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INTERCAMBIO POÉTICO

crisdepi@telefonica.net

Donde nuestros miedos


nacen nuestros corajes,
y en nuestras dudas
viven nuestras certezas.
Los sueños anuncian
otra realidad posible,
y los delirios otra razón.
En los extravíos
nos esperan los hallazgos
porque es preciso perderse
para volver a encontrarse

Eduardo Galeano
gi6433585@gmail.com

En mi solea te espero
Que cambien los caminos de mis confusos sueños.
Porque no se donde ir,
Si detenerme o andar.
Quiero irme a otra galaxia
Pa’ encontrar mi libertad.
miriam.psi14@gmail.com
Elevación
Por encima de estanques, por encima de valles,
De montañas y bosques, de mares y de nubes,
Más allá de los soles, más allá de los éteres,
Más allá del confín de estrelladas esferas,
Te desplazas, mi espíritu, con toda agilidad
Y como un nadador que se extasía en las olas,
Alegremente surcas la inmensidad profunda
Con voluptuosidad indecible y viril.
Escápate muy lejos de estos mórbidos miasmas,
Sube a purificarte al aire superior
Y apura, como un noble y divino licor,
La luz clara que inunda los límpidos espacios.
Detrás de los hastíos y los hondos pesares
Que abruman con su peso la neblinosa vida,
¡Feliz aquel que puede con brioso aleteo
Lanzarse hacia los campos luminosos y calmos!
Aquel cuyas ideas, cual si fueran alondras,
Levantan hacia el cielo matutino su vuelo
-¡Que planea sobre todo, y sabe sin esfuerzo,
La lengua de las flores y de las cosas mudas!

Charles Baudelaire
clrcarmenlopez@yahoo.es
Solo sé que estoy en mí
Solo sé que estoy en mí
y nunca sabré quién soy,
tampoco sé adónde voy
ni hasta cuándo estaré aquí.

Vestido con vida o muerte


o desnudo sin morir,
en los muros de este fuerte
castillo de mi vivir,

o libre por los confines


sepulcrales de los cielos,
desgarrando grises velos,
ignorante de mis fines,

no sé qué cárcel espera


ni la libertad que ansío,
ni a qué sueño dará el río
de mi vida cuando muera.

Manuel Altolaguirre
cama@uma.es

Piedra de Sol (fragmento)

¿la vida, cuándo fue de veras nuestra?,


¿cuándo somos de veras lo que somos?,
bien mirado no somos, nunca somos
a solas sino vértigo y vacío,
muecas en el espejo, horror y vómito,
nunca la vida es nuestra, es de los otros,
la vida no es de nadie, ¿todos somos
la vida? pan de sol para los otros,
¿los otros todos que nosotros somos?,
soy otro cuando soy, los actos míos
son más míos si son también de todos,
para que pueda ser he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia,
no soy, no hay yo, siempre somos nosotros,
la vida es otra, siempre allá, más lejos,
fuera de ti, de mí, siempre horizonte,
vida que nos desvive y enajena,
que nos inventa un rostro y lo desgasta,
hambre de ser, oh muerte, pan de todos,

Octavio Paz
syague@alumnos.uvigo.es
"A los pies de la colina se extiende una pradera que cambia de color  con las estaciones
del año. Vale la pena verla en otoño, a finales de  septiembre, cuando se torna roja a la
puesta de sol y las sombras de  color escarlata, semejantes al resplandor de una hoguera,
pasan sobre  la hierba, arrastradas por las ráfagas de los vientos otoñales que, al
agitar suavemente sus hojas, emiten un leve suspiro que parece música  humana: un harpa
de voces. [...] Debió de ser en uno de aquellos días  de septiembre, mientras nos
hallábamos en el bosque recogiendo raíces,  cuando Dolly me dijo:

     - ¿Lo oyes? Es el harpa de hierba, que siempre nos cuenta algo  nuevo... Lo sabe todo
de la gente de la colina, de los que vivieron  antes aquí. Y cuando nosotros estemos
muertos, también contará nuestra  historia."

El harpa de hierba, Truman Capote
LA ÉPOCA GENEROSA

Nuestros, como canciones


que nos hacen llorar, son esos días
que fueron la verdad de los anocheceres
sonrientes y del baño de los niños.
El alegre cansancio de la cena.
Las caras que no han vuelto
a confiar como entonces.
La vida se alimenta de días generosos.
De dar y proteger.
Si se ha podido dar, la muerte es otra.

Joan Margarit
majesusarredondo@gmail.com

Cita

Fija tu rumbo a una estrella

y podrás navegar por cualquier tormenta

(Leonardo Da Vinci)
romanugr@hotmail.com

SONETO DE LA DULCE QUEJA

Tengo miedo a perder la maravilla


de tus ojos de estatua y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.

Tengo pena de ser en esta orilla


tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.

Si tú eres el tesoro oculto mío,


si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,

no me dejes perder lo que he ganado


y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.

Federico García Lorca

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