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1- Se aborda el tema sobre prevención de negligencia y abandono emocional, con el

fin de concientizar a la comunidad de la importancia del amor, el afecto y la


atención de nuestros hijos. La negligencia emocional es el fracaso de los padres a
responder suficientemente a las necesidades emocionales del niño, es en cierto
modo, opuesto del maltrato o abuso. Mientras que el maltrato y el abuso son
causados por los actos de los padres, la negligencia emocional es debido a la
omisión. Es el espacio en blanco en el cuadro de la familia. Es insidioso y se pasa
por alto, mientras que hace daño silencioso a la vida de las personas. Los signos
que indican que los padres están siendo negligentes son: la ausencia de caricias,
o impedir las muestras de cariño, no jugar con los hijos, regañar a tu hijo cuando
llora o muestra alegría, padres que no se comunican, indiferencia ante cualquier
estado de ánimo de tu hijo, falta de apoyo, valor y atención a las necesidades del
niño, ignorar sus preocupaciones o intereses, dejar de darles la suficiente
estructura y reglas para vivir, como la disciplina y el aprendizaje de la
consecuencia de sus actos. El ser humano, para alcanzar la felicidad, tiene que
desarrollarse en sociedad y sobretodo en un núcleo familiar armónico, es decir en
un entorno que le permita lograr su plena formación. Nacemos para dar y recibir
amor; y si esto último no se da adecuadamente en temprana edad, desemboca en
consecuencias negativas más adelante, afectando el comportamiento en sociedad
y la relación con los demás.
DE DONDE SE SACA LA BIBLIOGRAFIA

3- Vale la pena multiplicar esfuerzos en este sentido como una manera efectiva de
impulsar políticas públicas en pro de la salud mental, que favorece la integridad y
protección de los adultos mayores del Municipio.

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