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Amor literario.

Despiértame, que dormí por mucho tiempo viviendo una pesadilla; despiértame con un beso cada
mañana; enciende mis sentidos con tus palabras, acaricia mi alma con tu mirada; despiértame
susurrándome un te amo prematuro; mira que si no me lo dices seguiré presa de las madrugadas; te
soy sincera no te amo, pero tengo unas ganas de destrozarte en versos, me he atrevido a intentarlo
de nuevo de volar al vacío, he decidido amarte poco a poco a fuego lento, no puedo negar que me
gustas, me tientas, me inspiras; me invitas al pecado con tu sonrisa. Si bien es cierto esto que te
diré, no sé si sea apropiado contártelo, pero empiezo a enloquecer con tu ternura, confieso que me
atraes de tal manera que si te acercas más un beso te robaré; me estremeces con tus prosas y
erizas mi piel suavemente, me desarmas con tus versos, me seduces con tu inteligencia, admiro tu
creatividad y talento para escribir. Disfrutamos nuestra afinidad por la literatura y compartimos
gustos similares, es por eso que me gustaría que dejemos atrás el pasado que ya caducó, que le
pongamos eternidad como fecha de vencimiento a esta sensación, a este sentimiento; compartamos
momentos de felicidad en hojas nuevas plasmando nuestra esencia, porque nos necesitamos para
crear, para hacerle honor al arte, porque el amor nos necesita. Y se está tardando la eternidad con
toda esta proclamación y con todo el atrevimiento te pregunto –¿Quieres ser mi amor literario?-

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