Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
4.942.143-5
3ro A Profesorado de Historia
Instituto de Profesores Artigas
Prof. Pablo Fuce
Seminario - Taller de Historia Moderna y Contemporánea.
2020
Página 1 de 25
Índice
Introducción ………………………………………………………………………………….3
Conclusiones ..……………………………………………………..……………………… 21
Bibliografía..……………………………………………………..……………………….. 25
Página 2 de 25
Introducción
La mente humana siempre ha sido un elemento fascinante para el hombre, tanto como para
científicos o para artistas o aficionados, ¿Qué nos convierte en lo que somos?, ¿Qué nos
permite expresarnos como lo hacemos?, ¿Qué es esto que sentimos? Ha fascinado a grandes
autores como Antonio Damasio, donde analiza la neurobiologia de las emociones, tratando de
comprender el papel que juegan en nuestras vidas y su impresindibilidad para entender el
pensamiento humano, así como también a uno de los principales dramaturgos del siglo XVI y
XVII, el propio William Shakespeare, quien a través de sus obras estudia y desarrolla la
capacidad de los sentimientos para el hombre.
De tal forma, en la presente investigación analizaremos las diferentes perspectivas de los
sentimientos, desde científicos hasta escritores, trataremos de develar los puntos de
concordancia, y más específicamente como los sentimientos son utilizados en el teatro, ya sea
para divertir, para apelar a las emociones o experiencias de la audiencia o ya sea para ampliar
su repertorio.
Mediante la lectura de la Carta a D`Alembert escrita por Rousseau, seleccionamos el amor
como nuestro sentimiento base, y compararemos su opinión con la famosa obra de William
Shakespeare: Romeo y Julieta. Nos preguntamos, ¿Cómo su historia de amor y tragedia ha
vencido al propio tiempo, interesando a individuos a lo largo de la historia? ¿Qué es lo que
despierta su amor en la audiencia? ¿Qué despierta en nosotros?
Página 3 de 25
El desarrollo del presente trabajo no solo me ha conducido a lecturas que hace mucho
debía retomar, sino también a manuales básicos para ayudarme a comprender la propia
temática que nos atiende. Los sentimientos tanto como las emociones, refieren a un campo de
estudio mucho más extenso que aquello que el hombre experimenta en su vida diaria, por lo
tanto, para adentrarme en la temática he debido recurrir a diversos autores para la
construcción de un marco teórico que me permita desarrollar el presente trabajo.
Uno de los manuales básicos a los que me referí anteriormente es la obra: “¿Para qué
sirve el cerebro? Manual para principiantes” del autor Javier Tirapu, publicado en 2010. En el
mismo, Tirapu desarrolla diversas temáticas atendiendo al título de su obra, como por
ejemplo un breve resumen de la evolución del cerebro humano, así como un estudio sobre la
inteligencia y sus diversas cualidades, sin embargo, el apartado que nos respecta a nosotros es
aquel denominado “Emociones”.
Comenzando con el mismo, el autor nos recuerda la naturaleza del elemento
estudiado, y su función original como mecanismo de supervivencia de los primeros homo
sapiens, el autor nos recuerda nuestra falta de otras cualidades que facilitarían nuestra
supervivencia en estos primeros años de desarrollo; un gran tamaño, agilidad o capacidad
para trepar a grandes alturas obligaron al ser humano a desarrollar un sistema que nos alerte
del peligro, para poder sobrevivir ante la adversidad.
De tal manera el autor define a las emociones como “(…) señales internas que dirigen
nuestra, estados fisiológicos coordinados formados por selección natural, de acción rápida y
adaptativa que busca conectar nuestra naturaleza biológica con el mundo externo en el que
esta inmensa” (TIRAPU, 2010: 251). Expandiendo su definición añade otra cualidad de las
emociones, como lo es su influencia en la motivación, aprendizaje, toma de decisiones,
conducta y adaptación del hombre al entorno en el que se encuentra. En pocas palabras, las
emociones son elementos de nuestra naturaleza que no solo permitieron nuestra
supervivencia inmediata, sino que también nos ayudaron a desarrollar capacidades que la
aseguren.
Página 4 de 25
Además de esta base de conocimiento que la lectura del presente autor nos ha
proporcionado, también aclara la diferencia entre las emociones y los sentimientos,
comprendiendo a los primeros como emociones primarias, dado que forman parte de la
expresión básica humana y son universales, estas son asociadas a expresiones faciales
específicas que las representan. Autores como Paul Ekman e Carrol Izard las identifican
como: sorpresa, miedo, rabia, asco, alergia y tristeza, estos autores las identificaban como
emociones que habían quedado en el repertorio humano a lo largo de nuestra evolución dado
que se producían frecuentemente y cumplían una función biológica para la supervivencia
(parafraseo TIRAPU, 2010: 253). Sin embargo, otros autores identifican que la persistencia
de estas emociones va más allá de la supervivencia y se relacionan con la socialización;
“(…) una cara alegre les comunica a otros que se acerquen, que jueguen; pero
una cara enojada comunica a los demás que se alejen de él y que estén atentos
ante un ataque. Las expresiones como tales, dice Fridlund, surgen
involuntariamente de estados emocionales para evolucionar si otros prestan
atención, por lo cual, los estados emocionales transmiten información a las
personas con las que interactuamos” (TIRAPU, 2010: 254).
Este factor socializante de las emociones y su universalidad explica el gusto del
hombre por el teatro y su carácter identificativo, el cual abordaremos más adelante bajo lo
que el autor denominó como neuronas espejo.
En pocas palabras, en un primer nivel, encontraríamos las emociones, concebidas
como: “el resultado de un patrón complejo de respuestas químicas y neuronales que forman
un patrón característico, estas respuestas son automáticas y producidas por el cerebro
cuando detecta un estímulo determinado (un objeto y una imagen mental)” (TIRAPU, 2010:
254).
Sin embargo, existe un nivel más complejo, conocido como emociones secundarias, o
más popularmente: sentimientos. Los mismos, explica el autor, devienen del desarrollo
humano de las emociones primarias común para todo hombre, y también, de las experiencias
que cada individuo ha tenido a lo largo de su vida: las emociones experimentadas en
determinados momentos se unen a la experiencia vivida creando un recuerdo, característico
de cada individuo (dada la característica individualista las experiencias). En definitiva,
elabora el autor: “las emociones primarias son innatas y las secundarias son aprendidas por
Página 5 de 25
las experiencias con el mundo (aunque la base de la segundas sean las primeras)” (TIRAPU,
2010: 258).
Los sentimientos son, a fin de cuentas, más complejos que las emociones: los
segundos consisten en la reacción del cuerpo a determinado estímulo, por ejemplo un grito, al
percibirlo, nos inquietamos, ¿Qué significa que nos inquietamos? Nuestra frecuencia cardiaca
se acelera, y nuestro cuerpo cambia, de tal forma se nos está avisando de un peligro cercano,
en esto consiste la emoción. El sentimiento por otro lado constituye a todo el proceso vivido:
el estímulo recibido, la reacción del cuerpo y las ideas que acompañan tal reacción, por
ejemplo, recordamos otras experiencias que tenemos donde hayamos sentido un grito.
El hombre es capaz de observar e identificar esas emociones (que él también siente)
en los personajes de la obra, el actor o actriz tiene la capacidad de reproducir en el momento
que él /ella desea ciertas expresiones faciales que comunican ciertos mensajes como lo son
las emociones, para que el espectador, teniendo en cuenta su carácter de humano y ciertas
experiencias sociales vividas similares a las de todo ser humano, pueda entender el mensaje
que quiere ser transmitido.
En el desarrollo de la obra, el espectador recibe constantemente ciertos estímulos
dirigidos a él, para que por un lado comprenda el desarrollo de la historia y principalmente
para que se identifique con los personajes, un ejemplo, teniendo en cuenta la obra
seleccionada, es cuando Julieta descubre la muerte de su amado, la tristeza que ella siente,
transmitida por las emociones que expresa, le comunica al espectador lo que esta sucediendo,
y nos permite empatizar con el personaje, dado que al recibir el estímulo (Julieta triste por la
muerte de amado: llorando) el espectador reconoce la emoción representada y en base a su
propia experiencia y carácter humano identifica el sentimiento transmitido.
¿Por qué? ¿Qué elementos dentro de nuestra anatomía nos permiten comprender e
incluso sentir lo que el actor representa? El autor Tirapu lo denomina como neuronas espejo,
descubiertas por el equipo de Giacomo Rizzolatti en la Universidad de Parma, Italia en 1996.
Según estos científicos, ciertas neuronas se activaban no solo cuando el individuo realizaba
cierta acción, sino también cuando observaba a alguien realizar la misma acción, en cierta
medida, este conjunto de neuronas “reflejaba” las acciones del otro en el cerebro del
individuo observador. El autor concluye que: “El sistema de espejo, pues, permite hacer
propias las acciones, sensaciones y emociones de los demás” (TIRAPU, 2010: 267).
Página 6 de 25
Por lo tanto, dado que se demostró un vínculo entre la organización motora deán
individuo y la capacidad de comprender las intenciones del otro, por ejemplo, existe un
vínculo entre las experiencias sentimentales del espectador y lo que el actor desea reflejar, el
grupo de científicos supuso la disolución entre la barrera entre el uno y el otro, acercando a
ambos individuos. Socialmente significa la comprensión de las intenciones del otro (esencial
para la vida social) y dentro de la investigación que nos compete, significa la identificación
con el sentimiento y emoción que desea transmitir el autor y por lo tanto, un mayor interés y
gusto por la obra que se está presenciando. El espectador se encuentra atrapado por la historia
y por los personajes dentro de ella, desea saber si realmente el amor de Romeo y Julieta es
tan profundo como parece y desea saber qué va a pasar. El autor, explica, de tal forma la
importancia de esta neuras para las relaciones sociales del hombre:
“El sistema de espejo no se detiene en los movimientos, sino que también refleja
aspectos más sutiles del comportamiento, como son las emociones. <El mensaje
más importante de las neuronas espejo es que demuestran que verdaderamente
somos seres sociales. Nos ponen en el lugar del otro, pero no de forma abstracta
o intelectual, sino sintiendo como él>, asegura Rizzolatti. Las neuronas espejo
del observador actúan como un sistema que permite la comprensión de las
acciones y por tanto aspectos como la empatía” (TIRAPU, 2010: 268).
El segundo autor estudiado fue Antonio Damasio, específicamente su obra “En busca
de Spinoza. Neurobiología de la emoción y los sentimientos” publicado en 2009, el aporte
principal del presente autor fue una clara diferencia entre emociones y sentimientos,
comprendiendo a los primeros como “acciones o movimientos, muchos de ellos públicos,
visibles para los demás pues se producen en la cara, en la voz, en conductas específicas”
(DAMASIO, 2009: 32) a diferencia de los segundos, los cual explica el autor se encuentran
“escondidos” dado que ocurren en el interior del individuo, “(…) son la propiedad privada
del organismo en cuyo cerebro tienen lugar” (DAMASIO, 2009: 32). Para comprenderlo
mejor, el autor los compara con el teatro, denotando la fuerte conexión que podemos
encontrar entre la vivencia de las artes escénicas y los sentimientos, explica de tal manera
que: “Las emociones se representan en el teatro del cuerpo. Los sentimie tos se representan
en el teatro de la mente” (DAMASIO, 2009: 32).
Página 7 de 25
n
Instituto de Profesores Artigas Belen Larrea Seminario - Taller de Historia
Montevideo, Uruguay 2020 Moderna Contemporánea
Sin embargo, a pesar de sus diferencias, el autor destaca que ambos sirven como
fundamentos de los mecanismos básicos de regulación de la vida, no solo social sino también
de supervivencia en el mundo, ambos se encuentran íntimamente relacionados en un proceso
continuo, lo que nos conlleva a concebirlos como la misma cosa, aunque no lo sean. Los
otros aportes del autor nos permitieron expandir la concepción del proceso entre emociones y
sentimientos, comprendiendo como los primeros preceden a los segundos, en palabras del
autor:
“(…) tenemos emoci nes primero y sentimientos después porque la evolución dio
primero las emociones y después los sentimientos. Las emociones están
constituidas a base de reacciones simples que promueven sin dificultad la
superv vencia de un organismo, y de este modo pudieron persistir fácilmente en
la evolución. En pocas palabras, aquellos a quienes los dioses querían salvar,
pr mero los hicieron astutos, o así parece.” (DAMASIO, 2009: 34).
Continua explicando como todo ser humano nace con un “paquete de reacciones”
como lo es llorar, lo que cambia, afirma el autor, es el por qué lloramos, esto lo aprende el
individuo a lo largo de su vida, dado que cambia con la experiencia de cada uno, en pocas
palabras, llorar es la emoción y el por qué lloramos, es el sentimiento.
En relación a este aspecto específico, podemos denotar como al experimentar una
escena triste, por ejemplo, la muerte de Romeo y Julieta, el espectador no puede evitar llorar,
¿por qué? Varias pueden ser las razones, dado que cada individuo tiene experiencias
diferentes, alguien puede llorar porque le hace acuerdo a una pérdida que ha tenido, otro
puede estar llorando por un conflicto amoroso personal que la escena le recuerda, y un tercer
individuo, puede estar llorando gracias a que se activaron las neuronas espejos cuando
observa a las familias de ambos llorar por la pérdida de sus hijos.
Sin embargo, a pesar de la concordancia entre ambos autores, Damasco Antonio
realiza un aporte esencial para comprender los procesos de las emociones y sentimientos y
cómo los mismos afectan la vida del ser humano. A pesar de que ambos concuerdan que tanto
las emociones como los sentimientos son mecanismos evolutivos que han permitido la
supervivencia del hombre, Damasco agrega a tal afirmación que no solo aseguran la
supervivencia, sino que la naturaleza del hombre lo obliga a buscar una situación de
Página 8 de 25
i
i
o
bienestar, y no conformarse con un estado neutro para vivir, el hombre busca obtener un
estado vital mejor que el neutro.
Por lo tanto, dentro del proceso hemostático que gobierna la vida del hombre, además
de los primeros dos pasos donde (1) sucede algo que cambia el ambiente del organismo
individual, con la capacidad de alterar la vida del mismo, por lo tanto (2) el organismo
detecta el cambio y actúa en consecuencia, existe un tercer paso donde el organismo actúa de
una manera designada para crear una situación más benéfica para no solo su auto-
preservación sino también su funcionamiento eficiente.
Por lo tanto, el ser humano no solo buscar sobrevivir, sino obtener bienestar y una
vida plena, de esta forma es que añade otras actividades a su rutina de vida además de
simplemente cubrir las necesidades básicas, forma relaciones sociales, asiste a eventos, tiene
hobbies, y dentro de los mismos podemos identificar el teatro, y en especial obras románticas,
ya sea Romeo y Julieta, Tristán e Isolda o aquella conocida como los amantes de Taurel. Y no
son únicamente novelas clásicas como las que mencionamos, las historias de amor cautivan al
espectador a lo largo de la historia e incluso en el presente, películas como El Titanic, Yo
antes de Ti, A dos metros de ti, numerosas otras, la pregunta es ¿qué es lo que poseen estas
historias de amor que cautivan tanto al ser humano?.
Con la ayuda de la autora Diana Ackerman, en su obra “Una historia natural del
amor” publicado en 1994, donde realiza un breve recorrido histórico por las principales
historias de amor y su desarrollo, desde Grecia hasta la Modernidad, analizando más tarde a
autores como Platón, Stendhal o Freud. En este trabajo analizaremos su apartado sobre el
espacio temporal que nos concierne: la modernidad, en donde no solo analiza las relaciones
de la época, sino también nos ambienta en el ambiente social y político de la época.
La primera idea presentada; el rol de la hija, y más tarde mujer, en estrecha relación
con el personaje de Julieta, nos permite entender en mayor capacidad el rol de la mujer en la
vida social de la modernidad : en el caso de las mujeres, su “condición venía determinada por
su relación con los hombres, de modo que sólo eran hijas de un padre, esposas de un marido
o madres de un hijo” (ACKERMAN, 1994: 99). Su valor nacía de su capacidad de producir
hijos, y:
“en tales circunstancias, una niña era simplemente una mercancía, y el
matrimonio un contrato comercial. Ella no tenía ni voz ni voto en la elección de
Página 9 de 25
Página 10 de 25
Página 11 de 25
Página 12 de 25
muestra que debemos de mostrar nuestros verdaderos sentimientos a tiempo, por que ese fue
el error de los protagonistas de las obras, nunca decir a tiempo lo que realmente lo que
sentían, razón por la cual siempre era demasiado tarde cuando querían explicar y aclarar las
cosas. Shakespeare expresa como el amor es la pasión más grande del hombre, y la
cautividad de la audiencia, lo comprueba.
El autor ha desarrollado en su experiencia una conexión y habilidad muy cercana para
no solo trabajar, sino expresar los sentimientos y las emociones, numerosos autores como el
propio Antonio Damasio lo reconoce, en la obra citada, el autor afirma:
“Demos crédito a Shakespeare por haber estado allí antes. Hacia el f nal de
Ricardo con la corona perdida y la perspectiva de la pr sión cada vez más cerca,
Ricardo le comenta inconscientemente a B lingbroke una posible distinción entre
la idea de emoción y la de sentimiento. Pide un espejo, se observa la cara y
estudia el espectáculo de devastación. A continuación observa que «estos modos
externos del lamento» expresados en su cara son simplemente «sombras del dolor
que no vemos», una aflicción «que, en silencio, crece en mi alma atorment da».
Su dolor, dice, «está dentro de mí». En sólo cuatro versos, Shake peare anuncia
que el proceso de afecto, unificado y aparentemente si gular, que con frecuencia
Página 13 de 25
o
n
i
s
i
a
Instituto de Profesores Artigas Belen Larrea Seminario - Taller de Historia
Montevideo, Uruguay 2020 Moderna Contemporánea
Página 14 de 25
Página 15 de 25
formación para el hombre) es: “un mal para cuya vida es tan corta y su tiempo
tan precioso” (ROUSSEAU, 1758: 11-12).
En relación al sentimiento elegido en este trabajo, y la preocupación de Rousseau por
la educación del hombre, así como el rol que cumple el teatro en la misma, el propio autor
elabora: “(…) lo que debería enseñarse a los jóvenes es a desconfiar de las ilusiones del
amor, a huir del error de una inclinación ciega que cree siempre fundarse en la estima, y a
temer a veces entregar un corazón virtuoso a un objeto indigno de sus cuidados”
(ROUSSEAU, 1758: 39).
Esta preocupación moral por el crecimiento y desarrollo del hombre la podemos
observar también en los otros discursos, donde su principal tesis es que los avances de la
ciencia y el arte habían corrompido la moral del hombre. En la carta a D`Alembert, el autor
expone como:
“(…) attendance at the theatre takes people away from participation in the public,
communal celebrations necessary to sustain a true republican spirit and
commitment to social justice. Instead, they are shut away in the dark, showing off
their finery and feeding on synthetic emotions designed only to amaze or excite
without any moral responsibility” (DENT, 2005: 25).
Como podemos denotar en la mayor parte de sus obras, más incluso, en su obra “El
Contrato Social”, lo más importante para Rousseau era la vida en comunidad y el deber del
hombre como individuo a esa comunidad, de tal forma, su accionar debía dirigirse en pos del
bienestar de la misma. Y aunque consideraba que al teatro como una diversión también lo
concebía como una distracción de ese deber e incluso de la propia unión que el individuo
tiene con la comunidad, dado que distanciaba a los hombres de encontrar placer en sus deber
cívicos, costumbres y sentimientos de comunidad que los hacían parte de la misma, al
encontrar placer en la diversión efímera del espectáculo.
Incluso en referencia a la mujer en particular, dado su predominancia como el “interés
amoroso” sobre el que se concentra la obra, lo podemos denotar claramente en la tragedia
seleccionada: Romeo y Julieta, Rousseau tiene una preocupación determinada. Dado que este
nuevo papel que se le da a la mujer puede distraerla de sus preocupaciones principales como
lo son la familia y su rol en ella, y la comunidad, tomando en su lugar una preocupación por
el gasto y el cumplimiento de un ideal.
Página 16 de 25
En pocas palabras, y citando al autor Dent, podemos concluir este apartado: “The
absolutely key issue here for Rousseau is ensuring that the customs, opinions and sentiments
which are common and accepted among all the citizens are those that make accepting and
adhering to laws requiring respect and equality a welcome expression of what each wants
their fellow citizens to enjoy” (DENT, 2005:168).
En referencia a la estructura de la obra, podemos denotar 4 apartados principales: (1)
la presentación de la temática, (2) un análisis del teatro en relación a las representaciones
llevadas a cabo, (3) un análisis del teatro en relación a los actores y al escenario, y por último
(4) el establecimiento de un teatro específicamente en la ciudad de Ginebra.
En relación al primer apartado mencionada, como fue denominado, Rousseau
comienza estableciendo el respeto que tiene por su amigo y autor de renombre: D`Alembert,
considerando sus aportes en diversas publicaciones de la Enciclopedia y conexión con otros
autores. Sin embargo, a pesar de demostrar su respeto aclara que es imperativo discutir
ciertos aspectos de su propuesta, considerando las posibles consecuencias que el teatro puede
tener, también, en este primer apartado, trabaja brevemente sobre la fe y el labor de los
ministros de la iglesia católica.
En relación al segundo apartado, Rousseau comienza aceptando el rol del teatro como
forma de entretenimiento, y aunque acepta que a veces es necesaria, también se pueden
convertir en un peso que convierte a la mente del hombre, así como una pérdida de tiempo.
Rousseau afirma que el principio sobre el que se basa el teatro es el entrenamiento lejano al
hombre; en el caso de la comedia, el contenido es socavado, en el caso de la tragedia, los
ideales heroicos de los personajes son exagerados y distantes al hombre, dado que cuando
Rousseau considera al teatro como un objeto artificial, su contemplación aísla a cada persona
del resto y la encierra en su propia conciencia para poder disfrutarlo. El autor Grimsley lo
esboza como:
“En el teatro, «nos olvidamos de nosotros mismos y dedicamos nuestra atención
a objetos externos». Ningún objeto que aparezca en el escenario está próximo a
nosotros, y como Rousseau intenta subrayar, es ésta la razón por la que cualquier
sentimiento suscitado por los objetos de nue tra contemplación, será estéril y
transitorio” (GRIMSLEY, 1973:35).
Página 17 de 25
s
Página 18 de 25
r
e
r
a
sería mejor simplemente no establecerlo en vez de tener que cambiar las leyes de forma
acorde.
Además, en este apartado, Rousseau explica como los actores y actrices son personas
que tienen un poco deseable estilo de vida y de una base moral potencialmente débil,
considerándolos escandalosos, artificiales y obscenos, dado que actúa por dinero,
sometiéndose a la desgracia y abandonando su rol como hombre. Y, aunque el actor como
individuo no es “malvado”, su naturaleza seductiva y manipuladora puede ser usada
potencialmente para dañar a la sociedad fuera del teatro. Incluso la propia artificialidad que
mencionábamos antes, Rousseau la extiende los actores y actrices recién mencionados:
“El propio actor, en cuanto hombre cuya condición es la apariencia, se despoja
de su propia personalidad para adoptar un carácter artificial; es un imitador que
trata constantemente de ser distinto de lo que es, que trafica consigo mismo, y
que vende su físico a cambio de dinero; no es «un hombre, el más noble de todos
los seres», sino una criatura que se deja conve tir «en el juguete de los
espectadores» ” (GRIMSELY, 1973:35)
En su apartado final, concentrándose específicamente en la ciudad de Ginebra,
Rousseau la retrata con un destello de luz positiva y romántica, donde la gente es productiva,
feliz y trabajadora, aunque reconoce los extremos que existen entre la pobreza y la riqueza.
Su primer argumento en contra, se concentra en los aspectos económicos, considerando a
Ginebra como una ciudad pequeña, como ya fue mencionado, el autor concluye que no
tendría resultados económicos positivos y por lo tanto, no perduraría. En referencia a los
factores económicos, Rousseau también defiende los intereses de los hombres pobres, dado
que por los impuestos los afectarían y tampoco podrían asistir al teatro dado su costo,
concluye que no es necesario incrementar la diferencia económica y por lo tanto, la
desigualdad, en Ginebra.
Su próximo argumento refiere al nuevo poder que la mujer obtendría en los espacios
públicos, y considerando que sus vicios son más dañinos para la sociedad que lo de los
hombres, corrompiendo a los jóvenes, y convirtiéndolos en vacíos y sin patriotismo. En
referencia a los actores como un conjunto, el autor también menciona, como actores y
actrices extranjeros, y por lo tanto ajenos y también indiferentes a los costumbres, intereses
y moral de la comunidad de Ginebra, rápidamente la corromperían.
Página 19 de 25
r
Para finalizar, tratando de ofrecer una alternativa al teatro, menciona como festivales
al aire libre pueden promover una mejor unidad en la comunidad, e incluso aquellos influidos
por las costumbres de la misma, pueden proveer no sólo unidad sino también espíritu
patriótico, el autor Grimsley lo describe como:
“Rousseau en la Lettre i d’Alembert sueña con el día en que sus conciudadanos
ginebrinos participen en fiestas n cionales motivadas por sentimientos
patrióticos y hum nos. A diferencia de la oscura caverna del teatro mode no; con
su audiencia medrosa e inmóvil, perdida en el silencio y la pasividad, un pueblo
feliz disfruta con la expresión espontánea de sus sentimientos y la belleza de la
naturaleza física” (GRIMSLEY, 1973:36)
Página 20 de 25
a
a
r
Instituto de Profesores Artigas Belen Larrea Seminario - Taller de Historia
Montevideo, Uruguay 2020 Moderna Contemporánea
Conclusiones
Página 21 de 25
Sin embargo, el propio Rousseau también afirma: “La escena, por lo general, es un
cuadro de pasiones humanas cuyo original se encuentra en todos los corazones” (Rousseau,
1758: 13). Las pasiones humanas, estrechamente ligadas a lo que producen en nuestro
interior, es decir, a nuestros sentimientos, aquellos que estudiamos y definimos como un
elemento evolutivo que nos ha acompañado desde nuestros primeros días de existencia, algo
que comparten todos los seres humanos, indistintamente de su comunidad y nación.
Todos nacemos y desarrollamos en nuestra vida ciertas emociones como miedo o
alegría, y otros sentimientos como amor y odio. Y si son estas pasiones ligadas a los
sentimientos los que atrapan al público en los espectáculos, podemos entender la
permanencia de la historia de Romeo y Julieta, a lo largo de nuestra historia, incluso
atravesando diferentes naciones y comunidades, Rousseau discreparía con nosotros: la misma
historia no puede interesar a todo el mundo, pero debemos recordarle que esta historia no es
original de Sheakspeare, sino que a atravesado nuestra historia con diferentes nombres: los
mitos griegos de “Príamo y Tisbe” o “Hero y Leandro”, así como otras leyendas como “Los
amantes de Teruel” o “El conde de don Enrique el doliente”.
El amor de Romeo y Julieta ha cautivado a sus espectadores desde épocas
inmemorables, la traición y el sacrificio han apelado al corazón humano de sus espectadores,
¿por qué? Nos preguntamos, y Rousseau nos responde:
“Es verdad que no compartimos los sentimientos de todos los personajes, (…) el
autor se ve obligado a hacernos que previéramos alguno (…) pero lejos de
escoger por eso las pasiones que quiere hacernos amar, tiene que escoger las que
nosotros ya acabamos (…) De este modo el teatro purga las pasiones de las que
se carece y fomenta las que se tienen” (Roussaeu, 1758: 15-16).
El amor es la pasión más fuerte que sufre el hombre, y por eso decimos: “el amor te
vuelve loco” o “el amor te hace hacer locuras”, es un sentimiento universal y en especial
universalmente fuerte, con el que todos nos podemos identificar, de la misma forma que nos
identificamos con Romeo y con Julieta, por eso nos enamoramos con la escena del balcón y
lloramos su pérdida con la muerte de ambos amantes, en palabras de Rousseau:
“No hay arte que pueda generar (producir) este interés, sino solamente invocarlo
(…) llorando ante estas ficciones, satisfacemos todos los derechos de la
humanidad sin tener que poner nada mas del nuestro (…) acciones célebres,
Página 22 de 25
Página 23 de 25
del error de una inclinación ciega que cree siempre fundarse en la estima y a
temer a veces entregar un corazón virtuoso a un objeto indigno de sus cuidados”
(Rousseau, 1758: 39).
Como aquí presentamos, y como hemos elaborado en otros apartados de este trabajo,
lo que preocupa a Rousseau es la educación del individuo, y de tal forma, cada componente
de su vida debería responder a la cultivación y formación de la misma, incluso el teatro.
Rousseu consideraba que el teatro para que sea bueno debe enseñar y que el hombre no debe
sucumbir a las pasiones, lamentos que comparte con otros autores como Roger Asham, quien
en 1570 se lamentaba que:
“No solo los jóvenes caballeros, sino incluso las muchachas muy jóvenes se
atreven sin temor alguno -aunque no sin manifiesta vergüenza-, según sus
inclinaciones, a casarse conforme a su propio criterio y contra la voluntad de su
padre, madre, Dios, el buen sentido, contra todo” (ACKERMAN, 1994: 108)
En la obra seleccionada: Romeo y Julieta, observamos a sus personajes sucumbir a la
pasión de su amor y llegar a sus propios límites para alcanzarlo, desafiando no solo a sus
padres y familia, sino también a la comunidad a la que pertenecen, como elabora el autor
Roger Asham. Y aunque acompañamos a los personajes en su travesía y sentimos por ellos la
felicidad de haberse encontrado, el fuerte amor que sienten el uno por el otro, también los
acompañamos en el dolor, el sacrificio y la tragedia en la que concluye su historia.
Sucumbimos a sus mismas pasiones y a su mismo amor, y sufrimos las mismas
consecuencias, una de las escenas finales, tras la muerte de ambos personajes, no solo le
otorga el tono de tragedia a la obra, sino que también nos intenta mostrar las consecuencias
de su historia.
Página 24 de 25
Fuente:
- Rousseau, Jean Jaques (1758) Carta a D`Alembert sobre los espectáculos.
- Sheakspeare, William (1597) La excelente y lamentable tragedia de Romeo y Julieta.
Bibliografía
- Ackerman, Diane (1994) Una historia natural del amor. España: Editorial Anagrama.
- Caballero, Fuensanta (1996) La naturaleza del amor en Romeo y Julieta. España:
Universidad de Murcia
- Correa, Luis (2016) Romeo y Julieta: Apuntes para una metapsicología del sentimiento
amoroso. APU: VI Jornadas de literatura y psicoanálisis.
- Damasio, Antonio (2009) En busca de Spinoza. Neurobiología de la emoción y los
sentimientos. España: Editorial Crítica.
- Dent, Nicholas (2005) Rousseau. Estados Unidos: Routledge.
- Grimsley, Ronald (1973) La filosofía de Rousseau. España: Alianza Editorial.
- Mingo, Alicia (2009) La comunidad en cuestión. Un episodio de la historia moral del
teatro, según Rousseau. España: Universidad de Sevilla.
- Tienken, Arturo (1935) Perfil de Romeo y Julieta. Chile: Ediciones Revista ATENEA.
- Tirapu, Javier (2010) ¿Para qué sirve el cerebro? Manual para principiantes. España:
Editorial Desclée de Brouwer.
Página 25 de 25