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Nombre: Mariana Lacouture Gómez Título: La reconquista territorial: una

incuria estatal

Grupo: E Fecha: 22 de mayo de 2019

La reconquista territorial: una incuria estatal

El siguiente escrito tiene como finalidad argumentar, en base al texto Geopolítica de la


ocupación territorial de la nación en Colombia de Margarita Serje (2006), por qué la política de
ocupación territorial es una expresión de la incuria del Estado Colombiano o, tal como se refiere
Serje en su escrito, de las élites-Estado, quienes realmente conforman los altos mandos del país.

Desde los inicios de la conquista, Colombia se ha caracterizado por poseer una geografía
fragmentada, en la que las zonas periféricas han sufrido las mayores consecuencias. En estos
lugares se ha desarrollado el conflicto colombiano que, en su guerra por las drogas y el
terrorismo, ha logrado permear los territorios más desamparados de la historia de Colombia. En
el marco de la búsqueda por la paz, grupos económico-estatales crearon la política de ocupación
territorial que, basándose en la noción de “ausencia estatal”, busca controlar, desarrollar y
posteriormente explotar, no solo los recursos naturales de estas zonas, sino también a las
personas que habitan en ellas; lo que convierte a dicha política en una expresión de la incuria de
las élites-Estado Colombianas.

El portafolio de reconquista territorial dice buscar la reintegración de dichas zonas al país,


proveer bienes y servicios a estas, y velar por su integración. Sin embargo, puesto en práctica,
este se ha vuelto una amenaza a la garantía de derechos de sus habitantes. Esto se debe, en mayor
parte, a la contratación de entidades privadas para el proceso de ocupación territorial de estas
zonas; debido a que estas, a menudo, imponen trabajos forzosos a sus habitantes, basándose en
deudas a término indefinido que involucran familias enteras. De esta manera, logran obtener
beneficios económicos por medio de la explotación laboral, fenómeno que abre paso a una
perpetuación de la pobreza, aval del trabajo forzado y esclavitud privada en la periferia
Colombiana.
Por otra parte, las élites-Estado también han sacado provecho de la situación. Por medio
de la puesta en marcha de megaproyectos, de los cuales han recibido beneficios económicos, las
élites-Estado han demostrado que su verdadera intención no es integrar la periferia marginal,
sino lucrarse de esta. Dichas prácticas económicas consisten en una amenaza a la biodiversidad
de estas zonas y son un detrimento al paisaje social de sus habitantes. Tal como sucedió en
Tribugá, corregimiento de Nuquí, El Chocó, donde hace algunos años la presencia del
paramilitarismo y las guerrillas hacía imposible la presencia de instituciones estatales e incluso la
garantía de los servicios básicos; pero donde, ahora que se ha visto una oportunidad económica
sustancial, el gobierno ha incluido en su plan de desarrollo la construcción de un puerto que
permitiría la exportación de productos en la zona [ CITATION ElE19 \l 9226 ].

¿Se debería entonces apelar por la no intervención de las periferias? No. Es claro que en
Colombia existe una gran fragmentación geopolítica e incapacidad para suministrar servicios
básicos en las zonas más alejadas del país, situación de la que grupos paramilitares, guerrilleros,
narcotraficantes, entidades privadas e incluso el gobierno han tomado provecho. Por ello, es
necesario hacer algo al respecto para hacer frente a la impunidad que se encuentra latente día a
día en los lugares más recónditos del país. Sin embargo, un gobierno conformado por las élites,
que busca solo maneras de lucrarse a sí mismo, no es un gobierno apropiado para abordar este
problema, ya que no solo aumentará y perpetuará las violaciones a los derechos fundamentales,
sino que también generará un cambio irreversible a la biodiversidad nacional.

La política de la ocupación territorial es, entonces, una expresión de la incuria de las


élites-Estado colombianas frete a la situación actual del país, que desmiente los problemas de la
esclavitud laboral, y que se centra en la búsqueda de formas de lucro a costa de las los más
marginados de la nación. Por ello, Colombia necesita un Estado que vele por los intereses
generales de la nación y no solo de los más potentados; un Estado que vele por las personas que,
en calidad inherente de seres humanos, poseen una dignidad inalienable, sobre todo poder
económico.
Referencias

El Espectador. (3 de Mayo de 2019). No a la construcción del puerto en Tribugá. Obtenido de


https://www.elespectador.com/colombia2020/opinion/no-la-construccion-del-puerto-en-
tribuga-columna-859124
Serje, M. (2006). Geopolítica de la ocupación territorial de la nación en Colombia. Revista
Universidad Nacional, 21-27.

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