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La relación entre ética y moral estriba en que ambas son responsables de la construcción de
la base que guiará la conducta del hombre, determinando su carácter, su altruismo y sus
virtudes, y de enseñar la mejor manera de actuar y comportarse en sociedad.
Ética
La palabra ética viene del griego ethos que significa 'forma de ser' o 'carácter'.
La ética estudia los principios que deben regir la conducta humana al tratar de explicar las
reglas morales de manera racional, fundamentada, científica y teórica.
Se puede decir que la ética es, en este sentido, una teorización de la moral, que incluso
ayuda a definir criterios propios sobre lo que ocurre a nuestro alrededor.
Aunque normalmente la ética respalda o justifica las prácticas morales, otras veces parece
entrar en contradicción con estas.
Por ejemplo,
El respeto al otro es un principio fundamental de la ética. En tanto máxima de la ética, el
respeto no está subordinado a ningún contexto cultural sino que se debe practicar ante todo
tipo de persona sin discriminación de origen, raza, sexo, orientación o religión. La ética, por
lo tanto, no discrimina de acuerdo al universo de usos y costumbres.
Vea también:
Ética
Valores éticos
Tipos de ética
Moral
La palabra moral deriva de la palabra latina morālis, que significa 'relativo a las costumbres'.
La moral, por lo tanto, se centra en la práctica, en las expresiones concretas del
comportamiento que derivan del sistema de valores y principios.
Por ejemplo,
De acuerdo con las costumbres vigentes hasta el siglo XIX, la moral dictaba que toda mujer
estaba subordinada a la voluntad del hombre de la casa, y rebelarse hacía de ella una
"inmoral". Esta norma ha ido cambiando progresivamente entre los siglos XX y XXI en las
sociedades occidentales. Así, los usos y costumbres morales de la actualidad admiten la
independencia de la mujer y se considera inmoral su impedimento.
Vea también:
Moral
Valores morales
Un acto moral es aquella acción realizada por un individuo y que puede ser valorada
como buena o mala desde un punto de vista ético. Las acciones que realizamos
podrían dividirse en dos grupos: las que no tienen implicaciones morales porque son
neutrales (respirar, moverse, rascarse o protegerse de la lluvia) y aquellas acciones
que sí pueden tener alguna consideración moral, es decir, pueden valorarse como
buenas o malas. Este último tipo de acciones es mucho más amplio de lo que parece
a primera vista. Dar la mano a alguien puede parecer neutral, pero dar la mano a un
terrorista sanguinario ya se puede discutir moralmente. Trabajar en una fábrica para
ganarse el pan de la familia no tiene una implicación moral, pero si la fábrica
contamina un río y esto provoca enfermedades, la neutralidad del trabajo en la fábrica
desaparece. Esto quiere decir, que casi cualquier acto es un acto moral en potencia,
pues el contexto en el que se produzca determinará una valoración determinada.
Un acto moral depende de varios elementos. Para que hablemos con rigor de acto
moral éste tiene que ser algo elegido libremente, sin ningún tipo de coacción. Por otra
parte, el acto debe tener una finalidad, un motivo por el cual se realiza. Por último, el
acto moral se encuentra dentro de un contexto humano que condiciona cualquier
análisis ético.
El juicio moral está comprendido por 3 elementos; el objeto está referido por la conducta elegida por el
sujeto, las circunstancias es el grupo de condiciones que acompañan el acto y la intención es aquello
por el cual el hombre realiza una determinada acción.
La moral como ya fue alusivo es el conjunto de valores, creencias, principios, normas de una sociedad
o personas y en contraposición a lo referido se observa el término de inmoral que es todo aquello que
contradice a la moral y a las buenas costumbres.
En referencia a lo anterior se debe destacar que en muchas ocasiones lo que es moral para una persona
puede ser un acto inmoral para otro sujeto, por ejemplo una adolescente de 16 años que aborte debido a
que para ella su futuro se ve comprometido, para una persona ese acto puede ser inmoral ya que va en
contra de los principios de la religión católica y a su vez está matando a una vida pero para otros
pueden ser un acto moral ya que la persona tiene derecho de elegir como va enfrentar su vida.
La moral en filosofía intenta formular una teoría del comportamiento humano y analizar las razones
que se tienen al actuar, es decir, la moral busca elaborar un sistema comprensivo de principios que guie
las acciones del hombre, de lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto, de lo correcto o incorrecto. La
moral filosófica la posee aquel que actúe acorde a unos principios filosóficos y no el que hable de una
forma y actúa de otra.
Llegamos así, a una condición fundamental para que podamos juzgar si un individuo actúa
moralmente bien o no, que sepa lo que hace, sólo de esta forma, podemos decir que actúa
libremente y que, por lo tanto, es responsable de sus actos.
Efectivamente, a diferencia de los animales, que actúan movidos por sus instintos, el ser
humano es un ser moral precisamente porque es racional, es decir, cuando actúa, sabe lo que
hace, elige entre varias posibilidades de acción o los medios para conseguirlo, se propone un fin
concreto, analiza y valora los pros y los contras, juzga, si le conviene o no, es incluso capaz
de preveer con anticipación las posibles consecuencias o resultados, etc. En conclusión,
cuando una persona actúa racionalmente y lo hace, además, libremente, es por ello que
podemos aplicarle valores morales a su acción (generoso o egoísta, justo o injusto, etc.).
Dado que las personas no viven aisladas, sino que son ciudadanos de una comunidad, no sólo
son responsables de sus propios actos y para consigo mismos sino, también, de su repercusión
en las personas con las que convivo. Por ello, la moralidad tiene también una dimensión social.
Nacemos en una sociedad que posee una serie de normas, creencias, ideas, valores,
prohibiciones, pautas de conducta, etc. que caracterizan su forma de vida. Nuestras acciones
morales se dan en sociedad, en nuestra convivencia con los demás, quienes las aprueban o las
rechazan en función de estas normas y valores válidos para todos. Por ello, el ser humano
necesita convivir con los demás para desarrollarse como ser moral. No obstante, como ya
hemos dicho, el individuo debe interiorizarlas, es decir, debe reconocerlas como suyas, no
como algo impuesto desde fuera, de modo que las cumpla de modo libre, conscientemente y
habiéndolas pensado racionalmente.
Nos encontramos, en conclusión que, a diferencia de los animales que se rigen por unas pautas
instintivas que no les permiten elegir su modo de actuar, el ser humano, por el contrario tiene libertad
de acción, esto es, puede elegir y decidir por propia voluntad, cómo actuar. Esta libertad no es total,
está condicionada por su naturaleza genética y por el medio sociocultural, la época y el lugar en el que
vive. Pero aún así, le queda bastante libertad para decidir racionalmente cómo actuar, lo cual, le
convierte en responsable moral de sus actos.
Pero esta actitud permanente a actuar bien no es fácil de conseguir, requiere:
Tipos de ética
La ética es una parte de la filosofía que se dedica a la reflexión moral, y se divide en tres
ramas o tipos: la metaética, la ética normativa y la ética aplicada. La ética también se puede
clasificar de acuerdo a las corrientes filosóficas. A continuación, conozcamos estas
clasificaciones.
La metaética, la ética normativa y la ética aplicada son tres ramas de la ética, según la
clasificación expuesta por el filósofo J. Fieser. Estas ramas responden a diferentes objetivos
y metodologías.
Metaética
La metaética se aboca al estudio del origen y el significado de los conceptos morales. Los
límites del campo de estudio de la metaética no están claramente definidos, pues se propone
una visión de conjunto de la disciplina. Así, puede abarcar temas muy amplios.
Ética normativa
La ética normativa estudia los valores morales a fin de construir estándares mínimos que
orienten la conducta de las personas hacia el bien común.
Las teorías de la virtud: proponen cultivar la virtud como fin en sí mismo, por medio
de los buenos hábitos del carácter.
La ética secular, conocida también como ética laica, se fundamenta en las virtudes
intelectuales como la racionalidad, el pensamiento lógico y la empatía.
Ética aplicada
La ética aplicada estudia y aplica las cuestiones éticas a situaciones concretas. Para que
pueda hablarse de ética aplicada, deben cumplirse dos condiciones: que se aborde una
cuestión moral y que el tema sea controversial.
Algunas de esas situaciones morales controvertidas pueden ser la pena de muerte, el porte
de armas, el aborto, la eutanasia, la maternidad subrogada, la fabricación de armas
biológicas, etc.
La ética aplicada se basa en principios normativos. Por ende, se relaciona con la ética
normativa, especialmente con las teorías del deber y de las consecuencias.
Ética médica: estudia y determina cuáles son las acciones correctas que debe tomar
un profesional de la salud frente a situaciones de conflicto entre la moral y el deber
profesional.
Ética social: estudia las cuestiones ética en relación con los grandes problemas sociales.
Son temas frecuentes los derechos humanos, la discriminación, la pena de muerte, la guerra
biológica, el control de armas, entre otros.
Ética sexual: estudia la relación de los preceptos éticos y morales con la sexualidad humana
y su práctica. Por ejemplo, el mutuo consentimiento, el adulterio, la explotación sexual, el
celibato, entre otros.
Ética del deporte: establece los valores y principios que deben regir la práctica deportiva.
Algunos temas son la competencia justa, el espíritu de equipo, el compañerismo, el dopaje,
entre otros.
Bioética: estudia las relaciones éticas que existe entre las ciencias de la vida con los seres
vivos en sí mismos. La bioética reflexiona sobre el aborto, la eutanasia, la manipulación
genética, la bionanotecnología, etc
.
Ética comunicacional: reflexiona sobre la responsabilidad social de los medios de
comunicación. Algunos temas son la información veraz, el equilibrio informativo, la libertad de
expresión, la manipulación mediática al servicio de intereses particulares, etc.
¿Qué es la ética?
Ética y moral
Desde la Antigüedad Clásica diversas corrientes filosóficas han reflexionado sobre la ética,
proponiendo diferentes perspectivas. La clasificación que presentamos se basa en la
expuesta por los especialistas Cortina y Martínez en su libro Ética.
Edad Antigua y Edad Media
Ética socrática: Sócrates procuraba distinguir la virtud verdadera de la mera apariencia de
virtud, así como conocer cuál es la excelencia característica del ser humano.
Ética platónica: Platón sostiene que el Bien y la Verdad es anterior al ser humano, y por ello
deben regir la vida del individuo y la comunidad. Esto significa que para Platón la ética es un
fin en sí mismo.
Ética estoica: proviene del Estoicismo. Plantea que existe una razón cósmica que determina
el destino y que, por ende, la ética se basa en procurar la paz interior frente al destino
ineludible, sin dejarse perturbar por agentes internos o externos.
Ética agustina: para San Agustín, el sumo bien o la felicidad se identifican con el encuentro
amoroso con Dios, principio y fin de la existencia. El papel de la ética es proveer un camino
para que ese encuentro sea posible.
Ética tomística: propuesta por Santo Tomás de Aquino, hace una síntesis entre San Agustín
(Dios como Bien Supremo y propósito de la existencia), y Aristóteles (el cultivo de las
actividades humanas como camino a la felicidad terrena).
Edad moderna
Ética de Hume: David Hume propuso que la distinción que hace el ser humano entre el bien
y el mal depende más de las pasiones y los afectos que del pensamiento racional.
Ética kantiana: Immanuel Kant propone que existe una relación entre la racionalidad de una
acción y la moral. Así, comprende que una acción inmoral no es del todo una acción racional.
Ética de Scheler: conocida como ética material de los valores, considera a los valores como
bienes que son captados y jerarquizados a través de la intuición emocional. Plantea también
que los valores y el deber están relacionados.
el emotivismo,
el prescriptivismo,
el formalismo dialógico,
el comunitarismo.
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