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ROL DOCENTE –GABRIELA MISTRAL

ROL DEL DOCENTE

DEFINICIÓN DE

El término rol deriva de role, un vocablo inglés, aunque su raíz etimológica nos remite a rôle (francés). El rol
es la función o el papel asumido por un ser humano en un cierto contexto. Docente, por su parte, es el
adjetivo que refiere a aquel que enseña. El término también se emplea como sustantivo para denominar a
las personas que ejercen la docencia.

Praxis docente

El rol docente, por lo tanto, es la función que asumen los maestros y los profesores. Se trata de un rol
complejo que abarca múltiples dimensiones y que tiene efectos importantes en la sociedad.

La persona que cumple el rol docente se encarga de educar a otras. En el sentido más básico, brindar
educación consiste en suministrar información y desarrollar explicaciones para que los alumnos estén en
condiciones de asimilar los contenidos.

El rol docente, por otra parte, implica la transmisión de valores. La sociedad espera, en general, que las
personas que ejercen la docencia inculquen valores positivos en los estudiantes: el respeto por las normas,
el ejercicio de la solidaridad, etc.

En concreto, a través de determinadas publicaciones, se viene a determinar que un buen rol docente es el
que lleva a cabo el profesor que, en pro de enseñar a sus alumnos y de incentivarles y motivarles, lleva a
cabo ciertas medidas como estas:

-Utiliza una gran cantidad de recursos interactivos y nuevas tecnologías para conseguir que los alumnos
entiendan mejor los contenidos y también para acaparar su atención.

-Alimenta la curiosidad de los estudiantes.

-Reta los conocimientos de los alumnos mediante juegos y actividades que se salen de la “rutina”.

-Fomenta en todo momento la participación de sus estudiantes así como también de la interactuación
entre ellos.

-Busca que los alumnos respondan a sus preguntas con sus argumentos.

-Apuesta por utilizar técnicas como el debate para conseguir que sus estudiantes sean capaces de asimilar
los contenidos, hacerse sus propias ideas al respecto de determinadas cuestiones y forjar una posición
clara. Eso sí, siempre con el diálogo como base.

Además de todo lo expuesto, no podemos olvidar tampoco el hecho de que actualmente el rol docente va
mucho más allá. Y es que en estos momentos, por ejemplo, se hace necesario que sea capaz de detectar,
actuar y ayudar en los casos de bullying, de acoso escolar. De esta manera, es importante que no sólo
trabaje la temática en clase para evitar que pueda suceder esa situación sino que además, cuando
descubre, algún caso concreto debe tomar las medidas oportunas en pro de defender a la víctima y de que
se depuren responsabilidades por parte de los acosadores.
ROL DOCENTE –GABRIELA MISTRAL

Es importante destacar que el rol docente también exige garantizar la disciplina en el entorno educativo.
Los maestros tienen que lograr que los alumnos se comporten de manera adecuada: si no lo hacen, el rol
docente también contempla la posibilidad de sancionar las faltas.

Tampoco se puede dejar de mencionar que el rol docente abarca cuestiones intangibles y simbólicas, como
el aporte de contención a los niños y la construcción de un vínculo de afecto entre el maestro y el alumno.

REFLEXIONEMOS:

Nada mas apropiado para comenzar este aparte que conocer la opinión de un gran MAESTRO, José Martí:

“9. Un verdadero maestro es aquel hombre a quien aman tiernamente sus alumnos; aquél que en la
conversación moldea, acendra y fortalece para la verdad de la vida los espíritus de los educandos; aquél
que a todas horas sabe donde está y lo que hace cada alumno suyo, y les mata los vicios, con la mano suave
o enérgica que sea menester, en las mismas raíces; aquél que de todos los detalles de la vida saca ocasión
para ir extirpando los defectos de la soberbia y desorden que suelen afear la niñez de nuestros pueblos, y
creando el amor al trabajo, y el placer constante de él en los gustos moderados de la vida; aquél que sólo
tiene la memoria como abanico del entendimiento, y no pone a aquélla, como tanto pasante, en vez del
entendimiento, sino que enseña en conjunto, relacionando unas cosas con otras, y sacando de cada voz,
empleos y derivaciones, y de cada tema toda su lección humana. Ahí el  maestro verdadero.”

Hombre visionario, su decálogo representa justamente lo que necesita ser, saber, saber hacer y hacerse
responsable un docente del siglo XXI. Veamoslo completo en la siguiente dirección:
https://youtu.be/bSi4JdU5-2k (Decalogo del educador)

EL ROL DEL DOCENTE

Es muy común creer que para mejorar la calidad del aprendizaje se hace necesario implementar soluciones
educativas de punta, entendiéndose por estas, la utilización del computador, la televisión, la multimedia y
la Internet, aún cuando para ello, no se realicen las disposiciones necesarias y se implementen de cualquier
manera; pero es bien sabido que el uso de las TICs, por si solas no va alcanzar tales expectativas, es
importante reconocer  que  las TICs pueden contribuir a que los estudiantes logren las metas propuestas en
los currículos, además de ser poderosos instrumentos de innovación pedagógica y organizacional, que
pueden potencializar la capacidad de aprendizaje, mejorar cualitativamente la calidad del proceso
educativo; pero que sin la transformación del papel tradicional del docente hacia funciones de orientador
de procesos de aprendizaje más individualizados e interactivos, no contribuirán en mucho  a cambiar la
práctica pedagógica tradicional.

La enseñanza basada en problemas, podría ser de gran utilidad en estos tiempos de incertidumbre, sin
desconocer que es una de las metodologías de enseñanza más complejas en cuanto a que es necesario
conocer al estudiante, su desarrollo como ser humano, la etapa de desarrollo que está viviendo y el
contexto en el que se encuentra inmerso, para proponer problemas ideales que le desarrollen las
competencias adecuadas y necesarias que le permitan desenvolverse plenamente con actuaciones
acertadas. Precisamente las TIC articuladas coherentemente en la escuela constituyen una ayuda
importante para alcanzar estos niveles de aplicación de la enseñanza, implementadas eso sí, por un
docente conocedor y competente quien ha cambiado su rol de dictador de contenidos por el de facilitador
de interrogantes, espacios y tiempos para la construcción del aprendizaje.
ROL DOCENTE –GABRIELA MISTRAL

Desde la perspectiva del manejo de los contenidos y las mediaciones, es importante considerar que existen
profesores que pasan por alto algunos temas, otros que a veces los introducen de manera superficial o los
transmiten en forma errónea solo para cumplir con el programa que le fue asignado, pero sin tomarse el
tiempo para detenerse a explicar de manera concreta un poco más los interrogantes que surgen en los
educandos; esta situación se agrava en los casos de los textos, las guías y materiales pedagógicos en
general, no contribuyen lo suficiente para el cumplimiento satisfactorio de los compromisos, debido entre
otras razones a la pobreza de contenido, a la obsolescencia producto del uso continuado, período tras
periodo, sin ningún tipo de modificación.  Esta situación o la carencia absoluta de ayudas didácticas en el
aula, dificulta el logro de los objetivos específicos de las diversas áreas de formación, y sobre todo
incrementa los niveles de insatisfacción de los docentes y estudiantes para con los procesos de enseñanza y
aprendizaje.

En este orden de ideas, el camino hacia la formación integral puede caer en uno de dos extremos, o
atiborra a los educandos de materiales y textos o se contenta con el poco material existente en la escuela.
El docente debe tratar de superar cualquiera de estas situaciones con la automotivación y la motivación de
los estudiantes que permita aprovechar al máximo las condiciones propias de cada institución.

De igual forma, problematizando experiencias alrededor del objeto de estudio, el docente da lugar a que el
estudiante investigue bien sea solo o en grupo, y, ayuda a conseguir la respuesta, que no necesariamente
debe ser la respuesta perfecta, sino que se permite una serie de acercamientos a la “verdad” reconocida
socialmente, según el nivel en el que se encuentre el estudiante, lo que quiere decir que el error es
admitido en clases y se dilucida el por qué se incurrió en el mismo.

Muchos docentes critican esta postura aduciendo que no existe el tiempo para darle a cada estudiante la
oportunidad de aprender a su ritmo, de construir sus conocimientos cuando esté preparado para
aprenderlos o que ésta es sencillamente una postura fantasiosa que no es posible asumirla en la realidad.
Es un asunto de puntos de vista, si en lugar de asumir la asignatura desde los contenidos, la educación se
basa en problemas y desde proyectos pedagógicos de aula, se puede abordar un sin número de contenidos
y se estará ayudando a formar un pensamiento más complejo, que estrá acostumbrado a abordar las
diversas situaciones desde una óptica incierta pero apasionante, en la cual el camino no está dado en su
totalidad, sino que esta delineado y preñado de incertidumbre y contradicciones, más acorde con la vida
real.

Por ende un docente motivador, que permite la interrogación, el diálogo, la cooperación y distribución de la
búsqueda de información, la socialización de los hallazgos y la construcción del propio conocimiento, es el
ideal para una época en que la información llena estantes y estantes, bibliotecas enteras de libros sobre
una temática específica y el estudiante debe desempeñarse como competente buscador de información
relevante para sus necesidades de formación y actuación.  Es entonces indispensable reconocer que el
docente debe garantizar que el estudiante perfeccione su búsqueda en el logro de sus ideales, es decir, de
la elaboración de su proyecto de vida. Como dijera Nietzsche abordando el tema del rol del docente en “el
porvenir de nuestras escuelas”: “que el maestro debe despertar en sus discípulos el desafío de que sean
fieles a su destino” (ZUBIRÍA, S. 2002:39).

La Mg. Leonor Jaramillo Directora del IESE de la Universidad del Norte escribió lo siguiente:

“La Personalidad del individuo es factor importante para determinar un estilo de docente. Cuando cada
maestro desarrolla su programa y establece relaciones con los estudiantes, ocurre una integración
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consciente e incosciente de todo cuanto conoce y sabe, desarrollándose así un estilo personal de
enseñanza. El conocimiento que el maestro tenga de sí, de los estudiantes y de sus familias, influirá mucho
en el estilo que éste determine para su práctica profesional.

En este proceso de búsqueda se puede tomar como referencia el modelo de los profesores de formación
profesional, pero el objetivo no es que lo repita, sino
más bien que sea creativo en establecer su propio estilo teniendo en cuenta su personalidad y experiencia.

Un buen maestro tiene confianza en sí mismo y asume su responsabilidad con el mayor compromiso, lo que
hace que su trabajo deje resultados significativos en el desarrollo de los estudiantes. Igualmente, un buen
maestro debe:
• Sentirse aceptado y querido por losestudiantes, por sus colegas y por la comunidad educativa.
• Disfrutar de la vida y fomentar el sentido del humor en los demás.
• Tener confianza en la gente y creer tanto en los estudiantes como en la comunidad educativa.”

también considero la opinión de Silvio Rodríguez cuando habla del “Reparador de sueños”, yo siento que
un docente se convierte en “eso” Cuando hace su labor con AMOR, veamos qué comenta Silvio en su
canción:

Apropósito de  reparadores, el docente debe estar preparado para todo lo que acontezca en la vida
cotidiana de la institución educativa, por lo tanto debe estar preparado para enfrentar los accidentes que
pueden suceder en el lugar donde labora.

Si en cada clase tuya tratas de renovarte,

Si sabes utilizar un método sin convertirlo en esclavo,

Si tus castigos son fruto de amor y no de venganza,

Si sabes estudiar lo que creías saber,

Si sabes enseñar y aún más: aprender,

Si sabes enseñar y aún más: educar,

Si tus alumnos anhelan parecerse a ti……

Entonces tú eres maestro.

GABRIELA MISTRAL (CHILE).

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