Fiódor Dostoievski escribió en 1866 esta enorme obra maestra de
la literatura en la que se aborda cómo podemos convivir con nuestras acciones. El protagonista es Raskolnikov, un joven estudiante que cree firmemente que los fines humanitarios justifican cualquier acción, incluso el asesinato, y así acabará sin remordimientos con la vida de una usurera. Sin embargo, no se imaginará que la voz de su conciencia le importa más que cualquier persecución policial. Solo Sonya, una prostituta, podrá redimirle.
¿Aún no has leído la obra mítica de Agatha Christie? Pues estás
tardando. Te guste o no el género policíaco, reconocerás al llegar a las últimas páginas que la resolución del crimen acontecido en el tren más glamuroso de la historia es, simplemente, genial. Doce personas son los sospechosos del asesinato que tendrá que resolver uno de los inspectores más famosos de la literatura, Hercules Poirot. Cuando el libro se publicó, en 1963, Sylvia Plath tuvo que usar un seudónimo porque se enfrentaba sin ambages a temas delicados, concretamente, a la depresión. La única novela de esta gran poeta estadounidense narra la historia de una estudiante que gana un premio de una revista con el que viaja a Nueva York durante un mes. De allí regresará con una dura enfermedad Para muchos, la obra cumbre de la literatura en castellano y para la gran mayoría la mejor novela de su autor. Narra la historia de siete generaciones de la familia Buendía en la aldea de Macondo, pero no lo hace de forma lineal ni realista, sino con saltos en el tiempo y fusionando realidad y fantasía.