REFLEXIONES DEL LIBRO EL VALOR DE EDUCAR DE FERNANDO
SAVATER
Fernando Savater nació el 21 de junio de 1947 en España, se ha desempeñado
como filósofo, escritor quien decidió escribir un libro para hacernos reflexionar acerca de los valores de la educación. Savater nos hace pensar sobre la importancia que tiene la educación en cualquier país, siendo esta un proceso del ser humano en el que intervienen la familia, los maestros y los educandos. Nos plantea que existe una gran diferencia entre el ser humano es decir pertenecer a la especie humana y la humanidad plena la cual obtenemos cuando se comparten ciertos conocimientos unos a otros, así es como la enseñanza se origina, en la evidencia de que hay semejantes que aún no comparten ciertos conocimientos. En comparación con el Chimpancé que madura hasta no ser capaz de aprender nada nuevo, el humano en cambio está abierto a nuevos saberes hasta el día de su muerte. El hombre puede tener capacidades cerradas que son aquellas que se aprenden una vez y pueden realizarse en su totalidad o abiertas que se aprenden gradualmente y no pueden ser dominadas perfectamente como por ejemplo pintar o componer música. El niño en sus primeros años recibe una influencia de su entorno familiar y social, por lo tanto, la familia tiene la responsabilidad de inculcarle los principios morales y las aptitudes fundamentales como hablar, asearse, o vestirse, pero actualmente el papel de la familia en la educación del niño se ve afectado porque los padres se presentan al hijo como un mejor amigo, de esta forma se pierde la autoridad, la cual es necesaria para que pueda crecer y prepararse para ser adulto, también es poco el tiempo que el niño comparte en familia y mayor el que emplea en el internet y la televisión, los medios de comunicación donde pueden acceder fácilmente a cualquier tipo de información, principalmente aquella que antes era ocultada, dicha situación produce un reto para la educación debido a que esta información adquirida por los educandos debe ser organizada por el maestro para hacerla provechosa o por lo menos no dañina, despertar la curiosidad frente a algunos temas y conocimientos, motivar el deseo de más educación, de nuevos aprendizajes y enseñanzas se vuelven tareas más complejas. Estas herramientas tecnológicas no deben ser enaltecidas ni satanizadas, pero es imprescindible poner un control y darles un buen uso, dicho control debe ser ejercido por los padres. Es necesario que el niño empiece su proceso educativo a la fuerza, que aprenda conocimientos tanto de las humanidades como de las ciencias exactas, ya que ambas son muy importantes en la construcción de la sociedad, para que entienda y descubra cuales son los campos en los que más se desenvuelve, como puede utilizar la educación para potenciar sus habilidades y en que se quiere desempeñar en un futuro, el maestro es quien debe encargarse de formar la voluntad del niño para aprender, de incentivar el espíritu crítico, que los estudiantes se realicen y propongan preguntas, hacer de actividades como la lectura y la escritura algo satisfactorio, el maestro no debe tomar una posición pedante, de superioridad, ni hacer concesiones para llevar la contraria, en cambio tiene la labor de impulsar las disposiciones propias de cada individuo, es importante recalcar que cualquier acción por mínima que sea de parte del profesor puede generar un gran impacto positivo o negativo en el estudiante. Una alternativa pedagógica es el aprender jugando, sin embargo, existen algunos conocimientos y cuestiones que no pueden ser enseñadas de esta forma, además implementarla en la educación generaría un estancamiento del niño en la vida infantil, oponiéndose a uno de los objetivos de la enseñanza el cual es preparar al niño para la adultez. La educación tiene que ser un proceso universalizado es decir una enseñanza para todos, libre de prejuicios, sin discriminación a ciertos grupos humanos, en cuanto el papel del estado en la educación, su prioridad debe ser invertir los recursos estatales en la educación pública con el fin de mejorar su calidad y así lograr que esta pueda ser inclusiva. Según lo descrito por Savater en su libro el valor de educar podemos concluir que para mejorar la calidad de la educación tanto la familia como los docentes y los estudiantes deben comprometerse a cumplir con sus responsabilidades. El fin de la educación tiene que ser, no solamente formar a los individuos para desarrollar un oficio ; sino también propiciar el desarrollo de un ser humano ético, libre y con un criterio propio, para educar se necesita de carácter y valentía, los maestros tienen un papel importante en la construcción de la sociedad, por su esfuerzo en la formación de cada uno de los individuos que la conforman merecen un mejor prestigio social y remuneración.