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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior


Universidad Nacional Experimental de Yaracuy (UNEY)
Guama –Estado Yaracuy

Juego Limpio en el Deporte


(Ensayo)

Integrante:
Anthonella Heredia
V-28121484
Sección D2-2

Guama, Julio 2020


Juego Limpio

El concepto de olimpismo nace en Grecia en el 776 A.C. con la creación de los


Juegos Olímpicos de la Antigüedad. Veintitrés siglos más tarde, esto es, a  mediados del
siglo XIX los educadores ingleses inventaron el “deporte moderno”, que muy pronto se
volvería tan popular en el mundo entero, la idea de que debía practicarse con un espíritu de
lealtad estaba ya implícitamente contenida en su  acción.  Y muy pronto empezó a utilizarse
la expresión “juego limpio” para definir la honradez y la integridad de la competición.
Desde entonces, todos cuanto han analizado el fenómeno deportivo, concretamente Pierre
de Coubertin, fundador el Comité Olímpico Internacional, han alabado el juego limpio y
han asociado estrechamente a la práctica del deporte sus elementos esenciales: el honor, el
respeto a sí mismo y a los demás.
El Juego limpio es una expresión muy utilizada para denominar el comportamiento
leal y sincero además de correcto, tanto en el juego como en el deporte, y en especial
fraterno hacia el circunstancial adversario, en realidad compañero necesario para jugar,
respetuoso de las reglas y correcto con quien las aplica. Muchas veces los medios de
comunicación masivos reproducen imágenes de conductas deportivas cuestionables, no sólo
por parte de los jugadores sino por parte también de dirigentes, sponsors, padres y
familiares, árbitros, entrenadores y público. Estos comportamientos rechazables y
lamentablemente reiterados en el ámbito deportivo nos deben llevar a destacar los
principios que nutren el juego limpio en particular en las etapas formativas de niños y
jóvenes.
El “juego limpio” significa mucho más que el simple respeto de las reglas: abarca los
conceptos de amistad, de respeto del adversario y de espíritu deportivo. Es, más que un
comportamiento, un modo de pensar. El concepto se extiende a la lucha contra las trampas,
contra el arte de engañar sin vulnerar las reglas, contra el dopaje, la violencia física y
verbal, la desigualdad de oportunidades, la excesiva comercialización y la corrupción.
El “juego limpio” es un concepto positivo. El código considera el deporte como una
actividad sociocultural que enriquece la sociedad y la amistad entre las naciones, siempre
que se practique con lealtad. El deporte es considerado asimismo como una actividad que,
si se ejerce con lealtad, permite a la persona conocerse, expresarse y realizarse mejor;
desarrollarse, adquirir conocimientos prácticos y demostrar sus capacidades; el deporte
hace posible la interacción social, es fuente de disfrute y aporta bienestar y salud. El
deporte, con su extensa red de clubes y de aficionados, ofrece la ocasión de participar y de
asumir responsabilidades sociales. Además, la participación responsable en determinadas
actividades puede coadyuvar al desarrollo de la sensibilidad respecto al medio ambiente.
Responsabilidad por el “juego limpio, acá se reconoce que la participación de niños
y adolescentes en las actividades deportivas se inserta en un entorno social más amplio.
Admite que el individuo y la sociedad sólo pueden aprovechar plenamente las ventajas
potenciales del deporte si el “ juego limpio “ deja de ser un concepto secundario para
convertirse en preocupación central; reconoce que todas las personas que, de una forma
directa o indirecta, favorecen e influyen en la experiencia que niños y adolescentes viven en
el deporte, deben conceder una prioridad absoluta a dicho concepto. se trata,
concretamente, de los gobiernos a todos los niveles, incluidos los organismos que trabajan
con los gobiernos. Los participantes que trabajan con los gobiernos. Los participantes en
los sectores oficiales de la educación poseen una responsabilidad especial.
Las organizaciones deportivas y vinculadas con el deporte : En particular las
federaciones deportivas y los organismos dirigentes, las asociaciones de educación física,
los organismos e institutos vinculados al entrenamiento, las profesiones relacionadas con la
medicina y la farmacia, y los medios de comunicación. El sector comercial, comprendidas
las actividades de producción, venta y marketing de artículos deportivos, debe asimismo
asumir sus responsabilidades y contribuir al fomento del “ juego limpio “.
Las personas : especialmente, los padres, docentes, entrenadores, árbitros, mandos,
directivos, administradores, periodistas, médicos y farmacéuticos, así como los deportistas
de alta competencia, que sirven de modelos. Esto se aplica a todas las personas, con
independencia de que participen como voluntarios o en calidad de profesionales. En su
condición de espectadores, las personas pueden asumir responsabilidades complementarias.
Cada una de estas instituciones y personas tiene que asumir una responsabilidad y
desempeñar una función. Este Código de ética va destinado a ellas, y solamente será eficaz
si todos los actores del deporte están dispuestos a asumir las responsabilidades definidas en
el mismo.
El Juego limpio es uno de los principios fundamentales que sustentan la Carta
Olímpica; por lo tanto es un concepto deportivo y su aplicación práctica consiste en: (a)
Más que un comportamiento, un modo de pensar. Se extiende a la lucha contra las trampas,
contra el arte de engañar sin vulnerar las reglas, contra el dopaje, la violencia física y
verbal, la desigualdad de oportunidades, la excesiva comercialización y la corrupción”.
(b)La lucha por la desaparición del racismo, la violencia en el deporte y la detección precoz
de talentos, el reconocimiento de los atletas discapacitados”.
Qué establece el Código de Ética Deportiva respecto al termino juego limpio? El
artículo 6 del Código de Ética Deportiva establece que “juego limpio” significa mucho más
que el simple respeto de las reglas: abarca los conceptos de amistad, de respeto al
adversario y de espíritu deportivo.  Es, más que un comportamiento, un modo de pensar.  El
concepto se extiende a la lucha contra las trampas, contra el arte de engañar sin vulnerar las
reglas, contra el dopaje, la violencia física y verbal, la desigualdad de oportunidades, la
excesiva comercialización y la corrupción.
Ya, en 1914 Georges Demeny sostenía que “el deportista que tiene espíritu de
sacrificio, sigue un camino recto y no cometerá nunca un acto de bajeza que tenga que
reprocharse; es el gentilhombre realizado, una especie de caballero moderno que contribuye
en gran medida a la  prosperidad y grandeza de su país”. En el Apéndice del Manifiesto del
Fair Play, texto publicado en 1964 por el Consejo Internacional de Educación Física y
Deportes  podemos leer: “Cuando en el siglo XIX los educadores ingleses inventaron el
“deporte moderno”, que muy pronto se volvería tan popular en el mundo entero, la idea de
que debía practicarse con un espíritu de lealtad estaba ya implícitamente contenida en su 
acción. Y muy pronto empezó a utilizarse la expresión “juego limpio” para definir la
honradez y la integridad de la competición.
Desde entonces, todos cuanto han analizado el fenómeno deportivo, concretamente
Pierre de Coubertin, fundador el Comité Olímpico Internacional, han alabado el juego
limpio y han asociado estrechamente a la práctica del deporte sus elementos esenciales: el
honor, el respeto a sí mismo y a los demás. Desgraciadamente, como consecuencia de la
importancia cada vez mayor concedida a la victoria, el deporte de competición ha sufrido
en el curso de estos últimos años cambios que han afectado gravemente al fundamento
mismo del juego limpio”. El 10 de abril es el “Día Mundial del Juego Limpio”

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