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JOSÉ DE ESPRONCEDA

El verdugo

De los hombres lanzado al desprecio,


de su crimen la víctima fui,
y se evitan de odiarse a sí mismos,
fulminando sus odios en mí.
Y su rencor 5
al poner en mi mano, me hicieron
su vengador;
y se dijeron
«Que nuestra vergüenza común caiga en él;
se marque en su frente nuestra maldición; 10
su pan amasado con sangre y con hiel,
su escudo con armas de eterno baldón
sean la herencia
que legue al hijo,
el que maldijo 15
la sociedad.»
¡Y de mí huyeron,
de sus culpas el manto me echaron,
y mi llanto y mi voz escucharon
sin piedad! 20
Al que a muerte condena le ensalzan...
¿Quién al hombre del hombre hizo juez?
¿Que no es hombre ni siente el verdugo
imaginan los hombres tal vez?
¡Y ellos no ven 25
Que yo soy de la imagen divina
copia también!
Y cual dañina
fiera a que arrojan un triste animal
que ya entre sus dientes se siente crujir, 30
así a mí, instrumento del genio del mal,
me arrojan el hombre que traen a morir.
El estudiante de Salamanca

Segundo don Juan Tenorio,

alma fiera e insolente,

irreligioso y valiente,

altanero y reñidor:

Siempre el insulto en los ojos, 5

en los labios la ironía,

nada teme y toda fía

de su espada y su valor.

Corazón gastado, mofa

de la mujer que corteja, 10

y, hoy despreciándola, deja

la que ayer se le rindió.

Ni el porvenir temió nunca,

ni recuerda en lo pasado

la mujer que ha abandonado, 15

ni el dinero que perdió.

Ni vio el fantasma entre sueños

del que mató en desafío,

ni turbó jamás su brío

recelosa previsión. 20

Siempre en lances y en amores,

siempre en báquicas orgías,


mezcla en palabras impías

un chiste y una maldición.

En Salamanca famoso 25

por su vida y buen talante,

al atrevido estudiante

le señalan entre mil;

fuero le da su osadía,

le disculpa su riqueza, 30

su generosa nobleza,

su hermosura varonil.

Que en su arrogancia y sus vicios,

caballeresca apostura,

agilidad y bravura 35

ninguno alcanza a igualar:

Que hasta en sus crímenes mismos,

en su impiedad y altiveza,

pone un sello de grandeza

don Félix de Montemar. 40

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