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POLÍTICA DE DIVIDENDOS

Por María Alejandra García Fernández

Los dividendos son los pagos (de parte de las utilidades) a un accionista
participante del patrimonio de una empresa. La política de pago de dividendos
es un subproducto de la decisión de endeudamiento de la empresa. Es
imperativo encontrar el equilibrio entre mayores pagos de dividendos y la
emisión o recompra de acciones comunes.
Mediante este resumen se busca resolver la incógnita: ¿Cómo afecta al valor
de una empresa la decisión de pagar dividendo o recomprar acciones?

El dividendo de una compañía está determinado por el consejo de


administración (para accionistas registrados en una fecha en particular).
Cuando se decide y declara el pago de este dividendo se convierte en una
deuda para la empresa. Se suele expresar en dólares por acción.
El pago de dividendos tiene tres características principales: 1) Los
administradores son reacios a hacer cambios en los dividendos que tengan que
deshacerse después. 2) Los administradores “suavizan” los dividendos. 3) Los
administradores se enfocan más en el cambio de dividendos que en los niveles
absolutos.
Los administradores financieros tienen cuatro formas principales de recomprar
acciones: 1) Anuncia la recompra de sus acciones en mercado abierto. 2)
Ofrecen comprar de vuelta un número de definido de acciones a un precio fijo
(ej. 20% sobre el precio de mercado). 3) Subasta holandesa. 4) Negociación
directa con gran accionista.
Una empresa recompra sus acciones cuando ha acumulado efectivo no
deseado o desea modificar su estructura de capital sustituyendo CAPITAL con
DEUDA. Es preferible pagar el exceso de efectivo libre que ponerlo a invertir en
algo no rentable. Entre la recompra de acciones y el pago de dividendos, la
recompra de acciones es la actividad más volátil.
La política de dividendos es un curso de acción a seguir que involucrará
diversos factores desde la salida de efectivo, adquisición de deuda,
financiamiento para dicha salida de efectivo, histórico de pagos y pagos
tributarios.
Los dividendos y el pago de los mismos pueden permitir discernir entre
empresas marginalmente rentables de aquellas que en verdad generan dinero.
El dividendo “elevado” se paga solo cuando hay confianza de que llegará
dinero suficiente para pagarlo. Generalmente el incremento en el pago de un
dividendo impacta en un incremento del precio de la acción.
Por otro lado, la recompra o recompensa de acciones es, generalmente,
sinónimo de confianza del administrador financiero en el futuro. Esto también
impacta en el precio de la acción y por ende en la posesión de capital de los
accionistas.

2Los economistas radicales consideran que siempre que los dividendos


tengan mayor carga impositiva que el capital deben pagar el dividendo en
efectivo más bajo posible, incluso postulan en algunos casos que no haya
pagos en absoluto siempre que las ganancias de capital (recompra de
acciones) tengan una ventaja fiscal.
1La corriente conservadora consigna que el valor de la compañía está
determinado por sus activos y los flujos de efectivo intentando explicar con la
psicología conductista por qué se prefieren los dividendos regulares en lugar de
vender pequeñas cantidades de acciones. Valor de la empresa se da en la
rentabilidad de los activos.
El partido del medio, sostenido por Miller, Black y Scholes sostienen que el
valor de una compañía no resulta afectada por su política de dividendos y que
esta se regula por la demanda. Dicha teoría se sustenta en la existencia de
accionistas que prefieren pagos bajos (pocos pero existentes) así como de
empresas dispuestas a pagar los impuestos que devienen de ellos. En la
diversidad se encuentra el equilibrio.
Conclusión: Considerando la teoría de dividendos, su política y las corrientes
económicas que intentan explicar el comportamiento de esta, concluyo que la
teoría más adecuada para explicar y aplicar la política de dividendos es la del
partido del medio pues la repartición de dividendos en efectivo no sustenta un
incremento de liquidez en los accionistas y no es para ellos un motivo de
compra de acciones de mayor o menor precio, es decir, los accionistas no
compran acciones de una u otra empresa basados en el pago de dividendos.

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