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Naturaleza de la empresa:

Lo primero es afirmar que la empresa es un proyecto dotado de uno o de varios


objetivos. Comúnmente ha sido descrita substancialmente por su finalidad
económica, entendiendo este vocablo en el sentido esencial de creación y
distribución de recursos intrínsecamente escasos, o con el significado, más
restringido aún, de actividad estrictamente monetaria. Así la empresa se define en
función de la producción de bienes y servicios o, de forma más estrecha,
atendiendo a la generación de beneficios.

Fines económicos de una empresa

Para abrir un panorama más amplio hay que mirar las consecuencias derivadas de
definir la empresa exclusivamente por su dimensión económica: acarrea un
empobrecimiento falsificador. Porque, ciertamente, los objetivos económicos son
definidores de la empresa, pero no en exclusividad. En esta enorme diferencia
está la clave para la acción ética como necesidad radical, pues en cuanto
agrupación de personas humanas en contacto y al servicio de otras personas, las
corporaciones empresariales gozan de otros fines más radicales, que han de
alcanzar –como veremos- precisamente a través de la gestión y en el modo propio
que determinan sus objetivos y naturaleza económicos. Esto quiere decir que la
empresa no puede dejar a un lado sus fines económicos, sería su muerte, lo que
necesita es reubicar la jerarquía de sus fines.

En una concepción equivocada de los objetivos de la empresa, la producción se


concibe como el fin de la actividad económica (el productivismo), que es una
deformación, una deshumanización. No se trata –como dije- de agregar fines u
objetivos, de modo que la empresa hubiera de conseguir, además de sus metas
económicas, otros logros más fundamentales, que le concernirían por su condición
de sociedad humana (Col. n. 4).

Perfeccionamiento humano

El planteamiento correcto es el siguiente: como una peculiar asociación de


personas, la empresa ha de alcanzar los objetivos radicales comunes a toda
corporación humana a través de la gestión de los fines económicos que les son
propios. Y esos propósitos básicos, los únicos que en rigor pueden hacer las
veces de fin último o supremo, se resumen en pocas palabras: contribuir al
perfeccionamiento personal de cuantos con la empresa se relacionan.

El esfuerzo por conseguir ganancias no es negativo, a menos que se convierta en


finalidad principal de la vida de la empresa. Todas las acciones humanas deben
perseguir el perfeccionamiento humano, la empresa –conjunto de acciones de sus
directivos y empleados- debe, del mismo modo, perseguirlo. Se hace
específicamente diferente a las demás actividades humanas, porque persigue el
perfeccionamiento humano a través de la gestión de los fines económicos que le
son propios.

La actividad económica es uno de los fines de la empresa; pero es un fin sin el


cual la empresa dejaría de ser empresa. El hombre necesita de bienes
económicos para alcanzar su perfección y la empresa es una de las
organizaciones humanas que se los proporciona. “Afirmar simplemente que la
empresa tiene como objetivo único el generar utilidades constituye un error de
minimización; afirmar que el generar utilidades no es un objetivo de la empresa
constituye un error de esencia-y, a veces, de utopía-. Ocurre que el objetivo
genérico es complejo, presenta diversos aspectos que lo configuran, que deben
darse todos ellos simultáneamente, sin considerar a uno medio para el otro, sino a
todos como aspectos del objetivo único”.

Objetivos de una empresa

Los diversos aspectos del objetivo genérico de la empresa son:

Proporcionar un servicio a la comunidad social.

Generar un valor económico añadido suficiente.

Generar una compensación “humana” suficiente.

Lograr una capacidad de auto-continuidad.

“Transformar la cuenta de resultados en término exclusivo de la gestión


empresarial equivale a introducirse en una espiral creciente que, aduciendo o sin
aducir razones “convincentes”, encamina a los directivos por una senda en la que
desaparece cualquier otro norte u objetivo. Ahora bien, es evidente que la sola
acumulación de beneficios, sin un fin ulterior que dé razón de ella, no constituye, ni
desde el punto de vista ético ni desde el psicológico, justificación suficiente para
una vida humana. De ahí que la empresa haya de definirse atendiendo también a
miras más altas”.

Ética empresarial

En conclusión, la necesidad de la ética en la empresa está contenida en su misma


naturaleza, en sus fines y su actividad, pues si atendemos que la empresa sólo
cumple su finalidad mediante el servicio prestado a los hombres y a la comunidad,
logrando la realización total de la persona humana, entonces la necesidad de que
el empresario y la empresa sean éticos no es una exigencia externa, sino una
responsabilidad que le viene por su misma esencia.

https://www.carlosllanocatedra.org/blog-management/naturaleza-de-la-
empresa#:~:text=Lo%20primero%20es%20afirmar%20que,uno%20o%20de%20varios
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