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El conflicto implica rivalidad, choque, dificultad de entendimiento, sea de un individuo consigo mismo,

o con otros. Es algo natural, producto de la existencia social, donde no todos pueden tener los
mismos pensamientos e intereses, y no siempre es negativo; puede conducir, a través del diálogo, a
buscar soluciones comunes y alternativas que incluso, enriquezcan los caminos de búsquedas de
opciones. Sin embargo, a veces esos acuerdos no se logran y se recurre a la violencia.

Los conflictos pueden variar según su contenido, su veracidad o según los participantes.
1. Conflictos según su veracidad
a. Conflictos reales
Son aquellos que en realidad existen, y que vienen provocados por diversas causas, ya
sean estructurales o del entorno (económicas, legales, etc.), entre otros.
b. Conflictos imaginarios
Los conflictos imaginarios derivan de malos entendidos, interpretaciones o
percepciones. En este tipo de conflicto no existe voluntad por parte de las partes.
c. Conflictos inventados
Los conflictos inventados, igual que ocurre con los imaginarios, no son reales. Ahora
bien, a diferencia de éstos, existe una intención por parte de alguna de las partes que,
generalmente, quiere sacar algún beneficio. Esto hace que buena parte de este
fenómeno sea en realidad manipulación.
2. Conflictos según los participantes
a. Conflicto intrapersonal
Este conflicto ocurre de forma interna, en la mente del individuo. Esto significa que su
origen está en los eventos privados: pensamientos, valores, principios, emociones…
Estos conflictos pueden tener distintos grados.
b. Conflicto interpersonal
Son aquellos que se producen en los procesos de interacción entre personas.
Normalmente aparecen de forma rápida, ya que solo es necesario que una sola
persona se sienta atacada para dar inicio a uno, lo cual hace que pueda nacer a raíz de
malentendidos.
c. Conflicto intragrupal
Se dan entre miembros de un grupo o equipo. Este tipo de conflictos pueden
desestabilizar la buena marcha de un equipo o grupo y afectar a su eficacia y cohesión,
ya que crean una preocupación extra o incluso llegan a bloquear totalmente la
capacidad de operar del colectivo, algo que a su vez puede producir más conflictos en
una reacción en cadena.
d. Conflicto intergrupal
Es un conflicto entre grupos y puede llegar a ser muy destructivo. Suele tener sus
causas en ideologías, prejuicios o disputas territoriales.
3. Según el contenido
a. Conflictos relacionales
Estos conflictos ocurren entre miembros de una familia, amigos o pareja.
b. Conflictos de intereses
Los conflictos de intereses tienen que ver con las motivaciones y las necesidades de
cada persona o grupo y con los recursos presentes en ese momento.
c. Conflictos ético y de valores
Tienen que ver con la cultura y el entorno en el que ha crecido la persona. Son
frecuentes y complejos, pues no es fácil que una persona cambie los principios que
rigen su comportamiento. En el caso del conflicto ético suele ocurrir cuando una
persona ha de tomar una decisión que no concuerda con sus valores más profundos.
d. Conflictos de liderazgo y poder
Los conflictos de liderazgo afectan principalmente a las organizaciones y pueden
afectar al rendimiento y a la salud de los trabajadores. Un fenómeno característico de
los conflictos tiene que ver con la lucha de poder.
e. Conflictos de personalidad
La personalidad es un conjunto de rasgos y cualidades estables que configuran la
manera de ser de una persona y nos hace únicos. La personalidad, al ser un fenómeno
poco flexible, puede ser la base de muchos conflictos intergrupales.

1. Comunicación
La comunicación es básica en la relación entre dos o más personas, pero también es una de
las principales fuentes de conflictos y es de vital importancia en su solución.
Una comprensión o interpretación inadecuada del mensaje pueden provocar un conflicto, pero
ocurre lo mismo cuando nuestro interlocutor presenta un comportamiento defensivo, mantiene
una actitud hostil o realiza excesivas preguntas. Esto puede hacer que el otro se sienta
interrogado.
2. Otras causas
A parte de la comunicación, se establecen varias causas para que se produzca un conflicto:
 Problemas de relación.
 Problemas de información: los implicados pueden tener diferentes percepciones sobre
algo, lo que impide que se pongan de acuerdo y se genera una discusión.
 Intereses y necesidades incompatibles.
 Por preferencias, valores o creencias.
 Conflictos estructurales: se refieren fundamentalmente a los roles que se asumen en
una relación, a la simetría o asimetría de poder.

1. Positivos
- Tiene en cuenta problemas que antes no se habían tenido en cuenta.
- Motiva a las a entender el punto de vista de los demás.
- Facilita la producción de nuevas ideas, la creatividad y el cambio.
- Puede mejorar el proceso de toma de decisiones al forzar a las personas a cuestionarse
sobre lo que está en la base de dichas decisiones.
- Puede fortalecer el compromiso con la organización si se resuelve adecuadamente
2. Negativos
- Genera emociones negativas y gran estrés.
- Limita la comunicación y finalmente la coordinación.
- Produce cambios de líderes participativos a líderes autoritarios.
- Genera “rótulos” hacia las personas (como por ejemplo: es comunista, es mujer, es
delincuente, etc.).
- Enfatiza lealtad a un pequeño grupo, perjudicando a toda la organización.
1. Mantener la calma: Es esencial mantener la calma para gestionar bien un conflicto y ayuda el
hecho de adoptar una perspectiva global y temporal.
2. Escuchar para entender: La única manera de resolver un problema es escuchar
atentamente lo que la otra persona está diciendo e intentar entender por qué o para qué lo
dice.
3. Acentuar lo positivo: Es importante encontrar algunos puntos en común, o crearlos, entre
uno mismo y la persona que está en el otro extremo. Mostrar empatía y una actitud positiva
tranquiliza a la gente de inmediato.
4. Exponer los argumentos con tacto: La clave aquí es ayudar a las personas a entender
nuestra perspectiva sobre el tema sin ofender ni permanecer a la defensiva. En la medida en
la que uno puede desarmar con tacto a la otra persona, esta estará más predispuesta a
escucharnos.
5. Atacar el problema y no a la persona: Es importante intentar despersonalizar al máximo
nuestros comentarios y centrarnos solo en la cuestión o problema. Es importante recordar que
en la mayoría de las declaraciones que hacemos en una disputa estamos luchando con
nuestra propia rabia.
6. Evitar el juego de la culpa: En términos generales, averiguar quién es culpable no aporta
nada si el objetivo es solucionar un problema. El truco para resolver los enfrentamientos es
centrarse en la resolución del problema en lugar de señalar con el dedo a alguien.
7. Centrarse en el futuro, no en el pasado.
8. Ser creativo: Es importante recordar que todo es negociable y que cualquier idea puede ser
buena a la hora de intentar resolver un conflicto.

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