Las ballenas jorobadas comenzaron a regresar al puerto de Nueva
York en grandes grupos en 2019. En 2020, ha habido avistamientos frecuentes de estos gigantes gentiles a unos metros de la costa. Los expertos dicen que gracias a que el río Hudson está más limpio, la corriente ha depositado nutrientes que han revivido el plancton del que subsisten las ballenas. En agosto, una ballena fue hallada enredada en un hilo de pescar y boyas. La angustiada criatura finalmente fue liberada después de una dramática misión de rescate por parte de NOAA Fisheries y el Departamento de Conservación Ambiental del Estado de Nueva York. Paul L. Sieswerda