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Artículo extraído del libro “Masaje Ayurvédico” de Harish Johari (pag.

36-38)

“El masaje trabaja directa y simultáneamente en los tres sistemas del cuerpo humano: el sistema
sanguíneo/vascular, el sistema nervioso y el sistema linfático.
Aunque aparentemente el masaje trabaja únicamente con la piel y la musculatura, en realidad se
trasmite a todos los vasos del cuerpo. El ayurveda considera que el cuerpo humano está compuesto
por innumerables canales, o srotas, que nutren los diversos tejidos del cuerpo. Éstos canales están
conectados con los marmas y los órganos internos. El masaje estimula la actividad en los canales y
mejora la circulación de los nutrientes que a través de ellos se dirigen hacia los órganos
correspondientes. Según el Ayurveda, estos canales transportan vayu (aire), pitta (bilis) y kapha
(mucosidad) y, por lo tanto, son el sostén del organismo humano. Cualquier obstrucción en el flujo de
dichos canales puede conducir a la enfermedad. A través del masaje regular es posible mantener la
circulación de los fluidos vitales.
El corazón trabaja como una estación central de bombeo, haciendo circular la sangre cargada de ricos
nutrientes por todo el cuerpo. El sistema nerviosos reacciona a los estímulos y trasmite información al
cuerpo, permitiéndole adaptarse al entorno exterior. Sin embargo, el sistema linfático no dispone de un
centro de control principal. Por esta razón, es el sistema que resulta más directamente influenciado por
el masaje y el que más se perjudica al aplicarse técnicas que no son las apropiadas.
El Ayurveda considera que la linfa es de naturaleza kapha. La palabra kapha se traduce generalmente
como “mucosidad” o “flema”, pero su significado abarca también los líquidos linfáticos. Sleshaka
Kapha, una combinación de líquidos linfáticos y sinoviales que se encuentra en todas las articulaciones
del cuerpo, es un líquido dulce, pegajoso, frío, suave y blanco que actúa como lubricante. Ayuda a
reducir la fricción que se produce en una articulación, protegiéndola del desgaste y de posibles
desgarros. Sleshaka Kapha también fluye por el sistema nervioso, proporcionando a los nervios la
capacidad de recibir y transmitir señales. Colabora en el desarrollo de los anticuerpos y por eso es
fundamental para el sistema inmunológico. El sistema linfático que actúa a través de los vasos (srotas)
y ganglios restituye las proteínas que se han perdido de los capilares sanguíneos y se hallan en los
espacios intercelulares y transfiere las grasas y líquidos absorbidos desde los intestinos hacia el
sistema circulatorio.
El sistema linfático no es un sistema independiente. Actúa como complemento de la sangre, y corre
paralelo al sistema circulatorio. La sangre recoge oxígeno de los pulmones, nutrientes del tracto
gastrointestinal y hormonas de las glándulas endocrinas. La sangre conduce éstas sustancias a todos
los tejidos del cuerpo, donde se difunden desde los capilares sanguíneos hacia el líquido del tejido. Una
vez allí, las sustancias nutritivas se transportan a las células de dicho tejido y se produce un
intercambio para eliminar desechos. La linfa recoge entonces los materiales del líquido del tejido,
elimina las bacterias y los devuelve al flujo sanguíneo. El tejido linfático que se encuentra en los
ganglios, el bazo y la glándula timo tienen la función de proteger el cuerpo de células y sustancias
extrañas. El sistema linfático, con su ejército de linfocitos, fagocitos y tejidos reproductores de
anticuerpos, ofrece una línea directa de defensa para el cuerpo.
El sistema linfático no es un circuito completo, sino un sistema de una dirección: el líquido penetra en
el flujo sanguíneo, pero la sangre (o la linfa de la sangre) no puede introducirse en los vasos linfáticos.
Los ganglios no contienen válvulas y se distribuyen de un modo no uniforme en el cuerpo. El masajista
debe recordar que los ganglios linfáticos, que producen el líquido linfático, se encuentra alrededor de
las articulaciones del cuerpo. Es posible estimularlos frotando en sentido circular alrededor de las
articulaciones. Al friccionar profundamente una articulación se genera calor, se mejora la circulación y
se logra que el ganglio segregue su fluido; y a la vez se logra que las proteínas, la glucosa, los
minerales, el oxígeno y los anticuerpos sean absorbidos por la sangre. Los ganglios linfáticos se pueden
excitar con otras formas de calor externo, como un baño de sauna o la aplicación de fomentos.
También es posible estimular este complejo sistema mediante la práctica regular de ejercicios, la
respiración profunda y comprimiendo periódicamente los ganglios linfáticos individuales o los marmas.
Cuando se estimula el flujo linfático con un aceite de masaje, el masajista puede vigorizar la química de
la sangre y ayudar a que el cuerpo se desintoxique por si mismo, eliminando las toxinas a través del
sudor y de la orina. De esta forma, el masaje actúa como un chequeo de la acumulación de toxinas en
el organismo. Como al aumentar el flujo linfático disminuye el flujo sanguíneo, los médicos ayurvédicos
generalmente aconsejan el masaje para los pacientes que sufren problemas cardíacos y de tensión alta.
Es igualmente útil para quien padece de un flujo sanguíneo lento ya que estimula la circulación y mejora
el flujo de nutrientes hacia la sangre.”

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