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Fundación Universidad Autónoma de Colombia

Efecto de la salinidad en microorganismos terrestres

Edafología

Maestro:
Quelbis Quintero

Integrantes:
Cristian Villarraga
Delia Katherine Vargas
Edison Arley Zuarique

Bogotá D.C, 08 de Abril de 2017


1. Justificación

Las consecuencias de que las tierras de mejor calidad agrícola se tornen salinas, es
preocupante por las implicaciones que esto puede tener en muchos ámbitos, por ejemplo:
generación de problemas de productividad, costos de manejo de los cultivos y
contaminación de suelo y aguas por sales, lo que en definitiva puede llevar a un impacto
negativo en lo social (seguridad alimentaria y empleo), económico y ambiental, por la
generación de costos de producción muy altos tanto para los grandes como para los
pequeños agricultores, que les resta competitividad nacional e internacional. (Bárcenas, P.,
L. Tijerina. A. Martínez, A. Becerril. A. Larqué y M. Colinas. Terra 20(2): 123-127. 2000)

El riesgo de salinización al no estar evaluado, genera mayor vulnerabilidad para muchos


agricultores, ya que no tienen una percepción clara del problema ambiental al cual se
pueden estar enfrentando, al no existir una cartografía clara de la posible problemática con
información concreta; además, en el país no se tiene una cultura de prevención en torno a
este tipo de problemas de degradación de suelos, porque no se evalúa químicamente la
solución del suelo ni el agua de riego de una manera integrada con el clima, de tal forma
que se adopten como componentes estratégicos de fertilidad de suelos para formular
prácticas de fertilización y de manejo.

Por lo tanto, nos compete de manera autónoma y a través de un grupo investigación,


evaluar el estado de los recursos naturales suelo y agua por medio de la investigación de
proyectos y avances realizados en torno al tema y en lo posible generar conciencia
ambiental al respecto, con base en la información recolectada.
2. Objetivo general

Investigar los efectos de la salinidad en suelos agrícolas y el crecimiento de las plantas a


diferentes concentraciones salinas, conociendo los pros y contras de los métodos que se han
empleado para el control de estas.

2.1 Objetivos específicos

 Estudiar cuales son los efectos de las altas concentraciones salinas en los suelos
agrícolas y su efecto en las plantas.
 Explicar el proceso utilizado por las plantas para la absorción de sustancias
encontradas en el suelo y las consecuencias del exceso de NaCl para ellas.
 Entender los mecanismos o métodos que se han utilizado para el control de la
salinidad en los suelos.

3. Metodologías

Los suelos afectados por la salinidad se producen en todos los continentes y en casi todas
las condiciones climáticas. Su distribución, sin embargo, es relativamente más amplia en
las regiones áridas y semiáridas, en comparación con las regiones húmedas. La naturaleza y
las propiedades de estos suelos son también diversos, por lo cual requieren enfoques
específicos para su recuperación y gestión para mantener su productividad a largo plazo.
(FAO, 1988).

Los suelos afectados por sales se caracterizan por el exceso de sales en la superficie o el
perfil completo del suelo y en la zona de la raíces. El origen de los suelos afectado por sales
se debe específicamente a la combinación de diversas causas como por ejemplo: tipo y
meteorización de las rocas (básicas), tipo de relieve, climas áridos y semiáridos, drenaje
restringido y las actividades humanas; dentro de las que pueden nombrarse: deforestación,
sobrepastoreo (que lleva a degradación física), cambios en los patrones del cultivo,
contaminación química (por fertilizantes pesticidas y demás) y el inadecuado manejo de
agua para el riego en los cultivos, del cual se hablará más adelante. (FAO, 1988).

Su formación está relacionada directamente con los factores anteriormente nombrados


como se puede establecer en la siguiente secuencia natural: durante el proceso de
meteorización química de la roca que implica la hidrólisis, la hidratación, la solución, la
oxidación, la carbonatación y otros procesos, los componentes del material parental se
liberan paulatinamente y se van solubilizando, luego esas sales liberadas son transportadas
a través de corrientes superficiales o subterráneas. Las sales en el agua subterránea se
concentran gradualmente, luego el agua con sales disueltas se mueve desde las zonas más
húmedas a las menos húmedas y áridas. Cerca del sitio de la liberación y en presencia de
dióxido de carbono los iones predominantes serán los carbonatos y bicarbonatos de calcio,
magnesio, potasio y sodio, pero sus concentraciones son bajas. Entonces a medida que el
agua con los solutos disueltos se mueve desde regiones húmedas a áridas, las sales se
concentran y esta concentración puede llegar a ser muy alta y provocar la precipitación de
sales poco solubles. Además de la precipitación, los compuestos del agua pueden sufrir
cambios a través de procesos de intercambio, adsorción, diferencial de movilidad, entre
otros, dando como resultado el aumento de la concentración de los iones en el agua y en los
suelos. (FAO, 1988).

El origen de los suelos sódicos también depende del predominio de climas semiáridos a
áridos, y de percolaciones restringidas, pero requiere obligatoriamente de aguas de riego
con baja conductividad eléctrica3 , y una composición iónica preferiblemente con
predominio de HCO3 - y Na+ . Sin embargo, los efectos de sodicidad4 pueden desaparecer
en suelos con altas concentraciones de sodio, en los casos en los que los aniones
predominantes del suelo sean SO4 = o Cly la conductividad eléctrica del mismo sea alta
(DRIESSEN & DUDAL, 1991).
Claro está que la formación de los suelos afectados por sales al estar influenciada por tantos
factores de formación, genera cierta variedad de suelos afectados, debido a que estos están
en función del contenido y la profundidad de las sales en el perfil, la composición iónica de
las sales acumuladas y las variaciones por mineralogía; que lleva a que se establezcan
diferencias mediante una clasificación como se observa posteriormente. (FAO, 1988).

3.1 Efectos de las sales sobre los suelos y sobre las plantas

El efecto de la contaminación por sales puede afectar notablemente a la agricultura


principalmente de dos formas, uno la acción o desequilibrio que ejerce sobre los suelos y
dos el impacto sobre las plantas.

El efecto sobre los suelos depende principalmente por el catión o tipo de sal que predomine
en él, por ejemplo, si predominan sales con contenidos de Sodio (Na + ) o Magnesio
(Mg2+) afectan la estructura del suelo cuando su saturación, respecto a la capacidad de
cambio, facilita su acceso a las interláminas de las arcillas provocando su expansión y
posterior dispersión y, como consecuencia, se afectan condiciones hidrodinámicas como
infiltración, permeabilidad, conductividad hidráulica, capacidad de retención de agua, se
torna plástico-pegajoso y se produce compactación. Por ejemplo, en el Valle del Cauca con
respecto al Na+ es común que los efectos físicos se observen a valores de PSI cercanos a 7,
valores que tienen marcada similitud con registrado en otros países con problemas similares
como Israel, Siria y Australia en donde se ha establecido un nivel de PSI = 5% como nivel
crítico (GARCIA O. A., 2003)

Por otra parte si las sales que predominen son las relacionadas con Ca2+, el efecto va a ser
contrario al ocasionado por el Na+ y el Mg2+, es decir, los suelos con predominio de este
catión serán bien estructurados, con una buena permeabilidad, buena retención de agua y
muy buenas características físicas en general.

Todas las formas de salinidad son nocivas para las plantas, unas más que otras
(especialmente las más solubles) pero igual reducen la productividad de los suelos e
impactan gran cantidad de especies agrícolas de gran importancia para la producción de
alimentos, combustibles o fibras (por ejemplo la caña de azúcar). (GARCIA O. A., 2010)

El principal efecto (pero no el único) que realizan las sales sobre las plantas es que si el
agua que está presente en el suelo contiene sales, la planta requerirá mayor energía para
absorber la misma cantidad que cuando está libre de ellas. Entonces, la energía adicional
requerida para absorber el agua en un suelo salino es aditiva a la energía requerida para
absorber el agua en un suelo no salino; esto se conoce como el efecto osmótico o potencial
osmótico, el cual genera una disminución en el agua aprovechable y efectos adversos para
la planta como reducción del crecimiento, daño en los tejidos y necrosis. Otro de los efectos
es el del ión específico el cual difiere del anterior en este efecto es específico sobre las
planta y no sobre el suelo (es decir osmótico). (GARCIA O. A., 1998)

3.2 Modelo de simulación para desalinizar suelos agrícolas

En el pasado, y aún hoy en día se siguen utilizando frecuentemente tablas de valores


empíricos (USDA, 1954) para describir la calidad y posible utilización de aguas de riego
bajo condiciones hipotéticas promedio. Conscientes de la insuficiencia de estos criterios
genéricos para predecir y prevenir los problemas de salinización para cada caso particular,
se han ido proponiendo diferentes índices y modelos para corregir dicha situación.
Prácticamente todos ellos se basan en el cálculo e interpretación de los valores de
requerimiento de lavado, utilizando diferentes criterios más o menos racionales o
empíricos.

A pesar de que se han desarrollado modelos teóricamente muy precisos para predecir los
cambios de composición y concentración iónica de la solución del suelo y de los cationes
intercambiables con el tiempo y la profundidad (Suárez y col.), ellos se basan en las
influencias de procesos biológicos y fisicoquímicos cambiantes y muy difíciles de prever y
precisar en la mayoría de los casos. Otros modelos basados en correlaciones empíricas
(FAO, 1976, 1986; Rhoades, 1984) sólo son aplicables a situaciones y condiciones muy
particulares.
Como una alternativa práctica a los anteriores índices y modelos, los criterios de
clasificación desarrollados por PLA (1996, 1997), basados en la experiencia y el
conocimiento en procesos de salinización y sodización en suelos, puede considerarse como
un modelo lógico. Esta combina información sobre suelos (drenaje), clima (índice de
humedad), y calidad del agua de riego (conductividad eléctrica y la composición
anión/catión) (como se muestra en la tabala). Este asume que los cambios en la
concentración de sales en la solución del suelo podría afectar la composición de sales
porque sales menos solubles se pueden precipitar (calcio, carbonato de magnesio y sulfato
de calcio) aumentando la concentración de sales solubles (cloruro de sodio y sulfato). Con
el fin de predecir problemas de sales o acumulación de sodio usando este modelo, se debe
conocer la concentración de sales y la composición del agua de riego, el clima y las
propiedades hidráulicas del suelo (ZAPATA, 2004)

Tabla 1; tomada de (ZAPATA, 2004)

4. DESARROLLO DE LOS OBJETIVOS


Una cantidad excesiva de las sales en el suelo puede llegar a impedir tanto la absorción de
agua por las raíces de los vegetales, como alterar una equilibrada absorción de nutrientes.
Por estas razones, la nutrición de las plantas se ve perturbada, pudiéndose en casos
extremos inhibir su crecimiento. A menudo puede hablarse de toxicidad. De este modo, se
producen enfermedades de tallo, raíces, hojas y semillas, debido en la mayoría de los casos
a la bioacumulación en estos órganos de ciertos iones que afectan al funcionamiento normal
de la planta. (Shannon, m. c.; grieve, c. m. 1999).

Existen básicamente, tres componentes del estrés salino que afectan a las plantas: 
a) efecto osmótico: está generado por un aumento del potencial osmótico del suelo
que disminuye la disponibilidad de agua para la planta. 
b) efecto nutricional: las alteraciones nutricionales por estrés salino se producen
cuando el vegetal tiene problemas para absorber ciertos iones esenciales (nutrientes)
en presencia de excesivas cantidades de sales solubles en el suelo. 
c) efecto tóxico: el efecto tóxico está inducido, casi siempre, por cientos iones como
Cl y Na.  La toxicidad del Na puede ser directa, como en el caso de especies
sensibles al exceso de este ión o indirecta, cuando se deteriora la estructura del
suelo por su presencia. En este último caso, se origina un descenso en el crecimiento
de la planta como consecuencia de la disminución de los contenidos de oxígeno
necesarios para la respiración de las raíces, así como por el descenso de la
conductividad hidráulica del suelo.

Desde un punto de vista agronómico, suele hablarse de suelos salinos cuando estos


albergan niveles excesivos de sales. Tales moléculas, en sí mismas, no son, ni mucho
menos nocivas. De hecho, suelen formar parte de las enmiendas o fertilizantes inorgánicos
que añadimos a los cultivos, a la hora de fomentar su crecimiento. El problema se genera
cuando, por una razón u otra, se acumulan en cantidades excesivas. En este caso, las
soluciones del suelo, o ambiente iónico, puede llegar a ser más salinas que las de las células
de los sistemas radiculares con las que se ponen en contacto. Tal hecho genera que la
energía que las plantas necesitan utilizar para extraer el agua del suelo sea excesiva en vista
de la presión osmótica  de este último. Cuando se produce tal situación, el agua fluirá de la
disolución más concentrada a la menos concentrada. En otras palabras, si la solución de
suelo es más rica en sales que la de la célula, estás últimas le cederán parte de su contenido,
en lugar de secuestrarlo. Por ello, se habla de un estrés hídrico en el organismo vivo.
(Rivero, r. m.; Ruiz, j. m.; romero, l. 2003).

La concentración de sales solubles eleva la presión osmótica de la solución del suelo. Si


tenemos en cuenta que el agua tiende a pasar de las soluciones menos concentradas a las
más concentradas, con objeto de diluir éstas últimas e igualar las presiones osmóticas de
ambas, se comprende que cuando la concentración salina de la solución del suelo es
superior a la del jugo celular de las plantas, el agua tenderá a salir de éstas últimas hacia la
solución del suelo. (Rivero, r. m.; Ruiz, j. m.; romero, l. 2003).

Efecto osmótico: El agua y los nutrientes de la solución de un suelo (no encharcado) se


distribuyen en delgadas láminas alrededor y en el interior de los agregados del suelo. Las
raíces de las plantas pueden absorber este líquido hasta un cierto punto, a partir del cual no
pueden realizar la suficiente “fuerza” como cumplir tal necesidad. Se trata de lo que en
ciencias del suelo se denomina punto de marchitez permanente. Dicho de otro modo,
cuando la salinidad del agua es superior al de los fluidos celulares, estas últimas se ven
obligadas a consumir más energía de la que disponen para “beber” y tienden a
marchitarse a pesar de que en el medio edáfico exista agua suficiente. Las plantas pueden
adaptarse y sobrevivir a menudo en tales situaciones, pero en detrimento de ralentizar su
crecimiento, por lo que disminuye el rendimiento de las cosechas, en gran medida . (Yokoi,
Shuji; Bressan Ray, a.; Mike Hasegawa, p. 2002).

Salinidad y nutrición vegetal: un exceso de sales en el suelo afecta negativamente a la


nutrición de las plantas mediante una serie determinada de procesos. En primer lugar las
soluciones muy salinas elevan notablemente el pH del suelo y como corolario, alteran la
disponibilidad de nutrientes que pueden adquirir las plantas. Por otro lado, el exceso de
ciertas sales ocasiona interacciones entre ciertos elementos químicos y o moléculas
perjudiciales para las plantas. Esto es lo que sucede con los cloruros y nitratos y fosfatos,
por ejemplo. Sin embargo, existen relaciones de sinergismo entre potasio - hierro y entre
magnesio – fósforo. (Yokoi, Shuji; Bressan Ray, a.; Mike Hasegawa, p. 2002).

Obviamente, diferentes especies de cultivo poseen distintos niveles de tolerancia frente a la


salinidad del suelo y estas diferencias son bien conocidas por los expertos (aunque no tanto
sus mecanismos). Del mismo modo, la edad de los vegetales tiene una gran importancia.
Las plantas maduras disponen de sistemas radiculares más densos, profusos y
profundos, tolerando mejor la presencia de sales que las jóvenes en los que las que aquellos
son más incipientes y frágiles, es decir, con menor capacidad de exploración del medio
edáfico. Por último, los ambientes iónicos muy salinos pueden dañar las semillas al
comenzar a germinar, secuestrándoles el agua de su interior hasta matarlas.

Con vistas a evaluar el impacto de la salinidad de un suelo en relación con las producciones
agrarias o piscícolas, resulta importante obtener una estimación de la cantidad de sales
solubles. Reiteramos que éstas son indispensables para el desarrollo de la vegetación, pero
que su exceso puede ser muy perjudicial para los cultivos. De este modo, una clasificación
cuantitativa puede basarse en su abundancia, mostradas a continuación:

A – Suelos no salinos los que tengan menos de 2 mmhos/cm de conductividad y ningún
efecto sobre el crecimiento de las plantas. Grado de salinidad bajo.
 
B – Suelos no salinos que tienen entre 2 y 4 mmhos/cm de conductividad y un leve efecto
sobre el crecimiento de las plantas. Grado de salinidad leve.
 
C – Suelos salinos cuando tienen entre 4 y 8 mmhos/cm de conductividad, con disminución
en el rendimiento de cultivos. Grado de salinidad alto.
 
D – Suelos salinos que tienen entre 8 y 16 mmhos/cm de conductividad, en este caso son
pocos los cultivos que soportan tales condiciones. Grado de salinidad muy alto.
 
E - Suelos que tienen más de 16 mmhos/cm de salinidad, la restricción para cultivos es más
grande que ara el anterior. Grado de salinidad extremadamente alto.
4.1 Absorción nutricional de las plantas

las plantas absorben del suelo el H2O y las sales minerales y para su absorción intervienen
las raíces, que poseen pelos absorbentes. a través de esos pelos las plantas absorben
compuestos inorgánicos (H2O y sales minerales), esos compuestos siguen su camino por el
tallo. El tallo posee vasos de conducción ascendentes o leñosos conocidos como xilema.
por medio de esos vasos sube el H2O y las sales minerales que forman la savia bruta para
que lleguen a la hoja. La hoja es el lugar donde se va a producir la fotosíntesis, es decir la
formación del alimento; para que se forme el alimento es necesario que las hojas absorban
el CO2 y los fotones de luz solar, que junto con la clorofila (pigmento de color verde)
rompen la molécula de H2O por el proceso de fotólisis del AGUA, que se produce en la
fase luminosa de la fotosíntesis. al romperse la molécula de H 2O, se libera el O2 a la
atmósfera y el H que queda se une en la etapa oscura con el CO 2, para formar el alimento
(CH2O) n, que es un hidrato de carbono como glucosa, fructosa, sacarosa, almidón, etc. Ese
alimento formado va a contener energía química, que proviene de la transformación de la
energía solar, una vez formado el alimento, éste baja por los vasos descendentes o cribosos
o floema, formando la savia elaborada para ser distribuidos por todas las partes de la planta
y así nutrirse ellas mismas y alimentar a los seres heterótrofos, por eso los vegetales tienen
nutrición autótrofa.

5. ESTADO DEL ARTE

“EVALUACION GENERAL DE LA SALINIDAD Y MODELACION DE LOS


RIESGOS DE SALINIZACION EN SUELOS DEL VALLE DEL CAUCA” Uso
práctico del modelo PLA para evaluar el riesgo de salinización en tierras bajo riego en la
parte plana del Valle del Cauca (Colombia)
Resumen de la investigación

La investigación se desarrolló basándose en evidencias y estudios previos de salinidad. Se


muestrearon 100 suelos y aguas de riego utilizados en caña de azúcar entre los municipios
de Zarzal y El Cerrito. Los suelos a cuatro profundidades (0-20, 20-40, 40-60, 60-80 cm.) y
las aguas de riego de diferentes fuentes. Tanto en las aguas como en los extractos de
saturación se determinó pH, conductividad eléctrica (C.E.), calcio (Ca2+), magnesio
(Mg2+), potasio (K+ ), sodio (Na+ ), cloruros (Cl- ), sulfatos (SO4 = ), carbonatos (CO3 - )
y bicarbonatos (HCO3 - ), para la evaluación de salinidad actual. Adicionalmente se obtuvo
información de permeabilidad y niveles freáticos a través de pruebas de infiltración en
campo e información del estudio semidetallado (IGAC de 1979 y 2004), y el clima
histórico mensual de CENICAÑA (Base de datos - Red Meteorológica Automatizada), para
la valoración del planteamiento teórico de Ildefonso Pla, que ayuda en la predicción de la
salinidad y sodicidad. Los resultados indicaron niveles bajos de sales tanto en superficie
como en profundidad, sin embargo se presentaron algunos problemas localizados de
concentraciones relativamente altas de magnesio, sodio y bicarbonatos; El planteamiento
teórico tuvo una predicción significativamente buena de la evaluación real (cerca al 80%).
El clima resultó semiárido con déficit de humedad en 8 meses del año, y la LPC promedió
estuvo entre los 120 y 365 días; así mismo, las aguas de riego en general poseían una baja
concentración de sales, y los suelos presentaron drenajes de variables a buenos (1 – 50
mm/h).

REVISTA VIRTUAL NCYT AMAZINGS “Noticias de la ciencia y la tecnología”

Desalinización, una alternativa tecnológica para la agricultura.

Los pozos de uso agrícola representan una importante fuente de abastecimiento para los
cultivos del estado de Sonora (México), una de las áreas más importantes del país en
materia de agricultura.
Sin embargo, los problemas de disponibilidad de recursos hídricos para esta actividad se
deben a que la región se encuentra en una zona árida, con acuíferos que tienen problemas
de sobreexplotación y de intrusión salina, lo que provoca que muchos pozos presenten altos
niveles de concentración de sales.

Tan solo en la región suroeste de esa entidad, existen más de 400 pozos agrícolas
abandonados por esta problemática, explicó el jefe del Departamento de Ciencias del Agua
y Medio Ambiente del Instituto Tecnológico de Sonora (Itson), Germán Eduardo Dévora
Isiordia.

De acuerdo con el investigador, la intrusión salina se produce cuando el agua del mar
comienza a ingresar al pozo debido a su sobreexplotación. Con el paso del tiempo la
salinidad aumenta. Utilizar este recurso provoca daños en las propiedades del suelo y en el
desarrollo vegetativo del cultivo.

Por lo anterior, la desalación o desalinización se presenta como una alternativa para la


recuperación de pozos agrícolas abandonados. Se trata de un proceso que consiste en
separar la sal del agua de mar, con el uso de técnicas de membrana o cambio de fases. A
través de poros muy pequeños, los sistemas por membrana eliminan las sales disueltas del
agua de mar favorecidas por una alta presión, describió el doctor en Ciencias con
especialidad en Biotecnología y Desalación.

En palabras del especialista, en México existen alrededor de 500 plantas desalinizadoras, en


su mayoría utilizadas por el sector turístico. La tecnología, dijo, representa una valiosa
alternativa para la agricultura de la zona norte del país, donde la disponibilidad de agua es
severa.

 
Bajo ese contexto, en 2013 investigadores del Itson instalaron una planta desalinizadora de
ósmosis inversa en un cultivo de sorgo en el Valle del Yaqui, la primera en el país para
estos fines.

El proceso consistió en bombear agua a una alta presión y pasarla a través de membranas
semipermeables que separan el agua y la sal, obteniéndose dos productos: salmuera y agua
con baja concentración de sal, que tratada adecuadamente puede utilizarse como agua
potable, indicó el investigador del Itson.

“Con el uso de agua proveniente de la tecnología de desalación con una concentración de


90 miligramos por litro (mg/l) de sólidos disueltos totales, se logró incrementar la
producción de alrededor de una tonelada por hectárea de sorgo en comparación con el riego
con agua salada, que tiene una concentración de 4 mil 500 mg/l de sólidos disueltos
totales”, expresó.

Este 2015, el experimento fue replicado en el uso de hortalizas de alto rendimiento, donde
se obtuvieron seis toneladas más, para el caso de tomatillo variedad gran esmeralda.

La tecnología, destacó el doctor Dévora Isiordia, proporciona las características ideales en


calidad del agua para el crecimiento vegetativo del cultivo, lo que favorece el aumento de la
producción agrícola.

Además, con la aplicación de esta los agricultores no tendrán que preocuparse por la
siembra de cultivos que no toleren la concentración de sal de sus aguas subterráneas, por lo
que podrán enfocarse en la producción de aquellos con alto rendimiento y de mayor valor
comercial.

“El proyecto permitirá la transferencia de tecnología al sector agrícola, y el poder utilizar el


agua salada como fuente de ingreso de la planta desalinizadora, la cual obtendrá como
producto agua con las características libres de sales o bacterias”, dijo.

El equipo del doctor Eduardo Dévora Isiordia trabaja actualmente en el desarrollo de


transferencia de tecnología y en la aplicación de sensores para el control de riego exacto.

“Esto representa un adelanto al sector agrícola, una de las actividades que demanda un gran
consumo del recurso hídrico. En la zona norte debemos optar por la aplicación de estas
tecnologías. En particular, los costos de producción son un factor de éxito en los lugares
donde se emplea la desalinización, en la agricultura, así como en otras industrias”, resaltó.

A decir del especialista, la desalinización se presenta como una fuente de abastecimiento de


agua dulce que permite contrarrestar la demanda de los recursos hídricos en las próximas
décadas.
“Tendremos que mirar hacia el mar, hay países que prevén la baja disponibilidad de agua y
ya utilizan estas tecnologías. En México debemos tener esa visión a futuro. Con estos
proyectos pretendemos hacer conciencia y dar a conocer la existencia de estas
herramientas”, concluyó el experto. (Fuente: Carmen Báez/Agencia Informativa Conacyt).

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