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Neurociencias en el Antiguo Egipto

Podrían pensar que el Antiguo Egipto no tiene nada que ver con las neurociencias pero podrían
estar equivocados. Cuando los egipcios practicaban la momificación, normalmente extraían el
cerebro del cráneo a través de la nariz usando una herramienta en forma de gancho—una técnica
llamada excerebración. [1] Se especula que los egipcios también habrían podido extraer el cerebro
haciendo un orificio en la parte trasera del cuello, y a través del foramen, extraer el cerebro.[2] El
foramen es la abertura en la base del cráneo por donde la espina dorsal sale del cráneo.
El escritor griego Heródoto describió este proceso de extracción del cerebro en el siglo V AC. Él
escribe, “primero sacan parte del cerebro por los orificios nasales con un gancho de hierro”. [3] El
cerebro no era considerado tan importante como el corazón, ya que pensaban que era inútil en el
Más Allá y por lo tanto era desechado. Pero en algunos casos, no se sabe exactamente por qué, el
cerebro no se extraía y simplemente era dejado en el cráneo.[2]

Réplicas de ganchos de hierro usados para la


extracción del cerebro (Imagen: Science Museum, London, A634908 Pt1).
Réplicas de ganchos de hierro usados para la extracción del cerebro (Imagen: Science Museum,
London, A634908 Pt1).

Aunque el cerebro no era considerado importante para los egipcios, fueron ellos quienes primero
describieron la corteza cerebral. La primera descripción escrita del cerebro humano se encuentra
en el Edwin Smith Surgical Papyrus escrito en el siglo MDCC AC, el cual es una copia de un texto
mucho más antiguo que data del siglo XXX AC. [4]
“Corrugaciones” de la corteza cerebral.
(Fotografía propia del autor)
Este papiro describe varios casos de pacientes y sus padecimientos. En uno de los casos, el
paciente presentaba un agujero en la cabeza y el cerebro estaba expuesto. El autor describe como
observa “corrugaciones” similares a las observadas en el cobre fundido. Estas “corrugaciones” son
la primera descripción conocida de la corteza cerebral la cual tiene pliegues y la cual le da
al cerebro su característica apariencia arrugada. Es interesante mencionar que el autor también
escribe sobre el fluido cerebroespinal, pérdida del lenguaje e incluso describe las convulsiones
como “tiembla excesivamente”. [4]
La mayoría de los escritos médicos en esos tiempos, estaban llenos de magia y misticismo.
Aunque el autor del papiro no necesariamente hubiera entendido lo que estaba describiendo, el
documento es importante por sus descripciones racionales. Al mismo tiempo, representa el inicio
del gran camino de la exploración del funcionamiento del cerebro humano, lo que ha dado
nacimiento a la neurociencia moderna.

 Texto adaptado de la publicación por el mismo autor:

https://blogs.ucl.ac.uk/researchers-in-museums/2018/02/21/neuroscience-in-ancient-egypt/
 Referencias:

1. Fanous, A.A. and W.T. Couldwell, Transnasal excerebration surgery in ancient Egypt:


Historical vignette. Journal of neurosurgery, 2012. 116(4): p. 743-748.
2. Lamb, D., Mummification, especially of the brain. American Anthropologist, 1901. 3(2): p.
294-307.
3. Godley, A., In The Histories (440 BC), by Herodotus, Book 1, Chapter 46, Section 1. 1920,
English translation) Cambridge, Harvard University Press.
4. Gross, C.G., From imhotep to hubel and wiesel, in Extrastriate Cortex in Primates. 1997,
Springer. p. 1-58.
5. Imagen detacada obtenida de https://www.flickr.com/photos/astique/1860531902/

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