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Universidad Blas Pascal – Argentina

Documento de Referencia: Diplomado en Gestión del Desarrollo Sostenible

DESAFÍOS PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE

Para introducirnos en el mundo del desarrollo sostenible es útil hacer una breve
referencia a la historia de la humanidad. El mundo que conocemos está formado
por dos tipos de sistemas: los sistemas del ambiente natural y los sistemas creados
por el hombre. Entre los primeros, tenemos los vinculados al suelo, el agua y el
clima entre otro. En tanto entre los creados por el hombre, tenemos: la agricultura,
política, economía, educación, tecnología, etc. A lo largo de los años, esta relación
ha ido transformándose, ya que el hombre inicialmente era parte integral de los
ecosistemas, y luego con la introducción de la agricultura le permitió ir moldeando
el medioambiente para satisfacer sus necesidades, y en ese viaje realizó una
alteración deliberada de los ecosistemas. Los excedentes de la agricultura le
permitieron desarrollar asentamientos permanentes, la introducción de posteriores
innovaciones tales como las ciudades y la escritura, le posibilitaron a la humanidad
buscar, acumular y comunicar el conocimiento sobre el mundo y su funcionamiento
en formas cada vez más eficientes y eficaces.

Si bien hasta aquí los cambios fueron muchos, podemos considerar al siglo XX
como aquél que transformó el planeta. Los cambios, de una escala y alcance
inimaginable, opacaron las modificaciones surgidas hasta entonces. Desde la
revolución de la medicina, la agricultura, las tecnologías en la producción, la
exploración espacial, las tecnologías de la información, hasta el reconocimiento de
derechos, entre ellos la liberación femenina, fueron entre otros los causantes de
esta transformación. También fue durante este siglo que surgieron conceptos como
aldea global y globalización.

Sin embargo, estos procesos también tuvieron su contracara en crisis económicas


profundas, el surgimiento de regímenes autoritarios, políticas de exclusión social y
males como la pobreza y el desempleo. A continuación, comentaremos los
principales desafíos que enfrenta hoy nuestro planeta:
• Crecimiento poblacional: En el año 1800 había aproximadamente 1.000
millones de habitantes, hoy llegamos a los 7.300 millones. Para el 2050, se
esperan 9700 millones, entre los inductores del crecimiento están las tasas
de fertilidad y de envejecimiento de la población, el aumento de la expectativa
de vida y los grandes movimientos migratorios. Todos buscarán su lugar en
la economía mundial.

• Pobreza: Este concepto, según la ONU, excede la falta de ingresos y


recursos, es también un problema de derechos humanos, ya que se
manifiesta en el hambre, la falta de vivienda digna, acceso limitado a
educación y salud entre otros. En 2013, unos 767 millones de personas vivían
con menos de dos dólares diarios, cifra que marca según parámetros
internacionales el umbral de pobreza

• Salud: si bien se observan avances en el aumento de la esperanza de vida


y reducción de algunas causas de mortalidad infantil y materna, aun las tasas
de mortalidad superan lo deseable.

• Educación: la educación universal inclusiva, equitativa y de calidad no es


aún una realidad a pesar de los avances en matriculación de los últimos años.

• Igualdad de género: si bien hubo avances aun las mujeres y niñas siguen
sufriendo violencia y discriminación.

• Agua: el 10 % de la población mundial aun no usa fuentes de agua mejorada


y 1/3 no tiene acceso a instalaciones de saneamiento.

• Energía: el acceso universal a la energía y el uso de energías renovables


está lejos del nivel necesario para ser sostenibles.

• Trabajo decente y crecimiento económico: aún hay altas tasas de


desempleo entre mujeres, jóvenes y existe trabajo infantil y peligroso.

• Infraestructura: hay insuficiencia de inversión en transporte, energía y


comunicación, claves para el desarrollo de cualquier nación

• Desigualdad: si bien en los últimos años ha disminuido la brecha de ingresos


entre países, internamente se ha ido incrementando.
• Ciudades: En 2015, el 54% de la población mundial vivía en ciudades, la
rápida urbanización acarrea incremento de barrios marginales, de
contaminación, insuficiencia de servicios básicos e infraestructura, así como
también aumenta la vulnerabilidad frente a las catástrofes.

• Consumo: la demanda de recursos es crecientes y no está asociada


generalmente a la capacidad del planeta

• Cambio climático: el aumento de la temperatura media y su impacto en la


vida de las personas y la economía es innegable, genera desde reducción de
la producción agrícola, calentamiento de océanos, incremento de las
emisiones de dióxido de carbono.

• Vida submarina: los residuos en los océanos están provocando un gran


impacto ambiental y económico, también la mala gestión provoca sobre
pesca y pérdida de beneficios para el sector.

• Gestión de la diversidad: Cada año desaparecen 13 millones de hectáreas


de bosques, que además de proporcionar seguridad alimentaria y refugio son
útiles para combatir el cambio climático. La desforestación y la desertificación
son una realidad.

• Paz y justicia: la promoción de la paz y la justicia, y la creación de


instituciones eficaces, inclusivas y responsables aun es diversa entre los
países.

IMPULSORES DE LA DESIGUALDAD

Según el Instituto de Investigación para el Desarrollo Sostenible de las Naciones


Unidas, (UNRSID, 2015[1]), la creciente desigualdad de los ingresos, la pobreza, la
vulneración constante del ambiente, y la volatilidad de los mercados, amenazan los
avances que se han conseguido a nivel global con respecto a la sostenibilidad del
planeta. La agenda de desarrollo sostenible debe afrontar las causas estructurales
o impulsores de dicha desigualdad, de la pobreza, y hasta de la degradación del
ambiente, con el objeto de poder crear las condiciones para un futuro sostenible.

El desarrollo sostenible debe ser necesariamente “centrado en las personas y


sensible al planeta” (Bali Communiqué of the High-Level Panel, 28 March 2013[2]).
Que esté centrado en las personas, está vinculado con proporcionar bienestar
material, incluyendo buena salud, educación, acceso a bienes y servicios para una
vida digna, así mismo con logros sociales, culturales y políticos, como un sentido de
seguridad, dignidad y la capacidad de ser parte de una comunidad a través del
reconocimiento y la representación. El hecho de que sea sensible al
planeta implica que los logros anteriores son inseparables de los recursos
ambientales necesarios para mantener la vida, la salud y el bienestar.

EL CRECIMIENTO DENTRO DE LOS LÍMITES PLANETARIOS

Jeffrey D. Sachs (2015), en su libro La era del Desarrollo Sostenible, plantea, entre
otros, ciertos interrogantes respecto a si será posible alcanzar el desarrollo
económico cuando el planeta ya está tan presionado, y si será posible que los
países “pobres” eleven su nivel de vida. En síntesis, si será posible conciliar el
crecimiento económico con la sostenibilidad ambiental. El autor considera que eso
nos lleva al corazón del concepto desarrollo sostenible, y que a través de la ciencia
y tomando precauciones, respetando las limitaciones de recursos, reconociendo la
peligrosa destrucción ambiental y cambiando el rumbo, la humanidad tiene la opción
de alcanzar sus objetivos de acabar con la pobreza, elevar los niveles de vida,
garantizar la inclusión social y proteger el medio ambiente. Para ello, debemos ser
conscientes de cuáles son los límites planetarios.

Figura: Los límites planetarios, su estado actual y los rangos de incertidumbre


El concepto de límite planetario (PB por sus siglas en inglés) fue introducido 2009 y
actualizado en 2015 por Steffen[3], W. y otros. Tenía como objetivo definir los límites
ambientales dentro de los cuales la humanidad puede operar de manera segura.
Este enfoque ha demostrado ser influyente en el desarrollo de políticas de
sostenibilidad global.

En la revisión de 2015, extienden el marco del PB. De los nueve límites propuestos
originales, identifican tres (incluido el cambio climático) que podrían empujar al
sistema de la Tierra a un nuevo estado si se cruzan y que también tienen una
influencia generalizada en los límites restantes.

Puede profundizar estos conceptos en la charla TED Global


2010 de Johan Rockström uno de los autores del concepto,
disponible en el siguiente link:

https://bit.ly/2Gn706t

SOSTENIBILIDAD y DESARROLLO SOSTENIBLE. PERSPECTIVA


TERRITORIAL

En el título anterior, hacíamos referencia a que las Naciones Unidas definen el


desarrollo sostenible como el desarrollo que satisface las necesidades del presente
sin comprometer la habilidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias
necesidades. Gallopin (2006) nos dice que este concepto, que a primera vista
parece sencillo, es en realidad bastante complejo, al combinar el
término “desarrollo”, que implica un cambio direccional y progresivo (un progreso
cuantitativo, pero sobre todo cualitativo) con el término “sostenible” que tiene que
ver con la permanencia en el tiempo; desarrollo sostenible implica, entonces, un
proceso de cambio (mejoramiento) que se puede mantener en el tiempo.

Siguiendo al mismo autor, este concepto de “mantenimiento del cambio” puede


parecer paradójico, pero es justamente aquí́ donde marca la diferencia entre los
conceptos de desarrollo sostenible y de sostenibilidad. Se define sostenibilidad
como un término que denota la capacidad de mantenimiento en el tiempo de una
situación o condición, como por ejemplo cuando hablamos de la explotación
sostenible de un lago o bosque, o de una ciudad sostenible. Pero el concepto de
desarrollo implica precisamente el cambio de situación o condición, no su
mantenimiento.

Cabe destacar que dicho proceso de cambio puede ser sostenible o no sostenible.
Por ejemplo, un proceso de crecimiento continuado del consumo material no es
sostenible a largo plazo en un mundo finito, en tanto un proceso de desarrollo que
se defina considerando mejoramiento de la calidad de vida de los seres humanos
puede ser sostenible si se centra en el despliegue de las potencialidades humanas
sociales, culturales y no solo el crecimiento económico.

Gallopin considera que el concepto de desarrollo sostenible difiere del de


sostenibilidad, en el sentido de que la palabra “desarrollo” apunta claramente a la
idea de cambio, cambio gradual y direccional. Por otra parte, desarrollo no significa
necesariamente crecimiento cuantitativo, ya que se asemeja más bien al concepto
de despliegue cualitativo de potencialidades de complejidad creciente (que, según
el caso concreto, puede o no incluir o requerir crecimiento cuantitativo). Plantea que
lo que se sostiene, o debe hacerse sostenible, es el proceso de mejoramiento de la
condición humana (es decir el sistema socio-ecológico), proceso que no
necesariamente requiere del crecimiento indefinido del consumo de energía y
materiales.

El término “sostenibilidad” suele usarse más en las empresas que el de “desarrollo


sostenible” (Soyka, 2012). Dado que se relaciona a la sostenibilidad más
directamente con la escala de una organización, resultando útil como principio
organizador de las iniciativas de mejora del negocio.

¿Sostenible o sustentable?

Otros conceptos cuyos usos suelen ser controvertidos son el de sostenible versus
sustentable. En tanto que en el idioma inglés el adjetivo “sustainable” como
calificativo del desarrollo es único, es español en ocasiones se usa “sostenible” y
otras “sustentable”.
La Real Academia (www.rae.es) plantea con respecto a la palabra sostenible:

1. adj. Que se puede sostener.


2. adj. Especialmente en ecología y economía, que se puede mantener durante lar
go tiempo sin agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente.

En cuanto a sustentable, expresa:

1. adj. Que se puede sustentar o defender con razones.

Asimismo, la RAE define al verbo “sostener” como sustentar, mantener firme algo y
al verbo “sustentar” como sostener algo para que no se caiga o se tuerza. Por lo
que, coincidiendo con Márquez Rodríguez (2000), gramaticalmente el uso de ambos
adjetivos como calificativos de sustantivo “desarrollo” es válido, y semánticamente
(desde el punto de vista del significado) son sinónimos casi perfectos, por lo que,
consideramos que, cuando son aplicados en el discurso del desarrollo, podrían ser
perfectamente intercambiables.

Perspectiva Territorial

En tanto refiriéndonos a la perspectiva territorial del desarrollo, la misma está


vinculada con la necesidad de definir modelos de sostenibilidad factibles a través
de la reformulación del desarrollo sobre la base de las características específicas
del territorio, los ecosistemas locales y la cultura.

Es un gran desafío es cómo hacer “aterrizar” el concepto de desarrollo sostenible


de definiciones abstractas y generales a representaciones compartidas a nivel local.
Si el nivel local adquiere un significado autónomo y no solo como una unidad
analítica del problema, los planes locales, regionales o incluso organizacionales que
incorporan la noción de sostenibilidad permitirán llevar a la práctica la conocida frase
“Think global, act local”. Es en esta línea que las Naciones Unidas han publicado
guías que permiten, por ejemplo, llevar al ámbito local los Objetivos de Desarrollo
Sostenible, tanto a nivel ciudades, organizaciones, entre otros.

Localizar
las
iniciativas
de
desarrollo
sostenible
en las
ciudades
es
una cuestión estratégica no solo práctica. Si bien ocupan una pequeña parte del
planeta, tienen gran impacto en la lucha contra los desafíos globales.

En el marco de los ODS, es importante no obviar un dato que afecta a esta agenda,
la globalización. En este marco de oportunidades globales, pero en el que coexisten
desigualdades entre territorios y países, los ODS promueven la construcción de
una agenda global local.

Para lograr el éxito de esta estrategia global, se requiere una implementación


territorial articulada e intersectorial. Tanto los gobiernos locales como las provincias,
tienen un rol fundamental ya que son quienes mejor conocen las realidades locales
y los distintos matices que en ellas adquieren estos objetivos globales.

En función del papel fundamental que desempeñan, los gobiernos locales no


pueden ser simples implementadores de la agenda mundial o nacional de ODS, sino
que deben ser aliados en la creación conjunta y la definición de respuestas
programáticas y normativas, así como también en la implementación y seguimiento
de los avances en objetivos y metas.
En la práctica, la
localización de los ODS
comprende dos procesos
principales según Global
Task Force of Local and
Regional Governments et
al.(2014) :

Planificar e implementar los ODS: planificar e implementar estrategias


para el logro de objetivos y metas adaptadas al contexto local.

Realizar el seguimiento de los avances logrados en los ODS: se puede


realizar el seguimiento de los avances en diversas metas de los ODS,
donde el desglose geográfico y demográfico es crucial.

La localización puede comenzar como parte de una agenda nacional o cuando el


gobierno local decide tomar la iniciativa en la implementación en su territorio. La
selección de objetivos y metas, el rol de gobierno local, y coordinación de entre
diferentes niveles dependerá de cada país y de su sistema de gobierno (Lucci,
2015).

LOS PILARES DEL DESARROLLO SOSTENIBLE: ECONOMICO, AMBIENTAL,


SOCIAL, GOBERNABILIDAD Y CULTURAL

La definición de desarrollo sostenible, gestada en la década de los 80s, se


fundamentó en tres dimensiones o pilares: crecimiento económico, inclusión social
y equilibrio medioambiental, pero a partir de la cumbre Rio+20 se comenzó a resaltar
la importancia de buena gobernabilidad.

Como parte de las iniciativas del Secretario General de las Naciones Unidas Ban
Ki--moon para promover el desarrollo sostenible, en 2012, se creó la Red de
Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN) , con el fin de movilizar el
conocimiento global científico y tecnológico en los retos de desarrollo
sostenible. Dicha red apoyó la visión Río+20 de desarrollo sostenible como un
concepto holístico que aborda cuatro dimensiones de la sociedad: desarrollo
económico (incluido el fin de la pobreza extrema), inclusión social,
sostenibilidad ambiental y buena gobernabilidad, incluidas la paz y la seguridad.

Video Ilustrativo: “Propósito y Sustentabilidad”. Caso de


empresario Indio con temas de jabón y sopa, impactos
ambientales y sociales.

Disponible en:

https://www.ted.com/talks/harish_manwani_profit_s_not_always
_the_point

Se considera que las sociedades deben buscar lograr las cuatro dimensiones. Las
fallas en un área como sostenibilidad ambiental o igualdad de género pueden
socavar los avances en otras, como la erradicación de la pobreza. La gobernabilidad
deficiente y la inseguridad también pueden socavar fácilmente el progreso en los
objetivos económicos, sociales y ambientales.
Esta cuarta dimensión agregada pretende resaltar varias condiciones propicias para
el desarrollo sostenible, incluida la transparencia, las instituciones efectivas, el
estado de derecho, la participación y la seguridad personal, la responsabilidad y la
financiación adecuada para los bienes públicos. Estas normas de buen gobierno se
aplican al sector público, al sector privado y a la sociedad civil.

Entre tanto, la cultura también tuvo una tardía aparición como objeto de interés por
parte de los especialistas en desarrollo. Desde los inicios de siglo, diversos sectores
de la sociedad, provenientes de organismos internacionales y la academia,
comenzaron a cuestionar la validez de la enunciación original de desarrollo
afirmando, que el crecimiento económico, la inclusión social y el equilibrio
medioambiental ya no reflejan todas las dimensiones de las sociedades globales y
proponen añadir la dimensión cultural a las políticas orientadas al desarrollo
sostenible.

Es así que autores como Hawkes (2001) sitúan precisamente a la cultura como otro
pilar del desarrollo sostenible, por lo que podría hablarse de un «giro cultural» de la
definición de desarrollo. El autor pone énfasis en el hacer y en la cultura como algo
que está al mismo nivel que los otros pilares de la sostenibilidad resaltando la
importancia de la participación de la comunidad, la descentralización y las
consideraciones ascendentes, desde las bases. Hawkes le da una gran importancia
al nivel local, y los gobiernos locales, para favorecer un desarrollo sostenible con un
fuerte componente cultural.

Una descripción completa de los pilares la podrá


encontrar:

Draft Framework for Sustainable Development, UN


Sustainable Development Solutions Network (pág. 2-7)

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