Psicología humanista denominada como la “Tercera Fuerza” surgió después de la

segunda guerra mundial como Crítica al Conductismo y al Psicoanálisis ya que solo

mantenían una percepción deshumanizados, reduccionista y mecanicista, determinista
del hombre.

La Psicología Humanista toma características del existencialismo y la fenomenología y

propone un estudio del ser humano entendiéndolo como un ser consciente, intencional,
en constante desarrollo y cuyas representaciones mentales y estados subjetivos son
una fuente válida de conocimiento sobre sí mismo. 

TERAPIA CENTRA EN EL CLIENTE

La terapia centrada en el cliente fue desarrollada por Carl Rogers reivindicó la

bondad del ser humano y su tendencia innata al crecimiento personal frente a las
perspectivas más frías y pesimistas del psicoanálisis y del conductismo.

Para Rogers la psicopatología se deriva de la incongruencia entre la experiencia del

organismo, el autoconcepto, o sentido de la identidad; así los síntomas aparecen
cuando la conducta y las emociones no son coherentes con la idea que tiene la persona
de ella misma. En consecuencia la terapia debe focalizarse en que el cliente alcance
dicha congruencia. Cuando lo haga podrá desarrollarse plenamente, mostrándose
abierto a las experiencias del presente y sintiendo confianza en su propio organismo.

LA LOGOTERAPIA se centra en la búsqueda de significado vital ante el vacío

existencial, causante de síntomas psicológicos, emocionales y físicos. Según Frankl, las
personas siempre podemos dar un sentido a nuestras vidas, independientemente de las
circunstancias en que nos encontremos; esta búsqueda de significado constituye la
principal motivación vital.

Es una terapia de enfoque existencial, orientada hacia el futuro, la cual toma los
recursos del espíritu humano, considerando la búsqueda de significado como un
aspecto primario. Toma en cuenta la dimensión propia del ser humano, a nivel
espiritual.

La logoterapia concede gran importancia a la relación del paciente y el terapeuta.

Frankl destaca que tal relación entre las dos personas es el aspecto más significativo
del proceso terapéutico, un factor más trascendente que cualquier método o técnica.
EL PSICODRAMA es el método que puede ayudar a una persona a explorar las
dimensiones psicológicas de sus problemas, por medio de una representación
dramática de sus situaciones conflictivas. La representación dramática puede moverse
entre las muchas facetas de la vida del protagonista (pasado, presente, futuro).

Moreno parte de que las emociones, fantasías y pensamientos humanos poseen un

carácter acumulativo por medio de la existencia de la persona y, como resultado de
ello, surge el drama como un modo de organización de la experiencia.

Componentes principales del psicodrama:

El director: Es el terapeuta principal.
El protagonista: es el que va a representar los diferentes dramas imaginarios o
actuales de su modo cotidiano.
El ego auxiliar: es el actor que representa los roles requeridos por el mundo del
protagonista
El público