Los muebles de la colección de Felipe II y
de su hija la infanta Isabel Clara Eugenia1
Almudena Pérez de Tudela
Patrimonio Nacional (Escorial)
Felipe II tuvo ocasión desde su juventud de
rodearse de los objetos y las colecciones más fas-
tuosos. Muchos fueron herencia de sus antepasa-
dos, con abundante pintura flamenca y tapices,
pero también desde joven coleccionó muchos y
variados objetos de gran valor artístico. Desde su
estancia en Flandes comienza a adquirir manufac-
turas flamencas, pero este interés se incrementará
a partir de su traslado a España en 1559.
Apenas llegado a Toledo en 1559, el rey reci-
birá importantes presentes diplomáticos, proceden-
tes especialmente de Italia, con el fin de obtener
beneficios en las difíciles y lentas negociaciones
con la corte de España. Uno de los regalos más
importantes serán fastuosos muebles que pasarán a
formar parte inmediatamente de estas colecciones.
Quizá el cabeza de serie sea el gabinete que
Niccolò Orsini, conde de Pitigliano, encarga en
1559 con esculturas famosas en miniatura fundidas
por Willem van Tetrode, llamado Guillermo
Flamenco. Actualmente sólo se conservan algunas
de estas esculturas, mientras que el mueble en el
que estaban insertas no se sabe si realmente llegó
a manos del rey.2
Sin duda, uno de los presentes más significa-
tivos sería el enviado por el cardenal
Montepulciano. Giovanni Ricci encamina al rey
en 1560 una colección de emperadores romanos
junto a algunas mesas de piedras duras realizadas
por el maestro al servicio de los Farnesio en
Roma, Jean Menard. Estas mesas se describirán,
como veremos, al final de los días de Felipe II en
el Alcázar madrileño.
Los muebles de la colección de Felipe II y de su hija la infanta Isabel Clara Eugenia 33
Junto a la mesa, venía un escritorio de taracea
metálica hecho en Roma que ha llegado hasta nos-
otros porque fue destinado a un uso religioso en vez
de civil. Tras pasar por el monasterio de El
Escorial, sería donado por el rey a Guadalupe2
donde se conserva aún hoy como sagrario para
cumplir los preceptos tridentinos.
Todavía en 1570, casi diez años después de
haber hecho este regalo, el cardenal Montepulciano
se dolería ante el embajador español en Roma,
Juan de Zúñiga, por no haber sido beneficiario a
pesar de aquellos regalos de ninguna pensión ecle-
siástica de las que había repartido el rey.4
También en estos mismos años, 1561, recibe
una colección de antigüedades, junto a algunos
muebles romanos que le envía el papa Pío IV. En la
documentación se hace referencia a “las mesas y
escritorios que ynbio el papa y para la mesa y para
otra mesa que dio el pri.e nro señor (don Carlos) a
su md.t”. La delicadeza de estas piezas condiciona
que viajen con escultores especializados en su
reparación.
Ya una vez el rey instalado en Madrid,
comienza a reformar el antiguo Alcázar a la mane-
ra renacentista. Su guardajoyas trasladado de
Toledo a Madrid estaba compuesto por ochenta y
tantos cofres. Las mesas de piedras duras serían
muy apreciadas por el rey, quien en 1562 ordena el
traslado de dos de ellas.5 En 1572 recibirá desde
Nápoles una cama.6 En 1576, Marco Antonio
Colonna va a Madrid a tratar sus negocios y le lleva
cinco mesas más. Por último, el cardenal
Alessandrino, quien visitó la corte ya en 1571,
decide enviar a Madrid, en 1585,7 otra mesa que
había pertenecido al cardenal Delfino y que hoy se
conserva en el Museo del Prado. (Fig. 1) El tablero
estuvo abandonado algunos meses en Alicante
hasta que se trasladó a Madrid. El sobrino de Pío V
temía que las diferentes piezas, unidas con betún,
se hubiesen desprendido y contemplaba la posibi-
lidad de enviar desde Roma a un maestro especia-
lizado para repararla. Esta mesa sería similar a las
que ya había hecho llegar años antes el cardenal
Montepulciano o don Luis de Toledo.8 Aunque el
embajador español en Génova pensaba que esta
mesa iría destinada a El Escorial, Felipe II la
encuentra más acorde con el Alcázar, un espacio
donde tenían mayor cabida piezas de mobiliario
más lujosas. También el embajador español en
Roma, el conde de Olivares, interpreta la salida
casi furtiva de este tablero de excelente calidad de
Roma para que sirviera para ornamentar el palacio
de Aranjuez,9 famoso por sus jardines, pero prácti-
camente carente de mobiliario por esas fechas.
En 1587 estos tableros de piedras duras se
exponían, junto a pinturas de Tiziano, en la deno-
minada galería nueva del Alcázar madrileño, últi-
ma morada del rey Prudente.10 Se dotaron de unos
pies tallados y dorados de nogal que serían simila-
res a algunas producciones florentinas contemporá-
neas. Se le pagaron en 1590 a Pedro de Valencia,
maestro mayor de las obras del Alcázar madrile-
ño.11 En el siglo XVII estos pies más sencillos se
sustituirían por otros marmóreos y en el XIX por los
leones broncíneos con que las vemos hoy en día.
Felipe II también tenía otras mesas de jaspe, pare-
ce que de producción hispana, y no se debe pasar
por alto que una mesa de jaspe oriental, de la que
nos habla fray José de Sigüenza, estuvo en su habi-
tación escurialense.
Este tablero de piedras duras del cardenal
Alessandrino llegará acompañado de unos costosí-
simos escritorios que envía el duque de Toscana
desde Florencia, vía Génova. El embajador español
en esta ciudad italiana tiene especial cuidado en
embarcarlos, dada su calidad y lo apreciados que
serán por el monarca.12 En agosto de 1585 Felipe II
dará cuenta a don Pedro de Mendoza de cómo habí-
an desembarcado en Barcelona y llegado a sus
manos.13 Serían conducidos por el hombre de placer
que tanto satisfacía al rey, Gonzalo de Liaño.14 El
que los mete en cajas se refiere a ellos como “aque-
llos bellos studiolo y mesa (tavolino) llenos de
joyas”. Uno de estos studioli sería regalado, a su
vez, por el rey a su hija predilecta, la infanta Isabel
34
Clara Eugenia.15 Para hacernos una idea de su sun-
tuosidad, debemos recurrir a una descripción que
hace, en este mismo año 1585, el agente del duque
de Urbino en España: “Luis Dovara ha traído diver-
sos regalos y uno que ha enviado el Gran Duque [de
Toscana] a Su majestad [Felipe II] que afirman que
es bellísimo y riquísimo. Es un escritorio de ébano
todo guarnecido de oro y de muchas joyas, el cual yo
no he visto, pero dicen que vale 25 o 30 mil escu-
dos.”16 En reciprocidad a este regalo, al parecer
enviado por la duquesa de Florencia, manda a
Gonzalo de Liaño a Italia con una joya de gran valor.
En 1591 el rey recibiría otro nuevo escritorio de las
afamadas manufacturas florentinas, junto a otros
ricos regalos para sus hijos.17 En 1592 a un escrito-
rio que Médici le regaló a la infanta se le añadirán
tres pirámides de ébano rematadas por esmeraldas
circulares realizadas por Juan Pablo Cambiago.18
Posiblemente sean los dos escritorios de ébano “el
uno de pedrería y ébano” que adereza García de
Torres en el aposento de la infanta en 1597.19
Que estos escritorios, recordemos que Felipe
II pasaba horas con sus papeles, fueran tan apre-
ciados debió de ser conocido en Italia. Así, otros
personajes como el genovés Giulio Spinola, que
había sido embajador y pretende una plaza en el
Consejo de Milán o una compañía de las que están
vacantes en ese estado, presenta en 1587 dos
bellos escritorios al rey, que sólo acepta uno de
ellos, pareja de otro que le envió tiempo atrás el
duque de Terranova, gobernador de Milán, desde
aquella ciudad italiana.20 Milán era una de las prin-
cipales proveedoras de artículos de lujo para la
corte española. Quizá estos escritorios que envía su
gobernador sean los que viajan hacia España en
1585.21 Zarabaglia también parece que realiza en
Milán con anterioridad a 1570 algún mueble
damasquinado tipo escritorio para el rey.22
Aparte de estos ejemplares más italianos y clá-
sicos, el rey sintió también fascinación por los escri-
torios y muebles alemanes,23 concretamente de
Augsburgo.24 En sus inventarios se describen multi-
tud de escritorios de este tipo, algunos con apliques
de plata. Sin embargo, destacarán las obras del
entallador Bartolomé Weyshaupt quien se llega a
trasladar a España. Su nombre “como maestro de
hacer escritorios” aparece en las cuentas de
Simancas desde mayo de 1559 con una asignación
fija. Realizó también obras que los duques de
Baviera le regalaron al príncipe don Carlos.
Después parece que el propio príncipe le encarga
una mesa ochavada con sus bancos y otros muebles
que, al morir el joven en 1568, serán asumidos por
su padre. En 1565, se le paga por cuatro bufetes,
dieciséis bancos y dos escritorios con sus pies, más
dos mesas, una circular y otra ochavada, para la
recámara del rey. En 1568, a Cristóbal Herman,
agente de los banqueros Fugger en Madrid, se le
pagan cuatro mesas de madera “encajada” (como se
denominaría a la taracea en los documentos del XVI),
seis mesas, ocho bancos y dos aparejos de puertas
que se trajeron de Alemania por mandato del rey.
Estas puertas serían las que hoy se pueden admirar Figura 1. Tablero del Cardenal Alessandrino. Museo del Prado.
en El Escorial. (Fig. 2) Su riqueza nos habla de
cómo debía de ser el conjunto. En esta misma este-
la estaría un magnífico escritorio de Augusta que
trae David Brunnel y que se describe en el inventa-
rio del Alcázar de 1598, a la muerte del monarca.
Para cerrar este capítulo del sur de Alemania, no se
debe olvidar la magnífica cama que trae Antonio
Meyting de Augusta para Felipe II en 1573, junto a
dos mesas alemanas labradas de marquetería.
En 1576, tras pasar tres años en Madrid,
Weyshaupt regresa a Augsburgo para acabar y ade-
rezar la mesa ochavada que se había estropeado en
el mar en su trayecto hacia España. En 1579, tanto
la cama rica como la mesa ochavada figuran en el
cargo del guardajoyas. De Alemania también reci-
bieron multitud de escritorios y muebles en made-
ra de ébano con plata. Especialmente elocuente a
este respecto es el ajuar que trae en 1571 la cuar-
ta y última mujer del rey, Ana de Austria, entre el
que descuella la arqueta de Janmitzer con que le Figura 2. Puerta de El Escorial. Patrimonio Nacional.
obsequia la ciudad de Nuremberg a su paso por
ella. Al igual que la arqueta de Tereo, pasa a con-
vertirse en relicario en las Descalzas Reales. que se incluía el mobiliario. Las estrechas relacio-
nes con la casa de Portugal, convirtió a la familia
Los tesoros más valiosos del rey se almacena- real española en la principal proveedora de obje-
ban en el guardajoyas en el que parece que los tos orientales para la otra rama de la casa de
objetos más preciados estaban custodiados en apa- Austria en Centroeuropa. Desgraciadamente, hoy
radores25 y alacenas a manera de armarios que se conservan en España muy pocos de estos obje-
fabricaron en maderas no muy costosas, como el tos, pero sí han llegado hasta nosotros los reunidos
nogal, carpinteros al servicio del rey. También en por el primo de Felipe II, Fernando II del Tirol, en
armarios con anaqueles se guardaban los vidrios, la Ambras, o los que atesoró el emperador Rodolfo II,
armería y lo que había en los ricos aposentos del sobrino de Felipe II, que no debe olvidarse que se
rey.26 Así sucede con lo que se creía que eran cuer- educó en España.
nos de unicornio, que quedarían vinculados a la
corona, y para los que se construye una caja espe- En 157428 recibe unas arquimesas orientales
cial para protegerlos.27 Este guardajoyas, ubicado que conservará durante todo su reinado. El duque
inicialmente en el Alcázar de Toledo, se regaba y de Alba, en 1580, le envía un catre indio y, aparte
limpiaba y sus ventanas estaban protegidas por de los documentos publicados por Sánchez Cantón,
esteras que evitaban la entrada de la luz solar. poseía en el Alcázar más mobiliario oriental que
contribuía a subrayar simbólicamente su dominio
Al hablar de Felipe II no se puede descuidar sobre las colonias. Casi el único testimonio que ha
su fascinación por los objetos orientales, entre los llegado a nuestros días es una pareja de sillas Ming
Los muebles de la colección de Felipe II y de su hija la infanta Isabel Clara Eugenia 35

Figura 3. Silla Ming
de El Escorial.
Patrimonio Nacional.
Figura 4. Cama de la Infanta Isabel Clara Eugenia.
El Escorial. Patrimonio Nacional.
de El Escorial. (Fig. 3) Tampoco debemos olvidar
que las camas de la familia real se alhajaban, en el
periodo estival, con gasas más livianas venidas de
las Indias, como las de la infanta Isabel Clara
Eugenia, reconstruida por Florit a principios del
siglo pasado. (Fig. 4) El Alcázar y otras dependen-
cias se completaban con un mobiliario menor, más
simple y utilitario, del cual nos podemos hacer una
idea por los retratos, con bufetes, sillas y doseles
que estaban ya en el cargo de tapicería,29 en vez de
en el guardajoyas. Sin embargo, estas piezas serí-
an fundamentales para entender, incluso, la eti-
queta borgoñona.
36
Conociendo sus preferencias, es fácil com-
prender los muebles que encarga o que compra por
su propia iniciativa. Dada su pasión por los pape-
les se hace construir escribanías o escritorios con
maderas de ébano de Portugal. Especialmente sig-
nificativo es el encargo al embajador español en
Portugal de unas tablas de unas dimensiones difí-
ciles de hallar, ya que el rey las deseaba muy
anchas.30 En medio de las negociaciones relativas
a la sucesión de Portugal, Cristóbal de Moura
habla de un maestro que talla esta dura madera,
pero que es muy lento. Quizá como prueba de su
arte, le ha mandado realizar una pequeña caja,
posiblemente dirigida al secretario real Zayas.31
Las ocupaciones del embajador hacen que descui-
de este encargo, concediendo el rey un poco más
de margen y permitiendo que llegasen en verano
de 1579.32 A finales de marzo de 1579 ya se han
encontrado los tableros de ébano de las dimensio-
nes requeridas por el rey.33 En julio de este año
sabemos que se trataba de doce tablas de palmo y
medio de ancho cada una.34 Parece que en esta
escribanía de ébano, de considerables dimensio-
nes, habría incrustaciones ebúrneas, ya que el
embajador habla del mejor maestro en estos dos
campos activo en Lisboa,35 que podría servir para
trabajar en El Escorial. En septiembre vuelve a
referirse a este oficial que labra ébano.36 Para no
equivocarse, Moura pide de nuevo las dimensiones
que deben tener las tablas, junto con el modelo del
mueble para que lo haga el ebanista que ha encon-
trado y demuestre así su habilidad. El rey contes-
ta en cuanto a las medidas y anuncia, que si final-
mente va a Portugal, entrará en contacto directo
con el maestro.37 Como su partida para Lisboa es
inminente, Felipe II pide a su embajador que le
guarde las tablas allí hasta su llegada.38 Moura
acata su orden y alberga esperanzas de que la
escribanía se pueda hacer en Portugal controlando
el monarca el encargo.39 Desgraciadamente, la lle-
gada del rey a la capital lusa interrumpe esta
correspondencia, privándonos de conocer el ulte-
rior desarrollo del encargo. No obstante, se debe
destacar que desde el periodo de residencia en
Badajoz, Felipe II tuvo acceso al mejor mobiliario
de procedencia oriental llegado al puerto de
Lisboa. Así en esos meses, recibe un catre que le
envía el duque de Alba.40 En 1595 asumirá a su
servicio a Hispano, maestro en los trabajos de eba-
nistería y marfil y proveniente de Nápoles.
Estas maderas orientales odoríferas no esta-
ban escogidas al azar. Aparte de volver a insistir en
sus dominios ultramarinos, su belleza y riqueza,
eran un repelente natural para insectos xilófagos
que podían dañar los papeles o preciosos objetos
contenidos en los muebles. De las cuentas se des-
prende que Felipe II también tenía mesas con cajo-
nes de este material en 1593.41
Felipe III aprovechará en los primeros años
algunos muebles de su padre, como la cama de res-
peto que desempeñaba un papel decisivo en cere-
monias como la del Toisón de Oro que se celebró en
1591 en el Alcázar para que sirviese de modelo al
joven príncipe. Esta cama será trasladada a
Valencia para recibir a la nueva reina, Margarita de
Austria.
Junto a estos muebles de lujo, el rey poseía
otros más simples. También tenía diversas camas
en lugares donde pasaba sus “jornadas”, como en
El Pardo o El Escorial.42 Asimismo, su mobiliario
estaba condicionado no sólo por la etiqueta, sino
por sus dolencias, como la gota, por ejemplo.43
Felipe II también se ocupa del mobiliario de
sus hijos. Así hace fabricar una magnífica escriba-
nía para su heredero,44 aparte de algunos muebles
del guardajoyas. (Fig. 5)
Sin embargo, la precaria salud de sus hijos
varones hace que toda su atención se centre en la
infanta Isabel Clara Eugenia, su primogénita y pre-
dilecta, a la que dota de un mobiliario acorde a su
estatus desde su nacimiento.45 Sus cuentas, a dife-
rencia de las de su padre, se conservan bastante
unitariamente, especialmente las del periodo de
sus últimos años en España, y por dicha razón
hemos decidido profundizar en su mobiliario.
La infanta Isabel Clara Eugenia
La infanta vivió en un ambiente privilegiado
disponiendo de las colecciones artísticas reunidas
por su padre, que en algunas ocasiones usaba.46 Sus
habitaciones se protegían, en ocasiones especiales,
con tapices, aunque también las paredes se aisla-
ban con guadamecíes.47
Desde su nacimiento se le destinaron unas
habitaciones debajo de las de su madre, constru-
yéndose como único acceso una escalera.48 Como
era tradicional en los alcázares españoles, siempre
estuvieron en la zona dedicada a la reina.49 Se com-
pletaron con toda la carpintería y las ventanas se
protegían con rejas y encerados.50 Como ocurría en
Los muebles de la colección de Felipe II y de su hija la infanta Isabel Clara Eugenia 37
Figura 5. Escritorio
Guadalupe.
las dependencias del resto de la familia real, estas
habitaciones tenían canceles y se colocaban atajos
de madera para colgar guadamecíes que protegie-
sen de la humedad.51 Asimismo, los suelos estaban
tapizados de alfombras, muchas de ellas de proce-
dencia oriental, como muestra el retrato de la
infanta de hacia 158652 (Museo del Prado, P-861).
Las vistas de sus habitaciones siempre fueron
privilegiadas, especialmente en los años ochenta,
ya que desde éstas se podían vislumbrar, incluso,
las obras escurialenses. Una cuenta del esterero de
1582 se refiere al “studio de las s.as ynfantas” y la
sala donde danzan sus altezas, aparte de la cáma-
ra y el oratorio.53 Este año parece que hubo bas-
tantes movimientos según se detecta en las cuen-
tas del guardajoyas.54 En 1583 se colocan en el
oratorio pequeño de sus altezas unas cortinas de
tafetán carmesí.55 También, en 1583, existía un jar-
dín “nuevo” con celosías para las hermanas.56 Al
igual que las salas principales de su padre, las
ventanas y puertas estaban rematadas con már-
mol.57 Al final de sus días en España, sus aposen-
tos en el Alcázar estaban plenamente condiciona-
dos por la etiqueta borgoñona, con retrete, saleta,
etc.58 En ocasiones se modificaban las habitacio-
nes para evitar los contagios.59
Cuando marcha Catalina Micaela, la infanta
compartirá con su hermano algún cuarto, cuyas
chimeneas se rematan con bolas doradas en
1590.60 La infanta poseía un oratorio y una tribuna
desde la que asistir a algunas ceremonias religio-
sas.61 La pieza del oratorio tenía una ventana en la
que se coloca en 1594 una cortina de tafetán62 y es
en la pieza contigua donde la infanta tenía su gale-
ría de retratos familiares,63 que se va incrementan-
do con sus sobrinos.64 En la documentación se
habla frecuentemente de su cámara con dos venta-
nas con cortinas.65 En 1594 recibió a Camilo
Borghese en sus habitaciones, en una cámara tapi-
zada como la de su padre con paños flamencos y
bajo un baldaquino de brocado.66
 Aunque su vida transcurría en el Alcázar de
Madrid, se trasladaba junto a su padre en las jor-
nadas, pasando el mes de mayo en Aranjuez,67 el
verano en San Lorenzo y el otoño cazando en El
Pardo.68 En otros palacios reales, como El
Escorial, disponía de su aposento y galería y utili-
zaba el oratorio destinado a la reina Ana de
Austria. La infanta se haría traer aguas de olor69 y
destilaciones desde Aranjuez y se acordaría de
este palacio, tan deudor de Mariemont, cuando lo
deba restaurar ya en los Países Bajos. De
Aranjuez70 y de la Casa de Campo recibiría sema-
nalmente el “regalo” de frutas y productos de tem-
porada, junto a ramos de flores que decorarían sus
estancias y que vemos en sus retratos71 (Museo del
Prado, P-1138). También en Aranjuez se criaría
seda “cruda” para ella, aprovechando las moreras
del Jardín de la Isla, que después se mandaba
labrar en Toledo.72 En las cuentas son frecuentes
las referencias al aposento de la joven73 en el deno-
minado “Cuarto Real Nuevo” embrión del actual
palacio. Como era habitual sus suelos estaban pro-
tegidos con esteras de esparto.74 En muchas de
estas jornadas, los aposentadores se anticipaban a
la llegada de la familia real llevando camas y otro
mobiliario para alhajarlos.75
Asimismo, son frecuentes las referencias a
puntuales traslados al monasterio de San Jerónimo
o a las Descalzas Reales,76 donde la princesa doña
Juana de Austria tenía sus colecciones y galería de
retratos familiares y que sería la residencia, tam-
bién, de su tía, la emperatriz María, a partir de
1582. En 158077 los infantes pasan el verano en
este monasterio y en 1581 los aposentos de las
infantas comunicaban con una escalera de caracol
decorada con azulejos con las habitaciones de las
meninas, hacia arriba, y debajo de ellas se situaban
las de las damas, viéndose, desde su aposento, la
huerta.78 Parece que sus altezas se vuelven a mudar
allí durante los meses de verano de 1582. En estas
ocasiones se trasladaba buena parte del mobiliario
a las Descalzas, como los bufetes de plata.79
También se piensa en que la infanta y su hermano
posen en las casas pegadas a las Descalzas a la
vuelta de Valencia en 1586, ya que no estaban ter-
minadas las obras de reforma que Felipe II había
comenzado en el Alcázar.80
La infanta se trasladaría allí tras la muerte de
su padre y permanecería en el monasterio hasta su
salida rumbo a Valencia en 1599.81
38
Mobiliario
En un principio sus cuentas dependen de las
de la reina Ana de Austria, pero poco a poco van
adquiriendo independencia. En 1576 las infantas
reparten arquillas de taracea entre las meninas.82
En 1579 el ensamblador Quero de León adereza un
bufete de Alemania que estaba todo quebrado,
posiblemente al haber saltado la delicada labor de
marquetería característica de este mobiliario.83
También se detectan en las cuentas elementos para
su higiene como un baño pequeño o tocadores, pre-
sumiblemente con espejos. Éstos se protegían en
cajones, al igual que los escritorios.84 En febrero de
1581 se adereza un armario y en marzo un gabine-
te.85 En 1581 se colocan herrajes metálicos en una
arquita de barba de ballena para las infantas.86 En
1582 el cerrajero alemán Hans Sax añade los
herrajes dorados a dos cofrecitos de laca “namban”
que reciben de Portugal.87
En 1583 las escribanías de asiento de las
infantas se cubren con terciopelo forrado de raso y
se decoran con pasamanos de oro.88 También se arre-
gla una cama para la mayor89 que tendría goteras.90
En verano se les colgarían unas colgaduras más
sutiles como telilla de la India.91 Estas camas serían
bastante ricas, ya que poseían pilares dorados de
madera.92 En las cuentas menudean referencias a
elementos que enriquecerían este mobiliario, perte-
necientes al cargo de tapicería, como pabellones.93
Durante el viaje a Monzón, aparte de tapicería
en seis cajones largos encorados, se trasladan algu-
nos muebles para el príncipe y su hermana como
camas, escritorios en sus fundas, braseros de plata
sacados del guardajoyas o un bufete de plata en su
caja con funda de bayeta.94 También encontramos
una arquilla de taracea a la que se le coloca una
cerradura y otra de aceites y olores.95 Asimismo el
platero Rodríguez Babia adereza un bufete de la
infanta de ébano y plata dorada que debió de sufrir
durante el viaje.96 En 1585 se repartieron los bien-
es de Isabel de Valois entre las dos hermanas.
Entre lo que le correspondió a la mayor estaba un
oratorio al modo de los de Ciudad Rodrigo con el
Nacimiento, la Epifanía y motivos florales, muy
maltratado, un bufetillo de ébano con decoración
aplicada de plata dorada y esmaltes, una arquilla
para el Santísimo Sacramento o un velador de plata
con su mesilla labrado de cartones y frutas.97
Isabel Clara Eugenia aprendió a escribir desde
muy niña y en sus cuentas abundan referencias a
papel, lacre, plumas, etc. Asimismo, Felipe II la
educó para que estuviese preparada para heredarle.
Relacionado con esta actividad estaría también un
bufete con su cajón de nogal “para que escriba S.A”
que se talla para ella en 1587.98 Ese año se fabrica
un atril de nogal grande forrado de damasco carme-
sí acolchado para la cama y se adereza un escritorio
alemán, posiblemente de marquetería, de la infan-
ta.99 Quizá fuese uno de los dos escritorios grandes
comprados el año anterior a un flamenco.100
Asimismo se forran cuatro escritorios pequeños de
damasco carmesí.101 En el cargo del guardajoyas
aparecen escritorios en los que se conservan unos
breves papales y cofres de hierro forrados en bocací
rojo en los que se guardaban las sayas de la infan-
ta.102 Parte de este mobiliario acompañaba a la infan-
ta como un pequeño bufete de plata que se lleva a El
Escorial.103 Ese año se trasladan desde Aceca a El
Escorial varios muebles como la caja con los espejos
de la infanta.104 En 1588 la infanta enviará una
arquilla de plata para que sirva, en un monasterio de
Oviedo, para custodiar el Santísimo Sacramento, de
manera más modesta respecto a la fastuosa de cris-
tal de roca, regalo de Carlos Manuel I de Saboya,
que destinó a El Escorial con idéntico fin.105
La riqueza de estas piezas explica que a fina-
les de 1591 se fabriquen nuevas fundas para los
escritorios de la infanta.106 Este año se recompone
un bufete guarnecido de plata de la infanta107 y se
pone una luna a un espejo de plata.108
En 1592, año en que la corte se traslada a
Tarazona, se fabrican cajas protectoras para salvas
de plata dorada y una fuente de la infanta.109 Esta
vajilla podría estar en un aparador.110 La infanta
donará una escribanía a Andrés Alcocer111 y com-
pra otra para ella al ebanista Bartolomé Nevado con
una regla y un compás, aparte de los instrumentos
habituales en estas piezas.112 Uno de sus escritorios
de Alemania se protege con una funda de cordobán
colorado.113 El tocador de la infanta se enriquece
con un estuche con diversos instrumentos, quizá
para manipular los alambres y los diferentes ele-
mentos de los complicados cuellos y tocados.114
En 1593 encontramos aparte de nuevas fun-
das de terciopelo carmesí para los escritorios,
mobiliario común como taburetes, sillas rasas guar-
necidas de terciopelo verde y carmesí y una caja de
nogal con su clavazón para proteger una escribanía
de ébano que hizo Bernabé Nevado el año anterior
para la infanta.115 Este año regala a su confesor
alfombras de Alcaraz.116
Los muebles de la colección de Felipe II y de su hija la infanta Isabel Clara Eugenia 39
Figura 6. Felipe II y sus hijos. Hispanic Society of America.
En 1594 se fabrica una arquilla para los toca-
dos de la infanta y se forran de raso carmesí los
cajones de un escritorio. Dos taburetes y dos sillas
rasas de sitial se tapizan con terciopelo carmesí.117
El flamenco Giles fabrica nuevos cofres tumbados
para la infanta118 y en las cuentas encontramos
cofrecillos y cajones.119 También se cubre de
damasco carmesí el escritorio de ébano de la
infanta120 y de terciopelo carmesí un bufete de
madera de Alemania que se encontraba en el ora-
torio de la infanta.121 Asimismo, se visten de ter-
ciopelo carmesí con alamares de oro dos bufetes de
la cámara y antecámara de la infanta.122 Por último,
se adereza un espejo, limpiando su guarnición y
asa.123
En 1595 se hace una caja en la que proteger
el espejo y atril en el que se toca la infanta.124
Ambos se dispondrían sobre un bufete125 y este año
se arregla el espejo de la infanta con una guarni-
ción de plata que se habría quebrado a pesar de las
protecciones y precauciones.126 El bufete de made-
ra de Alemania se preserva con una cubierta de
tafetán carmesí.127
En 1596 se realizan varios aderezos en
escritorios de la infanta, uno de los cuales estaba
en el bufete de su antecámara.128 El platero
Francisco de Reinalte pone unas cantoneras de
oro en un pequeño bufete de ébano de la infanta
y compone una arqueta de cuerno guarnecida de
oro esmaltado.129 Muchos de estos muebles, como
escritorios y cofres, se llevarán a Toledo, deján-
dose en las casas arzobispales.130 Un complicado
escritorio de taracea alemán hace necesario que
se lleve a casa de un soldado de la guardia ale-
mana, Melchor Vázquez [Feistin españolizado],
quien también trabajará para el príncipe Felipe131
y que parece especializado en reparar mobiliario

de este origen. En 1597 se coloca una llave con su
anillo real en un cofrecillo de terciopelo negro y
se hace un arca para meter las aguas de olores.132
Este año se engasta una cerradura en un armario
que había regalado la duquesa de Alba a la infan-
ta133 y se repara su escritorio dorado.134 El platero
Luis de Morales adereza un atril de plata en el
que se tocaba la infanta, blanquea una arquilla de
plata con su tapador y proporciona una guarnición
a una arquilla de hilo de plata que había hecho la
propia infanta.135
Al igual que el resto de su familia, también
poseía mobiliario oriental que, por su delicadeza,
debe repararse.136
El protocolo y la etiqueta condicionaban la
137
creación de algunos muebles, como los bancos para
cuando la infanta dio de comer a los pobres en
1596 y 1597.138 Otros muebles estaban condiciona-
dos para la compleja indumentaria de la infanta,139
como un bufete pequeño que servía para quebrar
sus cuellos140 o un abrecuellos para abrir sus gor-
gueras.141 Asimismo, se mencionan cofres para la
ropa blanca o arcas para guantes.142 En otro bufete
la infanta comería en la cama cuando estaba enfer-
ma.143 También, en 1597, cuando fallece su herma-
na, se hace un sitial de terciopelo negro posible-
mente condicionado por el luto.144
Muchos de los encargos de la corte se traen a
su presencia antes de llegar a sus destinatarios,
como el tocador de ébano para la nueva princesa de
España.145
La infanta llevará parte de este mobiliario a
Bruselas en 1599 vía Laredo, destacando un escri-
torio grande y una cama que le dio su tía María.146
Una vez en Flandes como gobernadora recibirá con
gran alborozo un escritorio de ébano con el que
asistía al Consejo de Estado con su padre.147
Desgraciadamente, aunque muchos de los
muebles del rey son heredados por sus hijos, otros
serán vendidos en almoneda para saldar sus deu-
das. Debido al paso del tiempo y el cambio de gusto
serán contados los ejemplares que han llegado a
nuestros días, por lo que debemos reconstruirlos
con testimonios documentales como cuentas e
inventarios. Esta investigación será útil a la hora de
trazar las biografías de los carpinteros que hacen
estas obras o las recomponen, y también ayudará a
entender las excepcionales piezas que han llegado
a nuestros días.
40
Notas
1 Este trabajo se inscribe dentro del proyecto I+D La ebanistería
en el Monasterio de El Escorial. Siglos XVI y XVII (HAR2008-
02605/ARTE). Como introducción al tema nos remitimos a Mª Paz
AGUILÓ, El mueble en España, siglos XVI-XVII, Madrid, 1993.
2 Véase el catálogo de la exposición Willem van Tetrode (c.
1525-1580). Bronze Sculptures of the Renaissance, Nueva York,
Frick collection, 2003. Sin embargo, la documentación resulta
un tanto ambigua y no se debe excluir que fuese destinado a la
corte imperial.
3 Instituto Valencia don Juan (IVDJ), Envío 63, f 95, Madrid, 25
febrero 1589. En el monasterio de El Escorial servía para guar-
dar el Santísimo el Jueves Santo. Se describe como “un escripto-
rio con un tapador y caxones de tauxia de oro y hierro con cha-
pas de diversas ystorias doradas en la delantera de los caxones
forrados por de dentro en terçiopelo carmesi”.
4 Almudena PÉREZ DE TUDELA, “El papel de los embajado-
res en Roma como agentes artísticos de Felipe II: don Luis de
Requesens y don Juan de Zúñiga”, en Carlos HERNANDO (ed.),
Roma y España. Un crisol de la cultura europea en la Edad
moderna (Academia de España en Roma, 8-12 de mayo de
2007), Madrid, 2007, vol. I, pp. 391-392, con bibliografía ante-
rior.
5 Billete de Felipe II a Pedro de Hoyo: “hanse de llevar las dos
mesas de piedra que tienen pies y el Relox de pesas questa en
casa de ant.o moor”, Archivo General de Simancas (AGS), Casas
y Sitios Reales (CSR), leg. 247-I, f 53, el retratista Antonio Moro
habría abandonado la corte en octubre de 1561.
6 AGS, Cámara de Castilla (CC), libro 151, f 432, Madrid, 27
agosto 1572, junto a imágenes de molde en papel y tafetán.
7 Llegó en 1585 a través del embajador en Génova Pedro de
Mendoza, quien pensaba que se destinaría a El Escorial. P. de
Mendoza a Diego Ortiz de Caycedo (Alicante), Génova, 7 junio
1585 (recibida en Martorell, 17 de junio), Archivo de la Real
Biblioteca del Monasterio de El Escorial (ARBME), caja VII-47:
“Muy mag.co señor/ El capitan esteban nicolo naçache aragones
que presentara a V. M. esta carta ha embarcado por mi orden en
su nave una rica mesa q’embia el Carl. Alexandrino a su md.
Supp.co a V. M. le mande pagar veynte y cinco escudos de oro
q’es lo que con el se ha concertado por el nolito della poniendo-
los a quenta de su Md. a quien dara aviso de la llegada de la dicha
mesa, o la encaminará la buelta de Castilla y el escorial para
donde creo sera según la orden que v.m. tuviere, advertiendo que
se conduzga en la forma y manera q’reza una memoria que sera
con esta porque no reciba detrimento siendo como es de mucho
valor y avisarame v.m. con toda brevedad de su llegada porque el
sr. conde de Olivares lo dessea saber por dar este aviso al carde-
nal Alexandrino que estara con cuydado hasta que lo sepa/ y
tenga v.m. por muy encomendado al dicho cap[ita]n. Nacache
para hazerle la m[erce]d. y favor q’se pudiere porque la mereçera
por la voluntad con que acude a lo q’es servicio de su Md. y si se
offreze en que servir a v.m. la recibiré en que me lo mande...” El
sobrescrito dice “sobre la mesa de pórfido”. En caja IX-30, f 37,
Juan Ramírez, 22 septiembre 1585, “a pero sanchez residente en
esta fabrica se le a hordenado que vaya della con otros dos moços
de la carreteria y seys pares de bueyes y un carro fuerte a alican-
te [tachado: para] por una piedra grande de hechura de mesa que
su magd. a mandado traer a esta fabrica [...] que se provean bue-
yes y comida por pasos y camino”. Véase PÉREZ DE TUDELA,
op. cit., p. 416, nota 150, con bibliografía precedente.
8 Se trataba de una mesa de mármol, AGS, Estado (E), leg. 154,
f 78, cédula de paso, San Lorenzo, 12 junio 1572. A finales de
1567, Felipe II recibe otra mesa de piedra verde que le manda el
regente de Milán, Giulio Claro, por medio del duque de
Alburquerque, gobernador de aquel estado, Francisco IÑÍGUEZ
ALMECH, Casas reales y jardines de Felipe II, Roma, 1952, p.
204, 47. Venía en dos piezas y se la califica de “muy buena”,
Madrid, 21 junio 1567, AGS, E 145, f 68. Sobre una mesa pétrea
que regala al rey el cardenal de Trento, véase Mª Paz AGUILÓ,
“Para un corpus de las piedras en España. Algunas precisiones”,
Archivo Español de Arte, 209 (2002), p. 264.
9 Descifrado del conde de Olivares a Felipe II, Roma, 30 mayo
1584, recibida en San Lorenzo el 18 de junio, AGS, E 945, f 29:
“El Carl.l Alexandrino ha sacado de la almoneda del Car.l Delfino
para enviar a v. m.d una mesa de piedras que con haver dado por
ella çinco mil escudos dizen que no paga la mitad de lo que valen
solas las piedras y en juntallas y en la obra ha gastado el Car.l
Delfino veynte años y aun no la dexo acabada que todavia se tra-
baja en ella, y dudo que la pueda estar a tiempo de que pueda
alcanzar estas galeras en que va Marco Ant.o [Colonna] es en gran
manera linda pieça y muy propia para el quarto de Aranjuez”. El
cardenal Delfino había fallecido el 29 de diciembre de 1583.
10 Giuseppe Argentero al duque de Saboya, Madrid, 23 diciem-
bre 1586, Felipe II pasará las navidades en un cuarto bajo, hecho
nuevamente en el Alcázar, a mano derecha al salir por la puerta,
en el que no se dejará ver. El 10 junio 1587, Archivio di Stato de
Turín (ASTo), Lettere de Ministri (LM), Spagna, mazzo 4: Felipe
II comienza a pasear tras su gota “e diedi due passeggi solamen-
te in una galeria fatta nuovamente come già avisai, con un quarto
basso, inanzi la facciata principale del palazzo, il quale quarto e
molto a gusto di sua M.tà per starci ritirata, et in detta galeria, ci
tiene diversi ritratti, et specialmente due di V. Alt.a, uno per
banda…”. El 12 diciembre 1587 “L’altr’hieri S. M.tà usci dal suo
ritirato appartamento da basso, tornando al suo solito ad alto, ma
ancora non negotia, ne si lascia vedere in pub[li].co (por la gota)”.
Esta galería nueva “de poniente”, como se denomina en la docu-
mentación, tendría chapeados de mármol y también jaspes fingi-
dos en pintura, como los que realiza Patrizio Cajés en la portada
de la alcoba “que de nuevo se hizo frontero a la chimenea de la
galería de SM”, Archivo General de Palacio (AGP),
Administración General (AG), leg. 5283, 3 abril 1586.
11 Para los pagos a los herederos de Juan Antonio Sormano por
las mesas de jaspe, véase AGS, Contaduría Mayor de Cuentas
(CMC), 1ª época, leg. 907. En 1591 ya se refieren a estos espa-
cios como “las bóvedas nuevas debajo de la galería y aposento
nuevo de su majestad”. El 21 de junio se tasa el pie de nogal
dorado en partes de una mesa de mármol embutida ya en estas
dependencias, AGP, Administraciones Patrimoniales (AP), El
Pardo, caja 9383, exp. 1. En el exp. 2 se hace referencia a dos
mesas de talla de jaspes. En 1592, exp. 4, se compra a Juan de
Valencia, clérigo y maestro mayor de las obras, un pie de nogal
labrado de talla por 1.300 reales “para la mesa de talla de jaspe
rica”. También 9.382, exp. 2, 1591, con referencia a los pies de
“las mesas ricas” por orden de Juan de Herrera. En 1593, caja
9383, exp. 5, el dorador Juan de Chaves es recompensado por
dorar el herraje de los cajones de las mesas de jaspe. En 1592,
exp. 4, se alude al lugar “donde estan los escritorios de SM”.
12 Pedro de Mendoza a Felipe II, AGS, E, leg. 1418, Génova, f
40: “El Granduque me ha escrito que piensa embiarme algunas
cosas para V. m.d que le avise quando sera la partida de las gale-
ras yo le he respondido que sera bien que las embie para que con
tiempo se puedan acommodar/La mesa que han embiado de Roma
yra con la primera occasion en el entretanto esta puesta ha recau-
do junto a la lengua del agua porque pueda embarcar con mas
commodidad”; ídem, f 1, 31 enero 1585, donde se habla de la
mesa que se califica de “muy buena”. En f 5, 4 febrero 1585: “la
ropa toda que trae a cargo Gonçalillo se ha embarcado en las
galeras y va toda bien acommodada y la mesa q vino de Roma esta
Los muebles de la colección de Felipe II y de su hija la infanta Isabel Clara Eugenia 41
ya embarcada en la nave Narache como tengo en otra mia escrito
a v. m.d”. En la carta del 7 junio 1585, ff 16 y 17, leemos: “los
escritorios que embia el gran duque a v. m.d se han embarcado y
acommodado muy bien en las galeras q lleva don Juan de
Cardona y la mesa del Car.l Alexandrino la llevo como tengo
escrito a V. M.d el capitan nazache en su nave, q debe de haver
llegado ya en Alicante o Cartagena”. Se recibe en Martorell, el 17
de junio. Felipe II se encontraba en el viaje que hace en 1585
para casar a su hija Catalina Micaela con el duque de Saboya y
celebrar las cortes en Monzón.
13 Minuta de Felipe II a don Pedro de Mendoza, Monzón, 2 agos-
to 1585, AGS, E 1418, f 93.
14 Sobre este personaje véase Salvador SALORT y Susanne
KURBERSKY, “Art Collecting in Philip II’s Spain: the role of
Gonzalo de Liaño, kings dwarf and Gentleman of the
Bedchamber. part II”, The Burlington Magazine, 1249 (2007), pp.
224-231.
15 Gonzalo de Liaño al príncipe de Mantua, Madrid, último de
marzo de 1586, Archivio di Stato de Mantua (ASMn), Archivo
Gonzaga, filza 600 A: “otras nuevas no ay que avisaros mas de
que su M.d dio a la ynfanta el escriptorio y mesa que yo truxe del
Gran Duque”.
16 Bernardino Maschi a Francesco Maria II Della Rovere,
Barbastro, 24 agosto 1585, Archivio di Stato de Florencia (ASF),
Ducado de Urbino (DU), Classe I, filza 185, f 560: “Il [Luis]
Dovara ha portato diversi p[rese]nti [in nome del Gran Duca] et
uno n’ha mandato il Gra’ Duca à S.M. che m’affermano esser’
belliss.o et richiss.o d’uno scrittorio d’ebano tutto guarnito d’oro,
et di molte gioie, al quale, se ben’no’ l’ho visto, credo però che si
potria de traer’ qualche cosa dei 25 o 30/m ?.di che dicono che
vale.”
17 Bernardino Maschi a Francesco Maria II Della Rovere,
Madrid, 25 mayo 1592-1?, ASF, DU, 186, f 73: “Il Gran Duca di
Toscana co’l mezzo del Conte di Cincione [Chinchón] fece
p[rese]ntar’ finalm.te dal sec[reta].rio che resside app[re]so
q[ues].to suo Amb[asciato].re parte delle robbe mandate [...] Per
S.M. che no’ si sono ancora pntate, vi sono tapizzerie di seta, tes-
sute in Fiorenza, un scrittorio...”
18 Francisco Javier SÁNCHEZ CANTÓN, Inventarios Reales.
Bienes Muebles que pertenecieron a Felipe II, I, Madrid, 1956, p.
288: de una partida de esmeraldas tres “se entregaron a Joan
Pablo y las labro redondas, que se pusieron por remate en tres
pirámides de ébano y latón para un escriptorio que imbió a la
señora Infanta el Duque de Florençia, en 4 de enero de 1592”.
También AGP, AG, leg. 765, exp. 34.
19 Cuenta del entallador García de Torres de 1596, AGP, AG,
Cuentas Particulares (CP), leg. 5231.
20 Giuseppe Argentero al duque de Saboya, Madrid, 28 octubre
1586, ASTo, LM, Spagna, 4: “presentò la settimana passata due
bellissimi scrittorii a S. M.tà, che s’intese dalla risposta di santoia
[Santoyo], non ne accettasse se non uno, compagno d’un altro che
già mandò al Re il Duca di Terranova, comprato in Milano, insie-
me a quello dello Spinola…”. Parece que había sido desterrado
por su afición al juego y por vida poco ejemplar, Madrid, 10 marzo
1587. Partirá disgustadísimo para Italia, tras no habérsele conce-
dido nada de lo que pedía, ídem, Madrid, 4 marzo 1589.
21 D. Carlos de Aragón al príncipe Felipe, Milán, 19 marzo
1585, British Library, Add. Ms. 28392, en el f 146 indica como,
junto a armas, incluye un escritorio y dos bufetes para Felipe II
en tres balas o envoltorios.
22 Silvio LEYDI, “Giovan Battista Panzeri, detto Zarabaglia,
intagliatore in ferro e soci”, Nuovi Studi. Rivista di Arte Antica e
Moderna, 6 (1998), p. 32.
23 Se aprovecha de sus agentes en el imperio como intermedia-
rios para procurarle estas piezas. Así Paulo Pfintzing, secretario
de asuntos alemanes del rey, le comunica en una carta fechada en
Madrid, 31 enero 1570, AGS, E, leg. 152, f 255: “la misma nao,
q ha traydo los escritorios y armas de V. Mag.d de Genova, truxo
tambien los pargaminos y colores, los quales (haviendo llegado en
14 deste a Alicante) estoy aguardando por horas, y llegados q
seran, hare con ellos lo q v. Mag.d me ha mandado”. Otro ejem-
plo lo encontramos en el embajador español en el imperio, Juan
de Borja a Zayas, Praga, 28 junio 1579, AGS, E, leg. 682,
Antonio Méndez que partió el 6 de junio lleva dos “escriptorios”
para el rey, junto a papel de Francfort y un relicario. También lo
menciona en su carta del 27 agosto 1579.
24 Nos hemos ocupados monográficamente de esta cuestión en
“Las relaciones artísticas entre la corte española y el ducado de
Baviera durante el reinado de Felipe II”, en el congreso La
Dinastía de los Austria. La Monarquía Católica y el Imperio,
Madrid, Instituto Universitario la Corte en Europa, 2-4 diciembre
2009.
25 Pedro Heredia, 22 septiembre 1571, trae quince tablas para
un aparador que se hizo en el guardajoyas del Alcázar de Madrid,
AGS, CMC, 1ª época, leg. 908. El 31 de diciembre de 1574, se
libran al carpintero Benito García 26.244 maravedíes “por tres
pares de alazenas con sus senos de tablas que hizo para la guar-
dajoyas de su magestad en la casa que conpro de don bernaldino
de mendoça y asentar el herraje en ellas y por hazer unos bancos
con sus tablas ençima para la misma guardajoyas en una pieça de
la misma casa”, AGS, CMC, 1ª época, leg. 1015, f 64. En alace-
nas y cajones con cerraduras Francisco de Mora custodiaría tam-
bién los papeles y las trazas relativas a su oficio, AGP, AP, El
Pardo, caja 9383, exp. 8, cuenta del cerrajero de 1594 y
1595.Tendría a su cargo los vidrios del rey dispuestos en estantes
de nogal. Véanse Baltasar PORREÑO, Dichos y hechos del señor
rey Don Felipe segundo..., ed. a cargo de A. Álvarez-Ossorio,
Madrid, 2001, p. 38, y Francisco Javier SÁNCHEZ CANTÓN, op.
cit., II, 1959, p. 383.
26 Por ejemplo, Antonio Pimentel “escultor” recibe 150 ducados
el 21 julio 1570 a cuenta de “los anaqueles y banquillos de nogal
que haze para el cubo grande del aposento de su mag.d en el
dicho alcazar donde solia estar la estufa”. El 19 de marzo de
1571, se aclara que estaban en el cubo grande “dorados y barni-
çados”, AGS, CMC, 1ª época, leg. 908.
27 AGP, AG, CP, leg. 5237, exp. 1. Martín de Ybarvia, cerrajero
de S.M., 1564. Se colocan bisagras en la caja. También otra para
el órgano de plata que regaló el archiduque Fernando II del Tirol
a Felipe II en su felicísimo viaje.
28 Minuta de Felipe II a don Juan de Borja, El Pardo, 9 enero
1574, AGS, E 388, f 2: “las archimesas o scriptorios que con el
[marques de Denia] me embiaste os agradezco mucho [tachado:
por] que son [tachado: tales] tan curiosas, y [tachado: tan] bien aca-
badas que he [tachado: tenido y tengo] recibido con ellas mucho
gusto”. Juan de Borja a Gabriel de Zayas, Lisboa, 31 diciembre
1573: “Mucho he holgado que pareciessen bien a su Mag.d los
escritorios y otras bugerias que con ellos yvan...”. Véase Annemarie
JORDAN GSCHWEND y Almudena PÉREZ DE TUDELA,
“Exotica Habsburgica. La Casa de Austria y las colecciones exóti-
cas en el Renacimiento temprano”, en Oriente en Palacio. Tesoros
Asiáticos en las Colecciones Reales españolas, catálogo de la exposi-
ción, Palacio Real, Madrid, 2003, p. 38, n. 83.
29 Por ejemplo, dieciséis sillas de brocado y tela de oro en 1593
42
conforme a aderezos de camas y doseles que se guardan en arcas
de madera de pino a cargo de Felipe de Benavides el 2 febrero
1594, AGP, AG, maestro de cámara, leg. 6725.
30 Cristóbal de Moura a Gabriel de Zayas, Lisboa, 22 enero
1579?, AGS, E, leg. 402, f 90: “Las tablas para la escrivania de
su Mag.d se buscan con todo cuydado y no se hallan tan anchas,
porque estos palos suelen ser angostos y largos, mas crea v.m. que
no quedará por dilig.a lo que fuere gusto del Patron [Felipe II]”.
Cristóbal de Moura a Gabriel de Zayas, Lisboa, 31 enero 1579?,
f 128: “Las tablas para el Escritorio de su Mag.d no he podido
allar ha[sta? Roto] ahora por la causa que tengo escrito, aunque
ay palos del [roto] no son tan anchos”. Otra carta sobre el tema, 7
febrero 1579, f 131.
31 Cristóbal de Moura a Gabriel de Zayas, Lisboa, 25 febrero
1579, AGS, E 402, f 62: “La caxeta de Evano se mandara hazer
aunque no ay mas de uno que labre con primor y este tarda mill
años [...] ando muy occupado con la assistençia del duque [Osuna]
y Este y los demas neg[oci].os no me dan lugar a despachar las
tablas de evano, mas luego se tratará de lo que v.m. manda.”
32 Cristóbal de Moura a Gabriel de Zayas, Lisboa, 8 marzo 1579,
AGS, E 402, f 92: “Supp.co a V. m. que no me ponga culpa si he
tardado en las tablas de Evano y si tampoco van ahora, porque yo
le prometto que para dormir no tengo tiempo porque el dia e la
noche se me passa en escuchar espias y en embiar yo otras y aun-
que lo uno sea de gusto de su Mag.d lo otro es de mas importan-
çia mas con el primero embiare el mejor recaudo que se allare.”
Anotación ológrafa de Felipe II: “no ay priesa en ellas que mejor
es que se haga en verano”.
33 Cristóbal de Moura a Gabriel de Zayas, Lisboa, 26 marzo
1579, AGS, E 402, f 144.
34 Cristóbal de Moura a Gabriel de Zayas, Lisboa, 31 julio 1579,
AGS, E 402, f 118: “Quanto a las tablas de evano, los dias pas-
sados me advirtio v.m. que havian de ser doze y de un palmo y
medio de ancho, yo respondi que me avisassen del largo y de la
grosura quando v.m. responda a esto, sera su M.d servido lo mejor
que yo pudiere.”
35 Cristóbal de Moura a Gabriel de Zayas, Lisboa, 20 agosto
1579 (respondida el 26), AGS, E 402, f 67. Se refiere al mejor ofi-
cial de ébano y marfil para El Escorial y las escribanías. El enta-
llador Sierra realizará una escribanía para el rey y otra para
Mateo Vázquez que acabaría cuando Felipe II regresase a la corte,
Madrid, 21 diciembre 1585, IVDJ, E 96, caja 139, f 652.
36 Cristóbal de Moura a Gabriel de Zayas, Lisboa, 3 septiembre
1579, AGS, E 402, f 57.
37 Cristóbal de Moura a Gabriel de Zayas, Almerin, 3 enero
1580, AGS, E 402, f 174. PD: “Ya tengo preguntado otras vezes
quan largas han de ser las tablas de evano, y nunca se me ha res-
pondido, convi.[en]e sabello porque no erremos/ harto mas qui-
siera tener aca el modelo, porque su Mag.d viera que offiçial tene-
mos.” Anotación de Felipe II: “basta que sean las tablas de tres
palmos de largo y dos de ancho o algo menos y si fueremos alla
veremos el oficial”. En leg. 414, f 3, resumen de estas cartas.
38 Cristóbal de Moura a Gabriel de Zayas, Almerin, 12 marzo
1580, AGS, E 402, f 216.
39 Cristóbal de Moura a Gabriel de Zayas, Almerin, 25 marzo
1580, AGS, E 402, f 150: “yo aguardare las tablas de evano como
su Mag.d manda y plegue a dios que presto vea yo cumplidas las
esperanças que me dan de velle en parte que podamos hazer aca
la escrivania”.
40 Arceo a Gabriel de Zayas, 19 octubre 1580, AGS, E 420, f 87,
“con un catre que el duque [de Alba] embia a su mag.d”.
41 AGP, AP, El Pardo, caja 9383, exp. 6. En el exp. 9, 1595, se
describen pormenorizadamente diecisiete tablones de “maderas
de Indias” que llegan al Alcázar de Madrid desde Sevilla (caoba,
madera de Guinea, “otra que parece en color y veta granadillo y
es repelosa”, etc.)
42 AGP, AG, CP, leg. 5219, exp. 5, cuenta de Antonio de León
de 1572. Estas camas eran de tapicería. En 1564 se fabrica una
cama vestida de terciopelo carmesí para la jornada de Monzón y
el año siguiente se mencionan “sillas de espalda”, leg. 5223. En
1559 se alude una cama “de Inglaterra”, posiblemente relaciona-
da con el matrimonio con María Tudor en 1554, AGP, AG,
Maestro de Cámara, leg. 6724. En el tercio postrero de 1591 el
entallador Juan Boquet adereza un pilar de la cama de ébano del
rey y en 1595 una cama de Felipe II con cuatro bolas en sus pies.
En 1597, encontramos dos camas “de bolas” de nogal, AG,
Maestro de Cámara, leg. 6725. Bajo esta cama se colocaba, en
ocasiones, una esterilla de junco.
43 Por ejemplo, dos sitiales, uno carmesí y otro morado, para el
rey y un dosel con marco de madera de pino que Juan Boquet
pone en Semana Santa en el oratorio bajo del rey, junto a su apo-
sento, en 1595, leg. 6725. Para el mobiliario adecuado a su enfer-
medad resulta muy elocuente José Ignacio TECHEA IDÍGORAS,
El ocaso de un rey: Felipe II visto desde la nunciatura de Madrid,
1594-1598, Madrid, 2001, pp. 214, 224, 250, 251 y 253, y AGP,
AP, El Pardo, caja 9383, exp. 6, cuando en 1593 se habla de unos
tablones grandes en que se pone “la silla de la gota” ó del dosel
para la fiesta de los toisones.
44 AGP, AG, leg. 660. “Cuenta de los gastos que Antonio Boto
ha hecho en cosas del serviçio del p.e nro s.or y de su g[uar].dajo-
yas en todo el año de MDXCVI/ en 10 de hebrero 1596 le paga-
ron a Ju[an] pablo canbiaso escultor de su mag.d cien Reales por
un sello de açero de las harmas reales con corona cerrada con su
cascillo de acero torneado que hizo y puso en una maceta de
madera de caoba de una escrivania de la misma madera a mane-
ra de atril que se hizo en san lorenço para su al.a y le puso la dha
maçeta y la maçeta se puso en la dha escrivania llebolos de con-
tado y firmolo [rubricado: Gio: Pablo cambiago] […]
En XXVI de junio 1596 se pagaron a melchor vazquez [Feistin,
Faistgais] de la guarda alemana de su Mag.d quarenta y ocho
Reales por una llave Dorada de un escriptorio grande y veinte y
dos Tornillos y dos muelles que hizo para un escriptorio contador
largo de su Alteza y por dos caxones q hizo de nuebo q servian a
su Alteza en su camara de tener recaudo para escrivir que esta-
van rotos y heran de una escrivania de alemania de su Alteza en
la qual se pusieron por haverse hecho escrivania de nuebo para
su Al.a y por asentar la dicha herramienta y adrezar lo que fue
necess[ari].o en los dchos caxones del escriptorio y escrivania
Rescibidos de contado y lo firmo [melcher Reysquez].”
45 Ya el embajador Fourquevaulx la ve en Valsaín por primera
vez bajo un pequeño pabellón de damasco carmesí con franjas de
oro. Condesa de VILLERMONT, L’infante Isabelle, Gouvernante
des Pays-Bas, I, París, 1912, p. 20.
46 Por ejemplo tapices en Aranjuez en 1582, cuando lo visitan
con su tía. Francisco IÑÍGUEZ ALMECH, op. cit., 1952, p. 209.
Sin embargo, en la documentación existen referencias a la “tapi-
cería de las infantas”. AGP, AG, AP, El Pardo, caja 9382, exp. 1,
el cerrajero Otegui arregla la puerta en 1586. Dentro había ala-
cenas.
47 AGP, AG, leg. 10277, 15, f 2, 1589, pago por cincuenta y cua-
tro paños de guadamecíes dorados y verdes que se compran para
el príncipe y su hermana.
Los muebles de la colección de Felipe II y de su hija la infanta Isabel Clara Eugenia 43
48 Fourquevaux a Catalina de Médici, Madrid, 12 septiembre
1567. Célestin DOUAIS (ed.), Dépêches de M. de Fourquevaux.
Ambassadeur du roi Charles IX en Espagne, 1565-1572, III, París,
1904, p. 51.
49 Antonio de Montano a Martín de Gaztelu, Madrid, 27 enero
1570, sobre lo que Gaspar de Vega hace en el aposento de la reina
cuando lo acaben de desembarazar las infantas, AGS, CSR, leg.
247-II, f 130. El 25 noviembre 1570 se paga a Gonzalo de la
Peña, albañil, por las escaleras que suben desde el aposento de
las infantas al de la reina, AGS, CMC, 1ª época, leg. 908. Como
los de la reina, estarían pintados de blanco, Ovalle, 17 octubre
1570.
50 AGS, CMC, 1ª época, leg. 908, 1571.
51 Cuenta del carpintero Martín Jiménez para servicio de sus
altezas, 1 enero 1580, AGP, AG, CP, leg. 5220, exp. 1.
52 Sería una alfombra persa de la colección paterna, como ama-
blemente me indica Cristina Partearroyo, quizá de las que esta-
ban en San Lorenzo cuando pensamos que se realizó esta imagen.
Detrás de ella cae un brocado de piñas de los que cubrirían las
paredes. Parte de esta colección de alfombras paterna se la lleva-
ría la infanta hacia Bruselas, AGP, AG, leg. 919.
53 AGP, AG, CP, leg. 5228, exp. 1. En la cuenta del esterero
Pedro de Madrid de 1581 encontramos que tenían un palomar en
Descalzas y se colocaban también en las ventanas. En 1582 se
dispone una estera en la “ventana del estudio de sus altezas” y
también en la tribuna. Isabel Clara Eugenia pasa a posar en la
torre donde estaba la camarera mayor. Al indicarse que la cáma-
ra de las infantas daba al huerto, se trataría de sus aposentos en
las Descalzas. Había un paso distribuidor entre la cámara, orato-
rio y estudio de las hermanas. En las inmediaciones, existía un
gabinete y disponían de guardarropa y retrete. Otras referencias a
este aposento en las Descalzas, AGP, AG, leg. 10277, 27, f 1,
pago a Juan del Castillo, aposentador de palacio: “12227 R que
montaron las obras y reparos y otras cossas que se an hecho en el
monesterio de las descalças desta villa de madrid en los aposen-
tos de sus alteças y cassa de doña aldonça de anaya que esta junto
al dho monesterio como pareçio por dos quentas la una firmada
de fran.co de montalvan fontanero de su m.d y la otra del dho Juº
del castillo...”, Madrid, 31 octubre 1581. Estas casas aledañas
eran para los servidores de las infantas, cincuenta. También leg.
660, 1581, cuando se suben del patio a la galería los cofres del
guardajoyas y se lleva la tapicería a Descalzas.
54 “Quenta del gasto que yo Xpoval de obiedo guardaxoias y
Ropa del p.e nro señor y ss.mas ynfantas he hecho en cosas tocan-
tes a mi oficio en todo el año de mill y quinientos y ochenta y dos
años es lo siguiente: Primeramente en ocho de hebrero se lleva-
ron a limpiar los braseros de sus al.as tres grandes y dos peque-
ños de llevallos y traelos de palacio a casa del platero tres reales
[...] Mas pague a un ganapan porque llebo un bufete de plata
grande de palaçio a casa del platero a linpialle y de tornar a traer
[...] Mas en quatro de Xunio a un ganapan porque paso el cofre de
las joias de las ynfantas desde la guardaxoyas viexa a la nueva
medio real [...] Mas en çinco de junio un Real para lacre para
servi.o de sus al.as”, AGP, AG, leg. 902, caja 1, exp. 2, 1581.
55 Cuenta de las mercadurías sacadas de la tienda de B. Gómez
durante el tercio primero de 1583, AGP, AG, CP, leg. 5247, caja
II.
56 AGP, AG, leg. 5283, 1584, y AP, El Pardo, caja 9381, exp. 10,
cuenta del herrero, 1583. En su cámara, junto a un corredor, tam-
bién existían celosías, AG, CP, leg. 5220, exp. 1, cuenta del car-
pintero Jiménez por orden de Arnedo, 24 julio 1587.
57 Pago a Pedro Castelo “por labrar y sentar las esquinas de mar-
mol en las dos ventanas del aposento de la señora ynfanta cin-
quenta y siete Reales”, 7-12 septiembre 1598, AGP, AG, leg.
5283.
58 AGP, AG, CP, leg. 5220, 1597.
59 AGP, leg. 902, exp. 3, el 23 noviembre 1582, se pasan todos
los cofres y otras cosas de las infantas desde su aposento a otros
para pasar allí al príncipe con viruelas, luego se las deja allí.
También se traslada el 26 noviembre a la infanta mayor desde su
aposento al que tenía la camarera mayor en la torre al estar
Catalina Micaela con viruelas.
60 AGP, AG, AP, El Pardo, caja 9382, exp. 8.
61 Cuenta del esterero 1592, AGP, AG, CP, leg. 5228, exp. 1. En
el tercio primero de 1587 se habla de encerados para el tránsito
nuevo de su alteza, leg. 5247, caja II.
62 AGP, AG, leg. 904, 118, Madrid, 23 mayo 1594.
63 AGP, AG, leg. 904, 130, Madrid, 12 diciembre 1594: “y mas
se agan çinco cortinas de tafetan berde para cubrir çinco retratos
que tiene su al.a en la pieça del oratorio...”.
64 AGP, AG, leg. 904, 148, Madrid, 29 mayo 1595: “Hagase para
dos retratos que su al.a tiene en la pieça que esta junto al orato-
rio dos cortinas de tafetan verde con sus cordones.”
65 AGP, AG, leg. 904, 148, 31 mayo 1595.
66 Alfred MOREL-FATIO, “Relation du voyage en Espagne de
Camillo Borghese, auditeur de la Chambre Apostolique en 1594”,
en L’Espagne au XVIe et XVIIe siècle, Heilbronn, 1878, pp. 175-
176. La infanta, que le recibió de pie, iba vestida de terciopelo
negro, con chapines y una pluma blanca en el tocado.
67 Las infantas visitarán en 1582 Aranjuez y El Pardo con su tía
la emperatriz. Para preparar su venida, se barrerán los patios y
harán mercedes a los servidores como el destilador flamenco
Francisco de Holbeque o a la mujer que hacía las mantecas, AGP,
AG, leg. 660. En leg. 904, 77, Aranjuez, 17 mayo 1593, regala
una ropa al jardinero Holbeque y el 22 de mayo, 78, le hace mer-
ced de una basquiña y ropilla de tafetán morado listado de blan-
co y un jubón de seda morada.
68 H. Negri al duque de Mantua, Madrid, 12 noviembre 1589,
ASMn, Archivo Gonzaga (AG), filza 601. Felipe II de El Escorial
va al Pardo, ya que su hija le dice cuando piensa que quería ir a
Aranjuez: “V. Mag.d nos quita de un desierto y nos lleva a otro.”
Domenico Belli al duque de Saboya, Madrid, 20 octubre 1590,
ASTo, LM, Spagna, mazzo 5. B. Maschi al duque de Urbino,
Madrid, 9 noviembre 1592, ASF, DU, clase I, filza 186, f 129,
Felipe II se traslada de El Escorial al Pardo para dar gusto a la
infanta, quien no se encontraba bien en El Escorial por melanco-
lía. Como en este palacio se estaba en otoño, era necesario tras-
ladar el brasero grande de plata de la infanta, cuenta del guarda-
joyas Hernando de Rojas, 1596, AGP, AG, leg. 902.
69 Las infantas reciben puntualmente agua rosada y de mosque-
ta desde Aranjuez en redomas de vidrio, AGS, CSR, leg. 248, f
123, 1574. Para lo que toca a la infanta de la rosa de la casa de
Campo, Juan de Ibarra al conde de Chinchón, Aranjuez, 13 mayo
1590, AGP, AG, Casa de Campo, caja 8-1. Cuando están en Sant
Feliu, en 1585, compran agua de azahar, AGP, AG, leg. 660. A
partir de 1595 se detecta que Juan de Sanchois manda regular-
mente agua de flor de habas a la infanta desde Aranjuez, por
ejemplo, AP, Aranjuez, caja 282, exp. 1.
44
70 En 1606 pide un dibujo de Aranjuez por Tiburcio Spanochi
que estaba en el Alcázar para reconstruir Mariemont, ya que su
padre le confesó que se había inspirado mucho en aquella casa y
serviría para que entendiesen los restos los arquitectos. Antonio
RODRÍGUEZ VILLA (ed.), Correspondencia de la Infanta
Archiduquesa Doña Isabel Clara Eugenia de Austria con el Duque
de Lerma y otros personajes, Madrid, 1906, pp. 148. También pp.
18, 28. Para otras trazas de Aranjuez en 1612, Santiago
MARTÍNEZ HERNÁNDEZ, “Significación y trascendencia del
género epistolar en la política cortesana: La correspondencia
inédita entre la infanta Isabel Clara Eugenia y el marqués de
Velada”, Hispania, 217 (2004), p. 494. En 1616 se referirá, a raíz
de las modificaciones con el cuarto nuevo, a la pieza donde ella
dormía en el palacio que caía sobre el jardín y al corredor donde
tanto se holgaba, ibíd., pp. 486-487 y 511.
71 Por ejemplo Gaspar de Verges a Martín de Gaztelu, Casa de
Campo, 23 mayo 1570, AGS, CSR, leg. 247-II, ff 159 y 225 o
Felipe II a Gaspar de Vega, Madrid, 24 agosto 1571, AGP,
Registros, Cédulas Reales (CR), libro III, f 260v. en la que se
especifica que las infantas son unas de las destinatarias de los
ramilletes de flores. En las ventanas de las infantas se colocarían
algunos tiestos, Cuentas de cerrajeros, 4 abril 1597, AGP, AG,
CP, leg. 5237, exp. 1.
72 AGP, AP, Aranjuez, caja 260, exp. 3, 16 febrero 1591, cuan-
do Pedro Galera hace hilar tres libras y una onza de capullo de
seda para ella y su hermano. En junio de 1596 Ángela Paz entre-
ga once onzas de simiente de seda para que se crie en Aranjuez
para la infanta en unas paneras que aporta en agosto Gabriel
García (cajas 285, 287 y 288, exp. 1. En leg. 902, exp. 4, 1587),
referencias a la seda cruda que se lleva de Aranjuez a Toledo para
labrarla. La infanta bordaba y cosía regularmente, poseyendo un
torno de seda (AG, CP, leg. 5237, exp. 1, 1591).
73 AGP, AP, Aranjuez, caja 261, 30 noviembre 1591, Miguel de
Lupiana, vecino de Ocaña, recibe 1351 mrs por 386 varas de
plata que entregó a Francisco de Holbeque para el aposento
donde posa la infanta.
74 AGP, AP, Aranjuez, caja 284, exp. 2, Bartolomé de Merino,
esterero, 1596. En 1596 encontramos esteras de palma para lim-
piar las alfombras y tapicería para alhajar el cuarto de la infanta
en Aranjuez (AG, maestro de cámara, leg. 6725).
75 Por ejemplo, las camas de las infantas que se llevan a El
Escorial en verano de 1578, cuenta de las mercaderías que se
sacan de la tienda de B. Gómez para servicio de las infantas en el
tercio segundo de 1578 (AGP, AG, CP, leg. 5247, exp. 1).
76 Marqués de Ladrada, Madrid, 10 abril 1570, AGS, CSR, leg.
247-II, f 170, describiendo una salida de las niñas a visitar a su
tía. Véase Fernando BOUZA (ed.), Cartas de Felipe II a sus hijas,
Madrid, 1998, pp. 48-49, y Vanessa DE CRUZ MEDINA, “‘Y
porque sale la reyna a senar acabo, que es mi semana de servir’:
La vida en palacio de la reina Ana, las infantas Isabel Clara
Eugenia y Catalina Micaela en las cartas de Ana de
Dietrichstein”, en María Victoria LÓPEZ-CORDÓN y Gloria
FRANCO RUBIO (eds.), La reina Isabel y las reinas de España:
realidad, modelos e imagen historiográfica, I, Madrid, 2005, pp.
442, n. 71, y 445.
77 AGP, AG, CP, leg. 5228, exp. 1. Para estas mudanzas de los
hermanos entre Descalzas y el Alcázar en 1581, véase también
leg. 902, exp. 2, cuando se lleva el relicario grande desde el
monasterio al palacio o se traen dos bufetes de plata grande y dos
cofres con joyas a Descalzas. El marqués de Denia relata a Mateo
Vázquez, Cigales, 7 septiembre 1580, como le hacen desalojar su
posada en Madrid para instalar a las damas cuando pasen los
infantes a las Descalzas, IVDJ, E 112, caja 158.
78 AGP, AG, CP, leg. 5220, 9 julio 1581. Desde enero de ese año
estaban en Madrid de regreso de Badajoz.
79 AGP, AG, leg. 902, guardajoyas, 1581. En 1583 se lleva a
limpiar al platero, leg. 660.
80 Granvela a Cristóbal de Salazar (Venecia), Madrid, 24 febre-
ro 1586, AGS, E, leg. 1538, f 85: “Si Mag.d partio de Val[enci].a
a los 17 deste y ha repartido su camino hasta ocaña en 20 jorna-
das, a donde ira la emperatriz a encontrarle, y si el tiempo es
bueno yran todos a Aranjuez y de alli su Mag.d para la semana
santa a s.t Lorenço, por no estar acabadas aun unas obras que
manda hazer aqui en Palacio en su aposento, y la Emperatriz vol-
vera aca, y trayra consigo al P.e nro s.r y a la s.a Infanta, que posa-
ran en una casa que se les ha adresçado pegada a las descalças...”
81 Se adereza para ella el cuarto alto de la casa donde posaba
don Juan de Borja, con pasadizo al hospital, donde se instalaron
sus damas. La acompañaba el marqués de Velada, véase José
Ignacio TECHEA IDÍGORAS, op. cit., p. 302, 18 septiembre
1598. Su hermano la visitaría casi diariamente desde San
Jerónimo.
82 Cuenta extraordinaria de Juan Fernández de Espinosa, teso-
rero de la reina, AGP, AG, leg. 10276, 1576, 13, f, 2v: “mas en 4
de abril 44 rreales que pago a geronimo simon por XI arquillas de
taraçea sin çerraduras que tomaron sus altezas para rrepartir
entre las meninas”.
83 AGP, AG, CP, leg. 5231.
84 AGP, AG, CP, leg. 5227, exp. 8 (cajeros), por mandado del
guardadamas. El 1 de enero de 1580, en la cuenta del carpintero
Martín Jiménez para Ana de Austria, encontramos cajas con can-
toneras y aldabas para trasladar, posiblemente a la jornada de
Portugal, los escritorios y tocadores de las infantas, leg. 5220,
exp. 1. Algunos escritorillos estaban vestidos, como se desprende
de las cuentas de los cordoneros, leg. 5223, tercio primero de
1581. También en el tercio primero de 1581, Baltasar Gómez pro-
porcionará dos fundas de damasco carmesí para dos escritorios
pequeños de las infantas. En el tercio primero de 1584 B. Gómez
entregará a Quero de León dos varas de terciopelo negro para
forrar dos escritorios para las infantas, leg. 5247, caja II.
85 Cuenta del carpintero Martín Jiménez por mandado de Juan
del Castillo, aposentador, 15 febrero 1581, se coloca una puerta
en el armario de las infantas, cuatro repartimientos de madera de
pino y un cerrojo. El 12 marzo se adereza un gabinete con atajos
y alacenas (AGP, AG, CP, leg. 5220, exp. 1).
86 AGP, AG, CP, leg. 5237, exp. 1.
87 Memoria de Hans Sax, 2 enero 1587, AGP, AG, CP, leg. 5237,
exp. 1: “dos çerraduricas muy delicadas y sus çerraderos para
cada uno y su llave/ sus visagritas de braços cada coffreçico dos
visagras, dos escudicos para cada uno el suyo” para “dos cofreci-
tos chicos negros y con redescios doradas de las yndias de
Portugal”. Se le paga en 1587, pero hizo estas obras en 1582. Este
cerrajero pertenecía a la guardia alemana.
88 AGP, AG, CP, leg. 5227, exp. 8. También el cerrajero Silvestre
de León proporciona dos guarniciones doradas a estas escribaní-
as hechas por el carpintero Jiménez. Se asientan en el cuarto de
las infantas, leg. 5237, exp. 1. De la cuenta de Baltasar Gómez
para servicio de las infantas en el tercio segundo de 1583, leg.
5247, caja II, se deduce que estaban cubiertas de terciopelo car-
mesí forrado interiormente de raso del mismo color. Asimismo, en
este momento se forran de damasco carmesí dos contadores que
ha entregado el rey a sus hijas. También sabemos que se apoya-
ban al escribir en unas tablillas, que estaban en las escribanías,
Los muebles de la colección de Felipe II y de su hija la infanta Isabel Clara Eugenia 45
forradas de terciopelo carmesí. En el cuarto de las infantas había
dos escritorios de pino, como se desprende de la cuenta del cerra-
jero Silvestre de León en 1585, leg. 5237.
89 Cuenta de Silvestre de León, cerrajero, 1583, AGP, AG, CP,
leg. 5237, exp. 1.
90 Cuenta de Pedro de Prado, cordonero de Ana de Austria,
1578, AGP, AG, CP, leg. 5223. También en el leg. 5247, segundo
tercio de 1578, se habla de guarniciones de dos camas de damas-
co rico carmesí de Granada. Las cortinas se forrarían de tafetán
carmesí doble de Granada al igual que las sobremesas. Todo se
guardaría en el guardajoyas. También menudeaban colchones y
cobertores, aparte de una sobremesa cubierta de grana en polvo
rico donde se limpiaban los vestidos de las infantas. En el tercio
segundo de 1584 se proporciona tafetán amarillo a Tomás de
Arrás para forrar dos goteras de dos camas y pabellones para las
infantas, con sus pasamanos y su guarnición, leg. 5247, caja II.
Asimismo se habla de terciopelo carmesí para cubrir un taburete.
En 1590 el colchero García de la Vega hará una colcha de tafetán
carmesí para la infanta, leg. 10277, 54, f 2, Madrid, 7 febrero
1590.
91 Cuenta del cordonero Pedro de Prado para sus altezas en el
tercio segundo de 1584, AGP, AG, CP, leg. 5223.
92 Cuenta del entallador Quero de León de 1583, AGP, AG, CP,
leg. 5231. Éstos se protegían con cordellate blanco ya en 1578,
leg. 5247.
93 Cuentas del cordonero Pedro de Prado, 1587, estos pabello-
nes de volante, junto a una almohada de cabeza, se entregan al
tapicero, AGP, AG, CP, leg. 5223. A la jornada de Tarazona en
1592 también se llevan dos pabellones, junto a una arquilla de
cordobán para sábanas, leg. 904, 48, El Bosque, 31 mayo 1592.
94 AGP, AG, CP, leg 5220, 1585, y leg. 5237, exp. 1, cuenta de
Silvestre de León, cerrajero, para la jornada de Monzón. Los
escritorios del príncipe y su hermana medían tres palmos y medio
de largo y se detalla otra caja de pino para el escritorio grande. El
20 de marzo de 1587 se hará otra funda forrada de frisa para el
escritorio de la infanta.
95 Cuenta del cerrajero Alonso de Medina para la jornada de
Monzón, AGP, AG, CP, leg. 5237, exp. 1.
96 Cuenta de Babia de lo que ha hecho para Isabel Clara
Eugenia y para el príncipe Felipe en Monzón, 1587, AGP, AG,
CP, leg. 5261. Aparte de plata de mesa, “se adereço y clavo un
bufete de su alteça de plata dorada y ebano y se le pusieron los
clavos que fueron menester...”.
97 Agustín GONZÁLEZ DE AMEZÚA Y MAYO, Isabel de Valois
reina de España (1546-1568), III, Madrid, 1949, p. 416.
98 Cuenta del entallador Quero de León del primer semestre de
1587, AGP, AG, CP, leg. 5231. Medía seis palmos de largo y tres
cuartas de ancho.
99 Cuenta del entallador Quero de León del segundo semestre de
1587, AGP, AG, CP, leg. 5231. En esta cuenta también aparece
otro espejo para la joven.
100 AGP, AG, leg. 902, exp. 4: “Mas pague a Juachin Framer
flamenco mill y ducientos Reales por dos escritorios grandes
labrados de madera de Alemania que se compraron en su tienda
para la señora ynfanta dona ysavel el dho ano de dlxxxvi el uno
que se abre con dos puertas y el otro cubierto de cuero negro
como parece por su conozim[ient].o.”
101 El 30 enero 1587 se entregan a Tomás de Arrás cuatro varas
y tres cuartas de damasco carmesí para cubiertas de tres escrito-
rios. En la cuenta de las mercancías que se sacan de la tienda de
Baltasar Gómez para servicio de las infantas, tercio último de
1587, AGP, AG, CP, leg. 5247, caja II. Aparecen también dos
pabellones de bolonia de París con listones de seda blanca, 11
julio 1587.
102 Cuenta de Cristóbal de Oviedo, guardajoyas de sus altezas
desde septiembre de 1586 hasta marzo de 1587, AGP, AG, leg.
902, exp. 4: “mas se dio a un moço medio Real porque subio qua-
tro escriptorios de la guardajoyas al aposento de la ynfanta que
deçian que stavan en ellos los breves del papa...”. Los cofres
barreados para las sayas de la infanta serían realizados por Giles
Dirtenco.
103 Cuenta de Cristóbal de Oviedo desde 16 de marzo de 1587
hasta el final del año 1587, AGP, AG, leg. 902, exp. 4: “mas en
el escurial en 5 de novi[embr].e de bara y media de frisa açul para
una funda a un bufetillo de plata de la s.a ynfanta...” a la que se
añadirán trenzaderas blancas. También se hace referencia a los
baúles y escritorios en los que iba el equipaje de la infanta y a los
braseros de plata grande que tienen que traer de Madrid.
104 Gastos que ha hecho Baltasar de Velasco ayuda de la guar-
dajoyas de la s.a ynfanta desde aceca hasta yr a san lorenço, AGP,
AG, leg. 902, exp. 6: “Mas pague a un entallador por adereçar un
bufetillo de ebano de la camara de su al.a dos Rs.”
105 Cuenta de mercancías sacadas de la tienda de B. de
Valverde para mercedes de sus altezas durante el tercio segundo
de 1588, AGP, AG, CP, leg. 5254, exp. 1, 11 junio 1588, se com-
pra tafetán doble carmesí de Valencia para forrar por dentro este
pequeño mueble.
106 Una de éstas tenía un tapador de una vara y tercia de largo
por tres cuartas de ancho, AGP, AG, CP, leg. 5220.
107 Cuenta de lo que el platero Alonso García hace para la
infanta en 1592, AGP, AG, CP, leg. 5261. Se trataba de un bufe-
tillo con alma de madera y chapeado de plata.
108 AGP, AG, leg. 904, 23, San Lorenzo, 12 octubre 1591: “mas
se eche a un espejo de plata de su al.a una luna cristalina que sea
muy buena y a la caja del espejo de plata çinco floreçillas de
plata que faltan en los tornillos...”, también compra terciopelo
para cubrir dos cajas de orinales. En 65, 1593, se vuelve a cam-
biar la luna de cristal del espejo de plata.
109 AGP, AG, CP, leg. 5227, exp. 8, Jusepe de Vargas. Cuando
llega el invierno durante el viaje, el rey estima apropiado que se
acomoden las habitaciones del castillo con tapicería e indica que
se vea como hizo años ha su padre, Felipe II al virrey de Navarra
(Santo Domingo de la Calzada, 5 octubre 1592) y en otra carta
desde Logroño, 12 noviembre 1592, ordena que todo su aposento
se cuelgue de tapicería y lo que sobre se emplee en el de sus
hijos. Se deben usar los damascos y las sedas, pero sin cama,
AGS, E 169, ff 22, 27, 31 y 36. Las camas del rey tendrían tres
pabellones de grana blanca, AGP, AG, maestro de cámara, leg.
6725.
110 Cuenta de cerrajeros, 4 abril 1597, AGP, AG, CP, leg. 5237,
exp. 1.
111 AGP, AG, leg. 904, 31, Madrid, 22 febrero 1592.
112 AGP, AG, leg. 904, 40, Madrid, 4 abril 1592: “una escriva-
nia de hebano que se compro para su al.a de Bernave nebado con
su tintero y salvadera de lo mismo y unas tijeras y lançeta dorado
con tres ceraduras y llave y una caja de nogal con cantoneras
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çerradura y llave dorada que assimismo se compro del dho la
haced aforar en terciopelo negro para meter dentro la dha escri-
vania para lo qual hareis açer una rregla y compas de plata que
pese v.te y dos Reales y hecho y acavado lo entregareis todo para
serviçio de su al.a...”, también se mencionan cofres. Quizá sea la
que se adereza el 26 de febrero de 1595, en Madrid, 137: “y ade-
reçese una escribania de hebano de su al.a”. También véase la
cuenta de B. de Valverde para servicio de la infanta en el tercio
primero de 1592, CP, leg. 5254, exp. 1, para la funda en tercio-
pelo negro.
113 AGP, AG, leg. 904, 47, Madrid, 10 mayo 1592. En San
Lorenzo, 26 mayo 1592, 48 encontramos los encerados para pro-
teger los escritorios y otros cofres que lleva la infanta a la jorna-
da de Tarazona. Ya en Madrid, en 1593, 65, se mencionan cubier-
tas de terciopelo carmesí para escritorios.
114 AGP, AG, leg. 904, 52, Valladolid, 7 agosto 1592, que se
compre “un estuche con dos pares de tijeras y dos cuchillos y un
punçon dorados y unos alicates dorados y otros por dorar para que
esten en el bufete que se toca su al.a...”. En 149, Madrid, 13 junio
1595, se compran “dos pares de tijeras y un punçon para un estu-
che que tiene su al.a en el bufete de tocar”. En leg. 902, exp. 7,
1597: “Mas compre un estuche grande con su erramienta dorada
para poner en el bufete de tocar de su al.a 11 Rs.”
115 AGP, AG, leg. 904, 65, 72 y 74. A finales de diciembre, se
hacen una cartera de damasco carmesí y dos fundas de escritorio
del mismo material, 94. También CP, leg. 5254, exp. 1, cuenta de
B. de Valverde, para servicio de la infanta durante el primer ter-
cio de 1593. En el tercio segundo encontramos almohadas de olo-
res y otras en las que la infanta duerme la siesta.
116 AGP, AG, leg. 904, 94, Madrid, 18 diciembre 1593. Sería el
franciscano fray Andrés de la Iglesia.
117 AGP, AG, leg. 904, 98, Madrid, 22 febrero 1594.
118 AGP, AG, leg. 904, 101, 1592. En leg. 902, exp. 6, tercio
primero 1596: “Mas pague a Jiles cofrero quatro Reales por dos
pestillas y una visagra que echo en un cofre y una arca del guar-
dajoyas de su alt.a que se quevraron” y se habla de cofres cubier-
tos de vaqueta barreados con sus aldabas y cantoneras de hierro
en el guardajoyas de la infanta.
119 AGP, AG, leg. 904, 104, Madrid, 10 febrero 1594.
120 AGP, AG, leg. 904, 106, Madrid, 25 febrero 1594, y CP, leg.
5254, exp. 2, 9 marzo 1594. También se hace una cubierta de
frisa colorada para un arca cubierta de terciopelo para las flores.
121 AGP, AG, leg. 904, 130, Madrid, 12 diciembre 1594, y CP,
leg. 5254, exp. 2, cuenta de B. de Valverde durante el último ter-
cio de 1594 para servicio de la infanta, entrega dos varas de ter-
ciopelo carmesí “para la cubierta de un bufete de madera de ale-
mania que esta en el oratorio de su alteza”.
122 AGP, AG, leg. 904, 132, Madrid, 12 diciembre 1594.
123 AGP, AG, leg. 904, 112 y 116, Madrid, 5 abril y 14 mayo
1594.
124 Cuenta de Jusepe de Vargas, 4 febrero 1595, AGP, AG, CP,
leg. 5227, exp. 8. También aparecen los alfileres. En la cuenta de
la viuda del cerrajero Silvestre de León en 1596, también se hace
alusión a una caja grande para transportarlos, leg. 5237, exp. 1.
125 Cuenta de cerrajería, 5 diciembre 1597, AGP, CG, CP, leg.
5237, exp. 1.
126 Cuenta de los plateros Alonso García y Luis de Morales para
servicio de la infanta en 1595, AGP, AG, CP, leg. 5261.
127 AGP, AG, leg. 904, 133, Madrid, 11 enero 1595.
128 Cuentas de cerrajeros para sus altezas, 26 marzo 1597, AGP,
AG, CP, leg. 5237, exp. 1. Éste tenía muelles. También se habla
de estantes para la infanta y de un bufetillo de ébano. En leg. 902,
exp. 6, existe abundante documentación sobre el arreglo y trasla-
do de este escritorio de Alemania y otros movimientos de mue-
bles. Cuando dos escritorios alemanes se introducen en cajas
“para ir de camino”, el 12 de septiembre de 1596, se envuelven
previamente en tela de frisa colorada, como sabemos por la cuen-
ta de B. de Valverde para servicio de la infanta del último tercio
de 1596, leg. 5254, exp. 2. De igual manera se protegían los espe-
jos que viajaban en una misma caja.
129 Cuenta de Francisco de Reinalte para la infanta, 1597, AGP,
AG, CP, leg. 5261: “Mas se yçieron tres cantonericas de oro muy
pequeñas para un escritorio de ebano deste aderezo y de oro qua-
tro ducados/ Mas adereze una arquilla de bufano guarnezida de
oro que estaba toda quebrada y a las guarniziones de oro de la dha
arquilla se dieron color y se clabaron deste aderezo tres duca-
dos.”
130 Gastos que ha hecho Baltasar de Velasco ayuda de la guar-
dajoyas de la s.a ynfanta desde Aceca a San Lorenzo, AGP, AG,
leg. 902. Se compra tafetán doblete de color nácar para Isabel y
se lleva una gorra suya a Toledo. También se trasladan los cofres
y escritorios de la infanta a las casas arzobispales y se menciona
el escritorio grande de las gorgueras de la infanta.
131 Cuenta del guardajoyas Hernando de Rojas en el último ter-
cio de 1596, AGP, AG, leg. 902, exp. 6: “Mas pague medio Real
a un ganapan por traer desde la plaça a palaçio un escriptorio que
se enbio de su al.a para adereçarlo medio real/ mas pague por lle-
bar este escriptorio a casa de un tudesco de la Guarda que le ade-
reço un Real/ Mas pague a melchor bazquez soldado de la Guarda
alemana por adereçar este escriptorio de su al.a y darle color y
hecharle cantoneras y clavos le pague treinta y ocho Rs.” Será
quien tase los muebles de Felipe II en 1600. Véase Francisco
Javier SÁNCHEZ CANTÓN, op. cit., II, p. 290, y José
MARTÍNEZ MILLÁN y Santiago FERNÁNDEZ-CONTI (eds.),
La Monarquía de Felipe II: la Casa del Rey, Madrid, 2005, pp.
155 y 557.
132 AGP, AG, CP, leg. 5237, exp. 1, 4 abril 1597.
133 Cuenta de Juan Lázaro, cerrajero, AGP, AG, CP, leg. 5237,
exp. 1, mandado hacer por Arnedo.
134 Cuenta del entallador García de Torres de 1597, AGP, AG,
CP, leg. 5231, exp. 1.
135 Cuenta de Luis de Morales para servicio de la infanta en
1597, AGP, AG, CP, leg. 5261: aparte proporciona virillas para
los chapines, adereza un alzacuello de plata, “Mas hiço una
guar[nici].on de una arquilla de hilo de plata que avia hecho su
al.a que llebava quatro bisagras abiertas y engoznadas y una alda-
va con dos rrosas y su çerradura todo tallado y avierto que peso
dos honças que balen diez y seis reales y quartillo”.
136 Cuenta del entallador Quero de León del primer semestre de
1587, AGP, AG, CP, leg. 5231: “mas aderesçe un bufetico de
madera de la yndia adereçosele la tabla y un pie”.
137 Ésta recibía a los embajadores sentada en un almohadón en
el suelo al lado de una silla baja en la que estaba su hermano,
Vincenzo Alemani a Ferdinando I de Médici, Madrid, 6 febrero
1588, ASF, Mediceo del Principato, filza 4919, f 90. Esteban de
Los muebles de la colección de Felipe II y de su hija la infanta Isabel Clara Eugenia 47
GARIBAY, Memorias, Memorial histórico español, VII, Madrid,
1854, p. 507, la encuentra en 1591 en una audiencia sentada en
una silla baja a la diestra de su padre. En 1595 Felipe II deter-
mina que se sirva a su hija como una reina, dándole silla y mesa
alta cuando antes comía en bajo. También la sirven un trinchan-
te y una copera que antes no tenía, A. Iberti al duque de Mantua,
Madrid, 12 agosto 1595, ASMn, AG, 604.
138 AGP, AG, CP, leg. 5220, caja 1, exp. 1. En 1596 el pago es
de abril. El Jueves Santo se visten trece pobres y se les lavan los
pies, para lo que se compran toallas, cuenta de B. Gómez, último
tercio de 1582, leg. 5247, caja II. Aparte de estas ceremonias, la
infanta adoraría la Cruz el Viernes Santo y ofrecería cada aniver-
sario tantos escudos como años cumplía, por ejemplo, leg. 660,
1583.
139 AGP, AG, CP, leg. 5220, caja 1, exp. 1, donde se refleja un
pedazo de tabla de media vara de dos dedos en cuadrado, labra-
do y cepillado, para los cuellos de la infanta.
140 AGP, AG, CP, leg. 5220, 15 marzo 1591. En las cuentas son
frecuentes, también, cajas para los sombreros, cuenta de Hernán
Sánchez, cajero, para Ana de Austria, en 1578, por mandado del
guardajoyas Cristóbal de Oviedo; cajas para las gorgueras de las
infantas en 1583 o para las sayas bordadas, verdugados, sombre-
ros, monteas y herreruelos que se llevan a la jornada de Aragón
en 1585, AGP, AG, CP, leg. 5227, exp. 8.
141 Cuenta de cerrajería, 30 abril 1597, AGP, AG, CP, leg.
5237, exp. 1.
142 Cuenta del cerrajero Silvestre de León, 1591, AGP, AG, CP,
leg. 5237.
143 Cuenta del entallador Quero de León del primer semestre de
1587, AGP, AG, CP, leg. 5231.
144 Cuenta del cordonero Pedro de Prado para la infanta, 1597,
AGP, AG, CP, leg. 5223, exp. 1. También leg. 904, 53, Madrid, 20
diciembre 1597, con almohadas de terciopelo negro. Sería para
las exequias a las que asiste la infanta junto a su padre en los
canceles bajo la tribuna, sin ser vistos desde fuera, José Ignacio
TECHEA IDÍGORAS, op. cit., p. 231.
145 Francisco Javier SÁNCHEZ CANTÓN, op. cit., II, pp. 102-
113, y AGP, AG, Guardajoyas, leg. 765, exp. 34, f 50.
146 Santiago MARTÍNEZ HERNÁNDEZ, op. cit., p. 484. Entre
estos enseres que no pudo llevar consigo la infanta, también
habría búcaros.
147 Condesa de VILLERMONT, op. cit., I, pp. 35-37.