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Control de calidad de la producción de pinturas.

Las pinturas cumplen un rol importante en los acabados de una obra, y la calidad
de estas definen aspectos como la estética y la durabilidad, que varía según el tipo
de pintura, pueden estar entre 2 a 20 años, este factor está directamente influenciado
por las condiciones ambientales a las cuales se expone la película. En Trujillo las
pinturas se exponen a altas radiaciones solares en verano: alrededor de 1300 W/m2,
según el SENAMHI (Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú) y
en épocas de invierno se ven principalmente afectadas por la humedad relativa:
85%. Otro factor que influye en la calidad de las pinturas es la densidad, ya que, si esta
es baja, genera poco rendimiento, entonces aumentan los costos, y, al contrario; si es
muy densa, se forman patologías en la película parecidas al acabado gotelé o
corrimiento de pintura, generando una mala estética y mayor posibilidad de albergar
hongos. Sin embargo, el tiempo de secado juega un papel significativo en la formación
de estas patologías, el tiempo ideal es aquel que es el necesario para que la película
formada quede uniforme, o para que se aplique otra capa de otro tipo de pintura, como
el caso de los imprimantes o temples. Los tiempos varían según el tipo de pintura y la
superficie a aplicar, puede estar entre 10 min (pintura automotriz) a 720 min
(Esmaltes Sintéticos). Otra patología de las pinturas de baja calidad es el
desprendimiento de las películas, debido a la mala adherencia, que, según ASTM, la
ideal debe estar en el rango de 5B-3B. En el recubrimiento de los metales hay un
gran problema con la oxidación, producto de la humedad, la cual se hace presente
debido a pequeñas aberturas que han sido ocasionadas por el rayado de la
superficie, dónde el recubrimiento ha sido destruido, es por ello que las pinturas deben
tener una buena dureza, lo cual se refleja en su resistencia al rayado. Tras estos
problemas causados por la baja calidad de pinturas, el equipo de trabajo ha realizado un
control de calidad de pinturas a través de ensayos, bajo la norma ASTM.
Ensayos Densidad (Método de la probeta)
La determinación de la densidad se realizó por método de la “probeta”, que consiste
en encontrar la masa de la pintura en 100ml, y la división de la masa entre el
volumen será la densidad en 𝑔/𝑐𝑚3. Se recomienda ensayar a 25°C.
Adherencia
La evaluación de la adherencia se realizó a través del método del raspe con cinta según la
norma ASTM D-3359, la cual consiste en efectuar una cuadrícula de 25 cuadritos, de
2x2mm, realizando incisiones paralelas y perpendiculares en el revestimiento. Estas
incisiones deben penetrar la película seca, hasta el soporte (vidrio). El resultado del ensayo
consiste en Juzgar el aspecto final de la cuadrícula con una lupa y clasificar según él %
desprendimiento ASTM (5B: 0% 4B: 0-5% 3B: 5-15% 2B: 15-35% 1B: 35-65% 0B: >65%)
Tiempo de secado al tacto
Consiste en tocar la película fresca (aplicada sobre un panel de vidrio 10cm x 10cm) cada 5
minutos con el dedo, en condiciones de temperatura de 23°C. El resultado será, el
tiempo cuando no quede rastro de pintura en el tacto.
Dureza
El método se basa en determinar la dureza de la pintura a través de la prueba de lápices bajo la
norma ASTM D-3363, la cual consiste en rayar, con un ángulo de 45°, lápices calibrados (6B-
6H) sobre la película seca dura. El rayado es opuesto al ángulo y se evalúa qué lápiz lo raya al
menos 6.5mm, empezado en los más suaves 6B. El inferior al que lo raya será la dureza de la
pintura.

Control de producción de la pintura


Laboratorio

Antes de pasar a la producción, el laboratorio elabora una fórmula única para cada color
de cada tipo de pintura. En esta fase de la producción, la pintura se somete a pruebas
muy exhaustivas. Una de ellas se realiza en la cámara de climatización, donde durante
meses, se controla el posible envejecimiento de la pintura, tanto en el envase como
aplicada sobre diferentes sustratos. El laboratorio es, además, el encargado del control
de entrada de las materias primas y de mantener la calidad durante el proceso de
producción. Asimismo, una tarea importante del laboratorio es la de investigar nuevas
materias primas y pinturas.
Pesar las materias primas
En el almacén central se guardan todas las materias primas en estado seco, como los
pigmentos y las materias de relleno, y también los aglutinantes como la dextrina y la
goma arábiga, que más tarde se disolverán para pasar a forma líquida. El primer paso en
el proceso de producción es pesar los ingredientes secos con una exactitud de hasta el
gramo. A continuación, los ingredientes se preparan para pasar a la próxima sección: la
mezcla inicial. En la sección de 'mezcla inicial' se almacenan los algutinantes y aditivos
líquidos. Se sacan las cantidades requeridas directamente de los barriles y se les vierten
los ingredientes secos ya pesados anteriormente. Durante el vertido quedan restos de
ingredientes en los sacos y se pierde la precisión. En los siguientes pasos de producción,
se controla el color y la viscosidad de cada color según estándares y, si es necesario, se
ajustan las cantidades de cada ingrediente.
Dispersar

Los pigmentos no son solubles en el aglutinante. Es necesario dispersarlos de forma


constante en el aglutinante, esto es, distribuirlos homogéneamente. La dispersión se
realiza en dos pasos: el primero, de mezcla inicial con una batidora, y el segundo, con el
molino de tres rodillos que determinará la fineza de la pintura.
Mezcla inicial
Los pigmentos se suministran en forma de polvos secos, con las partículas formando
grumos. Durante el mezclado inicial, las partículas se deshacen en grumos más
pequeños y se esparcen homogéneamente en el aglutinante. Haciendo girar un cilindro
metálico en una muestra que se toma de la pintura, se mide la viscosidad según la
resistencia que ofrece la pintura. En esta fase, el poder colorante de la pintura es aún
algo bajo, pero aumentará a medida que, en fases posteriores, el pigmento se muela más
finamente.
Molido de pigmentos

Mediante el molido en el laminador de tres cilindros, se trituran los grumos hasta


conseguir la fineza deseada. Es importante que las partículas de pigmento no se dañen
durante el proceso para que no varíen el color. Los tres cilindros de acero giran en
sentido contrario el uno del otro y a diferentes velocidades. El primer cilindro gira a
poca velocidad; el segundo, tres veces más rápido y el tercero, nueve o doce veces más
rápido, dependiendo del tipo de laminador. Debido a la diferencia de velocidades, los
grumos de pigmento se descomponen, la pintura pasa de un cilindro a otro y,
finalmente, es recogida con una cuchilla rascadora.
Control de finura
La distancia entre los cilindros determina la finura del molido. Sin embargo, si el
laminador, ya en la primera acción de molido, es ajustado a la finura deseada, puede
ocurrir lo siguiente: o las partículas de pigmento son aplastadas (cambio de color), o los
cilindros de acero endurecido se rompen debido a que los pigmentos a veces son
extremamente duros. Por eso, el laminador primero se pone con un ajuste amplio. Una
vez molida toda la pintura, el laminador es ajustado a más finura y la pintura se hace
pasar por segunda vez. Ese proceso se repite cinco veces como máximo. Cuanto más
fino el molido, más poder colorante tendrá la pintura. Los cilindros son huecos por
dentro y son refrigerados por agua, pues, al contrario, los pigmentos se quemarían a
consecuencia del calor generado por fricción. Dependiendo del carácter del pigmento y
la calidad de la pintura o tinta a elaborar, los pigmentos son molidos entre 2 y 55 micron
(1 micron = 1/1000 mm). Después del último molido, la pintura adquirirá su viscosidad
final.
Después del molido, se mide la finura por medio de la llamada barra de Hegman. La
profundidad de la ranura de la barra, indicada en micrones, aumenta gradualmente. La
pintura se diluye hasta alcanzar una viscosidad determinada y se coloca en una capa
muy fina sobre la barra. Cuando las partículas de pigmento son más grandes que el
grosor de la película de pintura, se forman montones que son visibles sobre la
superficie. Este es el punto, visible al ojo humano con luz oblicua, que indica la finura
de la pintura.
Control de color
El color producido se compara con una muestra estándar. Ambos colores se aplican en
una capa gruesa y otra fina para poder observar no sólo la tonalidad de primer plano,
sino también la tonalidad de fondo. No debe haber ninguna diferencia entre el color
producido y el color estándar.
Control de estabilización

Para asegurar que sólo los productos de calidad lleguen al mercado, cada partida
producida debe reposar durante un tiempo determinado y, así, podemos controlar la
estabilidad de la pintura. Después del periodo establecido, se hace un control de
laboratorio y después de su aprobación, se pasa al envasado.
Envasado

Los tubos se rellenan por la parte inferior; el tapón ya viene puesto. Los tubos de
plástico se cierran por fusión y los de aluminio se doblan un par de veces y se sellan.
Los frascos se rellenan, se cierran y se etiquetan en este orden. El último paso del
envasado siempre es el de controlar si cada envase contiene la cantidad establecida.

https://www.royaltalens.com/es/inspiracion/consejos-y-tecnicas/proceso-de-produccion-de-la-pintura/

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