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Escuela Mariano Ferreyra - Modelo de Educación Superior

Profesorado en Auxiliar Docente.

Año: 4º

Espacio Curricular: “Taller: Las Nuevas Tendencias en


Educación – El Debate Pedagógico Contemporáneo”.

Docentes: Juan Marcelo Pegoraro- Maximiliano Sandoval.

Trabajo Final: “Ensayo”.

Alumnas:
BLANCO, Natalia Alejandra.
DEL VALLE, Antonella Rita Evelin.
GÓMEZ, María Itatí.
MARTÍNEZ, Celina Luisa.

Ciclo Lectivo: 2020


“El análisis y el vínculo: herramientas claves para la función del auxiliar
docente”

Introducción:

Este escrito explica la postura y acción que entendemos como


productiva y colaborativa, que debe llevar a cabo el auxiliar docente al
momento de trabajar dentro de una institución educativa. Como así también los
aspectos a tener en cuenta para acompañar y sostener a los estudiantes en
sus trayectorias académicas; comprendiendo las particularidades/necesidades
de cada uno de ellos.

Desarrollo:

Como futuras auxiliares docentes y teniendo en cuenta los cambios que


se han producido en el rol del preceptor, desde sus comienzos dentro de la
escuela secundaria hasta llegar a la actualidad, creemos que, el auxiliar debe
tener -principalmente hacia los alumnos- una mirada integral, es decir social,
comunitaria y crítica. Nos referimos a que debemos ser profesionales activas y
comprometidas con la realidad educativa. Esto incluye considerar quiénes
integran las escuelas y los aspectos sociales, culturales, económicos, políticos
etc.; que influyen en el ámbito escolar.

Prosiguiendo, consideramos que la concepción de “…una educación


crítica, comunitaria y liberadora” [CITATION Jua19 \l 11274 ] nos permitiría ampliar y
asumir un mayor compromiso hacia la comunidad educativa, en especial hacia
las trayectorias estudiantiles de los jóvenes-adolescentes. Para explicar esta
visión en referencia a lo educativo, tomamos los postulados de Paulo Freire
quien lo interpreta como un “hecho histórico/social comunitario y personal”
[CITATION Jua19 \p 3 \l 11274 ] y Lev Vygotsky “desarrolla...la relación compleja
entre lo psíquico/cognitivo/afectivo y lo emocional…” como “…valor central para
la pedagogía…” [CITATION Jua19 \p 7 \l 11274 ].

En primera instancia, es importante hacer foco en “el alumno como


protagonista central del proceso pedagógico” [CITATION Mar \p 26 \l 11274 ] .
Conocer sus necesidades mediante el diálogo que incluya preguntas como:
¿Les gusta acudir a la escuela secundaria? ¿Asisten solo porque se sienten
obligados? ¿Qué expectativas tienen en relación a su futuro? ¿Consideran que
lograran finalizar sus estudios? ¿Qué requerimientos educativos-sociales
poseen? ¿Creen que la escuela podría responder y brindar respuestas a los
mismos?

Estas preguntas pueden ayudar a comprender los intereses, ideas y


percepciones que tienen los jóvenes sobre la escuela.
Como también es relevante conocer “…cuál es la esperanza de futuro que
depositan en la escuela los docentes” [CITATION Kap06 \p 29 \l 11274 ] ya que cada
profesor puede ser quien coordine en conjunto con la colaboración del
preceptor “…la dinámica general de la clase como líder social y afectivo”
[CITATION Mar \p 27 \l 11274 ] . Razón por la cual los diferentes actores
pedagógicos, tienen la posibilidad de transmitirles a los estudiantes, sus
propias visiones de lo que significa transitar el nivel medio y con esto alentar a
asumir desafíos en cuanto al aprendizaje en lo estudiantil y personal. Entonces,
si los docentes no tienen iniciativas ni expectativas sobre la experiencia
escolar, difícilmente pueda incentivar-se- y esto incluye al auxiliar docente.

En cuanto a las instituciones educativas, desde una perspectiva socio-


política y hasta podríamos decir optimista, estas no siempre responden a las
demandas e intereses del mercado dominante. Con esto nos referimos a que
el espacio escolar debería asumir la responsabilidad de generar alternativas y
posibilidad para ampliar saberes, experiencias y generar debates para la
construcción del pensamiento propio. A su vez reconocemos que existe una
cultura dominante que atraviesa a toda la sociedad -incluyendo a la escuela-,
que provoca desigualdad, principalmente económica y exclusión social,
debilitando a los más desposeídos como también dejando de lado la
diversidad.

Como auxiliares docentes, asumiendo el rol de guías, acompañantes y


garantes de las trayectorias debemos evidenciar y trabajar sobre estas
situaciones para revertirlas. Por ejemplo: conociendo la historia personal de
los alumnos, para intervenir según las necesidades de los mismos.

Por otra parte, consideramos que el primer paso para nuestro trabajo es
observar los mecanismos y las prácticas escolares que poseen los actores
dentro de la institución, para reconocer sus hábitos, comportamientos y
descubrir si estos tienden a la reproducción o existen márgenes para generar
una transformación. Es decir, que al conocer se puede crear acciones que
ayuden a “…incluir aquellos individuos y grupos sociales atravesados por el
fenómeno de la exclusión social” [ CITATION Kap06 \p 11 \l 11274 ], por medio de
métodos, estrategias, herramientas que permitan mejorar la realidad educativa
y personal de todos los sujetos.

Desde nuestras palabras, podemos decir que es necesario comprender


que quienes integran las escuelas son personas, atravesadas por su realidad
que se encuentran transitando un mismo camino, el de la educación formal,
pero la propia diversidad provoca que cada sujeto tenga necesidades,
expectativas y motivaciones particulares a nivel personal como académico. A
su vez, esta heterogeneidad hace que se pueda aprender del otro, de hecho es
necesario socializar, compartir y crear junto a los otros, fomentando la
importancia del vínculo y la solidaridad.
Esto aplica tanto dentro como fuera de la escuela ya que “…el proceso de
aprendizaje…” se da “…mediante la interrelación con lo cultural…, a través de
una red de relaciones complejas” [CITATION Jua19 \p 8 \l 11274 ].

Continuando con la importancia de la interacción, mencionamos que hay


habilidades que se construyen con el otro y al mismo tiempo genera cambios
internos en cada persona, como lo son el pensamiento y el lenguaje. Estos
mediante ciertas circunstancias, ayudan a estimular el diálogo, entender
diferentes perspectivas, ser críticos con lo que nos rodea, es decir afianzar
nuestra autonomía frente a lo que queremos decir teniendo en cuenta nuestra
interpretación sobre la realidad o contexto en el que nos encontremos.
Entonces, es importante que quienes poseen la labor pedagógica y
administrativa fomenten al alumnado a que sean capaces de transmitir sus
ideas con convicción y libertad, construyendo así su carácter y postura frente a
la diversidad de contextos.

Prosiguiendo con esta temática, en el ámbito escolar, se debe valorar


todos los aportes, dar el espacio y tiempo para que cada estudiante y docente
pueda expresarse. Si bien el profesor ocupa un rol pedagógico, también
aprende y avanza en la experiencia educativa junto a sus alumnos y a su vez
estos despejan inquietudes, buscan superar dificultades con la orientación del
docente y el acompañamiento del preceptor.

Por otra parte, desde una mirada opuesta y crítica Paulo Freire
“denuncia la existencia de una educación tradicional, repeticionista y
pseudo/completadora a la cual denomina bancaria.” [CITATION Jua19 \p 11 \l
11274 ], donde los alumnos solo reciben información y no tiene otra utilidad más
que la memorización. Este tipo de educación solo oprime al alumnado, no
permite que se pueda cuestionar, debatir, reflexionar sobre la información que
se transmite, es decir no hay un espacio para la expresión de los estudiantes,
lo que provoca que mantengan una postura pasiva y pierdan el interés de
aprender y solo se vuelva una obligación, la cual no ayuda en el desarrollo del
pensamiento propio y anula la participación democrática o la oportunidad de
transformar realidades que debería brindar la escuela. Por esto Freire
coincidía con Vygotsky en que:

(…) son fundamentales…el pensamiento/sentimiento comprometido y


el lenguaje, donde el sujeto educativo se apropia de la palabra para
reconstruir su propia vida. De tal modo, ya nadie tiene que hablar por
dicho sujeto, ni ponerse en su lugar, todos y todas aprendemos juntos
mediados por el mundo, pues “quien enseña aprende al enseñar y
quien aprende, enseña al aprender [CITATION Pau03 \p 40 \l 11274 ].

Teniendo en cuenta lo antes dicho, podemos decir que, para que la


educación sea productiva se debe dar paso a la participación del alumnado,
para lo cual se debería trabajar la empatía, la escucha activa, el compromiso a
través de la interacción donde se anule el autoritarismo, manteniendo un
diálogo en el cual se pueda debatir, cuestionar, reflexionar, criticar,
problematizar para lograr la transformación del propio pensamiento. Buscando
minimizar las distancias que generan situaciones de desigualdad, que oprimen
y deshumanizan a los sujetos.

Entonces, consideramos que el incentivo a aprender, seguir en


formación e intervenir, pueden convertirse en grandes herramientas que
colaboren a acompañar y sostener las trayectorias escolares y al mismo
tiempo, progresar en la función pedagógica, comunitaria y administrativa del
auxiliar docente. Lo cual implicaría crear posibilidades para transformar las
prácticas educativas y estos cambios, a su vez, podrían lograr más equidad. De
modo que significaría seguir trabajando para que la escuela sea ese espacio
que acompaña y contribuya al desarrollo personal y con esto, generar la
construcción de sujetos participativos dentro de la sociedad, es decir capaces
de modificar sus vidas.

Conclusión:

Teniendo en cuenta todos los aportes desarrollados en este escrito


podemos decir que es fundamental el rol que cumple el preceptor dentro de las
instituciones educativas, ya que es el mediador entre la escuela y la familia.
Con esto nos referimos a que articula con los directivos, el equipo
interdisciplinario, los docentes, estudiantes y los padres-tutores de los mismos.

El auxiliar considera los aspectos personales, académicos, económicos,


sociales y culturales del alumnado para conocerlos y elaborar un
acompañamiento y guía de acuerdo a las características y necesidades del
grupo-clase, con el fin de generar un vínculo que contribuya al camino
educativo de los jóvenes dentro del nivel medio, es decir, colaborar en el
avance, permanencia y egreso de los educandos.

Para esto el auxiliar lleva a cabo un análisis de la institución, de sus


actores y de la realidad estudiantil. Para conocer qué alternativas y qué
particularidades se presentan al momento de desempeñar su función. En esta
observación el preceptor evidencia cuáles son los mecanismos utilizados por la
comunidad escolar, respecto a la educación que imparten. Con esta acción se
puede conocer las propuestas y posibilidades que brindan las escuelas para
contener y reforzar conocimientos, para así evitar la desigualdad educativa.

Esta última se puede contrarrestar, mediante la participación activa del


alumnado, haciendo énfasis en la comprensión de la realidad de los mismos, a
través de la escucha activa, la empatía, la ayuda mutua, la enseñanza para que
cada uno pueda crear su propio argumento al momento de debatir, reflexionar y
criticar las diferentes situaciones que se presentan a lo largo de sus
trayectorias y de sus vidas.

Es decir, que cuanto más acceden al saber y utilizan eficazmente el


conocimiento, tienen más posibilidades de progreso y de modificar distintos
aspectos de la realidad, aunque sea de forma sencilla pero avanzando.

En fin, consideramos que a raíz de los cambios sociales y culturales, el


rol del auxiliar docente se fue modificando. Para esto debió fortalecer su
función pedagógica, o sea trabajar desde la observación, la crítica y la reflexión
de lo que significa, acompañar y sostener las trayectorias académicas, como
también articular y planificar en conjunto con todo el plantel docente.

Podemos decir que con estas herramientas, capacidades y habilidades


el preceptor pudo ampliar su aprendizaje, en cuanto a su rol y al mismo tiempo
trabajar en la detección temprana de las desigualdades educativas.
Bibliografía

Freire, P. (2003). El Grito Manso. Buenos Aires: Siglo XXI.

Kaplan, C. (2006). La Inclusión como Posibilidad. Ministerio de


Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación.

Torres, J. R., & Alvarado, M. A. (2019). Educación, ética de la liberación


y comunidad: Comentarios a partir del pensamiento de Lev Vygotsky y
Paulo Freire (Vol. 1). (A. I. Educación, Ed.) Instituto de Investigación en
Educación, Universidad de Costa Rica.

Zaccagnini, M. C. (2003). Impacto de los Paradigmas Pedagógicos


Históricos en las Prácticas Educativas Contemporáneas. Revista
Iberoamericana de Educación, 26.

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