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Los escritos de Aristóteles constituyen la primera "enciclopedia"

conocida.

Las obras de Aristóteles se dividen en dos grupos: obras exotéricas,


diálogos en su mayoría, dirigidas al gran público, y obras pedagógicas,
que eran resúmenes de las lecciones dadas en el Liceo. De las obras
del primer grupo sólo se han conservado fragmentos, mientras que de
las segundas queda casi todo (al contrario que en Platón), lo cual
explica en alguna medida el estilo árido y de escaso valor literario de la
mayoría de los textos aristotélicos que conocemos.

Escritos sobre ​física​, que incluyen estudios sobre filosofía de la


naturaleza, ciencias naturales y psicología: Física (ocho libros
designados con las ocho primeras letras del alfabeto griego), Acerca del
cielo (cuatro libros), Sobre la generación y la corrupción (dos libros),
Sobre los meteoros (cuatro libros), Historia de los animales, Sobre las
partes de los animales, Del movimiento de los animales, Sobre el alma
(tres libros), Parva naturalia, De la memoria y la reminiscencia, Del
sueño, Del insomnio, De la adivinación por el sueño, De la longevidad y
brevedad de la vida, De la vida y la muerte y De la respiración.

En zoología Aristóteles propuso un conjunto fijo de tipos naturales


(especies), que se reproducen de forma fiel a su clase. Aristóteles
pensó que la excepción a esta regla la constituía la aparición "por
generación espontánea" de algunas moscas y gusanos "muy inferiores"
a partir de fruta en descomposición o estiércol. Las especies forman una
escala que comprende desde lo simple hasta lo complejo (con los seres
humanos en el plano más alto), aunque la evolución no es posible.

Escritos ​metafísicos​, que incluyen diversas lecciones correspondientes


a épocas distintas, sobre temas de “filosofía primera”. El nombre de
Metafísica no proviene de Aristóteles y se debe a la posición que
ocupan estas lecciones (“lo que está después de la física”) en la edición
de Andrónico.

Tratados de m​oral, economía y política​: Ética a Nicómaco, La gran


moral y Ética a Eudemo, Política (ocho libros), donde trata sobre la
naturaleza de la familia (Libro I), critica las precedentes teorías del
Estado (Libro II), los conceptos fundamentales de la Política, la
monarquía (Libro III),… la democracia y sus instituciones (Libro VI), La
Constitución ideal (Libro VII), y la educación (Libro VIII).

Retórica (tres libros) y la Poética, que nos ha llegado muy incompleta, y


recoge temas de estética.
Aristóteles distinguió tres operaciones fundamentales en el
conocimiento humano: la simple aprehensión, en la que captamos la
naturaleza de las cosas y formulamos los conceptos; el juicio, que
relaciona los conceptos entre sí; y el raciocinio, que nos permite avanzar
en el conocimiento ya que a partir de una serie de juicios conocidos
inferimos otros. Estas tres operaciones mentales marcan el contenido
de los diversos tratados de la​ lógica​ aristotélica.

El tratado primero, ​las Categorías​, se ocupa de las palabras o términos


en cuanto son expresión de los conceptos. Las palabras expresan los
distintos modos de ser (las categorías o géneros supremos) a los que se
reduce toda la realidad.

El segundo tratado, ​Sobre la interpretación​, está dedicado al juicio. El


juicio, cuya expresión lógica es la proposición, es el acto con el que
afirmamos o negamos un concepto de otro concepto. Los conceptos, en
sí mismos, no pueden ser verdaderos o falsos. En cambio, la
proposición sí que es susceptible de verdad o falsedad en función de si
lo unido o separado por la inteligencia está unido o separado en la
realidad.
Los Primeros Analíticos​ constituyen el tercer tratado, estudia la
estructura del razonamiento: el silogismo.

Aristóteles también examina los requisitos para que un razonamiento,


además de formalmente correcto, sea verdadero. Este análisis lo
realiza, fundamentalmente, en ​los Segundos Analíticos​, donde se
ocupa de la demostración y sus tipos, así como de la inducción como
método de llegar a los primeros principios de la ciencia: Un silogismo
correcto sólo llega a la verdad si las premisas son verdaderas. Para
demostrar la verdad de las premisas se puede recurrir a otro silogismo,
pero dado que este proceso no puede continuarse hasta el infinito, es
necesario que existan algunos principios supremos evidentes por sí
mismos, que no necesitan demostración.

En ​los Tópicos​, el quinto de los tratados, Aristóteles se ocupa del


examen del silogismo dialéctico, cuyas premisas son sólo probables.
Ofrece una enumeración de todos los procedimientos que permiten
convencer sin preocuparse del valor de verdad del discurso.

Finalmente, ​las Refutaciones sofísticas​ es un tratado dirigido contra


los sofistas, en el que se ocupa de los razonamientos viciosos.

Aristóteles ha sido el pensador más influyente en la historia de


Occidente, aunque en la actualidad esté ya superado.

Aristóteles ha pasado a la historia como el padre de la lógica. Sus


propuestas junto a las aportaciones de los estoicos, han constituido
prácticamente toda la lógica hasta el siglo XIX. Sus escritos sobre
lógica, fueron reunidos en la época bizantina bajo el título de Organon (
en griego significa "instrumento").
Aristóteles es considerado el primer historiador de la filosofía y, por ello,
es un gran conocedor de todos los pensadores anteriores como Platón,
con el que coincide en la concepción del conocimiento como universal,
si bien discrepa en el
uso de la dialéctica, y rechaza la Teoría de las Ideas, pues según
Aristóteles, sólo multiplica los problemas.

La teoría de las Ideas duplica sin motivo el mundo, estableciendo un


mundo paralelo que necesitaría a su vez de explicación. Tampoco es
capaz de explicar el movimiento de las cosas, el cambio, ya que siendo
las Ideas inmóviles e inmutables, si las cosas son una imitación de las
ideas habrían de ser también inmóviles e inmutables; pero si cambian
¿de dónde procede ese cambio?.
La teoría de las Ideas establece una separación entre el mundo visible y
el mundo inteligible, es decir, entre la sustancia y aquello por lo que una
sustancia es, su forma. ¿Cómo es posible que aquello por lo que algo
es lo que es no resida en el objeto, sino fuera de él? ¿Cómo es posible
que aquello que hace que el hombre sea hombre, la Idea de hombre, no
resida en el hombre, sino que exista independientemente de él?

Parménides afirma que el movimiento es imposible, pues el cambio es


el paso del ser al no ser o la inversa, del no ser al ser. Esto es
inaceptable, ya que el no ser no existe y nada puede surgir de él.
A partir de este momento es necesario explicar cómo siendo el Ser
inmutable, la realidad es múltiple y cambiante.

Según Demócrito todos los cuerpos del universo son compuestos de


dos elementos: unos indivisibles, imperceptibles, simples e inmutables
que se mueven azarosamente, los átomos (lo que es) y el elemento que
los delimita y permite sus movimientos: el vacío (lo que no es). La
diversidad de seres se explica por la diversidad de átomos: varían sus
tamaños, formas y pesos. Los átomos estuvieron y estarán siempre en
movimiento y son eternos.
Platón y Aristóteles rechazaron el atomismo.
Por un lado el conocimiento de la naturaleza resultaba imposible, no es
posible calcular las trayectorias y colisiones de infinitos átomos
moviéndose en el vacío.
De otra parte el Universo es el producto imprevisible de estas colisiones,
el orden proviene inexplicablemente del desorden, del azar. No existe
una Inteligencia que de orden a la materia (demiurgo) ni finalidad alguna
que permita comprender los procesos naturales (universo teleológico).

La introducción de la existencia del vacío es una novedad que choca


frontalmente con la negación del vacío (no ser) que exigía Parménides.
Sin la existencia del vacío, dice Demócrito, resulta imposible explicar el
movimiento, por lo que necesariamente al existir el movimiento el vacío
tiene que existir.

Platón, Aristóteles y otros filósofos griegos defendieron un modelo de


materia continua (en vez de discontinua), a la que consideraron
infinitamente divisible. Según Aristóteles el vacio no existe porque un
móvil se podría desplazar indefinidamente, pues no existiría nada que
se lo impidiera,

Los tratados lógicos de Aristóteles, que fue la única parte de su obra


conocida en occidente hasta el siglo XIII. Aristóteles llega a traves de la
filosofía arabe, Avicena (s. XI) y Averroes (S.XII) las difunden al mundo
cristiano occidental. Tomás de Aquino recibe la herencia del averroísmo
latino y la combate fuertemente, adaptando las obras aristotélicas a la
doctrina cristiana. La metafísica aristotélica constituyó el fundamento de
la teología del cristianismo, porque a partir de "la ciencia del ser" se
llega al conocimiento del ser infinito.

En el siglo XV el escolasticismo es criticado y posteriormente la


Revolución científica hace que se rechace el método aristotélico.
En el último tercio del S. XX renace el interés por la filosofía práctica y la
retórica. Así, las posiciones neoaristotélicas reivindican aquella
distinción entre teoría y praxis, concediendo un lugar decisivo a la
noción aristotélica de prudencia.

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