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Objetivos e instrumentos.
Los economistas evalúan el éxito de una economía en función de su
cumplimiento de los objetivos mencionados anteriormente.
Producción: La producción suele medirse por el Producto Interno Bruto (PIB)
que mide el valor de mercado de todos los bienes y servicios que produce un
país durante un año. El PIB puede medirse de dos maneras, el PIB nominal se
mide a preciso corrientes de mercado y el PIB real se calcula en precios
constantes.
Elevado empleo, bajo desempleo: Este objetivo se refiere a conseguir un
elevado empleo, que es la contrapartida de un bajo desempleo. La gente quiere
encontrar un empleo fácilmente un trabajo bien remunerado y estable sin
buscar o esperar demasiado tiempo. La tasa de desempleo tiende a variar con
el ciclo económico: cuando disminuye la producción, desciende la demanda de
trabajo y aumenta la tasa de desempleo.
Precios Estables con Libres Mercados: El funcionamiento de fluido de la
economía de mercado es la manera más eficiente de organizar la mayor parte
de la actividad económica. En un libre mercado, los precios son determinados
por la oferta y la demanda y el Estado se abstiene de controlarlos. La segunda
parte de este objetivo es impedir que el nivel global de precios aumente o
disminuya rápidamente, llamemos tasa de inflación a las variaciones del nivel
de precios, es la tasa de crecimiento o descenso del nivel de precios de una
año a otro.
Un instrumento de política económica es una variable controlada por las
autoridades económicas que puede influir en uno o en unos objetivos. Para
analizar las características
De los instrumentos vamos a englobarlos en dos grandes categorías:
• Política monetaria
• Política fiscal.
La política monetaria
Así, si la economía está experimentando una fuerte presión alcista sobre los
precios, y se lleva a cabo una política monetaria restrictiva, la reducción de la
oferta monetaria hará que suban los tipos de interés, se reduzca la inversión y
disminuyan el PIB y la inflación. Par el contrario, si la actividad económica ha
entrado en una recesión, el banco puede aumentar la oferta monetaria y reducir
los tipos de interés para reactivar la economía.
La política monetaria, a través del control de la oferta monetaria por parte del
banco central y su capacidad de incidir sobre el tipo de interés y las
condiciones crediticias, afecta al gasto de los sectores de la economía que son
sensibles a los tipos de interés como la inversión empresarial, el consumo y las
exportaciones netas. De esta forma, la política monetaria influye tanto en el PIB
efectivo como en el potencial, as! como en los precios
La política fiscal
La política fiscal se refiere a la utilización del gasto público y de los impuestos
para ayudar a determinar la distribución de los recursos entre los bienes
privados y los colectivos. Incide sobre las rentas y el consumo de los individuos
y ofrece incentivos a la inversión y otras decisiones económicas,
La política fiscal se refiere a las decisiones del Gobierno sobre el nivel del
gasto público y los impuestos transferencias del Estado. Estas aumentan las
rentas de determinados grupos de individuos como los jubilados o los parados.
Al determinar la cuantía y composición del gasto público se determinan las
dimensiones relativas del sector público y del sector privado, esto es, que parte
del PIB se consume colectivamente y no privadamente. El gasto publico es uno
de los componentes que integran el nivel global de gasto de la economía y uno
de los determinantes del nivel del PIE.
Los impuestos son el otro instrumento de la política fiscal. Los impuestos
inciden en la economía de dos formas.
En primer lugar, reduciendo las rentas de los individuos, que influye tanto en la
cantidad que gastan en bienes y servicios como en la cantidad de ahorro
privado. De esta forma los impuestos, al condicionar el consumo y el ahorro
privados, influyen en la producción y en la inversión tanto a corto como a largo
plazo.
En segundo lugar, los impuestos inciden sobre los precios de los bienes y de
los factores de producción y, por tanto, afectan a los incentivos y a la conducta
de los individuos. Así, los impuestos sobre la renta de las personas físicas
influyen sobre los incentivos para trabajar y para ahorrar. Lo mismo puede
decirse en el caso de las empresas: los impuestos sobre los beneficios de las
sociedades inciden en los incentivos de estas para invertir en nuevos bienes de
capital. Esto explica que los gobiernos .interesados en propiciar el crecimiento
económico concedan a las empresas deducciones fiscales por inversión.