como los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina, pueden aumentar las concentraciones plasmáticas de los antidepresivos tricíclicos. Otras sustancias que pueden actuar del mismo modo son los antipsicóticos tipo fenotiazina, los antiarrítmicos tipo 1C, y otros medicamentos con efectos antimuscarínico, antihistamínico y antagonistas adrenérgicos α. Los antidepresivos tricíclicos pueden potenciar las acciones de las aminas simpaticomiméticas y no deben utilizarse al mismo tiempo con inhibidores de la monoaminooxidasa o dentro de los 14 días de haber suspendido los inhibidores de la monoaminooxidasa.
INTERACCIONES DE DROGAS: Los agentes antidepresivos tricíclicos son metabolizados
predominantemente por el hígado. Por ende, aquellas drogas que inhiben o inducen el sistema microsomal hepático pueden alterar significativamente los niveles plasmáticos y la efectividad de los agentes tricíclicos. A su vez, es importante considerar la interacción de los agentes tricíclicos con agentes antihipertensivos como la guanetidina y la clonidina, que pierden eficacia al ser administrados concomitantemente con los agentes tricíclicos. Los ATC potencian el efecto depresor central de los bloqueadores H1 y pueden inducir un síndrome serotoninérgico al asociarlos con ISRS o, especialmente, IMAOs. Los ATC interactúan con drogas simpaticomiméticas (directas o indirectas), antiepilépticos, litio, antihipertensivos, quinidina, cisapride, metilfenidato, hormona tiroidea y antipsicóticos de baja potencia. En múltiples oportunidades la sobredosis está acompañada con alcohol y otro tipo de fármacos ingeridos. En estos casos la identificación precoz de todos los fármacos ingeridos es indispensable para el adecuado tratamiento de los efectos de la intoxicación.
CONTRAINDICACIONES: Son contraindicaciones absolutas el infarto agudo de
miocardio reciente, trastornos graves en la conducción cardíaca, glaucoma de ángulo cerrado e hipersensibilidad al ATC que se desee utilizar. Dentro de las contraindicaciones relativas destacan las cardiopatías y trastornos del ritmo cardíaco, hipertrofia prostática, glaucoma de ángulo abierto, dificultad respiratoria, epilepsia, trastornos hepáticos o renales, hipertensión arterial, cuadros confusionales e íleo paralítico.
heterocíclicos
Casi todos los antidepresivos poseen actividad serotoninérgica y, especialmente
en combinación con otros serotoninérgicos, tienen el potencial de producir síndrome serotoninérgico. Por tanto, llevan advertencias específicas acerca de este síndrome, particularmente en contra de combinarlos con inhibidores de monoaminooxidasa y otros fármacos de gran potencia