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Unidad 1
1. Introducción al ámbito del Derecho Internacional Público. Concepto de Derecho
Internacional Público y sus características. La comunidad internacional y la evolución
en las relaciones de derecho entre sus sujetos componentes.
Objeto
El campo del DIP se ha ampliado desde su época clásica, y muy particularmente en el
período que va desde la 2Gm hasta nuestros días. Tras el establecimiento del sistema
occidental de Estados, luego de la paz de Westfalia, se limitaba en forma casi exclusiva a
las relaciones interestatales, aunque el individuo fuera objeto de sanciones internacionales
como en caso de la piratería.
Aparecieron luego las organizaciones internacionales, en particular desde mediados del
siglo XIX en forma de uniones administrativas y comisiones fluviales.
El derecho de gentes se fue haciendo más complejo. El número de Estados aumentó hasta
comprender todo el planeta, particularmente desde la 2GM. El aporte del proceso de
descolonización al ensanche de la comunidad internacional fue notable a partir de 1960 y
posteriormente lo fue también el desmembramiento, luego de la caída del muro de Berlín,
de varios países de la Unión Soviética y la antigua Yugoslavia.
Los organismos internacionales también proliferaron rápidamente a partir de la fundación
de las Naciones Unidas.
Hubo dos factores que contribuyeron al ensanche del objeto del derecho de gentes:
1. el acelerado desarrollo de la tecnología, que abrió nuevos espacios (fondos marinos,
espacios ultraterrestres) posibilitando la aparición de actividades nuevas.
2. La gran preocupación por el ser humano y el medio ambiente.
Así, se han incorporado vastos ámbitos nuevos a la normativa jurídica internacional: el de
la protección internacional de los derechos humanos y el de su pariente próximo, aunque
mantengan entre sí las diferencias que se verán, el derecho humanitario, el de la
reglamentación de los fondos marinos allende las jurisdicciones nacionales, el del derecho
ambiental.
Características
El rasgo más importante del DIP es su propia descentralización. De este rasgo surgen todos
los demás. Se habla de orden jurídico centralizado cuando las normas de este orden son
creadas y aplicadas por órganos especiales que funcionan de acuerdo con el principio de la
división del trabajo y especialmente cuando las sanciones son ejecutadas por dichos
órganos.
Los órganos de creación, interpretación y aplicación del derecho en un orden jurídico
centralizado son los de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. A diferencia con los
órdenes jurídicos internos, el DIP carece de tales órganos centrales que creen sus normas,
otros que las interpreten oficialmente y las apliquen, otros que las hagan cumplir.
Cómo las funciones propias de un Estado se trasladan, de una u otra manera, a la
comunidad internacional y a su derecho:
1. Las funciones legislativas: creación de normas por los tratados y por la costumbre.
Las normas jurídicas internacionales se crean a través de las fuentes propias del DIP, y
principalmente por la costumbre y por los tratados. Costumbre y pacto son dos modos de
creación típicos del derecho primitivo, eminentemente descentralizado. En ese sentido,
puede decirse que el DIP es un derecho primitivo, sin que ello quiera decir que es
rudimentario.
Como consecuencia del proceso de institucionalización de la comunidad internacional hay
una tendencia a la creación de normas generales a través de tratados multilaterales, algunos
de los cuales comprende un gran número de Estados. Son los “tratados normativos” que
han proliferado por el proceso de codificación del DIP en el marco de las Naciones Unidas.
Estos tratados son sólo válidos entre las partes contratantes, pero suelen adquirir gran
generalidad cuando un número importante de Estados se incorporan a ellos.
También el DIP puede ser recogido por la práctica de los Estados y transformarse
eventualmente en costumbres internacionales de carácter universal. La costumbre crea
normas generales a través de la práctica uniforme observada durante un cierto tiempo y
consagrada por la llamada opinio juris, esto es, la aceptación generalizada de una práctica
internacional como una norma general obligatoria para toda la comunidad internacional.
También cumple este papel la llamada “nueva costumbre internacional” (normas de
tratados y textos de la Asamblea General que adquieren pronta aceptación de la comunidad
internacional).
4. Los Estados como sujetos y como órganos del DIP: la autotutela de los propios
derechos.
Como efecto de la descentralización, el Estado es sujeto al par que es creador de normas
jurídicas internacionales. En un orden centralizado, “los órganos que crean y aplican el
orden jurídico, y en particular los órganos que ejecutan las sanciones, son diferentes y más
o menos independientes de los individuos sujetos al orden”.
En concreto, el Estado actúa en el plano del derecho de gentes al mismo tiempo como
sujeto de una norma jurídica y actúa también como intérprete de los derechos que esa
misma norma le otorga. Eventualmente, a través de la llamada autotutela de los derechos, el
Estado es órgano del derecho internacional para hacerlos cumplir.
5. El derecho de subordinación y el derecho de coordinación.
Suele decirse que otro rasgo fundamental del orden jurídico internacional es que es un
derecho de “coordinación”, aludiendo al mismo rasgo de descentralización ya mencionado,
a diferencia del derecho interno, que lo es de subordinación.
Internamente, se dice que el Estado, como poder soberano, es superior a sus súbditos, y
establece el ordenamiento de la conducta de estos últimos. En cambio, detrás del derecho
de gentes no hay autoridad ni poder soberano alguno: los sujetos son ellos mismos
soberanos y están entre ellos en un mismo plano. Esto parece olvidar que, tanto en el orden
interno como en el internacional, existe una subordinación de todos, aún del Estado
legislador, al derecho.
La comunidad internacional
1. Desde la organización del Estado moderno al Congreso de Viena.
La evolución de la comunidad internacional tiene un concepto clave: es su
institucionalización, su tránsito de lo simple a lo complejo. La que emerge de Westfalia es
una sociedad de Estados meramente yuxtapuestos, que coexisten juntos sin ninguna forma
de superestructura; de ahí se llega hoy a una constelación de instituciones que de diversas
maneras persiguen el interés común de la comunidad global o de comunidades regionales.
a) La comunidad de Estados
Se suele comenzar la historia del derecho de gentes a partir de la paz de Westfalia de 1648
(Tratados de Munster y de Osnabruck), que puso fin a la Guerra de los Treinta años. A
partir de ella comienza a generalizarse el sistema de Estados.
El feudalismo –etapa anterior a Westfalia- era una organización de la sociedad basada en la
tenencia de la tierra, en que los poderes de un Estado como los actuales se dispersaban
entre diferentes instituciones. La autoridad civil no era exclusiva o suprema: a su lado, la
iglesia con el Papa a la cabeza ejercía un poder que no siempre se limitaba a la esfera
espiritual. Esa estructura piramidal del feudalismo culminaba en el Papa y el Emperador
como jefes espiritual y temporal, respectivamente, de la Cristiandad.
La consolidación del poder monárquico en varias de las unidades territoriales que se
formaron al desintegrarse el Imperio Romano, por un lado, y la reforma religiosa por el otro
minaron las bases del sistema feudal, a tal punto que ni el papa ni el Emperador fueron
invitados a la celebración de la Paz de Westfalia, a partir de la cual se consolida el sistema
de Estados soberanos e independientes.
Esta primera etapa se extiende hasta el fin de las guerras napoleónicas, que en sí mismas,
son otro episodio de la lucha por mantener el equilibrio político en Europa, ya que Gran
Bretaña se ubica en la coalición opuesta a Francia, empeñada en ejercer una vocación
hegemónica. La victoria de los monarcas aliados se consagra en los Tratados de París de
1814 y 1815.
Una nueva etapa empieza con la celebración del Congreso de Viena en 1815, en el que se
realizará un nuevo gran arreglo territorial y político europeo.
a) El directorio europeo
La presencia de un genio militar como Napoleón encabezando un país de la importancia de
Francia había demostrado la fragilidad del equilibrio político sin otras instituciones que le
dieran sustento. Derrotado aquél, nació del Tratado de París de 1815 y del Congreso de
Viena de ese mismo año, el primer ensayo de organización de la comunidad internacional
bajo la égida de las grandes potencias.
El cambio es radical, porque significa una relativización de la soberanía estatal y de la
igualdad jurídica de los Estados: la soberanía plena ahora sólo podrá valer para las grandes
potencias. Estos rasgos persisten hasta nuestros días.
El tratado de París dio origen a la Tetrarquía, alianza de Austria, Gran Bretaña, Prusia y
Rusia, que se transformó en Pentarquía en el congreso de Aquisgrán de 1815, cuando la
Francia de Luis XVIII adhirió al Tratado. El último congreso fue en Verona en 1823.
Suele llamarse a este período como el del Directorio europeo. Influenciado por la Santa
Alianza –tratado firmado entre Austria, Prusia y Rusia- el directorio se empeñó en
mantener el principio de legitimidad, o sea el de que los tronos correspondieran a aquellas
personas señaladas por las leyes de sucesión monárquica. Se valió de la “intervención”, que
alcanzó la dignidad de un principio del derecho de gentes.
Desde el principio, Gran Bretaña, fue reticente a las intervenciones porque no le convenía a
sus intereses comerciales la reconquista de las antiguas colonias por España, en lo que
coincidía con el presidente Monroe y su declaración de 1823.
b) El concierto europeo
Tales resistencias británicas terminaron con el Directorio europeo, pero un sistema más
laxo de gobierno de las potencias continuó con el llamado “Concierto europeo”, durante el
cual fueron convocadas conferencias siempre que surgía alguna cuestión de importancia en
el continente. Las cinco o seis grandes potencias europeas de entonces se arrogaban a veces
la representación de todos. Se siguió utilizando la presión política para imponer las
recomendaciones de las Potencias. Otro mecanismo fue la garantía colectiva de aquéllas
para mantener el status creado por un Tratado.
Importantes transformaciones políticas se fueron produciendo en este Ínterin. En 1830 una
revolución liberal en Francia hizo subir al trono a la Casa de Orleáns con Luis Felipe al
tiempo que tomaba ímpetu el principio de las nacionalidades. Austria, Prusia y Rusia
formaron un bando con intereses opuestos a los de Gran Bretaña y Francia.
Los movimientos nacionalistas y socialistas hicieron de 1848 un año de revoluciones. La de
París dio nacimiento a la Segunda República, a cuya Presidencia fue electo Carlos Luis
Napoleón Bonaparte, sobrino del Emperador, quien poco después se transformó en
Emperador bajo el nombre de Napoleón III; se produjeron movimientos constitucionalistas
en la Confederación Germánica, y en Austria el hundimiento político de Metternich dio fin
a la Santa Alianza.
En 1870 se produjo la unidad italiana alrededor del Piamonte y en 1871 la unidad alemana
por obra de Prusia y Bismark. La guerra de Crimea de 1853 y la franco-prusiana de 1870
enfrentaron a grandes potencias entre sí y marcaron el principio de la decadencia del
Concierto europeo en cuanto significaron la ruptura del consenso mínimo entre ellas que le
servía de piso.
Hacia 1880, la segunda oleada colonial en África motivó la reunión del Congreso de Berlín
(1885) en el que se fijaron reglas respecto a la ocupación y adquisición de territorios. En
1888 nace el sistema interamericano, en cuyo seno fueron tomando forma nuevos
principios del derecho de gentes.
El proceso europeo, por su parte, se fue encaminando hacia la guerra de 1914/18, con el
enfrentamiento de dos bandos (Alemania, Austria y Turquía de un lado, Francia, Gran
Bretaña y Rusia, luego también Italia, del otro, más la tardía pero decisiva intervención de
los Estados Unidos). El estallido de la Primera Guerra Mundial significó también el fin del
Concierto europeo.
c) El derecho internacional
Hubo desarrollos interesantes del derecho de gentes: una declaración del Congreso de
Viena sobre libertad de navegación de los ríos internacionales, otra contra el tráfico de
esclavos y posteriormente un convenio sobre la jerarquía de las misiones diplomáticas y de
sus jefes en el Congreso de Aquisgrán de 1818.en 1856 se produjo en la Conferencia de
París la abolición del corso. En 1864 se celebró en Ginebra un convenio sobre la
conducción de la guerra en el mar.
Lo más relevante en este período fueron las Conferencias de La Haya de 1899 y 1907, que
marcan el principio de la codificación del derecho internacional a través de tratados
multilaterales.
La Haya 1899: fue convocada por el Zar Nicolás II y agrupó a 26 Estados, hubo
convenios sobre la solución pacífica de las controversias, leyes y usos de la guerra
terrestre y aplicación del Convenio de Ginebra de 1864 a la guerra marítima.
Asimismo, tres declaraciones sobre la limitación de las hostilidades en la guerra.
La Haya 1907: fruto de la iniciativa de EEUU apoyado por Rusia, estuvieron
representados 44 estados y tuvo, por ende, carácter universal. Hubo trece convenios
y una declaración sobre arbitraje obligatorio. Los temas de los acuerdos fueron la
guerra terrestre, la neutralidad y la guerra marítima.
a) La Sociedad de Naciones
A la 1GM siguió una importante tentativa de organización internacional a través de la SN
(antecedente, el Concierto Europeo). La estructura de esta institución encuentra inspiración
en el Concierto Europeo, que es el antecedente directo del Consejo de la Sociedad, en
donde estaban representadas las grandes potencias vencedoras de la guerra (las potencias
aliadas y asociadas) junto con otras menores, y si bien es cierto que todos los miembros
tenían virtual derecho de veto –pues regía la regla de la unanimidad- sólo los grandes tenían
asiento permanente. La Asamblea significó una apreciable mejora sobre el conglomerado
más o menos informe de las pequeñas potencias que completaban a veces la asistencia a las
conferencias convocadas por el Concierto para tratar un interés general europeo. Al tener
poderes concurrentes con el Consejo, la Asamblea asumió una considerable estatura en el
sistema.
La Sociedad mantiene la regla de la unanimidad, tradicional práctica de los cuerpos
diplomáticos, aunque había excepciones importantes. Una mejora sobre su antecedente, que
era un régimen de facto, es el carácter de jure de la Sociedad, desde que su creación fue
obra de un tratado multilateral y la circunstancia de poseer la organización de una sede
permanente en la ciudad de Ginebra y una Secretaría, lo que le daba una deseable
continuidad.
Vocación de Universalidad: “vocación” porque el principio no tuvo completa
ejecución, lo que provocó el retiro de la Argentina. Pero la SN significa una
culminación del crecimiento de la comunidad internacional y tiene representatividad
de orden prácticamente universal para su tiempo.
La costumbre internacional
a) Introducción
La costumbre, como fuente de reglas generales de DI, es muy antigua. Nuestra disciplina
era principalmente consuetudinaria hasta que aparecieron los llamados tratados leyes -hoy
mejor conocidos como tratados normativos- que con el movimiento de codificación del DI
adquirieron enorme difusión. En la actualidad, quedan todavía áreas importantes entera o
parcialmente consuetudinarias, como por ejemplo la responsabilidad internacional, el
procedimiento arbitral, la protección diplomática y en buena medida la sucesión de Estados.
Cuando se produjo el auge del movimiento de codificación del DIP, pareció que la
costumbre iba a ser relegada a un papel secundario como fuente del DIP. Sin embargo, ese
mismo proceso de codificación y desarrollo progresivo del DIP y las resoluciones
normativas de la Asamblea General sobre varias materias del DIP, que han servido de base
para el desarrollo de nuevas costumbres, le dio renovado impulso. Esto sucedió por la
conjunción de dos factores: el primero la edificación de la costumbre sobre textos de
tratados multilaterales, recogidos por la práctica de la comunidad internacional, el segundo,
la intervención de las Naciones Unidas en el proceso codificatorio.
b) Definición
El artículo 38.1 b, habla de la costumbre internacional como prueba de una práctica
generalmente aceptada como derecho. Para comenzar su análisis, debemos referirnos a los
dos significados de la palabra costumbre. Uno de ellos apunta a la norma jurídica formada
al amparo de una conducta constante y repetida en el tiempo. Otra es la práctica misma, la
conducta que al repetirse originó, a partir de un cierto momento, la obligatoriedad de su
prop
El artículo 38 se refiere a ambos significados: a la conducta cuando la menciona como “una
práctica” y a la norma jurídica consuetudinaria cuando exige que aquélla sea “generalmente
aceptada como derecho”. La norma consuetudinaria es entonces la que surge de una
práctica cuando ésta es aceptada como derecho. Siendo esto así, resulta claro que la
costumbre, la norma, no es prueba de nada, y menos de una práctica. Más bien, una práctica
determinada puede ser una de las pruebas para demostrar que existe una norma
consuetudinaria (o lo que es lo mismo, una costumbre jurídica) basada en dicha práctica.
La segunda parte del artículo 38.2 nos pone en presencia de los dos elementos que
tradicionalmente se asignan a la costumbre: la práctica y la opinio juris. La primera sería el
elemento material y la segunda el llamado “psicológico”.
El elemento material: una práctica que pueda ser sustrato de una costumbre se
constituye por el comportamiento uniforme de los sujetos del DIP en ciertas
situaciones, o sea pro la repetición constante de ciertas conductas de aquellos
sujetos durante un período de tiempo.
a) Concepto y nomenclatura
Suele definirse a los tratados como acuerdos de voluntades entre sujetos del DI, destinados
a crear, modificar o extinguir obligaciones internacionales. Existen varias denominaciones
para designar a los tratados: convenciones, convenios, protocolos, acuerdos, etc.
Celebrado por escrito: La Convención no se ocupa de los acuerdos orales, a los que
sin embargo no excluye según su artículo 3. Los acuerdos orales pueden ser
reconocidos por un juez internacional en ciertas circunstancias; Barberis da incluso
el ejemplo de un acuerdo por signos: un cese del fuego señalado por banderas. En el
asunto de Groenlandia Oriental entre Noruega y Dinamarca, la CPJI reconoció valor
a una declaración verbal del Canciller Noruego formulada en respuesta a una
pregunta, también verbal, del ministro danés en Oslo. El juez Anzilotti reconoció en
ese intercambio verbal un verdadero tratado. Sin embargo, el mismo juez reconoció
que había constancias escritas de la pregunta del ministro danés y de la declaración
del Canciller Ihlen en memoranda oficiales.
Entre Estados: La Convención sólo se ocupa de los tratados entre Estados. Hay
otros sujetos internacionales que no tienen capacidad para hacer tratados. Por
ejemplo, una compañía comercial, o un individuo. En el asunto Texaco señaló que
decir que el derecho internacional regla las relaciones contractuales de un Estado y
de una persona privada extranjera no significa que ésta sea asimilada a un Estado ni
que el contrato concluido con aquél sea asimilable a un tratado. En el asunto de la
Anglo-Iranian Oil Co, entre Reino Unido y el Irán se declaró incompetente por
entender que la concesión era un contrato entre un gobierno y una sociedad
extranjera, y que el Reino Unido no era parte.
Formas: La Convención es muy flexible en cuanto a las formas que puede asumir un
tratado; ya sea la de un acuerdo de los llamados en buena y debida forma como los
hechos en forma simplificada. Enseguida veremos esto mismo con más detalle.
d) Clasificación
En cuanto al número de partes contratantes, los tratados bilaterales son aquellos en que
participan dos sujetos y multilaterales los celebrados entre tres o más.
Abiertos son aquellos a los que se puede acceder sin haber tomado parte en su negociación,
cerrados aquellos que no admiten nuevos miembros sin que ello implique la celebración de
un nuevo acuerdo.
En buena y debida forma sigue la forma clásica: se negocia y se adopta un texto único, que
luego se firma y eventualmente se ratifica, según la manera de expresión del
consentimiento que se haya adoptado.
En forma simplificada se perfeccionan por un cambio de notas: en la nota de una de las
partes se hace la propuesta de texto se dice que, si la otra lo acepta, ese texto será un tratado
entre ambos Estados. La respuesta expresa que la propuesta hecha es aceptada, y, por ende,
el texto es un tratado entre ambas partes. Se usa más para los bilaterales.
Los tratados contratos expresa una voluntad de una parte que es distinta y complementaria
de la voluntad de la otra y los tratados normativos traducen una voluntad común que se
expresa en normas generales. Para Triepel sólo los segundos serían fuente del DIP, para
Kelsen ambos porque existe una voluntad común. Pese a todo esto, los tratados leyes o
normativos no obligan a terceros Estados no miembros. La calificación de normativos
tampoco los convierte en los únicos que pueden crear normas, porque los tratados contrato
también crean normas, aunque sean normas individuales.
e) Celebración
Las diversas etapas son las siguientes:
Conformación del texto:
Negociación: se conducen normalmente a través de los representantes de las partes,
debidamente acreditados, que formulan propuestas, contrapuestas y realizan los
pasos necesarios con vistas a arribar a un acuerdo. Esto puede hacerse en
conversaciones directas o a través de una conferencia internacional.
Adopción del texto: cuando todas las partes han manifestado su opinión de que un
cierto texto refleja lo negociado y que, por ende, ya no habrá de ser objeto de
cambio alguno, se dice que ese texto ha sido adoptado. El artículo 9 dispone que si
la negociación es conducida en una conferencia internacional, la adopción puede
producirse por la decisión de dos tercios de sus miembros presentes y votantes, a
menos que la misma conferencia haya decidido por la misma mayoría aplicar una
regla diferente.
Autenticación del texto: una vez cumplidos los pasos anteriores, su autenticación se
verificará normalmente ya sea mediante la firma, la firma ad referéndum o la
rúbrica de los representantes, ya sea puesta en el texto del tratado, o bien en el acta
final de la conferencia en que figure el texto. Todo ello salvo adopción de
procedimiento distinto. (artículo 10). La autenticación es la prueba formal de la
adopción de un texto.
f) Entrada en vigor
Los tratados entran en vigor de la forma y en la fecha que en ellos se indique, o bien como
acuerden los Estados negociadores y a falta de tales indicaciones o acuerdos, cuando haya
constancia del consentimiento expresado por todos los Estados negociadores en obligarse
por el tratado. Generalmente, esta clase de disposiciones se ubican en las llamadas
cláusulas finales del tratado.
c) ¿Fuentes formales?
Estos principios no parecen ser fuentes formales del derecho de gentes, en tanto no se
ajustan a la definición de que se partió, o sea en tanto no constituyen un procedimiento de
creación de normas. Se asemejan a una reserva de conceptos jurídicos ya hechos, aplicables
a ciertos casos y más cercanos a las categorías de fuentes materiales.
a) La jurisprudencia
El papel de la jurisprudencia sería el de verificar el contenido y alcance de la norma
consuetudinaria que la CIJ ha sido llamada a aplicar, cuando ella no ha sido formulada con
precisión por la práctica reiterada de los Estados. Es indudable la función especificadora de
la jurisprudencia, esto es, la de establecer especies subordinadas a los géneros legales.
El artículo 59 del Estatuto dice que la decisión de la Corte no es obligatoria sino para las
partes en litigio y respecto del caso que ha sido decidido. Ello significa que la doctrina del
precedente obligatorio, conocida en el common law como stare decisis no tiene vigencia en
el derecho de gentes. También significa que la jurisprudencia no crea normas generales de
aplicación obligatoria a otros casos, sino sólo una norma individual que regla los derechos
de las partes en el caso en particular.
Es muy raro que la CIJ se aparte de sus precedentes ya que trata de mantener una línea de
coherencia entre las decisiones nuevas y las anteriores.
b) La doctrina
El artículo 38 se refiere a las doctrinas de los publicistas de mayor competencia de las
distintas naciones. En realidad, la doctrina comprende las opiniones o datos
proporcionados, no solamente por los autores, sino también por las sociedades científicas,
como el Institut de droit internacional, la Internacional Law Association, el Instituto
Hispano americano de DIP.
Es fácil advertir que la CIJ raramente o nunca cita la doctrina como fundamento de sus
propias opiniones. Tampoco los tribunales arbitrales la citan, aunque es innegable la
influencia que ésta puede ejercer sobre hombres de derecho como son los que constituyen
tanto la Corte como los tribunales de arbitraje.
En todo caso, la doctrina según el artículo 38 tiene la misma función que la jurisprudencia,
aunque su influencia sobre las decisiones de los tribunales internacionales sea menor que la
de aquélla.
La iglesia católica: La iglesia es un sujeto del DIP del cual la Santa Sede sería su
órgano de gobierno, ya que la Iglesia Católica en sus relaciones con los Estados y
con otras personas internacionales, se rige por las normas del derecho de gentes.
La ciudad del vaticano: como consecuencia del proceso de unidad italiana, los
Estados pontificios fueron en 1870 incorporados al novel Reino de Italia. El
papado quedó entonces sin territorio ni calidad estatal, y el Papa fue considerado
por Italia como un soberano en suelo italiano, por la ley de garantías del 13 de
mayo de 1871. Por esa ley se le reconocían los palacios del Vaticano y de Letrán,
se le respetaba el derecho de legación activo y sobre todo pasivo, esto es de
recibir enviados diplomáticos en Roma. El Papa continuó celebrando concordatos
con los Estados y enviando nuncios e internuncios. Esta anómala situación fue
remediada por el tratado de Letrán de 11.02.1929 en donde Italia reconoció a la
Ciudad del Vaticano bajo la soberanía del Sumo pontífice. Este sujeto de DIP
tiene características únicas: su extensión territorial no excede de las 44 ha; su
población sólo lo habita por razón de sus funciones; el Papa tiene la plenitud de
los poderes ejecutivo, legislativo y judicial; existe una ley fundamental y otra ley
de fuentes del derecho que establece la prelación de las normas y cuál es el
derecho vigente en el Vaticano; los servicios públicos y la represión de los delitos
allí cometidos son asegurados por Italia; renunció a su derecho de asilo, se
estableció su neutralidad a perpetuidad y su decisión de mantenerse ajena a todo
conflicto internacional, salvo que las partes acudan a ella, es miembro de varias
organismos internacionales como la Unión Postal Universal.
La soberana Orden de Malta: es una orden religiosa vinculada con la Iglesia
Católica y también un sujeto del derecho de gentes, de capacidad muy restringida.
Con sede en Roma, goza del derecho de legación activo y pasivo, concierta
tratados internacionales, es miembro de una organización intergubernamental con
sede en Lieja, Bélgica. Mantiene una embajada en nuestro país.
Los elementos de un gobierno regular que ejerza de hecho sobre dicha parte del
territorio los derechos aparentes de la soberanía
a) Origen y evolución
El origen de la organización internacional es nuevo, se remonta a principios de siglo 19.
Hasta entonces el derecho internacional público sólo regulaba relaciones entre Estados, que
actuaban en forma individual y separada.
Hay tres periodos bastante definidos:
1815-1914, desde el congreso de Viena que crea la comisión central para la
navegación del Rin, hasta la 1º GM.
1914-1945, la Paz de Versalles contenía los instrumentos constitutivos de la
Sociedad de Naciones y la OIT, primeras instituciones internacionales permanentes
de carácter político y universal.
b) Clasificación
Por sus fines: puede responder su creación a fines generales (actúan sin limitación
expresa) o específicos (actúan en ámbitos bien definidos: económico, militar, social,
etc).
c) Personalidad
Hoy es unánime la aceptación de la personalidad jurídica internacional de las
organizaciones internacionales, pero diferenciada de la que tienen los Estados, ya que está
limitada por sus fines y por los medios que para su obtención establecen sus estatutos
fundacionales. Así lo decidió la CIJ en la opinión consultiva de 1949 sobre la reparación de
daños sufridos al servicio de las Naciones Unidas.
En lo relativo a la responsabilidad de las organizaciones internacionales, esto es, el aspecto
pasivo de la personalidad, el asunto no está tan estudiado. Es lógico que lo posean,
bastando recordar los casos de reparaciones por operaciones de las Naciones Unidas en el
Congo.
La persona humana y su subjetividad frente al DIP
La definición, vigente tanto tiempo, de que el derecho de gentes es un derecho entre
Estados, excluyó la posibilidad de considerar al individuo como un sujeto de ese orden
jurídico y contribuyó a la actitud negativa a su respecto aún luego de superada aquella
definición original.
Sin embargo, ya autores como Oppenheim admiten la necesidad de corregir tal óptica: “Los
diversos desarrollos ocurridos después de las dos guerras mundiales no justifican más la
opinión que, en derecho positivo, sean los Estados los únicos sujetos del derecho
internacional”.
Es muy importante plantear correctamente el problema. Cuando se pregunta sobre la
personalidad internacional del individuo lo que interesa es si hay en la práctica
internacional una relación inmediata del individuo con el derecho de gentes. El individuo
es, la mayor parte de las veces, representado por el Estado de su nacionalidad, por ejemplo,
cuando éste presenta en los casos permitidos por el DIP una reclamación diplomática por
daños que se le causaron. En esos casos, en que el individuo actúa a través de su Estado, no
lo hace como un sujeto de aquel derecho.
Tampoco es relevante para este tema la posición de aquellos que sostienen que el individuo
es el único sujeto del DIP porque, en definitiva, es su destinatario final, aquel en quien va a
repercutir cualquier efecto internacional, como sostienen Duguit, Krabbe o Polids. Por
supuesto que lo es, ya que no hay otro derecho que el que crean y viven los seres humanos
individuales. Sólo se trata de saber si el DIP faculta u obliga a los seres humanos solamente
a través de sus Estados o bien si hay derechos u obligaciones internacionales que se aplican
directamente a las personas individuales.
El individuo es, en muchos casos, directamente tocado por el derecho de gentes y que posee
una personalidad estrictamente limitada, que le ha sido conferida ya por el derecho
convencional, ya por la costumbre, pero que no por limitada deja de constituirlo en un
sujeto del DIP.