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SEXTO DEL NIVEL SECUNDARIO

DEPARTAMENTO DE ESPAÑOL

EJERCICIO DE EXPLORACIÓN I
Prof. AMBIORIS ESPINAL
ESTUDIANTE ARTURO ESPINAL

I- Lee el siguiente texto y luego subraya la respuesta correcta:

En el reino de la vulgaridad

Los excesos son malos en cualquier actividad de la vida humana. Pero cuando
incurren en ellos personas llamadas supuestamente a ser entes de moderación,
creadores de opinión u orientadores como maestros y periodistas, se convierten en
pecados capitales. De un tiempo a esta parte, se han venido perdiendo los frenos en
algunos medios de comunicación electrónicos, con gente que no mide el alcance de
sus comentarios ni de las obscenidades de todo tipo que vociferan sin el menor recato
y con un desprecio absoluto a las buenas costumbres. Esta falta de respeto al público
plantea nuevamente el tema de la fijación de los límites de la responsabilidad de la
prensa, cuyo debate en mi opinión ha sido irresponsablemente dilatado por los
propios medios.

Las palabrotas que se escuchan diariamente en programas de radio, e incluso


de televisión, y las acusaciones y menciones peyorativas de personalidades de la vida
pública y privada del país que sin justificación alguna son citadas con una frecuencia
pasmosa, violando su derecho a la privacidad, desbordan todos los límites. La
búsqueda de “ratings” y el afán de figuración están dejando atrás la responsabilidad
que el uso de un micrófono y un espacio televisivo exigen.

No trato de enjuiciar la labor de profesionales en el ámbito en el que con


mediana capacidad me desenvuelvo. Lo que trato es de llamar la atención sobre un
problema que atañe directamente el periodismo dominicano. La situación a la que me
refiero terminará, algún día, de forma brusca, ya sea por una intervención
gubernamental o con una especie de reclamo de honor.

Cualquiera de las dos maneras sería lastimosa y sentaría un precedente


funesto, que luego los gobiernos emplearían cada vez que encontraran necesario
acallar o mediatizar la labor de la prensa.
Los medios de comunicación deben fijarse por derecho propio las limitaciones
que la ley, el buen sentido y el derecho a la buena reputación hacen obligatorias. Si
dejamos esa decisión a la autoridad o a cualquier fuerza ajena a la prensa, estaríamos
condenándola de antemano.

La fijación de esos límites corresponde, pues, a los propios periodistas y


comunicadores. Son éstos quienes deben establecer las líneas entre las cuales se debe
realizar un ejercicio responsable, útil a la sociedad. Eludir esta responsabilidad pone
en peligro el clima mismo en que se desenvuelve la prensa, por cuanto para nadie es
un secreto que la intolerancia vocacional de la autoridad pública no precisa de muchas
razones para hacerse sentir. Ejemplos que lo avalan sobran en estos tiempos.
La intolerancia, por lo demás, no es potestativa de los gobiernos, los partidos y
sindicatos, o las organizaciones sectarias que se desenvuelven en otras áreas de la
actividad humana.

Es común también al periodismo. Algunas de las obscenidades que se escuchan


o presencian en nuestros medios de comunicación son muestras inequívocas de ello.
La experiencia nacional enseña que la defensa de la libertad de prensa demanda de
una vigilia permanente. Creer que el peligro sólo proviene de la vocación arbitraria del
Gobierno es una miopía. El uso abusivo de la libertad es tan nefasto como la represión
que tan frecuentemente se ejerce contra ella.

La vulgaridad se está convirtiendo en un estilo y norma de la radio y la


televisión dominicanas. A ella recurren personas con suficiente capacidad e ilustración
para desenvolverse con éxito en esos medios. Y ese es, precisamente, el peor de los
legados que este absurdo proceder nos deja. Algunos dicen que la tendencia está
marcada por las preferencias del gran público y yo no creo que esto sea cierto.

La verdad es que esta forma de comunicación enrarece el ambiente y


desprestigia la prensa nacional. Otros países han pasado por una experiencia similar.
Y para evitar intromisiones peligrosas de la autoridad pública en el ámbito del ejercicio
de la libertad de expresión, los propios medios vieron la necesidad de imponerse
normas, como fue el caso reciente de España, aunque allí las extravagancias radiales y
televisivas no alcanzan, justo en reconocerlo, los niveles de irrespeto al público que
aquí hemos logrado.

Los responsables de los medios españoles acordaron limitar la difusión de


mensajes y filmes con alto contenido de obscenidad, violencia, sexo y droga, a horarios
fuera del alcance de los niños, ante las quejas crecientes de ciudadanos ofendidos por
el daño que esa práctica irresponsable alcanzaba.

En muchas partes, la gente renuncia voluntariamente a muchos derechos con


tal de recuperar su tranquilidad. Si esto sigue como va, pudiera ser que los
dominicanos, hastiados un día de tanta obscenidad en los medios electrónicos, se
sientan tentados a aceptar como normal la represión interventora del Gobierno para
reglamentar el material de difusión de la radio y la televisión, lo cual sería fatal e
imperdonable. Por tanto, estimo que son los propios medios los llamados a actuar
contra esa tendencia nefasta que hoy observamos en la radio y la televisión del país.

Miguel Guerrero, Listín Diario

1. La problemática fundamental abordada por el autor es:

a. El uso vulgar de los medios de comunicación electrónicos. Debido a que en el


texto se habla bastante sobre dicho tema y cómo podría afectar a los medios
en sí.
b. El rol de las autoridades en la difusión de la información.
c. El gusto de muchas personas por programas vulgares.
d. La aplicación de la ley que regula a los medios de comunicación.

2. ¿Cómo se muestra el autor del texto frente a la problemática planteada?

a. Crítico. Ya que el mismo se hace enfoque a distintas soluciones.


b. Moderado.
c. Defensor.
d. Indiferente.

3. ¿Qué implica la libertad de expresión en el contexto señalado por el autor?

a. La aplicación unilateral de la ley por parte de las autoridades.


b. El consenso y la autocensura por parte de los propios medios de comunicación.
Ya que un medio de comunicación no es un lugar para ser vulgar, debido a
que esto puede pasar dicho comportamiento a la población, especialmente a
niños. El cierre de los medios de comunicación difusores de vulgaridad.
c. La vigilancia de las autoridades.

4. Según el autor, ¿qué implicación desfavorable conllevaría el hecho de que los


comunicadores no establezcan sus propios límites para resolver la problemática
presentada?

a. El cierre de los medios de comunicación difusores de informaciones vulgares.


b. La intervención del Estado para resolver el problema. Ya que los medios de
comunicación vulgares no han aprendido a moderarse, lo que causaría una
intervención si siguen asi.
c. La aplicación de sanciones a los comunicadores que incurran en vulgaridades
en el ejercicio de su labor.
d. Ninguna de las anteriores.

5. ¿A qué se refiere el autor con el término “estos” que aparece en el sexto párrafo?
a. A los dueños de los medios de comunicación.
b. A los que ejercen la comunicación. Ya que el autor está hablando sobre los
mismos.
c. Al Estado dominicano.
d. A los partidos políticos.

6. ¿Qué significado tiene la expresión “El uso abusivo de la libertad es tan nefasto
como la represión que tan frecuentemente se ejerce contra ella”?

a. Ambas acciones son perjudiciales. Ya que ambas acciones aportan un


resultado negativo.
b. La primera acción determina que se dé un estado de represión.
c. La represión ocurre por el abuso a la libertad.
d. Ninguna de las anteriores.

7. ¿Qué significa la palabra “dilatado” que aparece en el primer párrafo?

a. Discutido.
b. Enfrentado.
c. Postergado. Ignorar la problematica.
d. Ponderado.

8. ¿Cuál es el significado contextual del término funesto que aparece en el cuarto


párrafo?

a. Perjudicial. Ya que tienen conceptos similares.


b. Revelador.
c. Intrigante.
d. Favorable.

9. ¿Qué significa el término “avalan” empleado en el sexto párrafo?

a. Tergiversan.
b. Enfatizan.
c. Sustentan. Ya que tienen conceptos similares.
d. Legalizan.

10. Respecto a la situación planteada, el autor augura:

a. La permanencia del problema.


b. La aplicación de la ley.
c. La concientización de los comunicadores.
d. La intervención gubernamental. Debido a que los medios no parecen querer
moderar su comportamiento, por lo que se necesitaría una intervención.
11. El modo de organización predominante del texto es:

a. Comparación/contraste.
b. Causa/efecto.
c. Problema/solución. El autor presenta el problema y luego va dando varias
soluciones basadas en su criterio.
d. Descripción/ejemplificación.

12. El párrafo once del texto corresponde a una:

a. Causa.
b. Ejemplificación. Ya que utiliza lo ocurrido en España como ejemplo.
c. Comparación.
d. Consecuencia.

13. Una de estas ideas NO está contenida en el texto:

a. La vulgaridad en la televisión y la radio es rechazada por el público dominicano.


Ya que no se toca este tema en el texto.
b. La vulgaridad en los medios es un modo de desacreditar la prensa dominicana.
c. Los dominicanos corren el riesgo de aceptar la vulgaridad como algo natural.
d. Los medios de comunicación deben cuidar lo que se presenta en la televisión y
la radio.

14. El párrafo ocho fue organizado por el autor a través de una:

a. Causa/efecto.
b. Comparación/contraste. Ya que expresa cómo en estos medios no es necesario
ser vulgar para lograr el exito.
c. Descripción/ejemplificación.
d. Ninguna de las anteriores.

15. El párrafo diez del texto corresponde a una imagen:

a. Ética.
b. Racional.
c. Emotiva.
d. A y b son correctas. Ya que hace referencia a una acción lógica y éticamente
correcta.
16. En el párrafo nueve el autor:

a. Explica con hechos sobre la vulgaridad.


b. Opina sobre la vulgaridad. Ya que menciona los problemas que trae la
vulgaridad.
c. Sugiere que la vulgaridad es un mal.
d. Solo argumenta sobre el tema.

17. Los términos “fatal y nefasta” empleados indistintamente por el autor del texto
hacen referencia a:

a. La permisividad de la prensa dominicana.


b. Las leyes dominicanas sobre comunicación.
c. Las obscenidades en los medios de comunicación.
d. A y c son correctas. Ya que ninguno de los dos toma la responsabilidad sobre
el tema.

18. La idea principal del segundo párrafo es:

a. El gobierno debería poner de su parte para erradicar la vulgaridad en los medios.


b. Los medios de comunicación corresponden un ejemplo de la vulgaridad
dominicana. Esto debido a que la gran mayoría de los medios dominicanos,
han optado por la vulgaridad como una manera de conseguir mas
espectadores.
c. La función de los medios está siendo sustituida por la vulgaridad.
d. Los programas de televisión y radiales son vulgares en la República
Dominicana.

19. Las expresiones sería lastimosa y sentaría un precedente funesto en el párrafo 4 se


refiere:

a. Al argumento de la vulgaridad en los medios.


b. A la participación del gobierno en la situación de la persona dominicana.
c. Los limites que debe autoimponerse la prensa dominicana.
d. B y c son correctas. Debido a que seria bastante penoso que por la falta de
control de los medios el gobierno estuviera en la necesidad de intervenir.

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