser. Debemos, ahora, abrirnos
Para nuestro desarrollo sirve como ~s,...~Jo que ocurre con el
camino para tratar lo que Lacan llama su presentación en sociedad
!~2)que es traído para un determinado número de acoplamientos.
(17), a saber: el planteo de que ~rohibición del incesto es el reflejo
Allí aparece claro que si bien esa mercancía, que es el toro, tiene un
ge la necesidad del elemento tercero ~ ~ ! ~!!~· Y, en efec_-
valor de cambio -relacionado con las hembras a preñar o las crías a
to, no es novedad, para nosotros, que ningún acro sexual deja de lle-
repartir- también adquiere un valor de uso determinado por la pre- e
var la mua de la escena craumáti~ o, dicho de otra manera, de una
sencia - Lacan dixit- del falo omnipotente. Claro que, en este plano, t
relación referencial fundamental con la pareja parental. -- - -
la omnipotencia del falo cierra el campo en el registro dual hacien-
---Claro que partir de fa escena traumática y elela in.terdicción edí-
do innecesaria la existencia del tercero.

106 107
Alberto Franco Acn-ca tk lo lógica tk/ fantasma, de Lacan

..Mu.v pot el cootcai:io, al . a : f ~ l a o r c ddx;mos orlen- complejo de castración que --<omplicado, además, por el hecho de
-~ ~n~ !- de in~ ediato.: ~ ci~ el lado de la mujer p ~_Q___9,Ue en ella que la prohibici6n del autoerotismo sobre un 6rgano preciso pone al
.,t. debeJocaliza~ t l 2n .P.SLvalor <kgocc;. Ella, como dijimos, no sujeto en la vía del intercambio- cjecermina que, para el sujeto, el "se
siendo e._ortadora del falo -y menos aún de aqÜel tilo omnipotente- goza"' subjetivo se convierta en ug "se g~na de" objetivo._!..a prohibi-
poñc algo a circular por el arbitrio del don 12 y ~l)tra en el mercado ción promueve, pues, a la mujer como objeto de goce lo que ocurr~,
déinterc!.m~io para devenir, ent~ces a.1,_i«~tf!_g,_qi« st goza. Pero, como ya hemos dicho, en estrecha dependencia de lo que ella esté
aquí está lo hÍndamental: a ser aguello de lo que se goza sólo Euede dispuesta a arbitrar como don.
llegarse por vía de la castración 13 toda vez que nada sino la castración Claro que, como necesario correlato, debemos hablar de la "fic.:
fija,""arnvelcl'e..!o i~~ cief!_~e. ~l valo~ go~ - -- - _. ·\ ción macho". En efecto, por tal ficción, el "hombrecito" cree ; ;
En definitiva: pa~ ac~eder al acto sexual ella nQ ¡:!Uede quedar en ~, ¡<' hay uno que tiene el falQ..Y gue ese uno,_B.Oi:..quc lo tiene, Jo es al
reserva ni "en el de_e6sito", a la manera g_el puro valor de carnbi~ tiempo que, ~ r serlo, tiene lo que cs. J..a "ficción macho" se basa,
que debe, más bien, entrar en un mercado regulado por la castración pues, en la creencia de que si se tiene el falo se es el falo y, por ello, se_
c o ~ñtíaparaTa osibilidad del acto. Esi.!)Or fin, en esa tiene a la mu~r. Pero no es·así sino m · contrario: se tiene lo
posic, n ual -de ár itro del do'l.Y afecta a por la castración- que que no se es por o que, a a tenencia fálica, se opone el valor home-
la mujer entra en el acto sexual y deviene aquello de lo que se goza /k de la mu·er- sólo ella r no tenerlo puede -no sin llevar sobre si
enla posición llamada -por tacan- a-ct~-a?4• la marg de: la casrcacióo- tomar e v or e falo.
e? Si nos dirigimos, ahora, sobre la~e_stión del macho nos·cncon- - Las posicion~s, relativas' ;i go!5s1'1;'lue ~ menzamos a explorar
t tramos con que el sujeto, bajo la forma de su soporte: el a, se mide encuentran, para Lacan, un apólogo perf:to en el drama de Edipo
1
en relación con la unidad sexo y con que si existe algo del orden de (20) y toman su comadre. adecuado en relación con otras dos cues-
~n valor de goce es en la medida en que, entre a y el Unodcl sexo tiones cruciales que son la del saber15 y la de la verdad. En efecto,
media al~o valuado -<p. veremos de que manera, a partir del complejo nodular, el acto sexual
También hemos supuesto que este orden de cosas constituye el ~arecerá marcado por las copdiciones del goce culpable que viene a
recubrir la podredumbre de la verdad16 •
12. Lo que surge aun con mayor claridad, en el mara, del Seminario XVJ, cuando se
diferencia, para una misma mercadcrfa -pan el c:uo toneles de aceite-, el valor l 5. Es notable ver como ya en esre Seminario comienza a definirse, también en rela-
de uso que tiene cuando es consumida y· el valor de cambio que adquictt cuan- ción con d valor de goce -término que no será retomado- la problemática bien
do, guardada -no sin una cierra fcrichización- en un dcpóliro. es objeto de algu- puntuada en el Seminario XVII "El aoveno del psicoanálisis" del saber -S,- como
na especulación (19). medio de goce. Como decíamos, en relación con esta temática, ca menester recor-
13. Hasta podemos ensayar, aquí, una suene de definición de P.-±-
unc.,.ro'--_ dar que aun no fue promovido en la doctrina el concepto de plus ti, gour.
de sustracción de oce - rovocada r la caída del ob"cto- uc ¡a a nivel de lo 16. Es necesario, aquí, hacer un rodeo para recordar que, como se v.cnía diciendo
~ scíente lo que verdaderamente es para e acto sexual d or e goce. va desde dos años antes (21) verdad remite a un saber uc, or abrir la aa
a~ do, sin 9-!L%. el _craba10 realizado en &minarlos posteriores en torno il u,, real sio Hmjre. se constituye en sede del horror insu ue hace im
c2,0,5e_p;_o-.,k..plus.fÍ!_$uU1r. ble un decir sobre el sexo. Del mismo modo es importante puntuar que también
14. Resulta claro que, eón ~ "hombre-ella". nos anticipamos a desarrollos mú ajus- fe señalaba (22) como único lugar de inscripción o radicación posible tanto de ese:
tad°' que sólo serán efectuacfos cinco ó seis al\os mú tarde. agujero rcrrorffico como de el goce posible, al cuerpo propio.

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Alberto Franco Acerca de lo lógica del fantasma, de Lacan

Así es como las cosas se van entramando y, en lo que respecta al En resumen, de eso se trata: si goce encubre una podredumbre
(1a@ la primera cuestión surge en relación con la esfinge -mons- -!a de la verdad que se descompone- g ue escalla en la peste,
truo marca eminidad más temible para síntoma. D e sexual, siempre efectuado en las con-
e mach~ y una pregunta que, baja el peso mortífero de la disyun- diciones del Edipo que s(>n las de la castración, sea consi era o un
tiva imaginaria¡ "o tu o yo"~aotea un eni¡ma relativo al cuerpo. EÍ goce podrido culpable y, a todas luces, insuficiente.
hecho de que Edipo tome la posta de ese saber quiebra aquel goce Pero para poder completar nuestro recorrido podemos remarcar
feroz de la esfinge, produciendo su muerte, aunque, como contra- tres hitos a tener presentes en nuestro desarrollo,;_
partida, abre el camino que lo conducirá a realizar el acto sexual de *.f?l,Q:_Se trata de un uno ficticio en relación al cual es posib!e
goce pleno -nada menos, dice Lacan, merecía el salvador de su pue- _2r l acto_de ~a.r~ión n~cesario para la repartición de las fun-
blo- que lo pondrá en el camino de su propia caída17• ciones definidas cgmo macho y hembra.
Claro que si bien el mito quiere que Edipo no supiera de que -P~ supuesto se t~ta de un uno que no es sin agujero -lo leere-
gozaba y que Yocasta se quedara ignorando la verdad; lo cierto es mos a posteriori S (A)- y, en este sentido, es desde él que la verdad
que hay allí, del lado de EdiJ22z_ un saber qu, _uo se sabe y que advie- habla y, lo s a b e ~ la verdad se revela e~l síntoma en la ·-
ne condición del goce culpable ap..2},'.ado .sgbre lo que, del lado de a en que está indisolublemente ligada a lo real del sexo.
Yocasta, es definido como un océano de femenino. Y no es El Otro es, sin duda lo inconsciente, lo que podríamos llamar
casua que e mito deje, de la escaramuza en que Edipo mata a Layo; el síntoma privado de si, xccdad aunque sjempcc cacgado de sabell,
un servidor vivo que se esfumó aJ acceder el rey al trono. Porque, en pero también es el resecvorio donde se acumula el material para el
efecto, ese es el testigo que se nos entrega para hacemos patente que acto. Es el lugar donde se inscribe el si¡nificante, a saber: el cuerpo,
Yocasta no podía no saber. Al decir de Lacan (24):
Es claro·, además, que sc_trata de un saber necesario a la institu-
Nuestra prtsmcia át cuerpo animal es el primer lugar donát
ción del acto sexual. Y, a este respecto: ¿cómo no notar la disimula-
mmr inscripciones... E c,qr;o está hecho para ser marcado, dmk eL
ción que es necesario que Yocasta despliegue? E.sto hace necesaria una· primer (tstlJ át amor 'fU!, wbre 11. se tsbOUJ;.
definición fuerte: es crucial, para el acceso al acto sexual, que la verdad
quede velada aun cuando sea a cosca de la formación de síntoma. Es Esto nos llevó a afirmar que sólo hay goce referible al ro io cucr•
necesario, también, que el goce gue se gcoc:ca, recubriéndola, sea pur:2-, a
poyen relación con él lo que est m a e principio del placer
goce sintomal en el que, bajo la forma del si nificante, el saber circule y: ¿quién mejor ue el amo de la dialéctica he eliana nos muestra lo
-encubierto- para cerrar a uella ventana · 1 n real no trami- que es gozar el cuerpo propio?. Porque el goza de su ocio, es decir
t Yocasca re resenra, así, el lu ar en el que se accede a ver separada ae la disponibilidad de su cuerpo, pero: ¿no hay goce posible para el
la verdad del goce, al punro que ella, eras a r os Junta o, muere:.. esclavo, o sólo le queda trazada la vfa del trabajo? . Estamos ahora en
un punto adecuado para introducir el tercer elemento:
17. Edipo, decía Lacan un año antes (23): es el hértN tkl tkseo ú saber. .. sus ojos portie- El objeto a.:, porque el esclavo está privado de su cuerpo y sin
rra son el dmein. ah/ ha caído '4 mira.da tk Edipo. ~mbargo, en su ir y venir a capricho del amo, preserva esos obje-

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tos que, tomados en la frontera, füociooao en los bordes del cuer- _escritura sirobólic,a del significante no verbal (f)_ y, más aun1 bajo
Po· Y o de lo real ·ce Lacan, . ue sólo ued~ sub- la forma de la función fálica 'X4>- (28), se vaya dando, a la cuestión
sistir a nivel del ese avo,i..$ reara <luso q~e mnguna estrategia un relieve gue hasta entonces no tenía.
amo puede quitarle, a saber: la función de su mira e su voz, sus Hecho este al~o podemos •sefialar que, en 'efecto, además de supo-
eyectos o, incluso, su función de nodriza. _ ner al goce el límite que proporciona el principio de placer se le rehú;
De este modo, ya en el último tramo del Seminario, somos sa ahora la dimensión de lo eterno para ubicarlo en el orden
reconducidos ·por otros caminos hacia la cuestión del goce, para que Aristóteles llama una ousia. · _ u_ icación evará a definirlo, no sin
encontrar puntuaciones tan importantes como controvertibles y, a consecuencias, como una sustancia localizable -ahora decididamente-
partir de ellas, caminos divergentes. ~n la dimensión del CÚapoque, afectada po;;.quella limitación tempo-
Y nuestro primer punto crucial parece ser la cuestión del lími- ral, se nos ofrecerá necesariamente como parcial y restringida. Pero hay
te porque, es cierto: nadie podría beneficiarse de una posición ..:.que más aun porque, decirse de tal ousia que no pcnenecc a ningún suje-
caracterizamos, antes, como de horror y de impudicia-de goce irres- to ni puede ser pro;ljc,able de oioguno de d!m19 y q11c oo es ~sura="
tricto y absoluto. Así se plantea un primer problema a resolver p'or- ble en términos de más menos de ma or o menor ni de más e ue-
quc, si bien podemos encontrar, en relación con la lóg!ca del. fan- ñ~ igual, quedará homolo~da a lo que de6 · s como o jeto a y ,,J

tasma, una magnífica formulación sol>,rc.la.nea:sidad del elemen- ubicada en un registro rov,>: panicular: el de aquellos objetos que caídos
to tercero para el acceso al act2-,sexual, determinado por la fórmu- del cuerpo se definen como profundamente ligados a él. _ -
Ía J - a) = -<p y, como buenos lectores ck Laca,n,_sl!f><?ner a lo largo _ Pero tomar esre atajo por la vía aristotélica, nos obliga a desandar,
de muchas e ases e eminarioJ u presencia constante, no aparee~ en parte, el camino para poder llegar a algunas definiciones.

f ahora, determinada, al menos d e manera manifiesta, ·esa d1mens1ón_


\ q~e <Qnocemos como parad igmaa",;_goce acotado,l a _fümens'. ~" Uac
. ~n efecto, hemos_prccisado, desde el comienzo, que el trabajo del
stgnificante está desttnado a hacer del objeco su bed~tung en el ,'
mada fálica. Pareciera que1 a esta altura. el goce fálico deb$Jª_ ser .Puro sentido frcgcano¡ pero nos quedó claro que, en esa dirección
· ubicado del ladg del valor de ¡oce aungue sometido al velaro•e'r>- no hay éxito y que el significante rola llega en el linde con lo Real .., _,
\. co:-;ecesario ara la se aración de la verdad el oce18• Y, en efect~, a trazar el borde alU doodc el objeto falta, _
sabemos que el pro ema que se plantea, con respecto a ga iosrao-· Por otra pane, tenemos claro ya desde nuestra lectura de ~ ud _
cia gozante, sólo será verdaderamente resw:lco algunos afios desBués que ~I lugar de marca para el significante es el cuerpo y; más aun,
~ando, en plena disposición de la conceptualización del ~o como podemos decir, como ya lo hicimos, que nuestra relación con el
cuerpo P!,_opio lo es de un cuerpo como lugar de marca20 Y si así
18. Aun en el Seminario del alío 1970 (25), ya ctccruada la ubicación conccpníal
del plus-b-gozar, se sciula que la función de éste es la de hacer sup~~cia ~el fuera: ¿no dc~ó¡mouicosar. lacaoiaóarncme que rnalquiec acce,o
,r.oce fálico jntercliao, Recién en 1974 (26), el avance conccprual permmrá ~-na-
lar como función del objeto a la separación del goce del cuerpo del goce f.ihco.
El problema que aquí se presenta y, repetimos, no parece tene~ solución en esre
-- ----- ..:--~~=
al goce estará mediatizado por el significan~

19. Por lo que no pcrrcncce al orden 1imbólico del 1ignifican1t.


Seminario, es aclarado por E. Fcinsilbcr en su excelente uaba10 sobre los goces 20. Fttud no, c111en1, al l't'lp«to, que ldlo puede llc,tar 111 t'l!llruto de la rtpre•enr11•
(27) que nos parea: de lectura recomendable para aclarar el punto. ción aquello que tlt'ne 'I'"' ver con notk l•• dtil pm1Jlo cuerpo (29),

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cia tercera del falo. Y Lacan es claro, con respecto a esto, toda
Aquí, para Lacan, el planteo es estricto: la introducción del suje-
va que se ocupa de señalar que en tanto del cuerpo del otro
-se trata de la división significante- como efecto de signifiC211-
se goza sólo par vía del significante, ese otro cuerpo deviene
cia genera la separacióµ_f{el cuerpo y el ~.con lo que se reqbica,
metáfora del oce ro io ue, or esa razón, el cuer o de
como veremos con más detalle, la exacta función del punzón entre
ca a uien es uesto en dependencia del de a uel otro cu o
c;I ~S!2..X.~l opjctQ. goce, como consecuencia, q ue a a la deriva.
Vistas así las cosas -y al menos en este Seminario- sólo es posi-
ble ubicar, en relación con el sexo el oce ue ,algo después (30) 4. Aun cuando nos parece que Lacan no ha podido resolver, en
sera· ama o mental,~ del significante en el rnccpo tal Cf)ffiO d curso del Seminario, la pregunta sobre el acto sexual, se nos
es designado por la fórmula S que no s.e.óala otra cosa que la, señala que· en una eosible disyunción entre "no hay acto sexua!:'
ya mentada como necesaria, disyunctó'h~ entre cuerpo y goce. Así, a y "no hay que acto sexual" el neurótico quedaría, por todo
modo de resumen, podemos hacer manifiestas cuatro puntualizacio- lo antedkhO:UT;íca<fo del_!adÓ del primer "no hay... ".
que creemos importantes:
Claro que estos mismos cuatro puntos p1ieden servirnos de
1. El acto neurótico tiene or fin sostener lo ue no tiene nada apoyo para preguntarnos, como Lacan lo hace, qué ocurre con aquel
que ver con el acto sexual, a sa er: el efecto de eseo. que enfrenta el acto sexual con la esperanza de aepr mtacto el uno
sentido, es claro que, en la estructura del fantasma, la relación del acto sexual anulando, con ello, cuaJl{uier anición entre cuer-
del sujeto con el objeto pone en pámer plano su función de po y goce. Porgue, e~ e ~ to, e perverso -de él se trata- en rentará
objeto causa de,I deseo. Por otra parte, también es claro que, de muy otro modo el acto sexual encaminado, precisamente, a recu•
en dependencia de esa relación y aun cuando no surja como sarla limitación del goce gue la mediación delsjgniflcapte procw:.a....
evidencia del Seminario que 1_1os ocupa, sino más bien del • Así es posible efectuar, con respecto a la Jpos1c1ón del perverso,l
citado por Lacan "Kanc con Sade" (32} la ley moral, de la que cuatro puntualizaciones que, claramente, se contraponen a las que
veremos la importaÓcia en los próximos puntos, no podría ser realizamos con respecto al neurótico.
sino efecto de la división del sujeto entre su·eto de la enunc1a-
c1 n y suJeto del enunciado. 1. En la perversión, el acto sexual se apaya sobre fo que Lacan
define como una verdadera voluntad de 'OCt entendiendo, en
2. Sólo se _g_oza d_el cuerpo y se llega a él únicamente por vía del
este punto, a ·vo untad en el más puro sentido kantiano· (33),
significante.
esto es: el ejercicio de una actividad libre en virtud de la cual
3. En el encuentro sexual de los neuróticos el entrecruzamien- podemos usar nuestro conocimiento sensorial e intelectual
~ ~c!_eJ os cue~pos e;;-ÍS!L~us~.n.so y sostenido por la presen- como nos plazca. Este ejercicio toma, también, el sentido de
lo
una mranci ación respecto de la causa que lo opone a lo que
21. Si bien sus desarrollos son ajenos al Seminario que nos ocupa, no podemos dejar hemos descripto como d. · 1deseo.
de tomar nota de las imponanres puntuaciones que, con respecto a esca variedad de
goce, efectúa R. Harari en su libro acerca del Seminario XXIII: lr sinthome(3I).

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2. No se goza del cuer o sino ue se oza a artir de él en la medi- rciona el arre lo ue definimos como fantas-
a y e orden que se establecen cuando cada uno toma, del ~- Es allí, en ese arr lo, que aparece, nítidamente o 'eto orno
cueq~o dei otro, el placer de tal o cual de sus partes. eje de esa significación de verdad. A tal punto es así, que el autor
se ve obligado a recordarnos, sobre el fin de su Seminario, que toda
3. Porque la ley está articulada como voluntad de goce, se genera interpretaci6n del fantasma deberá,. siempre, inscribirse en el
un estado fanrasmático fundado sobre el derecho al ' 2 por- ero de alguna de las tres formas en ue el sujeto articula su relación
que, como decíamos, se toma de cu quiera cl,¡oce de tal o cual con e o jeto causa de deseo, a sa er: para a p ta e eseo prevenr-
parte. Al hacer refugio del goce a esta parte -de la que el sádicq
do, para la histeria elclesco insatisfecho y para la neurosiso6sesiv'!..
ñ"osibe gue es su(daseiw,- se cree asir al Otro como ab.solutg. ,
el deseo imposible.
4. E.n una posrºble d-~ ~.\
1syuncion entre .r'"
no h~ay acto-~. y "no hay más
que acto" el perverso -:-en tanto la perversi6n s6lo toma senti-
do al articularse al ~cto sexual- quedaría del lado del segundo
"no hay,,.

Pero quizás aquí -y para finalizar nuestro recorrido- podemos


dar. de ~a mano de Lacan, una vuelta más del lado de nuestro tan tra-
bajado fantasma neur6tico para plantearlo como portador seguro de
una significación de v,rdad. Y nos parece que es de suma importan- .
ligar este orden de verdad con la cuestión del deseo porque, a\,!n
cuando sólo en los últimos pasajes del Seminario ~ea dicho explíci-
tamente y con todas las letras, hace a lo esenc;jal del &orasma y está
siempre presente. ·
Porque sÍ, en efecto, el deseo es un subproducto de la demanda es
debido a ue en el origen hay una demanda diri ida al Otro. Pero:
¿qué ~se3 ~ ~ Otro?, nada sino la falla de la cual
provien~ -bajo la forma del ¿che vuot?- la respuesta. Y es ese mov¡:-
miento del deseo, que pivotca sobre la falla, el que hace necesaria
-
22. Leemos en" Kant con Smú.(34) ... tengo derecho a gozar de tu cuerpo puede decir-
me quienquiera y tse derecho lo ejerceré sin que ningún limítr me tktmga en d l.

capricho de las exacciones que me venga en gana saciar en él. Es posible también
leer algunas puntuaciones, más generales pero muy interesames, sobre el tema en
1
la intervención hecha por P. Aulagnier en el marco del Seminario sobre la identi-
ficación (35).

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R.EFER.ENCLi\.S BIBLIOGRÁFICAS 27. Feinsilber E., Goces y materialidad de lo inconsciente, Catálogos, Bs. As.,
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3. Broushtein l., Manual.., op. cit. 31 . Harari R. ¿Cómo ¿t llama James.foyce?, Amorrortu, Bs. As., 1996, en part,
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9. Lacan J., Seminario X, op. cit., clase del 19 de junio de 1963.
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l l. Ibid., clase del 20 de junio de 1966.
12. Lacan J., Seminario X. op. cit., clase del 29 de mayo de 1963.
13. Lacan J., Seminario XIV, op. cit., claSt' del 22 de abril de 1%7.
14. Lacan J., Seminario XX, Encore, inédito, d~e del 10 de abril de 1973. La
clase no figurá en la versión oficial.
15. Lacan J., Seminario XIV, op. dt., 12 de abril de 1967.
16. Lacan J., El Seminario sobre "La ama robada", "Escritos 11", Siglo XXI,
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17. Lacan J., Seminario XIV, op. cit. clase del 12 de abril de 1967.
18. Levy-Strauss C., Las estructuras ekmentaks del parentesco. Paidós, Bs. As..
l
1969, Primera parte, Cap. lll.
19. Lacan J., Seminario XVI, op. cit., da~e del 30 de abril de l 969.
20. Lacan J., Seminario XIV, op. cit., clase del 26 de abril de 1967.
21. Lacan J., Seminario XII, op. cit., clase del 19 de junio de 1965.
22. Lacan J., Seminario XIII, op. cit., cla.~e del 27 de abril de 1966
23. Ibid, clase del 15 de junio de 1966.
24. Lacan J., Seminario XIV, op cit., clase del lO de mayo de 1967.
25. Lacan J., Seminario XVII, op. cit., clase del 11 de febrero de 1970.
26. Lacan J., La tercera, en Actas de la Escuela freudiana de París, Petrel.
Madrid, 1980. p. 73

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