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Repaso de la Escuela del Ministerio

Teocrático
Semanas del 3 de enero al 28 de febrero de 2011
1. ¿A qué trabajos dio comienzo Ezequías al principio de su reinado, y de qué manera lo podemos
imitar hoy día? (2 Cro. 29:16-18.)

w09 15/6 pág. 9 párr. 13 Celo por la casa de Jehová

Veamos ahora el caso de Ezequías. Este rey demostró su interés por la adoración de Jehová reabriendo el
templo y comenzando a repararlo en el primer mes de su reinado. Organizó a los sacerdotes y a los levitas, y
ellos limpiaron la casa de Dios en tan solo dieciséis días (léase 2 Crónicas 29:16-18). Este pasaje nos
recuerda la diligencia con la que realizamos las labores de reparación y mantenimiento que requieren
nuestros lugares de reunión. ¿Ha sabido de alguien que haya quedado impresionado al ver el entusiasmo con
que los hermanos realizaron dichas labores? No cabe duda de que el celo por la adoración verdadera resulta
en alabanza para Jehová.

2. ¿Cómo corrobora 2 Crónicas 36:21 el cumplimiento de la profecía de Jeremías 25:8-11?

w06 15/11 pág. 32 ¿De verdad permaneció desolada la tierra de Judá?

La Biblia predijo que los babilonios devastarían la tierra del reino de Judá y que esta permanecería desolada
hasta el regreso de los judíos exiliados (Jeremías 25:8-11). La razón más poderosa para creer que esta
profecía se cumplió es el relato histórico inspirado, el cual se escribió unos setenta y cinco años después de
que el primer grupo de desterrados regresara a su tierra. Dicho relato señala que “a los que quedaron de la
espada se los llevó cautivos [el rey de Babilonia] [...], y llegaron a ser siervos para él y sus hijos hasta que la
realeza de Persia empezó a reinar”. Y con respecto a la tierra, afirma que “todos los días de yacer desolada
guardó sábado” (2 Crónicas 36:20, 21). ¿Hay hallazgos arqueológicos que apoyen estas declaraciones?

Ephraim Stern, profesor de Arqueología Palestina de la Universidad Hebrea, comenta en la revista Biblical
Archaeology Review: “Tanto los asirios como los babilonios saquearon grandes zonas del antiguo Israel, pero
los hallazgos arqueológicos del período posterior a sus respectivas conquistas cuentan dos historias muy
diferentes”. Entonces pasa a explicar: “Mientras que los asirios dejaron una huella muy clara de su presencia
en Palestina, se produce una extraña laguna tras la destrucción que causaron los babilonios. [...] No hallamos
pruebas de una ocupación del territorio hasta la época persa [...]; hay un absoluto vacío de pruebas que
delaten una ocupación del país. En todo ese tiempo, ni una sola ciudad destruida por los babilonios fue
repoblada”.

El profesor Lawrence E. Stager, de la Universidad de Harvard, es del mismo parecer. “Por toda Filistea, y más
tarde por toda Judá —afirma—, la política de tierra quemada del rey de Babilonia creó un verdadero yermo al
oeste del río Jordán.” Y añade: “No es hasta Ciro el Grande, el sucesor persa de los babilonios, que el registro
arqueológico se reanuda [...] en Jerusalén y Judá, cuando muchos judíos exiliados regresaron a su tierra”.

En efecto, la palabra de Jehová respecto a que Judá permanecería desolada se cumplió sin falta. Lo que
Jehová Dios predice siempre se hace realidad (Isaías 55:10, 11). ¿La lección? Podemos confiar por completo
en Jehová y en las promesas recogidas en su Palabra, la Biblia (2 Timoteo 3:16).

3. ¿Qué detalle aporta Esdras 3:1-6 a la evidencia bíblica de que los setenta años de desolación
predichos para la ciudad de Jerusalén se cumplieron con total precisión?

w06 15/1 pág. 19 Puntos sobresalientes del libro de Esdras


3:1-6. Los fieles repatriados ofrecieron su primer sacrificio en el séptimo mes del año 537 antes de nuestra era
(tisri, correspondiente a septiembre-octubre). Los babilonios habían entrado en Jerusalén en el quinto mes
(ab, correspondiente a julio-agosto) del año 607, y dos meses después, la ciudad había quedado
completamente deshabitada (2 Reyes 25:8-17, 22-26). Los setenta años de desolación terminaron en el
momento predicho (Jeremías 25:11; 29:10). Todo lo que la Palabra de Jehová promete se cumple sin falta.

4. ¿Por qué se aturdió Esdras cuando se entero de que muchos se habían casado con personas de los
pueblos de aquella zona? (Esd. 9:1-3.)

w06 15/1 pág. 20 Puntos sobresalientes del libro de Esdras

9:1, 2. ¿Representaba una amenaza muy grave casarse con la gente que vivía en aquella tierra? La nación
restaurada debía custodiar la adoración de Jehová hasta la llegada del Mesías. Casarse con los otros
habitantes del país suponía una seria amenaza para la religión verdadera. Las alianzas matrimoniales que
algunos judíos habían formado con personas idólatras podrían haber llevado a que, con el tiempo, toda la
nación fuera absorbida por naciones paganas. La adoración pura quizás habría desaparecido de la Tierra.
Entonces, ¿quiénes recibirían al Mesías? ¡Con razón Esdras se quedó atónito al ver lo ocurrido

5. ¿Quiénes eran los “majestuosos”, y que actitud suya debemos evitar? (Neh. 3:5.)

w06 1/2 págs. 9-10 Puntos sobresalientes del libro de Nehemías

3:5, 27. No debemos considerar degradante el trabajo manual que se realiza en favor de la adoración
verdadera, como hicieron los “majestuosos” de los teqoítas; más bien, debemos imitar a los teqoítas comunes
que trabajaron con gusto.

w86 15/2 pág. 25 Triunfa la adoración verdadera

Lección para nuestro día: No debemos pensar que el trabajo duro es indigno para nosotros y retraernos como
lo hicieron los teqoítas “majestuosos”. Más bien, deberíamos imitar a los demás teqoítas que efectuaron una
tarea doble. (Nehemías 3:5, 27.)

6. ¿En qué sentido fue el gobernador Nehemías un magnífico ejemplo para los superintendentes
cristianos? (Neh. 5:14-19.)

si pág. 90 párr. 16 Libro bíblico número 16: Nehemías

La devoción piadosa de Nehemías debe infundir ánimo a todo el que ama la adoración correcta. Él dejó un
puesto favorecido para llegar a ser un humilde superintendente entre el pueblo de Jehová. Hasta rehusó la
contribución material a que tenía derecho, y condenó rotundamente el materialismo como una trampa.
Nehemías recomendó a toda la nación que buscara y sostuviera con celo la adoración de Jehová (5:14, 15;
13:10-13). Fue un ejemplo espléndido para nosotros por ser completamente desinteresado y prudente, un
hombre de acción, valeroso a favor de la justicia ante el peligro (4:14, 19, 20; 6:3, 15). Tuvo el temor
apropiado de Dios y se interesó en edificar en la fe a sus consiervos (13:14; 8:9). Aplicó vigorosamente la ley
de Jehová, especialmente en lo que se relacionaba con la adoración verdadera y el rechazo de las influencias
extranjeras, como el matrimonio con paganos (13:8, 23-29).

7. ¿Qué podemos hacer, al igual que los israelitas del tiempo de Nehemías, para no descuidar “la casa
de nuestro Dios”? (Neh. 10:32-39.)

w98 15/10 págs. 21-22 párr. 12 Una Jerusalén fiel a su nombre

El pueblo de Jehová tampoco debe descuidar hoy su privilegio de „rendir servicio sagrado‟ en los patios del
gran templo espiritual de Jehová (Revelación 7:15). Este servicio incluye las oraciones sinceras y regulares
por el progreso de la adoración de Jehová. A fin de vivir en armonía con tales oraciones, debemos
prepararnos para las reuniones cristianas y participar en ellas, colaborar en la predicación de las buenas
nuevas y ayudar a las personas interesadas volviéndolas a visitar y, si es posible, estudiando la Biblia con
ellas. Muchos cristianos que no quieren descuidar la casa de Dios ofrecen donaciones materiales para la obra
de predicar y el mantenimiento de los lugares de culto. Quizá también podamos colaborar en la construcción
de lugares de reunión que urjan, así como en mantenerlos limpios y arreglados. Un modo importante de
demostrar nuestro amor por la casa espiritual de Dios es promoviendo la paz entre los hermanos en la fe y
ayudando a los necesitados en sentido material o espiritual (Mateo 24:14; 28:19, 20; Hebreos 13:15, 16).

8. Al reflexionar en el historial de conducta de Nehemías, ¿qué preguntas podríamos hacernos en


cuanto a nuestros privilegios y al informe que presentamos a Jehová cuando le rendimos cuentas de
nuestros actos? (Neh. 13:22, 31.)

w96 15/9 págs. 16-17 párr. 3 Que Jehová le impute el bien a su cuenta

Quien hace el bien es virtuoso y realiza obras rectas en favor de sus congéneres. Nehemías fue ese tipo de
persona. Le tuvo temor reverencial a Dios y mostró gran celo por el culto verdadero; además, agradeció los
privilegios que se le concedieron en el servicio divino y dio a Jehová buena cuenta de sus actos. Reflexionar
sobre su conducta bien puede suscitar en nosotros las siguientes preguntas: „¿Cómo veo yo los privilegios y
las responsabilidades que Dios me ha conferido? ¿Qué clase de cuentas estoy rindiendo a Jehová Dios y
Jesucristo?‟.

9. ¿Tuvo Ester relaciones inmorales con el rey Asuero? (Est. 2:14-17.)

w91 1/1 pág. 31, párrs. 6, 9 Preguntas de los lectores

Las Escrituras dicen que Ester “fue llevada” a “la casa de las mujeres” para someterse al largo régimen de
belleza que se había ordenado: “Entonces Ester fue llevada al rey Asuero [...] Y el rey llegó a amar a Ester
más que a todas las demás mujeres, de manera que ella se granjeó más favor y bondad amorosa ante él que
todas las demás vírgenes. Y él procedió a poner el adorno de realeza sobre la cabeza de ella y a hacerla
reina en lugar de Vasti”. (Ester 2:8, 9, 16, 17.)

¿Qué hay de Ester? La Biblia no dice que ella durmiera con el rey y así se hubiera conseguido su favor. No
dice que fue llevada a la casa de las concubinas, sino que dice sencillamente: “Entonces Ester fue llevada al
rey Asuero, en su casa real [...] Y el rey llegó a amar a Ester más que a todas las demás mujeres”. Recuerde
que anteriormente, sin haber transigido ni perdido su virtud y virginidad mediante cometer inmoralidad sexual,
ella se había ganado la “bondad amorosa” de “Hegai el guardián de las mujeres”. Además: “Durante todo
aquel tiempo Ester continuamente se granjeaba favor a los ojos de todos los que la veían”. (Ester 2:8, 9, 15-
17.) De modo que es patente que Ester impresionó al rey y se ganó el respeto de él tal como se había ganado
el respeto de otras personas.

10. ¿Por qué se negaba Mardoqueo a inclinarse ante Hamán? (Ester 3:2, 4.)

it-2 pág. 313 Mardoqueo

Se niega a inclinarse ante Hamán. Después Asuero nombró primer ministro a Hamán el agaguita y ordenó
que todos los que estaban en la puerta del rey se postrasen ante él en reconocimiento del elevado puesto que
acababa de recibir. Mardoqueo rehusó firmemente hacerlo y adujo como razón que era judío. (Est 3:1-4.) Esto
prueba que su negativa obedecía a la relación que como judío dedicado tenía con su Dios Jehová. Reconoció
que postrarse ante Hamán significaba más que solo inclinarse con el rostro a tierra ante un personaje
eminente, como habían hecho los israelitas en el pasado, simplemente en reconocimiento de la posición
superior de esa persona como gobernante. (2Sa 14:4; 18:28; 1Re 1:16.) En este caso Mardoqueo tenía buena
razón para no inclinarse. Hamán probablemente era amalequita, y Jehová había indicado que estaba en
guerra con Amaleq “de generación en generación”. (Éx 17:16; véase HAMÁN.) Era una cuestión de integridad
a Dios por parte de Mardoqueo.

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