Como consecuencia de las recientes informaciones publicadas,
en los distintos medios de comunicación, relativas a las circunstancias alrededor de mi cese como Jefe de Estado Mayor de la Defensa, me gustaría incidir que éstas no están siendo promovidas por mi persona y que estoy totalmente desvinculado de campañas que me están utilizando para continuar creando crispación.
Mi periodo como JEMAD ya ha concluido. Tras mi relevo por el
almirante general Teodoro Esteban López Calderón, una excepcional persona y un magnífico militar, me gustaría pasar la página de esta etapa profesional. Considero que esta controversia sólo daña la imagen de las Fuerzas Armadas, y esto es lo último que los militares queremos.